Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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domingo, 20 de diciembre de 2020

Sabiduría ancestral, otra pérdida en la Amazonia

La pandemia sacó a la luz el abandono, la deforestación y desaparición del conocimiento milenario.



Además de dejar en evidencia las heridas del abandono estatal, múltiples deficiencias, la cruel deforestación y la violencia de la minería ilegal, uno de los efectos más desastrosos causados por el covid-19 en la Amazonia colombiana ha sido “la muerte de sabedores y sabedoras indígenas”, dice a EL TIEMPO una voz de la Fundación Gaia Amazonas, ONG colombiana que trabaja con los pueblos indígenas de la región desde hace más de 30 años.

Esas muertes no solo pusieron en riesgo la supervivencia física de nuestra Amazonia, sino “también sus sistemas culturales de conocimiento y manejo con los cuales se han cultivado y nutrido por milenios las selvas y los ríos, de los que depende hoy el frágil equilibrio del clima global. Cualquier menoscabo de la diversidad cultural es una pérdida irreparable de diversidad biológica”, sostiene.

Diagnosticar con exactitud los daños producidos por covid-19 en la Amazonia es difícil por las dificultades de acceso, pero el Instituto Nacional de Salud reportó que afectó a, por lo menos, 50 pueblos indígenas y que los más azotados fueron los tikuna con 401 casos confirmados, los murui-uitoto con 134 casos y los puinave con 45.

Los tikunas habitan longitudinalmente en Perú y Brasil y, longitudinalmente, entre el río Putumayo y el río Amazonas, abarcando el trapecio amazónico en Colombia, incluyendo el bajo Caquetá. Los murui-uitoto viven a lo largo de las orillas de los río Putumayo, Cara-Paraná e Igara Paraná, en Colombia, y en el norte de Perú, y los puinave en aldeas dispersas en la cuenca del río Inírida, en el oriente del Guaviare y en las fronteras colombianas con Brasil y Venezuela.

Han muerto 118 indígenas entre los 3.266 casos confirmados de covid, de los que 100 eran mayores de 50 años y 43 de 75 años. Con su muerte se perdió “un conocimiento invaluable para cada pueblo indígena afectado”, lamenta Gaia.

Al principio, la pandemia tomó la Amazonia por sorpresa, principalmente en capitales como Leticia, y produjo fallecimientos en serie, pero luego los indígenas encontraron salidas dentro de los conocimientos de su propia cultura para enfrentarlo.

Gaia explica que “otro aspecto fundamental que tienen los pueblos indígenas para enfrentar los retos generados por el covid-19, son sus Sistemas Alimentarios Indígenas Amazónicos (Saia). Los conocimientos culturales implicados en la producción y consecución de alimento tienen especial relevancia en situaciones de pandemia ya que en ellos confluyen los saberes para proteger, prevenir y curar”.
Los Saia se definen como la totalidad de conocimientos y relaciones sociales, que incluyen las de los seres de la naturaleza, que tienen relación con la producción y obtención de los alimentos considerados nutritivos.

“La característica fundamental de estos sistemas es que se sustentan en la reciprocidad y el equilibrio en las relaciones con todos los otros seres de la naturaleza”, explica la ONG.

Además, en los Saia existen la experiencia y el conocimiento milenario que hoy se requieren para garantizar un bioma amazónico conservado y resiliente y, como lógica de relacionamiento con la naturaleza, son un ejemplo mundial de alternativa al cambio climático.

La actividades relacionadas con los alimentos son un entramado de prácticas, saberes y comportamientos indígenas en las que se repiten interacciones con seres no humanos (plantas, animales y minerales) y otras entidades (dueños espirituales de los elementos de la naturaleza), integrando conocimientos y acciones que son propios de mujeres y hombres, de manera complementaria e interdependiente.

“Por eso, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre otros, han venido poniendo sobre la agenda política internacional la agroecología en sus diferentes expresiones culturales como estrategia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible- ODS 2030”, afirma Gaia.

Para los indígenas amazónicos el covid es “una “enfermedad del mundo”, la cual es posible prevenir, manejar, tratar mediante el restablecimiento de las relaciones con los seres espirituales y el uso de plantas medicinales. En ese sentido, es posible afirmar que han tenido éxito”, añade.

La veloz propagación

La velocidad de la expansión del covid en la Amazonia se debió, principalmente, a que se trata de una región donde “confluyen las fronteras de 9 países, donde las geografías culturales de sus poblaciones locales e indígenas comparten territorios nacionales y donde los flujos de movimiento de las personas se dan principalmente por los ríos y sus afluentes, los cuales históricamente han servido como las principales vías de comunicación, comercio e intercambio”, según Gaia.

Todo esto se suma a la sostenida ausencia del Estado que ha redundado en una muy precaria o inexistente asistencia en servicios de salud. Además, complicó la situación el descuido con que se distribuyeron alimentos enviados desde Bogotá o desde otras ciudades amazónicas. También, la ignorancia y el irrespeto por las culturas indígenas que habitan la región.

Es decir, de “la prevalencia de políticas públicas de salud construidas sin tener en cuenta un diálogo intercultural, a partir del cual se podría reconocer como complementarias las prácticas y conocimientos locales y tradicionales que tienen las poblaciones amazónicas para prevenir, curar y manejar la salud y la enfermedad”.

“La persistente visión de la región como una zona de frontera ha contribuido a fomentar la presencia de un sinnúmero de actores que se dedican a la extracción indiscriminada de recursos y a economías extractivas ilegales como narcotráfico, minería, tráfico de fauna silvestre y madera, acaparamiento de tierras, etc., que transitan por la selva sin restricciones, invaden los territorios indígenas, incluso las áreas intangibles para la protección de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial (Piaci)”, denuncia Gaia.

Otro factor que favoreció la expansión del virus por la Amazonia fue su condición como frontera internacional y, en especial, por su proximidad, en la zona oriental, con un país tan afectado por el covid como Brasil.

“Teniendo como vecinos más cercanos a San Gabriel de Cachoeira, que al primero de diciembre reportó más de 4.800 casos de confirmados, o la influencia de Manaos, con un alarmante número de 71.325 contagios y siendo una de las poblaciones más afectadas en Brasil, era de esperarse que la propagación del virus por las vías fluviales hiciera su aparición en estos territorios”, afirma Gaia.

