Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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viernes, 29 de noviembre de 2019

Amnistia Internacional: La deuda eterna con los pueblos originarios de Argentina

Amnistía Internacional reclamó que los candidatos presidenciales se expidan sobre la situación de los pueblos indígenas. Falta de tierras, incumplimiento de sus derechos y avance extractivo.



"Pueblos originarios, el eje ausente del debate presidencial", cuestionó Amnistía Internacional ante la coyuntura electoral y al dar a conocer un informe sobre la grave situación territorial de las comunidades indígenas de Argentina. Precisó que, a trece años de sancionada la Ley 26160 de Emergencia Territorial (que ordena relevar todas las tierras indígenas), sólo se finalizó el censo del 38 por ciento de las comunidades originarias. La organización de derechos humanos contabilizó casi 300 casos de conflictos territoriales, donde las comunidades son asediadas por actividades extractivas (minería, petróleo, agronegocio, forestales).

"Hay cientos de conflictos territoriales que afectan a las comunidades originarias. Sin embargo, la precaria situación que atraviesan los pueblos indígenas no es parte del debate presidencial", cuestionó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.

Para dar cuenta de la situación indígena, Amnistía elaboró el un informe sobre la Ley de Emergencia Territorial (26160), sancionada en 2006 con el objetivo de frenar los desalojos de las comunidades indígenas y realizar un relevamiento para luego avanzar con su efectiva titulación. En 2017 la ley fue prorrogada por tercera vez, hasta noviembre de 2021, fecha para la cual el Estado se comprometió a completar los relevamientos en todas las comunidades indígenas del país.

"La efectiva implementación en un imperativo de derechos humanos", reclama Amnistía en el informe. Y detalla que, luego de 13 años de sancionada, se inició el relevamiento territorial en un 57 por ciento de las comunidades, y se finalizó solo en el 38 por ciento de los casos. En los próximos dos años (antes que venza la ley), para lograr el objetivo comprometido, debería completarse el 62 por ciento restante. Precisa que aún quedan por relevar un piso de 720 comunidades (advierte que podrían ser más), de las 1687 registradas.

El relevamiento está a cargo al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), conducido por Jimena Psathakis, que proviene de la Fundación Cambio Democrático, ONG que con discurso de "diálogo" impulsa las actividades extractivas. El INAI está bajo la órbita del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano.

“Uno de los compromisos que asumió la gestión Cambiemos apenas comenzó el gobierno fue trabajar la problemática vinculada a los pueblos originarios. Se avanzó poco en la implementación de los relevamientos territoriales y una vez más se posterga a estas comunidades a la voluntad política de la próxima administración", cuestionó Mariela Belski. Pidió que el próximo gobierno concluya "de manera urgente" con los relevamientos e implemente un mecanismo de titulación de los territorios indígenas.

Amnistía Internacional relevó de forma colaborativa (con otras organizaciones) casi 300 casos en Argentina en los que comunidades indígenas reclaman el cumplimiento de sus derechos territoriales frente a gobiernos (municipales, provinciales, nacional), empresas (agropecuarias, mineras, petroleras, de turismo, entre otras), y ante jueces y fiscales del Poder Judicial que desoyen la normativa vigente. La organización aclara que es solo un piso de conflictos, que aumentan periodicamente.

"El avance a gran escala de la explotación de los recursos naturales (a través de explotaciones mineras y petroleras, deforestación, explotación agrícola y ganadera, entre otras) para abastecer el aumento del consumo mundial ha intensificado el despojo de los pueblos indígenas de sus tierras en nombre del llamado 'desarrollo'”, denuncia la organización de derechos humanos.

Cita como referencia el caso del Pueblo Kolla de Salinas Grandes (Jujuy y Salta) frente a la minería de litio y de la comunidad mapuche Campo Maripe (en Neuquén), que resiste la avanzada petrolera en el epicentro de Vaca Muerta. "El Lof Campo Maripe ha quedado fuera del relevamiento de la Ley 26160 y ha tenido que articular para lograr avanzar en un relevamiento provincial, el cual, una vez concluido, ha sido arbitrariamente desconocido por el gobierno de Neuquén. Los líderes de la comunidad hoy están siendo perseguidos penalmente por usurpación de sus propios territorios", denuncia el informe. Y enumera las normativas vigentes (Constitución Nacional y Convenio 169 de la OIT, entre otras), que el Estado argentino incumple sistemáticamente.

Amnistía encuadra la situación de los pueblos indígenas es una causa de derechos humanos. Y, por otro lado, llama la atención sobre la invisibilización del tema entre la dirigencia política, los medios de comunicación y hasta interpela a sectores de la sociedad: recuerda que estudios científicos determinaron que el 56 por ciento de la población argentina tiene en su genética algún rastro indígena. "Aun así, un discurso recurrente se refiere a los pueblos originarios como un hecho del pasado y no como una cultura que está viva y presente en la actualidad", cuestiona Amnistía.

En 2018, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de las Naciones Unidas explicitó su preocupación ante la situación indígena de Argentina. Cuestionó a las autoridades nacionales por la falta de cumplimiento del relevamiento territorial y por el avance de los desalojos. También señaló su preocupación por la falta de mecanismos para la entrega de títulos comunitarios de tierras a los pueblos originarios.

Escrito por Darío Aranda

Página 12 - 18 de Octubre de 2.019


sábado, 12 de octubre de 2019

Las luchas indígenas en América - 12 de Octubre


Un reparto de indios de 1582 conservado por el Archivo General de la Nación

Una resistencia de 527 años.

En un nuevo aniversario de la Conquista, las comunidades denuncian la avanzada extractivista y la violación de las leyes que protegen sus tierras.


