Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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sábado, 16 de marzo de 2019

La televisión italiana muestra cómo el glifosato está matando a los argentinos




Una reciente investigación difundida por el programa italiano “Le Iene” expone claros casos de envenenamiento con agroquímicos en la región central de Argentina, donde las personas están empezando a morir de la peor manera.

Malformaciones, cáncer, y al final la peor muerte de todas, es la consecuencia del uso cada vez más concentrado de herbicidas, principalmente glifosato, el cual debe aumentar su poder periódicamente debido a la resistencia que desarrollan las “malezas”.

Así lo muestra la televisión italiana en una reciente producción realizada en nuestro país, alertados por la cantidad de personas afectadas en las provincias centrales como Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires, donde se utilizan estos químicos en mayor medida desde hace varios años.

Los casos más evidentes se dan en personas que trabajan con este tipo de sustancias sin tomar ningún tipo de recaudos. Un claro ejemplo de ello es la localidad entrerriana de San Salvador, conocida como “el pueblo del cáncer”, donde se puede respirar una atmósfera espesa con altas concentraciones de veneno y los habitantes de bajos recursos utilizan los bidones de glifosato descartados para llevar agua a sus hogares.


El informe cuenta con el testimonio de Fabián Tomasi, oriundo de Basavilbaso, Entre Ríos, quien en 2005 comenzó a trabajar en una empresa de aplicación aérea de agroquímicos y hoy padece una grave afección conocida como la “enfermedad del zapatero” tras verse expuesto periódicamente a una lluvia de herbicidas.

Una excelente producción conducida por Gaetano Pecoraro que muestra como el “granero del mundo” va camino a convertirse en una gigantesca enfermería.

Fuente: La Tinta - 13 de Marzo de 2.017

miércoles, 25 de enero de 2017

Inundaciones, la costumbre de culpar al clima (Argentina)


El monte nativo absorbe diez veces más agua que un campo desmontado para soja. Las ONG cuestionan que el Gobierno tome como interlocutores a los representantes del desmonte y responsabilice al clima por las inundaciones.

En un ciclo de lluvia, inundación, el agro que culpa al clima, millonarias pérdidas económicas, el gobierno ofrece subsidios y promete obras. Y el círculo reinicia en el próximo temporal. Sucede de forma periódica y, estas semanas, tocó a regiones de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. “No es el clima, es el modelo agropecuario”, resumió la ONG Naturaleza de Derechos, dedicada al derecho ambiental. En el mismo sentido apuntaron organizaciones socioambientales que recordaron que, agronegocios mediante, Argentina es líder mundial en desmonte. Estudios muestran la influencia del cambio del uso del suelo.

El monte nativo absorbe 300 milímetros de agua por hora. Una pastura convencional (donde hay ganado) 100 milímetros. Y un campo con soja apenas 30 milímetros por hora. Lo precisó una investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), difundida por este diario en abril pasado, cuando zonas de Córdoba y Buenos Aires sufrieron inundación. Nicolás Bertram, del INTA Marcos Juárez (Córdoba), uno de los autores del trabajo, remarcó que “los excesos hídricos no se deban a la falta de obras ni al exceso de lluvias, sino más bien a la agriculturización de las últimas dos décadas principalmente”.

“Ascenso de napas en la región pampeana: ¿Incremento de las precipitaciones o cambios en el uso de la tierra?”, es el título del trabajo académico (firmado junto a Sebastián Chiacchiera). Analizaron las lluvias de los últimos cuarenta años y los cambios en el modelo agropecuario (sojización y expulsión de ganadería), entre otras variables. Bertram lo explicó: “La napa estaba a diez metros de profundidad y hoy está a menos de un metro de la superficie. Los suelos están saturados, no pueden absorber más. Es como si antes teníamos una maceta grande y echábamos un balde de agua. Ahora la maceta es diez veces más chica pero echamos el mismo balde de agua”.


En 2015, frente a una inundación en Córdoba, el entonces gobernador José Manuel de la Soja culpó a la naturaleza: “Fue un tsunami que vino del cielo”. Ante los actuales anegamientos, la Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid, empresarios del agronegocio y del modelo transgénico) dijeron: “Catástrofe climática. Las inundaciones en el centro del país, producto del temporal, dejaron al agro en alerta roja”.

