Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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sábado, 30 de octubre de 2021

Cultura Aché Guayakí - Museo Anibal Cambas

"Cultura Aché Guayakí"
En el Museo Regional Aníbal Cambas
Posadas Misiones
Año 2021

Autor Geronimo Rodriguez


domingo, 24 de octubre de 2021

Andrés Guacurarí y Artigas: héroe y símbolo misionero

En San Javier se inauguró recientemente el monumento de la Identidad Provincial. Está ubicado en la rotonda de acceso a la ciudad. La escultura fue realizada por el artista Gerónimo Rodríguez. Asimismo, en esa ocasión se presentó el Código QR mediante el cual la Escuela de Comercio 5 recopila y digitaliza la historia de monumentos y lugares emblemáticos de la localidad.




En San Javier se realizó el 5 de octubre la inauguración del monumento al Comandante General Andrés Guacurarí y Artigas, ubicado en la rotonda de acceso a La Dulce. La escultura fue realizada por el artista misionero Jerónimo Rodríguez, íntegramente en acero inoxidable. A partir de ahora, esta figura será la anfitriona de quienes visiten la localidad; así como también, el símbolo de una nueva celebración sanjaviereña: la Fiesta de la Identidad Misionera.


En esta misma ocasión, se hizo propicia una conferencia con el investigador, profesor Ernesto Cubilla, rector del Instituto Combate de Mbororé, a cargo del Departamento de Estudios Históricos y Geopolíticos del mismo establecimiento, que fue llevada a cabo en el SUM Los Lapachos, de la ciudad. Como parte de la inauguración, el profesor realizó un despliegue sobre algunos caminos recorridos acerca de la historia de San Javier y el Alto Uruguay, que viene realizando, y focalizó su exposición en la figura de Andrés Guacurarí. “El mayor valor que ha dejado como legado este prócer, ha sido la lealtad”, indicó el investigador, al finalizar su amena charla.





Este municipio se sumó a la reconstrucción histórica de la figura del General Andrés Artigas, como el más alto emblema del gen misionero, e integrante activo del proceso revolucionario e independentista, orígenes de la Nación Argentina. Esta provincia se hizo presente por intermedio de su figura. Lo cual permite tener una proyección del pasado, y plantear desafíos para seguir construyendo la/s identidad/es de los misioneros. “Para ser hay que pertenecer. Y para pertenecer, hay que apropiarse de la historia”, expresó el intendente, Matías Vilchez.


¿Quién fue Andrés Guacurarí y Artigas?

Andresito Guacurarí, como se lo reconoce, fue el emergente individual de un colectivo aborigen guaraní que salió a la lucha por la independencia de la América del Sud, defendiendo los ideales federalistas y la autonomía de los pueblos. Nacido el 30 de noviembre de 1778 en San Borja, de muy joven emigró a la Banda Oriental en el marco de la decadencia de los pueblos jesuíticos. En su nuevo destino llegó a buscar trabajo y, en circunstancias que se desconocen, se encontró con su padre adoptivo Gervasio Artigas, que le transmitió una educación humana, política y militar.

Cuando estalló la Revolución de Mayo, en 1810, todos los pueblos de Misiones y Corrientes de la margen occidental del río Uruguay -entre ellos, el pueblo de San Javier- se plegaron a la revolución, siguiendo los idearios de Artigas. Veían en su política federal y autónoma elementos de coincidencia con su vida particular.

Entre 1815 y 1819 el Protector de los Pueblos Libres lo nombró gobernador de las Misiones, y le encargó la defensa de la soberanía del territorio frente al avance portugués y paraguayo. Esto representó un hecho histórico, dejar en manos de un indio el gobierno político y militar de un territorio. Durante su gobierno se logró mantener los límites de la actual provincia de Misiones transformándose en el custodio de la frontera nordeste, nacionalizando su figura a la altura de otros próceres.

En junio de 1819, el prócer, fue tomado prisionero y llevado a Brasil. Dos años después la historiografía perdió su rastro. Lo último que se sabe es que fue liberado y se perdió su rastro.

En la actualidad, los misioneros siguen estudiándolo y buscando la manera de reconocer su trayectoria.