El 12 de octubre es una fecha de luto para los pueblos indígenas de América. Pero también de resistencia y lucha, que en Argentina se expresa en la defensa del territorio y el rechazo a la explotación de litio e hidrocarburos, contra la megaminería y el agronegocio transgénico. Denuncian que en el país se incumplen los derechos establecidos en leyes nacionales y convenios internacionales de derechos humanos que protegen a los pueblos originarios. A 527 años de la llegada de Cristóbal Colón a Abya Yala (nombre reivindicado por las comunidades como previo a América) los pueblos indígenas se movilizan y comunidades mapuches llaman a resistir desalojos.

La Asamblea de Comunidades e Indígenas Libres de Jujuy inició el 4 de octubre una "caminata por el agua y la vida" que termina este sábado en San Salvador de Jujuy. Durante ocho días atravesaron una decena de ciudades en rechazo a la megaminería y por la falta de aplicación de los derechos indígenas. Partieron de la localidad de Yavi, pasaron por La Quiaca, Abra Pampa, Humahuaca, Tilcara, Purmamarca, Tumbaya, entre otras. "Gobernador Gerardo Morales basta de violar los derechos indígenas", se lee en la bandera que encabezaba la marcha.

"Con la invasión de 1492 el Abya Yala fue sometida a sangre y fuego. Y las naciones originarias fueron despojadas. Hoy la historia continúa con las políticas extractivistas y saqueadoras de los neoliberales", denunciaron desde la Biblioteca Andina Ñawpayachaykuna, que es parte del reclamo. Raúl Sajama, de la Asamblea de Comunidades, aclaró que el reclamo va dirigido tanto a los actuales gobernantes (provinciales y nacionales) como a los que asuman el 10 de diciembre.

Esta semana se conoció el Premio Nobel de Química para los científicos desarrolladores de las baterías de litio. Notas periodísticas celebraron que Argentina cuenta con grandes reservas del mineral y académicos de diversos rubros publicitaron sus trabajos con propuestas de explotación. No hubo mención a las consecuencias ambientales y sociales que genera en los territorios. En las Salinas Grandes (Jujuy y Salta) las comunidades Kollas y Atacama rechazan desde hace una década la invasión de empresas, que intentan explotar el lugar de vida y trabajo de las comunidades.

La Mesa de Pueblos Originarios de la Cuenca de Guayatayoc y Salinas Grandes exige que se cumplan los derechos vigentes (Convenio 169 de la OIT), que obliga a obtener el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades. Implica que ninguna empresa ni gobierno puede ingresar a territorio indígena sin el visto bueno de la comunidad.

En tiempos que la crisis climática y la figura de Greta Thunberg ganaron espacio mediático, poco se consulta a los pueblos indígenas, que luchan y protegen la biodiversidad del planeta. "Desde siempre alertamos del desastre al que nos llevan gobiernos y multinacionales, pero no quisieron ni quieren escucharnos", afirmó Argentina Paz Quiroga, autoridad del Pueblo Warpe de San Juan. Recordó que el cambio climático tiene responsables directos, con distintos rostros según cada región: "Barrick Gold, la megaminería, es un ejemplo claro de la destrucción climática. Y lamentablemente es política de Estado, atraviesa los distintos colores partidarios".

En el sur, la Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche de Río Negro realizó un llamado de urgencia a desconocer fallos judicial y resistir los intentos de desalojos. "En un hecho de gravedad institucional inusitada la Justicia rionegrina pretende desalojar comunidades en plena vigencia de la Ley Emergencia Comunitaria Indígena (26160), que expresamente suspende cualquier sentencia de desalojo", denuncia en el comunicado la Coordinadora Mapuche.

En un hecho inédito, en cinco días distintos jueces (Natalia Costanzo, Diego de Vergilio y Sergio Pichetto-Marcos Burgos) ordenaron el desalojo de las comunidades Pino Quiñe (costa del río Colorado), Newen Kurruf (Catriel) y Buenuleo (Bariloche). La organización mapuche pidió formalmente una reunión al Superior Tribunal de Justicia para "saber si el derecho indígena tiene vigencia" en Río Negro o si el Poder Judicial local ha decidido dejar de lado las leyes nacionales y tratados internacionales.

Recordaron el intento de desalojo, con Prefectura Naval, en la comunidad Lafken Winkul Mapu, con el asesinato por la espalda del joven Rafael Nahuel. "No nos queda más opción que la resistencia al accionar policial que va a pretender desalojarnos. No estamos en condiciones de avalar pasivamente el atropello que pretenden hacer, desconociendo la Constitución Nacional, el Convenio 169 de la OIT, leyes provinciales", alertó la Coordinadora del Pueblo Mapuche.

Amnistía Internacional impulsa desde hace cuatro años un mapa colaborativo de conflictos territoriales indígenas. Ya contabilizó un piso de 250 casos muy variados: litio en Jujuy, Salta, Catamarca y San Luis; petróleo en Vaca Muerta (Neuquén, Río Negro, Mendoza); agronegocio en toda la región del Chaco argentino; megaminería en la Cordillera; hidroeléctricas en Misiones, La Pampa, Chubut y Santa Cruz. Son algunas de las amenazas que sufren los territorios indígenas. El mapa, al que se puede acceder vía territorioindigena.com.ar, cuenta con la colaboración del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa), el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) y la Asociación de Abogados de Derecho Indígena (AADI), entre otras organizaciones. "Las comunidades indígenas exigen el cumplimiento de sus derechos frente a gobiernos (municipales, provinciales, nacional), empresas (agropecuarias, mineras, petroleras, de turismo --entre otras--), y ante jueces y fiscales del Poder Judicial que desoyen las normativas vigentes", denuncia Amnistía Internacional.

