Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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martes, 9 de junio de 2020

La avanzada guaraní en la Eduación Terciaria Universitaria en Misiones


Dra. Jordana Duarte Martinelli

La foto de Jordana celebrando la culminación de la carrera de Abogacía llamó la atención por un detalle. La joven de 23 años, ex reina de la Madera, tiene sangre guaraní. Hija y nieta de caciques, la flamante abogada reivindica sus raíces y se propone abordar como profesional, la defensa de los derechos de las comunidades. Sus orígenes no deberían ser cuestión de análisis, pero lo cierto es que hay muy pocos guaraníes que hayan accedido a un título universitario. 

Recién en la década de los 80, cuando la democracia recién amanecía, la inclusión intercultural comenzó a ser tomada como política de Estado en Misiones. Por aquellos años, las nacieron las primeras escuelas en las aldeas de Perutí y Fracrán. La iniciativa fue conjunta, entre la Iglesia y el Gobierno, pero al ritmo de las urgencias de la coyuntura, hubo más espasmo que continuidad. Varios años después, el sistema educativo bilingüe fue perfeccionándose e incluyendo cada vez a más jóvenes y adultos de las comunidades. Pero las trabas no son menores. En la semi informalidad -y como a muchos “blancos”-, se les hace imposible costear estudios superiores y mucho más si se trata de universidades privadas, como la de Abogacía, que formó a Jornada.

Su abuelo (Dionisio Duarte de Tekoa Tamanduá, 25 de Mayo) fue uno de los grandes impulsores de la educación intercultural bilingüe a fines de los 80. Fue un gran logro en Misiones, ya que las escuelas para los guaraníes comenzaron a emplazarse dentro de sus comunidades, lo que permitió que los niños no se trasladen muchos kilómetros para llegar al aula ,sino que el docente blanco vaya a la escuela y reciba a los niños de esa comunidad.

A los 17 años Jordana decidió que quería estudiar y a los 23 aprobó la ansiada última materia. “Me gustaría trabajar y apoyar la lucha por los derechos guaraníes, que queda mucho por hacer”, insiste. 

Jordana sabe por esfuerzo propio lo que cuesta estudiar. “A los más jóvenes les diría que nada es fácil. Que lleva esfuerzo y dedicación de todos los días para alcanzar un objetivo”, explica.

Una de las trabas para una mayor inclusión es que para algunas carreras no hay universidades públicas. “La cuota es muy alta, pero buscando ayuda mi papá pudo costear”, sostiene.

Actualmente están escolarizados todos los mbya en edad de primaria -unos 2000-, pero pocos en nivel inicial, por falta de infraestructura y costumbres. Hay mil estudiantes en las escuelas secundarias, en Escuelas de Familia Agrícola y técnicas. Pero hay pocos cursando estudios superiores, algunos en Humanidades, en Artes de Oberá, dos en Ciencias Forestales y unos cuantos más en estudios terciarios, como una chef recibida en el ITEC de Iguazú o un técnico en mantenimiento y varios profesores de educación física. 

Sin embargo, Jordana no fue la primera en graduarse. Anselmo Fernández es profesor de Lengua y Literatura en Pozo Azul y Sixto Ferreyra de Educación Física recibido en Oberá, profesión que están cursando otros dos jóvenes.


Dr. Martin Paredes

El primer universitario recibió su diploma en tierras lejanas, donde otro con raíces misioneras lideró una revolución. En 2012 Martín Paredes se recibió de médico en Cuba y fue el primer guaraní con título universitario. Nacido en la aldea Perutí, Martín tuvo el incentivo desde siempre para formarse para “progresar un poco”. Su padre terminó la primaria y llegó a segundo año de Enfermería. “Él quería que los hijos o uno al menos sea estudiante universitario, con título. Fue mi motor. Mi mamá también me empujaba, guiaba mucho, estudiar para salir adelante”, cuenta Martín que quería ser abogado antes que médico. La beca con la que pudo ir a Cuba era en realidad para su hermana, que desistió. Gracias a las gestiones de Asuntos Guaraníes, pudo conseguir los recursos necesarios para mantenerse en La Habana.

Llegar a un país y a una cultura distinta fue un trance duro. Martín recuerda que le costó mucho dar los primeros pasos “con gente con la que nunca había estado”. Y obviamente, la formación también le generó dificultades. Compartía cursos con jóvenes que ya habían hecho una preparación previa en Corrientes, Córdoba o Buenos Aires. Formado en la Epet 2 de Posadas, él quería ser abogado.

Fue fundamental otro paisano. Javier Villalba, de la aldea Perutí. “Me hablaba mucho sobre la importancia de que uno de nosotros sea profesional. Que no bajara los brazos y aproveche las oportunidades. Al principio cuesta, pero no bajé los brazos. Estar lejos de la familia hace que cueste el doble”, reflexiona el hoy pediatra de 34 años, que ejerce en el hospital Samic de Oberá. 

