Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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viernes, 9 de mayo de 2025

El Mapinguarí: Terror del Amazonas




Introducción:

Desde las profundidades de la selva amazónica, donde la realidad se mezcla con la leyenda, surge la figura del Mapinguarí, una criatura enigmática que ha cautivado la imaginación de los habitantes locales y despertado la curiosidad de investigadores y criptózoologos por igual. Se le describe como una bestia de gran tamaño, con un aliento capaz de causar la muerte instantánea, un ser que habita en las zonas más remotas y peligrosas de la selva, un lugar donde la naturaleza reina suprema y los misterios se esconden a plena vista.

Descripción física:

Las descripciones del Mapinguarí varían considerablemente, dependiendo de la tribu y la región de la selva amazónica. Algunos lo describen como un primate gigante, con un pelaje oscuro y denso, garras afiladas y colmillos amenazantes. Otros lo imaginan como una especie de felino monstruoso, con una fuerza sobrehumana y una ferocidad incomparable. Lo cierto es que todas las descripciones coinciden en su tamaño imponente y en el terror que infunde en los habitantes de la selva. Se dice que su aliento es mortal, capaz de paralizar y matar a sus víctimas en cuestión de segundos.

Comportamiento y hábitat:

Se cree que el Mapinguarí es un animal solitario y territorial, que habita en las zonas más inaccesibles de la selva. Su comportamiento es impredecible y se dice que ataca solo cuando se siente amenazado. Las historias locales hablan de encuentros terroríficos, de rastros inexplicables y de presas muertas sin ninguna marca aparente, lo que alimenta la leyenda de su aliento mortal. Su hábitat se extiende por las regiones más remotas del Amazonas, un territorio vasto y peligroso donde la supervivencia depende de la astucia y el respeto por la naturaleza.

El Mapinguarí en la cultura local:

El Mapinguarí no es solo una criatura legendaria, sino también una parte fundamental de la cultura y el folclore de las comunidades indígenas de la Amazonía. Su figura se utiliza para transmitir enseñanzas sobre el respeto a la naturaleza y la importancia de la convivencia armónica con el entorno. Las historias sobre el Mapinguarí se transmiten de generación en generación, manteniendo viva la leyenda y reforzando la conexión entre el hombre y la selva.

Conclusión:

La existencia del Mapinguarí sigue siendo un misterio, un enigma que desafía las explicaciones científicas y alimenta la imaginación. Mientras que algunos lo consideran una simple leyenda, otros creen firmemente en su existencia, basándose en testimonios, rastros y la persistencia de la leyenda a través del tiempo. Lo que es innegable es el impacto cultural que el Mapinguarí tiene en la región amazónica, un testimonio de la rica tradición oral y la profunda conexión entre el hombre y la naturaleza.

Fuente: FB Lo que no sabias

martes, 28 de enero de 2025

DESCUBREN LA “CAPILLA SIXTINA DEL AMAZONAS” QUE ESTUVO OCULTA MILES DE AÑOS EN LA SELVA.






ALEJANDRO I. LÓPEZ.
El hallazgo de 12 kilómetros de paredes verticales con pinturas rupestres realizadas durante la Edad de Hielo es conocido como la ‘Capilla Sixtina del Amazonas’.

La selva del Amazonas es la región más biodiversa del planeta. No sólo alberga decenas de miles de mamíferos, aves y reptiles, además de plantas aún sin clasificar, también esconde obras de arte prehistórico que pasaron milenios sin ser descubiertas.

En 2019, un equipo de científicos dirigido por José Iriarte, arqueólogo de la Universidad de Exeter, descubrió una pared vertical con miles de pinturas rupestres que se extiende a lo largo de 12 kilómetros en la Serranía de Lindosa, en el corazón de la Amazonia colombiana.
Los acantilados de la región muestran un sinfín de obras de arte prehistórico que muy probablemente dan cuenta de una civilización perdida relacionada con los primeros habitantes del Amazonas.

El hallazgo de 12 kilómetros de paredes verticales con pinturas rupestres realizadas durante la Edad de Hielo es conocido como la ‘Capilla Sixtina del Amazonas’.
La selva del Amazonas es la región más biodiversa del planeta. No sólo alberga decenas de miles de mamíferos, aves y reptiles, además de plantas aún sin clasificar, también esconde obras de arte prehistórico que pasaron milenios sin ser descubiertas.
En 2019, un equipo de científicos dirigido por José Iriarte, arqueólogo de la Universidad de Exeter, descubrió una pared vertical con miles de pinturas rupestres que se extiende a lo largo de 12 kilómetros en la Serranía de Lindosa, en el corazón de la Amazonia colombiana.
Los acantilados de la región muestran un sinfín de obras de arte prehistórico que muy probablemente dan cuenta de una civilización perdida relacionada con los primeros habitantes del Amazonas. El cálculo corresponde a la Edad de Hielo y se basa en la representación gráfica de mastodontes, perezosos gigantes y otros animales que habitaron lo que hoy es la selva más grande del mundo y desaparecieron hace poco más de 10 mil años de la faz de la Tierra. Las pinturas del Amazonas también aparecen a alturas fuera del alcance de cualquier humano y fueron captadas con drones que sobrevolaron la zona. Los arqueólogos consideran que la civilización que las elaboró utilizó niveles creados con madera para pintar en la parte más alta de las paredes de piedra.

