Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.
Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.
Mostrando entradas con la etiqueta Desmonte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Desmonte. Mostrar todas las entradas
lunes, 29 de enero de 2024
domingo, 29 de mayo de 2022
𝐄𝐥 𝐆𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐌𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐨𝐫𝐝𝐞𝐧𝐨́ 𝐟𝐫𝐞𝐧𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐨𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐕𝐚𝐥𝐥𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐊𝐮𝐧̃𝐚 𝐏𝐢𝐫𝐮́ 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐃𝐞𝐫𝐞𝐜𝐡𝐨𝐬 𝐈𝐧𝐝𝐢́𝐠𝐞𝐧𝐚𝐬
La lluvia suele ser un buen augurio, y este viernes, sin dudas, trajo alegría. Las Comunidades Ka´a Kupe, Yvy Chĩ, Ko’ẽ Ju Mirĩ, Tajy Poty y Ko’ẽ Ju -que habitan el Valle del Kuña Piru, sobre la Ruta Provincial 7- recibieron una noticia que infundió una gota de esperanza y reafirmó la convicción en que la lucha da sus frutos.
El Gobierno de Misiones decretó el cese de todo tipo de actividad de la empresa CARBA en el territorio indígena relevado por Ley 26160 y el inicio de un proceso de consulta previa, libre e informada a las Comunidades, como debió hacerse desde un principio. Indicó también al Ministerio de Ecología acogerse a esta normativa, que marca una nueva línea en cuanto a los conflictos con las Comunidades respecto al manejo de los montes nativos.
El enfrentamiento con la empresa CARBA, que lleva al menos dos décadas, significó mucho dolor para las Comunidades. Vieron frente a sus ojos la destrucción del monte nativo -su casa-, las motosierras cortando sus árboles y la desidia del Estado que por años decidió mirar para el costado.
Sin embargo, hoy se dio un paso firme, producto de la lucha incansable de los Mbya por sus territorios, con la firma de un decreto reparatorio por parte del Gobernador Herrera Ahuad. Entre sus considerandos se menciona el incumplimiento estatal de su obligación de consulta previa, libre e informada, por demás obligatoria, sobre todos los actos que afecten a los recursos naturales y territorios ancestrales de los Pueblos Indígenas, haciendo mención de los marcos legales que los amparan, como la Constitución Nacional, la Ley 26160 y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Hoy sentimos que cuando se quiere solucionar y comprender, es fácil de hacer. Esto significa el compromiso de escuchar a las Comunidades. Siempre se necesita el compromiso del Gobierno, porque son los responsables y quienes deben estar cerca de las Comunidades”, expresó Mario Borjas, mburuvicha de Tekoa Ka’a Kupe.
Aseguró que hoy sienten alivio, “pero por dentro tenemos sufrimiento y no nos olvidamos del impacto que hemos pasado, varias situaciones por defender la naturaleza”.
Por eso, Mario Borjas espera que esto sea un comienzo y que “siempre sea así, que las Comunidades Indígenas sean escuchadas y sean partícipes”.
El monte no es un bien económico para los Mbya. Es su casa, donde producen y reproducen cultura, de donde se sirven los alimentos, techo, medicinas y donde pueden ser libres de ser quienes son.
“Sin Mbya no hay monte y sin monte no hay Mbya” dijo -en oportunidad de recibir su título de Doctor Honoris Causa de la UNaM- Bartomeu Melià.
La profunda descripción que dio M. Borjas marca con claridad absoluta la relación de los Mbya con la selva, por eso la herida aún sigue abierta, porque lo perdido no se recupera: “Siento fuerte el golpe de haber perdido la naturaleza, que es una vida para nosotros y cuando la perdemos sentimos debilidad espiritual”.
Sin embargo, hoy primó la alegría. Con mucha emoción, Borjas agradeció el compromiso que tomó en este caso el Estado provincial y también a la abogada Roxana Rivas quien tiene a su cargo pleitos judiciales que involucran a varias Comunidades Mbya en Misiones.
“Seguiremos llevando nuestros reclamos porque queremos que el título de propiedad quede en manos de la Comunidad, sabemos que esto también es un proceso. Seguiremos luchando por nuestros territorios porque son nuestros, porque somos los primeros habitantes de lo que hoy es Argentina”, cerró.
