Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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martes, 28 de enero de 2025

DESCUBREN LA “CAPILLA SIXTINA DEL AMAZONAS” QUE ESTUVO OCULTA MILES DE AÑOS EN LA SELVA.






ALEJANDRO I. LÓPEZ.
El hallazgo de 12 kilómetros de paredes verticales con pinturas rupestres realizadas durante la Edad de Hielo es conocido como la ‘Capilla Sixtina del Amazonas’.

La selva del Amazonas es la región más biodiversa del planeta. No sólo alberga decenas de miles de mamíferos, aves y reptiles, además de plantas aún sin clasificar, también esconde obras de arte prehistórico que pasaron milenios sin ser descubiertas.

En 2019, un equipo de científicos dirigido por José Iriarte, arqueólogo de la Universidad de Exeter, descubrió una pared vertical con miles de pinturas rupestres que se extiende a lo largo de 12 kilómetros en la Serranía de Lindosa, en el corazón de la Amazonia colombiana.
Los acantilados de la región muestran un sinfín de obras de arte prehistórico que muy probablemente dan cuenta de una civilización perdida relacionada con los primeros habitantes del Amazonas.

El hallazgo de 12 kilómetros de paredes verticales con pinturas rupestres realizadas durante la Edad de Hielo es conocido como la ‘Capilla Sixtina del Amazonas’.
La selva del Amazonas es la región más biodiversa del planeta. No sólo alberga decenas de miles de mamíferos, aves y reptiles, además de plantas aún sin clasificar, también esconde obras de arte prehistórico que pasaron milenios sin ser descubiertas.
En 2019, un equipo de científicos dirigido por José Iriarte, arqueólogo de la Universidad de Exeter, descubrió una pared vertical con miles de pinturas rupestres que se extiende a lo largo de 12 kilómetros en la Serranía de Lindosa, en el corazón de la Amazonia colombiana.
Los acantilados de la región muestran un sinfín de obras de arte prehistórico que muy probablemente dan cuenta de una civilización perdida relacionada con los primeros habitantes del Amazonas. El cálculo corresponde a la Edad de Hielo y se basa en la representación gráfica de mastodontes, perezosos gigantes y otros animales que habitaron lo que hoy es la selva más grande del mundo y desaparecieron hace poco más de 10 mil años de la faz de la Tierra. Las pinturas del Amazonas también aparecen a alturas fuera del alcance de cualquier humano y fueron captadas con drones que sobrevolaron la zona. Los arqueólogos consideran que la civilización que las elaboró utilizó niveles creados con madera para pintar en la parte más alta de las paredes de piedra.

Según The Guardian, el acceso al sitio es tan remoto, que los arqueólogos tuvieron que manejar dos horas desde el poblado de San José del Guaviare y posteriormente caminar otras cuatro horas para llegar al área donde se encuentran las pinturas rupestres. Los autores del descubrimiento consideran que la muestra es tan grande, que estudiarla por completo será una labor que abarcará distintas generaciones. Además, las escenas de la vida cotidiana de los humanos de hace 12 mil años en esta región permiten comprender más sobre cómo era el Amazonas en aquél entonces, una región más parecida a una sabana que al bosque tropical de la actualidad.
El hallazgo de la Serranía de la Lindosa se encuentra a 200 kilómetros del Parque Nacional Chiribiquete, hogar del primer grupo de miles de pinturas rupestres en acantilados hallado en la Amazonia colombiana en 1986.

El equipo asegura que la probabilidad de que se produzcan más hallazgos como este en la zona es alta; sin embargo, las expediciones no continuarán hasta que la pandemia de Covid-19 se encuentre bajo control.

Compartido por Enrique Hopman


domingo, 17 de noviembre de 2024

Los dos últimos hablantes de chaná, una lengua que se mantuvo en secreto 200 años