Lo expuesto recientemente, y por muchas otras cualidades y acciones de este héroe, lo convierten en el símbolo y referente máximo de la identidad misionera, concepto que otorga la nomenclatura a la nueva celebración de San Javier, y con la que se pretende integrar a la localidad al mapa cultural, turístico y productivo regional, provincial y nacional, para multiplicar sus posibilidades de desarrollo local. Este evento permitirá la trascendencia del municipio, y en él se amalgamará, en una fecha determinada, toda la riqueza turística, cultural, artística, productiva e industrial que caracteriza a los misioneros.

Fiesta de la Identidad

El 24 de junio de 2020 el Concejo Deliberante de la ciudad de San Javier estableció al mencionado municipio como sede de la Fiesta de la Identidad misionera, bajo Ordenanza N° 24/2020. Y el 22 de octubre del año 2020 dicha festividad fue declarada de Interés Provincial por la Cámara de Representantes de Misiones (C.R/D.787-2020/2021).

Por tal motivo, se establece como fecha estipulada para la mencionada celebración, entre los días 30 de noviembre y 3 de diciembre, puesto que la primera es una fecha hito de Misiones, por el día del nacimiento del Cacique Andrés Guacurarí, coincidiendo ésta también, con el homenaje al día de la bandera de esta provincia. Y la segunda, refiere a la conmemoración de San Francisco Javier, Santo y Patrono de la localidad, así como el aniversario de la misma.

A partir de esta celebración, se propone revalorizar la identidad misionera, noción que remite a la historia, a la memoria colectiva y al patrimonio cultural del pueblo. Es la que hace la diferencia con el resto de los colectivos sociales que componen la Argentina, y la que, desde esta fiesta, se quiere poner en valor.

Por tanto, será la divulgación y el mantenimiento de la idiosincrasia, las tradiciones y el fomento del acervo cultural misionero, lo que permitirá el afianzamiento como comunidad y sociedad, acrecentando el sentido de pertenencia.


Digitalizar la historia

En el evento inaugural, se presentó y destacó el trabajo llevado adelante por la Escuela de Comercio 5 en conjunto con la Municipalidad de San Javier. Se trata de un Proyecto Interinstitucional, que propuso la confección del Código QR que está colocado junto al monumento histórico referido. Quienes ingresen al Código podrán acceder a información histórica escrita (tanto en español como en inglés) y a la producción audiovisual y sonora, para todas aquellas personas que se interesen en conocer sobre la historia de este prócer emblemático. Asimismo, en otras instancias futuras también se construirá este proceso con otros lugares históricos del pueblo: el monumento de los 100 años (también ubicado en esta rotonda), el monumento a San Francisco Javier, El Cerro Monje, El Cerrito. Y, en años posteriores, la tarea seguirá también con otros espacios.

Tanto la construcción del referido Código, como la información recabada, sintetizada y escrita en él, fue realizada por alumnos de la Escuela de Comercio, con la guía y orientación de docentes de la institución. El colegio se adhiere a colaborar con el municipio, digitalizando la información histórica de diferentes lugares representativos que forman parte de la identidad de la querida ciudad.

El proyecto fue llevado a la práctica con estudiantes de diferentes años de la institución: jóvenes de distintos cursos pertenecientes al Club de Robótica de la Escuela de Comercio N°5; asimismo, de 5º año “A” Orientación en Comunicación (espacios curriculares Taller de Producción de textos y oratoria – Producción Multimedial – Taller de Radio y medios audiovisuales); de 4º año A Orientación en Comunicación (espacios curriculares Introducción a la comunicación – Taller de Radio y medios audiovisuales); de 3° año A y D Orientación en Comunicación (espacio curricular Historia y Lengua y Literatura); de 3° B, C y D Orientación en Economía (espacio curricular Historia); y, de 1° H Orientación en Economía (espacio curricular Historia). Los docentes que acompañaron la tarea son: Gabriel Cardozo, Lorena Altamirano, Fernando Galeano, Mirian Machado Barceló, Andrea Gómez, Carolina Mora y Mónica Truquín.

Los alumnos y docentes se sumaron a colaborar con el municipio y digitalizaron la información histórica del que forma parte de la identidad de San Javier. El objetivo es revalorizar la historia y los rasgos identitarios que forman parte del acervo cultural e histórico que pertenece a todos los misioneros.