En un clima de alegría y bajo la lluvia, el mburuvicha Mario Borjas agradeció el compartir y la tranquilidad de estar cada uno en su casa, con su familia, disfrutando de las simplezas de la vida. Hoy se fortaleció la esperanza de que no todo está perdido.
Fuente:EMIPA - ENDEPA
28 de Mayo de 2022
Comen
jueves, 16 de diciembre de 2021
Misiones: Una aldea mbya guaraní denunció tala y desmonte empresarial en una zona protegida por la ley indígena
Integrantes de la comunidad ubicada en San Pedro, Misiones, detectaron topadoras de la empresa Harriet/Larrague dentro de su territorio y relevaron una tala de más de medio centenar de árboles. "El monte es nuestra vida y el futuro de nuestros hijos”, reclamó un cacique.
Por:Luciana Rosende@lucianamagali
Para Tiempo Argentino - 14 de Diciembre de 2021
Integrantes de la aldea Mbya Guaraní Alecrin –en San Pedro, Misiones- recorrían el jueves pasado su territorio, como hacen habitualmente, cuando se encontraron maquinarias y personal de la empresa Harriet/Larrague. Habían talado medio centenar de árboles, en una zona de bosque nativo y amparada por la Ley 26.160, que resguarda a comunidades indígenas. Tres caciques encabezaron una movilización hasta la entrada de la compañía y esperan respuestas del Ministerio de Ecología provincial. Si el desmonte sigue, volverán a la ruta.
“Los chicos fueron a recorrer nuestro monte, su trabajo diario, y vieron movimiento raro dentro del territorio demarcado por la ley. Vieron máquinas, personas trabajando, una topadora, campamento de obrajeros. Vinieron a avisarme. Hicimos la denuncia en la comisaría y en Ecología. Ellos vinieron a mirar, a hacer una inspección, anotaron los árboles. Y dicen que están autorizados para sacar la madera, que Ecología dio el permiso de desmonte. Estamos cansados de esto. Sabiendo que hay comunidades indígenas y demarcación territorial por ley nacional, siguen haciendo estas cosas”, se quejó Sebastián Benítez, cacique de Alecrin, en diálogo con Tiempo.
Según lo que pudieron relevar en la comunidad, se llevaron 51 árboles talados. “Muchas veces ya nos pasó. Nosotros pedimos que paren, que no talen más en el lugar demarcado. Por eso nos movilizamos con tres caciques de la comunidad. Estuvimos cerca de la ruta y cortando la entrada a la empresa. Mandé a investigar a los chicos de vuelta a ver si pararon de cortar y se llevaron todo el domingo, todo lo que habían cortado. Estamos pidiendo también que nos digan adónde se llevaron la madera”, reclamó.
El referente de la aldea indicó además que recibió el llamado del Ministerio de Ecología y que la tala está frenada “hasta ver todos los papeles. Estamos esperando. Si no cumplen, volvemos a la ruta y cortamos”. El cacique remarcó lo que representa el desmonte para la aldea: “Nuestra comunidad vive tradicionalmente. Vivimos del monte, del agua, de la naturaleza, de los bichos que hay en el monte. Si nos sacan el monte, ¿qué vamos a conseguir? El monte es nuestra vida y el futuro de nuestros hijos”.
“Solicitamos al Sr. Gobernador de la Provincia Oscar Herrera Ahuad y al Ministro de Ecología Víctor Kreimer, que de manera urgente se declare la nulidad del plan de manejo que autoriza la extracción de especies nativas en el territorio de la comunidad Mbya Guaraní Tekoa Alecrin y se suspendan de manera definitiva todo tipo de actividad extractiva”, dice la solicitada que cuenta con la adhesión del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Misiones. El documento agrega que “la comunidad Tekoa Alecrin nunca fue consultada para la aprobación de dicho plan, es por ello que el mismo es nulo”.
