Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

Mostrando entradas con la etiqueta Yabuticaba. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Yabuticaba. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de mayo de 2024

En Misiones rescatan especies nativas como la exótica Jaboticaba, un singular árbol cuyos frutos crecen pegados al tronco




Guapurú o Yvapuru es su nombre en lengua guaraní, pero ahora es más conocido por “Jaboticaba”.
 
(Yabuticaba). Se trata de un árbol nativo de Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina, pertenece a la misma familia que el guayabo y el arrayán y no pasa desapercibido a la vista de nadie dado que tiene una particularidad de lo más extraña: sus frutos crecen pegados al tronco. Es decir que no cuelgan sino que brotan de las ramas y troncos.


Este fruto, es una baya altamente perecedera, de cáscara delgada y lisa, mientras que su pulpa es blanca, jugosa y de sabor agridulce. Se consume directamente como fruta fresca, pero también se pueden preparar refrescos, mermeladas, licores y vinagres caseros.

Entre sus múltiples propiedades, esta fruta tropical es antioxidante, calmante y puede ayudar a pelear contra el envejecimiento, la diabetes y el cáncer. Su consumo contribuye a mejorar la circulación sanguínea, proteger la visión, estabilizar los niveles de azúcar en sangre y regular la actividad intestinal.

A primera vista, el árbol tiene un aspecto tortuoso, con muy pocas ramas, de corteza gruesa y un poco espinosa. Crece generalmente bajo la sombra de árboles más grandes y sus frutos se concentran en el tronco principal y en las ramas gruesas. Son morados al principio y negros al madurar.

Jose Radins, agrónomo, biólogo y especialista en frutos del monte, comentó en diálogo con Bichos de Campo que “su crecimiento en relativamente lento comparado con otros árboles de la selva. Demora en fructificar por primera vez entre 8 a10 años, en plantas cultivadas a partir de semillas, pero el proceso puede acortarse cuando se realiza la reproducción por acodos. Las flores aparecen en septiembre y los frutos a fines de septiembre y octubre”.

Radins dijo también que “cuando crece en la selva puede alcanzar de 6 a 15 metros de altura, formando un tronco de 20 a 40 centímetros de diámetro. El tronco se ramifica a veces desde el suelo y otras a mayor altura (dependiendo el lugar donde crece, más expuesta o menos expuesta al sol). La corteza es fina y su fruto es esférico y mide de 1,8 a 2,5 centímetros de diámetro. Antes de madurar por completo tiene un color violáceo, con piel negra brillante cuando está completamente maduro. La corteza es fina, con taninos, lo que se percibe como de sabor amargo al masticar”.

Otra de las particularidades que compartió el biólogo es que “los frutos se consumen frescos y son muy sabrosos a pesar de tener una piel gruesa y semillas grandes, pero también pueden despulparse y aprovecharlos para hacer jugos, jaleas, mermeladas, licores, helados, vinos. Por su gran contenido en antocianinas, es un producto excelente para combatir los radicales libres”.

Incluso Radins agregó que “al ser tan ornamental el árbol por su tronco blanquecino, de bajo porte (en cultivo) se recomienda su uso en proyectos de paisajismo y en plantaciones para restauración y conservación de ecosistemas. Sus frutos alimentan a la avifauna en general y las flores producen néctar y polen para las abejas”.


El Guapurú o Jaboticaba ha sido inspiración para comunicadores como Carlos Vedoya Recio, cuya productora se llama precisamente “Guapurú” en honor a este arbolito. “Me gusta como filosofía: somos frutos del mismo árbol. Donde te toque, entre raíces y ramas, por igual”, expresó a Bichos de Campo el periodista agropecuario misionera, quien gusta más que lo llamen “comunicador de la selva”.

Desde los múltiples olores, texturas y colores que emergen de esa selva misionera Vedoya Recio rescató al singular fruto al punto tal que en su bar “Zoco” de Posadas ofrece una tarta con relleno de Guapurú. “Se llama tarta ‘Inmaculada’ y expresa nuestra mayor aspiración en la primavera que recién empieza. Un delicado manto sagrado de mousse de chai con corazón de guapurú en crema. No es sólo una tarta más: es una advocación”, aseguró Vedoya Recio, quien desde hace 18 años escribe en su sitio web NEA Rural y comunica las bondades de su tierra desde su programa radial Frontera Jesuita, que se emite los sábados de 8 a 10 por Radio República.