Fuente: Diario Primera Edición (Posadas) - 24 de Octubre de 2021.

https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100512028/andres-guacurari-y-artigas-heroe-y-simbolo-misionero/



martes, 12 de diciembre de 2017

El Arte de Geronimo Rodriguez














Andresito Guacurarí en la Plaza 9 de Julio de Posadas (Misiones-Argentina)





Gerónimo Rodríguez, artista misiones, comentó sobre la obra que hizo en la Plaza 9 de Julio y dijo que por iniciativa de gobernación le encargó el trabajo, le dieron la libertad de crear y querían que esté Andrés Guacurarí, es un mural que se trata de un tríptico, entre partes por separado, unidas por la composición, para no crear una contaminación visual, que sea como una escultural más.

“Comienza la bandera que lleva en la mano Andresito, resguardando la frontera a través de la historia, esa misma bandera continúa como una serranía en una bandera Argentina, en el horizonte el sol con una tierra naciente, luego la vegetación, la tierra colorada y el agua. Del otro lado está representado el barco trasatlántico que trajo a los inmigrantes y termina como un sol de esperanza, progreso y futuro. También otro barco más chico de dos pisos que llevaba los inmigrantes de Posadas al interior”.

El artista además comentó que “de composición llevó algunos meses la obra, el esgrafiado la tuve que hacer en 24 horas, porque es un trabajo que se hace en fresco sobre cemento coloreado y hay que hacerlo antes de que se seque. Estoy cumpliendo 52 años y empecé a estudiar a los 16 años, luego hice la carrera en el Montoya, ahora piden más esculturas y murales, pero siempre me gustó todo lo referente a las artes plásticas. Estoy haciendo obras en el interior de Misiones y en Santo Tomé Corrientes, varían según las construcciones”.

Fuente
Ya Misiones – 1ro de Diciembre de 2.012
El tríptico fue inaugurado el 3 de Diciembre de 2.012