Fuente: Dario Aranda - Página 12 - 12 de Octubre de 2.019

lunes, 19 de agosto de 2019

Denuncian un cuarto de siglo de derechos indígenas incumplidos

En agosto de 1994 los pueblos originarios fueron incluidos en la Constitución Nacional. Organizaciones y dirigentes indígenas conmemoraron el 25º aniversario de la inclusión en la CN, pero denunciaron el incumplimiento de los derechos que surgen de la Carta Magna. Amnistía alertó sobre la violencia y criminalización de los ciudadanos originarios.

 Agosto de 1994, hace 25 años, fue un mes de celebración para los pueblos indígenas. Por primera vez sus derechos fueron incluidos en la Constitución Nacional, máxima norma del país. Allí se reconoció que son preexistentes a la conformación del Estado, que tienen derechos a “tierras aptas y suficientes” y que se debe asegurar su participación en la gestión de sus recursos naturales. Organizaciones y dirigentes indígenas conmemoraron el aniversario y denunciaron el incumplimiento de esos derechos, en buena medida por el avance del modelo extractivo (minería, agronegocio, petróleo, forestales). Amnistía Internacional alertó sobre la violación de derechos de los pueblos originarios, la violencia y criminalización que pesa sobre ellos.

El artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas, garantiza el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural, reconoce la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitaria, regula la entrega de tierras aptas y suficientes para el desarrollo human,o y asegura la participación de los pueblos en la gestión referida a sus recursos naturales y todos los intereses que los afecten.

Implicó un cambio de paradigma en materia de derechos humanos Indígenas. Sucedió en el marco de la Reforma Constitucional de 1994, en la ciudad de Santa Fe, donde uno de los puntos principales fue habilitar la reelección presidencial (previo “pacto de Olivos” entre Carlos Menem y Raúl Alfonsín). En materia indígena, se reemplazó al artículo 67 inciso 15 de la Constitución de 1853, de mirada racista y anacrónica: “Corresponde al Congreso Nacional proveer a la seguridad de las fronteras, conservar el trato pacífico con los indios y promover la conversión de ellos al catolicismo”.
Celestina Ávalos, del Pueblo Kolla de Jujuy, evaluó los 25 años transcurridos: “Son pasos que se han dado, pero aún falta mucho camino y sobre todo faltan decisiones políticas. La ley está escrita en un papel, pero en práctica vemos que no nos reconocen muchas veces como pueblos preexistentes, no nos reconocen el territorio”.
El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) fue un de las organizaciones que militó en 1994, junto a comunidades, y estuvo presente durante los tres meses que duró la Convención Constituyente que modificó la carta magna. Mabel Quinteros, coordinadora de Endepa en esos años, recordó que algunos bloques políticos no estaban dispuestos a introducir los derechos indígenas. “Nos costó muchísimo que se admitiera el artículo. Fue aprobado el último día, el 11 de agosto. No parábamos de llorar”, precisó Quinteros.
Endepa realizó jornadas conmemorativas en Santa Fe (la semana pasado), en el mismo escenario de la Reforma de 1994. Fue una de las pocas organizaciones que valorizó el aniversario y lo vinculó con el presente: “La violencia institucional gravita sobre las comunidades Indígenas. Se observa claramente en los organismos del Estado Nacional y provinciales, pero particularmente en el sistema judicial, el cual sin ningún tipo de perspectiva interviene en conflictos y lejos de procurar soluciones, agravan aquellas situaciones históricas de vulnerabilidad de los pueblos”.
Ángel Callupil, mapuche-tehuelche de Chubut, remarcó que los pueblos indígenas pusieron el cuerpo y los “newen” (fuerzas) para lograr que los derechos fueran escritos. “Era muy reciente el recuerdo de esos 500 años de lágrimas, despojos y saqueos, pero nos dispuso a estar de pie. Esa era la energía que nos movilizaba hace 25 años. Hoy el camino se sigue recorriendo para que esos derechos sean de pleno cumplimiento”, explicó. Y afirmó que el ejercicio de los derechos pasa hoy por las recuperaciones territoriales, la defensa del monte y los territorios, el rechazo al modelo extractivo, y al cuidado de las lenguas indígenas, entre otros.
Eduardo Hualpa es abogado, autor del libro “Derechos Constitucionales de los Pueblos Indígenas”. Explicó que en 1994 se estableció “un nuevo trato” entre el Estado y los pueblos indígenas. Recordó que no fue un regalo del sector político, sino que se debió a tensas negociaciones y movilizaciones de las comunidades. Hualpa cuestionó que lo establecido en la Constitución “está lejos de ser cumplido”, pero también remarcó que es una gran herramienta al momento de interactuar con autoridades judiciales y políticas. “Ha servido para detener desalojos, excarcelar personas, limitar la arbitrariedad de funcionarios, frenar en alguna medida al extractivismo”, resaltó.
El 8 de agosto, en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, Amnistía Internacional alertó por las situación de las comunidades: “Los pueblos originarios enfrentan graves obstáculos en el acceso y control sobre sus territorios y recursos naturales, en el derecho a decidir sus prioridades de desarrollo, en ser consultados sobre los proyectos o políticas que los afecten”. La organización de derechos humanos resaltó que la mayoría de las comunidades indígenas del país no cuentan con un reconocimiento legal de sus tierras por un principal motivo: “La desposesión histórica de grandes extensiones de sus tierras que se encuentran en manos de estancieros, empresas agropecuarias, petroleras y mineras, la superposición de parques nacionales y áreas protegidas sobre áreas habitadas o utilizadas por pueblos indígenas. Estos hechos reproducen situaciones de represión, violencia y criminalización”.
Dario Aranda - Diario Página 12 (Buenos Aires) - 19 de Agosto de 2019

lunes, 4 de junio de 2018

3 de Junio Dia de la Gente (Loncopue - Neuquen - Argentina)


Porqué fue la gran pueblada de LONCOPUE que salió a defender la VIDA, en defensa del Ambiente y en contra de la Minería a Cielo Abierto.

