Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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martes, 7 de septiembre de 2021

Gracias Carpinchos


Hace unos días nos encontramos con que los carpinchos llegaron nuevamente a los medios. Para una organización cómo Fundación Vida Silvestre Argentina, que lleva 44 años trabajando por un planeta en el cual los humanos vivamos en armonía con la naturaleza, siempre es un desafío lograr la atención pública para poder difundir la importancia de conservar y usar de manera sustentable el único planeta que tenemos y del que dependemos plenamente. Los carpinchos lo lograron. Se colaron en el corazón y los dispositivos de mucha gente y despertaron la empatía de gran parte de la ciudadanía. A los carpinchos ya debíamos agradecerles el control de la vegetación, la modelización del paisaje lacustre, la generación de mejoras en la condición del hábitat para muchas especies de animales y plantas y, a través de ello, la mejoría en la calidad del agua, entre otras tantas cosas. Pero como si eso fuera poco, ahora debemos agradecerles que lograron instalar con fuerza la importancia de conservar su hábitat, es decir los humedales de nuestro país.

Estos nuevos influencers reaparecieron reclamando su hábitat original y mostrando que, a pesar de que los humanos nos empeñamos en dominar y controlar la naturaleza, la misma se abre paso y se recupera en cada espacio y en cada momento en el cual se le presenta una oportunidad. En ese reclamo nos permitieron explicar a la gente aspectos de su biología, de su ecología, de su rol en la naturaleza y de sus pautas de comportamiento. Inclusive abrieron una ventana de oportunidad para posicionar la importancia de contar con una Ley de protección y uso sustentable de los Humedales, tipo de ambientes en los cuales generalmente se desarrollan también barrios privados.

Hace al menos una década, un importante sector de la sociedad argentina solicita a sus representantes que legislen los presupuestos mínimos para planificar el uso y conservación de estos ambientales vitales, de los cuales no solo depende la vida de los carpinchos, sino también la supervivencia de la humanidad. No en todos los humedales del país pueden vivir carpinchos, pero todos los humedales ofrecen almacenamiento y purificación de agua dulce, acumulación de carbono, hábitat para la fauna y la flora y recursos de todo tipo para la alimentación y la producción de comunidades locales, pueblos originarios y habitantes de ciudades.

En 2013 y 2016 la cámara de Senadores de la Nación logró la media sanción de una Ley de Humedales. Pero, en ambas oportunidades, los proyectos perdieron estado parlamentario al no ser tratados en Diputados. En noviembre de 2020, la mayoría de los diputados de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara de diputados aprobaron un nuevo proyecto, basado en el análisis de 10 proyectos de diferentes autores. Para obtener sanción de esta cámara, las comisiones restantes deben tratarlo y aprobarlo para luego ser votado en el recinto. Si esto no ocurre, por tercera vez la iniciativa perdería estado parlamentario y habrán pasado 8 años sin dar solución a la conservación de los humedales argentinos. En 8 años pueden nacer y morir dos generaciones de carpinchos. Con el objetivo de honrar la vida de estos magníficos animales solicitamos enfáticamente a los Diputados Nacionales que no permitan que se les “escape el carpincho” y avancen en el tratamiento de esta ley antes de finalizar el año 2021, para evitar que la misma pierda estado parlamentario. Si así no lo fuera que la patria, y los carpinchos, se lo demanden.

Nota de opinión de Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.- 30 de Agosto de 2021

viernes, 4 de diciembre de 2020

Unidos por el yaguareté: Argentina, Brasil y Paraguay juntos por la conservación de la especie en el Bosque Atlántico




En todo el Bosque Atlántico se estima que habita una población no mayor a 300 yaguaretés, menos del 1% de la población que pudo haber existido en la región antes de la llegada de los europeos. Conscientes de las realidades de cada país, los esfuerzos buscan mantener y aumentar la población de yaguaretés. En el Día Internacional del Yaguareté – 29 de noviembre – Argentina, Brasil y Paraguay anuncian un compromiso trinacional por la conservación del felino más grande del continente americano y embajador de los pueblos que habitaron y habitan el Bosque Atlántico. Conscientes de las realidades de cada país, la iniciativa “Unidos por el yaguareté” focalizará esfuerzos para mantener y aumentar la población de yaguaretés en la Selva Misionera (Argentina) y la Mata Atlántica (Brasil), así como generar las condiciones necesarias para que el tigre americano siga recorriendo el Bosque Atlántico en Paraguay.