Según The Guardian, el acceso al sitio es tan remoto, que los arqueólogos tuvieron que manejar dos horas desde el poblado de San José del Guaviare y posteriormente caminar otras cuatro horas para llegar al área donde se encuentran las pinturas rupestres. Los autores del descubrimiento consideran que la muestra es tan grande, que estudiarla por completo será una labor que abarcará distintas generaciones. Además, las escenas de la vida cotidiana de los humanos de hace 12 mil años en esta región permiten comprender más sobre cómo era el Amazonas en aquél entonces, una región más parecida a una sabana que al bosque tropical de la actualidad.
El hallazgo de la Serranía de la Lindosa se encuentra a 200 kilómetros del Parque Nacional Chiribiquete, hogar del primer grupo de miles de pinturas rupestres en acantilados hallado en la Amazonia colombiana en 1986.

El equipo asegura que la probabilidad de que se produzcan más hallazgos como este en la zona es alta; sin embargo, las expediciones no continuarán hasta que la pandemia de Covid-19 se encuentre bajo control.

Compartido por Enrique Hopman


martes, 29 de octubre de 2024

Amazonía: pueblos indígenas y la ciencia se unen para impedir el colapso



La minería ilegal junto a la deforestación para el cultivo intensivo son los mayores problemas que enfrentan los pueblos indígenas de la Amazonía. Según destacan los expertos que participan de la COP16 es necesario conservar el 80% del bioma y detener la minería ilegal y la deforestación de forma urgente y perentoria.

El Informe Planeta Vivo 2024 de WWF advierte sobre una dramática caída de 73% en las poblaciones de vida silvestre monitoreadas en los últimos 50 años, baja que se agudiza en Latinoamérica y el Caribe, en donde alcanza el 95%.

El bosque tropical más grande del mundo, la Amazonía, es un punto crítico en estas estimaciones, por lo cual WWF lanzó un fuerte llamado para agilizar las acciones de conservación de manera urgente en el marco de la COP16 de Biodiversidad, que se realiza en Cali, Colombia.


Durante una rueda de prensa, Roberto Troya, Vicepresidente de WWF para América Latina y el Caribe, enfatizó la necesidad de detener en forma inmediata la desforestación y la minería ilegal y lograr una conservación eficiente, equitativa y basada en derechos humanos del 80% del bioma. “Esto no será posible si no entendemos el rol de los pueblos indígenas las comunidades locales, las mujeres y los jóvenes, quienes deben estar en el centro de los planes, nutridos por una fuerte base científica.

No podemos esperar más, en la Amazonía viven unos 47 millones de personas, pero de ella dependen muchísimos más seres humanos. Si perdemos la Amazonía también perderemos la posibilidad de alcanzar diferentes objetivos de protección de la naturaleza y clima, como la meta de no superar los 1.5°C de aumento de temperatura”, agregó.

Fran Price, líder global de la práctica de Bosques de WWF, destacó los beneficios que una naturaleza saludable tiene para la humanidad, como aire, agua fresca, comida, medicina y diversos medios de vida para las comunidades. Esto, en contraste con las graves consecuencias que ya se están sintiendo a nivel global y también en Amazonía debido a la pérdida de bosques y el cambio climático. “Los líderes mundiales siguen quedándose atrás en sus promesas”, enfatizó Price, destacando la necesidad de cerrar las brechas de financiamiento y elevar la ambición a nivel nacional con las Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (NBSAPs), un tema esencial en esta COP16.

“Estamos llegando a un punto de no retorno en la Amazonía, el Panel Científico para la Amazonía hace un llamado a la urgencia, porque si seguimos la tendencia de deforestación, si ésta sólo aumenta un 10%, perderemos la capacidad de resiliencia”, comentó Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia. En esto confluyen factores climáticos que aceleran la pérdida de biodiversidad, por lo tanto, las negociaciones de esta COP16, junto con acelerar el paso en los planes y acciones, deben lograr la integración entre las agendas de clima y diversidad biológica.

Otro elemento importante mencionado por Valenzuela es que la conservación del 80% de la Amazonía no se logrará si los NBSAPs de los siete países amazónicos, e incluso los de otras regiones, son entregados en forma individual, sin una integración que permita articular los esfuerzos de forma efectiva.
Amazonia y sus Pueblos indígenas

La mirada de los pueblos indígenas en este tema es clara. Como lo indicó Elaine Shajian Shawit, lideresa del pueblo awajún y presidenta de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo (CORPI SL), Perú, “para hablar de conservación de la biodiversidad tenemos que hablar primero de los derechos de los pueblos indígenas”.

Según indicó la representante, existe un alto porcentaje de territorios de pueblos originarios que no están titulados legalmente, lo cual reviste un gran desafío cuando esos mismos territorios son objeto de presión para la ejecución de proyectos productivos, carreteras y minería ilegal. En su afán de defender la naturaleza y su propio hogar de estas amenazas, muchas veces indígenas son agredidos o incluso pierden la vida, explicó.

Ante estas situaciones, Elaine Shajian Shawit llamó a efectivizar el seguimiento de los acuerdos que los tomadores de decisión establecen en instancias como las COP, además de apoyar los esfuerzos de conservación y desarrollo indígena en los territorios, así como las iniciativas de monitoreo de comunitario que permitan entregar datos sobre la salud de los ecosistemas.