“Si Andresito y sus hombres no hubieran detenido a los portugueses, San Martín no podría haber seguido con su campaña libertadora...”
Profesor Julio Alejo Gómez (Argentina)
RESUMEN
            El Coronel Andrés Guacurarí, también conocido como Andresito Artigas, fue un aborigen guaraní nacido en Las Misiones en 1778. Forzado a emigrar por los portugueses que invadieron el norte de Misiones, en 1801 se trasladó a la Banda Oriental donde conoció entonces al caudillo oriental José Artigas, quien le ganó real afecto al punto que lo tomó como hijo adoptivo, y en 1815 lo designó Comandante Militar y Gobernador de la Provincia de Misiones, desde donde desarrolló una brillante campaña de contención de la penetración lusitana hasta ser capturado por los invasores en 1822, y traslado a prisión en Río de Janeiro.
 SUMMARY
            Colonel Andrés Guacurarí, also well-known as Andresito Artigas, was a Guarani aborigine born in Las Misiones in 1778. Forced to emigrate for the Portuguese that invaded the north of Misiones in 1801, he travelled to Banda Oriental. There he knew the oriental commander José Artigas who won him real affection to the point that took it as adoptive son, and in 1815 designated him Military Commander and Governor of Misiones County, from where he developed a brilliant campaign of contention of the Portuguese penetration until being captured by the invaders in 1822, and put in jail in River of Janeiro.
 EL HOMBRE
Andrés Guacurarí fue un indio mestizo, hijo de madre guaraní y de padre caucásico ignoto, que habría nacido en San Borja (hoy Brasil) el 30 de noviembre de 1778.[1]  Siendo niño su madre se mudó a Santo Tomé (hoy Corrientes, Argentina), donde recibió buena educación por parte de los sacerdotes herederos de los jesuitas, aprendiendo matemáticas, ciencias naturales, idiomas (castellano y portugués, además del guaraní natal, que leía y escribía con fluidez), música y religión (convirtiéndose en un católico muy devoto).  En 1801, cuando la reducción fue destruida por bandeiras portuguesas, se trasladó a la Banda Oriental, donde conoció a José Artigas, poniéndose a su servicio en el Regimiento de Blandengues, donde adquirió los conceptos de organización militar, verticalismo y disciplina que años después inculcaría a sus ejércitos.  El General le ganó gran afecto, al punto que lo adoptó como hijo, pasando a llamarse Andrés Artigas, y más conocido como “Andresito”.
Físicamente, era un guaraní con la piel más clara de los mestizos, ojos verdes, rostro picado de viruela (enfermedad contraída en la niñez), nariz pronunciada, pómulos salientes, baja estatura, complexión muy robusta, lampiño, pelo negro chuzo sujeto con una vincha. El historiador Vicente Miguel Martines  lo describe  de la siguiente manera"… Como buen indio guaraní, Andrés era callado y taciturno. No sabía reír, apenas dibujaba, de vez en cuando, la sombra de una sonrisa en su rostro carnoso, ligeramente rojizo y lampiño.  Pero sus ojos, pequeños y entrabiertos, tenían, en cambio, un fulgor singular. En su mirada y a través de las parcas expresiones del indio,  Artigas descubrió signos inequívocos de valor y lealtad; y descubrió asimismo, al baqueano y rastreador que va en derechura a los vados del río ocultos en la maraña del bosque; o las sendas que permiten avanzar entre los juncos del bañado, o la huella que entre los altos pastos ha dejado la patrulla invasora, o los atajos, que acortan las distancias y por los cuales, sorpresivamente, se logra atacar las retaguardias enemigas …  Conociéndose la manera de ser de Artigas, su larga experiencia, su gravedad en actos y palabras, su trato severo y frío, su circunspección, en fin, debe pensarse que la confianza tan honrosa como extensa y firme que el héroe oriental dispensaba al guaraní, fue obra de lentas comprobaciones …"
Su apellido, de prosapia guaraní, se ha escrito de diversas formas, aunque mayormente respetando la fonética. En la Banda Oriental y en Las Misiones fue Guacurarí (u ocasionalmente Guacararí), en Paraguay Guadsurarý, en Santa Fe y Corrientes Guazurarí, y en Brasil Guaçurary.  Los portugueses, en particular sus enemigos militares, también lo llamaron “Artiguinhas”.