Otros flagelos y desafíos

A los desastres producidos por el covid se suman otros flagelos contra el medio ambiente, como la voraz deforestación y la minería ilegal, que envenena territorios y ríos con mercurio y afecta la cadena alimenticia.

La minería ilegal es uno de los grandes cánceres de la Amazonia y está haciendo metástasis. Se estima que existen en la actualidad unos 4.472 puntos de minería ilegal de los que el 83 % afecta varias hectáreas sobre los ríos de la Amazonia. Un 53,8 % de esos puntos se localizan en Brasil y el 32 por ciento restante en Venezuela, que apenas representa un 5,6 % de la región.

“En toda la Amazonia existen 664 territorios indígenas y 129 áreas naturales protegidas donde se presentan actividades mineras, según la Red Amazónica de Información Socio ambiental Georreferenciada (Raisg).

Por lo menos el 33 por ciento de la Amazonia está hoy bajo mayor presión que hace 8 años y las áreas más afectadas se ubican en regiones periféricas del bioma: en zonas montañosas y de piedemonte de la Amazonia occidental; especialmente en Ecuador, en el norte de Venezuela y en el sur de la Amazonia brasileña, según el reciente Atlas Amazonia bajo presión, elaborado por la Raisg.

Uno de los aspectos del problema, según Gaia, es “la precariedad del sistema de salud que dejó al descubierto el covid en la Amazonia y se focaliza en dos aspectos fundamentales: el escaso avance en la construcción e implementación de modelos realmente interculturales, a partir del reconocimiento efectivo de los sistemas de conocimiento y prácticas propias de los pueblos indígenas”.

También incluye los mecanismos para garantizar la complementariedad con el conocimiento biomédico y la pobreza institucional que afecta al actual sistema nacional de salud, caracterizado por la poca infraestructura, la deficiente dotación y su constante crisis financiera”.

“Esos aspectos constituyen los retos más importantes a mediano plazo, lo que implica una acción estatal más decidida para desarrollar un verdadero diálogo intercultural con los pueblos indígenas y construir un sistema de salud viable en lo cultural y sostenible en lo financiero”, sostiene Gaia.

Y, tal vez, en ese abismo que existe entre lo que son y lo que el Gobierno interpreta que son los pueblos indígenas radicaron algunas de las fallas de la asistencia durante la actual pandemia.

“La ayuda directa del Gobierno a los pueblos indígenas se concentró en el envío de mercados desde una perspectiva de seguridad alimentaria, muy similar a la adoptada para poblaciones vulnerables en contextos urbanos, pero había que tener en cuenta que los pueblos indígenas tienen sistemas alimentarios propios, en cuyo fortalecimiento se debe concentrar la perspectiva estatal”, afirma Gaia.

Por eso, esa institución y otras ONG ambientalistas tuvieron que construir paquetes de ayuda, con el auxilio de las comunidades, que incluían anzuelos, nailon, mecheras, sal, pilas y otras cosas, indispensables para mantener la autonomía alimentaria y limitar el desplazamiento de los indígenas a centros urbanos donde podían contagiarse.

Para Gaia, nos enfrentamos en la Amazonia a dos grandes desafíos que requieren cuidados urgentes:

1) La vigencia de los Saia como patrimonio cultural inmaterial, que se encuentran en riesgo frente al avance de la pandemia del covid 19.

2) Que en los Saia “está parte de la solución para la prevención de futuras enfermedades infectocontagiosas de origen viral derivadas de la degradación ambiental y la pérdida de equilibrio ecológico en ecosistemas aislados de la sociedad industrial”.

Por lo anterior es importante que los Estados avancen en la construcción de relaciones colaborativas con los pueblos indígenas, basadas en el diálogo intercultural como herramienta y asuman la importancia de sus conocimientos y prácticas culturales para establecer una nueva visión en el desarrollo y preservación de la Amazonia.

Escrito por Gloria Helena Rey
Especial para EL TIEMPO - (Colombia) - 18 de Diciembre de 2020

https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/coronavirus-en-amazonas-sabiduria-ancestral-otra-perdida-en-la-amazonia-555779

martes, 27 de octubre de 2020

Cuando la tormenta pase -




Cuando la tormenta pase
Y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.

Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.

Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.

Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.

Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamás conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos

Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.

Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.

Y quizás el viejo pobre
era Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.

Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.

Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos vuelvas mejores,
como nos habías soñado. 

Alexis Valdés

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domingo, 27 de septiembre de 2020

Covid-19 leva Aritana Yawalapiti, o diplomata do Alto Xingu



Por Marcio Camilo/Amazônia Real

Líder reconhecido mundialmente, que ficou duas semanas internado numa UTI de Goiânia, lutou por décadas pelos direitos dos povos indígenas.

A perda do Xingu inteiro. A morte de Aritana Yawalapiti, de 71 anos, para a Covid-19, representou um duro golpe para parentes, amigos e indígenas de várias etnias. O “diplomata do Alto Xingu”, uma das várias lembranças associadas a Aritana, morreu na manhã desta quarta-feira (5), depois de duas semanas de internação na UTI de um hospital de Goiânia (GO).

Em nota de falecimento, a família do cacique destacou que Aritana era uma das maiores e mais antigas lideranças do Alto Xingu. A nota destaca que ele foi nomeado cacique aos 19 anos de idade, durante a década de 1980.

“Ele era um dos últimos falantes do idioma tradicional de seu povo, o Yawalapiti, mesmo nome da etnia. Além de guardar a memória de sua língua natural, Aritana também falava português e outros quatro idiomas tradicionais indígenas”, destacou a nota.

“A perda do meu tio Aritana é a perda de 98% da nossa língua. Significa para a gente muitos desmontes”, lamentou a liderança Watatakalu Yawalapiti, sobrinha do grande líder, a quem também chamava de pai, em nota de pesar divulgada pela Coordenação das Organizações Indígenas da Amazônia Brasileira (Coiab).