En la misma línea, Carlos Nobre, copresidente del Panel Científico para la Amazonía (SPA), dijo que uno de los llamados del panel es a reconocer los conocimientos de los pueblos indígenas y avanzar hacia una nueva sociobioeconomía. A ello se suma la necesidad de detener la deforestación y avanzar en restauración de bosques, y tener en cuenta los riesgos sanitarios que provoca la degradación de los bosques tropicales, que puede generar dos pandemias por década.

“Gran parte de la Amazonía está muy cerca del punto de no retorno”, aseguró el científico brasileño, indicando que la estación de sequía se ha extendido de cuatro a cinco semanas durante los últimos cuarenta años, entre otros indicadores.

Salvar a la Amazonía es crucial para la salud del planeta. En la COP16 de deben tomar decisiones que aseguran que las futuras acciones evitarán que se llegue a un punto de no retorno en la degradación de estos y otros ecosistemas críticos. Porque si sucediera esto, poco quedaría para salvar.

Fuente: Econoticias.com - El Periódico Verde.
https://www.ecoticias.com/eco-america/amazonia-pueblos-indigenas-ciencia-colapso

martes, 15 de octubre de 2024

Pueblos Indígenas de la Amazonia


Los pueblos indígenas de la Amazonía
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son grupos étnicos originarios de la cuenca del río Amazonas, una vasta región que abarca partes de varios países sudamericanos, como Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana y Surinam. Estos pueblos han habitado la región amazónica durante miles de años, desarrollando culturas, lenguas, conocimientos y prácticas profundamente conectadas con el entorno natural.
Algunos aspectos clave de los pueblos indígenas amazónicos son:
Diversidad cultural y lingüística:
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Hay cientos de grupos indígenas en la Amazonía, cada uno con su propio idioma y cultura. Entre los más conocidos están los Yanomami, Kayapó, Asháninka, Tikuna, Shipibo-Konibo, Shuar, entre otros. Se estima que en la Amazonía existen alrededor de 400 pueblos indígenas, hablando unas 300 lenguas diferentes.
Relación con la naturaleza:
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Estos pueblos tienen un profundo respeto y conocimiento del entorno natural, dependiendo de la selva para su subsistencia a través de la caza, la pesca, la agricultura, y el uso de plantas medicinales. Su cosmovisión muchas veces está ligada a la naturaleza, con creencias espirituales que involucran el respeto a los seres vivos y a los espíritus de la selva.
Sistemas de vida sostenibles:
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A lo largo de siglos, han desarrollado formas de vida que son sostenibles y respetuosas con el ecosistema amazónico. Por ejemplo, la agricultura de roza y quema, aunque simple, ha sido manejada de manera que no cause un daño permanente al bosque.
Desafíos actuales:
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A pesar de su legado ancestral, muchos de estos pueblos enfrentan graves amenazas debido a la deforestación, la minería ilegal, la expansión agrícola, la construcción de represas y carreteras, y el cambio climático. Además, muchos de estos pueblos luchan por el reconocimiento y la protección de sus territorios, así como por el respeto a sus derechos como pueblos originarios.
En resumen, los pueblos indígenas de la Amazonía son custodios de uno de los ecosistemas más ricos del mundo y su conocimiento tradicional es clave para la conservación de la biodiversidad amazónica.
Comunicación desde la VOZ de los Pueblos Originarios.
#PukioSonqo
@Amalia Ameli Vargas 

martes, 1 de octubre de 2024

La Amazonía perdió 88 millones de hectáreas de bosques desde 1985


En casi cuatro décadas la selva amazónica perdió un 12,5 % de la cobertura que tenía.

La Amazonía perdió en los últimos 39 años (1985-2023) más de 88 millones de hectáreas de bosques, una superficie casi tan grande como la extensión de Venezuela, según los datos generados por un análisis de Mapbiomas Amazonía, una iniciativa de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).

De acuerdo a este estudio, realizado mendiante la comparación de imágenes de satélites, en casi cuatro décadas la selva amazónica perdió un 12,5 % de la cobertura que tenía en 1985.

Este análisis constató que entre 1985 y 2023, en las áreas donde disminuyó el bosque, el uso de suelos para minería legal e ilegal se expandió en 1.063 %, en agricultura 598 % y en ganadería 298 %.

"Así, muchos ecosistemas desaparecieron para dar paso a enormes extensiones de pastos, tierras agrícolas de soya, palma aceitera y otros monocultivos, o se convirtieron en grandes cráteres de agua para la extracción de oro", señaló este lunes la RAISG en un comunicado emitido en Ecuador, uno de los nueve países de la cuenca amazónica.

De acuerdo a este estudio, los bosques inundables se redujeron en 4,5 millones de hectáreas, lo que según los especialistas de la RAISG "pone en serio peligro la abundancia y diversidad biológica de la Amazonía –sobre todo de peces– y, por tanto, la disponibilidad de alimento para las poblaciones aledañas".

El 71 % de la deforestación registrada en este informe se situó en la cuenca del Amazonas, mientras que el 23 % se dio en la sabana tropical El Cerrado (Brasil).

Un 4 % se registró en el bosque seco tropical Chiquitano (Bolivia) y el 2 % restante se dividió en los biomas bosque seco El Chaco (Bolivia-Paraguay), humedal Pantanal (Brasil-Bolivia), Tucumano-boliviano, así como en los Andes y valles de Perú y Bolivia.

Para este estudio, la RAISG consideró como territorio amazónico más de 8,4 millones de kilómetros cuadrados distribuidos entre Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa, lo que incluye las cuencas hidrográficas de los ríos Amazonas, Tocantins-Araguaia y Marajó.


