Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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domingo, 10 de abril de 2016

Awalé, juego originario de estrategia bantú


Hay cerca de 7,032 kilómetros entre Bamako, la capital de Mali, y Antananarivo, la capital de Madagascar. Pero los dos países (y sus vecinos) tienen una herencia bantú común: el antiguo juego de estrategia conocido como “awalé”.

La filosofía del awalé tiene dos principios:

«Sembrar cómo es debido si se quiere cosechar como es debido.»

«Quien espere recibir, debe aprender a dar.»

Las tiradas se desarrollan en 2 fases: sembrar y cosechar.

Se juega sobre un tablero con un número variable de agujeros. 

Los agujeros es donde se siembra y donde se cosecha.


Las fichas de los Manqala (normalmente semillas) son indiferenciadas, todas iguales. Y no pertenecen a ningún jugador. Se aplica el dicho “Las semillas son de quien las necesita. Quién mejor siembra, mejor cosechará”.

En el awalé hay 2 normas sagradas:

 “No se puede eliminar al adversario”. Se entiende que cuando se destruye al adversario, también se detruye la tierra que él cultiva. Quien lo hiciera por error, perdería la partida. Se aplica el dicho “Quien destruye la tierra donde cosecha, no podrá cosechar nunca más”.

“No se puede dejar pasar hambre al adversario”. Esto significa que si nuestro rival se queda sin semillas, debemos ceder de las nuestras para que pueda seguir jugando.

Si quieres jugar online, lo puedes hacer en:http://www.awale.info/joc/es/index.html

Fuente: Una Antropóloga en la Luna

domingo, 21 de febrero de 2016

El origen del Mundo según los Bantú


En el origen de los tiempos, vivía Bumba totalmente solo en el reino de la oscuridad. Estaba tan triste que se sintió agitado en su interior por un terrible dolor de estómago. De la primera náusea Bumba vomitó el Sol, iluminando así el universo. El calor del sol provocó que la tierra disuelta en el agua se secase en algunas partes.

Cuando llegó la noche, la oscuridad volvió a reinar, por lo que Bumba se volvió a sentir mal, vomitando entonces la luna y las estrellas para que la noche tuviera también su luz. Bumba siguió vomitando durante el día y la noche, apareciendo entonces nueve criaturas: un leopardo, un águila, el cocodrilo, un pez, una tortuga, el rayo, una garza, un cabrito y un escarabajo.

Entonces, Bumba vomitó al hombre, millones de ellos, uno blanco como él, llamado Yoko Lima, y el resto negros porque fueron vomitados en la noche, y todos ellos se procrearon y se extendieron por todos los territorios, creando a su vez nuevas criaturas.

     En ese momento, los tres hijos de Bumba (Nyonye Ngana, Chongannda y Chedi Bumba) dijeron a su padre que ellos terminarían de hacer el mundo. De todas las criaturas solamente Tsetse, el rayo, creaba problemas. Tanto mal hizo que Bumba lo atrapó y lo encerró en el cielo. La humanidad se quedó entonces sin fuego, hasta que Bumba enseño al hombre cómo sacar fuego de los árboles.

     Cuando finalmente la obra de la creación estuvo acabada, Bumba se paseó entre los pueblos y dijo a los hombres: «Mirad todas estas maravillas. Os pertenecen». Del dios Bumba, el creador, el «Primer Antepasado», proceden todas las cosas y todos los seres.

Fuente: Mitosafricanos.blogspot