Continuador de las luchas de José Sepé Tiarayú contra la invasión de portugueses y paraguayos a Misiones, el protagonismo histórico de Andrés Guacurarí se inicia cuando en 1811 se sumó a las tropas de Manuel Belgrano en el intento de la expedición para libertar al Paraguay de los realistas. Luego del fracaso de esta campaña, lo acompañó en la retirada para reforzar las fuerzas en la Banda Oriental, pero al ser relevado Belgrano por el unitario José Rondeau, Andresito adhirió al proyecto federal impulsado por José Gervasio Artigas
En 1815, siendo Capitán de Blandengues, fue designado por el Protector como Comandante General y Gobernador de las Provincias de Corrientes (recientemente segregada de la Intendencia de Buenos Aires) y las Misiones.  Al principio, su nombramiento fue recibido con desagrado por las elites criollas de Corrientes, que se resistían a ser mandados por un indígena, pero lentamente fue siendo aceptado porque su administración fue recta y justa, conforme a la orientación política artiguista. Recuperó los pueblos misioneros sobre el Paraná, y los Cabildos volvieron a funcionar regularmente para blancos e indios por igual. 
Durante su gobierno se pusieron a producir estancias y yerbatales abandonados por españoles que habían huido luego de la Revolución de Mayo, hubo incentivos a la actividad industrial disminuyendo la carga impositiva a varaderos y astilleros (fuerte industria correntina) y construyendo hornos para la fabricación de cerámicas, y al aumentar las actividades comerciales trajo prosperidad a la Provincia. Como militar, formó dos regimientos regulares de caballería integrados por indígenas, fundó una fábrica de pólvora y otra para armas blancas, mientras se intentó producir rudimentarios cañones pedreros. Pero  toda su obra fue interrumpida por la invasión portuguesa.
 LAS CAMPAÑAS MILITARES DE ANDRESITO
            La actividad militar de Andrés Guacurarí Artigas en el frente de Las Misiones consistió de cuatro campañas: una contra Paraguay, dos contra Portugal y una contra Buenos Aires.
1.-        CAMPAÑA CONTRA LA INVASIÓN PARAGUAYA (1815)
El Dictador Supremo de Paraguay, Gaspar Rodríguez de Francia, so pretexto de inconducta de las fuerzas artiguistas en su frontera, dispuso la ocupación de los pueblos misioneros de la banda oriental del Paraná. En agosto de 1815, el Capitán paraguayo Francisco Antonio González se apoderó de Candelaria, Santa Ana, Loreto, San Ignacio y Corpus. Posteriormente, para administrar la ocupación lo reemplazó el Comandante José Isasi.
Artigas ordenó a Andresito que impedir el avance paraguayo.  Para eso, Guacurarí organizó una fuerza de infantería y caballería compuesta por 500 indios, con los que recuperó Candelaria en un asalto dirigido por su lugarteniente, el Fray José Acevedo, y el Capitán Manuel Miño.  El 16 de Septiembre de 1815 Isasi se ridió, y continuando con la campaña, Andresito recuperó  Santa Ana, San Ignacio Miní, Loreto y Corpus.
Al detenerse las operaciones militares, Andrés Cuacurarí instaló su cuartel general en Candelaria.  Por orden del Prócer, liberó a todos los prisioneros paraguayos como gesto de buena voluntad y acercamiento a Gaspar Rodríguez de Francia, mientras un grupo negociador enviado por Artigas arribó a Asunción para asegurarle al Dictador de Paraguay que no existían intenciones de expansión territorial en su territorio.
2.-        PRIMERA CAMPAÑA CONTRA LA INVASIÓN PORTUGUESA (1816)
Con la intención de reconquistar las Misiones Orientales, ocupadas por los portugueses, Andrés Guacurarí inició una marcha con 1.000 hombres desde Santo Tomé, obteniendo un triunfo en Sâo Joâo Vello. Por proclama hizo saber a los  pueblos misioneros orientales sus intenciones de liberarlos del yugo lusitano, que de manera continua capturaba a los indígenas para enviarlos como esclavos al norte de Brasil.
Instaló su campamento en Itaquí, Corrientes, mientras los portugueses hacían otro tanto en San Borja.  Se produjo entonces el combate de Rincón de la Cruz, donde Andresito derrotó las fuerzas portuguesas al mando del Capitán Joaquim Ferreira Braga, recibiendo la adhesión de los naturales de los  siete pueblos misioneros liberados, que formaron una división al mando del Capitán Manuel Antonio Curaeté. A continuación Guacurarí puso sitio a San Borja el 21 de septiembre de 1816, intimando la rendición al Brigadier Francisco Das Chagas Santos, pero los lusitanos recibieron refuerzos y con un violento contrataque obligaron la retirada de las fuerzas artiguistas hasta la otra margen del río Uruguay.