É ela quem resumiu que, sem a presença de Aritana, uma das maiores e mais antigas lideranças indígenas do País, a Terra Indígena Xingu se torna ainda mais ameaçada. Para ela, os jovens precisam agora transmitir os conhecimentos deixados por Aritana.

Até antes de ficar doente, Aritana tinha lançado uma mobilização para construir um hospital de campanha no Alto Xingu, para defender o seu povo contra a disseminação do novo coronavírus.

“Lutou até o último momento contra a religião do homem branco que estava entrando na nossa aldeia. É uma perda irreparável para minha família. É um buraco que se abre debaixo dos nossos pés”, afirmou Watatakalu.

Na nota de pesar, a Coiab resumiu: “Era um grande defensor da luta pela preservação e perpetuação da cultura de seu povo para as novas gerações, e constantemente denunciou o efeito do desmatamento no entorno do seu território, como extinção de peixe dos rios e contaminação das águas”.

A morte de Aritana teve repercussão internacional, com sites estrangeiros noticiando o óbito dele, como a agência Reuters e o francês Tribune de Géneve.

A Coordenação das Organizações Indígenas da Bacia Amazônica (Coica), que representa nove países, também manifestou condolências em sua rede social.

Poliglota, Aritana era um dos últimos falantes de sua língua tradicional, yawalapiti, mas também se comunicava em caribe, tupi e na língua portuguesa. Isso o tornava uma liderança respeitada por outras etnias.

Ana Paula Xavante, que se identifica como prima de consideração do grande líder, ressalta que Aritana era conhecido como o “grande diplomata do Xingu”, muito cordial, e apesar de cacique, escutava a todos, sendo muito democrático em suas decisões.

“O Brasil perde hoje, talvez, o indivíduo indígena mais importante. Aritana era esse homem fabuloso, íntegro, capaz de seduzir príncipes e receber reis, presidentes de Repúblicas, era uma pessoa de um grande caráter e sem vaidades”, resumiu Adelino Mendez, amigo de longa data de Aritana e antropólogo pela Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ).

A promotora do Ministério Público Estadual de Mato Grosso, Solange Linhares Barbosa, que atuou na comunidade alto-xinguana, escreveu em suas redes sociais: “Lutou até o último segundo, como o grande guerreiro Yawalapiti que sempre foi. O seu legado não tem tamanho e nunca será esquecido”.

O DRAMA DOS ÚLTIMOS DIAS

Em 19 de julho, Aritana estava em sua aldeia quando teve uma crise respiratória e, a partir dos sintomas, foi diagnosticado com Covid-19. Em seguida foi internado em um hospital de Canarana (MT). Ele era hipertenso. Dois dias depois, seu estado de saúde se agravou, e ele precisou ser transferido para um hospital de Goiânia (GO), que dispunha de Unidade de Terapia Intensiva (UTI). Como os médicos do Xingu não conseguiram UTI aérea, ele teve que fazer uma viagem de ambulância, de mais de mais de 10 horas, com um cilindro de oxigênio, até chegar à unidade em Goiânia.

“Foi uma falta de respeito do Estado brasileiro com outro chefe de Estado, por não ter conseguido a UTI aérea. Ele passou um dia inteiro em uma ambulância, com os balões de oxigênio até chegar ao hospital”, criticou Ana Paula Xavante. O caso de Aritana Yawalapiti era grave. Quando foi retirado do Xingu, mais de 50% do pulmão estava comprometido pela Covid-19, lembrou Ana Paula.

No dia 25 de junho, Aritana perdeu o seu irmão Matarywá, conhecido como Juvenil, para a Covid-19. Ele também era outra importante liderança do Alto Xingu. A essa altura, o novo coronavírus já havia se espalhado nas aldeias Yawalapiti.

Em todo o Xingu, vivem 16 povos indígenas. São cerca de 7 mil pessoas, em 114 aldeias. Só no Alto Xingu – onde morava Aritana – residem 11 povos: Aweti, Kalapalo, Kamayurá, Kuikuro, Matipu, Mehinako, Nahukuá, Naruvotu, Trumai, Wauja e Yawalapiti. A terra indígena tem 2.642 hectares de área, com fortes indícios de presença de povos isolados. A disseminação do coronavírus obrigou ao cancelamento, pela primeira vez em 50 anos, do Kuarup – o maior ritual em homenagem aos mortos entre indígenas brasileiros.




A PERDA DE UM AMIGO

À Amazônia Real, o antropólogo Adelino Mendez destacou que Aritana foi um dos grandes responsáveis, juntamente de seu pai, o cacique Kanato Tepori, pelo resgate cultural da sua etnia.

“Passou cinco anos preso, recluso dentro da sua casa, ouvindo os ensinamentos do Kanato, da mãe, dos tios e avôs paternos. Foi um homem preparado na mais alta cultura Yawalapiti, etnia que nos anos 1950 estava desaparecendo. Eles sumiram na década de 1930 e ressurgem após a chegada dos irmãos Villas Boas. Através de alguns contatos como os Kuikuros, são reagrupados, reconstituem suas aldeias e se tornam um povo importante na estrutura social e cultural do alto Xingu”, explicou Mendez.

Estudioso da cultura Yawalapiti, o antropólogo ressaltou que o nome Aritana reaparece há centenas de anos, uma tradição repassada de avô a neto. “Há duzentos anos surgia no nome dele. As pessoas mencionam grandes homens chamados de Aritana. Tataravôs, bisavôs… o nome na cultura xinguana é sempre de avô a neto. Uma geração sim, uma geração não”, ensinou.

“Eu vejo o Aritana como o último Aritana. Aquele cara que você quer ficar perto. Que não sabia o que era ser chefe, sabia liderar, as pessoas o ouviam, ele nunca pedia. Ele só dava. Se chegava uma melancia na aldeia, Aritana dava um pedacinho para todo mundo comer”, recordou Mendez, muito emocionado. “Não era o índio da televisão, mas é o índio do amor, das pessoas. Homem político, inteligente, conhecido no mundo inteiro, que fazia tudo para não sair de sua aldeia. Foi meu irmão, ajudou na minha formação, como antropólogo, como homem”, lamentou.





