Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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sábado, 12 de octubre de 2024

Raramuris, una historia de corredores



Por Angélica Romero Mota, Ciencia UNAM-DGDC

Todos corremos cuando vamos tarde a una cita o cuando queremos alcanzar algo que poco a poco se nos escapa. Otras personas lo hacen como una actividad física para mantenerse en forma.

Hay quienes tienen como meta de vida correr un maratón pero ¿te imaginas correr más de 100 kilómetros con huaraches? Esta es la especialidad de los tarahumaras, una comunidad indígena del norte de México.

Ellos se llaman a sí mismos rarámuri que significa corredores a pie o pies ligeros. Viven en la parte de la Sierra Madre Occidental que atraviesa el territorio del estado de Chihuahua y el suroeste de Durango y Sonora. Se trata de una zona inhóspita de difícil acceso en la que hay que atravesar largas distancias, de ahí la capacidad que tienen para correr.

En la conferencia Los rarámuris y el rito de correr, organizada por la Dirección General del Deporte Universitario, Marcos Zaragoza, y Sabino Gill analizaron por qué los rarámuris son especialistas en carreras de largas distancias.

El año de 1992 fue clave para el reconocimiento de los rarámuri como grandes corredores. Todo a raíz del libro Nacidos para correr de Christopher McDougall en donde se describe su capacidad de resistencia y que la mayoría corre con huaraches. Cuando empezaron a ir y ganar competencias nadie entendía cómo personas que no entrenaban, vencían a competidores que se preparaban todo el año.

“Hubo gente como Richard Fisher que al ver cómo corrían, los llevó a Estados Unidos a que compitieran en una carrera muy famosa de 100 millas en Colorado”, comenta Marcos Zaragoza, doctor en Ciencias Bioquímicas y quien lleva seis años como ultramaratonista.

Después se inauguró una carrera en México de 80 kilómetros bajo el nombre de Caballo blanco. A esta competencia han llegado muchos corredores de todo el mundo a competir con los rarámuris, considerados rivales difíciles de vencer en los ultramaratones.


Los ultramaratones son carreras de larga distancia, más grandes que el maratón tradicional de 42 kilómetros. El ultramaratón más largo avalado oficialmente es el de Nueva York de 3100 millas (5000 km).

Un tipo de formato de carrera de larga distancia es el backyard ultramarathon que consiste en correr 6.7 km cada hora hasta que quede un solo corredor en pie. Por lo tanto, la resistencia física es el factor más importante. Puede haber dos estrategias, correr rápido para llegar antes y tener minutos de descanso o caminar y llegar a punto para no enfriar el cuerpo.

En 2021 el británico John Stocker impuso un récord mundial al correr 81 horas, es decir, 542 kilómetros.

Esta fuerza, resistencia y tradición de correr de los rarámuris viene de dos juegos de la comunidad: el rarajipari (para los hombres) y la ariweta (para las mujeres). La dinámica es empujar una bola con el pie y recorrer una distancia previamente acordada. De hecho, pueden ser carreras de varios días.

Las mujeres también definen el número de vueltas que van a dar, solo que ellas utilizan un aro. Al final gana quien complete la distancia primero. Sabino Gill creció en la Sierra Tarahumara y asistió a estos juegos, comparte que también hay apuestas con objetos como telas o sombreros. Así, los mejores corredores se esfuerzan por representar a su pueblo.

Con los huaraches bien puestos

Lorena Ramírez es una de las corredoras rarámuri más famosas a nivel internacional y sorprendió en las competencias con sus huaraches. Un calzado sencillo con cintas de cuero y suela de llanta o de hule.

Marcos Zaragoza vivió la experiencia de correr con estos huaraches. “Nunca me ha gustado correr con tanta amortiguación, entonces empezar a correr con huaraches no me causó tanto problema. Obviamente sí me salieron muchas ampollas, tardé 500 kilómetros para que ya no me salieran”.

Él mismo, quien también es profesor de la Facultad de Ciencias, expresa que las ventajas que observó al correr con huaraches son que se corrige la postura y hay cambios en la pisada. Aclara que, a diferencia con los tenis, no hay mucha protección y eso obliga a que los músculos del pie se fortalezcan.

