Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

Mostrando entradas con la etiqueta Patrimonio de la Humanidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Patrimonio de la Humanidad. Mostrar todas las entradas

domingo, 1 de diciembre de 2024

Reducciones jesuíticas guaraníes, un legado para la humanidad



Escrito por María Elena Hipólito

Se cumplieron 40 años de la declaración de la Unesco como patrimonio mundial de los pueblos de San Ignacio Miní, Santa María La Mayor, Nuestra Señora de Loreto y Santa Ana. El camino recorrido y el desafío de mantener las majestuosas construcciones respetando su identidad.

"Estas ruinas no durarán ya mucho, la naturaleza y los hombres de por allí, que no ven en ellas sino montones de piedras ya talladas, y que presentan comodidad para ser empleadas en obras que le reporten utilidad, concluirán la obra destructora si las autoridades no toman medidas severas para contrarrestar ese vandalismo.

"Para Misiones, las ruinas de los pueblos jesuitas representan un venero de riqueza futura.

"Cuando haya mayor facilidad de transporte y el turismo se haya generalizado más en nuestro país, muchos, muchísimos se dirigirán allí para visitarlas, y ese vaivén continuo de turistas coadyuvará al adelanto del territorio, dejando mucho dinero y aportándole su contingente de progreso".

La apreciación quedó plasmada en el Boletín del Instituto Geográfico Argentino (tomo XVI en 1896) producto del tercer viaje por Misiones en el que el viajero e investigador Juan Bautista Ambrosetti, visitó "las famosas ruinas de los antiguos jesuitas" en San Ignacio. Ya en ese entonces el pionero argentino en arqueología y etnografía reparaba sobre la importancia de que estos vestigios de las reducciones jesuíticas guaraníes, once en la provincia de Misiones, se conserven para la posteridad por su importancia para la civilización.

Este año se cumplieron cuatro décadas de la declaración de la Unesco como Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1984 a cuatro reducciones del territorio del territorio misionero: San Ignacio Miní, Santa Ana, Nuestra Señora de Loreto y Santa María La Mayor; en la lista hay una más, la de San Miguel de las Misiones, en Brasil, que se había incorporado un año antes. En la misma declaratoria están las Cataratas del Iguazú.

Tal fue su visión que los dos escenarios que planteó Ambrosetti se hicieron realidad y mucho tuvo que pasar para que hoy tengan un poco del valor merecido, aunque largo camino hay todavía por recorrer, sobre todo para aquellas que no tienen el sello de patrimonio, como la de San Javier, en la que hace menos de un mes gracias a los vecinos se frenaron obras que ponían en peligro su estructura.

Las misiones jesuíticas fundadas por los sacerdotes de la Compañía de Jesús son testimonios impresionantes de un sistema religioso, político, económico, legal y cultural de los siglos XVII y XVIII. Fueron 30 en total de las cuales once están en Misiones, cuatro en Corrientes, siete en Brasil y ocho en Paraguay.

En este empeño para el reconocimiento de la Unesco se resalta la figura de la arquitecta Mary Edith González (91), que fue quien lo impulsó. "Cuando tuve que hacer este trabajo tuve que ir a visitar todas las reducciones y la gente usaba el terreno para plantar, se llevaban las piedras para hacer edificios", recordó la siempre estudiosa Mary en diálogo con este medio.

Para ser incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial, los sitios deben tener un valor universal excepcional y cumplir al menos uno de diez criterios de selección. En el caso de las cuatro reducciones jesuíticas se usó el criterio 4 (iv) que describe: "Ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustre (una) etapa(s) significativa(s) de la historia humana".

Entendiendo el legado histórico, arquitectónico y cultural que significó la convivencia del pueblo guaraní con los padres jesuitas europeos, hay numerosos investigadores que realizan trabajos de rescate en las diferentes reducciones para mantenerlas en la posteridad y estudiando para conocer cada vez más de ese riquísimo pasado, luchar contra el olvido y lograr la repatriación de piezas que se encuentran en otros sitios. Un caso de éxito es el frontis que fue recuperado el año pasado y se encuentra en el museo de San Ignacio.


"El retorno de esta pieza va a sentar precedente para que vayan retornando muchas otras, porque lamentablemente si nosotros buscamos en los sitios de venta online como Mercado Libre 'piezas jesuíticas guaraníes' te salen un montón. Están en el mercado negro, se compran y se venden, la santería más que nada, y esto ocurre porque hay una dispersión de nuestro patrimonio", aseguró la historiadora Natalia Vrubel, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Misiones (Unam).


"Que se haya rescatado ese frontis y esté en un espacio público, de acceso a todos es el valor agregado al turismo, a la educación y al patrimonio, porque no sirve únicamente para el turista sirve para las escuelas, para que nuestros niños puedan ser parte de la visibilidad de la recuperación de estos patrimonios", sumó.


La conservación de las misiones jesuíticas es un trabajo arduo y continuo, que exige tanto conocimientos técnicos como un profundo respeto por la historia y la naturaleza del lugar. Desde la restauración de las primeras estructuras en la década de 1940 hasta los trabajos actuales, las misiones fueron sido sometidas a múltiples intervenciones con el fin de preservar su arquitectura única. Se destaca que uno de los mayores retos radica en el mantenimiento de San Ignacio Miní, la mejor conservada y más estudiada.


En su máximo esplendor, detrás de una cortina de monte, sumidas en vegetación o como se las conoce ahora, las reducciones jesuíticas guaraníes siguen siendo imponentes y sacan lágrimas de asombro a los visitantes. A 40 años de la declaración de patrimonio por la Unesco de cuatro de ellas los desafíos siguen siendo gigantes en educación, concientización, formación y fondos para seguir manteniéndolas a todas, las once que están en el territorio misionero.


FuenteDiario:
Diario El Territorio - Posadas - 1ro de Diciembre de 2024.


https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2024/12/01/842683-reducciones-jesuiticas-guaranies-un-legado-para-la-humanidad

miércoles, 4 de agosto de 2021

Los 5 nuevos lugares de América Latina declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco



La Unesco inscribió 13 nuevos sitios culturales en su Lista del Patrimonio Mundial, entre los cuales están incluidos cinco lugares de América Latina.

El Comité del Patrimonio Mundial también aprobó la extensión de un sitio ya existente en México.

Entre los nuevos sitios clasificados como Patrimonio Mundial están Dholavira, una ciudad harapea en India; el paisaje cultural de Hawraman/Uramanat de Irán; los sitios prehistóricos Jomon en el norte de Japón y el paisaje minero de Roșia Montană en Rumania.

En América Latina, estos son los nuevos sitios declarados Patrimonio Mundial:

Brasil - Sitio Roberto Burle Marx



Situado al oeste de Río de Janeiro, este sitio muestra el logrado proyecto llevado a cabo durante más de 40 años por el artista y arquitecto paisajista Roberto Burle Marx (1909-1994), que pretendió crear una "obra de arte viviente" y un "laboratorio del paisaje" recurriendo a la vegetación nativa e inspirándose en las ideas del movimiento modernista.

El proyecto, que comenzó en 1949, es un jardín paisajístico representativo de los elementos esenciales del estilo singular de Burle Marx.

El jardín se caracteriza por sus formas sinuosas, la exuberancia de sus plantaciones masivas, la disposición arquitectónica de su vegetación, la utilización de especies botánicas tropicales y la incorporación de elementos artísticos propios del folclore popular.

Este es el primer jardín tropical moderno que se inscribe en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

Perú - Complejo arqueoastronómico Chankillo


Situado al norte de la costa central del Perú, en el Valle de Casma, este sitio arqueológico (500-200 a.C.) posee un conjunto de construcciones edificadas en un paisaje desértico y una serie de características naturales que, conjuntamente, funcionan como un calendario solar perfecto, utilizando marcadores que permiten observar el desplazamiento del sol a lo largo del horizonte durante todo el año.

El sitio comprende un Templo Fortificado, el Observatorio, el Espacio Público Ceremonial y las Trece Torres de forma cúbica que señalizaban la trayectoria solar y que están dispuestas en una hilera que se estira a lo largo de la cresta de otra colina.

También incluye el Cerro Mucho Malo, indicador natural complementario de las trece torres.

Se cree que el templo estaba dedicado al culto del sol y la presencia de un lugar de observación a cada lado del alineamiento norte-sur de las torres permitía determinar los puntos de orto y ocaso del sol en el horizonte a lo largo de todo el año.

Uruguay - Iglesia de Atlántida, obra del ingeniero Eladio Dieste


La iglesia de Atlántida, con su campanario y su baptisterio subterráneo, está situada en Estación Atlántida, a 45 km de Montevideo.

El conjunto de la iglesia, inspirado en la arquitectura religiosa paleocristiana y medieval italiana, fue inaugurado en 1960.

La iglesia, construida sobre una planta rectangular de una sola nave, presenta unos característicos muros ondulados que soportan una cubierta igualmente ondulada, compuesta por una secuencia de bóvedas gaussianas de ladrillo reforzado desarrollada por Eladio Dieste (1917-2000).