Marcio Camilo – Jornalista. Matéria publicada originalmente no site Amazônia Real: https://amazoniareal.com.br/covid-19-leva-aritana-

Fonte: Xapuri Socioambiental (Brasil) - 27 de Setembro de 2020

https://www.xapuri.info/coronavirus/covid-19-leva-aritana-yawalapiti-o-diplomata-do-alto-xingu/





domingo, 24 de mayo de 2020

El coronavirus se ensaña contra los indígenas americanos



Fotografía del 14 de mayo que muestra a una indígena que usa tapabocas con la inscripción "vidas indígenas importan", durante el funeral del cacique Messías Kokama, víctima del COVID-19, en el Parque de las Tribos, en la ciudad de Manaos, Amazonas (Brasil). EFE

La pandemia del COVID-19 se está atacando de una forma muy violenta a las comunidades indígenas de América, unas poblaciones que, en muchos casos, viven en el olvido de sus dirigentes, con escaso apoyo de los sistemas sociales de protección y ajenos a los servicios de salud.

El coronavirus SARS-CoV-2 está dejando miles de infectados y muertos en las comunidades nativas del continente, con un especial énfasis en la región amazónica sudamericana, donde la red sanitaria de países como Brasil, Colombia, Ecuador y Perú ya está colapsando por la alta cantidad de pacientes, muchos de ellos de pueblos originarios, que están llegando a sus instalaciones.

VEINTE MIL CASOS ENTRE LOS INDÍGENAS AMAZÓNICOS

La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, aseguró el pasado 19 de mayo que los casos de COVID-19 en la cuenca del Amazonas ya ascienden a 20.000, "donde la repercusión tiende a ser el doble de alta", dado el subregistro imperante en toda la zona.

“Estos grupos viven tanto en aldeas aisladas con acceso mínimo a servicios sanitarios como en ciudades muy pobladas como Manaos (Brasil), Iquitos (Perú) o Leticia (Colombia)”, añadió Etienne, quien remarcó que “de no actuar de inmediato estas comunidades sufrirán un impacto desproporcionado”.

En la Amazonía brasileña ya se está experimentando parte de este “impacto desproporcionado”. Según la Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB), hasta el pasado martes se contabilizaron 145 casos sospechosos, 435 confirmados y 91 muertes de indígenas por el COVID-19 en los territorios de Mãe Maria y Trocará (estado de Pará), Alto Rio Negro y Medio Rio Negro (Amazonas) y Tabalascada (Roraima).

En Amazonas tan solo hay camas de cuidados intensivos (UCI) en Manaos, donde la crisis sanitaria ha puesto en evidencia la deficiencia hospitalaria de la región. "Estamos viviendo esta guerra con mucha dificultad y dolor" y "estamos perdiendo a muchos guerreros y guerreras", le dijo a Efe el líder Eladio Kokama desde su aldea en Tabatinga, a cuatro días de navegación de Manaos.

Kokama perdió hace pocos días a su primo por coronavirus y ahora es su hermano quien está contagiado e "intubado en el hospital militar de Tabatinga". "Nuestro país no tiene una salud digna para todos los ciudadanos, sean indios o no" y "nuestra región está muy olvidada", lamenta.

El Amazonas colombiano es una de las regiones del país suramericano con más incidencia del coronavirus SARS-CoV-2, y allí ya ha contagiado a 1.775 personas y matado (oficialmente) a 73, siendo el departamento del Amazonas (fronterizo con Brasil y Perú) el más afectado con 1.221 casos confirmados y 45 fallecidos.

Para la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) la incidencia de infecciones puede ser peor, ya que estima que se podría estar más allá de los 5.900 casos solo en la región del Trapecio Amazónico , donde al principio de la pandemia no había camas UCI y apenas se contaba con dos respiradores mecánicos para una población de 48.144 habitantes.

Las comunidades indígenas, con una población de 1.905.617 habitantes, representan el 4,4 % del total de Colombia y están repartidas por todas las regiones del país. Por la pandemia se atrincheraron en sus resguardos para restringir el ingreso de personas ajenas a su entorno y evitar los contagios.

LOS PUEBLOS ORIGINARIOS EN PELIGRO EN ECUADOR

El caso de contagio de una mujer en estado de gestación de la etnia Waorani puso en estado de alerta a defensores de los derechos de los indígenas en Ecuador, que solicitaron medidas cautelares para proteger a las nacionalidades indígenas Quichua, Achuar, Siecopae, Waorani y Shuar, entre las que se cuentan 73 personas con el COVID-19.

Andrés Tapia, dirigente de los pueblos amazónicos, le aseguró a Efe que hay varios casos con sospecha de la enfermedad y "al menos hay ocho fallecidos: cinco confirmados por coronavirus (...) en la provincias de Napo y Pastaza, y al menos tres con sintomatología", entre ellos un abuelo de la nacionalidad de waorani y dos de la nacionalidad siecopai.

La paulatina reapertura de algunos cantones de la Amazonía ecuatoriana a la actividad económica representa una preocupación mayúscula para los grupos defensores de los indígenas por la falta de coordinación del Gobierno ecuatoriano.

LOS Q'OM: VÍCTIMAS DEL CORONAVIRUS Y LA DISCRIMINACIÓN

El Gran Barrio Toba de Resistencia, capital de la provincia del Chaco (noreste), es un “punto rojo” de la pandemia para los indígenas argentinos. El barrio se encuentra totalmente poblado por integrantes de la comunidad Q'om y está siendo fuertemente impactado por el coronavirus.

Uno de los referentes de los Q'om de Resistencia, Roberto Fernández, precisa a Efe que 112 personas contrajeron el SARS-CoV-2 en el barrio, y de ellos 9 fallecieron, en medio de una compleja situación en la que a los jóvenes les cuesta aceptar las recomendaciones de aislamiento social.

"La gente no quiere ir al hospital porque somos discriminados. El colectivo (autobús) no alza pasajeros de la comunidad y la policía no quiere entrar por miedo a contagiarse. Estamos preocupados y asustados", relata Fernández.