“Es un arbolito de monte, difícil como todo nativo, por ende todavía no fue domesticado. Puede crecer en patios y zonas urbanas pero ni por densidad ni por producción. Fruta cuando quiere y puede demorar hasta 15 años en hacerlo. Yo siempre tengo fruta procesada o congelada en el bar y hacemos nuestras propias mermeladas, destilados y demás”, declaró el periodista y sommelier de te.

Con el objetivo de continuar su descubrimiento y rescate, un par de mujeres de esa provincia usan sus frutos para elaborar mermeladas y licores. Es el caso de Rosa Szulepa de la Asociación Mujeres Soñadoras, provenientes de los municipios de Salto Encantado y Aristóbulo del Valle, quienes han recuperado las recetas de sus abuelas, encontrando en la cocina una forma innovadora de aprovechar los frutos nativos de la selva misionera, y al mismo tiempo un modo de subsistir económicamente.

“Es un árbol que tarda mucho en crecer y sus frutos pueden comerse en fresco o bien consumirse en jugo, el cual es muy diurético. También hacemos licor y vinagre. Es un producto muy bueno y dependiendo del clima puede dar frutos hasta tres veces al año”, indicó Szulepa.


La venta de sus productos es local, en restaurantes, hoteles, y en ferias como la Forestal de Posadas, pero también venden en otros puntos de Misiones que ya consiguieron el registro provincial. El próximo paso, según Szulepa es poder conseguir el llamado Tránsito Federal otorgado por el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) para llegar a otros rincones del país y también poder exportar dando a conocer el fruto de la Jaboticaba.

La asociación Mujeres Soñadoras nació en el seno de las casas de estas mujeres, donde se reunían para cocinar, hasta que hace pocos días consiguieron, junto a ambos municipios, un terreno donado en Comodato lo que les permitirá tener un lugar fijo donde trabajar, y fueron reconocidas por constituir un ejemplo de cooperación, calidad, diversidad y compromiso.


“El destino que le damos al dinero recolectado es al bienestar de nuestras familias y nuestra meta es darle valor al monte y que se cuide a nuestras plantas nativas. De ahí sacamos un gran beneficio: comer sano y saludable”, dijo.

A futuro Szulepa confesó que les gustaría consolidar la asociación que integra. “Tengo una experiencia que no olvidaré nunca. Cuando empezamos a hacer mermeladas de frutas nativas parecía que sería extremadamente difícil. Me dije ´eso no va a funcionar ¿Cómo vamos a poder vender más?´ pero lo logramos con mucho esfuerzo y paciencia”, reveló.

“Veo que entre la gente se tomó conciencia e interés acerca del valor de plantas nativas como la Jaboticaba, a punto tal que se están preparando plantines nuevos, pero debemos entender que lleva muchos años hasta que comienzan a producir frutos”, expresó Szulepa.

Otro de los proyectos que tienen en mente es hacer una fábrica de bioinsumos para elaborar abonos orgánicos. “Las mujeres que integran esta asociación son humildes, sinceras, dinámicas y muy guapas. Hay de todas las edades, pero van desde los 30 a los 80 años. Ahora se integraron muchos jóvenes y eso nos da un alivio por el interés que muestran, y nos ayudamos mutuamente. Tenemos 50 socios, una comisión directiva y somos 4 las mujeres que elaboramos los envasados”, relató.

Pero nada sería de las Mujeres Soñadoras sin la colaboración de Marina Parra, referente del proyecto USUBI (Uso Sustentable de la Biodiversidad) en Misiones, el cual se realiza en coordinación con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, el INTA y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Desde ese lugar Parra colaboró bastante para que estas mujeres pudieran conseguir el financiamiento y así producir, elaborar y confeccionar el packaging de sus productos.

Tenemos jóvenes incluso que se encuentran participando de esta experiencia que apunta al uso sustentable de la biodiversidad como estrategia, no sólo de conservación sino también de fortalecimiento de las condiciones de generación del empleo verde y el arraigo territorial de hijos e hijas de familias rurales”, declaró a Bichos de Campo.

Con USUBI buscan un enfoque del uso de los bienes naturales de la selva desde la sustentabilidad ambiental y socioeconómica, a partir de la formación teórico-práctica sobre viveros y la producción de frutales nativos. Este tipo de plantines sirven al enriquecimiento de suelos y espacios verdes, así como a la provisión de materia prima de productos gastronómicos.