Los dos próximos años, claves

A puertas de la COP16 de Biodiversidad en Colombia, y con miras a la COP30 sobre Cambio Climático en Brasil (noviembre 2025), la RAISG considera estos dos años claves para que los líderes de los Gobiernos y las entidades de incidencia implementen políticas de conservación y restauración más estrictas, a partir de estos focos de pérdida.

“Los principales desafíos son conservar las áreas intactas y de baja degradación, antes de alcanzar el llamado ‘punto de no retorno’ de la Amazonía; y sustituir las actividades actuales por otras que afecten menos al bosque", señaló Karen Huertas, especialista de MapBiomas Amazonía.

En ese sentido, la RAISG incidió en que sólo el 6,5 % de las formaciones naturales que se perdieron en la Amazonía entre 1985 y 2023 fueron en territorios indígenas y áreas naturales protegidas, frente al 93,5% restante que se produjo fuera de estos espacios.

Sin embargo, apuntó que "los pueblos indígenas viven bajo constante amenaza", pues "entre 1985 y 2023, sus territorios tuvieron pérdidas de 3,8 millones de hectáreas de bosques".

"El avance de las áreas agropecuarias, de minería aurífera, de la tala ilegal y de los cultivos para el narcotráfico son algunas de las presiones sobre esos territorios. Una situación que ha puesto en riesgo la seguridad de las comunidades locales y la vida de los líderes ambientales, a la vez que vulnera la diversidad cultural de los países", añadió la RAISG en su comunicado.

Riesgo de una 'sabanización' irreversible

Asimismo, la RAISG advirtió que, "de seguir esta tendencia, en unos años la Amazonía caminará a un proceso de 'sabanización' y 'praderización' irreversible".

"La pérdida de bosques seguirá liberando grandes cantidades de dióxido de carbono, que acelerarán aún más el calentamiento global y reducirán el hábitat de miles de especies", continuó.

Por ello, la secretaria ejecutiva de la RAISG, Angélica García, consideró que "los Gobiernos de los países amazónicos deben actuar de forma coordinada para contener el avance de las presiones y amenazas, como la deforestación, la minería y el narcotráfico, avanzar en alternativas económicas sostenibles y promover la restauración ambiental a escala regional".

La RAISG está conformada por organizaciones de la sociedad civil de seis países amazónicos, orientadas a la sostenibilidad socioambiental de la Amazonía, con el apoyo de la cooperación internacional.

Agencia EFE - 30 de Septiembre de 2024


jueves, 15 de agosto de 2024

Expansión petrolera en la Amazonia amenaza a pueblos indígenas




Los planes de expansión petrolera en la Amazonia amenazan el clima y la biodiversidad en territorios habitados por pueblos indígenas en aislamiento voluntario o de contacto inicial, de acuerdo con mapas divulgados este jueves 8 por organizaciones defensoras del ambiente y de los pueblos originarios.

“En todas partes de la Amazonia, incluso cuando la selva se acerca a un punto de inflexión ecológico, se está matando a pueblos indígenas por interponerse en el camino de las industrias extractivas”, advirtió Fany Kuiru Castro, coordinadora general de la organización regional Coica.

Esa Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), junto al Grupo de Trabajo Internacional para la Protección de Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial, impulsó el mapa e informe sobre la amenazante expansión petrolera, centrado esta vez en Perú.

El reporte destaca que más de 13 000 lugares poblados de la Amazonia (23 %) se encuentran ahora en bloques de producción o exploración de petróleo y gas.

Más de 500 nacionalidades indígenas distintas tienen su hogar en la cuenca del

Amazonas y más de 31 millones de hectáreas de territorios indígenas se encuentran en bloques designados para la producción o exploración de hidrocarburos.

Los mapas y análisis desarrollados por la organización ambientalista Earth Insight muestran que los bloques petrolíferos y gasíferos actuales y propuestos se superponen con 20 %, o 1,6 millones de hectáreas de reservas de pueblos indígenas aislados en Perú, el país con mayor concentración de estos pueblos en la Amazonia.

“En todas partes de la Amazonia, incluso cuando la selva se acerca a un punto de inflexión ecológico, se está matando a pueblos indígenas por interponerse en el camino de las industrias extractivas”: Fany Kuiru Castro.

Earth Insight, basada en Estados Unidos, detectó que en los últimos 10 años se han producido más de 450 derrames de petróleo en la Amazonia peruana. Se calcula que 32 zonas contienen suficiente material contaminado para llenar 231 estadios.

El año pasado, recordó el reporte, una propuesta legislativa intentaba colocar 31 bloques petrolíferos en superposición a 435 comunidades indígenas, comprometiendo la protección de decenas de esas comunidades que viven en aislamiento voluntario.

El informe calza con la conmemoración, este 9 de agosto, del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, dedicado este año a la protección de los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial.

Además de identificar las amenazas, el documento pide que se apoye la protección de las reservas ya creadas, el reconocimiento y la protección de los corredores territoriales transfronterizos, y que todas las partes respeten los convenios internacionales sobre el principio de “no contacto”.

Recordó que las Naciones Unidas reconocen que los pueblos indígenas “tienen derecho a las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o de otra forma utilizado o adquirido”.

Asimismo, que “los Estados reconocerán y protegerán jurídicamente esas tierras, territorios y recursos, y respetarán debidamente las costumbres, tradiciones y sistemas de tenencia de la tierra de los pueblos indígenas de que se trate”.