LA POBLACIÓN INDÍGENA MEXICANA URGE ATENCIÓN

En México, un país en el que el 21,5 % de la población (25,6 millones de personas) se autodefine como indígena, se han identificado hasta el momento 899 casos positivos entre las 68 poblaciones originarias reconocidas oficialmente, con 157 fallecimientos. La mayoría de los contagios entre la población indígena se localizaban en los estados de Yucatán (166), Ciudad de México (129), Estado de México (73) y Oaxaca (69).

Una semana atrás, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas señaló que la crisis provocada por el COVID-19 presentaba retos importantes en materia de atención a los pueblos indígenas de todo el país. Estos "pueden ser prevenidos y superados si el Estado mexicano adopta mejores acciones dirigidas a esta población en materia de salud, economía, alimentación, agua, saneamiento, sin menoscabo de su libre determinación y autonomía".

TERRITORIOS INDÍGENAS BOLIVIANOS EN ALERTA

A falta de datos oficiales sobre la cantidad de indígenas fallecidos o contagiados en Bolivia, el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis) ha alertado que 38 territorios indígenas en el noreste amazónico, el oriente y sur del país se encuentran en peligro por la presencia del patógeno en 14 municipios cercanos a ellos.

La información oficial sobre la enfermedad en el país no está desagregada según sectores poblacionales, pero sí se conoció de algunos casos concretos, como el del indígena Marcial Fabricano, líder de una emblemática marcha de pueblos amazónicos hacia La Paz en 1990, y que se recuperó de COVID-19.

LOS SHIPIBO-CONIBO EN LA MIRA DEL CORONAVIRUS

La pandemia del coronavirus ha provocado la muerte de 45 indígenas de la etnia shipibo konibo en la región peruana de Ucayali, según denunció la Federación de Comunidades Nativas de Ucayali y Afluentes (Feconau).

El presidente de la Asociación Kokama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca, en Loreto, Alfonso López, explicó que cuando enferman quieren “salir” de su “comunidad”, pero tienen “el problema del traslado, viajando un día o dos" por trochas y ríos. Cuando finalmente llegan a los centros de salud, se encuentran “con médicos que no atienden, no existe medicina, no están capacitados, tienen miedo de atender a las personas con fiebres altísimas y con dolores en el cuerpo".

Por ese motivo, han decidido ir a curarse en sus comunidades “antes que morirnos en las ciudades de Iquitos o Nauta donde hay médicos y enfermeras contagiados". López agregó que no están en condiciones de protegerse con las medidas higiene porque "no hay agua apta para el consumo humano, en 50 centros poblados no tenemos agua apta, tenemos que hervir el agua para poder lavarnos".

SUFRIENDO TANTO COMO EN NUEVA YORK

La ONG Médicos Sin Fronteras atendió urgentemente el llamado de los nativos de la población estadounidense de los Navajo, ya que ha comenzado a tener una incidencia tan alta del COVID-19 como la de Nueva York, y acabó con la vida de 127 personas hasta la semana pasada.

“Nuestra primera labor es hacer una evaluación de la situación e identificar qué áreas y poblaciones son las más vulnerables. La comunidad Navajo ha sido golpeada muy duro a nivel per capita”, explica a Efe la doctora Carolina Batista.

Esta reserva de nativos americanos, que cuenta con autonomía e instituciones de gobierno propias, se extiende por los estados de Nuevo México, Arizona y Utah y es el hogar de 175.000 personas, el 43 % de ellas en situación de pobreza.

Fuentes: Agencia EFE
El Diario (España) - 22 de Mayo de 2020
https://www.eldiario.es/sociedad/coronavirus-ensana-indigenas-americanos_0_1029948112.html




miércoles, 13 de mayo de 2020

Centro Universitario de Idiomas lanza spots sobre el coronavirus en guaraní, qom y otras lenguas originarias (Argentina)


Coronavirus - Prevención 
Spot producido por el Centro Universitario de Idiomas - Lengua Guaraní

Desde el CUI (Centro Universitario de Idiomas) armaron placas y videos con medidas preventivas en cinco idiomas de pueblos indígenas.

Primero difundieron banners e infografía para tener recaudos por la pandemia en aeropuertos. Luego llegaron a las publicidades de la radio y la televisión. Pero todas en español. Frente a esto, desde el Centro Universitario de idiomas tradujeron las medidas preventivas a cinco lenguas originarias:Guaraní, Günun a YajÜch, Mapuche, Quechua y Toba-Quom. 

Roberto Villarruel, director del CUI, señala: "Quisimos sumarnos en este momento de tanta incertidumbre frente a este enemigo invisible. Y nuestra contribución está centrada en aquellos que son los pueblos más desfavorecidos, a los que por una cuestión cultural es difícil acceder. Nos pareció que estas placas pueden ser utilizadas por distintos organismos para llegar a ellos. Y también es una herramienta para aquellas personas que teniendo familia de esas comunidades puedan también acercarles estas medidas de prevención".

La idea fue pensada desde el Departamento de Lenguas Originarias de la institución.
“También estamos realizando una serie de videos en quechua, guaraní, qom, mocoví, wichí, mapuche, Günun a YajÚch (Tehuelche) de prevención, cuidados e información sobre coronavirus y también estamos dictando clases remotas de guaraní y quechua. El programa es integral y con esta nueva modalidad estamos dando clases a alumnos de todo el país, lo que ha aumentado considerablemente la cantidad de alumnos”, explica Mónica Thompson, quien está a cargo del Programa de Lenguas Originarias de la institución. En esa línea, habilitaron un WhatsApp (11 5579 7824) para consultas sobre estos cursos. 

“La idea es ir realizando otras placas de prevención en distintos idiomas ya que hay muchas personas que son turistas, o estudian o trabajan en nuestro país y que provienen de distintos lugares del mundo. Consideramos que los idiomas son comunicación, son cultura y también son información”, concluyen desde el CUI.

Fuente: Revista Noticias 
Por Delfina Tremouilleres - Periodista de Información General

martes, 12 de mayo de 2020

Pueblos originarios de Latinoamérica protegen a sus "guardianes de la cultura" del coronavirus



Por Cassandra Garrison, Marina Lammertyn y Anthony Boadle.

Los pueblos originarios que habitan Latinoamérica están tomando cada vez más medidas para protegerse del mundo exterior, preocupados de que el coronavirus conlleve una gran amenaza hacia su cultura al poner en riesgo a los adultos mayores de sus comunidades, los guardianes de sus tradiciones.