Horacio Brignone, de la campaña Paren de Fumigar (con agrotóxicos) de Santa Fe denunció que las autoridades sólo tomen como interlocutor al sector del agro: “Ante las inundaciones, subsidian al sector responsable de las mismas. Parece que al agua la van a parar con subsidios, exportaciones y ‘producción’. Hacen siempre lo mismo y esperan resultados diferentes”. Y compartió el comunicado del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat), parte de la Campaña Paren de Fumigar:  “El modelo agrobiotecnológico agrava las inundaciones. La aplicación del paquete de transgénicos, agrotóxicos y siembra directa significó la subida de las capas freáticas. El monocultivo de soja y sus agroquímicos producen una impermeabilización del suelo. De esa forma, el agua no penetra, no absorbe y simplemente corre e inunda”.

El comunicado está fechado en agosto de 2015, pero volvió a circular esta semana. Carlos Manessi, de Cepronat, explica: “Tiene total vigencia y por eso lo compartimos”. Cuestionó que el sector empresario y político solo mencione el cambio climático o el fenómeno conocido como “El Niño”.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron durante los últimos 25 años. En el país se arrasaron 7,6 millones de hectáreas, un promedio de 300.000 hectáreas al año. Hernán Giardini, de Greenpeace, afirmó: “Todos los años somos testigos de grandes inundaciones. No es casualidad ni un fenómeno natural. Es consecuencia de la ausencia de una política ambiental nacional que proteja a nuestros bosques y humedales de los incendios, de los desmontes por el avance de la soja, la ganadería intensiva y los desarrollos inmobiliarios”.

La localidad de Chabás, al sur de Santa Fe, es una de las localidades más afectadas por la inundación. Los vecinos cortaron la ruta nacional 33 y pidieron obras de infraestructura, canales y bombas para desagotar. Miguel Fabrro, junto a otros grupo de vecinos, no descartó la importancia de las obras pero marcó otras causas: “Es el modelo extractivista. Chabás tiene trece cuadras por trece, en medio de un mar de soja. El agua empezó a venir del campo sin que esté lloviendo en el pueblo. En 2 horas teníamos el 70 por ciento de las calles con agua”.

Córdoba es una de las provincias más inundadas. Laboulaye, Las Varillas, Villa Huidobro, Adelia María, Chazón, San Francisco, Oncativo y Morteros, están en las localidades más afectadas. Darío Avila, abogado especializado en derecho ambiental y parte de la APDH Córdoba, llamó la atención: “Qué casualidad. Todas zonas del agronegocio, corazón sojero”. El gobierno de Córdoba impulsa una ley para desmontar nuevas regiones y avanzar con el agronegocio.

Escrito>Darío Aranda

Fuentes> Ecoportal.net

Diario Página 12 – 23 de Enero de 2.017

martes, 24 de enero de 2017

OMS publica por qué el glifosato de Monsanto produce cáncer


Científicos presentaron evidencias que cinco pesticidas químicos usados como insecticidas y herbicidas: glifosato, malation, diazinon, paration, y el tetrachlorvinphos, son cancerígenos, informó el 20 de marzo de 2.015 la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IARC), que forma parte de la Organización Mundial para la Salud ( OMS). Pueden causar el linfoma no-hodgkin, el cáncer a la próstata, el cáncer de pulmón además de daños en el ADN y cromosomas.
Estas pruebas se documentaron tras una evaluación que se hizo entre el 3 y 10 de marzo por 17 expertos de 11 países, sobre los estudios de carcinogénesis ya realizados sobre estos productos. Ellos publicaron un resumen de los resultados en la revista The Lancet Oncology, y un texto completo en el Volumen 112 de las monografías de IARC Monographs.
Como resultado se clasificaron como probables cancerígenos del Grupo 2A:
·         herbicida glifosato
·         insecticida malatión
·         insecticida diazinón
La clasificación 2A significa que se trata de productos "probablemente cancerígenos para los seres humanos”, dice el documento. Esta categoría se utiliza cuando a pesar de que hay pruebas de carcinogenicidad en humanos, éstas son aún limitadas por diversas razones adicionales, y cuando “hay suficiente evidencia de carcinogenicidad en experimentación con animales”.
Como probables cancerígenos del grupo 2B resultaron:
·         insecticida tetraclorvinfos
·         insecticida paratión
El Grupo 2B puede darse cuando no hay pruebas convincentes de que el agente cause cáncer en los animales de experimentación, o bien cuando falta información sobre si causa el cáncer en los seres humanos.