“Es muy bueno trabajar con plantas nativas, y rescatarlas para que no se pierdan en necesario tanto para nosotros como para el ambiente. Es una oportunidad que nos abre muchas puertas, para el aprendizaje y la experiencia y nos abre un futuro con más oportunidades laborales. A su vez, con esto los jóvenes pueden permanecer en la chacra y no tener la necesidad de buscar algún trabajo en la ciudad”, manifestó Parra.
Fuente


Bicho de Campo
28 de Agosto de 2023
Escrito por Julia Luzuriaga


miércoles, 1 de septiembre de 2021

En Misiones (Argentina) rescatan especies nativas como la exótica Jaboticaba, un singular árbol cuyos frutos crecen pegados al tronco


Guapurú o Yvapuru es su nombre en lengua guaraní, pero ahora es más conocido por “Jaboticaba” (Yabuticaba). Se trata de un árbol nativo de Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina, pertenece a la misma familia que el guayabo y el arrayán y no pasa desapercibido a la vista de nadie dado que tiene una particularidad de lo más extraña: sus frutos crecen pegados al tronco. Es decir que no cuelgan sino que brotan de las ramas y troncos.

Este fruto, es una baya altamente perecedera, de cáscara delgada y lisa, mientras que su pulpa es blanca, jugosa y de sabor agridulce. Se consume directamente como fruta fresca, pero también se pueden preparar refrescos, mermeladas, licores y vinagres caseros.

Entre sus múltiples propiedades, esta fruta tropical es antioxidante, calmante y puede ayudar a pelear contra el envejecimiento, la diabetes y el cáncer. Su consumo contribuye a mejorar la circulación sanguínea, proteger la visión, estabilizar los niveles de azúcar en sangre y regular la actividad intestinal.

A primera vista, el árbol tiene un aspecto tortuoso, con muy pocas ramas, de corteza gruesa y un poco espinosa. Crece generalmente bajo la sombra de árboles más grandes y sus frutos se concentran en el tronco principal y en las ramas gruesas. Son morados al principio y negros al madurar.

Jose Radins, agrónomo, biólogo y especialista en frutos del monte, comentó en diálogo con Bichos de Campo que “su crecimiento en relativamente lento comparado con otros árboles de la selva. Demora en fructificar por primera vez entre 8 a10 años, en plantas cultivadas a partir de semillas, pero el proceso puede acortarse cuando se realiza la reproducción por acodos. Las flores aparecen en septiembre y los frutos a fines de septiembre y octubre”.

Radins dijo también que “cuando crece en la selva puede alcanzar de 6 a 15 metros de altura, formando un tronco de 20 a 40 centímetros de diámetro. El tronco se ramifica a veces desde el suelo y otras a mayor altura (dependiendo el lugar donde crece, más expuesta o menos expuesta al sol). La corteza es fina y su fruto es esférico y mide de 1,8 a 2,5 centímetros de diámetro. Antes de madurar por completo tiene un color violáceo, con piel negra brillante cuando está completamente maduro. La corteza es fina, con taninos, lo que se percibe como de sabor amargo al masticar”.

Otra de las particularidades que compartió el biólogo es que “los frutos se consumen frescos y son muy sabrosos a pesar de tener una piel gruesa y semillas grandes, pero también pueden despulparse y aprovecharlos para hacer jugos, jaleas, mermeladas, licores, helados, vinos. Por su gran contenido en antocianinas, es un producto excelente para combatir los radicales libres”.

Incluso Radins agregó que “al ser tan ornamental el árbol por su tronco blanquecino, de bajo porte (en cultivo) se recomienda su uso en proyectos de paisajismo y en plantaciones para restauración y conservación de ecosistemas. Sus frutos alimentan a la avifauna en general y las flores producen néctar y polen para las abejas”.

El Guapurú o Jaboticaba ha sido inspiración para comunicadores como Carlos Vedoya Recio, cuya productora se llama precisamente “Guapurú” en honor a este arbolito. “Me gusta como filosofía: somos frutos del mismo árbol. Donde te toque, entre raíces y ramas, por igual”, expresó a Bichos de Campo el periodista agropecuario misionera, quien gusta más que lo llamen “comunicador de la selva”.