Tal como señala la Unesco, "la iglesia constituye un ejemplo eminente de los notables logros formales y espaciales de la arquitectura moderna en América Latina durante la segunda mitad del siglo XX".

"Y encarna la búsqueda de la igualdad social con un sobrio uso de los recursos".

Chile - Asentamiento y momificación artificial de la cultura chinchorro


Ubicado en la región de Arica y Parinacota, el sitio consta de tres componentes: Faldeo Norte del Morro de Arica, Colón 10, ambos en la ciudad de Arica, y Desembocadura de Camarones, en un entorno rural a unos 100 km más al sur.

En conjunto ofrecen un testimonio de una cultura de cazadores-recolectores marinos que residieron en la árida y hostil costa norte del desierto de Atacama, en el extremo norte de Chile, desde aproximadamente 5450 a.C. hasta 890 a.C.

El sitio presenta la evidencia arqueológica más antigua conocida de la momificación artificial de cuerpos con cementerios que contienen tanto cuerpos momificados artificialmente como algunos que se conservaron debido a las condiciones ambientales.

En el sitio se han encontrado herramientas confeccionadas con materiales minerales y vegetales, así como instrumentos sencillos de hueso y concha que permitían una explotación intensiva de los recursos marinos.

El sitio, señala la Unesco, "constituye un testimonio único de la compleja espiritualidad de la cultura chinchorro".

México - Conjunto franciscano del monasterio y la catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala


El conjunto es una extensión del sitio "Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl", que fue inscrito en la Lista de Patrimonio en 1994.

Fue construido entre 1537 y 1540 tras la alianza entre españoles y tlaxcaltecas.

El sitio incluye el monasterio y la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y forma parte del primer programa de construcción iniciado en 1524 para la evangelización y colonización de los territorios del norte de México.

El conjunto es uno de los cinco primeros monasterios establecidos por frailes franciscanos, dominicos y agustinos, y uno de los tres que aún se mantiene en pie.

La extensión, señala la Unesco, "contribuye a una mejor comprensión del desarrollo de un nuevo modelo arquitectónico que influyó tanto en el desarrollo urbano como en los edificios monásticos hasta el siglo XVIII".

Fuente: BBC News - 29 de Julio de 2021

https://www.elmostrador.cl/generacion-m/2021/07/29/cuales-son-los-5-nuevos-lugares-de-america-latina-declarados-patrimonio-de-la-humanidad-por-la-unesco/?fbclid=IwAR3nqJvCoNVFCSF0neGn82OI0vTMvQkoU926JBUNkhgFULeUQO2QoDNbD60

miércoles, 16 de diciembre de 2020

La Unesco declaró al chamamé Patrimonio de la Humanidad

El género musical del litoral, nacido de la fusión de la cultura guaraní con la jesuítica, acaba de ser reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.



“Tomate una dosis de chamamé / una sobredosis de chamamé”, cantaba el grupo correntino de la ciudad de Goya Amboé. 


Hoy, esa sobredosis es del mundo entero. El género musical del litoral, nacido de la fusión de la cultura guaraní con la jesuítica, acaba de ser reconocido por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). 

Se votó en París y las puertas para este género se abren ya que no sólo representa una catapulta en términos de reconocimiento mundial, también está ligado a fondos para la cooperación internacional.


Más que un género, podría decirse que el chamamé es una manifestación cultural que comprende música y baile. Es propio de la provincia de Corrientes y nordeste argentino y ha desempeñado un papel relevante en el desarrollo cultural de la zona calando gran parte de su idiosincrasia. Sus comienzos datan del siglo XVI y su importancia no es sólo argentina: también tiene una fuerte presencia en Paraguay, en Uruguay, en Brasil, en Argentina es escuchado además de Corrientes, en Entre Ríos, centro-este de Formosa, Santa Fe, Chaco, y en toda la provincia de Misiones, región denominada Litoral argentino, donde es la música más popular. También es escuchado en el norte santiagueño.


“Para todos los que amamos el chamamé, hoy es un día de celebración, un día de júbilo. Nuestras felicitaciones a la Provincia de Corrientes, a todo el litoral... en realidad, a todo el país porque esa música le pertenece a todo el país, de norte a sur y de este a oeste”, dijo Tristán Bauer, ministro de Cultura de la Nación en un video difundido hoy.


Gabriel Romero, presidente del Instituto Provincial de Cultura de la Provincia de Corrientes, dijo: “El chamamé es mucho más que una música alegre que se escuchaba en bailantas y que solo la bailaba la clase trabajadora, como se hacía creer al comienzo. Es una manifestación cultural que no distingue clases sociales y que tiene celebración propia: la Fiesta Nacional del Chamamé y la Fiesta del Mercosur, que se realiza todos los meses de enero en Corrientes y sirve como vidriera mundial para un género que sigue sumando adeptos”.

Según a Unesco, “el patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos”. Ahora el chamamé, que “pone en relieve la flora, la fauna, el amor a la tierra”, cobra una dimensión internacional. Entre los próceres del género se destacan Emilio Chamorro, Mauricio Valenzuela, Ernesto Montiel y Tránsito Cocomarola.


Entre los años 1940 y 1960, Antonio Tarragó Ros (padre), Ramón Ayala, Ramona Galarza e Isaco Abitbol le dieron una gran popularidad al chamamé. En la década siguiente se realiza el Festival Nueva Canción Correntina con la presencia de Teresa Parodi, Pocho Roth, Antonio Tarragó Ros (hijo), Mario Bofill y las hermanas Vera y Marilí González Segovia. Luego llegan Chango Spasiuk, y Nini Flores que internacionalizan aún más el género. Y el resto es historia conocida, que continúa hoy, con este gran reconocimiento: Patrimonio de la Humanidad.

Fuente: Infobae - 16 de Diciembre de 2.020.


https://www.infobae.com/cultura/2020/12/16/la-unesco-declaro-al-chamame-patrimonio-de-la-humanidad/?fbclid=IwAR3QCGO38zHpATn7IIDeRG_uy8FxHwfUHJbyDE9u0vDiTc4QpZr5EzZ2pW8


domingo, 13 de diciembre de 2020

Qhapaq Ñan: memoria ancestral de los pueblos andinos


La Secretaría de Patrimonio Cultural presenta Camino ancestral Qhapaq Ñan. Una vía de integración de los Andes en Argentina, el primer libro integral del Ministerio de Cultura de la Nación dedicado a contar, transmitir y poner en valor la importancia de dicho espacio histórico, su proyección social, cultural y política sobre el presente, y los modos en que la gestión comunitaria e institucional permite rescatarlo. Cuenta con textos especialmente elaborados y más de ochenta fotografías originales.

El Camino Ancestral Qhapaq Ñan es un itinerario cultural prehispánico que fue consolidado por los incas en el siglo XV y que se extiende a lo largo de la cordillera andina uniendo los actuales países de Argentina Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Por su valor histórico excepcional, en 2014 la UNESCO inscribió una parte de esta extensa red transnacional de caminos y estructuras arqueológicas asociadas en la Lista de Patrimonio Mundial. Pero el Qhapaq Ñan es también un patrimonio vivo, cuyo legado sigue vigente en las prácticas culturales y en las formas de organización de los pueblos andinos, que desde hace siglos comparten valores comunes y buscan caminos de integración. En Argentina, el Camino Ancestral Qhapaq Ñan se presenta a la vez como proyecto patrimonial y político, interpelando los fundamentos de nuestra identidad nacional y visibilizando la potencia de la cosmovisión andina en el derrotero del siglo XXI.

“La articulación virtuosa entre los seis Estados parte de la región, el carácter federal con sus siete representaciones provinciales y la valoración de los espacios de trabajo y decisión comunitarios hacen a un espíritu que sintoniza con nuestra manera de entender las políticas culturales”, señala en el prólogo al libro Valeria González, secretaria de Patrimonio Cultural. “En un sentido más amplio, confiamos en el programa Qhapaq Ñan no solo como una instancia de visibilidad y empoderamiento de nuestras comunidades andinas, sino también como una oportunidad para enriquecer nuestros imaginarios de pertenencia como nación más allá del patrimonio fundacional decimonónico y de sus referentes europeos”, manifiesta la funcionaria. “Una gestión mancomunada y plural como esta debe enfrentar enormes desafíos y complejidades. Expresamos nuestro profundo agradecimiento a todas las personas que con su determinación y compromiso la hacen posible”.

Realizado por los equipos del programa Qhapaq Ñan, con sede en el INAPL (Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano), y de la SPC (Secretaría de Patrimonio Cultural), el libro contiene presentaciones de Viviana Usubiaga, directora nacional de Gestión Patrimonial, y Luciana Delfabro, coordinadora de Investigación Cultural; un prólogo de Horacio Chiavazza, secretario de la Unidad de Gestión Federal del Camino Ancestral Qhapaq Ñan; una introducción general de Victoria Sosa, coordinadora del Proyecto; un diálogo abierto con los representantes de la Mesa de Pueblos Indígenas Manolo Copa y Claudia Liliana Herrera Salinas; dos artículos de los especialistas Axel Nielsen y Christian Vitry que ponen de relieve los antecedentes y la trascendencia histórica del Camino Ancestral; una descripción detallada de los trece segmentos que componen el tramo argentino; y un glosario de términos quechuas.