Un denominador común entre Martín y Jordana es que no sufrieron discriminación en la escuela “blanca”, pero sí algunas resistencias hacia el seno de sus propias comunidades. 

“Hay comunidades que son más abiertas que otras. Otras se mantienen a la antigua y no permiten el el progreso y estudiar. Cuesta mucho porque piensan que estudiar es contaminar un poco la cultura. Pero ojo que caen en la droga y el alcohol”, reflexiona Martín, quien sigue vinculado a su aldea a la que visita en cada oportunidad que tiene.

¿Qué le dirías a un joven guaraní? “Mi consejo sería que estudiara, que es la única forma de salir adelante. El conocimiento es una herramienta para la vida y te permite desvincular de otros problemas, alcohol, droga. Lo importante es salir adelante, no bajar los brazos, perseguir sus sueños”, apunta. 

¿El estudio no colisiona con la cultura mbya? 

“No colisiona con el legado cultural. Me crié entre blancos y nunca he perdido mi cultura. Converso en guaraní con cualquier comunidad. Se todo sobre la religión. No he perdido mi cultura porque mi padre siempre nos ha enseñado esa parte, a pesar de aprender algo nuevo de los blancos, no olvidar de dónde se viene”, sentencia el médico, que tiene a un hermano estudiando Antropología. 

Jordana sorprende en sus redes sociales en las que comparte fotos como modelo, como reina de la Madera y con sus hermanitos guaraníes. No es la típica postal que se relaciona con la cultura mbya. Pero ella se ríe de los preconceptos, que, dice, abundan en cada logro, pero que no están en el día a día ni con sus compañeros de Abogacía de la Universidad Católica de Santa Fe. “Siempre que en mi vida pasa algo importante, todos salen con la regla de medir si soy o no. Por redes son todos valientes y opinólogos”, retruca. Pero advierte que iguales prejuicios aparecen dentro de la comunidad. 

Jordana es de padre cacique y de madre criolla. De allí su belleza indescifrable. Pero sus raíces están a flor de piel. Con título en mano, quiere dedicarse a la defensa de los derechos aborígenes. Hija y nieto de caciques, su hermano y primo también lo son. Su padre trabaja en un juzgado de 25 de Mayo, muy cerca de la aldea Tamandua, donde Jordana pasó sus primeros años. 
Jordana es hija de Germino Duarte, hijo del cacique y recordado líder de la aldea Tamanduá de la localidad de 25 de Mayo, Dionisio Duarte, quien falleció hace cuatro años. Su madre de apellido Martinelli es descendiente de italianos. Misiones, crisol de razas. 
Fuente: Economis-6 de Junio de 2.020

viernes, 12 de diciembre de 2014

Martín Paredes, Médico Mbya Guaraní es el ganador del premio Ivonne Pierron 2014

En la Defensoría del Pueblo, con la presencia de escribano público Daniel Giudici y el defensor Marcelo Vairo se hizo la apertura de los votos de los once jurados y el ganador fue Martín Porfilio Paredes, el médico mbya que se recibió en Cuba. Martin Porfirio está haciendo la residencia en Pediatría en el hospital Samic de Oberá, pero ahora se encuentra en Estados Unidos. ”El estudio es la única manera de salir adelante en un mundo cada vez más complejo”, dijo en un escrito adelantando que le gustaría seguir la carrera de derecho.

Marcelo Vairo dijo que el premio “está bien merecido, fue una elección muy reñida con el médico Carrera Silva y el jurado estuvo integrado por personas transparentes de la comunidad”.
El objetivo es destacar a las personas que a través del esfuerzo y la dedicación hacen un aporte a la comunidad, a la ciencia y a los derechos humanos. El premio será otorgado el día 15.

Los postulantes fueron presentados por la sociedad, y fueron evaluados si respondían a las condiciones que establecía el premio, los preseleccionados fueron además de Paredes, Eugenio Carrera Silva, Fundación “Pequeños Milagros”, Maia Ayrault, Ramón Ayala y Bernardo Neumann.

Martín Paredes logró 26 votos, segundo Eugenio Carrera Silva con 25, Maia 21, fundación Pequeños Milagros 13, Ramón Ayala 11 y Neumann 3.


Quién es Martín Porfilio Paredes
Martin Porfirio Paredes tiene 29 años y ha sido el primer integrante de la comunidad mbya guaraní en recibirse de médico. Se crió en la aldea Perutí de San Ignacio, Misiones, donde vivió hasta los 2 años, Lluego su familia se trasladó a Posadas y comenzó la integración con la cultura blanca.