Desde las zonas montañosas de la Patagonia en Argentina, pasando por la frondosa selva del Amazonas en Brasil hasta las aldeas andinas de Colombia, los pueblos indígenas están resguardando sus aldeas de los extraños con barricadas y otorgando castigos severos a los miembros que violan las reglas de cuarentena.

América Latina alberga a 42 millones de indígenas, lo que representa alrededor del 8% de la población, según datos del Banco Mundial. Sin embargo, su forma de vida está constantemente amenazada por el desarrollo moderno, particularmente la minería, la extracción de petróleo y la deforestación.

El virus representa un riesgo nuevo y potencialmente catastrófico, particularmente porque sus mayores, el grupo más vulnerable a las complicaciones de COVID-19, son los guardianes de muchas tradiciones e idiomas en peligro de extinción.

"La importancia fundamental de los abuelos es que guardan todo lo que es la memoria colectiva, particularmente en el tema de identidad", dijo Eduardo Nieva, cacique de la comunidad Amaicha del Valle en la provincia de Tucumán, al noroeste de Argentina.

Debido a que las poblaciones indígenas de América Latina a menudo son preliterarias, no dependen de la documentación escrita: los adultos mayores la transmiten a través de la narración oral de sus historias y tradiciones.

"Toda la sabiduría indígena es oral, la transmisión es de generación en generación, entonces ellos llevan toda la experiencia acumulada", dijo Nieva. "Esa experiencia, la que ellos guardan, es la que nosotros protegemos", agregó.

En el Amazonas, para la población indígena más antigua dentro de Brasil, los xingu, la guía de los mayores es clave para realizar el Kuarup, un ritual de danza que une a las 16 tribus de la comunidad cada año para celebrar la vida, la muerte y el renacimiento.

"Estamos muy preocupados. Si perdemos a nuestros ancianos vamos a perder nuestra sabiduría no solo cultural, de tradiciones y rituales religiosos, sino también nuestra medicina natural", dijo Jair Kuikuro, 32 años, un cineasta que documenta la vida indígena en la Amazonía.

Su abuela custodia el canto sagrado de fertilidad femenina llamado el yamurikuma.

"Si ella se enferma con el virus, si se va, su canción se perderá sin dejar rastro", contó Jair.

Las zonas rurales de América Latina se encuentran entre los últimos lugares del planeta que serán afectados por el coronavirus, y los testeos en estas áreas remotas son limitados, pero las cifras oficiales sugieren que el virus está comenzando a extenderse allí.

Desde las comunidades indígenas están tomando precauciones especiales para asegurarse de que los mayores tengan alimento e insumos sin necesidad de que se muevan fuera de sus territorios, dijeron a Reuters varios líderes indígenas.

Vulnerables a nuevas infecciones

Los grupos indígenas del continente, especialmente aquellos que cuentan con algunas centenas de habitantes ya son "demográficamente frágiles", lo que significa que son particularmente vulnerables a cualquier infección o enfermedad desconocida, dijo Carolyn Stephens, profesora de Salud Global en el University College de Londres, quien ha trabajado con múltiples comunidades indígenas alrededor del mundo.

Stephens recordó que la primera ola de colonizadores europeos en Latinoamérica ha introducido enfermedades como la viruela, lo que ha producido millones de muertes entre los miembros de los pueblos originarios, como un ejemplo de lo que podría pasarles con la exposición a un virus desconocido.

En Argentina, hogar de al menos 35 pueblos originarios reconocidos oficialmente, la protección de los mayores ha sido una fuerza impulsora para que algunas de las comunidades se aíslen aún más del resto de la población, yendo mucho más allá de las medidas nacionales de cuarentena vigentes hasta el 24 de mayo.

En las provincias de Tucumán y Salta, en el noroeste de Argentina, en lugar de depender de las autoridades para obtener ayuda, algunos grupos han bloqueado las carreteras que conducen a sus pueblos, dijo Relmu Ñamku, una líder mapuche.

En otros casos, se han desplegado guardias indígenas, que anteriormente vigilaban el tráfico de drogas y otros delitos, para mantener alejados a los forasteros.

Entre los xingu, en Brasil, sus 16 tribus son conscientes de la devastadora cantidad de enfermedades importadas que han tenido en sus culturas en el pasado. En 1954, casi la mitad de los habitantes de una aldea de la tribu kalapalo murieron de sarampión.

Las rutas para entrar al parque han sido bloqueadas y ningún forastero, exceptuando al personal médico, puede entrar.

En la provincia colombiana de Narino, que limita con Ecuador, los miembros de la comunidad indígena pasto hacen cumplir estrictamente las reglas de cuarentena y usan el castigo corporal para las personas que las rompen, dijo Pablo Taimal, un líder comunitario.

"La guardia indígena recibió la orden de prestar la atención necesaria para salvaguardar la salud y la integridad de nuestras comunidades", dijo Taimal, citando un mayor riesgo debido a los cruces desde Ecuador, donde el coronavirus ha sobrepasado al sistema de salud.

Indígenas de diferentes comunidades han dicho que continuarán utilizando sus tradicionales medicinas naturales como el yacón, una raíz conocida por sus beneficios antioxidantes.

"Como mapuches, si tomamos nuestros medicamentos naturales, nos curaremos", dijo Estela Astorga Porma, de 77 años, una mujer mapuche en la región de Biobio, en el sur de Chile.

La efectividad de la medicina natural en los tratamientos de enfermedades virales como el COVID-19 no ha sido probada.

También es común que la gente joven dentro de las comunidades acudan a los hogares de los más ancianos para pedir su guía y ayuda para tomar decisiones, dijeron los miembros de las comunidades, una práctica que ahora se encuentra frenada para proteger a los adultos mayores y limitar su exposición.

"Las abuelas son las consejeras de la comunidad. Las personas mayores son las que transmiten la sabiduría ancestral, las que nos organizan, dan orden, aconsejan espiritualmente", dijo Rosa Ñancucheo de 61 años, una mujer mapuche de la provincia de Chubut, en el sur de Argentina.