A 6 años de la gesta del REFERENDUM que llena de orgullo y emoción el corazón de más del 89% de nuestra población, seguimos diciendo: 
"SI a la VIDA... NO a la MINA"...
"Vecino, Vecina... la MINA CONTAMINA!!!


Se realizó en Loncopué, Neuquén, el primer referéndum de la Argentina, de cumplimiento obligatorio, por el cual se votó Sí a una norma que prohíbe la minería a cielo abierto en las 8.000 hectáreas del ejido municipal. Sobre 3.601 empadronados, debía votar el 50% para que el referéndum fuera válido, pero votó el 72% del padrón y una arrasadora mayoría de 82,08% aprobó la ordenanza que prohíbe la minería. En votos: 2.125 a 388.
Loncopué, pueblo neuquino de siete mil habitantes, entró en la historia grande de las luchas socioambientales y también marcó un hito en la historia democrática del país. Este domingo 3 de junio de 2012 fue el escenario del primer referéndum de la Argentina respecto a la aceptación o rechazo de la megaminería: 8 de cada diez habitantes rechazó la actividad extractiva. El Movimiento Popular Neuquino, que gobierna la provincia desde hace cincuenta años, intentó frenar la votación y, durante toda la jornada, puso trabas para el desarrollo del acto eleccionario. “Ganó el pueblo, que decidió elegir su futuro. Y ese futuro dice no a la megaminería, dice no a las patotas del Gobierno, dice sí a la vida”, celebró una emocionada Viviana Vaca, integrante de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Loncopué (AVAL).
Doce mesas para votar en una escuela. Urnas, sobre y sellos. Presidentes de mesa y fiscales (mayoría de mujeres). Nervios, pero también alegría, mates y galletitas de mano en mano. A las 8.06 fue el primer voto. Previsor, el hombre pidió no dar el nombre y explicó por qué: “Soy empleado municipal, bautizame don Jorge”. Padre de cinco hijos, 56 años, nacido y criado en Loncopué, definió su sentimiento madrugador: “Me desperté a las 5, con ganas ya de votar. Esto es hermoso. Por fin se nos consulta sobre el presente y futuro que queremos en el pueblo. No tenemos que dejar que nos impongan cosas que arruinan la vida y el ambiente”.
Tres minutos después, votó Oscar Muñoz, 32 años, nacido y criado en el pueblo. “Esto es algo que hacía falta, algo que es simple: que decidamos nosotros por nosotros, no que decidan otros. Creo que no digo ninguna locura ¿no?”, sonrió y, antes de irse, anunció lo que luego sucedería: “Aquellos son punteros, acá nos conocemos todos, quieren meter miedo, sacar planes, pero ganará el pueblo”.
A las 11 llegaron las Madres de Plaza de Mayo de Neuquén y Alto Valle de Río Negro, Inés de Ragni y Lolín Rigoni.
Asambleas + comunidad indígena
Loncopué está ubicada en el noroeste neuquino, a 300 kilómetros de la capital provincial. Desde 2008 rechazan la instalación de un proyecto minero para extraer cobre en manos de una empresa china (Emprendimientos Mineros SA) y la estatal Cormine (Corporación Minera de Neuquén).
De ese rechazo nacieron la Asamblea de Vecinos (AVAL) y la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Campana Mahuida (Avacam). Y se organizaron junto a la comunidad mapuche Mellao Morales (vive hace cien años en la zona de interés minero) que está directamente afectada por el proyecto.
Lucharon desde la calle (volanteadas, charlas debate, cortes de ruta informativos) y también presentaron en 2008 un juicio por nulidad de contrato por no respetar los derechos de los pueblos originarios. En septiembre de 2009, el máximo tribunal de Neuquén hizo lugar a la medida cautelar de frenar toda acción hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo, la legalidad o no del contrato. Implicó el freno la actividad minera. El gobierno provincial apeló con un recurso extraordinario. Y, en marzo de 2011, el Superior Tribunal volvió a fallar contra el gobierno provincial y remarcó la obligación de respetar el derecho indígena.
La semana pasada, la Corporación Minera de Neuquén (Cormine -del Estado provincial-) volvió a acudir al Superior Tribunal para que suspenda la votación. El viernes a la mañana el máximo tribunal neuquino rechazó la presentación minera y confirmó que el referéndum era legítimo y sujeto a derecho. El mismo viernes, Cormine apeló. Y el mismo día, a la tarde, el máximo tribunal volvió a rechazar la presentación de Cormine. En un solo día, dos veces el Superior Tribunal le dijo no al gobierno provincial.
La “democracia” del MPN
A las 8, hora de inicio del referéndum, aún era de noche. El viento frío golpeaba y, en plena veda, el pueblo amaneció con sus calles alfombradas con un panfleto: “No te dejes engañar. No vayas a votar”. No llevaba firma, pero todos apuntaron al partido gobernante, que la última semana había realizado dos presentaciones judiciales para evitar la votación. Y las dos veces le contestó el Tribunal Superior de Justicia (máxima instancia provincial), que rechazó el pedido del Gobierno y dio luz verde al referéndum.
El sábado, un escribano se presentó ante la Junta Comicial Municipal (Jucom) para exigir padrones y anular la votación. El escribano afirmó representar al vecino Omar Cea, chapista, y que vive en la casa que Carlos “Nuno” Sapag (hermano del Gobernador) posee en Loncopué. La Jucom exhibió toda la documentación en regla, pero sobre todo le explicó que debía seguir el procedimiento electoral, que estaban vencidos los plazos para presentarse como parte fiscalizadora.
Desde las 8.15 del domingo, grupos de personas se apostaron en la esquina de la escuela 168 Manuel Belgrano, pleno centro del pueblo, y comenzaron a anotar qué vecinos llegaban. También les sacaban fotos. “Están intimidando. Le meten miedo a los vecinos, pero no van a poder”, explicó Viviana Vaca.
