Como en el equinoccio de otoño el día y la noche
tienen la misma duración, desde tiempos antiguos se interpreta como señal que
el mundo está en equilibrio. Una vez que pasa el equinoccio de otoño, las
noches se vuelven más largas y la temperatura comienza a bajar. El otoño es una
época de propósito dual: es el momento de levantar las principales cosechas y
es el tiempo de determinar qué se
necesita para el próximo invierno. También es una época de equilibrio y, como
tal, el otoño es considerado la estación del balance, una época durante la cual
puedes restaurar el equilibrio en tu propia vida.
Puedes preparar un ritual simple, juntar hojas
otoñales, encender una vela, meditar y escribir sobre lo que has cosechado en
el verano y sobre lo que deseas dejar ir recibiendo el nuevo tiempo, más
profundo, mas introspectivo, y observar el trabajo que realiza la Naturaleza,
la gran maestra, para acompañar su ritmo. Puedes también danzar y acompañarte
en círculo con otros en celebración...
El Taller de la Hechicera