La Ley 26.160, que prohíbe desalojos de aldeas originarias de sus territorios ancestrales, contempla también la realización de relevamientos de comunidades como la Mbya Guaraní Tekoa Alecrin, incorporada al registro desde 2009. La normativa fue prorrogada el mes pasado por decreto presidencial a días de su vencimiento, el 23 de noviembre último, en medio de fuertes reclamos de pueblos indígenas que advertían sobre la “masacre” que se produciría sobre su territorio sin esa normativa.
Fuente: Tiempo Argentino - 14 de Diciembre de 2021
miércoles, 25 de enero de 2017
Inundaciones, la costumbre de culpar al clima (Argentina)
El monte
nativo absorbe diez veces más agua que un campo desmontado para soja. Las ONG
cuestionan que el Gobierno tome como interlocutores a los representantes del
desmonte y responsabilice al clima por las inundaciones.
En un ciclo de lluvia,
inundación, el agro que culpa al clima, millonarias pérdidas económicas,
el gobierno ofrece subsidios y promete obras. Y el círculo reinicia en el
próximo temporal. Sucede de forma periódica y, estas semanas, tocó a regiones
de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. “No es el clima, es el modelo
agropecuario”, resumió la ONG Naturaleza de Derechos, dedicada al derecho
ambiental. En el mismo sentido apuntaron organizaciones socioambientales que
recordaron que, agronegocios mediante, Argentina es líder mundial en
desmonte. Estudios muestran la influencia del cambio del uso del suelo.
El monte nativo absorbe
300 milímetros de agua por hora. Una pastura convencional (donde hay ganado)
100 milímetros. Y un campo con soja apenas 30 milímetros por hora. Lo
precisó una investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA),
difundida por este diario en abril pasado, cuando zonas de Córdoba y Buenos
Aires sufrieron inundación. Nicolás Bertram, del INTA Marcos Juárez (Córdoba),
uno de los autores del trabajo, remarcó que “los excesos hídricos no se deban a
la falta de obras ni al exceso de lluvias, sino más bien a la agriculturización
de las últimas dos décadas principalmente”.
“Ascenso de
napas en la región pampeana: ¿Incremento de las precipitaciones o cambios en el
uso de la tierra?”, es el título del trabajo académico (firmado junto a
Sebastián Chiacchiera). Analizaron las lluvias de los últimos cuarenta años y
los cambios en el modelo agropecuario (sojización y expulsión de ganadería),
entre otras variables. Bertram lo explicó: “La napa estaba a diez metros de
profundidad y hoy está a menos de un metro de la superficie. Los suelos están
saturados, no pueden absorber más. Es como si antes teníamos una maceta grande
y echábamos un balde de agua. Ahora la maceta es diez veces más chica pero
echamos el mismo balde de agua”.
En 2015,
frente a una inundación en Córdoba, el entonces gobernador José Manuel de la Soja culpó
a la naturaleza: “Fue un tsunami que vino del cielo”. Ante los actuales
anegamientos, la Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid,
empresarios del agronegocio y del modelo transgénico) dijeron: “Catástrofe
climática. Las inundaciones en el centro del país, producto del temporal,
dejaron al agro en alerta roja”.
Horacio
Brignone, de la campaña Paren de Fumigar (con agrotóxicos) de Santa Fe denunció
que las autoridades sólo tomen como interlocutor al sector del agro: “Ante las
inundaciones, subsidian al sector responsable de las mismas. Parece que al agua
la van a parar con subsidios, exportaciones y ‘producción’. Hacen siempre lo
mismo y esperan resultados diferentes”. Y compartió el comunicado del Centro de
Protección a la Naturaleza (Cepronat), parte de la Campaña Paren de
Fumigar: “El modelo agrobiotecnológico agrava las inundaciones. La
aplicación del paquete de transgénicos, agrotóxicos y siembra directa significó
la subida de las capas freáticas. El monocultivo de soja y sus
agroquímicos producen una impermeabilización del suelo. De esa forma, el agua
no penetra, no absorbe y simplemente corre e inunda”.
El comunicado
está fechado en agosto de 2015, pero volvió a circular esta semana. Carlos
Manessi, de Cepronat, explica: “Tiene total vigencia y por eso lo compartimos”.
Cuestionó que el sector empresario y político solo mencione el cambio climático
o el fenómeno conocido como “El Niño”.
