Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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jueves, 6 de junio de 2024

El Paraíso estuvo en África.


Cómo se ve en el dibujo, así era el «paraíso» terrenal hace 1,8 millones de años.

Científicos reconstruyen el paisaje que habitaban los primeros antepasados humanos en la garganta de Olduvai, en Tanzania
Es una recreación artística de un hábitat humano en África de hace 1,8 millones de años

Hace 1,8 millones de años, antepasados humanos que parecían un cruce entre los simios y nosotros mismos, vivían en la garganta de Olduvai, en Tanzania . Tenían acceso a alimentos, agua y refugio a la sombra, incluso un buen número de herramientas de piedra con bordes afilados, pero, como dice un equipo de científicos de la Universidad de Rutgers, «su vida no era un picnic». En realidad, ese paraíso primitivo era «muy estresante, ya que estaban en competencia continua con los carnívoros por su comida». Por primera vez, los investigadores han reconstruido un hábitat humano de nuestros primeros tiempos , y este es el resultado. Seguramente era muy hermoso pero, tras conocerlo, se sentirá mucho más contento de haber ido esta mañana a la oficina. Al menos, tiene muchas menos probabilidades de ser devorado por un león y muchas más de tener algo que llevarse a la boca a la hora de comer sin jugarse el cuello en el intento.

Durante años de trabajo, el equipo de Gail M. Ashley , profesora en el Departamento de Ciencias Terrestres y Planetarias en la Escuela de las Artes y las Ciencias de Rutgers, ha tratado de recrear cuidadosamente un paisaje humano temprano, utilizando plantas y otros elementos de prueba recogidos sobre el terreno. Esta reconstrucción permitirá a los científicos conocer mejor cómo eran esos primeros humanos, cómo vivían, de qué se alimentaban y cómo se comportaban.

La investigación se centra en el sitio de Olduvai, descubierto por la famosa paleoantropóloga Mary Leakey en 1959, quien encontró en el lugar miles de huesos de animales y herramientas de piedra. El lugar es excepcional, ya que una gran erupción volcánica depositó una capa de ceniza que cubrió el área por completo y permitió preservar los huesos y la materia orgánica. Ashley lo compara al evento de Pompeya. Ella y otros científicos han realizado excavaciones exhaustivas en la zona en la última década, recogiendo numerosas muestras de suelo para estudiarlas mediante el análisis de isótopos de carbono.

Como resultado, los científicos creen que ese paisaje primitivo tenía un manantial de agua dulce, pantanos, bosques y pastizales . «Fuimos capaces de ubicar dónde estaban las plantas en el paisaje con respecto a dónde fueron encontrados los humanos y sus herramientas de piedra», dice Ashley. «Esto nunca se ha hecho antes. Lo logramos analizando los suelos en un lecho geológico, y en ese lecho había huesos de dos diferentes especies de homínidos».

Homo habilis
Esos homínidos eran el Paranthropus boisei , conocido como el «Hombre cascanueces» por sus enormes mandíbulas y dientes, robusto y con un cerebro bastante pequeño, y el Homo habilis , con huesos más ligeros, un cerebro más grande y más en sintonía con nuestro árbol evolutivo humano. Ambas especies tenían aproximadamente de 1,37 a 1,52 metros de altura, y su esperanza de vida era probablemente de 30 a 40 años.

A través de su investigación, los científicos descubrieron que en la zona había un bosque sombrío con palmeras y acacias . No creen que los homínidos acamparan allí. Pero en base a la alta concentración de los huesos, sospechan que obtenían su comida en otro lugar y se iban al bosque a devorarla por su seguridad.

En el sitio, los científicos encontraron miles de huesos de animales, como jirafas, elefantes y ñus. Los homínidos podrían haber matado a los animales o haber «robado» los restos dejados por otros carnívoros con los que competían, como leones, leopardos o hienas, que también suponían una amenaza. «El asunto de comer carne es una pregunta importante que define la investigación actual sobre los homínidos, dice Ashley. «Sabemos que el aumento en el tamaño del cerebro está probablemente ligado a más proteína». La comida de los homínidos también puede haber incluido helechos y crustáceos, caracoles y babosas.

Los científicos creen que los homínidos podrían haber utilizado el sitio durante mucho tiempo, tal vez decenas o cientos de años, pero no creen que vivieran allí, sino que disfrutaban de la fuente de agua dulce que estaba cerca.