A las 8.30 llegó el mismo escribano. Exigió padrones e intento fiscalizar la votación. Código electoral y Constitución Provincial en mano, el abogado Cristian Hendrickse y toda la Junta Electoral presente le explicó que no tenía autoridad para eso. La Junta redactó un acta dando cuenta de la situación.
El ministro viajero
A las 8.55 ingresó con dos policías el ministro de Seguridad de Neuquén, Gabriel Gastaminza. “Vengo preocupado porque un ciudadano (por Omar Cea) pidió a escribanos que fiscalicen y aquí no se lo permiten”, acusó y pidió que la prensa se retire del lugar donde se daba la charla.
La Jucom pidió que la prensa se quede y le explicó cuál era todo el procedimiento vigente en la ley y también le expresó su sorpresa: “Qué curioso que por una persona que se queja por una elección, por una sola persona, un ministro de gobierno haga 350 kilómetros un domingo a la mañana y se muestre tan preocupado. Ya que está aquí, por favor ordene a la policía que retire a las patotas de su partido (MPN) de la esquina, donde están apretando a la gente”, le reprochó la maestra jubilada y miembro de la Jucom, Vilma Guillén.
A las 11, llegó otra escribana anti-referéndum. Presentó una denuncia en la policía porque no le dejaban permanecer como veedora de la votación. Se le volvieron a explicar los plazos y procedimientos, y también el sentido común: “Si cada vecino manda un escribano, y todos quieren fiscalizar, esto sería imposible”, le reprochó la Junta.
La familia Sapag gobierna la provincia desde hace medio siglo, casi sin intervalos. Están presentes en todos los negocios. Carlos “Nuno” Sapag, hermano del gobernador, en titular de dos proyectos mineros que están, justamente, en cercanías de Loncopué. El referéndum también afectó ese negocio.
Patota click
Toda la mañana estuvo la patota del Movimiento Popular Neuquino (MPN) sacando fotos a los votantes y anotando en una lista quiénes votaban. A las 11.30, cuando ya era evidente que la población no había acatado la propuesta del MPN de no concurrir, el partido comenzó a llevar a sus militantes. Las camionetas doble tracción y los remises comenzaron a llevar votantes, pero ya era tarde.
A la siesta, cuando se retiraban las Madres de Plaza de Mayo, desde la patota del MPN hubo un grito hiriente: “¡Viva Galtieri! ¡Viva la dictadura!”.
La última perla de la democracia del MPN fue ya al cierre de la votación. La policía local se negó a resguardar las urnas. Los efectivos son vecinos, y pidieron disculpas, pero reconocieron “órdenes de arriba”. El máximo jefe es el ministro de Seguridad, Gabriel Gastaminza, el que horas antes se había “preocupado” por un ciudadano de Loncopué.
Un grito y muchos datos
Desde la media mañana hasta el mediodía los pasillos de la escuela estuvieron con un continuo ir y venir de votantes. Al mediodía menguó, y retomó a las 16.
A las 18.00 en punto, se cerró la votación. La escuela estalló en un aplauso cerrado, cinco minutos. Y el grito celebratorio: ¡Lon-co-pué! ¡Lon-co-pué! Entendían que, con el votar, ya se había ganado. A los pocos minutos, comenzaron a conocerse los resultados
   Se necesitaba que vote al menos el 50 por ciento del padrón más uno. La votación pasó con creces. Al cierre de esta nota, aún sin números finales, había votado el 72 por del padrón (la ley pedía un mínimo de 50 por ciento más uno).
Y se necesitaba que la mitad más uno de los votantes diga “sí” a la ordenanza que rechaza la actividad minera. El conteo determinó que el 82 por ciento votó por el sí y el 14,9 por el no a la ordenanza. A modo de ejemplo, en la mesa 1: 195 dijeron sí a la ordenanza (que rechaza la megaminería) y 41 votaron por el no. En la mesa 2: 203 por el sí, 38 por el no. En la mesa 3, 199 votos contra 30. Datos similares, en cuanto a la diferencia, se repitieron en las nueve mesas restantes.
Como en Esquel
Cristian Hendrickse, de la Asamblea de Loncopué, no paraba de sonreír. Atrás habían quedado las presentaciones judiciales del Gobierno (que intentó evitar la votación, pero que fueron desestimadas por el Superior Tribunal de Justicia), los aprietes del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y cuatro años de lucha en rechaza a un proyecto minero de cobre, que pretende explotar el gobierno provincial y una empresa china.
“Un Gobierno que responde a los intereses de las petroleras y mineras, un  Gobierno que no escucha al pueblo, hoy tuvo una lección de democracia. Como hace nueve años en Esquel, el pueblo le dice sí a la vida, le dice no a la contaminación, sí a la defensa del ambiente y de las futuras generaciones”, explicó aún en los pasillos de la escuela 168.
Pidió que “estos mecanismos democráticos” (de referéndum) sean implementados en Andalgalá, Calingasta, Famatina y Tinogasta, entre otros. “Muchos gobernantes tienen miedo de consultar al pueblo, curiosa forma de entender la democracia”, ironizó Hendrickse, apoderado por la Mesa del Sí.
Afuera de la escuela comenzaban a sonar los bocinazos. La marcha se armó a las 19, cuando los datos provisorios ya marcaban que el resultado era arrasador e irrevsesible. La marcha salió de la escuela y dio vueltas por el pueblo. En la avenida San Martín, la más importante, la columna mostraba a ancianas, hombres, mujeres y niños. Familias enteras desafiando al frío, y celebrando. Dos banderas, en el frente de la marcha, resumieron los años de lucha y la histórica jornada del 3 de junio de 2012: “Tenemos derechos a votar” y “No a la megaminería”.
Loncopué ya ingresó en la historia de las luchas populares de Argentina. 
Escrito: Dario Aranda - Revista MU - 4 de Junio de 2012

domingo, 18 de febrero de 2018

Reclamos por la avanzada en la explotación de litio en el Norte y Centro Argentinos.