«Aún hoy, en comunidades rurales y originarias, evitan nombrarlo por temor a que aparezca. Aunque lamentablemente la alteración de su hábitat nos hace temer que no vuelva a aparecer en muchos lugares que fueron su hábitat. En medio de la pandemia por el coronavirus, es importante continuar remarcando la estrecha conexión entre nuestra salud y la de la naturaleza. Por eso, si la alteración del territorio del yaguareté lo afecta, también nos afecta a nosotros los seres humanos. Ello se debe a que la especie es “indicadora” de la salud del ambiente, porque juega un papel importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar de la naturaleza y las personas”, detalló Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre.

“Los resultados obtenidos en los últimos años son alentadores y demuestran que los esfuerzos de conservación están surtiendo efecto. La población de yaguaretés en el Parque Nacional do Iguaçú de Brasil, por ejemplo, es la única en el Bosque Atlántico, que evidentemente está en una curva creciente”, comenta Felipe Feliciani, analista de conservación en WWF-Brasil.

Por su parte, Lucy Aquino, Directora de WWF en Paraguay resaltó que “este majestuoso felino, con su energía y colorido, es un emblema de América Latina. No podemos dejar que desaparezca, pero para poder conservarla y recuperar sus poblaciones, se requiere mucho más que del esfuerzo de las organizaciones ambientalistas, sino también de una voluntad política sin precedentes, una demanda de la sociedad civil, de las comunidades, y el compromiso concreto de la producción y mercados de los commodities”.

La estrategia trinacional para conservar de la especie incluye un amplio abanico de actividades que buscan impactar sobre las presas del yaguareté, esencial para su supervivencia, por ende, aborda la problemática de la caza furtiva y las prácticas insostenibles en la producción ganadera, que son dos de las amenazas más importantes para la especie en la región. Para ello, la estrategia se lleva a cabo en los siguientes frentes:

1) Conciencia y participación social: posicionar a la sociedad contra la cultura de la caza y el comercio ilegal de vida silvestre;

2) Promover la aplicación de la ley y fortalecimiento de las áreas silvestres protegidas públicas y privadas;

3) Reducir el conflicto entre los productores rurales y la fauna silvestre, proponiendo alternativas que valoren la vida silvestre;

4) Asegurar el hábitat para el futuro del yaguareté, tanto las selvas que están protegidas por ley, como los bosques que no lo están. Estos últimos deben mantenerse para que sirvan de corredores ecológicos para la especie.

5) Apoyar la generación constante de conocimiento científico sobre la especie y el ecosistema donde vive, lo que permite tomar buenas decisiones para su conservación.

La importancia del felino más grande de América en el ecosistema

Por su amplia distribución geográfica histórica se lo llama de diversas formas según la cultura y la región donde habita y habitó: yaguareté, jaguareté, onça pintada, tigre americano o jaguar– Panthera onca-, entre otros. Es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del tigre de bengala y el león.

Es considerado una especie “indicadora” de la salud del ambiente, porque juega un papel importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar de la naturaleza y las personas. Como predador, se encuentra en la cima de la pirámide alimenticia y requiere grandes extensiones de territorio para vivir. Es una especie muy sensible a las alteraciones del ecosistema, e incluso llega a ser el primero en desaparecer cuando el hábitat se deteriora. A su vez, el yaguareté cumple un rol esencial controlando las poblaciones de las demás especies de animales y plantas, manteniendo el equilibrio en el ecosistema. Por ello, si el yaguareté se encuentra en peligro de desaparecer, representa un indicador de que todo su entorno está en riesgo.

El yaguareté enfrenta las siguientes amenazas:

-Pérdida y alteración del hábitat debido a la deforestación, por la expansión agropecuaria y la construcción de infraestructura.
-Atropellamientos de la especie y sus presas por la fragmentación de su hábitat por rutas y caminos.
-Disminución de sus presas.
-Cacería proactiva de la especie y de sus presas para trofeo de caza o en represalia por ataques al ganado.

¿Qué es el Bosque Atlántico?