Desde los múltiples olores, texturas y colores que emergen de esa selva misionera Vedoya Recio rescató al singular fruto al punto tal que en su bar “Zoco” de Posadas ofrece una tarta con relleno de Guapurú. “Se llama tarta ‘Inmaculada’ y expresa nuestra mayor aspiración en la primavera que recién empieza. Un delicado manto sagrado de mousse de chai con corazón de guapurú en crema. No es sólo una tarta más: es una advocación”, aseguró Vedoya Recio, quien desde hace 18 años escribe en su sitio web NEA Rural y comunica las bondades de su tierra desde su programa radial Frontera Jesuita, que se emite los sábados de 8 a 10 por Radio República.

“Es un arbolito de monte, difícil como todo nativo, por ende todavía no fue domesticado. Puede crecer en patios y zonas urbanas pero ni por densidad ni por producción. Fruta cuando quiere y puede demorar hasta 15 años en hacerlo. Yo siempre tengo fruta procesada o congelada en el bar y hacemos nuestras propias mermeladas, destilados y demás”, declaró el periodista y sommelier de te.

Con el objetivo de continuar su descubrimiento y rescate, un par de mujeres de esa provincia usan sus frutos para elaborar mermeladas y licores. Es el caso de Rosa Szulepa de la Asociación Mujeres Soñadoras, provenientes de los municipios de Salto Encantado y Aristóbulo del Valle, quienes han recuperado las recetas de sus abuelas, encontrando en la cocina una forma innovadora de aprovechar los frutos nativos de la selva misionera, y al mismo tiempo un modo de subsistir económicamente.

“Es un árbol que tarda mucho en crecer y sus frutos pueden comerse en fresco o bien consumirse en jugo, el cual es muy diurético. También hacemos licor y vinagre. Es un producto muy bueno y dependiendo del clima puede dar frutos hasta tres veces al año”, indicó Szulepa.

La venta de sus productos es local, en restaurantes, hoteles, y en ferias como la Forestal de Posadas, pero también venden en otros puntos de Misiones que ya consiguieron el registro provincial. El próximo paso, según Szulepa es poder conseguir el llamado Tránsito Federal otorgado por el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) para llegar a otros rincones del país y también poder exportar dando a conocer el fruto de la Jaboticaba.

La asociación Mujeres Soñadoras nació en el seno de las casas de estas mujeres, donde se reunían para cocinar, hasta que hace pocos días consiguieron, junto a ambos municipios, un terreno donado en Comodato lo que les permitirá tener un lugar fijo donde trabajar, y fueron reconocidas por constituir un ejemplo de cooperación, calidad, diversidad y compromiso.

“El destino que le damos al dinero recolectado es al bienestar de nuestras familias y nuestra meta es darle valor al monte y que se cuide a nuestras plantas nativas. De ahí sacamos un gran beneficio: comer sano y saludable”, dijo.

A futuro Szulepa confesó que les gustaría consolidar la asociación que integra. “Tengo una experiencia que no olvidaré nunca. Cuando empezamos a hacer mermeladas de frutas nativas parecía que sería extremadamente difícil. Me dije ´eso no va a funcionar ¿Cómo vamos a poder vender más?´ pero lo logramos con mucho esfuerzo y paciencia”, reveló.

“Veo que entre la gente se tomó conciencia e interés acerca del valor de plantas nativas como la Jaboticaba, a punto tal que se están preparando plantines nuevos, pero debemos entender que lleva muchos años hasta que comienzan a producir frutos”, expresó Szulepa.

Otro de los proyectos que tienen en mente es hacer una fábrica de bioinsumos para elaborar abonos orgánicos. “Las mujeres que integran esta asociación son humildes, sinceras, dinámicas y muy guapas. Hay de todas las edades, pero van desde los 30 a los 80 años. Ahora se integraron muchos jóvenes y eso nos da un alivio por el interés que muestran, y nos ayudamos mutuamente. Tenemos 50 socios, una comisión directiva y somos 4 las mujeres que elaboramos los envasados”, relató.

Pero nada sería de las Mujeres Soñadoras sin la colaboración de Marina Parra, referente del proyecto USUBI (Uso Sustentable de la Biodiversidad) en Misiones, el cual se realiza en coordinación con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, el INTA y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Desde ese lugar Parra colaboró bastante para que estas mujeres pudieran conseguir el financiamiento y así producir, elaborar y confeccionar el packaging de sus productos.