Historia de Mariana Otero.
Evangelina Jaime, de 47 años, todavía no cae en la cuenta de lo que significa ser una adá oyendén o mujer guardiana de la memoria, alguien que preserva el conocimiento de toda una comunidad. Es descendiente de chaná, un pueblo indígena que habitó durante siglos a la vera del río Paraná, el segundo más largo de Sudamérica, en la provincia argentina de Entre Ríos, y también en Buenos Aires, Santa Fe, y en una porción de Uruguay. “Lo tomo con naturalidad. Lo hago desde el compromiso con mi familia; no porque es algo importante”, le dice a América Futura a orillas del imponente río, en la calle de los Pescadores del Paraná de Puerto Sánchez.
Evangelina o en chaná Uvaé ug Áratá, “luz de luna” es la heredera del legado que desde hace una década le transmite su padre, Blas Jaime o en chaná Agó acoé inó, literalmente “perro sin dueño”, de 90 años. Blas lleva dos décadas intentando resucitar la lengua de sus ancestros que se creía muerta porque se mantuvo en secreto 200 años. En la austera cocina de su casa en las cercanías de la ciudad de Paraná, Blas saluda en su idioma de sonidos guturales que brotan desde la garganta casi sin mover los labios, como lo hacen los ventrílocuos.
“Njarúg” dice, dando la bienvenida mientras alza las dos manos que muestran las palmas de líneas profundas. Así lo hacían sus antepasados en una muestra de amistad: significa que no tienen ninguna clase de armas. “Cuando se daba por perdido el idioma, aparecí yo”, resume Blas, a modo de presentación. Su madre, Ederlinda ‘Morocha’ Yelón, comenzó el traspaso de los saberes cuando su hijo apenas tenía 12 años y continuó hasta cerca de los 25.
Lo hizo igual que su mamá, que lo aprendió de su abuela que lo heredó, a su vez, de su bisabuela en una cadena de transmisión oral para


guardar la memoria. Las mujeres tenían el saber en este pueblo silencioso y guerrero acostumbrado a soportar el dolor sin derramar lágrimas.
Las tres hijas de Morocha murieron de tifus. Por eso, rompiendo todas las reglas, le pidió a su hijo varón que aprendiera, para que la cultura no se fuera con ella de este mundo. Le dijo que atesorara sus conocimientos en silencio hasta que encontrara la señal que indicara el momento de hablar. Era un chico juicioso y con autoridad”, asegura el hombre que dice tener el don de sanar. Está escrito en su piel: tiene una cruz blanca en el paladar y otra en el bajo vientre, igual que Evangelina, unas marcas de nacimiento que, dicen, da el poder de sanación a quienes las tienen.
Cuando Blas cumplió 70 años, ya retirado de la vida laboral como predicador mormón, le comentó su origen chaná a una descendiente de indígena que pensó que su pueblo ya no existía, a lo que le respondió: “Yo sí existo”. Lo invitaron a disertar en una escuela y después en otra y otra más. Era la señal de la que le había hablado su madre; era el tiempo de alzar la voz. Para entonces, la Unesco había inscrito el chaná como una lengua extinta en su Atlas de Lenguas del Mundo. “Cuando dejé de trabajar y vi que no había tanta persecución, hablé. La lengua es la identidad de un pueblo”, asegura.
Muchos no le creían. Jaime salió en la búsqueda de otros chanás con la ilusión de rearmar una comunidad parecida a la de 2000 años atrás. Pero no encontró a nadie más. Según el Censo Nacional de Población 2022, 1.306.760 argentinos se reconocen como aborígenes. La cifra representa el 2,9% de la población del país. En el Registro Nacional de Comunidades Indígenas, figuran 34 pueblos originarios, pero ni rastro de los chaná.

