Paititi
o Paitití o Gran Paitití es una ciudad legendaria de la cual se dice está
actualmente perdida al este de los Andes, escondida en alguna parte de la selva
tropical del sureste del Perú, norte de Bolivia y suroeste de Brasil1
(especialmente en los Estados de Rondonia y Acre). Es una
"continuación" de El Dorado porque esta ciudad era rica en oro. El
origen de la leyenda amazonica del Paititi continúa en 1635 cuando en las
cronicas de Lizarazu, se nombra el Inca Guaynaapoc y su viaje de vuelta hasta
el reyno de su padre Manco, en el Paititi, más allá del Río Guaporé (Estado de
Rondonia).
En el Perú la leyenda gira en torno al héroe cultural Inkarri, quien después de
fundar Q'ero y Cusco se retiró hacia la selva de Pantiacolla, a vivir sus
últimos días en la ciudad de su refugio, Paitití.
Otras
versiones de la leyenda habla de Paititi como un refugio de los Incas en la
zona fronteriza entre Bolivia y Brasil.
En Bolivia, muchos exploradores españoles la buscaron, descubriendo pueblos
indígenas que fueron evangelizados posteriormente por los misioneros. Llegaron
a toparse con cantidades de oro, pero no era lo que se describía según la
leyenda del Paitití.
El 4 de noviembre de 1780 se inician el movimiento de José Gabriel Condorcanqui
contra la dominación española, adoptando el nombre de Túpac Amaru II, en honor
de su antepasado el último Inca de Vilcabamba. Túpac Amaru se declara Inca y
además Señor del Amazonas con dominio en el Gran Paititi, y jura con el
siguiente bando su coronación: "...Don José Primero, por la gracia de
Dios, Inca rey del Perú, Santa Fe, Quito, Chile, Buenos Aires y Continentes de
los Mares del Sur, Duque de la Superlativa, Señor de los Césares y Amazonas con
dominio en el Gran Paititi, Comisario Distribuidor de la Piedad Divina,
etc..."
En
2001, el arqueólogo italiano Mario Polia descubrió en los archivos de los
Jesuitas en Roma un informe del misionario Andrea López. En este informe, cuyo
origen data de alrededor del año 1600, López habla de una ciudad grande, rica
en oro, plata y joyas, ubicada en medio de la selva tropical, cerca de una
catarata llamada Paititi por los nativos. López informó al Papa de su
descubrimiento, pero algunas teorías conspiracionistas cuentan que el lugar
exacto de Paititi ha sido mantenido en secreto por el Vaticano.
Quienes suponen que el mito refleja una realidad concreta, sugieren que la
ciudad del Paititi y sus riquezas se encuentran probablemente en las selvas
montañosas del sureste peruano, en el departamento de Madre de Dios, en algunos
de los valles actualmente íncluidos dentro del Parque Nacional del Manú, al
este del Cerro Atalaya, hacia los lugares llamados Pantiacolla en cuyas
cercanías existen sugestivos montículos llamados "pirámides" de
Paratoari, aunque estos llamativos montículos piramidales vistos desde el aire
y recubiertos de densa yunga parecen ser formaciones geológicas naturales. (En
1996 alcanzado por el equipo de Gregory Deyermenjian y confirmado como formaciones
naturales, de arenisca).
En cuanto a la malograda expedición realizada por Percy Harrison Fawcett, éste
buscaba una ciudad perdida en la Amazonia en zonas próximas a las fronteras de
Brasil con Bolivia y Perú, a tal ciudad le dio el nombre Ciudad perdida de Z,
en las hipótesis de éste explorador tal ciudad se confundía con la supuesta del
Paititi aunque más al este, en la región del río Xingú (o Shingu). Lo más
probable es que Fawcett haya mal interpretado textos (en los que resonaba la
leyenda del Paititi) y relatos antiguos creyendo que el sistema de grandes
aldeas pobladas por amazonidos agricultores e interconectadas por pistas
constituían una urbe en el sentido usual de la palabra (con palacios y
edificios de mampostería).
Últimamente la estudiosa italiana Laura
Laurencich Minelli ha divulgado el contenido del libro Blas Valera Exul
immeritus populo suo, del jesuita Blas Valera, y dos grabados originales del
1618, donde se describe el Paititi con vista desde la selva y desde la sierra.