La
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron durante los últimos
25 años. En el país se arrasaron 7,6 millones de hectáreas, un promedio de
300.000 hectáreas al año. Hernán Giardini, de Greenpeace, afirmó: “Todos los
años somos testigos de grandes inundaciones. No es casualidad ni un fenómeno
natural. Es consecuencia de la ausencia de una política ambiental nacional que
proteja a nuestros bosques y humedales de los incendios, de los desmontes por
el avance de la soja, la ganadería intensiva y los desarrollos
inmobiliarios”.
La localidad
de Chabás, al sur de Santa Fe, es una de las localidades más afectadas por la
inundación. Los vecinos cortaron la ruta nacional 33 y pidieron obras de
infraestructura, canales y bombas para desagotar. Miguel Fabrro, junto a otros
grupo de vecinos, no descartó la importancia de las obras pero marcó otras
causas: “Es el modelo extractivista. Chabás tiene trece cuadras por trece, en
medio de un mar de soja. El agua empezó a venir del campo sin que
esté lloviendo en el pueblo. En 2 horas teníamos el 70 por ciento de las calles
con agua”.
Córdoba es una
de las provincias más inundadas. Laboulaye, Las Varillas, Villa Huidobro,
Adelia María, Chazón, San Francisco, Oncativo y Morteros, están en las
localidades más afectadas. Darío Avila, abogado especializado en derecho
ambiental y parte de la APDH Córdoba, llamó la atención: “Qué casualidad. Todas
zonas del agronegocio, corazón sojero”. El gobierno de Córdoba impulsa una ley
para desmontar nuevas regiones y avanzar con el agronegocio.
Escrito>Darío
Aranda
Fuentes> Ecoportal.net
Diario Página
12 – 23 de Enero de 2.017
martes, 27 de diciembre de 2016
Inundaciones y desmonte...
"El clima está loco". "Llovió más de
la media..."
En Argentina se produce el 4,3 por ciento del
desmonte mundial y se arrasa una hectárea cada dos minutos...
Darío Aranda
miércoles, 6 de julio de 2016
martes, 5 de julio de 2016
miércoles, 27 de enero de 2016
La humanidad ya ha destruido la mitad de todos los árboles del planeta
En el mundo hay tres billones de
árboles, 422 por persona, según el recuento más preciso hasta la fecha.
A este ritmo de deforestación,
desaparecerán en 300 años.
Es el tipo de pregunta que deja sin
guardia a cualquier padre y que ni las mejores mentes han podido responder de
forma satisfactoria: ¿Cuántos árboles hay en el mundo?.
Un nuevo estudio acaba de aportar el
cálculo más preciso hasta el momento y los resultados son sorprendentes, para
lo bueno y para lo malo. Hasta ahora se pensaba que hay 400.000 millones de
árboles en todo el planeta, o 61 por persona. El recuento se basaba en imágenes
de satélite y estimaciones del área forestal, pero no en observaciones sobre el
terreno. Después, en 2013, estudios basados en recuentos directos confirmaron
que solo en el Amazonas hay casi 400.000 millones de árboles, por lo que la
pregunta seguía en el aire. Y se trata de un dato crucial para entender cómo
funciona el planeta a nivel global, en especial el ciclo del carbono y el cambio
climático, pero también la distribución de especies animales y vegetales o los
efectos de la actividad humana en todos ellos.
El nuevo recuento, que publica
hoy la revista Nature, muestra que en realidad hay tres billones de árboles en
todo el planeta, unas ocho veces más que lo calculado anteriormente. De media
hay 422 árboles por cada humano.
La cuenta por países destapa una
enorme desigualdad, con ricos como Bolivia, con más de 5.000 árboles por
persona, y pobres de solemnidad como Israel, donde apenas tocan a dos. Gran
parte del contraste se debe a factores naturales como el clima, la topografía o
las características del suelo, pero también al efecto inconfundible de la
civilización. Cuanto más aumenta la población humana, más disminuye la cuenta
de árboles. En parte se explica porque la vegetación prospera más donde hay más
humedad, los lugares que también preferimos los humanos para establecer tierras
de cultivo.