Glifosato
Sobre el herbicida glifosato, hubo pruebas de "carcinogenicidad en humanos para el linfoma no Hodgkin", destaca el informe.
La evidencia corresponde a "estudios sobre la exposición, en su mayoría agrícola, en los EE.UU.,Canadá y Suecia, publicados desde 2001".
"Además, hay pruebas convincentes de que el glifosato también puede causar cáncer en animales de laboratorio", dice el documento de IARC.
En este sentido el equipo de evaluación expuso que, la Agencia de Protección (EPA) de Estados Unidos clasificó originalmente el glifosato como posiblemente cancerígeno para los seres humanos (Grupo C) en 1985. Sin embargo la EPA cambió su clasificación al grupo no carcinogénico para los humanos (Grupo E) en 1991.
Posteriormente, al analizar los estudios relacionados a estas evaluaciones, se señaló que los resultados del glifosato eran aún significativos como cancerígenos, utilizando dos pruebas estadísticas que recomendó IARC.
El grupo de IARC que llevó a cabo la evaluación destacó que hay "significativas pruebas" en los datos del informe de la EPA, y, "con varios resultados positivos más recientes se llegó a la conclusión de que es suficiente evidencia de que [el glifosato] es cancerígeno en animales de experimentación".
Además explicó que se observó que "el glifosato causó daño en el ADN y en los cromosomas de las células humanas, a pesar de que dio resultados negativos en las pruebas utilizando bacterias".
Incluso citó que un estudio realizado en las comunidades residentes, detectó "aumentos en los marcadores sanguíneos de daño cromosómico (micronúcleos), después de fumigaciones cercanas con fórmulas de glifosato".
El problema es que el glifosato tiene hoy el récord del “volumen de producción mundial más elevado de todos los herbicidas” y su mayor uso está en la agricultura.
“Su uso en la agricultura se acentuó desde la producción del maíz genéticamente modificado”, destacó la IARC
Pero también el glifosato, explicaron los analistas, es usado en fumigaciones forestales, urbanas y en los hogares.
"Se ha encontrado glifosato en el aire, en el agua y en los alimentos, luego de las fumigaciones”, dice la IARC.
En general la población está expuesta en los alrededores de donde se realizan las fumigaciones del agroquímico, en el hogar y en la dieta.
Malatión
Sobre el insecticida malatión se presentaron pruebas limitadas de causar en los humanos “el linfoma no-Hodgkin y el cáncer a la próstata”.
"La evidencia en humanos es de estudios sobre la exposición, en su mayoría agrícolas, en los EE.UU., Canadá y Suecia, publicadas desde 2001", destacó el equipo.
En estudios en roedores, el malatión también causó tumores, y daños en el ADN y en los cromosomas, a la vez que interrumpió las vías hormonales.
El Malation sigue siendo usado comúnmente en la agricultura y la salud pública, además del control de plagas residenciales y en jardines, por lo que los trabajadores que lo usan, así como las personas donde se aplican están afectadas.
"Se continúa produciendo en grandes cantidades en el mundo", señalaron los analistas.
Diazinón
Sobre el insecticida diazinón, se presentaron pruebas de causar en los humanos el "linfoma no-hodgkin y el cáncer de pulmón".
"La evidencia en humanos es a partir de los estudios de las exposiciones agrícolas en los EE.UU. y Canadá, que se publicaron desde 2001", afirma la IARC.
“La clasificación de diazinón en el Grupo 2A también se basó en un fuerte evidencia del daño inducido en el ADN o en los cromosomas", agrega en sudocumento.
El diazinon se usa en la agricultura y en el control de plagas de hogares y jardines. Desde el año 2006 el uso de diazinon tiene ciertas restricciones en Estados Unidos y Europa, por lo que su producción disminuyó. Se desconoce la magnitud de su uso en otros países
Tetraclorvinfos y paratión
Sobre cuál fue la base científica en la clasificación del tetraclorvinfos y el paratión los investigadores explicaron que se basaron en la "evidencia convincente de que estos agentes causan cáncer en animales de laboratorio".
El pesticida Tetraclorvinfos está prohibido en la Unión Europea, pero en los EE.UU. y posiblemente en otros países, se sigue utilizando en la ganadería y en los animales de compañía. Un uso citado son los antipulgas para mascotas, que incluyen este producto.
El paratión en cambio fue severamente restringido desde la década de 1980. Todos los usos autorizados se cancelaron en la Unión Europea y en EE.UU. en el año 2003. 
Escrito> Anastasia Gubin  