En enero de 1817 los portugueses volvieron a atacar en la cercanía de la barra del Aguapey. Por órdenes del gobernador de Río Grande do Sul, saquearon e incendiaron los pueblos de Yapeyú, La Cruz, Santo Tomé, Santa María, Mártires, Apóstoles, San José y San Carlos y llevaron cuanto había de valor. Dos veces más atacaron los portugueses pero los ejércitos de Andresito los derrotaron en Apóstoles y San Carlos, luego de lo cual el frente de combates se estancó  
3.-        CAMPAÑA EN DEFENSA DEL FEDERALISMO (1818-1819)
Luego del combate de San Carlos, Andresito instaló su cuartel en Tranquera de Loreto y vigiló los movimientos de los paraguayos y de los portugueses, mientras puso énfasis en el adiestramiento de la tropa indígena para darle forma y contenido de ejército regular. Allí recibió órdenes de Artigas de marchar sobre Corrientes para restablecer la autoridad federal, resentida por un golpe militar dirigido por José Francisco Vedoya, adherido al centralismo porteño, que había derrocado al gobernador Juan Bautista Méndez del gobierno correntino, que se produjo el 24 de mayo de 1818. No fue un hecho aislado, sino que respondía a una maniobra dirigida desde el Directorio de Buenos Aires para sustraer a la provincia de la influencia artiguista. Se produjeron dos combates, uno en Caa-Catí y otro en Saladas en junio de 1818, venciendo Andresito en ambos las tropas unitarias al mando del Mayor José Francisco Casado, para restituir el dominio federal. Vedoya alcanzó a abordar una nave y huyó hacia Buenos Aires.
De inmediato, Guacurarí ordenó al Mayor Francisco Javier Sití con una fuerza de 300 hombres ocupar el puerto de Esquina, al Capitán Ignacio Mbayoé hacer otro tanto con el de Goya, y al Capitán Pantaleón Sotelo asegurar las líneas de comunicación terrestres con Artigas entre el Paraná y el Uruguay. Recién después avanzó sobre Corrientes.  
En la entrada triunfal a la ciudad de San Juan de la Vera de las Siete Corrientes, Andrés Guacurarí fue acompañado de Pedro Campbell, Comandante General de Marina de Artigas, restituyendo al Coronel Juan Bautista Méndez al cargo de gobernador intendente de la ciudad.
Ejerció la gobernación general hasta abril de 1819. Reorganizó el gobierno civil y ningún pueblo de la Provincia dejó de tener autoridad constituida. Hubo un enfrentamiento entre el patriciado de las ciudades capitales y las masas rurales. La sociedad correntina estaba acostumbrada desde la época de las colonias a las encomiendas, donde no existían los sueldos y se trabajaba por la comida; a los hijos se los tenía en las casas de viejas familias como “criados” con la paga del plato diario. Los indios, en situación de casi esclavitud, eran la fuerza laboral de todas estas actividades.  Andresito se abocó a la tarea de liberar indios y esclavos, y de acuerdo con el “Reglamento de Tierras” de Artigas realizó un reparto de solares entre los desocupados desposeídos para que las trabajaran como campesinos libres.  Esto le ganó el encono de partes importantes de las aristocracias locales.
4.-        SEGUNDA CAMPAÑA CONTRA LA INVASIÓN PORTUGUESA (1819)
Para 1819 el ejército de Artigas no contaba con suficientes medios ni hombres para resistir a los invasores. Sólo Andresito volvió a la lucha; abatió guarniciones enemigas y tomó posesión de los pueblos de las Misiones Orientales. Se instaló en San Nicolás, desde donde condujo un ataque al Brigadier Francisco Das Chagas Santos, pero el asalto fracasó y los portugueses pudieron retirarse ordenadamente, pidiendo refuerzos a Porto Alegre y a Alegrete.
Andresito marchó al sur intentando contactarse con Artigas, pero no lo consiguió. Con los refuerzos, Chagas pasó al contrataque y tomó San Nicolás. Andresito decidió volver y en su contramarcha chocó con las poderosas fuerzas brasileñas en Itá-Curuví, julio de 1819. El combate fue violento. Andresito debió retirarse y dispersar sus tropas con la consigna de reunirse en la otra banda del río Uruguay, en Misiones.
Algunos lo consiguieron, otros grupos fueron alcanzados por los portugueses y se produjeron sangrientos entreveros, en uno de los cuales perdió a vida su lugarteniente, el cacique Vicente Tiraparé. Cuando Andresito se preparaba para cruzar el río en una jangadilla con un pequeño grupo fue sorprendido por una fuerte patrulla portuguesa que lo tomó prisionero y lo remitió a Porto Alegre. 
