Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.
Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.
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domingo, 2 de febrero de 2025
sábado, 11 de enero de 2025
EMPATÍA
“La empatía tiene una chispa indescriptible...
Dicen por ahí, que la persona que la lleva en el alma, es como esa pequeña luciérnaga que va por el camino compartiendo su luz.
Parece que tuviera el poder de entrar suavemente en el corazón del otro, repartiendo la grandeza que conduce a su existencia...
Anda por ahí y por aquí, escuchando sin prisas, mirando con amor y sintiendo todo en su propia piel.
La empatía conoce de ser dulce con quien lo necesita e incluso sabe mostrarse fuerte en el momento exacto.
Esas pequeñas luciérnagas actúan con sutileza porque su mayor temor es herir a quien ya está herido.
Quien lleva ese brillo sanador en el alma, comprende y va por la vida desatando nudos, ofreciendo su hombro, secando lágrimas...
Quien va vestido de EMPATÍA, recorre caminos escuchando miradas, leyendo silencios, desinfectando heridas...
Quien la tiene es la persona que jamás te haría algo que sabe que a ella misma no le gustaría se lo hicieran
Y va empujando al que ya no puede para que vuelva a comenzar...
SU FUERZA ES LA BONDAD”
domingo, 15 de diciembre de 2024
Pensar en los demás
"Cuando prepares tu desayuno piensa en los demás.
No te olvides de alimentar a las palomas.
Cuando emprendas tus guerras, piensa en los demás.
No olvidemos a quienes exigen la paz.
Al pagar su factura de agua, piense en los demás
Quien busca sustento en las nubes, no en un grifo.
Y cuando regreses a casa, a tu casa, piensa en los demás.
Como los que viven en tiendas de campaña.
Cuando te duermas contando planetas, piensa en los demás
¿Quién no encuentra un lugar para dormir?
Y mientras buscas significado con metáforas extravagantes, piensa en otros.
Quienes han perdido su derecho a hablar.
Y cuando pienses en los demás, lejos, piensa en ti mismo.
Y di: Soy una vela en la oscuridad."
Poema de Mahmoud Darwish. Poeta palestino.
“Pensar en los demás"
viernes, 27 de octubre de 2023
miércoles, 1 de septiembre de 2021
lunes, 30 de agosto de 2021
sábado, 8 de mayo de 2021
Empatía, mucho más que ponerse en el lugar del otro
La empatía es una de las competencias más importantes de las que están incluidas en la inteligencia emocional. La palabra procede de los vocablos griegos en que significan “dentro de él” y “lo que se siente”. Sin embargo, el significado real de este fenómeno psicológico es aún más importante que la capacidad de ponerse en el lugar de otro.
¿Qué es la empatía?
La empatía es la capacidad de comprender la vida emocional de otra persona, casi en toda su complejidad. Esto no supone necesariamente compartir las mismas opiniones y argumentos que justifiquen el estado o reacción que expresa la otra persona. Ni siquiera significa estar de acuerdo con el modo de interpretar las situaciones con carga afectiva del interlocutor.
La empatía está referida entre otras cosas a la escucha activa, la comprensión y el apoyo emocional. Además, la empatía implica tener la capacidad suficiente para diferenciar entre los estados afectivos de los demás y la habilidad para tomar perspectiva, tanto cognitiva como afectiva, respecto a la persona que nos expresa su estado emocional.
Sus componentes
Quizá en algunas ocasiones no te has sentido escuchado por falta de feedback, apoyo o comprensión. En otras muchas ocasiones, quizá sientas que no has sabido atender adecuada y empáticamente al estado emocional de la otra persona y te preguntes: ¿Qué necesito o debo hacer para ser más empático en mi vida diaria?
Fundamentalmente, los componentes de la empatía son los siguientes:
1. Saber escuchar
Presta atención a lo que explica o argumenta la otra persona, atiende a las manifestaciones no verbales, como sería en el caso de los gestos que se corresponden con el estado de ánimo que se verbaliza y no interrumpas el discurso verbal.