El trabajo
calcula que, cada año, las actividades humanas acaban con 15.000 millones de
árboles. La pérdida neta, compensando con la aparición de nuevos árboles y la
reforestación, es de 10.000 millones de ejemplares. Desde el comienzo de la
civilización, el número de árboles del planeta se ha reducido en un 46%, casi
la mitad de lo que hubo, indica el estudio, publicado hoy en Nature.
Si este ritmo de destrucción sigue
sin cambios, los árboles desaparecerán del planeta en 300 años. Son tres
siglos, unas 12 generaciones. “Ese es el tiempo que queda si no hacemos nada,
pero tenemos la esperanza de que podremos frenar el ritmo y aumentar la
reforestación en los próximos años para aliviar el impacto humano en los
ecosistemas y el clima”, explica Thomas Crowther, investigador de la
Universidad de Yale (EE UU) y primer autor del estudio.
![]() |
Infografía: Nature - Diario El País (España) |
Europa deforestada
Hace dos años, representantes de la “Campaña
de los 1.000 millones de árboles” de la ONU para replantar parte de la
vegetación perdida necesitaban saber cuánto impacto estaban tendiendo sus
esfuerzos. Contactaron a Crowther, que trabaja en la Escuela de Estudios
Forestales y Medioambientales de Yale, para preguntarle cuántos árboles hay en
el mundo y cuántos en las diferentes regiones donde trabajan. Fue el comienzo
del presente estudio, firmado por 38 investigadores de 14 países. Juntos
recopilaron datos de la densidad forestal tomados en más de 400.000 puntos de
todos los continentes menos la Antártida. Dividieron la Tierra en 14 tipos de
biomas, o paisajes bioclimáticos, estimaron la densidad de árboles en cada uno
de ellos basándose en imágenes de satélite y comprobaron su fiabilidad con las
medidas sobre el terreno. Por último compusieron el mapa global de árboles más
preciso que se ha hecho nunca, en el que cada píxel es un kilómetro cuadrado.
Los resultados muestran que la mayor
densidad de árboles se encuentra en los bosques boreales y de las regiones
subárticas de Rusia, Escandinavia y Norteamérica. La mayor extensión de bosques
está en los trópicos, con el 43% de todos los árboles del planeta. Los bosques
del norte solo contienen el 24% del total de ejemplares y el 22% está en zonas templadas.
Europa es una de las zonas más
castigadas. “Antes de la civilización, toda Europa era un gran bosque, pero la
presión humana debido al desarrollo agrícola, industrial y urbano convierten a
esta región en una de las más deforestadas en todo el mundo”, detalla Crowther.
En España hay 11.300 millones de árboles, 245 por persona.
Fuente: El País (España) – 3 de
Septiembre de 2.015
jueves, 23 de julio de 2015
Millonario sueco compra 200 mil héctareas de bosque a una compañía dedicada a la tala, solo para preservarlos
Johan
Eliasch, magnate sueco, estaba “harto de ver a los políticos hablar y no hacer
nada”. Entonces se fue a Brasil y adquirió una parcela de selva amázonica de
200 mil hectáreas, con la intención de protegerla. Al igual que Eliasch, otros
magnates decepcionados por las políticas medioambientales públicas han decidido
intervenir privadamente en defensa del planeta comprando tierra. Su ejemplo
está despertando un vivo debate, con aplausos y duras críticas procedentes
sobre todo de las comunidades locales afectadas.
Cada
año la Tierra pierde el equivalente al tamaño de Portugal de sus bosques.
El
mundo se desangra por sus bosques y hay quien para evitarlo se apunta a una ONG
y otros, como Johan Eliasch, se largan a Brasil a comprarse una parcela de
selva amazónica gigantezca. Son formas diferentes de lograr un mismo objetivo.
Y el sueco Eliasch, y tremendamente millonario, lo tiene claro: “Estaba harto
de ver a los políticos hablar y no hacer nada”.