También el ordenamiento jurídico peruano protege actualmente los derechos y territorios de esos pueblos en aislamiento o de contacto inicial con “reservas territoriales indígenas intangibles” para garantizar sus derechos fundamentales a la vida y a la dignidad.

El año pasado la crítica detuvo en Perú el proyecto de ley que habría permitido a los gobiernos regionales “anular” el reconocimiento de la existencia de los pueblos indígenas aislados, pero se mantienen los riesgos por la expansión en la exploración de petróleo y gas, y otras actividades extractivas, como la minería y la tala.

Los riesgos “son graves y amenazan toda una forma de vida, que tiene mucho que enseñar al mundo sobre cómo vivir en armonía con la naturaleza, en un momento en que más necesitamos esa sabiduría”, dijo Kuiru Castro.

Por otra parte, el informe indica que 80 % de la biodiversidad que queda en el mundo se encuentra en territorios indígenas, y, en Perú, los territorios de los pueblos en aislamiento comprenden algunas de las partes más intactas de la Amazonia, las que actúan como reservas de diversidad biológica.

Así ayudan a regenerar partes de la selva “que ya se tambalean al borde de un punto de inflexión ecológico”, con riesgo de pasar de la selva tropical a la sabana, debido al cambio climático impulsado por los combustibles fósiles y otras presiones humanas. 

Fuente: NODAL - Agosto de 2024
https://www.nodal.am/2024/08/expansion-petrolera-en-la-amazonia-amenaza-a-pueblos-indigenas/

jueves, 8 de agosto de 2024

Las 'chacras' de los pueblos indígenas de la Amazonía nutren, curan y enseñan



Las 'chacras' (huertas, en quechua) que se encuentran en las comunidades indígenas de la Amazonía no son simples cultivos, son una amalgama laberíntica de plantas y árboles que nutren a sus habitantes, les curan y transmiten siglos de aprendizaje.

Sharamentsa, una comunidad de indígenas achuar situada cerca de la frontera de Ecuador con Perú, no es la excepción, y Verónica Tentets enfatiza a EFE la importancia que tienen estos sistemas agrarios trabajados por mujeres, tanto en la vida achuar, como en la de otros pueblos amazónicos.

Es asombrosa la cantidad y variedad de plantas presentes en la chacra por la que Tentets va haciéndose camino: yuca (mandioca), plátano verde, papa china (taro o pituca), papa achuar, piña, guaba (guama o pacay), camote (batata) amarillo y blanco, cebollines, papaya o caña de azúcar, así como un sinfín de árboles maderables y plantas medicinales.

Como en todas las chacras, sus productos son utilizados principalmente para el consumo familiar y de la comunidad; eso sí, en Sharamentsa también venden los productos en su propio Centro de Turismo Comunitario (CTC).

“En vez de irnos al mercado, en la 'chacra' conseguimos todo lo que queremos”, declaró Tentets, a la vez que destacó la importancia de este espacio que deben cuidar con esmero, ya que lo consideran “parte de su vida”.
En estos terrenos la mujer cumple una función clave, pues es la encargada de su gestión y cuidado, así como de la transmisión de los saberes que los rodean y que han pasado de generación en generación.

Tentets relata cómo, en su caso, fue su madre la que le enseñó a limpiar la 'chacra', a extraer la yuca o a sembrar nuevas estacas. En esencia, se traspasa todo el conocimiento necesario para el cuidado de este importante espacio.

No son solo las tareas agrícolas, sino que “las mamás enseñan todos los quehaceres de la mujer achuar”, entre ellos, los conocimientos ancestrales de la cultura o la realización de artesanías como las mocahuas, vasijas hechas de cerámica dónde sirven la chicha.

Tentets comenta también que, aunque tradicionalmente la gestión de las 'chacras' ha sido una tarea eminentemente femenina, las cosas están cambiando en las comunidades y ya algunos hombres también ayudan a sus esposas en el cuidado de estos espacios o a sacar la yuca.

De igual manera, antiguamente el aprendizaje de tareas estaba dividido por género: a los niños les enseñaban los padres y a las niñas, las madres; mientras que ahora, en ocasiones, son ambos padres los que cuidan y enseñan a los niños, adaptándose a los tiempos modernos.

En medio de la exuberante vegetación que deja adivinar que este espacio no se encuentra lejos de una profunda y frondosa selva amazónica, una de las señoras de la comunidad procede a llevar a cabo un 'anent' (canto espiritual) para que la 'chacra' esté sana y sea productiva.

Tentets, haciendo de traductora del canto que se realiza en idioma achuar, explica que en él se canta a Nunkui, considerada como diosa de la producción, dentro de la cosmovisión achuar.

El mito de esta mujer cuenta que antiguamente no existían los productos que hoy consumen y en la comunidad no tenían casi nada para comer. Entonces, unos niños en el río encontraron cáscaras de frutos y decidieron seguir la corriente.

Llegaron hasta una señora que tenía yuca y otros productos, a quien pidieron ayuda. Sin embargo, en lugar de entregárselos, la mujer les ofreció a Nunkui, una niña que tenía el poder de hacer brotar alimentos de la tierra.

Desde entonces, se le dirigen estos cantos a ella, para que asegure la abundancia en la 'chacra', la proteja de plagas y garantice una cosecha fértil.

Tampoco faltan en este espacio multifuncional las plantas medicinales a las que acudir en caso de enfermedad, infecciones o picaduras, aunque Tentets aclara que la mayoría de estas las obtienen en la propia selva.