“El Qhapaq Ñan es la memoria ancestral de los pueblos andinos”, puntualizan en su intervención Manolo Copa y Claudia Liliana Herrera Salinas, referentes de la Mesa de Pueblos Indígenas que coparticipa de la gestión de los espacios. “La memoria es ese legado casi invisible que los padres, las madres, los y las mayores nos vienen enseñando desde la niñez, de generación en generación. Pero, también, la transmisión está en los ejemplos, en los hechos: la cosmovisión está en nuestras formas de solidaridad, en la reciprocidad, en el respeto a nuestra querida madre Pachamama (Pecne Tao para la cultura huarpe), en ir a minguear con la comunidad, en poder juntarnos entre cuatro o cinco familias productoras para seleccionar la semilla, para sembrar”, afirman Copa y Herrera Salinas. “Nuestra historia misma está en estos hechos. Ni el inca ni el español pudieron con eso: siempre hemos mantenido nuestra identidad y nuestra dignidad, y hoy nos sentimos muy cómodos y cómodas de decir que somos pueblos originarios”.

Camino Ancestral Qhapaq Ñan significa la integración de las palabras “Camino Ancestral” al nombre oficial del itinerario cultural Qhapaq Ñan, lo cual fue una solicitud que los pueblos indígenas de Argentina elevaron a las autoridades del Proyecto. Andar el Qhapaq Ñan es ir desandando la propia historia, una historia que viene de miles de años atrás, mucho antes de la llegada del inca. “Como legado ancestral, resguarda y contiene la historia de nuestras propias identidades; es el reflejo de un sistema de organización antiguo y de una cosmovisión cuyos valores circulaban por estos caminos”, señalan Copa y Herrera Salinas. “Al mismo tiempo, forma parte de nuestro territorio, el lugar en el cual se desarrollan nuestras culturas, que contiene los espíritus de nuestras ancestras y nuestros ancestros y también la comunidad actual, nuestra juventud, nuestros niños y nuestras niñas. El Camino es la historia y a la vez es un camino vivo: lo transitaban nuestros abuelos y nuestras abuelas, y antes sus abuelos y abuelas y hoy lo transitamos nosotros y nosotras. Es pasado, es presente y es futuro”.

El Qhapaq Ñan es un patrimonio que Argentina comparte con Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, y que adquirió mayor visibilidad nacional e internacional a partir de su inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial, en 2014. El nombre “Qhapaq Ñan” (“camino principal” en quechua) fue elegido para designar la extensa red de caminos y estructuras relacionadas para la comunicación, el intercambio y la defensa que fuera consolidada por los incas en el siglo XV y que se extendió por más de 30.000 kilómetros a lo largo y ancho de la cordillera de los Andes.

“Ese proyecto, sin embargo, también pone en evidencia otros aspectos de importancia central para nuestra vida social y política”, reflexionan en su prólogo Viviana Usubiaga y Luciana Delfabro. “Por un lado, nos recuerda que nuestras sociedades se construyeron sobre los cimientos de antiguas civilizaciones, que los pueblos indígenas son preexistentes a la conformación de los Estados modernos y que la diversidad cultural es parte de nuestra identidad nacional. Por el otro, nos impone entendernos como parte de una comunidad más amplia, la andina y latinoamericana, que desde hace siglos comparte valores comunes y busca caminos de integración. Estos pueblos organizados tienen voz propia para sumarse a escribir la Historia sin mediaciones y son también un actor central para pensarnos en la actualidad y de cara al futuro. Volver a mirar estas experiencias que están en nuestro ADN es reencontrarnos con algo propio y poner en circulación pensamientos y saberes de absoluta actualidad en las agendas políticas y socioambientales del momento”.

Las experiencias que se recuperan en este libro son un ejemplo de buenas prácticas en torno al patrimonio y de puestas en acto del valor de la reciprocidad. La publicación de este material tiene como misión dar a conocer un proyecto que es modelo de trabajo mancomunado, de diálogo intercultural e interdisciplinario. No obstante, los relatos que reúne ponen de manifiesto un legado mucho más vasto: el de la cosmovisión de los pueblos preexistentes a la nación argentina. En ella, el cuidado y el respeto por la diversidad, en su sentido más amplio, nos replantean los vínculos entre sociedad y naturaleza, entre humanos y no humanos, dando lugar a relaciones virtuosas basadas en el respeto por todas las formas de la vida -los animales, las plantas, los ríos y las montañas- sin privilegiar unas sobre otras. Estas formas de vida son parte del entramado vital de conexión con la tierra que -a diferencia de la visión instrumental de la naturaleza proveedora de la cual extraer necesidades- pertenece al futuro, a las formas de vida por venir.



Fuente: El Sureño en la Web - 13 de Diciembre de 2020

https://www.surenio.com.ar/qhapaq-nan-memoria-ancestral-de-los-pueblos-andinos/

sábado, 5 de diciembre de 2020

Las 11 maravillas argentinas: Patrimonios de la Humanidad

En la actualidad, Argentina cuenta con 11 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, que pertenecen al Patrimonio Mundial declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en la Argentina.

En su mayoría se trata de formaciones naturales – siete de ellas los son – y funcionan a la perfecciones como llamadores turísticos en zonas que, en muchos casos, crecieron en función de su existencia.



Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz (1981). 
El Parque Nacional Los Glaciares es un bien natural declarado Patrimonio de la Humanidad en 198 La importancia del patrimonio reside en que es el área relictual más extensa de los procesos glaciológicos del Período Cuaternario en Sudamérica. Este es un sitio de una belleza imponente, uno de los principales atractivos turísticos de la Argentina. Además, es una inapreciable reserva de agua dulce.


Misiones Jesuíticas Guaraníes, Misiones (1984). 
Las misiones jesuíticas guaraníes son un sitio cultural, incluido en el Patrimonio Mundial en 1984. Su atractivo reside en el valor testimonial, cultural e histórico, del vínculo entre los pueblos originarios guaraníes y los jesuitas de la Compañía de Jesús en América del Sur.


Parque Nacional Iguazú, Misiones (1984). 
El Parque Nacional Iguazú es un bien natural designado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1984. Sus enormes cascadas ofrecen un espectáculo natural que se encuentra entre de los más imponentes del mundo.


Cueva de las Manos, Río Pinturas, Santa Cruz (1999). 
La Cueva de las Manos del Río Pinturas es un bien cultural incorporado al listado de los Patrimonios de la Humanidad en 1999. Se caracteriza por albergar un conjunto excepcional de arte rupestre, único en el mundo, por su antigüedad, su grado de conservación y su entorno. La zona del Río Pinturas está ubicada en la región Patagónica, en el noroeste de la Provincia de Santa Cruz, al sur del país. En esta región, en la cuenca del río Deseado, se encuentra el cañadón del Río Pinturas, donde se encuentra la Cueva de las Manos.


Península Valdés, Chubut (1999). 
Designada parte del Patrimonio de la Humanidad en 1999, es un lugar de preservación de mamíferos marinos de importancia mundial visitada por turistas de todas las latitudes. Las ballenas francas, elefantes y leones marinos, además de orcas, habitan las costas de esta península.



Parque Ischigualasto, San Juan; y Parque Talampaya, La Rioja (2000). Los Parques Ischigualasto y Talampaya fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 2000. Estos dos parques naturales contiguos se caracterizan por albergar un registro excepcional y completo de la vida animal y vegetal en un período geológico de más de 200 millones de años.


Parque Nacional Los Alerces, Chubut (2017). 
El Parque Nacional Los Alerces forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la Argentina. Las características geomorfológicas espectaculares del paisaje fueron moldeadas por las glaciaciones sucesivas en forma de lagos, valles de altura y cumbres rocosas. Su rasgo más emblemático es el bosque de Alerce. El Alerce, conífera endémica de América del Sur, es la segunda especie de árbol más longeva del mundo. Su promedio de vida es de 3600 años.


Manzana y Estancias Jesuíticas, Córdoba (2000). 
La Manzana y Estancias Jesuíticas son un ejemplo excepcional de experiencia religiosa, social y económica sin precedentes, que se llevó a cabo entre los siglos XVII y XVIII y duró más de 150 años.


Quebrada de Humahuaca, Jujuy (2003). La Quebrada de Humahuaca es un imponente valle montañoso estrecho y árido. Ofrece cientos de sitios arqueológicos y arquitectónicos que dan testimonio de su larga y rica historia.


Qhapaq Ñan, Sistema vial andino (2014). 
El Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 21 de junio de 2014. Qhapaq Ñan (Gran Camino) es un extraordinario Sistema Andino de Carreteras construido por las comunidades prehispánicas andinas, principalmente en el siglo XV. Los diferentes pueblos originarios trazaron caminos y rutas, que luego los incas incorporaron y articularon en su propio sistema caminero. Constituye una obra física única, de gran trascendencia para la historia de la humanidad y de escala continental para América del Sur.