Algunos corredores ráramuris han probado cambiar los huaraches por tenis, sin embargo, no lograron acostumbrarse y regresaron a su calzado original.

Si quieres vivir la experiencia de correr como un tarahumara, la recomendación es empezar con una transición del uso de tenis a huarache de al menos seis meses, lo que implica correr distancias cortas al principio, probar varios tipos huaraches y correas, dejar que el pie se fortalezca y utilizar el óxido de zinc para rozaduras y ampollas. El beneficio de este tipo de calzado es dotar de fuerza y resistencia a los pies.

Fuente:
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC)

11 de Octubre de 2024

viernes, 1 de octubre de 2021

Poesía | El Espíritu ✒️ Martín Makawi | Poeta Raramuri


viernes, 29 de noviembre de 2019

Lorena, la de pies ligeros: el hermoso documental sobre la corredora rarámuri


Lorena Ramírez ha acallado al mundo ejecutando un acto que, en realidad, es bastante simple, discreto y silencioso: correr. Hablamos de la corredora rarámuri que desde hace algunos años ha llamado la atención de muchos por su gran desempeño en carreras de muy larga distancia, celebradas en distintos puntos del planeta.


Lorena Ramírez corre, siguiendo los ágiles pasos de su tradición.

Algunos dirán, tal vez con buenos argumentos, que esta joven mujer trae “en la sangre” la posibilidad de ser una deportista de tan alto nivel. Los rarámuris, o “sujetos de pies ligeros”, son bien conocidos por su enorme habilidad de recorrer larguísimos tramos a bordo de sus propios cuerpos, ágiles y concentrados. 

Entre los miembros de esta comunidad, habitantes de las sierras de Chihuahua, correr tiene un sentido ritual y simplemente parece transmitirse entre ellos como un “don” que les es propio. Pero, hay en la forma que tiene Lorena de comunicar su relación con su recio y noble movimiento, algo realmente único; sugiriendo que su magia brota desde un lugar.

Por lo menos eso deja ver el breve y contundente corto documental “Lorena, la de pies ligeros”, recién estrenado en Netflix. La pieza, dirigida por Juan Carlos Rulfo y producida por Gael García, nos sumerge íntimamente en la apacible cotidianidad de Lorena Ramírez, mostrando distintas dimensiones de su ligereza.

Hablado casi totalmente en rarámuri, por la voz de la misma Lorena, aprendemos un poco sobre lo que pasa por su cabeza como corredora, pero también como sujeto que busca cariñosamente tejer un balance entre la vida de competencias y su vida en el campo. 

Es notable la enorme conexión que ella y su familia tienen con el maíz y las otras plantas y animales que cultivan. La milpa es casi otro personaje de esta delicada narración. Y tiene sentido, con los coloridos granos, ya tostados, se hace el pinole, alimento que tradicionalmente energiza a los rarámuris mientras corren. 

Resalta, entre otros detalles, la enorme presencia de su familia, con quienes comparte el gusto y la maestría al correr. También guardan su lugar las cabras y los perros, animales que rodean a Lorena Ramírez y a sus hermanas y hermanos, mientras todos corren por el escarpado paisaje que, evidentemente, conocen como las palmas de sus propias manos. La intuición que los guía a través de su propio entorno es ciertamente envidiable.

Contrasta, por su parte, la actitud de los fanáticos y los medios: todos quieren un poco de Lorena, que no para de correr por nada y ellos no dejan de sorprenderse, especialmente por su atuendo y su origen: “Seguirán tomando fotos mientras gane” susurra la joven, “¿me seguirán tomando fotos cuando me detenga?” 

Sus palabras, por lo menos a lo largo de esta pieza audiovisual son así: escasas pero contundentes y casi dolorosas. Pero “así son los ganadores”, dice con un cariñoso tono burlón su padre, “no les gusta hablar tanto, son como los venados.”

Y resuena. Por lo menos a través de la pantalla, Lorena es una personaje perfectamente serena, parsimoniosa y digna. Es un auténtico placer verla reír o divertida; le devuelve cierta cualidad infantil que, en otros medios no se le había visto. También ríe nerviosa cuando su hermano le pregunta: “Cuando corres ¿lo haces en serio?” “Pues sí… “ responde. Pues sí.