Aunque este libro no ha obtenido el reconocimiento universal se han
desarrollado nuevas hipótesis sobre la ubicación del Paititi.
Desde entonces, se han llevado a cabo
investigaciones más serias asociadas con Paititi en lugares perdidos de
montañas y selvas peruanas. Algunos de estos nuevos exploradores han sido el
médico y explorador peruano Carlos Neuenschwander Landa, el sacerdote salesiano
argentino Juan Carlos Polentini Wester, por informaciones y relatos del
hacendado Aristides Muñiz Rodríguez de la zona de Lares y Lacco como lo relata
el libro "Paititi En la Bruma de la Historia", y "Paititi"
de Editorial Salesiana y, desde 1984, hasta fechas recientee (2007), el
psicólogo/explorador Gregory Deyermenjian (EEUU) y el explorador/cartógrafo
Paulino Mamani (Perú).
Expediciones para encontrar Paititi
1925 — Percy Harrison Fawcett, en la región de Mato
Grosso (Brasil).
1954-55 — Hans Ertl, en Bolivia.
1972 — Bob Nichols.
1984 a 2000 — en total 14 expediciones por Gregory
Deyermenjian en las más remotas zonas de alturas y selvas de las Provincias de
La Convención, Calca, y Paucartambo en Cusco y de Manu en Madre de Dios, el
Perú.
1997 — Lars Hafksjold, en la región de Madre de Dios (Perú).
1998 — En agosto, el joven explorador chileno Camilo Valdivieso realiza sus
primeras indagaciones en los petroglifos de Pusharo y su relación con la ciudad
perdida.
2000 — Investigaciones hacia el río Alto Madre de Dios, desarrolladas por
Valdivieso y un grupo internacional.
2001 — En junio, la expedición Kota Mama II liderada por John Blashford-Snell
localizaron unas ruinas antiguas significativas en la selva al este de Lago
Titicaca en Bolivia, las cuales se creen que ya eran descubiertos antes por
Hans Ertl.
2002 — Jacek Palkiewicz, en la región de Madre de Dios (Perú).
2002 — Camilo Valdivieso accede hacia cercanías de las
nacientes del río Sinkibenia, encontrando importantes evidencias arqueológicas
sobre la presencia Inca en zonas no exploradas anteriormente.
2004 — En junio, el equipo de exploración Quest For
Paititi de Deyermenjian y Mamani descubrieron varias ruinas incas importantes a
largo de la Carretera Inca de Piedra, encima de la cumbre del¨"Último
Punto" en el norte de la región de Pantiacolla, Perú.
2005 — la expedición más reciente de Thierry Jamin y
Herbert Cartagena.
2006 — Paititi Expedición: Más Allá de la Meseta de Pantiacolla y al Alcance
Más Extremo de los Incas, llevado a cabo por Gregory Deyermenjian y Paulino
Mamani en junio del 2006, al Río Taperachi norte del Yavero. Aquí encontraron
los asentamientos más lejanos hasta ahora identificados de los Incas, más allá
de los restos que encontraron en las zonas montañosas en el “Último Punto” en
2004.
2006 — En noviembre, la expedición Destinia.com
liderada por Juan José Revenga proponía buscar Paititi en la región del Rio
Madre de Dios.
2008 — En diciembre, el Genetista franco-peruano Jhoan
Garcôa Tapia inicia la búsqueda del Paititi en la región Cusco - Apurímac.
2009 — En junio, el investigador italiano Yuri Leveratto y las guías peruanas
Fernando Rivera Huanca y Saul Robles Condori llegan a la Cumbre del cóndor, una
de las Pirámides de Pantiacolla, comprobando su origen natural. Describen
también algunos petroglifos de origen amazonico en el Rio Inchipato.
2011 - En septiembre, los investigadores Gregory
Deyermenjian, Ignacio Mamani, Alberto Huillca, Yuri Leveratto y Javier Zardoya,
en una expedición en la cual hallaron las ruinas de la Ciudadela pre-inca de
Miraflores.
Fuente: Blog Mundos Paralelos