"Hoy en día nos reunimos menos que antes", concluyó. (Reporte de Cassandra Garrison y Marina Lammertyn en Buenos Aires, y Anthony Boadle en Brasilia; reporte adicional de Oliver Griffin en Bogotá y José Luis Saavedra en Biobio, Chile. Editado por Lucila Sigal)

Fuentes: Infobae - 11 de Mayo de 2020
Reuters (Buenos Aires - Brasilia)

domingo, 10 de mayo de 2020

La impactante portada de O’Globo en homenaje a los más de 10.000 muertos por coronavirus en Brasil



El diario brasileño publicó los nombres de las víctimas. El país, el más golpeado de América Latina, registra casi 163.000 contagios

“10.000 historias”, tituló el diario brasileño en su impactante portada en la que detalla los nombres de todos muertos en el país por el virus, al que calificó como el “evento más letal en Brasil en los últimos 102 años”. "Para que la dimensión humana de la tragedia no se pierda en la frialdad de las estadísticas, O’Globo honra las vidas reunidas en un monumento virtual”, agrega en la bajada el periódico.

Son tantos los muertos que con la portada no alcanzó y el diario debió destinar otras dos páginas completas para nombrar a cada una de las víctimas fatales de la pandemia.

“Las cifras de la pandemia en Brasil son elocuentes: en 55 días, el nuevo coronavirus ha matado a más de 10.000 personas. Desde la primera muerte, el 17 de marzo, los brasileños se han acostumbrado a ver aumentar el número de muertos al ritmo de los boletines diarios, en una progresión geométrica cuya frialdad vacía la dimensión humana y trivializa las consecuencias de la mayor catástrofe sanitaria del siglo”, asegura el periódico en su impactante cobertura.

O’Globo explicó que esta fue su manera de rendir homenaje a las historias que se esconden detrás de los números . “A través de un monumento virtual dedicado a las víctimas, el sitio repersonaliza las estadísticas con relatos breves de amigos y familiares”. Según detalla el medio, contó con una red de periodistas voluntarios que colaboraron para “recuperar la singularidad de estas historias”.

“Cuando dejamos de ver sólo los números y descubrimos las historias, lo que sentimos es diferente”, aseguró la periodista Alana Rizzo, una de las coordinadoras del la cobertura. Pero aún cuando todo sí se reduce a números, agrega, el coronavirus no es un número cualquiera: “Su letalidad es superlativa incluso cuando se compara con las tragedias que atormentan el imaginario colectivo brasileño. En menos de dos meses, el Covid-19 ya se ha convertido en el evento más letal desde la gripe española en 1918”.

“La enfermedad ya mata a diario a más del doble de las víctimas de uno de los mayores desastres en la historia del país, la ruptura de la presa de Vale en Brumadinho, que dejó 270 muertos el año pasado. Se necesitarían 37 accidentes como ese, uno cada 35 horas, para alcanzar el mismo número de muertes de Covid-19 en estos 55 días”, ejemplifica el periódico.

Brasil superó ayer la trágica cifra de 10 mil muertos por por el virus y es el país más golpeado de América Latina y el sexto en el mundo. Mientras, continúan las críticas contra el presidente Jair Bolsonaro por su negativa a cumplir los protocolos de distanciamiento social recomendados en todo el mundo para contener la pandemia.

Hoy, el número de fallecidos siguió creciendo hasta llegar a los 11.123, según informó este domingo el Ministerio de Salud. Además de los casi 500 decesos de las últimas 24 horas, se sumaron 6.760 nuevos contagios en el mismo periodo y el total de casos roza los 163.000.

Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil con unos 42 millones de habitantes, se mantiene como epicentro de la pandemia en el país y sobrepasó los 45.000 casos de COVID-19, con 3.709 decesos.

El estado de Río de Janeiro, donde algunos municipios iniciarán este lunes el confinamiento absoluto, es la segunda región más azotada por el coronavirus, con más de 17.000 infectados y 1.714 fallecidos. Según fuentes hospitalarias, un 90 % de las camas de terapia intensiva en los hospitales privados de Río de Janeiro están ocupados, mientras que la red de salud pública ya colapsó.

Igualmente preocupa la situación en la empobrecida región nordeste del país, donde el estado de Ceará se convirtió en el tercero más azotado por el COVID-19, con 1.114 muertos y casi 17.000 casos confirmados.

En un intento de contener el avance de la pandemia, el gobierno regional de Ceará decretó el pasado viernes el confinamiento absoluto de la población en la capital Fortaleza. Sin embargo, tres días después, decenas de personas siguen desafiando las medidas de restricción. Diversos puntos de la ciudad registraron aglomeraciones este fin de semana, lo que obligó a que agentes de la policía intervinieran y cerraran varios establecimientos comerciales no esenciales.

Por su parte, Pernambuco, también en el nordeste, superó este domingo los 1.000 muertos por coronavirus y ha registrado en los últimos días un promedio diario de 700 infectados por día, totalizando 1.047 fallecidos y 13.275 casos. No obstante, el archipiélago de Fernando de Noronha, situado en ese estado, anunció que levantará a partir de mañana su confinamiento absoluto decretado el pasado 20 de abril, después de que no registrara ningún nuevo caso y todos sus 28 infectados se hayan recuperado de la enfermedad.

Brasil superó la víspera la barrera de los 10.000 muertos, menos de dos meses tras la confirmación del primer deceso por COVID-19, el 17 de marzo, y ya es el sexto país del mundo más afectado por la pandemia. El ministro de Salud, Nelson Teich, lamentó la marca alcanzada este domingo y aseguró que dará “lo mejor” para vencer “rápido esta terrible guerra”, que el presidente Jair Bolsonaro ha llegado a llamar una “gripecita”.

Por su parte, el mandatario brasileño volvió a desdeñar de la pandemia y ha calificado la crisis sanitaria que su país atraviesa como una “neurosis”, mientras se paseaba en una moto acuática.

Fuente: Infobae - 10 de Mayo de 2020

viernes, 8 de mayo de 2020

Abuela, como puedo vivir esta Cuarentena?