Obra arquitectónica de Le Corbusier (2016). 
Parte de la obra arquitectónica de Le Corbusier fue caracterizada por la UNESCO como una contribución excepcional al Movimiento Moderno. Inscripto como Patrimonio de la Humanidad en 2016. Los 17 sitios integrantes de este bien del patrimonio mundial abarcan siete países y tres continentes. Corresponde a la Argentina la casa del Dr. Curutchet en La Plata.

Fuente: Sumario Noticias - Alta Gracia - Córdoba - Argentina. 
3 de Diciembre de 2020.

martes, 1 de diciembre de 2020

Arqueólogos descubren una importante colección de arte rupestre de hace 12.500 años en el Amazonas

Las representaciones son de humanos y animales de la edad de hielo extintos, como el mastondonte. El hallazgo tuvo lugar el año pasado en Serranía de la Lindosa, en Colombia, pero se ha mantenido en secreto hasta ahora ya que se filmó para una serie de «Channel 4».



En la selva amazónica, en una continuación de acantilados en Colombia que se extienden durante 12 kilómetros, se ha descubierto una de las colecciones de arte rupestre prehistórico más grandes del mundo, según informa «The Guardian».

Denominada como «La Capilla Sixtina de los antiguos» ( un nombre que no es original, como luego contaremos), los arqueólogos colombianos y británicos descubrieron en este lugar decenas de miles de pinturas de animales y humanos realizadas hace 12.500 años.

La fecha se define, en parte, por las representaciones de los animales de la edad de hielo, ahora extintos, como el mastodonte (una especie de elefante al que no se ha visto por Sudamérica en los últimos 12.000 años). También hay representaciones de otros animales desaparecidos como el paleolama, caballos de esa época y perezosos gigantes.

Estos animales fueron vistos y pintados por algunos de los primeros humanos en llegar al Amazonas. Sus imágenes muestran cómo era aquella civilización perdida. Tal es la magnitud de las pinturas que llevará generaciones estudiarlas.

Según informa este medio británico, el descubrimiento se realizó el año pasado, pero se ha mantenido en secreto hasta ahora, ya que se filmó para una serie importante del canal «Channel 4» y que se proyectará en diciembre. El proyecto se llama «Jungle Mystery: Lost Kingdoms of the Amazon».

El importante hallazgo se encuentra ubicado en la Serranía de la Lindosa donde, junto con el Parque Nacional Chiribiquete, ya se habían encontrado otros ejemplos de arte rupestre. Y es que en Chiribiquite ya se han registrado alrededor de 75.000 pinturas de arte rupestre.

Las Serranías de Chiribiquete y La Lindosa se encuentran entre las áreas de Colombia que fueron cerradas al público durante el conflicto armado con las FARC y ahora se están abriendo a los investigadores científicos. El área es tan vasta y remota que aún no se ha establecido contacto con algunas tribus indígenas que viven allí.

El 1 de julio de 2018 Parque Nacional Natural de Chiribiquete fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en calidad de sitio mixto pues reúne en un mismo territorio riquezas biológicas y culturales únicas en el mundo.

Chiribiquete fue descubierto hace solo 30 años, como por arte de magia de la propia selva. El antropólogo Carlos Castaño-Uribe salió en una avioneta de San Vicente del Caguán con destino a Leticia. El clima desató una tormenta que de tanto acosar a la avioneta los obligó a girar y desviar su rumbo. Entonces apareció la serranía, formación geológica que hace parte del Escudo Guayanés y por ello una de las zonas más antiguas del continente. Chiribiquete es considerado punto clave en el poblamiento de Sudamérica, además del origen de toda la cosmogonía continental relacionada con el jaguar.

Según la Unesco, una de las características «más impresionantes» de Chiribiquete es la existencia de numerosos tepuyes (mesetas abruptas y cimas planas), donde hasta este descubrimiento se habían contabilizado más de 75.000 imágenes rupestres en los muros de unos sesenta refugios creados en esas formaciones rocosas. Ya por tanto se denominaba al lugar «la Capilla Sixtina de la Amazonia» antes de esta nueva repetición de nomenclatura mediática.

Los grabados del lugar, que datan desde el paleoindio hasta épocas recientes, son representaciones que se interpretan como escenas de caza, batallas, danzas y ceremonias todas ellas ligadas a un supuesto culto al jaguar, símbolo de poder y fecundidad.

Fuente: ABC (España) - 1ro de Diciembre de 2020

https://www.abc.es/cultura/abci-arqueologos-descubren-importante-coleccion-arte-rupestre-hace-12500-anos-amazonas-202012010106_noticia.html?fbclid=IwAR1haZJq22CznAPSwn50-Rvl7hzkNqYxKuTnGqYEiSF9--4R4084C7bv1pw#vca=rrss-inducido&vmc=abc-es&vso=fb&vli=noticia.foto&ref=https:%2F%2Fl.facebook.com%2F

sábado, 18 de julio de 2020

Patagonia Argentina: Santa Cruz protege para siempre al sitio "Patrimonio de la Humanidad Cueva de las Manos"

El área arqueológica “Cueva de las Manos” contiene arte rupestre de más de 9 mil años de antigüedad, con negativos de manos y escenas de caza que muestran la relación que los pueblos de cazadores-recolectores tenían con la fauna nativa. Foto: Beth Wald

La Gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, firmó el decreto de aceptación de la donación por parte de Fundación Rewilding Argentina de las tierras que albergan al Sitio Patrimonio de la Humanidad Cueva de las Manos, con arte rupestre de más de 9 mil años de antigüedad. El sitio es uno de los atractivos del Noroeste de la provincia que, como destino turístico, viene impulsando el desarrollo económico de las comunidades locales.

En 1999, la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad a las 600 hectáreas que albergan restos arqueológicos invaluables en el área del Cañadón Pinturas, pero hasta hoy las tierras eran privadas. 

En 2015, Fundación Rewilding Argentina adquirió la estancia donde se encuentra el sitio, siguiendo su modalidad de trabajo de restauración y donación al Estado de tierras para crear Parques Naturales, abiertos para todas las personas. Es en esa línea que hoy se realiza la donación de 519 hectáreas para consolidar la protección del Sitio Cueva de las Manos, de extraordinario valor histórico y cultural.

La gobernadora de la provincia remarcó que “En esta pandemia, queremos trabajar mucho en el turismo interno patagónico. A través de la construcción de confianza colectiva, hemos logrado juntar todos los esfuerzos a nivel de turismo, a nivel de medio ambiente, a nivel de organizaciones como Flora y Fauna (ahora Rewilding Argentina), en un claro sentido de responsabilidad social.” También, destacó que la creación del Parque Provincial Cueva de las Manos y la Reserva Charcamata refuerza el compromiso de su gestión por preservar el patrimonio cultural y ambiental de Santa Cruz y de Argentina, y resaltó su especial relevancia para el desarrollo del destino turístico al noroeste de la provincia. Por su parte, el Ministro de Ambiente de la Nación Juan Cabandié, quien estuvo presente en videoconferencia, expresó sus felicitaciones por el compromiso ambiental, por las áreas protegidas que se van incorporando a la provincia de Santa Cruz; y reforzó su compromiso con la función ambiental y el trabajo conjunto con Parques Nacionales.

El sendero Bajada de los Toldos, en el portal Cañadón Pinturas del Parque Patagonia, desciende hacia el río Pinturas por un camino que usaban los pueblos originarios hace miles de años. La vista de la Cueva, desde una perspectiva diferente, acompaña en la mayor parte del recorrido. Foto: Franco Bucci.

Sofía Heinonen, Presidenta de Fundación Rewilding Argentina, y Sebastián Di Martino, Director de Conservación de la misma fundación, festejaron el hito ambiental, que es el fruto de un trabajo mancomunado con las autoridades. "La donación de las tierras de este sitio, patrimonio de todas las personas del mundo, marca un hito en la historia de esta región, especialmente por la importancia arqueológica de sus pinturas y restos, que datan de 9.300 años y que seguían expuestas al uso ganadero" comentó Sofía Heinonen.

Juan Enrique Nauta, director del Sitio Cueva de las Manos, afirma que el Sitio “es una parte muy importante de la vida y de la nacionalidad argentina, y es uno de los principales atractivos turísticos de la región. Aunque años atrás era un lugar de difícil acceso y para visitarlo había que gestionar el permiso en la Estancia Los Toldos, todos los habitantes de Perito Moreno lo tuvimos siempre muy presente.

Desde 2018, Fundación Rewilding Argentina, el Municipio de Perito Moreno y la Provincia de Santa Cruz vienen trabajando en conjunto para fortalecer las áreas protegidas de la Región Noroeste de Santa Cruz mediante el desarrollo de infraestructura para visitantes, mejoras en la conectividad y accesibilidad, y la promoción turística.
Grandes manadas de guanacos aparecen representadas en las pinturas rupestres de Cueva de las Manos, indicando la importancia que la especie tuvo en la cultura de los pueblos nómadas por miles de años. Foto: Franco Bucci


CUEVA DE LAS MANOS
La Cueva de las Manos es una de las expresiones artísticas más antiguas de los pueblos sudamericanos. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, se destaca la complejidad de su arte rupestre, que permite entender cómo vivieron aquellas sociedades del pasado.