Resucitar la lengua

Cuando Blas comenzó a hablar, no paró más; estaba empeñado en revivir la lengua y en situar a su pueblo en el mapa. Junto con su hija emprendió la artesanal tarea de poner por escrito la lengua oral que recordaba. “Empezamos a anotar. Él me decía una palabra y el significado y lo iba poniendo por orden alfabético”, cuenta la hija de Jaime. Sin darse cuenta se convirtió en una archivista de la lengua chaná. Así empezó a gestarse un diccionario de mil palabras que Evangelina ya está ampliando. Todavía guarda en una caja de cartón los viejos originales de puño y letra firmados por Blas.
Para ello, Jaime contó con la ayuda del lingüista Pedro Viegas Barros, especializado en lenguas originarias latinoamericanas e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), quien se entusiasmó con el rescate de la lengua perdida. Su tarea fue corroborar si se trataba de una lengua originaria y no de un dialecto o una deformación de otro idioma o un invento.
Relacionó los vocablos que había recopilado Jaime con el único antecedente conocido de la lengua, el compendio de 1815 del sacerdote y naturalista uruguayo Dámaso Larrañaga, que entrevistó a tres ancianos chanás en Uruguay. La investigación de Viegas Barros sobre morfosintaxis, fonética, fonología y gramática tuvieron amplia divulgación y aceptación en el mundo académico. “Pedro Viegas Barros dice que es imposible inventar un idioma tan complejo, en el que una palabra significa muchas cosas”, apunta Evangelina. Recopilaron vocablos, expresiones, leyendas y hasta recorrieron el río Paraná buscando, en vano, a otros descendientes que conocieran la lengua. El diccionario se publicó en 2013.
“Blas Jaime es considerado una figura clave por la Unesco debido a su rol en la conservación de esta lengua indígena de Argentina y Uruguay”, indica Ernesto Fernández Polcuch, director de la oficina regional de la Unesco en Montevideo y representante ante Argentina. El organismo de las Naciones Unidas lo declaró como el último chaná parlante. Según los últimos datos de ese organismo, en 2016 el 40% de las lenguas del mundo -más de 2600- estaban en peligro de desaparecer por ser habladas por una cantidad reducida de personas.
En el mundo, la situación de las lenguas indígenas también es crítico: actualmente sobreviven unas 400. En áreas muy extensas de América del Sur se han extinguido casi todas y las que perduran cuentan con pocos hablantes. El lingüista Enrique Doerflinger, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba y en la Universidad Nacional de Villa María y especialista en quechua, explica que hay unas 15 lenguas indígenas sobrevivientes con cierta vitalidad y una cantidad de hablantes significativa en Argentina. “Cuando llegaron los españoles se estima que en el territorio había entre 35 y 40 lenguas. Desapareció un 50%”, indica.
El silencio
Primero la conquista y, después, la persecución, discriminación y el desprecio provocaron el mutismo del pueblo chaná que lo llevó a desaparecer de la conciencia pública. “No tenemos a quién preguntarle nada ahora. O están silenciados o se cierran a hablar porque está en el ADN callarse. Ya era un pueblo silencioso y luego lo silenciaron del todo”, afirma Evangelina.
De hecho, la historia empezó así, callando. “El silencio hizo daño, al punto de que muchos se olvidaron de quiénes eran”, agrega. Y explica que hubo un tiempo en el que a los chicos les cortaban la punta de la lengua o les pinchaban un ojo si hablaban en chaná.

Blas recuerda que a los 7 años escuchó a su maestra referirse a unos niños como “los indios de las barrancas de Nogoya”, una ciudad entrerriana, que eran “como animales”. Él no tardó mucho en irse de allí. A los 10 años, abandonó la escuela.
Evangelina, por su parte, vivió su propio calvario. En la secundaria, un profesor aseguró que los chanás no existían. Ella dijo que era descendiente de ese pueblo indígena. “Me preguntó si estaba segura y yo le conté sobre mi abuela. Me dijo que era imposible. Me callé”, recuerda. Su testimonio le causó problemas: sufrió acoso escolar, la llamaban “india” y “negra”. “Cuando mi papá me preguntó si quería aprender la cultura le dije que no. Yo estaba viviendo ese proceso de discriminación, aunque mi familia no lo sabía. No quise saber nada con el pasado chaná”, se explaya.
Pasaron décadas hasta que Evangelina se reconcilió con su estirpe indígena y buceó en su identidad. Cuando nació su hijo, hoy de 23 años, aceptó la antigua oferta de su padre de aprender la lengua, de empaparse de la cultura y de convertirse de a poco en la “guardiana de la memoria”, como habría querido su abuela Morocha. “Quedarse en el olvido es como no existir, se pierde el conocimiento”, dice.
La confirmación completa de sus raíces llegó con los resultados del ADN de Blas, que participó en 2017 del estudio mundial del genoma mitocondrial ancestral que se realizó entre personas que dicen ser indígenas. “Soy de sangre pura”, dice Blas en relación a los análisis. El estudio, analizado y publicado por el Instituto de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires, determinó un posible vínculo de los chaná con indígenas kayapós, en Brasil. “No tenemos sangre africana ni europea”, apunta Evangelina, que lloró de emoción cuando conoció los resultados.
Hablar para vivir
La primera noticia sobre el último hablante chaná la publicó el periodista Daniel Fiorotto en 2005, lo que generó el interés del lingüista Viegas Barros. A partir de entonces, Jaime tuvo su momento de fama. Pasó a ser requerido por la prensa, se hicieron documentales, disertó en una charla TED y hasta le puso voz a un dibujo animado sobre el pueblo chaná. “La noticia llegó a Europa y Estados Unidos”, asegura.
También comenzó a dar clases de chaná en el Museo Antropológico de Paraná, pero nunca había sido profesor y necesitó de la ayuda de su hija. “Dejé que él hiciera, aprendía con él. Tomaba clases como todos los alumnos y después iba a mi casa y seguía reforzando”, relata Evangelina. En ese proceso, iba entendiendo a su familia.
Hoy ella enseña por internet a universitarios, escritores y aficionados de todo el mundo. “Los alumnos entablan una conversación, pero es imposible conocer a fondo todo. Yo llevo diez años aprendiendo”, concluye Evangelina que dice que, mientras viva, seguirá enseñando. La difusión es un compromiso consigo misma y con su abuela. No quiere que el chaná siga siendo el pueblo silencioso.
Fuente https://www.msn.com/.../los-dos-%C3.../ar-AA1udOne...
#efemerides #cultura
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viernes, 15 de noviembre de 2024