Fuente Aprendiendo fácil . Enrique Hopman

#Efemerides #antropologia


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sábado, 25 de febrero de 2017

Indígenas del Valle del Omo – Africa | Survival Internacional


Imágenes del Valle del Omo en Etiopía por el galardonado fotógrafo Joey L.

Se está construyendo una gigantesca presa hidroeléctrica, Gibe III, en el río Omo.

Su finalización supondrá la destrucción de un medio ambiente frágil y de los medios de vida de las tribus, que tienen fuertes vínculos con el río y su crecida anual.


Los bodi creen en un Dios del cielo al que llaman Tuma, que trae las lluvias y es la fuerza vital de todas las criaturas.
© Fotografía Joey L / joeyl.com


“Nuestras cabras son muy valiosas para nosotros, y un miembro respetado de la tribu. Nos dan alimento y vestido”.
© Fotografía Joey L / joeyl.com



Las mujeres arbore son bien conocidas por sus largos tocados. Las niñas llevan la cabeza rapada como signo de su virginidad, y sólo empiezan a dejarse el pelo largo después de casarse.
© Fotografía Joey L / joeyl.com


Se considera a los karo omo uno de los pueblos indígenas más amenazados del Omo. Se estima que sólo quedan 1.500 miembros de la tribu.

© Fotografía Joey L / joeyl.com



Los karo viven en la orilla este del río Omo. Los nyangatom, una tribu que ha hecho incursiones en territorio karo en muchas ocasiones, viven al otro lado.

© Fotografía Joey L / joeyl.com



Bona es el muy respetado líder de su comunidad, Labaltoy. En la cultura hamer, se le da el nombre Bona a un perro o animal agresivo. No es un nombre habitual para una persona. Cuando era joven, Bona era muy agresivo y fuerte, lo que hizo a su madre elegir ese nombre.
© Fotografía Joey L / joeyl.com



Los hamer hacen su ropa con piel de cabra que estiran y secan al sol. Desde hace poco han empezado a coser cuentas decorativas en el tejido.
© Fotografía Joey L / joeyl.com


“No perderé mi cultura. Nunca abandonaré mi cultura. Incluso si me dan ropa, seguiré siendo un mursi”.

© Fotografía Joey L / joeyl.com


Fuente>Survival Internacional
Survival es un movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas. Los ayudamos a defender sus vidas, proteger sus tierras y decidir su propio futuro.

domingo, 8 de enero de 2017

Indígenas de Namibia denuncian a Alemania por genocidio

Descendientes de las etnias herero y nama de Namibia demandaron a Alemania por el genocidio de unas 100.000 personas a principios de 1900, cuando el país del sur de África se encontraba bajo control colonial alemán.
La denuncia de 22 páginas, publicada en internet, fue presentada el jueves (05.01.2017) ante el Tribunal de Distrito de Manhattan en Estados Unidos. El genocidio ocurrió entre 1904 y 1908 cuando los herero y los nama se rebelaron contra el poder colonial. Para ahorrar en municiones, los soldados alemanes llevaron a decenas de miles de hombres, mujeres y niños a morir en el desierto, mientras otros murieron en campos de concentración.
El año pasado Alemania reconoció los asesinatos por primera vez como un genocidio e inició conversaciones con el Gobierno de Namibia para definir la modalidad de una disculpa formal. Los herero y los nama acusan a Alemania de excluirlos de esas conversaciones y de no resarcir a las familias de las víctimas.
Fuentes>Notife (Diario Digital de Santa Fe – Argentina)
DPA – 7 de Enero de 2.017


viernes, 30 de diciembre de 2016

Nailantei, guerrera masai por los derechos de las mujeres en Kenia


Nailantei Leng’ete es una veterana en la guerra contra la mutilación genital femenina que somete a las masai de Kenia.

Su gente lo llama emuatare: es un obligado y despiadado rito de paso que transforma a las niñas, con un corte y un dolor indeleble, en mujeres adultas. Con solo 25 años, Nice Nailantei Leng’ete es ya una veterana en la guerra contra la mutilación genital femenina que somete a las mujeres de su pueblo, los masai del sur de Kenia.




