Cuentan los viejos sabios
que habia un originario Huarpe que era el más fuerte y ágil de su tribu, que
trepaba facilmente los cerros con sus piernas musculosas y cazaba sus presas
saltando como el puma y disparando sus flechas con asombrosa puntería sin errar
jamás. Los dioses le habian proporcionado un gran fisico, y todo esto hacia que
Gilanco, tal era su hombre, fuera muy admirado y seguido por todos. Solo para
distraerse, Gilanco, trepaba las montañas de la cordillera hasta sus cumbres
mas altas, y en su camino arrasaba con cuanto animal cruzaba, aun sus crías
mataba, cosa que los demás hermanos Huarpes respetaban. Corría como el viento
destruyendo todo. Lo que enojaba a Yastay, máxima divinidad, era que Gilanco no
mataba para comer ni para vestirse, pues cazaba por pura diversión.
Viento Zonda - Foto: La Nueva Caravana.blogspot. |
Un día se
tendió a dormir la siesta debajo de un algarrobo, no sin antes haber
exterminado a una familia de guanacos, y fue entonces cuando escucho unos
suaves pasos con su fino oído de cazador.. - ¿Quien interrumpe mi siesta? -
grito muy irritado. No hubo respuesta. Luego escucho un ruido brusco y seco. -
¡Yastay!...- murmuro mientras reconocía al Dios en los Signos de Natura. El
soberbio, el cruel que mataba sin piedad, por placer, temblaba como una hoja al
viento. Frente a el estaba Yastay, mostrando su rostro de Dios mirándolo
duramente. Gilanco estaba lleno de miedo, sentimiento desconocido hasta ese
momento, y que lo tenía paralizado. Sabia que Yastay era implacable cuando
castigaba. Yastay dijo: Gilanco, escucha atentamente porque solo esta vez
hablare. Pachamama no aprueba lo que haces, esta muy dolida y enojada. Utiliza
tu habilidad para el bien y no para asesinar mis criaturas o recibirás un gran
castigo - Yastay había hablado, acto seguido desapareció como un remolino.
Gilanco se asusto, pero no por mucho tiempo, pues pronto volvió a hacer de las
suyas y con más crueldad. No había transcurrido mucho tiempo cuando Pachamama
se le apareció esta vez. Gilanco acababa de disparar una flecha que quedo
suspendida en el aire y una voz trono en toda la montaña. -¿Dónde estas?-
gritaba desesperado mientras buscaba acá y allá la voz que lo hacia temblar.
Pero no podía verla porque nubarrones de polvo arenoso se habían levantado como
desde las entrañas de la tierra. Y Pachamama dijo: -Gilanco, has tenido tu
oportunidad que has desaprovechado siendo muy despiadado y cruel. Aquellos que
hagan lo que tu recibiran el mismo castigo. Y el polvo empezó a levantarse de
los suelos mientras las criaturas y los habitantes buscaban refugio invadidos
de terror. De pronto se formo un remolino que atrapo a Gilanco y comenzó a
elevarlo hacia los cielos. Luego el viento caliente comenzó a alejarse
atravesando las distancias y llevando su mensaje: No se debe ir contra
Pachamama, aquellos que lo hagan terminaran envueltos en un remolino originado
por su propia maldad y se levantara un viento que arrasara con todo lo que haya
sobre la tierra.
Fuente: Mitos y Leyendas
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