Además, reflexiona sobre lo que la otra persona te está comunicando, expresa señales de seguimiento activo a modo de feedback: mira a la cara, asiente con la cabeza o refleja expresiones faciales congruentes con aquello que te está explicando la otra persona.
Por otro lado, es necesario mostrar interés preguntando detalles sobre el contenido de la conversación.
2. Interpretar las señales no verbales
Comprende los mensajes transmitidos de carácter paralingüístico, tales como la entonación, el tiempo de respuesta, el volumen…
3. Mostrar comprensión
Podemos mostrar comprensión congruente a aquello que nos explican a través de frases como:" Comprendo que actuases así". "Entiendo cómo te sientes". "La verdad es que debiste pasarlo genial"…
No se deben invalidar, rechazar o juzgar las emociones de la persona que las expresa ya que esta es una premisa fundamental para mostrar sensibilidad empática.
4. Prestar ayuda emocional si es necesario
Es importante preguntar siempre a nuestro interlocutor si necesita algún tipo de ayuda. Sin embargo, en muchas ocasiones con el simple hecho de escuchar activamente al otro le permitimos “ventilar” y gestionar su estado emocional. De esta forma siente alivio por tener un oyente confiable a quien transmitir sus emociones.
Cuando la persona que escucha empáticamente ha vivido una situación emocional semejante a la que se está expresando, el proceso comunicativo es más fluido, ya que se produce una mayor sintonía emocional.
¿Para qué practicarla?
La empatía, como habilidad de la inteligencia emocional, es importante porque posibilita experimentar diferentes beneficios.
Permite disfrutar de relaciones sociales participando más con el grupo de amigos, compañeros o familiares.
Ayuda a sentirse personalmente mejor.
Facilita la resolución de conflictos.
Predispone a ayudar a los demás y compartir.
Aumenta el carisma y el atractivo.
Permite ser más respetuoso.
Desarrolla capacidades de liderazgo, negociación y colaboración, así como ser mejor considerado por los demás.
¿Cómo cultivar la empatía?
Practicar la empatía nos ayuda a ampliar nuestras perspectivas y con ello a enriquecer nuestro mundo con nuevas ideas, puntos de vista y oportunidades.
Es una habilidad social clave que, como ya hemos visto, nos permite escuchar mejor, comprender y formular mejores preguntas, tres aspectos fundamentales de una buena comunicación. Además, es una de las bases para construir relaciones sólidas y enriquecedoras, basadas en la confianza, la comunicación y el respeto.
Puedes incorporar a tu rutina tres sencillos ejercicios prácticos para mejorar tu empatía.
1. Pregunta y muestra interés
Empieza cualquier encuentro o conversación con preguntas abiertas y personalizadas: ¿Cómo estás? ¿Qué tal en el trabajo? ¿Qué tal te va el proyecto que empezaste? ¿Cómo han ido las vacaciones?
Mostrando cercanía e interés por la otra persona, deja espacio para que se abra y simplemente recibe.
2. Lee guiones de teatro
Lee guiones de teatro y céntrate en un personaje. Busca en el texto lo que hay más allá de las palabras; La historia personal, experiencias previas, los miedos que esconde, sus deseos e ilusiones, las emociones que están a flor de piel…
3. Elige a una persona
Elige a una persona al azar e intenta averiguar a través de su comunicación no verbal lo que la mueve (emoción y pensamiento) a hacer lo que hace y cómo lo hace. Un buen momento para llevar a cabo este ejercicio es en el transporte público, en una cafetería… Estos lugares son ricos en escenas ya que pueden servir para poner en práctica la empatía.
Fuente: Psicología y Mente
https://psicologiaymente.com/psicologia/empatia
jueves, 24 de diciembre de 2020
Navidad y empatía
*Leído por ahí*
Recordemos que el origen de la Navidad según dicen fue una pareja de refugiados con su hijo recién nacido, buscando donde poder vivir.
Más allá de la Fe cultivemos el poder ponernos en el lugar del otro, empatizar y ser Amor al prójimo.
Que sea una jornada de amor con el corazón.❣
lunes, 2 de noviembre de 2020
sábado, 31 de octubre de 2020
miércoles, 29 de enero de 2020
Empatía y sueños...
