Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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sábado, 6 de julio de 2024

UTOPÍA


viernes, 15 de febrero de 2019

Soñar no es Utopia si se construye el sueño...


Soñando siempre con la igualdad, la libertad e inclusión.
Y no son Utopias es ir construyendo para hacerlas realidad día a día.
Con nuestros Hermanos siempre!

Javier Rodas
13 de Febrero de 2019






lunes, 21 de enero de 2019

Caminando hacia la Utopía


viernes, 11 de enero de 2019

Madre Tierra


sábado, 28 de enero de 2017

Utopía


miércoles, 13 de julio de 2016

Nostalgia de Utopía - Eduardo Galeano


domingo, 19 de junio de 2016

Utopía - Juan Gelman


domingo, 3 de mayo de 2015

viernes, 27 de febrero de 2015

Nuestra responsabilidad ante la utopía


Nos preguntamos qué quieren decir los que pronuncian la palabra utopía o, lo que es lo mismo, qué queremos decir nosotros cuando empleamos esa palabra que pareciera estar escondida en algún cofre en una isla desierta. Nos referimos a ella como si fuera una piedra preciosa encantada guardada con siete sellos, o como si se tratase de sueños de libros de infancia. Y no nos damos cuenta que utopía no significa otra cosa que lo que tendríamos que hacer para ser felices. Así de sencillo. Uno parece un maestro ciruela diciendo y creyendo en estas cosas, pero es que es así: es lo que deberíamos hacer pero además, es lo más fácil de realizar y conseguir.

Pongamos un ejemplo. Somos todos niños, queremos jugar en la arena. A nadie se le ocurriría permitir que uno de los niños se adjudicara el 80 por ciento del cajón de arena para él solo y que los demás jugáramos en un rincón, todos apretujados. Tampoco permitiríamos que ese niño que se adueñó así de gran parte del cajón de arena nos exigiera juguetes para poder jugar en "su" zona, que en realidad pertenece a todos. Ni tampoco permitiríamos que uno de nosotros se adjudicara el mando y nos diera órdenes para hacer lo que él dictaminara, con el prejuicio de hacerlo para mantener la igualdad y la disciplina.

La única verdad es que todo pertenece a todos pero además no pertenece a nadie. Desde la docencia se tendría que enseñar como primera materia la negación del sentido de la propiedad y del derecho del más fuerte, y además el diálogo, como fuente de comprensión. La docencia tendría que enseñarnos desde pequeños a despreciar a todo aquél que usufructa más de lo que necesita para su vida y subsistencia. Vayamos a un ejemplo que está al alcance de todos: el transporte en las grandes ciudades. ¿Qué nos dice el análisis racional? Que el transporte individual, el auto, perjudica a todos, es el derecho del más fuerte, del que tiene más dinero. Lo equitativo y lo cuerdo sería que el transporte fuese colectivo y sano. Se ha comprendido que en este sentido, los mejores transportes son los subterráneos y los trenes. El transporte automotor no sólo envenena la atmósfera en forma irreversible sino también es actor de accidentes que han costado una cantidad incalculable de víctimas , que se repiten día a día, en gran parte niños. Además se estimularía la sana costumbre de caminar o de trasladarse en bicicleta. Otros transportes mecánicos, sin gases residuales, podrían adaptarse para el transporte de gente de edad o incapacitados desde las estaciones a sus destinos. Pero la racionalidad se sacrifica en aras de la fatuidad, del lujo, de la comodidad de algunos y de la esperanza del resto. Es un sistema absolutamente criminal. Y la ley, si fuera justa tendría que castigar a quienes lo castigan y permiten. El lobby de la industria automotriz paró durante décadas en nuestro país la construcción de subterráneos y promovió el levantamiento de las vías férreas, y los políticos corruptos lo aceptan todo. ¿Hay acaso algo más irracional que las calles de Buenos Aires taponadas, con sus bocinazos, su aire envenenado que perjudica principalmente a los más pequeños, la pérdida de tiempo para todos que esto significa, los nervios, el estrés? ¿Cómo es posible explicar racionalmente que viaje en autos lujosos y enormes sólo una persona por vehículo? La idiotez y el egoísmo se pasean en coche. Y todos callamos, en el mundo entero, porque tal vez quisiéramos llegar a ser, cada uno de nosotros, uno de esos imbéciles en carrocería de oro.