Fuente: Más de México - 26 de Noviembre de 2019

martes, 24 de enero de 2017

La lucha de la etnia Rarámuri o Tarahumara por la que fue asesinado el ambientalista mexicano Isidro Baldenegro


Para la etnia Rarámuri el bosque es su casa, el espacio que atrae el agua y garantiza su comida. Un refugio para los animales y símbolos que forman su cosmovisión.

Por los árboles y su entorno dan la vida. Y eso ocurrió con Isidro Baldenegro López, ambientalista asesinado en Chihuahua el domingo 15 de enero.

Murió en la comunidad Coloradas de la Virgen, en un remoto municipio del estado, el corazón de una lucha de más de 30 años en contra de los taladores ilegales del bosque.

El pueblo, que está semivacío por el acoso de bandas de "talamontes", como se les conoce en México, es un emblema en la lucha del pueblo Rarámuri, su nombre original.

A la etnia se le conoce con el nombre de Tarahumara, como la nombraron los españoles que llegaron a México en 1519.

En Coloradas de la Virgen se organizaron, desde 1980, protestas en contra de los taladores.

Y desde aquí empezó un largo juicio para evitar el despojo de sus bosques. Los rarámuri ganaron el proceso pero eso no impidió que siguiera la tala.

Pero no van a desistir, le dice a BBC Mundo uno de los vecinos de Isidro en Coloradas de la Virgen.

"Nosotros nunca hemos querido dejar de luchar, queremos seguir, que no nos quiten el territorio, el bosque, no lo podemos dejar", insiste.

Pide que no se publique su nombre porque los asesinos de Isidro Baldenegro, "están allí (en el pueblo), los sicarios no se han ido".

"Hacer bien las cosas"

La resistencia es una de las características que más se conoce de los Rarámuri.

Su nombre significa "hombres de pies ligeros". Los varones de la etnia corren sin descanso por decenas de kilómetros en las montañas de Chihuahua, donde viven.

Es su más antigua forma de comunicación.

Desde el siglo XVII, cuando llegaron soldados españoles, las comunidades que residían en las faldas de la Sierra Madre Occidental, en el noroeste de México, se movieron a regiones aisladas.

Esto les permitió conservar casi intacta su cultura y tradiciones durante siglos.

Y sobre todo, su concepción del mundo. Para los Rarámuri todas sus acciones, salud o bienestar están vinculados con su entorno y la naturaleza.

Alma y cuerpo son un solo ente, y de hecho creen que las mujeres tienen cuatro almas y los hombres tres.

Si el cuerpo se lastima las almas se pone en riesgo, y si se van aparecen las enfermedades.

Por eso buscan el equilibrio: con la salud, la naturaleza y las emociones, un conjunto que forman la vida.

Esta forma de aprehender el mundo se mantiene, incluso entre quienes abandonaron las montañas señalan antropólogos que estudiaron a la etnia.

Y algo más que conservan: el sentido de justicia y la obligación "de hacer bien las cosas" en todo momento.

"Tenemos mucho miedo"

Esta cosmovisión fascinó a investigadores y artistas en el inicio del siglo pasado, cuando se empezó a estudiar de manera más formal al pueblo indígena.

Por ejemplo el etnólogo noruego Carl Lumholtz, quien escribió el primer libro sobre las comunidades indígenas en el norte del país.

El volumen, editado en 1902, se llama México desconocido y en él cuenta de su sorpresa al encontrar una raza "que vivía aún como en la Edad de Piedra".


Ciertamente los Rarámuri superaron esa época, pero enfrentan problemas serios.

La tala de sus bosques y sequías afectaron sus cultivos de maíz y frijol, y de hecho la mitad de los niños de la etnia padecen desnutrición, según datos del Gobierno de Chihuahua.

Pero desde hace 5 años el mayor problema es el acoso de carteles de narcotráfico aliados con los taladores.

Los grupos "aplican el terror, desplazan a los pueblos para quedarse con sus tierras y sembrar amapola", le dice a BBC Mundo una activista de derechos humanos.

Ella también tiene amenazas de muerte y por eso su testimonio es anónimo. Y esto era parte de la lucha que encabezaba Baldenegro Lopez.

"No podemos desligar el asesinato de Isidro a los caciques y la delincuencia organizada ni a la defensa del bosque", insiste.

