Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

martes, 9 de diciembre de 2025

Raíces - Arnau de Tera


Adicciones


“No se recupera de una adicción dejando de consumirla.
Te recuperas creando una nueva vida donde es más fácil no consumir.
Si no creas una nueva vida, entonces todos los factores que te llevaron a la adicción eventualmente te alcanzarán nuevamente”. Mitakuye Oyasin !
Citlalmazatl

Fuente:
Camiono Rojo

Autenticidad


Magia - Arnau de Tera


El agua de lluvia ya no se puede beber ni en la Antártida: encuentran niveles de PFAS que indican que no es segura



Durante siglos, la humanidad pudo confiar en la pureza de la lluvia. Pero esa era ha terminado. Según una investigación reciente, el agua de lluvia en cualquier lugar del mundo, incluso en los rincones más remotos como la Antártida, ya no es segura para el consumo humano debido a la omnipresencia de las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), también conocidas como “químicos eternos”.

¿Qué son los PFAS y por qué son tan peligrosos?

Los PFAS son un grupo de compuestos químicos fabricados por el ser humano que se utilizan ampliamente por su resistencia al agua, al aceite y al calor. Están presentes en productos de uso cotidiano como utensilios de cocina antiadherentes, ropa impermeable, envases de comida rápida, productos cosméticos y espumas contra incendios.

El gran problema es que los PFAS no se descomponen fácilmente. De hecho, su apodo de “químicos eternos” proviene precisamente de su extrema persistencia en el ambiente. Estos compuestos pueden permanecer activos durante cientos o incluso miles de años, acumulándose en el agua, el suelo, el aire e incluso en el cuerpo humano, donde se asocian con enfermedades graves como cáncer, daños hepáticos, trastornos hormonales e inmunológicos.

El agua de lluvia, contaminada en todo el planeta

En un artículo publicado en la revista Environmental Science & Technology, científicos evaluaron concentraciones de cuatro tipos de PFAS en muestras de agua de lluvia, aguas superficiales y suelos de diversas regiones del mundo. Los resultados son alarmantes: en todos los casos, las concentraciones superaban los límites de seguridad recomendados por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA).

Según Ian Cousins, autor principal del estudio y profesor del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Estocolmo, “el agua de lluvia en todas partes se consideraría no segura para beber, de acuerdo con las últimas directrices de la EPA sobre el ácido perfluorooctanoico (PFOA), una sustancia cancerígena de la familia PFAS”.

Aunque en el mundo desarrollado no es común consumir agua de lluvia directamente, en muchas regiones rurales o empobrecidas es una fuente vital. “Millones de personas en el mundo dependen de la lluvia para abastecer sus reservas de agua potable”, añadió Cousins. Para ellos, este descubrimiento representa una amenaza directa a su salud y supervivencia.

¿Cómo llegamos a este punto?

Los niveles de referencia para PFAS en agua potable han disminuido drásticamente en los últimos 20 años, reflejando la creciente preocupación por su toxicidad. En Estados Unidos, por ejemplo, el valor de referencia del PFOA se redujo 37.5 millones de veces.

Pero mientras las normativas se endurecen, la contaminación real no ha cesado. A pesar de que varios fabricantes han dejado de producir algunas de estas sustancias, los PFAS siguen circulando en el medio ambiente. ¿La razón? La naturaleza los recicla: vuelven al aire con el polvo, caen con la lluvia, se filtran en ríos y suelos, y retornan a la atmósfera, reiniciando el ciclo.

Martin Scheringer, coautor del estudio y profesor en ETH Zurich y la Universidad Masaryk, explicó: 

“La persistencia extrema y el ciclo global de ciertos PFAS conducen a que se sigan superando los límites recomendados, incluso décadas después de su prohibición. Estamos atrapados en un ciclo del que no podemos salir fácilmente”.

¿Qué se puede hacer?


Lamentablemente, la investigación concluye que ya hemos superado el “límite planetario” de seguridad para los PFAS. Esto significa que sus concentraciones son tan altas y su dispersión tan global que los esfuerzos individuales o regionales para reducirlos no son suficientes.

Hoy en día, ni siquiera en la Antártida se puede recolectar agua de lluvia sin riesgo. Esta realidad refleja el alcance devastador de la contaminación química a escala planetaria. Las opciones para revertir el daño son limitadas, pero no inexistentes. Actualmente, científicos trabajan en métodos para destruir los PFAS en el laboratorio, aunque llevar estos avances a gran escala es un desafío titánico.