La Leyenda de la Tipa.


Un joven llamado Felipe, conquistador y colonizador andaluz, en sus años de trajinar lugares exóticos se enamoró de una bella indiecita, llamada Tipuán, y ella de él. Convivieron mientras él estuvo por esas tierras, pero quedó sola con dos pequeños cuando Felipe fue enviado a otros destinos y conquistando… otros amores. Tipuán y los niños extrañaban mucho a Felipe le enviaban cartas con cuanto viajero pasaba, hasta notas con aves mensajeras. Pasado mucho tiempo, el andaluz cansado ya de sus andanzas y casi borrado de su memoria, encontró el camino de regreso a su hogar; allí halló a Tipuán en singular y misteriosa metamorfosis… Sucedió que después de angustiante espera sus piernas comenzaron a dilatar y sus pies enraizaron al suelo, su cuerpo fue adquiriendo una áspera esbeltez vegetal. De sus brazos, manos y dedos brotaron ramas y hermosas flores amarillas que caían formando una alfombra sobre la hierba, cubierta de hojas verdes que comenzaron a gotear y sus semillas se dispersaban por todo el territorio; y subían por su tronco enredaderas entrelazadas entre sí, como un amoroso abrazo.
Dicen que la Tipa o Tipuana Tipú representa a esa indiecita, a la espera de su amado, enviándole mensajes con el vuelo de las flores y semillas, las gotas que caen de las hojas son lágrima por el amor ausente y las enredaderas con los bracitos de sus hijos que la abrazan y sobre ese manto precioso de flores amarillas duerme para siempre ese esposo ingrato.

Fuente: Parques Urbanos Gobierno de Salta.

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sábado, 2 de noviembre de 2024

Tanta Wawa.



El Tanta Wawa, que en quechua significa «pan bebé», es un elemento culinario y simbólico en las festividades de Todos los Santos y Día de los Difuntos. Con forma de muñeco o bebé, decorado con colores vivos, representa el ciclo de la vida y la muerte, una alegoría perfecta de la dualidad con la que nuestros antepasados entendían la existencia.
Este pan, elaborado con harina, anís y frutas, se convierte en un ritual: se hornea en familia y muchas veces se regala como un gesto de cariño, reconectando con aquellos que ya no están.
Orígenes prehispánicos del pan de vivos y muertos
El Tanta Wawa tiene raíces en las culturas andinas prehispánicas, donde la muerte era vista como una etapa de transición y no el final de la existencia. Con la llegada de los españoles, esta tradición se fusionó con el cristianismo, dando lugar a las festividades actuales.
La forma de bebé representa el ciclo de la vida y la renovación. También refleja el amor y el deseo de mantener el recuerdo de los seres queridos.
Para este día especial se preparan muchos de estos bizcochos con recetas locales con la intención de compartir en casa y darlas como obsequios a compadres, ahijados y cualquier ser querido que llegue de visita a casa ese día.
Suele servirse con ponche de habas o una taza caliente de chocolate peruano, especialmente en las regiones de clima frío.
Fuente: https://www.rumbosdelperu.com/.../pan-tanta-wawa-dia.../....
#efemerides #cultura

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viernes, 1 de noviembre de 2024

1ro de Noviembre Día Mundial de la Ecología y de los Ecólogos.




