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Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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sábado, 27 de mayo de 2017

Estudios revelan que la lengua nativa Tikuna no incluye adjetivos


Las comunidades originarias de la lengua Tikuna que integran este grupo nativo, situado en la Amazonia entre Colombia, Brasil y Perú, emplean verbos para puntualizar si un objeto o individuo es, por ejemplo, “grandioso”, “rojo”, “azul”, “bello” o “pequeño”.

Según reseñó el diario El Espectador, si se acercara al idioma español, en Tikuna se expresaría “mi calzado que negrea” para describir “mi zapato es negro”, “la compañera que bonitea” para explicar que “la novia es guapa”, o “mi pariente que chiquitea” para indicar “mi primo es pequeño”. Los teóricos y especialistas de la lingüística manifestaron que esta es una característica de ciertos idiomas orientales (asiáticos) como el chino mandarín, el coreano, el tailandés y el vietnamita. De igual forma se trata de una particularidad común en muchas lenguas nativas de América.

A discrepancia de lo que ocurre en el español o el idioma inglés, en el Tikuna los calificativos no marchan como palabras autónomas, explicó María Emilia Montes, catedrática integrante del Departamento de Lingüística de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).

Otras lenguas nativas colombianas van aún más lejos. Por colocar una muestra, en el idioma Nasa Yuwe (conversado por la comunidad nasa) o en el Huitoto (comunidades originarios del territorio de Amazonas) no existe una separación entre sustantivos y vocablos, es decir, términos que se traducirían textualmente como “cas-ea” o “mujer-ea” semejarían en español a expresar “esto es una vivienda” y “yo soy una señora”, respectivamente.

La científica señaló que estas investigaciones en referencia a la gramática conceden insumos para impulsar la educación, redención y revitalización de estas lenguas.


Se habla en la frontera
Hoy por hoy el Tikuna es conversado por unas cuarenta mil personas en el área fronteriza entre las Repúblicas de Brasil, Perú y Colombia, en este último por ocho mil nativos, aproximadamente. “En el entorno nativo ésta representa una cifra respectivamente grande, pero es necesario tener cuidado: en Perú y en Brasil se ampara y simpatiza con el español o el portugués, pero en la nación de Colombia se está al corriente que muchos infantes han dejado de lado la lengua nativa y únicamente la oyen de sus padres o abuelos”, comentó la docente.

Fuentes
Segundo Enfoque – 3 de Marzo de 2.017, escrito por Patricia Arnone
El Espectador

lunes, 6 de marzo de 2017

En la lengua tikuna no caben los adjetivos


Los integrantes de este grupo indígena –ubicado en la Amazonia entre Colombia, Brasil y Perú– usan verbos para describir si un objeto o persona es, por ejemplo, “grande”, “rojo”, “azul”, “bonito” o “pequeño”.

Miniaturas
De esta manera, si se aproximara al español, en tikuna se diría “mi zapato que negrea” para describir “mi zapato es negro”, “la novia que bonitea” para decir que “la novia es bonita”, o “mi primo que chiquitea” para decir ”mi primo es chiquito”.

Los teóricos de la lingüística advierten que este es un rasgo de algunos idiomas asiáticos como el chino mandarín, el tailandés, el vietnamita y el coreano. De igual manera se trata de una característica común en muchas lenguas indígenas de América.

Actualmente la población tikuna asciende a 63 mil habitantes 
A diferencia de lo que pasa en el español o el inglés, en el tikuna los adjetivos no funcionan como clases independientes, explica María Emilia Montes, profesora del Departamento de Lingüística de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).

Otras lenguas indígenas colombianas van más lejos; por ejemplo en el nasa yuwe (hablado por la comunidad nasa) o en el huitoto (comunidades indígenas del Amazonas) no hay una separación muy clara entre sustantivos y verbos, entonces expresiones que se traducirían literalmente como “cas-ea” o “mujer-ea” equivaldrían en español a decir “esto es una casa” y “yo soy una mujer”, respectivamente.

La investigadora señala que estos estudios sobre la gramática otorgan insumos para promover la educación, recuperación y revitalización de estas lenguas.

Se habla en la frontera
Actualmente el tikuna es hablado por unas 40.000 personas en el área fronteriza entre Brasil, Perú y Colombia, en este último por 8.000 indígenas, aproximadamente.

“En el contexto indígena esta es una cifra relativamente grande, pero hay que tener cuidado: en Perú y en Brasil se conserva y convive con el español o el portugués, pero en Colombia sabemos que muchos niños han dejado de lado la lengua nativa y solo la escuchan de sus padres o abuelos”, comenta la docente.

El tikuna pertenece a una comunidad linguistica independiente

Este estudio se enfocó a partir de la tipología, una rama de la lingüística que analiza y compara la gramática de diferentes idiomas del mundo y se interesa por los componentes universales o comunes de todas las lenguas.

De igual manera esta investigación forma parte del proyecto colectivo “Tipología fonológica y gramatical de lenguas amazónicas y andinas de Colombia. Fase I: caracterización de clases léxicas”, liderado por el Departamento de Lingüística y por el Grupo Etnología y Lingüística Amazónica de la U.N.

Cabe recordar que el Departamento de Lingüística, junto con la U.N. Sede Amazonia, está liderando la edición bilingüe (tikuna y español) de un libro sobre el origen del mundo como otra estrategia para dar a conocer la lengua y los saberes ancestrales de este pueblo.