Lo que alguna vez fue un recurso puro y vital —la lluvia— se ha transformado en un símbolo de la huella tóxica del ser humano sobre la Tierra. La presencia de PFAS en cada gota caída del cielo es un llamado de emergencia para tomar medidas contundentes a nivel global.

Hemos contaminado incluso el agua que cae del cielo, y la ciencia ahora confirma que ni el rincón más aislado del planeta está a salvo. La cuestión no es solo científica, sino profundamente ética: ¿seremos capaces de limpiar el legado químico que hemos esparcido por el mundo?

Referencia:Environmental Science & Technology/Outside the Safe Operating Space of a New Planetary Boundary for Per- and Polyfluoroalkyl Substances (PFAS). 

https://cerebrodigital.net/agua-lluvia-no-beber-antartida/?fbclid=IwY2xjawOk1cxleHRuA2FlbQIxMABicmlkETFVeldVUXV2UmdUd2U0R3lpc3J0YwZhcHBfaWQQMjIyMDM5MTc4ODIwMDg5MgABHuTLLAtl_IGZhpq9zGAkeJ0OX1tmO3RQrEaODxB742v-X1UFZpsCMNs3qOPT_aem_HkJTVOrML6sAIWsIwQuXmQ

Fuente
Cerebro Digital -6 de Agosto de 2025

lunes, 8 de diciembre de 2025

Los 7 felinos más poderosos


Clasificación de siete de los felinos más grandes y fuertes que han existido, ordenados por su tamaño estimado.

​Tigre Dientes de Sable Gigante (Extinto)
​El felino más grande en la parte superior. Tiene un pelaje manchado tipo jaguar y unos enormes caninos sobresalientes.
​Peso: 400–500 kg
​Tamaño: 2.5 m (alto)
​Largo: 3.5 m

​León Americano (Extinto)
​Ubicado debajo, es un león masivo de color marrón claro sin melena, con una complexión muy musculosa.
​Peso: 350–420 kg
​Tamaño: 2.5 m (alto)
​Largo: 3.0 m

​Felino Dientes de Sable Machairodus (Extinto)
​Más compacto, de color arena con grandes dientes de sable, similar al gigante pero con una forma corporal diferente.
​Peso: 300–400 kg
​Tamaño: 2.2 m (alto)
​Largo: 2.8 m

​Tigre Siberiano
​El felino vivo más grande. Presenta el característico pelaje naranja con rayas negras.
​Peso: 250–300 kg
​Tamaño: 2.1 m (alto)
​Largo: 3.3 m

​León del Atlas (Extinto)
​Con una melena oscura y tupida que cubre gran parte de su cuerpo. Es una subespecie de león ya extinta.
​Peso: 250–300 kg
​Tamaño: 2.0 m (alto)
​Largo: 2.8 m

​Tigre Dientes de Sable (Extinto)
​Más pequeño que el gigante, con un pelaje manchado similar y grandes dientes de sable.
​Peso: 250–280 kg
​Tamaño: 1.8 m (alto)
​Largo: 2.5 m

​León Africano
​El felino vivo más común en África, con su icónica melena rubia y cuerpo musculoso.
​Peso: 190–230 kg
​Tamaño: 1.8 m (alto)
​Largo: 2.5 m
#datonewtoniano

Ramón Ayala



Efemérides
7 de diciembre 2023
Fallece en Buenos Aires.
Ramón Ayala.
Musico- Autor- compositor- Poeta- Pintor- Escritor