El 1 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Ecología y de los Ecólogos, con el propósito de recordar a todo el mundo la importancia de conocer y valorar las relaciones que existen entre los seres vivos y su medio, y sensibilizar a la comunidad de la necesidad de mantener una relación de armonía con el medio ambiente.
La ecología es la rama de la biología que estudia las relaciones de los diferentes seres vivos entre sí y con su entorno: «la biología de los ecosistemas».1​ Estudia cómo estas interacciones entre los organismos y su ambiente afectan a propiedades como la distribución o la abundancia. En el ambiente se incluyen las propiedades físicas y químicas que pueden ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y los demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos).

#Efemerides #ciencia

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jueves, 29 de agosto de 2024

La batalla del Cacique Chanel.


Otra de las batallas entre los mal llamados “Indios” y el hombre blanco con sed colonizadora, se registró sobre las márgenes del Río Sauce Grande, en las proximidades de la actual Sierra de la Ventana.
A continuación, un relato del libro “El Fortín” por María C. Torelli:
En 1785, una expedición comandada por Juan de la Piedra, junto a Basilio Villarino, salen de Patagones con rumbo hacia las Sierras de la Ventana.
Cuando atraviesan el Río Colorado, sin argumento, matan a unos aborígenes que encontraron, entre ellos a uno de los hermanos del Cacique Chanel, el cual los había recibido diciéndoles “amigos”. Muchos murieron y otros escaparon.
Este era el cuarto hermano del Cacique Chanel que de la Piedra mataba.
Las noticias llegaron a Chanel ubicado en Sierra de la Ventana, por lo que convocó a otros Caciques en su auxilio, entre ellos a Lorenzo Calpìsquis.
El 22 de enero de 1785, llega y acampa la expedición, que provenía desde Patagones, en la zona de Sierras de la Ventana al mando de Juan De la Piedra y secundado por Basilio Villarino.
Una patrulla de exploración adelantada regresó al campamento un día después informando que a 25 km. adelante había 6 toldos. El 24 antes del alba, De la Piedra ordena “…y ataca las tolderías más cercanas, pero lejos de sorprender a los indios, es sorprendido por éstos, que caen como una avalancha sobre su campo, y después de arrebatarle el ganado, lo cercan obligándole a retroceder, ante cuyo inesperado contraste se rompen las fibras de su corazón y cae muerto como fulminado por un rayo” (citado por María C. Torelli en su libro El Fortín).
Envía una partida de 98 jinetes para atacarlos. Los tehuelches septentrionales, venían siguiendo y observando ocultos a la expedición de De la Piedra.
A la mañana del 24, luego de que los jinetes se fueran a buscar a los toldos que habían sido identificados, los serranos sorprenden a las fuerzas que se habían quedado en el campamento principal, robándoles todo el ganado e inmovilizando a las tropas.
Tal fue la sorpresa, que le produzco un infarto a De la Piedra. Los serranos sitian el campamento todo el día y en la mañana del 25, reclaman parlamentar con Villarino. Cuando éste se encontraba parlamentando, vuelve la expedición que había salido el día anterior a atacar las tolderías, que es atacada por los serranos a campo abierto sobre los márgenes del Río Sauce Grande, en dirección a Saldungaray. En esta acción muere Villarino.
El Cacique Lorenzo, aliado del Cacique Chanel, les perdona la vida a los 157 sobrevivientes e insiste en volver a los tratados de paz firmados con el Virrey. A pesar de todo lo que habían hecho, le ofrece caballos a los sobrevivientes para que puedan llegar a Patagones.” … fín del relato de Maria C. Torelli en su libro “El Fortín”.
Poco tiempo después, Pablo Zizur un ex piloto de la Real Armada, es el encomendado a viajar por tierra entre Buenos Aires y el fuerte del Carmen, a orilla del Río Negro en el norte de la Patagonia. Su misión consiste en reconocer y de marcar el camino y realizar tratativas de paz con el cacique Lorenzo Calpisqui que tenía sus tolderías en Sierra de la Ventana, hoy Saldugaray.