Kenia se considera un ejemplo en el África subsahariana de la lucha contra la mutilación genital femenina: desde el año 2003, según la última Encuesta demográfica y sanitaria del Gobierno, se redujo un 22% en el ámbito nacional, y el Fondo de Población de Naciones Unidas prevé una nueva disminución del 40% para 2020. EMANUELA ZUCCALA

No muy lejos de la ciudad de Loitokitok, en una ventosa sabana guardada por el monte Kilimanjaro, Nice cuenta su primera rebelión contra esta costumbre ancestral: tenía solo ocho años, era huérfana y huía por la noche de casa de sus tíos para esconderse bajo una gran acacia, esperando que el amanecer y la animación por la ceremonia lograran que no se notara su ausencia en el recuento de las chicas para cortar. Así se libró dos veces del emuatare, victoriosa al convencer a la familia para que la mantuviese intacta y la dejara estudiar, hasta licenciarse en asistencia sanitaria.

“Sabía que habría llorado, condenando a mi familia a la vergüenza. Durante la circuncisión, las niñas masai deben permanecer en silencio y quietas sobre la piedra, sin mover siquiera los ojos, o de lo contrario nadie se casará con ellas. Habría huido hasta el infinito, pero decidí enfrentarme a mi abuelo, el cabeza de familia: ‘No voy’, le dije, ‘tengo solo ocho años, tengo que terminar la escuela’. Y él, atónito por mi obstinación, cedió”.




Nailantei Leng'ete muestra las hojas que se utilizan en el rito sangriento.EMANUELA ZUCCALA

Hoy, desde su aldea rural de Nomayianat, Nice Nailantei Leng’ete se ha convertido en embajadora mundial de un África en femenino que dice “basta” a la mutilación genital, a los matrimonios precoces, a la exclusión de las niñas de los estudios y de las mujeres de la vida económica. Un círculo vicioso del subdesarrollo, en el que el ritual del “corte” es un engranaje hipócrita. Lo primero que hizo Nice, comprometida con AMREF, la principal organización sanitaria sin ánimo de lucro de África, fue enfrentarse a los ancianos: son ellos los que gobiernan esta sociedad pastoril y seminómada, impermeable a lo moderno por miedo a perder su identidad. “Yo era la única chica de la aldea que sabía leer y escribir: me eligieron como educadora a la par”, explica.

En Kenia, el 21% de las mujeres sufrió la mutilación genital en 2015, pero entre los masai alcanza el 73%.
“La primera vez me tomaron por loca”, recuerda entre risas. “Nunca se había visto que una chica se atreviera a criticar una costumbre tan antigua como el mundo”. Ella no tenía prisa y, después de un año de reuniones y sonrisas, los ancianos se convencieron de que el emuatare, al condenar a las mujeres a hemorragias, infecciones y complicaciones en el parto, perjudica a toda la comunidad. Y de esta forma Nice ha contribuido a salvar a más de 10.000 niñas.



En el pueblo de Maasai Nomayianat, Nailantei Leng'ete (25) mantiene una reunión con los ancianos para explicarles los riesgos para la salud de la mutilación genital femenina.EMANUELA ZUCCALA

Las repercusiones internacionales no tardaron: la joven dulce y tozuda habló de su misión en la Clinton Global Inciative en Nueva York y en el Mandela Washington Fellowship, un encuentro de jóvenes líderes africanos invitados el pasado verano a Estados Unidos por Barack Obama.

Unos 200 millones de mujeres en todo el mundo son víctimas de la mutilación genital, según Unicef. La práctica, desvinculada de cualquier religión, resiste en 30 países, 27 de ellos en África. En Kenia, el 21% de la población femenina sufrió la mutilación genital en 2015, pero el porcentaje varía mucho en los más de 40 grupos étnicos del país y entre los masai (alrededor del 2% de la población) alcanza el 73%. Para ellos, la escisión del clítoris y de los labios menores es el sustento de la pureza y una garantía de monogamia para las mujeres, mientras que a los hombres les está permitida la poligamia.



Gracias a los "ritos alternativos de paso", Nailantei Leng'ete ha rescatado a miles de niñas de la mutilación genital femenina y el matrimonio forzado temprano, promoviendo su educación.EMANUELA ZUCCALA

Y a pesar de todo, Kenia se considera un ejemplo en el África subsahariana de la lucha contra la mutilación genital femenina: desde el año 2003, según la última encuesta demográfica y sanitaria del Gobierno, se redujo un 22% en el ámbito nacional, y el Fondo de Población de Naciones Unidas prevé una nueva disminución del 40% para 2020. Están vigentes dos leyes estrictas: la última, de 2011, establece al menos tres años de prisión para el autor del delito y castiga a los que discriminan a las mujeres no mutiladas. Hay una Comisión gubernamental dedicada a erradicar el problema y, desde 2014, un equipo nacional de fiscales investiga minuciosamente. Sin embargo, entre los límites de los enkang, los campamentos masai que miran al sur, la única ley es la que sancionan los ancianos tras las huellas de la tradición, y la sangrienta ceremonia persiste aún en la clandestinidad.