A pesar de que la cueva es conocida por viajeros occidentales desde mediados del siglo 20, las investigaciones arqueológicas recién se iniciaron en la década de 1960, cuando Carlos Gradín comenzó a recorrer la zona y realizó el primer relevamiento de Cueva de las Manos, revelando las facetas de la vida y de la cosmovisión del mundo de nuestros antepasados.

La principal cueva está tallada por la erosión en los elevados paredones. La cueva posee varios aleros, y presenta en su interior pinturas rupestres realizadas durante un extenso período que va desde 9300 hasta 1300 años antes del presente.

En las pinturas se observan figuras que reproducen elementos relacionados con la vida cotidiana de los tehuelches y sus antecesores, antiguos pueblos cazadores-recolectores. Las más célebres y antiguas son las siluetas en negativo de las manos, en ciertos casos superpuestas, realizadas por antiguos métodos de estarcido donde el color se aplicaba en forma de aerosol soplado a través de los huecos medulares de pequeños huesos de animales. Se observan también siluetas de animales como guanacos, choiques, piches y matuastos, que se estima eran los principales componentes de la dieta de los antiguos pueblos y, por ello, era frecuente que se mostraran escenas de la caza colectiva de estos animales.






PORTAL CAÑADÓN PINTURAS
El Noroeste de Santa Cruz es el nuevo destino de turismo de naturaleza para actividades de senderismo y avistaje de fauna silvestre.

Además de su riqueza arqueológica, la región cuenta con unos de los paisajes más variados e imponentes del país: el inmenso lago Buenos Aires; los increíbles paisajes de la ruta escénica 41, que sorprenden con vistas a la meseta, cordillera, glaciares y cascadas; tierras de colores; y maravillosa fauna silvestre, fácil de ver, compuesta por manadas de guanacos, cóndores, choiques y chinchillones que sorprenden con su mansedumbre a los visitantes.

De la mano de las comunidades locales, la gastronomía regional y las artesanías hacen de esta región el destino perfecto para vivir una experiencia inolvidable en el corazón de la Patagonia.

Para alojarse en el Portal Cañadón Pinturas del circuito turístico Parque Patagonia, La Posta de Los Toldos se presenta como un refugio de estepa con alojamiento, fogones y camping; y es también un centro de actividades de turismo de naturaleza como guiadas, senderismo, observación de astros, y avistamiento e interpretación de fauna silvestre.

www.parquepatagoniaargentina.org
www.lapostadelostoldos.com
Fuente: Rewilding Argentina - 18 de Julio de 2020

martes, 17 de septiembre de 2019

Curso Clase 4 - La Herencia Misionera - Historia de la Provincia de Misiones - Capítulo 4: Los 30 Pueblos Guaraníes


San Ignacio Mini - Misiones (Argentina)
Las misiones jesuíticas guaraníes o reducciones jesuíticas guaraníes fueron un conjunto de treinta pueblos misioneros fundados a partir del siglo XVII en llamada Provincia Paraguaria​ (jurisdicción situada en Virreinato del Perú y que abarcaba regiones de los actuales Paraguay,Argentina, Uruguay y partes de Bolivia, Brasil y Chile) por la orden religiosa católica de la Compañía de Jesús entre los aborígenes guaraníes y pueblos afines, con el objetivo de evangelizar a dichos pueblos.

Quince misiones se ubicaron en las actuales provincias de Misiones y Corrientes (Argentina), ocho en el Paraguay y las siete restantes en las denominadas Misiones Orientales, situadas al suroeste del Brasil.

Historia
En 1603, el vigésimo séptimo gobernador de Nueva Andalucía del Río de la Plata Hernandarias modificó la legislación sobre el trabajo de los aborígenes, promoviendo la supresión de las mitas y encomiendas, por las cuales los españoles gozaban de los frutos del trabajo de los nativos a cambio de su evangelización, en la práctica inexistente. Obtuvo la aprobación de esta reforma por parte del rey Felipe III de España, y en 1608 se dispuso la creación de las reducciones jesuíticas y franciscanas en la región del Guayrá (actual Estado de Paraná, Brasil).

Las misiones o reducciones que los jesuitas crecieron con los años entre los guaraníes, guaicurúes y pueblos afines y legaron a ubicarse en las regiones del GuayráItatínTapé (las tres en el actual Brasil), Uruguay (Brasil, Argentina y Uruguay actuales), Paraná (Argentina, Paraguay y Brasil actuales) y las áreas guaycurúes en el Chaco (Argentina y Paraguay contemporáneos), fueron establecidas en el siglo XVII dentro de territorios pertenecientes al imperio español en la Gobernación del Río de la Plata y del Paraguay y sus gobernaciones sucesorias a partir de su división en 1617: la Gobernación del Paraguay y la Gobernación del Río de la Plata, todas dependientes del inmenso Virreinato del Perú y fundadas con el fin de evangelizar a los pobladores originarios.

Eclesiásticamente formaban parte de los obispados católicos de Buenos Aires y de Asunción e integraban la Provincia Jesuítica del Paraguay.

Ubicación geográfica
Localización de las misiones jesuíticas guaraníes en los actuales territorios de Argentina, Paraguay y Brasil.

Las treinta misiones jesuitas guaraníes se localizaron en la geografía de los actuales territorios de las repúblicas de Argentina, Paraguay y Brasil, en derredor de dos de los más importantes ríos que conforman la cuenca del Plata, el río Paraná y el río Uruguay, en la selva tropical de la mata atlántica.

Los jesuitas fueron continuadores del exitoso sistema de planificación demográfico que el virrey del Perú Francisco Álvarez de Toledo había ideado para las reducciones de indios. Así se creó la “República de indios” donde las misiones alcanzaron un alto grado de desarrollo.

La primera misión jesuítica guaraní se fundó en 1609, en el actual territorio de Paraguay, bajo el nombre de San Ignacio Guazú.

En la gran provincia misionera, el territorio de la actual provincia de Misiones, fue el que mayor concentración de reducciones tuvo ya que los jesuitas fundaron doce misiones entre los ríos Paraná y Uruguay en el área donde se produce el mayor acercamiento entre ambos cursos fluviales.

También erigieron los miembros de la Compañía de Jesús siete pueblos que se ubicaron al Este del Río Uruguay y que se conocieron con el nombre de Misiones Orientales, en un área que actualmente abarca el centro y el oeste del estado de Río Grande del Sur, en Brasil.

Las treinta misiones jesuíticas guaraníes fueron:

Número
Nombre
Lugar actual
Estado actual
Coordenadas
Año
1
San Ignacio Guazú
Departamento de Misiones
Paraguay
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png26°5324.5176S 57°126.2027O
1609
2
Nuestra Señora de la Encarnación de Itapúa
Departamento de Itapúa
Paraguay
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°2020.6995S 55°5158.8769O
1615
3
Santo Tomé
Provincia de Corrientes
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-28.5501744, -56.0350093
1632
4
San Francisco de Borja
Estado de Río Grande del Sur
Brasil
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-28.6609598, -56.0057473
1682
5
San Nicolás
Estado de Río Grande del Sur
Brasil
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png28°116.3463S 55°1541.1922O
1626
6
San Luis Gonzaga
Estado de Río Grande del Sur
Brasil
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-28.4082739, -54.9613119
1687
7
San Lorenzo Mártir
Estado de Río Grande del Sur
Brasil
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-28.4617043, -54.7099097
1690
8
San Miguel de las Misiones
estado de Río Grande del Sur
Brasil
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-28.5473261, -54.5548771
1632
9
San Juan Bautista
Estado de Río Grande del Sur
Brasil
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-28.4582177, -54.399062
1697
10
Santo Ángel Guardián de las Misiones
Estado de Río Grande del Sur
Brasil
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-28.3051037, -54.2617258
11
Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°5437.1505S 55°452.6553O
12
Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción del Ibitiracuá
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°5849.49795S 55°3113.26863O
13
Santa María la Mayor
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°5315.7506S 55°2041.5345O
1626
14
San Francisco Javier
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°5226.4770S 55°87.0468O
1629
15
Santos Mártires del Japón
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°488.7334S 55°250.1852O
1639
16
San José de Itacuá
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-27.7703236, -55.7795734
1633
17
San Carlos Borromeo
Provincia de Corrientes
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-27.7436859, -55.8997406
1631
18
Nuestra Señora de la Candelaria
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°2713.8265S 55°4517.9035O
19
Nuestra Señora de Santa Ana
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°2326.1661S 55°3450.6802O
1633
20
Nuestra Señora de Loreto
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°1958.7179S 55°312.3570O
1610
21
San Ignacio Miní
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°5519S 55°3154O
1611
22
Corpus Christi
Provincia de Misiones
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°734.6724S 55°2954.6057O
23
Jesús de Tavarangué
Departamento de Itapúa
Paraguay
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°319.2646S 55°4511.4606O
1685
24
Santísima Trinidad del Paraná
departamento de Itapúa
Paraguay
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°752.7199S 55°4213.1655O
1706
25
Nuestra Señora de la Asunción de Acaraguá y Mbororé (La Cruz)
Provincia de Corrientes
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-29.1784567, -56.6382532
1630
26
San Cosme y Damián
Departamento de Itapúa
Paraguay
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png27°1913.44S 56°1958.08O
1632
27
Santiago Apóstol
Departamento de Misiones
Paraguay
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-27.1407485, -56.7631713
1669
28
Santa Rosa de Lima
Departamento de Misiones
Paraguay
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-26.8867399, -56.8491883
1698
29
Santa María de Fe
Departamento de Misiones
Paraguay
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png-26.7834013, -56.9439451
1647
30
Yapeyú
Provincia de Corrientes
Argentina
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png29°2815.9959S 56°492.2799O
1627