"Hija mía, la cuarentena es un período especial, misterioso y sagrado. En mi día, los niños recién nacidos solo podían salir de la casa por primera vez después de sus 40 días de vida. Es un período de espera y preparación para una nueva vida. Es el período que produce un gran cambio ".

"¿Y cómo te preparas para este cambio?"

"Con acciones simples, genuinas y afectuosas. Cada mañana peina tu cabello largo con dedicación y desata todos los nudos, incluso los más ocultos que siempre has descuidado. Es hora de poner todos los nudos en el peine. Luego dedícate a desenredar incluso tus queridas madejas. Con paciencia e intentarás encontrar el final de la madeja, el punto exacto de partida del hilo. Ya con estas acciones simples pero poderosas crearás orden fuera y dentro de ti. Deshaciendo nudos físicos con las manos comenzarás a tocar tus nudos internos."

"Y después de deshacer los nudos, ¿qué puedo hacer, abuela?"

"Mata a todas las partes de ti que ya no son fértiles. En muchos ritos funerarios de pueblos antiguos se cree que el difunto abandona el cuerpo totalmente solo en el 40° día después de su muerte. Antes de este día tiene lugar la liberación del cuerpo. Poco a poco, en estos 40 días, hija mía, córtate el pelo, quema las cartas que te escribieron y que ya no son parte de tu vida, elimina la ropa que no has usado durante mucho tiempo o la que ya no quieres usar, abre bien las ventanas de tu hogar para dejar salir el aire viciado, cultiva nuevos pensamientos al abandonar los viejos, dedicados a crear nuevos hábitos, nuevas costumbres, nuevas tradiciones."

"Abuela, me temo que después de este aislamiento nada cambiará. El hombre olvida rápidamente..."

"Cómo reaccionarán los demás ante esta cuarentena no es asunto tuyo. Comprométete a cambiar y no olvidar. Asegúrate de que esta tormenta te sacuda tanto que revolucione por completo tu vida."

Autora desconocida

lunes, 4 de mayo de 2020

Artistas e intelectuales piden proteger a los indígenas frente al coronavirus



Personalidades de todo el mundo, como Madonna, Pedro Almodóvar, Mario Vargas Llosa, Meryl Streep, Caetano Veloso y Paul McCartney, lanzaron este domingo un manifiesto global en el que piden protección para los pueblos indígenas frente a la "grave amenaza" que representa el nuevo coronavirus.

Artistas e intelectuales de todo el mundo se han unido a esta iniciativa del premiado fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado, que ha trabajado durante años inmortalizando la vida de las comunidades indígenas de la Amazonía.

"Los pueblos indígenas de Brasil enfrentan una grave amenaza a su propia supervivencia con el surgimiento de la pandemia de COVID-19", recoge el texto.

Los firmantes, entre los que también se encuentran Brad Pitt, Alberto II de Mónaco y Naomi Campbell, alertan de que algunos pueblos originarios de la cuenca amazónica, algunos de ellos no contactados, "pueden ser completamente eliminados" por causa del coronavirus.

Además, la amenaza es doble, pues además del peligro que supone el virus, también se ha registrado un aumento de los ataques de mineros y madereros ilegales que invaden sus tierras para explotar los recursos naturales.

"Esas operaciones ilícitas se aceleran en las últimas semanas porque las autoridades brasileñas responsables por el cuidado de esas áreas fueron inmovilizadas por la pandemia", reza el manifiesto publicado en periódicos como Folha de Sao Paulo (Brasil), El País (España) y The Guardian (Reino Unido).

"Sin ninguna protección contra este virus, los indígenas sufren una riesgo real de genocidio, por medio de contagios provocados por invasores ilegales en sus tierras", completa el texto.

Por ello, pidieron "con urgencia" al presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y a los líderes del Poder Legislativo y Judicial "tomar medidas inmediatas para proteger a las poblaciones indígenas del país contra este virus devastador".

"Esos pueblos forman parte de la extraordinaria historia de nuestra especia. Su desaparición sería una gran tragedia para Brasil y una inmensa pérdida para la humanidad. No hay tiempo que perder", concluye el texto.

Otras personalidades del mundo de la música, el cine y la moda que también se unieron al manifiesto son, Chico Buarque, Richard Gere, Glenn Close, Oliver Stone, Alfonso Cuarón, Fernando Meirelles, Gisele Bündchen, Alejandro González Iñárritu y Patti Smith, entre otros.

El Coronavirus se expande por la Cuenca Amazónica

Según el último boletín del Ministerio de Salud, en Brasil, 6 indígenas ya han fallecido por COVID-19 y hay 105 casos confirmados entre sus miembros. También, se han detectado casos en otros países amazónicos, como Colombia y Perú.

Los indígenas, con una población en Brasil de casi 900.000 en la actualidad, son especialmente vulnerables ante la aparición de nuevas enfermedades.

Hace cinco siglos sus comunidades fueron brutalmente diezmadas tras la llegada de los europeos, que trajeron nuevas dolencias para las que carecían de anticuerpos, conflictos y esclavitud.

En el caso específico de Brasil, en menos de un siglo desde la llegada en 1500 del portugués Pedro Álvares Cabral desapareció un poco más de la mitad de los indígenas, que se estimaban entonces en unos 3 millones.

Por otro lado, desde la llegada al poder de Bolsonaro, el 1 de enero de 2019, la deforestación se ha disparado en la Amazonía brasileña.

El año pasado, la tala de árboles creció un 85 % hasta los 9.165,6 kilómetros cuadrados, su mayor nivel desde 2016, y en el primer trimestre de 2020 fue la mayor registrada en los últimos cinco años y aumentó en un 51,4 % con respecto al mismo periodo de 2019, según datos oficiales.

Las organizaciones de la sociedad civil culpan de ese incremento de la deforestación al discurso "antiecologista" de Bolsonaro, quien defiende la explotación de los recursos naturales de la Amazonía y poner fin a la demarcación de nuevas tierras indígenas.

Durante la pandemia, líderes indígenas brasileños consultados por Efe reconocieron tener miedo al virus y denunciaron la falta de protección por parte de las autoridades y un aumento de las invasiones ilegales en sus tierras. 

Agencia EFE desde San Pablo - Brasil
3 de Mayo de 2.020