Algunas de las que sí se cultivan son el jengibre, para tratar problemas de tos y pulmonares, la cúrcuma o el piri piri, para bañar a los niños pequeños y evitar que se enfermen.

Así, en Sharamentsa, la 'chacra' es mucho más que un huerto; es un mercado, una farmacia, así como un espacio de vida, tradición y conocimiento ancestral que se transmite de generación en generación.

Irene Morante De La Hera
Sharamentsa (Ecuador), 6 de Agosto de 2024 (EFE).

Fuente:
Infobae - 6 de Agosto de 2024 https://www.infobae.com/america/agencias/2024/08/06/las-chacras-de-los-pueblos-indigenas-de-la-amazonia-nutren-curan-y-ensenan/


sábado, 13 de enero de 2024

Hallaron una ciudad perdida en el Amazonas donde vivieron 10 mil personas:



Según los investigadores, esta civilización duró unos mil años contemporáneo del Imperio Romano. Tenía edificios erigidos sobre montículos de tierra, campos agrícolas con canales y caminos de 10 a 20 kilómetros de largo.

Los arqueólogos han descubierto un grupo de ciudades perdidas en la selva amazónica que fue hogar de al menos 10.000 agricultores hace unos 2.000 años.

Hace más de dos décadas, el arqueólogo Stéphen Rostain descubrió por primera vez una serie de montículos de tierra y caminos enterrados en Ecuador. Pero en ese momento, “no estaba seguro de cómo encajaba todo”, dijo Rostain, uno de los investigadores que informó sobre el hallazgo el jueves en la revista Science.

Un mapeo reciente mediante tecnología de sensores láser reveló que esos sitios eran parte de una densa red de asentamientos y caminos de conexión, escondidos en las estribaciones boscosas de los Andes, que duró alrededor de 1.000 años.

“Era un valle perdido de ciudades”, dijo Rostain, quien dirige las investigaciones en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia: “Es increíble”.




Los asentamientos fueron ocupados por el pueblo Upano entre aproximadamente el 500 a. C. y el 300 al 600 d. C., un período más o menos contemporáneo del Imperio Romano en Europa, encontraron los investigadores.

Los edificios residenciales y ceremoniales erigidos sobre más de 6.000 montículos de tierra estaban rodeados de campos agrícolas con canales de drenaje. Las carreteras más grandes tenían 10 metros (33 pies) de ancho y se extendían de 10 a 20 kilómetros (6 a 12 millas).

Si bien es difícil estimar las poblaciones, el sitio albergaba al menos 10.000 habitantes, y tal vez hasta 15.000 o 30.000 en su apogeo, dijo el arqueólogo Antoine Dorison, coautor del estudio en el mismo instituto francés. Eso es comparable a la población estimada del Londres de la época romana, entonces la ciudad más grande de Gran Bretaña.

“Esto muestra una ocupación muy densa y una sociedad extremadamente complicada”, dijo el arqueólogo de la Universidad de Florida, Michael Heckenberger, que no participó en el estudio. “Para la región, es realmente único en términos de lo temprano que es”.

José Iriarte, arqueólogo de la Universidad de Exeter, dijo que se habría requerido un elaborado sistema de mano de obra organizada para construir los caminos y miles de montículos de tierra.

“Los incas y los mayas construían con piedra, pero la gente de la Amazonia normalmente no tenía piedra disponible para construir: construían con barro. Todavía es una cantidad inmensa de trabajo”, dijo Iriarte, que no participó en la investigación.

A menudo se piensa que el Amazonas es una “naturaleza prístina con sólo pequeños grupos de personas. Pero los descubrimientos recientes nos han demostrado cuánto más complejo es realmente el pasado”, dijo.

Recientemente, los científicos también han encontrado evidencia de intrincadas sociedades de la selva tropical que precedieron al contacto europeo en otras partes del Amazonas, incluidos Bolivia y Brasil.

“Siempre ha habido una increíble diversidad de personas y asentamientos en el Amazonas, no sólo una forma de vivir”, dijo Rostain. “Simplemente estamos aprendiendo más sobre ellos”.

Fuente 
Misiones On Line - 12 de Enero de 2024
https://misionesonline.net/2024/01/12/hallaron-una-ciudad-perdida-en-el-amazonas/?fbclid=IwAR1g2BxJ76nd2a0Nk5Cmmhc57VESnxxIH_qBl1BIVa_k8-OxHXWCzb-bx0s


lunes, 23 de octubre de 2023

Más de 10.000 sitios arqueológicos precolombinos permanecen inexplorados en la selva amazónica


Una nueva investigación combina un sistema de detección remota con un modelo de distribución espacial predictivo y concluye que aún quedan por descubrir entre 10.272 y 23.648 yacimientos arqueológicos a gran escala en la Amazonia.

Debajo de los árboles de la selva amazónica se esconden los restos arqueológicos de lo que hace tiempo fue una gran aldea construida por comunidades indígenas precolombinas antes de la llegada de los europeos a América. La antigua ciudad tenía calzadas elevadas, estanques artificiales, diques, zanjas, cementerios, caminos con andenes, presas para peces, y estaba ubicada en lo que ahora conocemos como la cuenca del río Xingú, al sur de la Amazonia brasilera. Estas ruinas, que permanecen ocultas por la tupida vegetación del bosque, fueron descubiertas por un grupo de científicos gracias a un sistema especial de detección remota llamado LiDAR, que usa rayos láser para mapear pequeños cambios en la topografía del suelo de la selva y permite reconstruir en tres dimensiones lo que hay en la superficie.