Escrito por Dario Aranda

“No comemos baterías”
En Jujuy habilitaron la minería en zonas de comunidades que no fueron consultadas. En Catamarca, se triplicó la inversión. Las asambleas denuncian impacto ambiental y riesgo del agua.

La mina Salar del Rincón, en Salta.

“Oro blanco”, bautizaron al litio, mineral que se utiliza en baterías de celulares, computadoras y autos eléctricos. Científicos, funcionarios, empresarios y periodistas llaman a explotar esa “riqueza natural” presente en las salinas de Jujuy, Salta y Catamarca. Pero no tienen presente que allí viven comunidades indígenas con derechos sobre esos territorios y vecinos que rechazan la minería por sus impactos ambientales y sociales.

La explotación de litio forma parte del modelo extractivo, junto a la megaminería metalífera (oro, cobre, plata, plomo, entre otros), agronegocio, petróleo y forestales. Aunque suele publicitarse como “energía limpia”, su extracción implica sobreconsumo de fuentes de agua y uso de químicos contaminantes.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, anunció en diciembre pasado que existen 63 proyectos mineros de litio. Según su informe de gestión ante la Cámara de Diputados, Salta cuenta con 29 proyectos, Catamarca y Jujuy tiene trece cada una. Le siguen San Luis (cinco), La Rioja (dos) y Córdoba (uno).

“Desde 2010 el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) trabaja en la industrialización y el aprovechamiento del litio. La eliminación de las retenciones a la minería y el reintegro a las exportaciones son medidas que ayudan a potenciar la producción de litio”, destacó Marcos Peña.

En Salta avanza la mina Salar de Rincón (de la canadiense Enirgi Group) y el proyecto minero Centenario-Ratones (de la francesa Eramet). En Jujuy funciona la explotación de litio Olaroz, en manos de la australiana Orocobre, junto con Toyota y el gobierno de Jujuy. También está avanzado el proyecto Caucharí de las compañías Sociedad Química y Minera de Chile y de la canadiense Lithium Américas. El gobernador Gerardo Morales viajó la segunda semana de enero a Emiratos Árabes, donde difundió ante empresarios las ventajas que ofrece para la megaminería.

Uno de los mayores focos de resistencia se encuentra en las Salinas Grandes (Jujuy y Salta), lugar de vida, trabajo y cultura de los pueblos indígenas Kolla y Atacama. “No comemos baterías. Sin agua no hay vida”, explican desde la Mesa de Pueblos Originarios de la Cuenca de la Laguna Guayatayoc y Salinas Grandes, integrada por 33 comunidades indígenas.

Las comunidades brindaron peritajes que confirman la contaminación en la fase de exploración. Destacan la vigencia del Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, por los cuales se debe consultar a las comunidades indígenas por cualquier acción que pudieran afectar los territorios indígenas.

Las comunidades iniciaron una causa judicial que en 2012 llegó a la Corte Suprema de Justicia, pero el máximo tribunal desoyó los derechos indígenas por cuestiones formales. La causa tramita en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 

“Para funcionarios y empresarios las salinas son un simple recurso a explotar y obtener rentabilidad. Para nosotros, pueblos originarios, nuestra salina significa la vida misma”, alertó Clemente Flores, de la Mesa de 33 comunidades. Y advirtió que el Pueblo Kolla y Atacama resistirá cualquier avance extractivo sobre los territorios indígenas.

En Catamarca funciona desde hace dos décadas la explotación de litio “Salar del Hombre Muerto”, en Antofagasta de la Sierra, en manos de la empresa estadounidense FMC Lithium. Datos oficiales de la Secretaría de Minería de la Nación reconocen que Catamarca recibe de regalías sólo el 1,6 por ciento de la facturación de la empresa. De cada 100 dólares que FMC Lithium se lleva de litio (recurso no renovable), sólo deja 1,6 dólar.

La gobernadora Lucía Corpacci impulsa el llamado “Proyecto Tres Quebradas”, en cercanías a Fiambalá (departamento de Tinogasta), en manos de la empresa Liex (subsidiaria de la canadiense Neo Lithiu). En septiembre de 2016, la Secretaría de Minería de Catamarca le otorgó el permiso de exploración. “Como vecinos no fuimos informados, ni por los organismos provinciales ni locales, ni mucho menos se realizó la audiencia pública que exige la Ley General del Ambiente 25675. La empresa Liex avanza en la zona con los avales de los gobiernos, fuerte apoyo del ejecutivo municipal (intendente Roxana Paulón) y con apoyo de los medios de comunicación”, denunció la Asamblea Fiambalá Despierta.

El Proyecto Tres Quebradas abarca 30.000 hectáreas ubicadas en la cuenca de la Salina de la Laguna Verde. Pertenece a zona de la Cordillera de los Andes catamarqueña, en un ambiente glaciar y periglacial.

Desde la Asamblea, que integra la organización Pucará (Pueblos Catamarqueños en Resistencia y Autodeterminación), destacan que Fiambalá no es un pueblo minero, sino zona de agricultura, conocida por sus viñedos, y en los últimos años por el turismo (termas, dunas, montañas). 

Un punto crucial de la minería de litio es el sobreconsumo de agua. Lis Sablé, de la Asamblea de Fiambalá, detalló que el informe de impacto ambiental de Liex carece de estudio hidrogeológico y que fue aprobado sin contar con el inventario de glaciares y ambiente periglaciar, según lo requiere la Ley Nacional 26.639.