“Tenemos jóvenes incluso que se encuentran participando de esta experiencia que apunta al uso sustentable de la biodiversidad como estrategia, no sólo de conservación sino también de fortalecimiento de las condiciones de generación del empleo verde y el arraigo territorial de hijos e hijas de familias rurales”, declaró a Bichos de Campo.

Con USUBI buscan un enfoque del uso de los bienes naturales de la selva desde la sustentabilidad ambiental y socioeconómica, a partir de la formación teórico-práctica sobre viveros y la producción de frutales nativos. Este tipo de plantines sirven al enriquecimiento de suelos y espacios verdes, así como a la provisión de materia prima de productos gastronómicos.

“Es muy bueno trabajar con plantas nativas, y rescatarlas para que no se pierdan en necesario tanto para nosotros como para el ambiente. Es una oportunidad que nos abre muchas puertas, para el aprendizaje y la experiencia y nos abre un futuro con más oportunidades laborales. A su vez, con esto los jóvenes pueden permanecer en la chacra y no tener la necesidad de buscar algún trabajo en la ciudad”, manifestó Parra.



Con los plantines buscan tener un control de calidad de los frutos, lo que les permitiría mejorar la materia prima para diversas actividades productivas sustentables, como la elaboración de mermeladas, vinagres, licores y aderezos. Estos viveros de frutales nativos garantizan que las plantas sobrevivan teniendo en cuenta sus ciclos fenológicos y rendimientos productivos.

“Como sólo se valora lo que se conoce, nos encanta poder rescatar especies nativas como la Jaboticaba. Es por eso que brindamos capacitación en el ciclo de viverización, identificación y cosecha de árboles semilleros, tipos de semillas y sus tratamientos pre germinativos, los cuidados, laboreos y rustificación de plantas. Esto es contribuir a la biodiversidad y a la mejora en la calidad de vida de las familias rurales”, concluyó.

Fuente: Bichos del Campo - 28 de Agosto de 2021 . Escrito por Julia Luzuriaga

https://bichosdecampo.com/en-misiones-rescatan-especies-nativas-como-la-exotica-jaboticaba-un-singular-arbol-cuyos-frutos-crecen-pegados-al-tronco/?fbclid=IwAR3sD9dkow340LnZsP0loULYgpqbrqyqqktaPTDGMphmXc6_B7Rd0snpoGQ

lunes, 22 de junio de 2020

Yabuticaba / Jabuticaba: Qué es y beneficios para la salud




La jabuticaba, también conocida como yabuticaba, jaboticaba o guapurú, es una fruta que puede conseguirse en Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina que tiene la particularidad de que brota en el tallo de la planta y no en sus flores. Esta fruta contiene pocos carbohidratos y calorías, además de ser rica en nutrientes como vitamina C, vitamina E, magnesio, fósforo y zinc. 

La jabuticaba puede consumirse fresca o en preparaciones, como jaleas, vinos, vinagre, aguardiente y licores. Es muy complicado conseguir esta fruta lejos de sus regiones de producción, puesto a que pierde su calidad rápidamente al ser retirada del árbol, su nombre científico es Plinia cauliflora.


Cuáles son los beneficios de esta fruta

La jabuticaba es rica en antioxidantes y compuestos bioactivos que podrían proporcionar diversos beneficios para la salud, entre ellos se destacan:

-Prevenir el envejecimiento precoz, cáncer y las enfermedades cardíacas, por ser rico en antioxidantes como las antocianinas, que disminuyen la inflamación y el daño celular provocado por los radicales libres;

-Fortalecer el sistema inmunológico, por ser rica en zinc y en vitamina C;

-Favorecer la pérdida de peso, debido a que es baja en calorías y rica en fibras que aumentan la saciedad;

-Combatir el estreñimiento, gracias a su contenido de fibras;

-Ayudar a controlar la diabetes, puesto que al tener poco contenido de carbohidratos, evita el aumento de la glucemia;

-Mejorar la salud de la piel, debido a que es rica en vitamina C;

-Ayudar a prevenir anemias, debido a que contiene hierro y vitaminas del complejo B. 

Es importante destacar, que las antocianinas de la jabuticaba se encuentran en mayor concentración en su cáscara, la cual debe consumirse en conjunto con la pulpa de la fruta para obtener más beneficios.