Vinicius Peripato y Luiz Aragão, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, lideraron un trabajo de más de cinco años en el que sobrevolaron 5.315 kilómetros cuadrados en una región de la Amazonia con drones y aviones equipados con el sistema LiDAR. Solo en esa pequeña extensión de tierra, que representa el 0,08% de los siete millones de hectáreas que tiene el bosque tropical más grande del mundo, encontraron 24 nuevos yacimientos arqueológicos similares a la antigua aldea. Decidieron, entonces, combinar sus hallazgos con un modelo de distribución espacial predictivo que permitió establecer un estimado de los movimientos de tierra producidos por comunidades en toda la selva hace más de 500 años. Los resultados del estudio, publicado este jueves en la portada de la revista Science, revelan que aún quedan por descubrir entre 10.272 y 23.648 estructuras arqueológicas precolombinas de gran escala en la Amazonia.

El origen del trabajo fue una pregunta imposible de responder sin la tecnología actual: ¿dónde y cuántos sitios precolombinos están escondidos bajo el dosel del bosque amazónico? Hasta el momento de la investigación, científicos de los nueve países que componen la selva (Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam y Guayana Francesa) habían descubierto cerca de 950 sitios arqueológicos usando los datos satelitales de alta resolución que proporciona Google Earth. El problema era que solo se veían los movimientos de tierra que había en áreas deforestadas. Lo que está debajo de los árboles permanecía oculto. El sistema LiDAR, que significa “Detección y alcance de luz”, cambió todo.

En entrevista con EL PAÍS, Peripato explica que este sensor aéreo es una tecnología avanzada de teledetección que “ha revolucionado la forma en que obtenemos información sobre la superficie de la Tierra y sus características tridimensionales”. Ya no hay que talar el bosque para saber lo que hay dentro de él. En los últimos años, LíDAR también se usó para descubrir la compleja red urbana y rural que tenían los mayas a lo largo de Mesoamérica: “Los sitios arqueológicos mesoamericanos presentan características muy diferentes a los del Amazonas por la variedad en los materiales de construcción: los mayas usaban piedra y los indígenas del Amazonas, tierra. La tecnología LíDAR ha mejorado sustancialmente nuestra comprensión espacial de la arqueología en sitios con paisajes boscosos”, se lee en el artículo científico.

Peripato cuenta que entre los 24 yacimientos arqueológicos encontraron sitios de defensa y ceremoniales en el suroeste de la Amazonia, conocidos como geoglifos. “La presencia de urnas funerarias dentro de este tipo de sitios, y la ausencia de suelos y cerámicas antropogénicas, son evidencia de que el uso de estas estructuras se limitaba a reuniones religiosas y comunitarias”, dice el investigador. También hallaron montañas conquistadas por comunidades indígenas en el Escudo Guayanés que fueron utilizadas para funciones ceremoniales y domésticas, y sitios ribereños en llanuras de la Amazonia central que se utilizaron para recolectar peces durante el aumento y la caída de los niveles de los ríos.

Carolina Levis, coautora del trabajo y docente de la Universidad Federal de Santa Catarina, explica en un comunicado de prensa que esta investigación ayuda a desmentir la idea generalizada de que la Amazonia es un vasto bosque virgen. “El trabajo nos muestra que hay muchas áreas de la selva que ya han sido objeto de extensas obras de ingeniería, cultivo y domesticación de plantas por parte de sociedades precolombinas”, dice Levis. Y añade: “estos sitios arqueológicos son prueba de que las comunidades indígenas dominaron sofisticadas técnicas de manejo de tierras y plantas, que, en algunos casos, aún están presentes en los conocimientos y prácticas actuales que pueden inspirar nuevas formas de convivir con el bosque sin necesidad de su destrucción”.

La investigación, además, es un paso importante para pensar la selva amazónica no solo como un espacio de biodiversidad animal y vegetal, sino como una gran fuente de investigaciones arqueológicas. Antes teníamos la certeza de que en la cuenca del río Amazonas viven 427 especies de mamíferos, 1.300 especies de aves, 378 especies de reptiles y más de 400 especies de anfibios. Ahora sabemos que en la superficie tapada por el bosque hay más de 10.000 movimientos de tierras de gran escala que pueden guardar las claves para entender mejor las costumbres y la cultura de las comunidades indígenas que habitaron la selva por miles de años.

Luiz Aragão dice a EL PAÍS que el mapa también permite demostrar que en regiones con alta probabilidad de encontrar sitios arqueológicos hay un aumento en la densidad de especies de árboles domesticados. “Este fue un resultado interesante porque muestra que las poblaciones precolombinas tenían una relación muy estrecha con especies que les proporcionaban bienestar, sobre todo alimento y fibras. De allí se puede concluir que manipularon el ecosistema para aumentar la densidad de estas especies”. De hecho, la investigación muestra que la cantidad de plantas y árboles de frutas y nueces comestibles aumentó significativamente en los lugares donde se cree que están ubicados los yacimientos arqueológicos. Los autores identificaron relaciones entre la probabilidad prevista de movimientos de tierras y la aparición y abundancia de especies de árboles domesticados y encontraron una asociación significativa entre ambas. “Esto sugiere que las prácticas activas de manejo forestal indígena precolombino han dado forma durante mucho tiempo a la ecología de los bosques modernos en toda la Amazonia” dice el artículo.