Empresas y Gobierno prometen cuidado del ambiente, trabajo y desarrollo local. Con dos décadas de experiencia minera (Salar de Hombre Muerto y Minera Alumbrera), la Asamblea Fiambalá Despierta no duda: “No queremos megaminería del litio en nuestro territorio”.

Fuente
Diario Página 12 – 16 de Febrero de 2018

domingo, 4 de febrero de 2018

El enojo de las Aguas Primordiales



Detrás de las graves inundaciones del litoral argentino parecen resonar los mitos fundantes de las cosmovisiones originarias ¿está el hombre escuchando esos mensajes? ¿o seguiremos dañando a la Madre Tierra, nuestro hogar?

La Gran Inundación
Los distintos medios de comunicación están informando desde hace unas semanas, que debido a las intensas lluvias, los rios Iguazú y Paraná crecieron de tal manera que provocaron graves inundaciones en las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco y Entre Ríos. En los últimos días el punto crítico se trasladó al río Paraguay en Formosa y al Uruguay en la zona de Misiones. Al día de ayer se contabilizaban además de las muertes irreparables, algo más de 30 mil personas evacuadas, con la angustiosa destrucción de sus hogares y graves pérdidas en todos los órdenes.

Más allá de las razones estrictamente naturales como la presencia innegable de la Corriente del Niño, muchos especialistas, ONGs y distintas voces que se alzan desde ámbitos académicos y de investigación coinciden en que los desmontes, los desmedidos cultivos de soja, la destrucción de humedales y la construcción irracional de represas son también las causas de estas gigantescas inundaciones.

Sergio Alvez (revista Superficie, Misiones) sostiene que ”detrás de estas inundaciones, está también la influencia -indiscutible a esta altura- del modelo productivo. En las nacientes del río en Brasil y también en Misiones se arrasó con el monte. Esto tiene que ver “con el modelo de sojización que fue reemplazando la selva que tenía un suelo apto para el escurrimiento y el drenaje del agua” explica. En Brasil -agrega- “en los últimos años se ha incrementado notoriamente todo lo que tiene que ver con los desmontes para las plantaciones de soja”. Destacó que algo similar ocurre en Misiones “pero con otra finalidad” que es la “plantación de pinos para abastecer a la industria pastera”, ya que en la provincia funcionan dos plantas de procesamiento de celulosa. Pero no sólo el avance de la frontera agrícola fue un factor determinante para explicar el porqué de estas inundaciones, también “la cantidad de represas que hay sobre el Río Uruguay, especialmente en Brasil, agrava la situación porque el agua acumulada de repente se ve lanzada cuando abren las compuertas”, comentó.

“Si no se toma en serio el proceso de cambio climático y si se continúa con la expansión de la frontera agrícola, los escenarios catastróficos serán aún más incontenibles”, alertó Jorge Daneri, de la ONG M’Biguá, agregando que “Entre Ríos apostó en los últimos 20 años al modelo sojero y simplificador del uso de la tierra, devastador de la diversidad biológica, en montes y ríos, con un claro impacto hídrico”. Daneri también coincide en que los proyectos hidroeléctricos y la falta de protección a los humedales que actúan como reguladores, coadyuvan a desatar la furia de las aguas.
Federico Kopta, biólogo del Foro Ambiental de Córdoba, cuestionó que se apele a la “alternativa más fácil de echarle la culpa a las lluvias”, coincidiendo en los factores ya mencionados, especialmente los desmontes y la implantación de cultivos.

Otro factor humano determinante es la ocupación de lugares inundables: “si no existen obras de prevención, el agua volverá a buscar el lugar que le pertenece. Y si allí hay ciudades, volverán a ser inundadas”, advirtió Kopta. Esta última reflexión es interesante, teniendo en cuenta que la región del Chaco, por lo que hoy sabemos, fue habitada hace unos cinco a siete mil años atrás, lo que antes hubiera sido imposible porque toda esa vasta zona era un enorme Mar.

Hernán Giardini, de Greenpeace Argentina, afirmó que la deforestación es una de las principales causas de las inundaciones: “los bosques son nuestra esponja natural y paraguas protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones”, señaló.

Recordó que en los últimos siete años se deforestaron dos millones de hectáreas. “La situación actual de la Selva Paranaense o Selva Misionera, atravesada por los ríos Uruguay, Paraná e Iguazú, es realmente crítica, sólo queda un 7 % de la superficie original de bosques, mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida”, aseguró.

Todas estas muy fundamentadas consideraciones son también las verdaderas razones de las catástrofes a las que estamos asistiendo. Y llegados a este punto nos preguntamos: ¿tienen los pueblos indígenas algo que decir al respecto?

Mitos de Origen ¿Relatos Proféticos?
La Tierra, nuestro hogar, está llegando a un punto de fragilidad inédita en su historia, desvastada y amenazada al extremo por un sistema global que aún no ha tomado debida nota de la crisis. Y esta parte del mundo -en esta caso el Litoral- no es la excepción.

Mientras en el mundo crece la toma de conciencia acerca de la crisis terminal de la Tierra, muchos pueblos indígenas, desde tiempos inmemoriales, atesoran en sus cosmovisiones una idea muy similar. Una perspectiva del Tiempo conformado por una sucesión de Eras o Edades que terminaban abruptamente, generalmente por causa de algún cataclismo, estuvo muy difundida en las culturas originarias de Mesoamérica, los Andes Centrales y las de la región del Chaco, entre otras. El ciclo destrucción-regeneración que incluían estas Edades, implicaban que una generación de hombres moría para dar origen a la siguiente.

Entre los aztecas o mexica y según el Códice Vaticano, la Primera Edad es la Blanca (Atonatiuh o Sol de Agua), destruida por un diluvio, la humanidad convertida en peces y solo una pareja salvada. Para los mayas quiché y según “El libro de los libros de Chilam Balam” también la Primera Edad es destruida por el diluvio y el hundimiento del Cielo e incluso la Quinta Edad se plantea que finalizará luego de una lluvia torrencial e interminable.