 “La mutilación genital es la raíz del analfabetismo femenino y de los matrimonios precoces”, explica Nice Nailantei Leng’ete. “La niña mutilada, a pesar de que solo tiene ocho o 10 años, se considera una mujer adulta, obligada a abandonar la escuela para casarse con un hombre maduro que ofrece a la familia una dote de ganado, el bien más preciado. Así, de mayor, ella no sabrá hacer nada, acarreando pobreza a su aldea”. Su sencillo lema, “la chica instruida aporta más vacas”, ha hecho mella en los ancianos masai, que hoy la bendicen como a una hija que puede guiarlos hacia el futuro.



Durante una lección sobre la salud de la mujer en una escuela de niñas, Nailantei Leng'ete habla sobre la mutilación genital femenina.EMANUELA ZUCCALA

Para evitar a las niñas un dolor injusto, se ha inventado un “rito de paso” alternativo, que respete las costumbres limpiándolas de sangre. “La ceremonia es idéntica a la tradicional” dice la joven, “con bailes y sacrificios de cabras, pero no hay mutilación. Los ancianos bendicen los libros para animar a las niñas a estudiar y, antes de la fiesta, estas siguen un curso de educación sanitaria y sobre los derechos de la mujer. Mi gente está aprendiendo que la auténtica transición a la edad adulta es la educación”.

Donde quiera que Nice vaya, las mujeres masai le dedican bailes y canciones reservados a los jefes, agradecidas de que esta joven hable al mundo de su África, que por fin se encamina hacia la emancipación de la mujer.

Escritos y Fotografías > Emanuela Zuccala desde Loitokitok (Kenia)

Fuente > El País – 29 de Diciembre de 2.016




Condado de Loitokitok (Kenia). El camino de la capital, Nairobi, a Loitokitok, en el sur de Kenia, con el monte Kilimanjaro en el horizonte.EMANUELA ZUCCALA


martes, 27 de diciembre de 2016

Tiébélé, un lienzo vivo en el corazón de África .Pueblo Originario Kassena



Una pequeña comunidad africana mantiene un linaje artístico de innegable belleza.


Burkina Faso es uno de los países más pobres y aislados del mundo. Sin embargo, al oeste del continente africano, enclavado entre Mali y Ghana, este país es cuna de un linaje de reyes que vive en una pequeñísima villa de la cual no sería exagerado decir que está hecha a mano: Tiébélé.


El poblado de forma circular mide solamente 1.2 hectáreas y conserva una centenaria peculiaridad: sus fachadas son adornadas con diseños geométricos y símbolos del folclor local por los miembros de la comunidad, convirtiendo al pueblo en un lienzo vivo de barro e historia.


Para el turista o el observador externo los patrones pueden parecer sencillos, toscos o repetitivos. Pero de la forma en que se disponen, además del lugar y de los detalles de cada hogar, se puede deducir el lugar jerárquico que ocupan sus habitantes dentro de la comunidad; la casa de la familia real, por ejemplo, presenta diseños mucho más recargados y la puerta de salida (no se acostumbran las ventanas) es muy pequeña, pues creen que esto brinda mayor protección. Además de diferenciar las construcciones pensadas para habitación y los mausoleos, donde el pueblo vive y convive con sus muertos.


Tiébélé es hogar de los Kassena, uno de los grupos étnicos más antiguos, de los cuales se tiene noticia al menos desde el siglo XV. Las casas son de barro, como un cono chato, pero la secuencia de sus paredes recuerda más a un laberinto o a una estructura continua que a una casa-habitación occidental, o a un tipi apache o a un iglú, otras arquitecturas étnicas hechas a la medida del paisaje y los elementos.


Pero los elementos podrían jugarle en contra a la sobrevivencia del pueblo: la erosión del aire y el peligro de inundaciones en la temporada de lluvias vuelven muy vulnerable a Tiébélé, por lo que organismos internacionales han tomado cartas en el asunto para que el legado comunitario permanezca.


Además de los esfuerzos internacionales, los propios Kassena pasan el conocimiento y la técnica ligada a la creación de estas obras de arte habitables a las generaciones más jóvenes, que poco a poco dejan su lugar de origen buscando mejores oportunidades de supervivencia.