Eliasch
es vice-tesorero del partido conservador británico, dueño de la marca deportiva
Head y miembro de una familia de potentes empresarios. Su perfil dista años luz
del estereotipo del activista conservacionista, pero los hechos dicen que se
trata del nuevo gran adepto a la que algunos definen la filosofía del colonialismo
verde. No es un club de masas, pero Eliasch está en buena y cada vez más amplia
compañía. Los miembros del imaginario club cuentan todos con dos atributos
fundamentales: conciencia verde y cartera envidiable. Piensan que ante el
fracaso de las políticas públicas, mejor actuar por su cuenta. Y donde
aterrizan, no se tala o urbaniza ni un metro cuadrado.
Así
es en las tierras adquiridas por Eliasch, ubicadas en el noroeste de Brasil,
cerca de la ciudad de Manicoré. El empresario no quiso contar cuánto pagó por
ellas. Pero, por una vez, el precio no importa. Lo que cuenta es el motivo: “La
lucha contra el cambio climático”, dice. La defensa de la Amazonia no es sólo
un asunto de biodiversidad.
“La
deforestación es una de las mayores fuentes de emisiones de CO2?, argumenta
Eliasch. Los árboles capturan CO2. Cuando se talan, dejan de hacerlo. Y cuando
se queman, sueltan a la atmósfera el carbono almacenado. Y se talan y queman
mucho. Pese a campañas y esfuerzos, la deforestación mantiene su salvaje ritmo
en África e incluso lo aumenta en América Latina con respecto a los noventa.
África perdió el 9% de sus selvas entre 1990 y 2005. América Latina, el 7%,
según datos ONU. La deforestación causa entre el 12% y el 14% de las emisiones
globales de CO2. “Comprar y proteger selva pluvial es el camino por el que un
particular puede tener un impacto directo y significativo en la lucha contra el
cambio climático”, dice. El magnate cuenta con un equipo de “unas cien
personas” para proteger su tierra.
La
llegada de Eliasch supuso que algunos perdieran su fuente de ingresos. Talar,
ya no se puede. Y no van a aparecer hoteles o resorts en la parcela del sueco.
Por ahí va una de las críticas que con frecuencia se hacen a los nuevos mecenas
verdes, a los que se ve como un obstáculo al desarrollo. ¿Por qué hay que
solucionar en los países en desarrollo problemas causados por los
desarrollados?, se pregunta en medios y foros de comunidades afectadas.
“Entiendo
el argumento”, contesta Eliasch. “Pero el punto es que yo, como ciudadano, no
voy a lograr que Volkswagen reduzca el nivel de emisiones de sus motores. Ésta
es la manera en que puedo conseguir resultados. Por ello actúo, e intento
colaborar con las comunidades locales para que conservar el bosque se convierta
en un interés superior a arrasarlo. Hay que encontrar la manera de hacer que
una selva tenga más valor de pie que talada”. ¿Cómo? “Yo he concedido a los
locales el derecho de cosechar frutos en mi tierra. Es sólo un paso. A nivel
mundial, hay que otorgar un valor apropiado a la conservación de las selvas”,
por ejemplo en los mercados de derechos de emisiones.
Ecoportal.net
martes, 31 de marzo de 2015
Desmonte – Dúo Coplanacu
Como
quema el fuego el monte
como sopla el viento y quema
así queman las historias
ay ay ay de mi tierra.
Desde que tengo memoria
esta es mi cuna y mi sol
donde se crían mis hijos
donde me he criado yo.
Monte y cuna de la magia
del asombro y del misterio
cuando el chango me adentraba
en el monte de otros tiempos.
como sopla el viento y quema
así queman las historias
ay ay ay de mi tierra.
Desde que tengo memoria
esta es mi cuna y mi sol
donde se crían mis hijos
donde me he criado yo.
Monte y cuna de la magia
del asombro y del misterio
cuando el chango me adentraba
en el monte de otros tiempos.
Nido por el suelo
pajarito vuela
diablo del desmonte
uy uy que no vuelva.
Que será de los veranos
sin el árbol sin la sombra
sin coyuyos en la tarde
sin colores sin aroma.
Han de aprender a llorar
los pájaros que se han ido
nadie sabe del sachayoj
que es un desaparecido.
La tierra me daba todo
le daba todo a la tierra
me he quedao sin a quien darle
mi esperanza y mi tristeza.
le daba todo a la tierra
me he quedao sin a quien darle
mi esperanza y mi tristeza.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)