Mapa de la Distribución Geográfica de las Misiones en los actuales territorios de Argentina, Paraguay y Brasil


Población
La estimación de la población de las misiones jesuitas guaraníes es la siguiente:

Año
Población
Año
Población
Año
Población
1641/1643
36.190
1724
117.164
1750
95.089
1647
28.714
1732
141.242
1755
104.483
1648
30.548
1733
128.389
1756
89.536
1657
37.412
1734
116.250
1762
102.988
1667
43.753
1735
108.228
1765
85.266
1668
47.088
1736
102.721
1767
88.796
1676
53.298
1737
104.473
1768
88.864
1677
58.118
1738
90.287
1772
80.891
1678
55.125
1739
81.159
1783
56.092
1682
61.083
1740
73.910
1784
57.949
1700
86.173
1741
76.960
1791
44.677
1702
89.500
1742
78.929
1793
51.991
1717
121.168
1743
81.355
1801
45.637

Organización política

La política guaraní obedeció a su propia lógica, la cual fomentaba la unificación de las tekoas o aldeas (de hasta 300 000 habitantes) en volátiles alianzas que perseguían como fin último no sólo el control de los recursos naturales provenientes del ecosistema de la selva tropical, base de sustentación de toda su economía, sino también la búsqueda de la Tierra Sin Mal, creencia en la que se basaba su religión.

Tanto la figura de los karaís o profetas pan-guaraníes (no adscritos a una tekoa en particular sino a la "Nación" en general) como la búsqueda de la tierra sin mal, fueron dos rasgos de la cultura guaraní que los jesuitas supieron aprovechar. Ellos también eran como los karaí (con los que compitieron durante los primeros años) portadores de una nueva: el "camino al paraíso" era compatible con el aguyé o camino de la perfección guaraní con destino a la Tierra Sin Mal. Los padres misioneros aunaron los sistemas de valores y creencias de la cultura guaraní de la época prehispánica con la cosmovisión del catolicismo logrando la unificación de los guaraníes bajo la protección de las leyes de la corona de España de las que los jesuitas eran garantes. Los guaraníes también supieron aprovechar este hecho frente a la creciente expansión del frente colonial hispano-portugués, en especial a partir de 1640, cuando el reino de Portugal se independizó de los reyes de España.

La mayoría de los líderes políticos guaraníes de muchas tekoas aceptaron levantar iglesias, que eran símbolos de la protección divina y jurídica, aliándose en definitiva con lo que la Compañía de Jesús representaba.

Otros líderes, por el contrario, se mantuvieron en guerra y continuaron el ciclo de enfrentamientos con sus propios connacionales: para un guaraní comerse a otro de ellos era de motivo religioso y no lo hacían a menudo. Porque según la tradición «...sólo los guaraníes son capaces de acumular energía para llegar a la Tierra sin mal».

El sistema político imperante mantenía a las reducciones estrictamente subordinadas al monarca español, quien ejercía su autoridad en América por medio de las Reales Audiencias de Lima y Buenos Aires. Por ello los jesuitas recurrían permanentemente al rey, solicitando autorizaciones o pedidos varios, favores y hasta privilegios. En algunos casos las solicitudes se dirigían a las audiencias y a los gobernadores.

Todas las misiones jesuitas fueron fundadas siguiendo el mismo modelo: la iglesia, la residencia de los padres y las casas regulares de los indios, que se ubicaban alrededor de una gran plaza.

El gobierno de cada misión tuvo muchas similitudes con las instituciones que los castellanos trasplantaron al Nuevo Mundo desde la península ibérica, aunque le sumaron características particulares atendiendo a la idiosincrasia de los naturales de la región.

Como gobierno local, en cada reducción funcionaba un cabildo precedido por el corregidor, que era además la autoridad principal del pueblo, conocido entre los guaraníes como parokaitara ‘el que dispone lo que se debe hacer’. Era confirmada su elección por el gobernador y generalmente el elegido era uno de los caciques del pueblo y solía ser a perpetuidad. De esta forma los jesuitas fueron continuadores de las instituciones indígenas ya que el jefe de la tribu era la máxima autoridad comunal.

Otras autoridades eran los alcaldes de primer voto y segundo voto, también llamados yvyrajoko ‘el primero entre los que llevan vara’. Ellos velaban por las buenas costumbres, castigaban a los holgazanes y vagabundos y vigilaban a los que no cumplían sus deberes. Esta autoridad se ejercía dentro del pueblo, junto con cuatro alcaldes de barrio, fuera de él había entre seis y ocho comisarios para los cuarteles. Una veedora vigilaba a las mujeres, cuatro celadores a los niños y cuatro inspectoras a las niñas.

Además del corregidor y los alcaldes, el cabildo estaba integrado por un teniente de corregidor, un alguacil, cuatro regidores, un alguacil mayor, un alférez real, un escribano y un mayordomo, del cual dependían los contadores, los fiscales y los almaceneros. Los integrantes del cabildo eran electos cada 1ro de enero por los que dejaban el cargo en una asamblea general y puestos a consideración de los sacerdotes y luego a confirmación del gobernador.

Los regidores se encargaban de inspeccionar el aseo y la limpieza en los lugares públicos y privados, controlando también la concurrencia de los niños a la escuela y el catecismo.
El alguacil era quien se debía encargar de ejecutar las órdenes del cabildo y de la justicia. La legislación misionera excluyó la pena de muerte, otro de los grandes avances que la organización jesuita incorporó en sus comunidades.

Organización Jesuita
La institución del real patronato indiano o el "patronazgo real" fue el régimen vigente que ejercieron los virreyes y los gobernadores en nombre de su majestad católica, el rey de España, para quien uno de los fines de la conquista de América fue la evangelización de los indigenas. Estos funcionarios tenían facultades para conferir beneficios eclesiásticos y designar sacerdotes. El mecanismo utilizado para la designación establecía que el obispo debía presentar una terna de nombres entre los cuales el gobernador elegía.

Los curas tenían a su cargo el gobierno de las reducciones siendo los verdaderos administradores de los bienes de los pobladores y contando con facultades de intervención directa no sólo en la actividad espiritual sino también temporal, económica, cultural, social y hasta militar.

En el orden estrictamente espiritual, los misioneros se preocuparon especialmente de la difusión de la fe católica y de la enseñanza del catecismo. Los jóvenes que habían superado la edad escolar y se encontraban trabajando en cualquier actividad, por las tardes, al escuchar el sonido de la campana, debían dirigirse a la iglesia. El acto religioso más importante era la misa, al que los fieles concurrían acompañados de toda la familia, particularmente los días preceptuados.
Las iglesias fueron el corazón de los pueblos. Eran construcciones imponentes frente a la plaza que poseían un alto campanario con el que se llamaba a la misa y excepcionalmente a reunión general. Todas las calles del trazado urbano terminaban en ella.

La Provincia Jesuítica del Paraguay tenía un padre provincial residente en la ciudad de Córdoba, designado por el general de la Compañía de Jesús, con sede en Roma. Al general o prepósito de la orden, los sacerdotes jesuitas le debían total obediencia, después del Papa. El provincial redactaba anualmente las "Cartas Anuas de la Provincia" que remitía a Roma con los principales sucesos ocurridos ese año. El provincial tenía bajo su dependencia directa a los procuradores de Buenos Aires, Santa Fe y Asunción, además de un secretario y de los consultores. Cada grupo de misiones tenía un padre superior subordinado al provincial, las misiones del Paraná y del Uruguay tuvieron cada una un superior hasta principios del siglo XVIII (el superior del Guayrá desapareció al trasladarse su misión); desde entonces las treinta reducciones quedaron bajo un solo superior residente en Nuestra Señora de la Candelaria, estableciéndose un padre vice-superior para las reducciones del Paraná y otro para las del Uruguay, que además regían su propia reducción, contando cada uno con un consultor ordinario y otro extraordinario además de un admonitor.

En cada reducción había dos sacerdotes (en las más pobladas había tres), uno a cargo de lo espiritual y religioso (el cura del pueblo) y otro (el compañero) que estaba a cargo de las cosas temporales como el trabajo y la instrucción.
Organización espacial

Plano de la reducción jesuítica de San Ignacio Miní.