Los incas, de acuerdo a la crónica de la “Cuenta Larga” de Fernando de Montesinos sostenían que la Primera Edad había sido destruida por la inundación, anunciada por la aparición en el cielo de comentas en forma de jaguares y serpientes.

En los Mitos de Origen de otros pueblos, como los mapuche, la noción de una lucha acuática entre las Serpientes Primordiales dio lugar al origen del hombre tal cual lo conocemos, y por otro lado a la desaparición de una estirpe anterior, que pereció ahogada fruto de aquella lucha de Serpientes.

Entre los guaraníes de la Selva, el Mito de la Tierra sin Mal parece estar asociado a una búsqueda del hombre por eludir la destrucción de la Tierra. Ellos tienen la idea de la fatiga cósmica, la noción de que la Tierra está cansada de vivir y que por eso llegará su destrucción. Muchas de las migraciones de estos pueblos es probable que se hayan realizado en busca de ese lugar que está en este mundo y al mismo tiempo fuera de él, y en el cual el hombre podrá finalmente salvarse. Algunos relatos dan cuenta de que los hombres y mujeres danzaban para acelerar la destrucción de la Tierra…

A la luz de lo que está sucediendo en el actual momento evolutivo del planeta y de la vida que el alberga, creemos que podemos preguntarnos si estos relatos fundantes de los pueblos indígenas son realmente mitos de origen o profecías... quizás sean ambas cosas simultáneamente.

En todo caso, si podemos afirmar que en nuestros días, por primera vez en la historia de la especie humana esta tiene la posibilidad concreta no solo de autoaniquilarse sino de convertir en inhabitable su hogar, y son los pueblos originarios los que presentan la alternativa de un camino que privilegia desde el principio esencial del respeto por la Madre Tierra, una visión del mundo más humanizada y espiritual, que es la posibilidad de frenar la carrera de destrucción en que estamos embarcados.

Ellos guardan el secreto de cómo cuidar a la Madre Tierra. Conservan los principios fundamentales de cómo respetarla. Son los guardianes que enseñan como estar en equilibrio con ella y con todos los seres vivientes, sin provocar daños. Son los custodios de estos sabios mensajes que ya son para todos los seres humanos ¿sabremos escucharlos?

Fuentes 

Soja y represas: estas inundaciones no son catástrofes naturales, sino el resultado del modelo productivo (Sergio Alvez, Noticias Periodismo Popular; http://notas.org.ar/ http://www.ecoportal.net/Eco);

La mano humana tras el agua (Darío Aranda, Pagina/12); El darse vuelta la Tierra (Carlos Martínez Sarasola, 2010).

El Orejiverde – 2 de Enero de 2.016


martes, 16 de mayo de 2017

Argentina: Nuevo libro sobre el movimiento indígena



El próximo lunes 22 de mayo se presentará en Buenos Aires el libro “Horizonte político del movimiento indígena en Argentina. Conversaciones con sus líderes” de Silvina Ramírez. El libro recoge las visiones de líderes indígenas del país sobre las formas de concretizar sus reivindicaciones históricas.

Compartimos con ustedes la invitación a la presentación del libro “Horizonte político del movimiento indígena en Argentina. Conversaciones con sus líderes” de Silvina Ramírez con el apoyo de IWGIA.

El “por qué” de este libro 

Revisando la realidad de los pueblos indígenas en América Latina, contemporáneamente encontramos organizaciones indígenas de diferentes características (locales, de alcance estatal, regionales) cada vez más consolidadas, que incluso llegan a conformar en algunos países una estructura que demuestra la fortaleza de las comunidades y pueblos indígenas, tales como la CONAIE en Ecuador o la ONIC en Colombia. 

En el caso de Argentina la realidad, al menos de modo aparente, se presenta como muy diferente. Comunidades y pueblos que a través de una historia ambivalente intentan esforzadamente consolidar espacios políticos de lucha por sus derechos y reivindicación de sus demandas, pero que no encuentran aún una unidad, por lo que sus organizaciones son en gran medida locales o regionales, sin alcanzar aún comunes denominadores y estrategias políticas coincidentes que lleguen a consolidar una estructura con alcance nacional. 


Este trabajo no intenta ahondar en vertientes teóricas que expliquen cómo se han gestado estos procesos. Tampoco pretende dar cuenta de todas aquellas organizaciones indígenas que a partir de la democracia (un corte temporal arbitrario, pero relevante si tenemos presente le primera ley indígena 23.302 que crea el INAI) nacen para demandar por sus derechos, atravesados por reivindicaciones de autonomía y libre determinación.

Los relatos en cabeza de líderes indígenas, mujeres y hombres de diferentes pueblos, de diversas regiones del país, hacen un recorrido que toca temas medulares para los pueblos indígenas hoy, pero siempre pensando en el mañana. Y dan cuenta, asimismo, de las organizaciones, alianzas, movimientos, que se fueron desplegando para alcanzar autonomía. El libro pretende recoger las visiones –políticas, históricas, culturales, ideológicas- de líderes indígenas del país, para conocer cuál es su concepción sobre el lugar de los pueblos indígenas en un Estado de Derecho, la relación que deben establecer con el Estado, las formas de concretizar sus reivindicaciones históricas. 

Panelistas

En el panel de presentación, participan los dirigentes indígenas Nilo Cayuqueo del pueblo Mapuche y Félix Díaz del pueblo Qom. También nos acompañará el periodista especializado en la materia, Darío Aranda.

Lugar: Auditorio del INECIP ubicado en la calle Talcahuano nro 256primer piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fecha: Lunes 22 de mayo de 2017 a las 18 horas.
Fuente
IWGIA – 16 de Mayo de 2.017