Paredes cursó la primaria en el Instituto Stella Maris y la secundaria en la Epet Nº 2. Viajó a Cuba donde tuvo la posibilidad de estudiar medicina, recibiéndose en octubre del 2012.

Ya con el título de médico, Martín Porfirio eligió Oberá, donde actualmente realiza su residencia en Pediatría en el Hospital Samic de la localidad. En una entrevista con un medio gráfico de la ciudad de Posadas contó que le gusta la ciudad y que se siente muy cómodo. “Ahora estoy enfocado en la residencia en Pediatría. Tengo muchos proyectos y no quiero estancarme en una carrera. Tal vez el día del mañana también estudie derecho, que es algo que me interesa”. Además, dijo que sus padres siempre les inculcaron, a él y a sus hermanos, que el estudio es la única manera de salir adelante en un mundo cada vez más complejo.

El jurado para los premios Ivonne Pierron 2014
Los miembros que conformaron el jurado son: Ruben Uset, autoridad asignada del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Misiones; rector de la Universidad Nacional de Misiones, magister Javier Gortari; decana electa de la facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, magister Gisela Spaciuk y ministro de Derechos Humanos de la Provincia de Misiones, Edmundo Soria Viera.

Además, el ministro de Educación, Tecnología y Ciencia, ingeniero Luis Jacobo; Lucía Ana Gryceniuk, autoridad asignada de la Cámara de representantes de la Provincia de Misiones; presidenta del Concejo Deliberante de la Ciudad de Posadas, doctora Magdalena Solari; delegado del INADI Misiones, doctor Mariano Antón. Y periodistas invitados de un medio radial, Carlos Alberto García Coni de Radio Tupambaé, y de un medio televisivo, Jorge Kurle, de Noticias del 6.

Dicho cuerpo votó a tres de los seis candidatos propuestos por los ciudadanos de la ciudad de Posadas: Fundación Pequeños Milagros, Martin Porfilio Paredes, Bernardo Neumann, Ramón Ayala, Eugenio Antonio Carrera Silva, Maia Ayrau; otorgándole al primer puesto cinco puntos, al segundo tres y al tercero un punto.


Luego de la apertura de sobres, se contabilizaron los votos, resultando como ganador de esta edición del Premio Yvonne Pierron, Martín Porfilio Paredes con 26 puntos. En segundo lugar, con 25 puntos Eugenio Antonio Carrera Silva y en tercer lugar con 21 puntos María Beatriz Ayrault. 



Fuente: La Opinión Diaria, 11 de Diciembre de 2.014 (Misiones, Argentina). 

El video de Misiones On Line del momento del escrutinio y elección de Martín Porfirio Paredes.



jueves, 11 de diciembre de 2014

Martín Porfirio Paredes, Primer Doctor en Medicina Mbya Guaraní.


Martín Porfirio Paredes, de 27 años que alcanzó el título de médico estudiando en Cuba. Se fue a Cuba en el año 2006 y finalmente el año pasado alcanzó el objetivo por el que tanto luchó él y su familia, que vive desde hace más de 20 años en una vivienda del Iprodha de la Chacra 153 de Villa Cabello, de la ciudad de Posadas.

Martín, el flamante médico, pudo cumplir con el sueño de estudiar medicina en Cuba gracias a la beca otorgada por el Gobierno de la Isla, la ayuda increíble de sus padres y el apoyo del Concejo de Caciques.

Martin Paredes en su época de estudiante en Cuba
“No soy un chamán pero tengo el don de curar, me comunico con mi Dios que es el que me da la sabiduría para saber que hierba ocupar, todo el poder de la curación está en la naturaleza y en Dios”, había dicho al diario El Territorio  en una entrevista concretada el pasado mes de Septiembre de 2.013.

Los Paredes dejaron la aldea Perutí de El Alcázar hace más de 20 años. Vivieron en el centro posadeño desde el año 1.989 hasta 1.992, fecha en la cual les adjudicaron una vivienda de Iprodha en Villa Cabello, en la que están hasta hoy.

La familia de Isabelino ya cuenta tres generaciones. El último de sus hijos y sus nueve nietos nacieron en la ciudad.

Por los estudios

La gran decisión de dejar la aldea mbya en el Paraná Medio de la provincia fue, precisamente, para alcanzar niveles mayores de conocimiento en el mundo al que sólo necesitaban descubrir e interactuar.

El hecho de vivir desde hace más de dos décadas en la ciudad dormitorio de Villa Cabello, no los alejó de las tradiciones de la Nación Mbya Guaraní.

Conservan la organización parental extensa de la comunidad y en su casa viven de forma permanente tres familias y reciben  la visita de sus paisanos.

A continuación entrevista a Martin Paredes (Telenoche)

http://www.eltrecetv.com.ar/telenoche/mhijo-el-dotor_067235