Fuente> La Gran Época - 25 de Marzo de 2015



lunes, 16 de enero de 2017

Emperatriz Leopoldinense: La Escuela de Samba que desafia el Agronegocio


El Carnaval de 2017, que ni siquiera ha comenzado, ya se ha vestido de polémica. Mientras miles de personas se lanzan a las calles de Río de Janeiro bañadas en purpurina en lo que los cariocas llaman de pre-carnaval, los señores del mundo rural rugen furiosos a miles de kilómetros de aquí. La razón es el tema del desfile de una de las escuelas de samba que brillará en el Sambódromo, a partir del 24 de febrero.

La escuela Emperatriz Leopoldinense ha decidido romper la norma no escrita de no representar asuntos demasiados espinosos y dedicará su desfile a las tribus del Xingú, un parque indígena del tamaño de Bélgica, en el centro-oeste del país. Territorio indígena protegido desde 1961, el entorno del parque no deja de sufrir los impactos de la deforestación ilegal, los pesticidas o de la macro-obra de la central hidroeléctrica de Belo Monte.

Miembros de la tribu Xingú con la bandera de la escuela de samba Emperatriz Leopoldinense

La letra de la canción es un homenaje a la naturaleza, a las tribus y una crítica al hombre blanco que amenaza su supervivencia. “El jardín sagrado el caraíba [referencia al hombre blanco] descubrió / Sangra el corazón de mi Brasil/ el bello monstruo [la hidroeléctrica] roba las tierras de sus hijos/ devora el bosque y seca los ríos/ tanta riqueza que la codicia destruyó”, dice la música. Durante el desfile también bailará un ala de la comitiva disfrazada de aspersores de pesticida.
Los acordes han sentado como un tiro a los poderosos representantes del agronegocio que, sintiéndose aludidos, se autodenominan los salvadores de un Brasil en crisis. Asociaciones de ganaderos, de plantadores de caña de azúcar y hasta de ingenieros agrónomos han puesto el grito en el cielo en cartas públicas de repudio. “El abordaje generalista propuesto por la Emperatriz Leopoldinense sobre el productor rural, sin separar el grano de la paja, es incorrecta, injusta e inadecuada, con tendencia típicamente alarmista característica de la línea de pensamiento seudoambientalista”, dijeron en su nota los ingenieros agrónomos. “El rural brasileño debería ser reverenciado por estar salvando el país de la bancarrota hace décadas, al representar, por su competencia, 22% del PIB y generar el 37% de los empleos del país”, recordaron en sus cartas. Otras manifestaciones del mundo rural han sido mucho menos comedidas.

Los responsables de la escuela ya han dejado de leer los insultos que han recibido desde que se hizo público su enredo. “La polémica ha puesto de manifiesto un enorme prejuicio y racismo contra los indios y contra la escuela”, lamenta el director creativo del desfile, Cahe Rodrigues. “Nuestra crítica se basa en el uso indebido de pesticidas que contamina ríos, mata peces y causa daños muy serios en la vida del ser humano, así como otras agresiones a la naturaleza que llevan a los indios al desespero. La escuela nunca pretendió ofender el agronegocio, fueron ellos los que se sintieron aludidos”.

Fuente : El País, 15 de Enero de 2.017

miércoles, 9 de noviembre de 2016

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