Información nutricional de la Jabuticaba

La siguiente tabla contiene la información nutricional para 100 g de jabuticaba, lo que equivale alrededor de 20 unidades:

Componentes en 100 g de Jabuticaba cruda
Energía58 calorías
Proteínas0,6 g
Grasas0,1 g
Carbohidratos15,3 g
Fibras2,3 g
Calcio8 mg
Magnesio18 mg
Hierro0,1 mg
Potasio130 mg
Vitamina C16,2 mg
Zinc0,3 mg
Fósforo15 mg
Manganeso0,30 mg
Vitamina B10,02 mg
Vitamina B20,02 mg
Vitamina B30,021 mg
Lisina7 mg




Como la jabuticaba se deteriora rápidamente, la mejor forma de conservarla es almacenándola en el refrigerador o metiendo la pulpa en pequeñas bolsas, las cuales pueden guardarse en el congelador durante 3 meses. 

Receta de Mousse de Jabuticaba



Ingredientes
  • 3 tazas de jabuticaba;
  • 2 tazas de agua;
  • 2 tazas de leche de coco;
  • 1/2 taza de almidón de maíz;
  • 2/3 taza de azúcar mascabado o moreno. 
Modo de preparación
Colocar las jabuticabas en una olla con las 2 tazas de agua y llevar a fuego medio, esperar hasta que se rompan las cáscaras de las frutas (que suele ocurrir luego de hervir). Retirar del fuego, pasar el jugo por un colador, exprimiendo bien las frutas para retirar las semillas y aprovechando al máximo la pulpa.
En una olla, añadir el jugo de jabuticaba, la leche de coco, el almidón de maíz y el azúcar. Mezclar bien hasta que el almidón de maíz se disuelva y se forme una mezcla homogénea. Colocar nuevamente en el fogón a temperatura media y remover hasta lograr la consistencia deseada. Inmediatamente, transferir el mousse para un recipiente limpio, dejar enfriar un poco y colocar en el refrigerador durante 4 horas antes como mínimo antes de servirlo. 

Receta de Smoothie de Fresa y Jabuticaba


Ingredientes
  • 1/2 taza de té de fresa (también se puede utilizar banana o ciruela);
  • 1/2 taza de té de jabuticaba;
  • 1/2 taza de té de agua; 
  • 4 cubos de hielo.
Modo de preparación
Mezclar todos los ingredientes en la licuadora, servir y tomar bien frío.

Fuente informativa: Tua Saude. https://www.tuasaude.com/es/jabuticaba/




sábado, 4 de enero de 2014

Yabuticaba, árbol frutal medicinal de la región guaraní


La entrecorteza de la Yabuticaba o Jaboticaba o Jabuticaba como se la conoce en la Provincia de Misiones (Argentina) no sólo actúa contra el asma, sino también contra diarreas y disenterías y externamente, en baños, favorece la curación de los problemas de la piel. 

La corteza de los frutos tiene propiedades astringentes y su decocción se emplea en gárgaras contra las amigdalitis crónicas.

Propiedades de la Yabuticaba

Encontrada a lo largo de nuestra selva y en jardines, la jabuticaba es un árbol frondoso, de tronco liso y castaño y hojas opuestas. Sus flores de color blanco exhalan un olor suave y sus frutos – esféricos y con corteza morado negra o rojiza son un manjar.

Árbol fructífero de crecimiento lento que sólo produce una vez transcurridos de 7 a 14 años del plantío. Se propaga por semillas en terrenos profundos, ricos en materia orgánica, y es bastante exigente en relación con el agua es por ello que nuestra selva húmeda es ideal para sus frutos.

Yabuticaba o Jaboticaba

Usos en la medicina:

En casos de amigdalitis crónica es una de las aliadas para combatirla y es conocido que en el Brasil suelen hervir en medio litro de agua 30g de corteza de jabuticaba por unos 10 minutos y luego colando el líquido para utilizarlo en gárgaras frecuentes con un muy buen resultado.

Su fruta es sinónimo de belleza y es usada en infinidad de productos para la limpieza de la piel por sus componentes que ayudan a la eliminación de toxinas que aceleran el envejecimiento.

La yabuticaba tiene su coloración gracias a las antocianidinas, los pigmentos naturales que confieren a las flores y frutas los colores que varían del rojo al azul. Esos pigmentos son encontrados en frutas como las uvas rojas, frambuesas, fresas, moras, y conocidas en inglés como “berries”.