A pesar de lo novedoso de la investigación, Aragão es prudente al señalar sus limitaciones. Ante la pregunta de si es posible concluir que en la Amazonia hay más de 10.000 sitios arqueológicos precolombinos inexplorados, responde que sí con contundencia, pero es claro en que es una estimación. “Con base en la cantidad existente de estructuras conocidas y nuestro modelo de predicción, esperamos que muchos sitios aún estén ocultos debajo del dosel. Por supuesto, esta es una estimación basada en métodos estadísticos y tiene incertidumbres. Pero es muy probable que haya miles de sitios arqueológicos que estén ahí por descubrir”, explica a EL PAÍS.

Hans ter Steege, coautor del trabajo e investigador del Centro de Biodiversidad Naturalis y de la Universidad de Utrecht, afirma que estos sitios arqueológicos deben estar concentrados en unas zonas específicas de la selva: “Predecimos que el 90% del bosque amazónico tiene muy pocas posibilidades de tener movimientos de tierra, por lo que este tipo de modificación puede haber ocurrido principalmente en el 10% de su área”, dice el científico en un comunicado.

Aunque todavía no se conocen bien ni el tamaño ni las características de los miles de yacimientos arqueológicos de la selva, este trabajo abre nuevos caminos de investigación para que futuros científicos tengan una brújula para saber donde explorar. “Los bosques amazónicos merecen protección no sólo por su valor ecológico y ambiental sino también por su alto valor arqueológico, social y biocultural, que puede enseñar a la sociedad moderna cómo gestionar de manera sostenible sus recursos naturales”, concluye la investigación.

POR JUAN MIGUEL HERNÁNDEZ BONILLA

Periodista de EL PAÍS en Colombia. Ha trabajado en Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS, en Madrid, y en la Unidad Investigativa de El Espectador, en Bogotá. En 2020 fue ganador del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Estudió periodismo y literatura en la Universidad Javeriana.

Fuente:
El País - 5 de Octubre de 2023
https://elpais.com/ciencia/2023-10-05/mas-de-10000-sitios-arqueologicos-precolombinos-permanecen-inexplorados-en-la-selva-amazonica.html





miércoles, 7 de septiembre de 2022

Presentan informe urgente para proteger la Amazonía



La protección del 80 por ciento de la Amazonía es necesaria, posible y urgente. Así lo afirma el informe "Amazonía a Contrarreloj: dónde y cómo proteger el 80% al 2025". El diagnóstico presentado por investigadores y líderes indígenas amazónicos de nueve países, revela nuevas evidencias de que la Amazonía se encuentra inmersa en un punto de no retorno.

Ello debido a las altas tasas de deforestación y degradación, que combinadas alcanzan ya el 26% de la región. Sin embargo, un 74% restante de bosques sigue en pie y requiere protección inmediata, refiere.

Asimismo, el documento explica que existe una correlación directa entre la destrucción de los bosques amazónicos y los asesinatos a líderes y lideresas indígenas defensores de dichos territorios.

“La Amazonía es la salvación del planeta. Sin los pueblos de la Amazonía la humanidad no vivirá”, aseveró Gregorio Díaz Mirabal, líder de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

“Lo que viene ocurriendo en la Amazonia en los últimos 20 años no tiene precedentes. Cada año se pierden 2 millones de ha de bosques”, advirtió Marlene Quintanilla, directora de Investigación de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAIGS).

Asimismo, explicó que los incendios se han ido intensificando y que 17 millones de ha están bajo el fuego, registrándose aumentos en los últimos 3 años pese a la pandemia.

Por ello, se invocó a reconocer el rol clave de los territorios indígenas en la protección de la Amazonía, ya que existen 100 millones de ha que requieren ser atendidas y demarcadas a favor de los pueblos indígenas.

La investigación fue liderada por RAISG, así como por los organismos coordinadores, COICA y Stand.earth. Asimismo, se da en el marco de la iniciativa “Amazonía por la Vida: protejamos 80% al 2025”.

Cabe recordar que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) aprobó la propuesta indígena de proteger el 80% de la Amazonía al 2025, la cual impulsó la COICA en el congreso de Marsella (2021).

El documento contiene 11 conclusiones que explican la gravedad de la situación de la Amazonía. Sin embargo, los investigadores advierten que aún se puede hacer algo por evitar el escenario de crisis.

Para ello, también se brindan 13 propuestas, entre las que destacan el reconocimiento de 100 millones de ha de territorios indígenas, moratorias para salvaguardar los ecosistemas intactos y con baja degradación, un modelo incluyente de cogobernanza, entre otras.
La emergencia climática

“Esta emergencia no es solo de los pueblos sino del mundo", dijo Gregorio Díaz Mirabal durante la conferencia de presentación del informe, efectuada en el marco de la V Cumbre Amazónica de la COICA, que este año se desarrolla en la ciudad de Lima.

“Hemos convocado a esta quinta cumbre con el objetivo fundamental de tener un espacio de diálogo que termine en un plan de acción a corto, mediano y largo plazo, y nosotros estamos poniendo como eje central salvar la Amazonía en un 80 por ciento”, remarcó Diaz Mirabal.

Cabe destacar que la cumbre tiene por objetivo contar con un plan de acción ante diversas problemáticas indígenas (titulación, cambio climático, defensores, etc.) que generen alianzas con compromisos que conlleven un financiamiento para su realización.

Por SERVINDI
Fecha: 7/9/2022