Fuente>Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia – 27 de Febrero de 2.017

domingo, 5 de febrero de 2017

El Libro de los Arboles - Pueblo Ticuna (Brasil)


Desde fines de los años 90 se lleva a cabo en Brasil un emprendimiento educativo que permitió la construcción de la Biblioteca Maguta, la casa de la memoria del pueblo Ticuna.

Para los bibliotecarios involucrados en el particular mundo de las bibliotecas indígenas, la sola mención de la Biblioteca Maguta de la etnia Ticuna de Brasil, implicaba el reconocimiento de un espacio representativo de casa de la memoria autogestionada por los miembros de la propia cultura. Entre todas las experiencias registradas a nivel latinoamericano sobresalía la Biblioteca Maguta, por su originalidad, riqueza patrimonial y sentido de puente entre culturas, los libros bilingües indígenas que allí se editaron, creados por los propios paisanos, marcaron un paradigma de lo que significaba construir una colección de documentos dentro de una biblioteca indígena. En su momento se trató de un excelente proyecto interdisciplinario que involucró a los ancianos indígenas, maestros bilingües y niños de la comunidad, quienes también ilustraron parte de los libros.

Según investigó hace unos años el bibliotecario José Bessa Freire, corresponsal del Orejiverde, la llamada biblioteca bilingüe e intercultural de los ticuna se enriqueció con el proyecto “A natureza segundo os Ticuna”, iniciado en 1987, con la recolección de datos y la elaboración de dibujos sobre la flora y la fauna regionales, realizados con el objetivo de producir material didáctico pedagógico para apoyar cerca de 100 escuelas indígenas, que contaban con 210 profesores y más de 7 mil alumnos, todos ticunas.


La primera publicación de esa serie fue “O Livro das Árvores” (que mereció el premio de la Fundación Nacional del Libro Infantil y Juvenil en 1997 como mejor libro informativo y mejor proyecto editorial), este libro presenta la relación de los indios con la floresta, destacando el valor de varias especies de árboles para su sobrevivencia física y cultural. El texto, que condensa conocimientos prácticos y está dotado de valor poético, es el resultado de una producción colectiva, mientras que los dibujos fueron elaborados individualmente.

Cabe detenerse en el alto nivel técnico de las imágenes, el uso del color, la armonía presente en cada cuadro, el significado simbólico, lo visible y lo invisible de cada especie, el mundo interior de cada elemento, pero especialmente el “realismo” de los vegetales y animales pintados. Hace entender que necesariamente los artistas debieron haber contemplado por mucho tiempo, y muy profundamente, cada detalle de esa naturaleza. Basta ver las ramas de los árboles y sus hojas "que parecen moverse" agitados por una brisa imposible de dibujar, pero que esta presente en cada trazo. Es posible afirmar que solo un artista en permanente contacto con el mundo natural que lo rodea puede representar tan fielmente el espíritu de aquel universo.

“No se trata de un libro de botânica, mas bien es una memoria de los árboles, que les permite a los ticuna recordar la importancia de cada uno de ellos en sus vidas. Hojeando página por página, se comprenden las razões que los llevan a la defensa y preservación de su floresta, un patrimonio que deberá ser eterno, pasando de padre a hijo, como una herencia de las más bellas y más ricas” (Gruber 1998:7).

Se sabe que otros libros de la misma serie tuvieron ediciones monolingües en ticuna, como en el caso del libro de los pájaros y el libro de los sapos. El primero, intitulado “WerigüArüAe”, mereció una revisión definitiva por parte de los participantes del Curso de Formação de ProfessoresTicuna, en febrero de 2002, con la asesoría de la lingüista Marília Facó (Ngupacü 2002). El segundo, “CururugüTchiga”, clasifica diferentes tipos de sapos que existen en la región, el modo de vida de cada uno de ellos y las narrativas míticas en las cuales aparecen como personajes (Ngupacü&Carecü: 2002).

Una memoria de árboles, un modo acaso único de otorgar valor a las tradiciones orales, instalando la noción de biblioteca, buscando destacar las narrativas míticas y los etnosaberes que por siglos fueron acumulados por este pueblo mediante una lengua y un modo de entender el mundo.

Fuente > El Orejiverde

Escrito > Daniel Canosa

Fecha: 7 de Enero de 2.017

Referencias
Bessa Freire, José R. (1995). TorüNguepataü: uma escola ticuna. En A Crítica.
Manaus, D1, 26 de marzo
Bessa Freire, José Ribamar (2000). L a escuela indígena y la biblioteca intercultural en Brasil: Libro construye biblioteca. En: Encuentro latinoamericano sobre la atención bibliotecaria a las comunidades indígenas. México: CUIB.
Cururugütchiga / organização geral dos professores
Ticunabilíngües- Brasília : Ministério da Educação.2002.
Gruber, Jussara Gomes (1994). Museu Magüta .En: Piracema - Revista de Arte e Cultura,
Año2, núm. 2, p. 84-94.
Gruber, Jussara Gomes...[et al.] (1997). O Livro das Árvores. OGPTB - Organização
Geral dos Professores TicunaBilingues . Benjamin Constant - AM.
Werigüarüae / organização geral dos professores
Ticunabilíngües- Brasília : Ministério da Educação.2002.
O livro das árvores / Jussara Gomes Gruber (organizadora).
Benjamim Constant : Organização Geral dos Professores
TicunaBilíngües, 1997.