"Los cacicazgos aliados con madereros y delincuencia organizada son los autores materiales e intelectuales" del crimen.

En los últimos años 10 líderes comunitarios y defensores del bosque de Coloradas de la Virgen han sido asesinados.


El año pasado se cometieron 3 crímenes, cuenta la activista. Ninguno de los casos se ha resuelto.

Ojalá que eso no ocurra con Isidro, insiste el vecino de la comunidad. "Tiene que haber justicia, el gobierno debe detener a los criminales y castigarlos", insiste.

"Tenemos mucho miedo, no podemos visitar otras rancherías y a veces ni siquiera salir de nuestras casas, porque pueden atacarnos. Pero le vamos a seguir".

Escrito>Alberto Najar

BBC Mundo . 22 de Enero de 2.017

viernes, 20 de enero de 2017

Seis balazos por defender el bosque: el brutal asesinato de Isidro Baldenegro



Escrito: Elena Reina

El histórico líder ecologista mexicano, Premio Goldman en 2005, fue asesinado después de recibir decenas de amenazas de muerte.

Isidro Baldenegro sabía que lo iban a matar. Probablemente a balazos, como hicieron con su padre en 1986, empeñado en preservar las tierras ancestrales de su comunidad tarahumara, un grupo indígena de Chihuahua (norte de México). Este domingo, el cuerpo de Baldenegro enfrentó hasta seis impactos de bala, según las autoridades. Había ido a esconderse a una casa remota de la sierra por las decenas de amenazas de muerte que había acumulado. El que recibiera en 2005 el prestigioso premio Goldman, ha sido asesinado brutalmente por defender el bosque. Es el segundo líder ecologista reconocido con el mismo galardón al que matan en menos de un año.

Isidro Baldenegro
Desde que le arrebataran a su padre, Julio Baldenegro, cuando tenía sólo 20 años, tomó el testigo de su lucha y con ella el alto precio de ser ambientalista en uno de los países más peligrosos del mundo para esa misión. Se convirtió en uno de los activistas indígenas más reconocidos en América Latina, dedicado en cuerpo y alma a la lucha por la preservación de los bosques de pino y roble de la Sierra Madre Occidental. Férreo opositor de los intereses comerciales en la zona, denunció a empresarios por estar aliados con narcotraficantes y madereros y se acabó transformando en la piedra más molesta del zapato de los poderosos.

Y Chihuahua no es precisamente un lugar fácil para ese cometido. El Estado fronterizo resiste una guerra contra el narcotráfico que el Gobierno de Felipe Calderón emprendiera en 2006 y que ha continuado con el Ejecutivo de Peña Nieto. Los ambientalistas de la zona denuncian que la violencia se ha intensificado por este motivo y muchas familias indígenas han tenido que abandonar sus comunidades por las amenazas explícitas de quienes quisieron limpiar el bosque de árboles para plantar marihuana.

Es el segundo líder ambientalista, ganador de un Goldman, que asesinan en menos de un año. La ecologista Berta Cáceres fue atacada en marzo del año pasado por unos hombres que acabaron con su vida. Cáceres había movilizado al pueblo de Honduras contra los planes de construcción de una presa. Siete personas han sido detenidas por su caso hasta la fecha, pero no hay ningún culpable definitivo.


Baldenegro sabía que se jugaba la vida. Por eso, poco antes de su muerte buscó refugio en la casa de un tío en una comunidad tarahumara al norte de Chihuahua. El domingo por la tarde un hombre de 25 años —a quien posiblemente conocía la víctima— sacó un arma, disparó sin piedad y huyó. La Fiscalía estatal ha anunciado que tienen "plenamente identificado" al agresor, pero no han querido ofrecer más información sobre el caso.

América Latina, mortal para el ecologismo

Las comunidades locales de Latinoamérica que se han enfrentado a la minería, al sector energético, a los negocios agrícolas o a los intereses forestales por defender sus tierras, han resistido los golpes más duros. Un estudio del observatorio británico Global Witness concluyó que América Latina era la región más mortífera del mundo para la lucha por el Medio Ambiente. Del total de los asesinatos a ecologistas en todo el mundo (185 en 2015), un 66% se dio en esta zona. 33 de ellos fueron en México.

Fuente: El País - Mundo Global (Internacionales) 20 de Enero de 2.017.