En una reducción, los edificios principales, como la iglesia, el cementerio comunal y la escuela, que servía al mismo tiempo para albergar a los jesuitas, conformaban una unidad a manera de monasterio. Estas edificaciones construidas en piedra local y madera de lapacho, quebracho y urunday se encontraban en un lado de una gran plaza cuadrada, rodeada de casas por los otros tres lados. Junto a la iglesia también edificios administrativos y talleres. En el centro de la misma, una gran cruz y una estatua del santo patrono de la misión.

Las calles y casas estaban ordenadas según precisas líneas geométricas, de acuerdo a las recomendaciones españolas relativas a la construcción de nuevos asentamientos. La posición central de su lugar de residencia permitía a los padres tener una vigilancia constante sobre la vida de la reducción. También disponían una casa comunal coty guazu para alojar a las viudas, huérfanos y mujeres solteras y tenían agua corriente y servicios sanitarios.

Hasta finales del siglo XVII, esta organización también permitió mantener las estructuras de parentesco de las tribus guaraníes, garantizando así la cohesión y la supervivencia de la comunidad, debido a que la disposición de las viviendas no inhibía los contactos entre los diferentes linajes y por tanto, la sostenibilidad de la familia extensiva, forma original de la sociedad guaraní. Posteriormente, los jesuitas trataron de imponer la familia restringida. En 1699, una disposición tomada por el provincial (es decir, el superior jesuita de la “provincia”) prohibió los «actos inconvenientes que se producían en las viviendas por los indios por vivir en grupos familiares bajo el mismo techo». Cada familia debía vivir separada.

Organización económica
Por costumbres ancestrales los guaraníes cultivaban diversos vegetales como el maíz, la batata, la mandioca, la yerba mate y el algodón, además de ser cazadores y pescadores.

Sin embargo, los padres jesuitas implementaron un sistema económico agrícola que fue rápidamente asimilado por los aborígenes. Esta importante agricultura fue complementada con la ganadería que suministró a los aborígenes carne, leche y cuero.

Se logró que cada reducción formara una unidad económica independiente. Como no se tenía moneda de metal se funcionaba sobre la base de una economía de trueque y como tenían multitud de posesiones comunales, se favorecía un intenso tráfico comercial entre las reducciones promoviendo una integración económica, social y política con sede central en Candelaria.

El régimen de propiedad era mixto, aceptando la propiedad individual privada y la propiedad colectiva. La propiedad individual privada o Ava Mba´e, permitía que cada jefe de familia dispusiera de una chacra con la extensión necesaria para sembrar en ella todo el cultivo indispensable para el sustento anual familiar. La propiedad colectiva o “tierra de Dios” (Tupa Mbaé, de Tupa, ‘Dios’, y Mbae, ‘dueño’) se utilizaba para el cultivo de algodón, trigo y legumbres. Generalmente existían dos campos en los que se trabajaba comunitariamente.

Cada reducción se especializaba en unos oficios, trabajando el hierro y la plata, carpintería, cocina-panadería, chapado en oro, vajillas, telas, elaboración de sombreros o instrumentos musicales. Desde allí se promoverían excelente escultura, pintura y música barrocas guaraníes.​

Las misiones jesuíticas guaraníes aventajaron en casi trescientos años al derecho del trabajo contemporáneo.

Fijaron la jornada laboral en seis horas diarias lo que permitía que los indios contaran con tiempo suficiente como para su realización de otras actividades, entre las que se destacaron las obras religiosas.

Organización educativa

Arte de la lengua guaraní, impreso en Misión jesuítica de Santa María la Mayor en 1724.

Los reyes de España, como parte del proceso de evangelización, ordenaron que "hubiese escuelas de doctrina y de leer y escribir en todos los lugares de indios". Este decreto real, al que se le prestó por lo general en América un acatamiento sólo nominal, fue cumplido con rigor por los misioneros jesuitas, dedicándole la atención necesaria que permitió fundaciones de escuelas y centros de formación de distintos niveles que fueron verdaderos centros de educación y de transmisión de los valores del catolicismo.

En todas las reducciones funcionaron escuelas de primera enseñanza, donde los varones de seis a doce años aprendían a leer, escribir y hacer operaciones matemáticas elementales. Las niñas de la misma edad tenían escuelas separadas donde aprendían a leer, escribir, hilar y cocinar por lo que la formación de las mujeres menores fue un punto importante en la organización educativa de estos pueblos guaraníes.


Arte de la lengua guaraní, impreso en Misión jesuítica de Santa María la Mayor en 1724.

El castellano se enseñaba para lograr la unidad lingüística en todas las posiciones españolas. Los jesuitas hablaban correctamente el guaraní, utilizando la lengua como el mejor medio para llegar a los naturales. Los hijos de los caciques incluso llegaron a aprender algo de latín.

En las misiones los jesuitas publicaron libros en guaraní sobre gramática, catecismo, manuales de oraciones y hasta un diccionario. Las reducciones contaron con la primera imprenta fundada por los padres Juan Bautista Neuman y José Serrano, quienes armaron una prensa, fundieron los tipos necesarios y publicaron los primeros libros. Las impresiones se hicieron en Nuestra Señora de Loreto, San Javier y Santa María la Mayor.

El primer libro publicado fue el Martirologio Romano en el año 1700; más adelante el Flos Sactorum del padre Pedro de Ribadeneyra en edición guaraní, y De la diferencia entre lo temporal y lo eterno del padre Juan Eusebio Nieremberg. Fue muy rica y variada la producción bibliográfica, conservándose todavía la mayoría.

Música misional
La música y el canto ocuparon un lugar destacado en el proceso de aprendizaje. Cada pueblo contaba con un coro y orquesta. Desde la misma escuela se promovió la participación de los niños y los jóvenes, mientras que los adultos se organizaron, en la mayoría de los casos, desde la iglesia.

En los mismos escritos de los sacerdotes participantes de las misiones, que datan desde los primeros contactos evangelizadores, dieron cuenta de una «inclinación natural por los sonidos europeos» por parte de los nativos. A razón de esto es que la música fue concebida como una «potente arma de conversión”.

Es así que los indios reducidos fueron eximios cantantes y destacados músicos que reprodujeron textos musicales tanto de contenido religioso como profano. Las interpretaciones que los guaraníes alcanzaron con instrumentos como el arpa y el violín constituyen clásicos de la música rioplatense.

Así puede citarse a Hara Vale Hava que es una bella obra anónima para tenor, violines y continuo cantada en guaraní que fue compuesta a finales del siglo XVII o inicios del XVIII en las misiones jesuitas paraguayas o bolivianas.

Los guaraníes, además, le dedicaron tiempo y esfuerzo a la danza. Los danzarines ensayaban desde los seis años, incorporando incluso melodramas los días domingos y feriados. En las festividades las principales diversiones justamente consistían en representaciones, música, canto y baile.

A lo largo del siglo XX se tomó una imagen idílica de la evangelización que impregnó en las artes, naciendo el término de “barroco jesuítico”, el cual fue la idea del resultado sensitivo tanto aural como visual del sincretismo que se dio entre los nativos y europeos. Sin embargo, este punto de vista no da cuenta de ciertos puntos muy importantes como, por ejemplo, la forma en que se acogió y percibió por parte del nativo americano tanto estas músicas que le son ajenas como las estrategias que usaron los misioneros de la Compañía de Jesús para adaptarlas a los contextos locales, lo que en este caso particular, se tradujo muchas veces en concesiones poco comunes en un contexto de contrarreforma católica, como fue la incorporación en muchos casos de elementos propios de las culturas nativas (estrategia nada nueva dentro de la historia, pero sí dentro de este contexto). Estos aspectos pasaron a integrar un proceso cultural y político bastante amplio, el cual se cargó de tensiones y conflictos. A pesar de las particularidades propias de su espacio y su tiempo las misiones generaron nuevos modos de expresión cultural guaraní tanto en la música vocal como instrumental y en el baile que son apreciados hasta el presente.

Organización militar
Las misiones guaraníes constituyeron un importantísimo freno a las aspiraciones expansionistas de los lusitanos, que liderados por los bandeirantes se dedicaban a la caza de indios para venderlos como esclavos en São Paulo y Río de Janeiro.

Desde los primeros tiempos de la conquista de América, la corona española otorgó a los  naturales americanos, el mismo estatus jurídico de hombres libres, equiparándolos a los vasallos peninsulares. Esta era la condición que tenían los guaraníes en el Virreinato del Perú.
Tras varias incursiones bastante exitosas, en 1641 una gran tropa de bandeirantes paulistas fue vencida en la batalla de Mbororé. Estos volvieron a intentar atacar en 1652 y 1676 pero en ambas ocasiones el gobernador de Paraguay consiguió detenerlos gracias a la participación de las milicias jesuitas.

