Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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viernes, 27 de octubre de 2017

El valor del tiempo



En cierta ocasión, alguien preguntó a Galileo Galilei: -¿Cuántos años tienes?
- Ocho o diez respondió Galileo, en evidente contradicción a su barba blanca.

Y luego explicó: -Es verdad, tengo los años que me restan de vida, porque los ya vividos ya no cuentan, como no cuentan más las monedas que teníamos y que ya gastamos.
...
Valoremos el tiempo como lo hacía Galileo Galilei.
Decimos: ¡Como pasa el tiempo!. Pero en realidad, somos nosotros los que pasamos.

El astrónomo italiano sabía que estamos aquí de paso. Somos peregrinos y debemos pensar en la meta que nos espera.

La certeza de que nuestro camino terrenal tiene un fin, es el mejor recurso para valorar más cada minuto que vivimos. Additional Details Así podemos disfrutar lo que realmente tenemos: ¡Nuestro presente!.

Vive cada día como si fuese el último.

El ayer ya se fue y el mañana aún no llega.


sábado, 26 de agosto de 2017

Tú puedes!



El niño que pudo hacerlo…

Dos niños llevaban toda la mañana patinando sobre un lago helado cuando, de pronto, el hielo se rompió y uno de ellos cayó al agua. La corriente interna lo desplazó unos metros por debajo de la parte helada, por lo que para salvarlo la única opción que había era romper la capa que lo cubría.

Su amigo comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero al ver que nadie acudía buscó rápidamente una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas.
Golpeó, golpeó y golpeó hasta que con-siguió abrir una grieta por la que metió el brazo para agarrar a su compañero y salvarlo.

A los pocos minutos, avisados por los vecinos que habían oído los gritos de socorro, llegaron los bomberos.

Cuando les contaron lo ocurrido, no paraban de preguntarse cómo aquel niño tan pequeño había sido capaz de romper una capa de hielo tan gruesa.
-Es imposible que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente ¿cómo ha podido conseguirlo? -comentaban entre ellos.

Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos.

-Yo sí sé cómo lo hizo -dijo.
-¿Cómo? -respondieron sorprendidos.
-No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

Compartido por Sol Marques



domingo, 18 de junio de 2017

Quitapenas



"Te voy a regalar un quitapenas si consigo,

le dijo,

para que le cuentes todas esas cosas feas y se las lleve bien 

lejos,

y puedas sonreír y mirar el sol

y dejar atrás las noches de vigilia

y las mañanas desnudas

y el viento frío del otoño.


Para que puedas encontrarte con vos

le dijo

con ese espacio limpio

al que nada lo toca

ni el terror

ni el espanto

ni la furia.


Para que puedas

abrir las manos y mirarlas

como si fuera la primera vez

y las encuentres llenas de pájaros

y de mariposas y de flores


y no te importe más que el aire

entrando por tu boca

mareándote de vida


y no te importe más que el agua

lavando tus heridas

y no te importe más que el cielo

que un día abandonaste

y regresó por vos."


Kiki Cacho




lunes, 22 de mayo de 2017

La Maleta


Un hombre murió, al darse, cuenta vio que se acercaba Dios y que llevaba una maleta consigo.
Dios le dijo:
-Bien hijo es hora de irnos.
El hombre asombrado preguntó:
-¿Ya? ¿Tan pronto? Tenía muchos planes…
-Lo siento pero es el momento de tu partida.
-¿Qué traes en la maleta?, preguntó el hombre y Dios le respondió:
-Tus pertenencias…
-¿Mis pertenencias? ¿Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero?
Dios le respondió:
-Eso nunca te perteneció, eran de la tierra.
-¿Traes mis recuerdos?
-Esos nunca te pertenecieron, eran del tiempo.
-¿Traes mis talentos?
-Esos no te pertenecieron, eran de las circunstancias.
-¿Traes a mis familiares y amigos?
-Lo siento, ellos nunca te pertenecieron, eran del camino.
-¿Traes a mi mujer y a mis hijos?
-Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón.
-¿Traes mi cuerpo?
-Nunca te perteneció, ese era del polvo.
-Entonces… ¿Traes mi alma?
-¡No! Esa es mía.
Entonces el hombre lleno de miedo, le arrebató a Dios la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía…
Con una lágrima de desamparo brotando de sus ojos, el hombre dijo:
-¿Nunca tuve nada?
-Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron sólo tuyos.
-¡La vida es solo un momento! ¡Un momento tuyo!
Por eso, mientras estés a tiempo disfrútala en su totalidad.
Que nada de lo que crees que te pertenece te detenga…
¡Vive el ahora!
¡Vive tu vida!
No te olvides de SER FELIZ, es lo único que realmente vale la pena.
Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedan aquí!
¡NO TE LLEVAS NADA!
Valora a quienes te valoran, no pierdas el tiempo con alguien que no tiene tiempo para ti.
Disfruta cada segundo que vivas, ¡eso es lo que te vas a 
llevar!

Compartido por Teresita Seminara

miércoles, 3 de mayo de 2017

Dar sin recibir


Un día un muchacho muy pobre, quien era vendedor de puerta a puerta para pagar sus estudios, se encontró con solo diez centavos en su bolsillo y tenía mucha hambre. Entonces decidió que en la próxima casa iba a pedir comida. No obstante, perdió su coraje cuando una linda y joven muchacha abrio la puerta.

En lugar de pedir comida pidió un vaso con agua. Ella pensó que él se veía hambriento y le trajo un gran vaso con leche. Él se lo tomó lentamente y luego le preguntó, "Cuánto le debo?"

"No me debe nada," ella respondió. "Mi mamá nos enseñó a nunca aceptar pago por bondad." Él dijo..."Entonces le agradezco de corazón." Cuando Howard Kelly se fue de esa casa, no solo se sintió más fuerte en sus fuerzas sino también en su fe en Dios y en la humanidad. El ya estaba listo para rendirse y renunciar. 

Años más tarde esa joven muchacha se enfermó gravemente. Los doctores locales estaban muy preocupados. Finalmente la enviaron a la gran ciudad donde llamaron a especialistas para que estudiaran su rara enfermedad. Uno de esos especialistas era el Dr. Howard Kelly. 


Cuando él se dio cuenta del nombre del pueblo de donde ella venía, una extraña luz brilló en sus ojos.
Inmediatamente él se levantó y fue al cuarto donde ella estaba. Vestido en sus ropas de doctor fue a verla y la reconoció inmediatamente. Luego volvió a su oficina determinado a hacer lo posible para salvar su vida. 

Desde ese día le dio atención especial al caso. Después de una larga lucha, la batalla fue ganada. El Dr. Kelly pidió a la oficina de cobros que le pasaran la cuenta final para darle su aprobación. La miró y luego escribió algo en la esquina y la cuenta fue enviada al cuarto de la muchacha. Ella sintió temor de abrirla porque estaba segura de que pasaría el resto de su vida tratando de pagar esa cuenta. Finalmente ella miró, y algo llamó su atención en la esquina de la factura. Ella leyó las siguientes palabras...."Pagado por completo con un vaso de leche."

Compartido por Teresita Seminara