El Complejo Ecorregional Bosque Atlántico, que originalmente cubría 1.345.300 km2, en los últimos 40 años, fue reducido significativamente, quedando sólo el 16,8% de los bosques originales. Está compuesta por 15 ecorregiones que une a tres países, 148 millones de personas e incluye los bosques más diversos y ricos del Planeta.

Posee, no sólo una extraordinaria diversidad de especies, sino también un número excepcionalmente elevado de especies endémicas (especies que dependen exclusivamente de sus ecosistemas). La supervivencia del 7% de las especies de plantas de todo el Planeta y el 5% de las especies de vertebrados dependen del Bosque Atlántico. Sus bosques son tan ricos que en una sola hectárea pueden estar presentes más de 440 especies de árboles. Se estima que entre 3 y 12 millones de especies de bacterias desconocidas para la ciencia viven en los árboles del Bosque Atlántico.

En todo el Bosque Atlántico se estima que habita una población no mayor a 300 yaguaretés, menos del 1% de la población que pudo haber existido en la región antes de la llegada de los europeos. La especie se encuentra actualmente en menos del 4% de la región, en 13 fragmentos aislados. En la mayoría de las áreas donde persiste, sus densidades poblacionales son muy bajas y la extinción local podría ser inminente.

Fuente: El Independiente Iguazú - 29 de Noviembre de 2020 
https://www.elindependienteiguazu.com/2020/11/29/unidos-por-el-yaguarete-argentina-brasil-y-paraguay-juntos-por-la-conservacion-de-la-especie-en-el-bosque-atlantico/

domingo, 23 de agosto de 2020

22 de Agosto: Día del Exceso de la tierra, el mundo entra en Default Ambiental

El 22 de agosto es el Overshoot Day o Día del Exceso de la Tierra, la fecha que nos indica que la humanidad le habrá exigido a la naturaleza el equivalente a la capacidad de regeneración de la Tierra de todo el año.



El 22 de agosto es el Overshoot Day o Día del Exceso de la Tierra, la fecha que nos indica que la humanidad le habrá exigido a la naturaleza el equivalente a la capacidad de regeneración de la Tierra de todo el año.

Es decir que, durante los próximos meses, el mundo estará consumiendo a crédito los recursos futuros, al haber utilizado su capital natural y presupuesto ecológico previsto para todo el 2020.

Esta fecha es un indicador de la presión sin precedentes que las actividades humanas están ejerciendo sobre los recursos naturales. Al ritmo que consumimos, la cantidad de recursos y servicios del ecosistema requeridos para abastecer nuestras necesidades equivalen a 1.6 planetas Tierra, esto significa que estamos usando un 60% más de recursos de lo que los ecosistemas de nuestro planeta pueden regenerar en un año. En otras palabras, estamos en default ambiental: la humanidad está en números rojos y tiene en su cuenta lo que se conoce como “deuda ecológica”.

Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina, comenta “el enorme nivel de consumo de nuestros recursos naturales ocurre a la par de que más de 800 millones de personas en el mundo todas las noches se van a dormir sin tener cubiertas sus necesidades básicas de alimentación. Esto nos debe hacer reflexionar sobre el supuesto desarrollo que muchas veces empuja nuestro accionar sobre los recursos naturales. Necesitamos generar un cambio estructural en este sentido”.

El Día del Exceso de la Tierra se calcula a partir de comparar la suma de todas las demandas de consumo del mundo con los recursos naturales disponibles para solventarlo y la capacidad de respuesta que tienen los ecosistemas para reponer esos recursos. La iniciativa es impulsada a nivel mundial por Global Footprint Network para generar conciencia y señalar el exceso de velocidad a la cual estamos “consumiendo el planeta”.

Si bien las consecuencias generadas por el Covid-19 hicieron que la Huella Ecológica global se contrajera en casi el 10% en comparación con el año pasado (la fecha fue el 29 de julio), esta mejora está muy lejos del cambio sistémico que se requiere para salvaguardar tanto el equilibrio ecológico como el bienestar de las personas: dos componentes esenciales de la sostenibilidad.

Actualmente, la salud pública y la recuperación económica se han convertido en las preocupaciones predominantes a nivel mundial, por lo que los tomadores de decisión están llamados a actuar de manera urgente para construir un futuro en el que todos prosperen en el marco de la capacidad de regeneración de nuestro planeta.