Fuente > Cultura Inquieta

domingo, 21 de febrero de 2016

El origen del Mundo según los Bantú


En el origen de los tiempos, vivía Bumba totalmente solo en el reino de la oscuridad. Estaba tan triste que se sintió agitado en su interior por un terrible dolor de estómago. De la primera náusea Bumba vomitó el Sol, iluminando así el universo. El calor del sol provocó que la tierra disuelta en el agua se secase en algunas partes.

Cuando llegó la noche, la oscuridad volvió a reinar, por lo que Bumba se volvió a sentir mal, vomitando entonces la luna y las estrellas para que la noche tuviera también su luz. Bumba siguió vomitando durante el día y la noche, apareciendo entonces nueve criaturas: un leopardo, un águila, el cocodrilo, un pez, una tortuga, el rayo, una garza, un cabrito y un escarabajo.

Entonces, Bumba vomitó al hombre, millones de ellos, uno blanco como él, llamado Yoko Lima, y el resto negros porque fueron vomitados en la noche, y todos ellos se procrearon y se extendieron por todos los territorios, creando a su vez nuevas criaturas.

     En ese momento, los tres hijos de Bumba (Nyonye Ngana, Chongannda y Chedi Bumba) dijeron a su padre que ellos terminarían de hacer el mundo. De todas las criaturas solamente Tsetse, el rayo, creaba problemas. Tanto mal hizo que Bumba lo atrapó y lo encerró en el cielo. La humanidad se quedó entonces sin fuego, hasta que Bumba enseño al hombre cómo sacar fuego de los árboles.

     Cuando finalmente la obra de la creación estuvo acabada, Bumba se paseó entre los pueblos y dijo a los hombres: «Mirad todas estas maravillas. Os pertenecen». Del dios Bumba, el creador, el «Primer Antepasado», proceden todas las cosas y todos los seres.

Fuente: Mitosafricanos.blogspot

martes, 2 de febrero de 2016

Los Pueblos Indígenas y la naturaleza…


Los pueblos indígenas tienen normalmente una visión holística de la naturaleza y ven a la humanidad como parte de la Tierra, y no como algo distinto de ella.

“Hemos vivido en el bosque de Mau desde hace cientos de años, dicen los ogieks de Kenia. El bosque es un refugio ecológico y nosotros somos conservacionistas, por lo que lo tratamos bien y vivimos en equilibrio con él.
Recolectamos miel dos veces al año, basado en los hábitos de polinización de las abejas y en los árboles que florecieron durante la temporada de lluvias larga y durante la corta.”

Fotografía: Yoshi Shimizu/www.yoshi-shimizu.com

Fuente: Survival Internacional


lunes, 13 de julio de 2015

Wodaabe, la tribu en la que las mujeres tienen el poder y todos los maridos que quieren


Los hombres de esta tribu polígama celebran cada año un festival para impresionar a las mujeres y ser elegidos como esposos.

Probablemente se trate del festival de belleza más impresionante del mundo, pero la diferencia con respecto a los que estamos acostumbrados es que no son mujeres las que participan, son los hombres de la tribu Wodaabe. 

La tribu Wodaabe es una comunidad islámica nómada que pasa la mayoría del tiempo en el Sahel, pero que también puede encontrarse en Camerún, Chad y Nigeria. La cita más importante para esta tribu es en el mes de septiembre, al final de la época de lluvias, cuando celebran el festival de Gerewol. Una celebración que dura siete días y siete noches, y tiene lugar en una ubicación desconocida que solo se revela pocos días antes. 

Fotografía: Archivo ABC
Los hombres de la tribu se preparan durante seis horas maquillándose el cuerpo y rostro para el gran momento del festival, en el que tienen que lucir espectaculares ante las mujeres. El jurado ante el que tendrán que bailar serán las tres mujeres más guapas de la tribu, que elegirán cada una a su propio ganador. 

Viendo la danza de los hombres también está el resto de mujeres de la tribu que pueden elegir a su próximo marido. Si les gusta uno de ellos pueden decidir ser «robadas» por él y dejar atrás a sus actuales maridos. Aquellas que quieren ser «robadas» tienen que esperar a que su favorito les toque en el hombro.

Para esta tribu polígama el hecho de que las mujeres que eligen a los hombres ya estén casadas no es importante porque les está permitido tener más de un marido. También las féminas solteras pueden tener sexo cuando quieran y con quien quieran. Las mujeres wodaabe tienen el poder en esta tribu y eso conlleva libertad sexual.

Fuente: ABC, 8 de Julio de 2.015