Los permanentes ataques de los bandeirantes forzaron a una mayor militarización de las misiones. Las reducciones empezaron a fortificarse y a formar milicias armadas con armas de fuego y entrenadas en tácticas de guerra modernas combinadas a sus tácticas selváticas clásicas gracias al entrenamiento con veteranos de las guerras europeas. De esta manera se constituyeron milicias permanentes a las que, a cambio de participar en campañas convocadas por los gobernadores de Asunción y Buenos Aires, se liberaba de la mita.​ Aparte de esto, los guaraníes cooperaron frecuentemente en los asedios a la Colonia del Sacramento: en 1680 lucharon 4000, en 1704-1705 3000 y en 1735-1736 otra vez tres mil.
​En 1702, además, derrotaron a los charrúas con los que habían entrado en conflicto por extensos territorios de la Banda Oriental aptos para que pastaran sus ganados. Sin embargo, la mano de obra guaraní no sería tan solo usada para apoyar en las campañas militares. Altamente cualificados fueron solicitados para ayudar en la construcción de fortalezas, destacando en especial las murallas de Montevideo.

Las milicias de las misiones tuvieron también una participación importantísima en la supresión de la Segunda revolución comunera del Paraguay (1721-1735). En 1724, tras años de conflicto entre los comuneros —que entre otras cosas solicitaban que las misiones quedaran gobernadas por corregidores que acabaran con la autonomía autárquica de estas— y los jesuitas en las cortes de justicia, el enfrentamiento se trasladó al campo de batalla cuando éstos últimos, siguiendo las órdenes del virrey del Perú José de Armendáriz, prepararon un ejército de dos mil indios a orillas del río Tebicuary, aunque fueron atacados sorpresivamente por un ejército asunceño superior y vencidos. En 1726 los jesuitas, gracias a su apoyo al gobierno real, consiguieron la autonomía frente al gobernador de Paraguay y seis años después movilizaron siete mil indios para defender el Tebicuary de ataques desde Asunción. En 1735, Bruno de Zavala, gobernador del Río de la Plata, decidió organizar una expedición con la que acabar con los rebeldes. Los jesuitas inmediatamente le dieron su apoyo, organizaron más de 6000 guaraníes cerca del Tebicuary y otros 6000 quedaron de reserva en sus misiones.​ Pronto se sumaron a la tropa de Zavala, más de 8000 hombres, que el 14 de marzo de 1735 obtuvo la decisiva victoria de Batalla de Tabapy marcando así el fin de la insurrección.

La demostración del poder militar de las misiones impresionó e intimidó a los vecinos de Asunción y Corrientes, que desde entonces desconfiaron de los misioneros sobremanera. Pocas décadas después se produjo la guerra guaranítica que terminó siendo usada como el principal argumento para expulsar a los jesuitas, a los que no se consideraba leales al rey.

El final de las reducciones
A partir de inicios del siglo XVIII, las reformas borbónicas puestas en marcha por esta nueva dinastía a fin de evitar el lento proceso de decadencia en que se encaminó la monarquía hispánica, alcanzaron también al aspecto religioso en donde la corona aplicó el regalismo.

Durante el reinado de Fernando VI de España España se enfrentó con Portugal por la colonia del Sacramento, desde la que se facilitaba el contrabando británico por el Río de la Plata. José de Carvajal consiguió en 1750 que Portugal renunciase a tal colonia y a su pretensión de libre navegación por el Río de la Plata. A cambio, España cedió a Portugal dos zonas en la frontera brasileña, una en la Amazonia y la otra en el sur, en la que se encontraban siete de las treinta reducciones guaraníes de los jesuitas. Los españoles tuvieron que expulsar a los misioneros jesuitas, lo que generó un enfrentamiento con los guaraníes que duró once años.

El rey sucesor, Carlos III, imitando las políticas seguidas en el Reino de Portugal (1759) y en el Reino de Francia (1762), a través de la Pragmática Sanción de 1767, emitida el 27 de febrero de ese año, ordenó la expulsión de los jesuitas de todos los dominios de la corona de España, incluyendo los de América y los demás ultramarinos, cifra que alcanzó a más de 6000 religiosos. El ataque de la monarquía a esta orden religiosa también alcanzó sus bienes temporales toda vez que ya que la pragmática también decretó la incautación del patrimonio de la Compañía de Jesús.

Poco tiempo después, el 21 de julio de 1773, el papa Clemente XIV dictó el breve apostólico Dominus ac Redemptor, suprimiendo la Compañía de Jesús, que únicamente logró subsistir en Rusia y volvió a ser autorizada por el papa Pío VII en 1814.
Las reducciones guaraníes no se disolvieron de inmediato, sino que se reemplazaron a los jesuitas con nuevos directores seculares que no tenían los ideales de los primeros. Tampoco fueron exitosos las direcciones de los franciscanos, dominicos y mercedarios que tomaron a su cargo los pueblos misioneros, constituyéndose la Gobernación de las Misiones Guaraníes.

Pero los años inmediatamente posteriores a la expulsión la emigración de indigenas se multiplicó. Grupos de guaraníes ya habían empezado a buscar refugio en Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, la Banda Oriental y Buenos Aires de los ataques de españoles y criollos y las malocas de los paulistas. En 1801, cuando los lusitanos ocuparon definitivamente las Misiones Orientales un importante contingente de sus habitantes se refugió en el actual territorio uruguayo, especialmente su campiña.

Otros volvieron a sus selvas mientras algunos se sirvieron del entrenamiento como artesanos que habían aprendido en las reducciones para vivir en las ciudades. Hubo una rápida disminución de la población.

La creación del virreinato del Río de la Plata en 1776, que fue el último creado por la corona española como una escisión del virreinato del Perú en su intento de reorganizar la administración de sus colonias en América, no logró detener la decadencia de estos pueblos.

A partir de 1810, durante las guerras de independencia hispanoamericanas, los guaraníes apoyaron los cambios radicales económicos, políticos y sociales propuestos por el caudillo José Gervasio Artigas, donde la situación del indio tenía especial preocupación. Este afianzó su poder en las regiones de mayoría mestiza o indígena, lo que hace comprensible que Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, la Banda Oriental y las Misiones Orientales se sumaran a su Liga Federal. Durante dicho periodo otro gran contingente de las Misiones Orientales se refugió en las tierras del actual Uruguay.

Posteriormente, en 1820 Artigas fue vencido por el enterriano Francisco Ramírez y obligado a exiliarse en Paraguay. Cerca de cuatro mil guaraníes artiguistas de las Misiones Occidentales, Corrientes y Entre Ríos se refugiaron en la Banda Oriental. En 1828 Fructuoso Rivera ocupó brevemente las Misiones Orientales, pero debió retirarse tras firmar el Convención Preliminar de Paz, llevándose consigo de cuatro a ocho mil indígenas misioneros a la Banda y fundando Santa Rosa del Cuareim, actual ciudad de Bella Unión. Durante su campaña, el ejército de 500 soldados de Rivera triplicó su número gracias a los reclutas tapés y charrúas que se sumaron.

En cuanto a la planta física, en las primeras décadas del siglo XIX las tropas del general del Brasil Francisco das Chagas Santos y el dictador paraguayo Gaspar Rodríguez de Francia causaron graves daños a los edificios. El golpe de gracia vino por el sucesor de Francia, Carlos Antonio López cuando éste abolió forzosamente y destruyó las comunidades quedándose con las tierras.

En recuerdo de la obra jesuítica, las regiones que ocuparon antaño las reducciones hoy son llamadas «misiones».

Samtisima Trinidad de Paraná - Paraguay

Patrimonio de la Humanidad
Algunas de las misiones jesuíticas guaraníes han sido declaradas lugar Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Cada una de ellas se caracteriza por un plan específico y un diferente estado de conservación.

Son siete los impresionantes restos que el organismo cultural ha protegido. La primera declaración data de 1983 y fue para las ruinas de São Miguel das Missões, ubicadas en el sur de Brasil.

En 1984, la declaración otorgada a las ruinas brasileñas de San Miguel de las Misiones fue extendida para incluir las misiones argentinas de San Ignacio Miní, Santa Ana, Santa María la Mayor y Nuestra Señora de Loreto, lo que lo convirtió en un único sitio transfronterizo.

En 1993 el número se amplió con la declaración que alcanza a dos misiones situadas en Paraguay: la Misión Jesuítica de Jesús de Tavarangué y la Misión Jesuítica de Santísima Trinidad del Paraná.

Esquemáticamente las misiones que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad son las siguientes:


Código
Nombre
Lugar actual
País
Coordenadas
Año
291-001
São Miguel das Missões
São Miguel das Missões, estado de Río Grande del Sur
Brasil
1983
291-002
San Ignacio Miní
San Ignacio, Departamento San Ignacio, Provincia de Misiones
Argentina
1984
291-003
Nuestra Señora de Santa Ana
Santa Ana, Departamento Candelaria, Provincia de Misiones
Argentina
1984
291-004
Nuestra Señora de Loreto
Cerro Corá, departamento Candelaria, provincia de Misiones
Argentina
1984
291-005
Santa María la Mayor
Santa María, Departamento Concepción, provincia de Misiones
Argentina
1984
648-001
Santísima Trinidad del Paraná
Encarnación, en el Distrito de Trinidad en Itapúa
1993
648-002
Jesús de Tavarangué
Encarnación, en el distrito de Trinidad en Itapúa
Paraguay
1993

Fuente: Wikipedia - La Enciclopedia Libre