"La pandemia por el COVID-19 y sus consecuencias dejaron en evidencia la necesidad de cambiar la forma en la cual nos relacionamos con nuestro planeta. Hay muchas estrategias que permiten combinar lo económico, lo social y lo ambiental y no podemos seguir esperando para ponerlas en marcha. Necesitamos promover un Nuevo Acuerdo entre la Naturaleza y las Personas de forma urgente” señaló Jaramillo.

Las consecuencias de nuestra deuda ecológica se ven reflejadas a diario: uno de los ejemplos más evidentes es el cambio climático, producto de que los gases de efecto invernadero se emitan más rápidamente de lo que pueden ser absorbidos por los bosques y los océanos. La pérdida de biodiversidad, la desertificación del suelo, la deforestación, las inundaciones, la escasez de agua y de alimentos y la contaminación también son producto de la deuda ecológica. Y esta sobreexplotación es posible sólo por un tiempo limitado antes de que los ecosistemas se empiecen a degradar y posiblemente a colapsar.

Jaramillo agregó: “La situación ambiental que estamos viviendo podemos compararla con pagar el mínimo de la tarjeta de crédito. Eso hace que mensualmente acumulemos deuda para más adelante y llega un momento en que se vuelve insostenible. Desde Vida Silvestre compartimos la definición del informe de la Comisión Brundtland que define el Desarrollo Sostenible como la posibilidad de ‘satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro para atender sus propias necesidades´. Claramente el Día del Exceso de la Tierra nos marca una vez más que lo que tenemos hoy no es sustentable y hasta nos hace pensar si es desarrollo. En definitiva, lo que estamos haciendo es consumir los recursos naturales de las generaciones venideras”.

Argentina se encuentra en el puesto número 20° de consumo a nivel mundial detrás de países como Estados Unidos, Australia, Rusia y Alemania. Es un dato preocupante ya que nuestro país cuenta con reserva de biocapacidad -entendida como sus reservas en términos ecológicos- para producir recursos y proveer servicios ambientales. Sin embargo, estamos por encima de la media a nivel mundial, marcando en el calendario el 26 de junio como el Día del Exceso de la Tierra en la Argentina, un mes y medio antes que la fecha global.

¿Cómo podemos contribuir a reducir el impacto?

Ser responsables con nuestros residuos. Debemos darle una adecuada disposición separando aquellos que son reciclables de los que no. Las colillas también son basura, apagarlas cuidadosamente y descartarlas en la basura, no en la calle.

Utilizar con moderación los recursos naturales, como el agua y la energía, porque son bienes escasos.

Buscar alternativas sustentables que nos permitan compatibilizar con nuestros consumos pero sobre todo con la conservación de nuestros ambientes naturales.

Recorrer a pie o en bici todo lo que puedas, así ayudas a reducir el consumo de combustibles fósiles.

Reducir el desperdicio de alimentos a la mitad. El desperdicio de comida representa el 30% de los alimentos producidos a nivel mundial. Esto significa que, entre otras cosas, nos estamos sirviendo comida que no vamos a comer. Cambiar esto empieza en actos tan sencillos como servirte sólo la porción que vas a comer.

Hacer respetar las legislaciones vigentes o promover nuevas para la protección de nuestro territorio. Desde la sanción de la Ley de Bosques Nativos en 2007, se perdieron 3.500.000 hectáreas de bosques nativos y con ellos todos los beneficios asociados. El ritmo promedio ha sido de aproximadamente 300.000 hectáreas deforestadas por año, el equivalente a la superficie de CABA por mes.

En el agua se estima que de un 20% a un 30% de los recursos pesqueros en Argentina se descarta sin vida al mar. Contando con una Ley de Humedales, será posible que tanto la autoridad nacional ambiental como las autoridades ambientales de cada jurisdicción lleven adelante acciones de manejo y uso sustentable, protección y restauración de los humedales en el marco de sus competencias, para lograr así mantener y disfrutar de estos vitales ecosistemas.

Fundación Vida Silvestre Argentina

Fuente: La Voz de Cataratas - Kelly Ferreyra - 22 de Agosto de 2020