El 24 de septiembre de
1572, en Perú, es asesinado el célebre líder de la resistencia incaica, Túpac
Amaru I, después de ser capturado tras una larga persecución de los soldados
realistas. Después de la conquista española del Perú con la captura de Atahualpa
y el colapso del Imperio precolombino más importante de Sudamérica, un buen
número de incas se habían refugiado en el reducto de Vilcabamba, para
intentar sobrellevar la vida fuera del nuevo dominio colonial que había sido
garantizado por Francisco Pizarro tras su fugaz campaña.
En 1558 el inca Sayri
Túpac se sometió a los españoles y se trasladó a Lima; pero su hermano Titu
Cusi Yupanqui se quedó en Vilcabamba, encabezando un grupo de indios
resistentes al dominio español. Cuando Cusi Yupanqui murió en 1570, su hermano
Túpac Amaru le sucedió en el trono.
Sin embargo, en el seno de las autoridades españolas se había dado un cambio total con la llegada del virrey Francisco de Toledo que estaba dispuesto a terminar con el foco rebelde de Vilcabamba, ya que temía que este foco luego pudiera expandirse en caso de algún momento de crisis o debilidad del orden virreinal.
Sin embargo, en el seno de las autoridades españolas se había dado un cambio total con la llegada del virrey Francisco de Toledo que estaba dispuesto a terminar con el foco rebelde de Vilcabamba, ya que temía que este foco luego pudiera expandirse en caso de algún momento de crisis o debilidad del orden virreinal.
El ejército realista
bajo órdenes del Virrey asaltó Vilcabamba en 1572 en una campaña rápida y
eficaz. La familia del inca intentó huir, pero fue perseguida y capturada. El
virrey hizo que trasladaran al Cuzco al soberano inca, al que hizo bautizar
forzosamente y contra su voluntad antes de ejecutarle públicamente.
Para condenarlo se improvisó un juicio donde españoles hicieron varios intentos para convertir a Túpac Amaru al cristianismo pero se cree que estos esfuerzos fueron rechazados por un hombre que estaba convencido de su fe.
Para condenarlo se improvisó un juicio donde españoles hicieron varios intentos para convertir a Túpac Amaru al cristianismo pero se cree que estos esfuerzos fueron rechazados por un hombre que estaba convencido de su fe.
En su última imagen, se
lo recordaba montado en una mula con las manos atadas a su espalda y una soga
alrededor del cuello. Fue ejecutado frente a la catedral, en la plaza central
de Cuzco. Se dice que había entre 10.000 personas al momento de presenciar la
ejecución del líder inca. Con esta muerte, la resistencia post-incaica en Perú
colapsó completamente y los españoles pudieron afirmar su autoridad colonial
después de 40 años de conflictos entre incas, conquistadores, encomenderos y
otros grupos nativos.
Fuente: Un día como hoy
en la Historia
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