En Europa los gremios limitaron a las mujeres, pero en otros lugares el panorama fue muy distinto:

El tejido como oficio (tapicería, encajes, manufactura textil) estaba controlado por gremios, dominados por hombres.
Las mujeres podían participar solo como esposas, hijas o viudas de maestros.
Pero en casa, las mujeres siempre tejieron prendas básicas, hilaban y bordaban.

En los pueblos andinos (Incas, Aymaras, Quechuas): el tejido en telar de cintura y el hilado eran labores principalmente de mujeres.
Se han encontrado fardos funerarios donde las mujeres son enterradas con sus husos y tejidos, símbolo de su rol.
En Mesoamérica (Mayas, Mexicas): el telar de cintura también fue exclusivamente femenino. Las diosas del maíz y la fertilidad (como Ixchel entre los mayas) estaban vinculadas al tejido.
El hombre tejía a veces en telar de pedal (introducido tras la conquista española), pero el textil ritual y cotidiano fue labor de mujeres.

El tejido en telar ancho (como el kente en Ghana) era principalmente masculino.
Pero las mujeres se encargaban del hilado, teñido y bordado.
En muchas sociedades africanas se daba una complementariedad de roles: el hombre tejía en grandes telares, la mujer transformaba y decoraba.

En China, Japón e India, las mujeres tuvieron un rol clave en el tejido.
El hilado de seda en China estuvo asociado a las mujeres durante milenios (la diosa Leizu es la mítica inventora de la seda).
En Japón, las mujeres tejían lino, cáñamo y seda en telares caseros.
En India, tanto hombres como mujeres tejían, pero muchas tareas del bordado y el hilado eran femeninas.

Europa medieval y moderna: tejido profesional →era dominado por hombres y los (gremios); el tejido doméstico → mujeres, pero no se les permitía vender.
América prehispánica: tejido y bordado → principalmente mujeres.
África: telares grandes → hombres; hilado/teñido → mujeres.
Asia: fuerte tradición femenina en hilado y tejido, aunque compartida con hombres en algunos contextos.

Mientras en Europa las estructuras gremiales dejaron a la mujer en un segundo plano “legal”, en muchas culturas del mundo el tejido fue un arte profundamente femenino, ligado a la fertilidad, la vida y lo sagrado.