LA DERROTA DE ANDRESITO
En marzo de 1819, Andresito, siguiendo órdenes de Artigas, inició una nueva campaña sobre las Misiones Orientales.  El 23 abandonó Corrientes, poniéndose al frente de las divisiones misioneras de Vicente Tiraparé, Ignacio Mbayoé, Blas Uré y Pantaleón Sotelo. Con estas divisiones, más las correntinas de Pedro Sánchez Negrete, marchó por la parte norte del Iberá y los destruidos pueblos misioneros, buscando el cruce del Uruguay. Quedaron la división guaraní de Juan Asencio Abiaró en Corrientes, y la división tape de Francisco Javier Sití en Santa Fe.
Entretanto, desde Asunción del Cambay, la división de Manuel Cayré cruzó el Uruguay, buscando la unión con Andresito para marchar sobre Santa María, en conjunción con los movimientos que por el sur realizaría Artigas, según el plan acordado.
Andres Guacurarí cruzó el río Uruguay a fines de abril con 1.800 hombres, tomando y fortificándose en el pueblo de San Nicolás el 29 de abril.  Francisco Das Chagas Santos, su eterno enemigo, trató el 9 de mayo de recuperar la plaza, pero fue derrotado. Sin embargo, había llegado el ocaso para los guaraníes.
En auxilio de Chagas acudieron los regimiento del Coronel José de Abreu y del Conde de Figueiras, sumando unos 2.400 hombres. Andresito, que peligrosamente había dividido sus fuerzas, sin poder establecer contacto con Cayré ni con Artigas, fue sorprendido y derrotado por Abreu, el 6 de junio en Itacurubí; revés en el que cayó Pedro Sánchez Negrete. El 11 de junio, las tropas defensoras de San Nicolás fueron obligadas a dejar la plaza ante el avance del Conde de Figueiras. Parte de ellas fueron alcanzadas y derrotadas en el Paso de San Isidro, y las restantes resultaron también derrotadas en Santo Cristo, donde fue abatido el Sargento Mayor Vicente Tipararé.
Con el remanente de las tropas misioneras correntinas, Andresito trató de repasar al Uruguay para reorganizarse, y en esas circunstancias el 24 de junio, en el paso de San Lucas, fue sorprendido por la partida que lo tomó prisionero. 
EL FÍN DE ANDRESITO
Cuando el 24 de junio de 1819 cayó prisionero el Comandante General de Misiones, luego de su última y fracasada invasión, se cerró una etapa crucial de la lucha que por más de cuatro años habían sostenido los guaraníes misioneros en defensa de su decisión de integrar el proyecto federal de José Artigas, tratando de mantener la integridad territorial e institucional de los quince pueblos entre el Paraná y el Uruguay, y recuperar los siete orientales.
Andrés Guacurarí fue trasladado a pie a Porto Alegre.  De allí, con su consejero y compañero, el franciscano Fray Acevedo (quien había caído prisionero el 5 de junio cerca Rocha), fueron remitidos a Río de Janeiro a bordo de la zumaca “Catharina”, y confinados en esa plaza, tal como ocurriera anteriormente Juan Antonio Lavalleja, Fernando Otorgues, Manuel Artigas, y otros jefes artiguistas.
A fines de 1819 fueron recluido en la Fortaleza de Santa Cruz, pero al poco tiempo Andresito resultó trasladado al Fuerte de la Lague, inhóspito islote rocoso enclavado en la entrada de la Bahía de Guanabara, donde permaneció un año y cuatro meses en prisión incomunicado, con providencias más estrictas que los demás prisioneros.
A principios de 1821, consolidado en la Banda Oriental el triunfo de las fuerzas lusitanas y tras haber desaparecido José Artigas del escenario político-militar, las condiciones a las que estaban sometidos los prisioneros en Brasil fue cambiando poco a poco, y paulatinamente fueron liberados, pudieron regresar a sus hogares.  Esa liberación fue merced a la venalidad de funcionarios portugueses que cobraron un soborno en metálico enviado por Artigas, como así también por gestiones realizadas por Francisco de Borja y Magariños ante el ministro español en la Corte de Río de Janeiro, el Conde de Casa Flores, tratando de ganarse para la causa española a Otorgues, Fray Acevedo y el propio Andrés Artigas, entre los más conocidos.  Y aquí aparecen dos versiones sobre la suerte de Andrés Guacurarí. 