Los trabajos con la yabuticaba están empezando a aparecer y según los primeros indicadores son más ricas en este pigmiento. En la yabuticaba el tenor superó a todas las frutas que mencionamos antes debido a que ella tiene en promedio 314mg por gramo de la fruta, más que la uva (227mg) y la mora (290mg).

La concentración de antocianinas está en la cáscara dura, justamente la que se acostumbra escupir cuando se la consume. Para garantizar la ingesta de este pigmento milagroso para el colágeno de la piel y de los vasos sanguíneos lo mejor es mezclar toda la fruta con agua en la licuadora con algunas gotas de limón y beber su zumo. El limón u otra fruta ácida va a reaccionar con el pigmento y dejar el zumo con un color vino bien acentuado.

Las antocianinas presentan propiedades antioxidantes, previenen la oxidación del colesterol, mejoran la circulación sanguínea y protegen la visión.

Los beneficios de estos pigmentos son muchos, inclusive para la protección de la piel ya que ellos estimulan la reparación de los tejidos ricos en colágeno.

Actualmente algunos estudios apuntan que estas sustancias ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.

Su cáscara también es rica en pectina, una fibra soluble que regula el intestino y reduce la velocidad de absorción del colesterol y de la glucosa.

En la pulpa suculenta y dulce encontramos hierro, vitamina C y vitaminas del complejo B, particularmente la niacina.

Los guaraníes acostumbraban dar yabuticaba a las mujeres embarazadas para prevenir la anemia.

Además a pesar de ser dulce es poco calórico, 100g tiene solamente 50 calorías y es la cantidad suficiente para preparar un delicioso zumo.

Yabuticaba congelada 

Información técnica de la Yabuticaba:

Nombre científico: Myrciaria jaboticaba

Familia: Mirtáceas

Sinonimia: Schwarzkirsche (alemán); jaboticaba (inglés); albero di giaboticaba (italiano); jabuticabeira, jabuticaba-açu, jabuticabatuba, jabuticaba-graúda, jabuticaba-do-mato (portugués).

Fuente: Visitemos Misiones (Escrito por: Omar López)

domingo, 24 de marzo de 2013

Overa, la rebelión del cacique luminoso (Oberá)


La historia “oficial” de la Conquista de la región altoparanaense (Paraguay, Brasil, Noreste Argentino actuales), por los españoles en los años 1.500, escrita por las clases dominantes, siempre intentó esconder o minimizar las bravas luchas de resistencia de los pobladores originarios, principalmente de los guaraníes. 

Una de ellas, prácticamente desconocida por los pobladores de esta región fue comandada por el Cacique Overa (Vera en guaraní: Luminoso, Resplandeciente).

Consciente de la dificultad de vencer a los europeos por las armas, Overa generó una de las primeras “huelgas” de las que se tiene noticia en América.

Una huelga general, total, en la que los guaraníes se negaron a continuar trabajando para los españoles, dedicándose exclusivamente a danzar y cantar durante días, semanas y meses. 

Las pocas informaciones existentes sobre la llamada Rebelión de Overa (Oberá) las heredamos principalmente de los poemas de Martín del Barco Centenera, publicados en 1.602, clasificados por muchos estudiosos como artísticamente ruines e históricamente tendenciosos, pro-hispánicos.

Imágen: Alex Soares






























Según Bartomeu Meliá, en su libro El Guaraní Conquistado y Reducido (1.993), el movimiento indígena comenzó entre los años 1.578-1.579 en la región de Guarambaré, en las proximidades de Asunción, capital del Paraguay. Más luego se expandió en todo el territorio de la región del Río Paraná –probablemente en la región de la Provincia del Guairá y también en las regiones central, norte y noroeste del actual estado de Paraná en Brasil.

“Intérprete de la opresión en la vivían los Guaraníes, Overá, con rara elocuencia, verdadero señor de la palabra, ofrecía a su pueblo la liberación de la sujeción a los españoles”, dice Meliá.

Liderados por este Cacique cuyo nombre guaraní era Verá, el Luminoso, el Resplandeciente, los indígenas protagonizaron una revuelta extremadamente singular. Una especie de “huelga general”, a través de la cual rechazaban seguir trabajando en favor de los conquistadores, pasando a cantar y danzar ininterrmpidamente.

Meliá dice que los guaraníes practicaban la conocida “danza ritual guaraní”.

