Feliz
día a todos aquellos que desde su corazón inspiran, guían y allanan el camino
para que cada uno pueda reencontrarse con su propio maestro interno.
Un
maestro tenía la sabiduría en sus manos, en su mente y en su corazón, y siempre
estaría dispuesto a repartir sus saberes de forma amorosa a quien se acercara
para recibir sus enseñanzas.
Los
niños ansiaban acudir al maestro...
Pues
ambos dedicaban parte del día a pasear por el bosque o la llanura, observando
la Naturaleza, con la responsabilidad no solo de desarrollar su intelecto, sino
también la sabiduría de su propia alma.
El maestro era quien mostraba su Espíritu
abiertamente, acompañando a los seres en sus procesos de aprendizajes todos. Y
el aprendiz así, sabía que el maestro era alguien en quien podía confiar
plenamente.
Porque maestro es aquel que te acompaña hasta que
encuentres tu camino, y luego te suelta porque sabe que la libertad es
indispensable para tu despertar.
Maestro para nosotros, era aquel que permitía que
el Corazón de cada ser se expanda en su tarea, incentivando a distribuir su
medicina y belleza personal sobre esta Tierra, permitiendo que los sentimientos
y la sensibilidad determinasen dónde - y buscando en conjunto las herramientas más
adecuadas para cada quien - expresar esa belleza.
Maestro es quien conoce y transmite, pero no solo
desde el intelecto, sino también, desde su propio corazón, despertando el sabio
maestro interno que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es aquel que permite crecer a otros sin temor a
ser opacado, porque de alguna manera, sabe que tampoco dejara nunca de ser el también
un aprendiz.
Inspirada en la Sabiduría Lakota
Fuente: Tierra Cósmica Sabiduría Ancestral –
Jorgelina Frangella
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