Por la primera, Andresito no pudo cumplir con su sueño de regresar al terruño natal. Días antes del 17 de junio, fecha en la que debía embarcarse con los oficiales y soldados liberados con destino a Montevideo, fue nuevamente encarcelado. El Conde de Casa Flores realizó otras gestiones para obtener su libertad, y si bien las autoridades lusitanas se comprometieron a considerar el pedido, no hay constancia de los resultados, y la tradición oral dijo que el caudillo guaraní falleció envenenado poco tiempo después, en el lugar de su último confinamiento: la Isla Das Cobras.
Por la segunda, el 17 de junio de 1821 zarpó de Río de Janeiro a bordo del bergantín inglés “Francis”, que arribó a Montevideo el 3 de julio de 1821, donde desembarcaron Andresito Artigas, Fray José Acevedo  y doce patriotas más luego de que juraran no volver a levantarse en armas contra España.  Desde esa fecha  se pierde la huella del Coronel Andrés Guacurarí, no se sabe donde dirigió sus pasos, y tampoco donde y cuando encontró la muerte.
Un triste final a la memoria histórica de quien, por casi un lustro, supo defender sin claudicar la utopía de una patria federal y la integridad territorial de su provincia, buscando que sus connaturales gozaran de los mismos derechos y libertades que los demás americanos.  Es una paradoja histórica que su muerte, lo mismo que su nacimiento, son interrogantes que todavía faltan desentrañar.  
EL LEGADO
El Coronel Andrés Guacurarí Artigas, al igual que el Comandante Pedro Campbell, es también un personaje olvidado en la memoria colectiva de los uruguayos.
En Uruguay la Ruta 4 lleva el nombre de Andrés Artigas. También se lo recuerda en el nombre del pueblo Andresito, en Flores, en el Parque Nacional Andresito de Rocha, y en un ignoto callejón de Montevideo
En Argentina la Provincia de Misiones ha designado a Andrés Guazurarí como el “Héroe Provincial”, y como tal todos los años lo homenajean el 30 de noviembre, día de su nacimiento, fecha que fue elegida como “Día de la Independencia de la Provincia”.
Existen monumentos en Posadas, Santo Tomé, Candelaria y Garupá y también un cenotafio en la capital provincial, que si bien está dedicado a todos los indígenas caídos en las luchas por la independencia, está encabezado por Andresito.  
Una ciudad del noreste de la provincia lleva de nombre Comandante Andrés Guacurarí”, manteniendo la grafía oriental del apellido. Cerca de dicha localidad, el Puente Internacional Comandante Andresito cruza el río San Antonio uniéndola con Brasil
En 2003 el estadio del club Crucero del Norte de la ciudad de Garupá, Misiones, fue bautizado Andrés Guaycurarí en homenaje al prócer. El 27 de junio de 2013, por gestiones surgidas del gobierno federal el estadio iba a ser rebautizado "Néstor Carlos Kirchner", pero el clamor de los misioneros se hizo sentir, y el cambio no se produjo.
El 1 de abril del 2014, atendiendo el sentir de los pobladores del noreste argentino, la presidente de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, ascendió de manera post-mortem a Teniente General del Ejército Argentino al Coronel del Ejército artiguista Andrés Guacurarí Artigas.
 REFERENCIAS
·         PATIÑO, Enrique; “Los Tenientes de Artigas”, Impresora Monteverde, Montevideo, 1936.
·         PETIT MUÑOZ, Eugenio; “Artigas y los Indios”, en “Artigas: estudios publicados por El País como homenaje al Jefe de los Orientales en el Centenario de su Muerte (1850-1950)”, autores varios, Impresora Colombino, Montevideo, 1951.
·         BERAZA, Agustín; “Andresito (Andrés Guacararí o Coronel Andrés Artigas)”, en “Cultura e Identidad Uruguaya”, Revista del Consejo de Educación Primaria y Normal, Montevideo, 1950.
·         FARIAS, José Ramón; “Andresito Guazurarí Artigas”, publicación de La Gazeta Federal, Resistencia, 2006.
·         TISSERA, Ramón; “Entre historia y política de la Provincia de Chaco”, Instituto de Historia de la Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, 1980.
·         GONZALEZ, Juan; “Andrés Guacurarí y Artigas, Comandante Guaraní de los Pueblos Libres”, edición del Consejo General de Educación de Corrientes, Corrientes, 2007.
·         MANCHON, Jorge Francisco y CANTERO, Oscar Daniel; “Andrés Guazurarí y Artigas”, Impresora Creativa, Posadas, 2011.
·         PIGNA, Felipe; “Andrés Guacurarí, nuestro indio gobernador”, http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/independencia/andres_guacurari_nuestro_indio_gobernador.php   

   Fuente Fundacion Histarmar - Andres Guacurari, Un hijo prodigo.