Para dimensionar los escritos desde la conquista y con óptica euro-etnocéntrica basta leer estos versos extratados de largo escrito de Martín del Barco Centenera donde refiere a Overa (Oberá).

Obera, como digo, se llamaba,
que suena resplandor en castellano.
En el Paraná Grande éste habitaba,
el bautismo tenía de cristiano.
Mas la fe prometida no guardaba,
que con bestial designo a Dios, tirano,
su hijo dice ser y concebido
de virgen, y que virgen lo ha parido.

La mano está temblando de escribillo,
mas cuento con verdad lo que decía
con loca presumpción aquel diablillo,
que más que diablo en todo parecía.
Los indios comenzaron de seguillo
por todas las comarcas do venía,
atrajo mucha gente así de guerra,
con que daños hacía por la tierra.

Dejando, pues, su tierra y propio asiento,
la tierra adentro vino predicando;
no queda de indio algún repartimiento
que no siga su voz y crudo mando.
Con este impío pregón y mal descuento
la tierra se va toda levantando,
no acude ya al servicio que solía,
que libertad a todos prometía.

Mandoles que cantasen y bailasen,
de suerte que otra cosa no hacían,
y como los pobretes ya dejasen
de sembrar y coger como solían,
y sólo en los cantares se ocupasen,
en los bailes de hambre se morían,
cantándoles loores y alabanzas
del Obera maldito y sus pujanzas.

Un hijo que éste tiene se llamaba
por nombre Guiraró, que es palo amargo.
Del nombre Papa aquéste se jactaba.
Con éste el padre, dice: «Yo descargo
la grande obligación que a mí tocaba
con darle de pontífice el encargo».
Aquéste es el que viene bautizando,
y los nombres a todos trasmutando.

No quiero más decir de sus errores
de que andaba la tierra alborotada
en todo el Paraná y sus rededores;
y así se fue tras él de mano armada.
Mas como éste tenía corredores,
y gente puesta siempre en gran celada,
en viendo la pujanza conocida
del enemigo, pónese en huida.

Cacique Overa (Oberá-Misiones) Autores: Gerónimo Rodriguez y Humberto Díaz

Meliá relata: los guaraníes hicieron inumerables ceremonias de “debaustismo”, renegando de los nombres “cristianos-europeos” que habían recibido de los opresores y volvieron a utilizar sus nombres indígenas.

Aún hoy los rituales de nominación son muy importantes dentro de la cultura guaraní. Bartolomé Meliá explica que, distintos a los occidentales, los originarios guaraníes no son llamados o nombrados por este o aquel nombre sin que el “es” su propio nombre.

En cuanto a las autoridades de Castilla, mostraban su desconcierto frente a tan inusitada rebelión, ésta se expandía rápidamente no solo rumbo al Paraná sino también al sur y al norte de la capital paraguaya, llegando hasta el río Ypané.

Fue solamente con la llegada de Juan de Garay que los españoles reaccionaron. Las tropas irrumpieron en las aleas para traer nuevamente a los guaraníes al trabajo. Pero, al contrario de lo que planeaban los atacantes, el líder de los “rebeldes”, el Cacique Luminoso, nunca fue encontrado.

Overa, simplemente desapareció sin dejar rastros –dice Meliá. Pero es posible que haya continuado actuando de algún modo, pues se registra como hecho interesante de que cuatro mestizos –entre ellos el hijo de un portugués- intentaron mantener la rebelión del Cacique Overa durante algún tiempo luego del ataque de Garay.





























El ejemplo de Overa permaneció ya que en 1.589 en el Paraguay, los indígenas Acahay, Tevikuary e Yvyturusu se rebelaron en los mismos moldes que el primero. Todo “por causa de ciertos cantores que, con sus cantos, los lleva a realizar algunas ceremonias y ritos a través de los cuales se “apartan del servicio de Dios y no van más a servir a sus patrones encomenderos (patrones españoles)”-relata el antiguo diario de un capital, reproducido por Juan Francisco Aguirre en 1.949 en la Revista de la Biblioteca Nacional de Argentina.

Extraído de: Rosana Bond, Año IV, Nº27, Noviembre de 2.005. La rebelión del Cacique Luminoso http://www.anovademocracia.com.br/index.php/A-rebeliao-do-cacique-Luminoso.html en lengua portuguesa.

Traducción: José Javier Rodas