“Nosotros no necesitamos de mucha cosa. Solo necesitamos los unos de los otros... y de los sueño.”
Oscar Wilde
Somos Viajantes del Tiempo
domingo, 24 de noviembre de 2019
Empatìa
Empatía, ese sagrado don que te permite ponerte en el lugar de los demás y llegar a sentir aún como puede sentir algún otr@
viernes, 25 de octubre de 2019
sábado, 2 de marzo de 2019
Los Pynandi, Almas Puras...
Corría el mes de Agosto de 2012 en el Fortín Mbororé. Estas tres pequeñas kuña'i pynandi a la salida de la Escuelita Mbororé llevando en sus ñaembe (platos) comida para sus hermanitos más pequeños y padres.
Sensibilidad, empatía, vivencias desde pequeñas, otredad desde la mismidad que muestran que no existen nada más hermoso que el Amor.
Cada vez que miro esta fotografía me invade una emoción muy profunda y tener aún más admiración por nuestras raíces guaraníes...❤❤
José Javier Rodas
2 de Marzo de 2019
jueves, 21 de febrero de 2019
Empatía
No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un titulo o mucho menos el dinero lo que convierte a una persona en grande. Es su honestidad, su humildad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos y necesidades de los demás
Teresa de Calcuta
lunes, 1 de mayo de 2017
jueves, 20 de abril de 2017
Empatía y Siembra…
"Amo el encanto de quien lee los
pensamientos.
Que toca los más escondidos sentimientos.
Que trae su sonrisa cuando existe dolor.
Que trae el abrazo amigo y se hace abrigo.
Que cuando nuestro corazón se inquieta es quien
deja siempre la puerta abierta.
Que es un alma eternamente acogedora.
Que siempre Ama y Siembra.
domingo, 16 de abril de 2017
No se puede ser neutral en un tren en movimiento...
“Tener esperanza en tiempos difíciles no es sólo tontamente romántico.
Está basado sobre el hecho de que la historia humana es una historia no sólo de
crueldad, sino también de compasión, sacrificio, valentía, bondad. Lo que
optemos por enfatizar en esta compleja historia determinará nuestras vidas. Si
vemos sólo lo peor, eso destruye nuestra capacidad para actuar. Si recordamos
esos tiempos y lugares, y hay muchos, donde la gente se ha comportado de
manera magnífica, eso nos da la energía para actuar, y por lo menos la
posibilidad de enviar este trompo de mundo a que gire en otra dirección. Y si
actuamos, por más pequeña que sea la acción, no tenemos que esperar un gran futuro
utópico. El futuro es una sucesión infinita de presentes, y vivir ahora tal
como pensamos que deberían de vivir los seres humanos, en desafío de todo lo
malo que nos rodea, es en sí un triunfo maravilloso”.
Howard Zinn
Compartido por Teresita Seminara
viernes, 10 de febrero de 2017
Empatía
"Ser civilizado
no significa que se tengan estudios superiores, sino que se sabe reconocer la
plena humanidad de los otros, aunque sean diferentes"
Tzvetan
Todorov
"Cada uno de nosotros es un extranjero en potencia" - Tzvetan Todorov
Tzvetan Todorov,
ensayista y filósofo fallecido este 7 de Febrero de 2.017 ,
nacionalizado francés tras huir de la Bulgaria comunista, ganó el Príncipe de
Asturias en 2008.
"El extranjero no
solo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al
albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en
potencia", dijo el recientemente.
El ensayista
franco-búlgaro pronunció estas palabras durante el discurso de
agradecimiento del Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, premio que
ganó en 2008. Siguen vigentes para quienes observamos desde el lado amable las
crisis migratorias actuales que enfrentan Europa y Estados Unidos.
"Por cómo
percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro
grado de barbarie o de civilización", afirmaba Todorov en el Teatro
Campoamor de Oviedo al recibir el galardón. Lo hizo ante los que eran en ese
momento los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz.