Ramón Gumercindo Cidade nacio el 10 de marzo de 1927, en el pueblo de Garupá, ubicado a 15 km al sureste de la ciudad de Posadas (capital de la provincia de Misiones), frente al río Paraná, y en la frontera con Paraguay. Es hijo de Gumercindo Cidade, nacido en Yapeyú, que fue cónsul argentino en São Borja, Brasil. Después dedicado a los negocios de panaderías y proveedurías al por mayor, en Santo Tomé.
Ayala es el mayor de cinco hermanos: Vicente José (que es violinista), Osvaldo, Julieta y Julio Cambá. A los cuatro años de edad se mudaron de Santo Tomé (Corrientes) a Posadas. Al morir su padre vivieron los cinco niños con su madre en una casa «asombrada» (embrujada) que pertenecía a la familia Grau, en la calle Rademacher en Villa Urquiza (barrio de la ciudad de Posadas). Cuando era niño se mudó con su madre a la Ciudad de Buenos Aires.
Siempre se interesó en las canciones regionales guaraníes, y a los 14 años comenzó a tocar la guitarra. Luego se relaciona con el músico paraguayo Herminio Giménez (creador de polcas y guaranias, y de la Orquesta Folclórica de la Provincia de Corrientes). Comenzó tocando con el mendocino Félix Dardo Palorma, el correntino Rulito González y el rosarino Damasio Esquivel. Con este último chamamecero debutó en radio Rivadavia y el Palermo PALACE.
Desde allí comenzó a trabajar con Emilio Biggi, Juan Escobar, Samuel Aguayo, Mauricio Valenzuela y otros. Trabajó en el grupo musical de la cantante catamarqueña Margarita Palacios. Viajaron por el Noroeste argentino y la Patagonia. Más tarde cantó y tocó la guitarra con Arturo Sánchez y Amadeo Monjes, en el trío Sánchez-Monjes-Ayala.
Hacia 1960 creó el ritmo llamado "gualambao" con la idea de darle un estilo propio y único a su provincia, ya que Misiones carece de un ritmo peculiar o exclusivo de su locación. El ritmo está formado por dos ritmos de polca encadenados por una permanente síncopa que le confiere una fisonomía particular. Se escribe en compás de 12/8 (doce octavos), es decir que cada compás posee 12 corcheas distribuidas entre 4 tiempos.
En 1962 viajó a Cuba, invitado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Allí pudo conocer al revolucionario argentino Che Guevara, y comprobar que su canción El mensú había sido cantada en los fogones revolucionarios de la Sierra Maestra, durante la Revolución Cubana (en 1958-1959).
Luego, por espacio de diez años, viajó por España, Suecia, Francia, Italia, Rumania, Chipre, Uganda, Kenia, Tanzania, Líbano, Turquía, Kuwait Irak, las islas de los pescadores de perlas en el golfo Pérsico, Irán, Persépolis, Kurdistán (donde visitó la iglesia de los adoradores del diablo), Baréin y otros países del Oriente Medio, realizando recitales y muestras de pinturas.
En 1976 publicó su primer disco, El mensú. Además, posee cinco horas de cine filmado en la región árabe. Desde 1978 vivió en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, con su esposa María Teresa.