Nuestras sociedades enseñan a despreciar al pobre o a quienes tienen otro color de piel, en vez de despreciar al aprovechador y al explotador. Debería enseñar a despreciar a quien aprovecha la naturaleza de todos para sí mismo y admirar a quienes encuentran la felicidad en la humildad y la modestia, ésos que piensan siempre en utopías y así tal vez alcanzar la felicidad de la sociedad toda, en esta vida tan breve, y llena de dolor y de misterios. Ya desde la primera escuela se debería enseñar el pensamiento de los utopistas, los proyectos de las repúblicas ideales que elaboraron sus benditos cerebros y no hacernos glorificar conquistadores brutales y genocidas de pueblos que actuaron en nombre de la "civilización". Enseñar también la historia de las religiones para dejar al desnudo toda la mentira del miedo con aquello de Dios todopoderoso, o de hijos de vírgenes o de santísimas trinidades con don de ubicuidad que nos vigilan permanentemente, o aquellas teologías que humillan a las mujeres condenándolas a cubrir su cuerpo; o lo del pecado original, el infierno y la llama eterna que nos quemará vivos por los siglos de los siglos.

Así de sencillo es la utopía: sentarnos a discutir todo aquello que se nos impuso en nombre de la autoridad y la propiedad, que nos ha llevado a guerras, torturas, regímenes de esclavitud y a la absoluta obscenidad de las fortunas multimillonarias y su correlato de millones de hambrientos que mueren todos los años.

Hubiéramos podido hacer un resumen del ideario de todos los grandes pensadores de la utopía. Pero es una segunda parte. La utopía está en la calle de todos los días, hay que formarla desde los hechos simples, en los juegos, en la lealtad a la amistad, en el desprecio a lo superfluo que nos devora la vida y termina por esclavizarnos a nosotros y a los que más queremos. Producir violencia es atacar nuestra propia existencia, la de nuestra familia, la de nuestro derredor. Promover la vida simple, engrandecer la honestidad, el altruismo. Despreciar y hacer despreciable las internas del poder que, por desdicha, hasta se protagoniza en los pasillos de las altas casas de estudio, que tendrían que ser los templos de la utopía.

No voy a hablar ni de Thomas Moro, ni de Campanella, ni de Owen, Bacon o Proudhon. (A ellos hay que leerlos, gozar de ellos, imaginarse el mundo pensado por ellos) Es mejor y ya es tiempo de ponernos a caminar. Aplicar lo simple de la razón. Terminar con aquello pérfido de que "la política es el arte de lo posible", sino que el único futuro está en la lucha por lo que se cree imposible, que es nada menos que poner de relieve la bondad del ser humano, que existe. Ponerse a caminar y aprender lo bueno de los revolucionarios y corregir sus equivocaciones. Eso es la utopía. Si logramos dar diez pasos de aproximación a ella, ya justificaremos nuestro viaje por la vida.


1 Osvaldo Bayer – En camino al paraíso (26 de Julio de 1.997)

lunes, 8 de diciembre de 2014

Sueños y Utopías



“Reivindicando el derecho a los Sueños y a las Utopías...
Siempre!”

José Javier Rodas 

06-12-2.014

Profesores de Lengua y Cultura Mbya Guaraní - Provincia de Misiones - Año 2.011

jueves, 13 de noviembre de 2014

Utopía


La utopía está en el horizonte. 

Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? 

Para eso, sirve para caminar.

Eduardo Galeano.


Proximidades de la Aldea Mbya Guaraní Carrería Cué (Presidente Franco-Paraguay)

miércoles, 29 de octubre de 2014

miércoles, 6 de agosto de 2014

Cambiar el Mundo - Utopía

Vivida mi vida hasta este punto me atrevo a afirmar que no hay nada quijotesco, ni romántico en querer cambiar el mundo. Es posible. Es el oficio al que la humanidad se ha dedicado desde siempre. No concibo mejor vida que una dedicada a la efervescencia, a las ilusiones, a la terquedad que niega la inevitabilidad del caos y la desesperanza”.

Gioconda Belli


Fuente y fotografía: Renacer Humano

miércoles, 11 de junio de 2014

UTOPÍA


Kyryngue . Foto: Odan Jaeger




EL AMOR ES UNA PALABRA…

UN PEDACITO DE UTOPÍA.




MARIO BENEDETTI.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Utopía

La utopía está en el horizonte.

Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.

¿Entonces para qué sirve la utopía?

Para eso, sirve para caminar.



Eduardo Galeano