Todorov (Sofía, 1939)
se trasladó a Francia huyendo de la Bulgaria comunista y obtuvo la nacionalidad
gala en 1973. Su condición de exiliado marcó su obra. Las reflexiones acerca de
cómo el hombre se comporta ante el que considera extranjero son una constante
en títulos como Nosotros y los otros (1989), El miedo a los
bárbaros (2008) y La conquista de América, la cuestión del otro (1982).
Su autobiografía El
hombre desplazado ofrece un punto de vista personal sobre este asunto, al
que dedicó el discurso en el Príncipe de Asturias, que ahora revive con motivo
de su fallecimiento y que sigue de plena vigencia en estos días.
"Ser civilizado
no significa que se tengan estudios superiores, sino que se sabe reconocer la
plena humanidad de los otros, aunque sean diferentes", decía el filósofo y
lingüista en 2012, en uno de los artículos que publicó en El PAÍS en
la última década.
Este es el discurso de
Tzvetan Todorov durante la entrega del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias
Sociales 2008>
Antes de la época
contemporánea, el mundo jamás había sido escenario de una circulación tan intensa
de los pueblos que lo habitan, ni de tantos encuentros entre ciudadanos de
países diferentes. Las razones de tales movimientos de pueblos e individuos son
múltiples. La celeridad de las comunicaciones incrementa el prestigio de los
artistas y de los sabios, de los deportistas y de los militantes por la paz y
la justicia, poniéndolos al alcance de los hombres de todos los continentes. La
actual rapidez y facilidad de los viajes invita hoy a los habitantes de los
países ricos a practicar un turismo de masas. La globalización de la economía,
por su parte, obliga a sus elites a estar presentes en todos los rincones del
planeta y a los obreros a desplazarse allá donde puedan encontrar trabajo. La
población de los países pobres intenta por todos los medios acceder a lo que
considera el paraíso de los países industrializados, en busca de unas
condiciones de vida dignas. Otros huyen de la violencia que asola sus países:
guerras, dictaduras, persecuciones, actos terroristas. A todas esas razones que
motivan los desplazamientos de las poblaciones se han sumado, desde hace
algunos años, los efectos del calentamiento climático, de las sequías y de los
ciclones que este conlleva. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los refugiados, por cada centímetro de elevación del nivel de los océanos,
habrá un millón de desplazados en el mundo. El siglo XXI se presenta como aquel
en el que numerosos hombres y mujeres deberán abandonar su país de origen y
adoptar, provisional o permanentemente, el estatus de extranjero.
Todos los países establecen
diferencias entre sus ciudadanos y aquellos que no lo son, es decir,
justamente, los extranjeros. No gozan de los mismos derechos, ni tienen los
mismos deberes. Los extranjeros tienen el deber de someterse a las leyes del
país en el que viven, aunque no participen en la gestión del mismo. Las leyes,
por otra parte, no lo dicen todo: en el marco que definen, caben los miles de
actos y gestos cotidianos que determinan el sabor que va a tener la existencia.
Los habitantes de un país siempre tratarán a sus allegados con más atención y
amor que a los desconocidos. Sin embargo, estos no dejan de ser hombres y
mujeres como los demás. Les alientan las mismas ambiciones y padecen las mismas
carencias; sólo que, en mayor medida que los primeros, son presa del desamparo
y nos lanzan llamadas de auxilio. Esto nos atañe a todos, porque el extranjero
no sólo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al
albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en
potencia.
Por cómo percibimos y
acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de
barbarie o de civilización. Los bárbaros son los que consideran que los otros,
porque no se parecen a ellos, pertenecen a una humanidad inferior y merecen ser
tratados con desprecio o condescendencia. Ser civilizado no significa haber
cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, o poseer una gran
sabiduría: todos sabemos que ciertos individuos de esas características fueron
capaces de cometer actos de absoluta perfecta barbarie. Ser civilizado
significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque
tengan rostros y hábitos distintos a los nuestros; saber ponerse en su lugar y
mirarnos a nosotros mismos como desde fuera. Nadie es definitivamente bárbaro o
civilizado y cada cual es responsable de sus actos. Pero nosotros, que hoy
recibimos este gran honor, tenemos la responsabilidad de dar un paso hacia un
poco más de civilización.
Fuente>Diario El País
(España) – 8 de Febrero de 2.017
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