Misiones Jesuíticas del Guayrá



Misiones Jesuíticas del Guayrá

El 8 de diciembre de 1609 el gobernador Hernandarias impulsa el desarrollo de la las Misiones Jesuíticas del Guayrá con indios guaraníes. Los indígenas guaraníes fueron reducidos en grupos por la Compañía de Jesús, desde el año 1550, con las llamadas misiones o reducciones jesuíticas, adoptando junto con las enseñanzas del Evangelio, hábitos de trabajo e ideas de organización social. Llegaron a la provincia de Misiones (Argentina), desde la región de la Guayrá, territorio comprendido por los ríos Iguazú, Paraná y Tieté y la línea del Tratado de Tordesillas -área oeste del actual estado brasileño de Paraná- que formaba parte de la Gobernación del Río de la Plata y del Paraguay hasta su división en 1617 cuando quedó incluida en la Gobernación del Paraguay.
El 8 de diciembre de 1609, con instrucciones del jesuita Diego de Torres Bollo y el gobernador Hernandarias, salieron a la región los padres José Cataldino y Simón Masseta. En 1610 fundaron la reducción de Nuestra Señora de Loreto, en la confluencia de los ríos Pirapó y Paranapanema, que devino en el centro de las Misiones Jesuíticas del Guayrá, base para la fundación de otras reducciones en la región. En 1612 unos 50 km. al este se crea a reducción de San Ignacio Miní. El éxito inicial entusiasmó a las autoridades que establecieron nuevas misiones, en las cercanías de los principales ríos de la región (Tibagi, Ivaí y Piquiri). Pero, en 1627 se iniciaron las invasiones de los bandeirantes que capturaban nativos para venderlos como esclavos en las haciendas; para 1631 habían destruido nueve pueblos y capturado 60.000 indígenas.
Los sobrevivientes se concentraron en las dos misiones que permanecían sin atacar (Loreto y San Ignacio Miní). A fines de 1631 se produce el éxodo guayreño, un traslado épico de más de 12.000 guaraníes hasta la provincia de Misiones en Argentina. Tres días después de la salida, las dos misiones fueron destruidas.
Dirigidos por el sacerdote jesuita Antonio Ruiz de Montoya (Perú, 1585 - 1652) debieron recorrer cerca de 1000 km, la penosa travesía -solo llegó un tercio del contingente inicial- finalizó en 1632 con la refundación de las reducciones a orillas del arroyo Yabeviry e incorporadas a las Misiones del Paraná y Uruguay.
Nuevas migraciones concentraron e la actividad misionera a lo largo de las márgenes de los Ríos Paraná y Uruguay, y se consolidaron 30 pueblos organizados con más de 100.000 Guaraníes, con sus yerbatales, algodonales y estancias.
La autoridad máxima era el cabildo compuesto por caciques. Los curas eran los administradores de bienes y atendían lo concerniente a lo espiritual, económico, cultural y social. Les respetaban a los guaraníes su organización familiar, sus fiestas indígenas, etc.
A cada familia indígena se le otorgaba una parcela de tierra para el cultivo que era denominada abá-mbaé o "propiedad del indio", la explotación de la misma era controlada por los misioneros quienes vigilaban que los indios sembrasen y cosechasen sus productos. La casa del cacique era igual a las otras, pero estaba ubicada en un lugar privilegiado.
Los jesuitas establecieron los talleres, donde enseñaron a los guaraníes una serie de oficios: carpintería, fabricación de vajilla, hornos para cocer tierra, fundición de metales, tejeduría de algodón, confección de sombreros, instrumentos musicales.
En uno de los extremos de la plaza, estaba el rollo. Las cárceles eran muy raras en las misiones. Aquél que faltaba a la ley, se lo colgaba del rollo para ser castigado en forma pública. Este monumento presente y a la vista de todos era el símbolo de la justicia y la vergüenza pública. Aquél que había violado de alguna forma alguna de las normas, era atado y azotado en público. Luego debía arrepentirse y pedir perdón.
Dentro de las misiones había un orden comunitario, sin riquezas ni lujos, donde todos trabajaban y consumían por igual. Los guaraníes estaban exentos de prestar servicio personal a los encomenderos y por lo tanto debían pagar tributo a la Corona. Como este pago debía hacerse en metálico y en las reducciones no existía el dinero, había que elaborar el producto que se pudiera vender en el mercado. Es así como nace la industria de la yerba mate y por su calidad, llegó a conocerse no solo en España, sino en Chile, Méjico, Perú y Portugal.
Escribe en 1774 José Sánchez: "Los españoles no quitan los palillos de las ramas, sino que con las hojas los quebrantan y mezclan, por eso su yerba se llama con palos, y no es muy estimada. Los guaraníes, muelen solamente sus hojas. Esta es la yerba Caamiri tan afamada." Un dato curioso: los guaraníes, usaban el agua fría, son los españoles quienes la sirvieron con agua caliente. Dentro de las misiones reinó una organización comunitaria en orden. Este funcionamiento comenzó a competir con el sistema aristocrático propio de la corona española que decidió expulsar a los jesuitas de todos sus territorios en 1767 cuando el Rey Carlos III de España, firmó el Decreto de expulsión, pero recién se ejecutó en las Misiones en 1768. A partir de allí comienza una decadencia lenta. San Ignacio Miní sobrevivió hasta que fue parcialmente destruido, como otros pueblos, durante las guerras de fronteras por las tropas paraguayas.
San Cosme y Damián
Fundada en 1632 por el Padre Adriano Fornoso, sus habitantes tuvieron que trasladarse cuatro veces, hasta que en el año 1760 se ubica definitivamente al norte del Paraná, donde se encuentra actualmente (cercana a la ciudad de Encarnación, Paraguay).
Fue el principal centro astronómico de América del Sur.
El Padre Buenaventura Suárez inició desde 1.703 trabajos y estudios sobre astronomía. Ayudado por los indígenas construyó telescopios, cuadrantes y un reloj de sol, que aunque rudimentarios eran exactos en su funcionamiento, realizando con ellos trabajos de investigación que fueron dados a conocer en Europa, causando asombro en la universidad de Upsala (Suecia). De aquel centro científico hoy queda un reloj de sol que asombra por su exactitud.
Fuentes:
#efemerides #historia

domingo, 7 de diciembre de 2025

La Imaginación


La verdadera Salud


Es la salud la verdadera riqueza, no piezas de oro y plata.” — Mahatma Gandhi

Vivimos en un mundo que suele medir el éxito en dólares, títulos y posesiones.
Pero ¿de qué sirve todo eso si tu cuerpo está agotado, tu mente abrumada o tu espíritu desconectado?

La verdadera riqueza no está en tu cuenta bancaria.
Está en tu capacidad de despertar con claridad, energía y paz.
Está en sentirte lo suficientemente fuerte para cuidar de otros y lo suficientemente en calma para cuidar de ti mismo.
Está en esa sensación profunda y estable de que tu vida está alineada con algo significativo.