Fuente: Enrique Hopman - Efemérides Sociales, Históricas, Políticas y Culturales https://www.sierrasdelaventana.com.ar/.../la-batalla-del.../

Comentari

martes, 27 de agosto de 2024

Apaches



La Vida Cotidiana en una Aldea Apache: Un Ritmo Marcado por la Naturaleza
Las aldeas apache, enclavados en las vastas llanuras y montañas del suroeste de Estados Unidos, eran lugares de vida comunitaria, donde la naturaleza dictaba el ritmo diario y la supervivencia dependía de la armonía con el entorno. Este post te lleva a un viaje al corazón de una aldea apache, explorando la vida cotidiana de este pueblo indígena.
Una Vida Nómada en Armonía con la Naturaleza
Los apaches eran un pueblo nómada, cuyas aldeas se trasladaban de acuerdo con las estaciones y la disponibilidad de recursos. [1] Las viviendas, construidas con materiales naturales como pieles de animales, ramas y tierra, eran temporales y se adaptaban al entorno. [2]
La vida en una aldea apache giraba en torno a la caza, la recolección y la agricultura. [3] Los hombres se dedicaban a la caza de bisontes, ciervos y otros animales, mientras que las mujeres se encargaban de la recolección de frutos, raíces y plantas medicinales. [4] La agricultura, basada en el cultivo de maíz, frijoles y calabazas, complementaba la dieta. [5]
Un Tejido Social Fuerte y Tradiciones Ancestrales
Las aldeas apache estaban organizadas en clanes, cada uno con su propio jefe y sus propias tradiciones. [6] La toma de decisiones se realizaba a través de consejos tribales, donde los miembros de la comunidad participaban en la discusión y la resolución de conflictos. [7]
Las tradiciones ancestrales, como las danzas ceremoniales, los cantos sagrados y las historias orales, eran un elemento fundamental de la vida social. [8] Estas tradiciones transmitían la sabiduría ancestral, los valores y la historia del pueblo apache. [9]
La Importancia de la Familia y la Comunidad
La familia era el centro de la vida apache. [10] Los niños eran educados en valores de respeto, responsabilidad y cooperación. [11] La comunidad se apoyaba en momentos de necesidad, compartiendo alimentos, recursos y sabiduría. [12]
Un Legado de Resistencia y Resiliencia
Los apaches, a pesar de las dificultades que enfrentaron, lograron preservar su cultura y su identidad. [13] Su historia está marcada por la resistencia contra la colonización y la lucha por la preservación de sus tierras y tradiciones. [14].

Fuentes 
Historias y enigmas del mundo.
Hashtags
#Apache #AldeaApache #IndiosAmericanos #CulturaNativa #VidaCotidiana #Tradiciones #Naturaleza #Historia #PueblosIndígenas #Resistencia

Efemérides Sociales, Históricas, Políticas y Culturales por Enrique Hopman



lunes, 26 de agosto de 2024

Pangea


Por Julieta Escat.
“Pangea”, el supercontinente que hace millones de años mantuvo unidos a todos los continentes actuales

“Pangea” fue el gran supercontinente que hace unos 335 millones de años mantuvo unidos a todos los continentes actuales.

“Pangea” fue el gran supercontinente que existió a fines de la era paleozoica y comienzos de la era mesozoica. Agrupaba la mayor parte de las tierras emergidas del planeta. Se formó por el movimiento de las placas tectónicas hace unos 335 millones de años y mantuvo unidos a todos los continentes actuales.
¿Qué se sabe de “Pangea”?
Se estima que “Pangea” era una masa de tierra con forma de “U” o de “C” distribuida a través del ecuador. Se cree que, como el tamaño de Pangea era muy amplio, las regiones internas de tierra eran muy secas por la falta de precipitación. También hay hipótesis que indican que allí los animales terrestres podían emigrar libremente de un extremo a otro.
Entre los animales que vivieron durante los 160 millones de años en los que existió “Pangea”, se encuentran el traversodóntido, el alokotosaurio y el shringasaurus indicus. Las investigaciones también sugieren que posiblemente los primeros dinosaurios caminaron por “Pangea”.

¿Cómo se formó “Pangea”?
Se estima que “Pangea” se formó a finales del período carbonífero, hace aproximadamente 335 millones de años, cuando los continentes, que antes estaban separados, se unieron hasta formar un solo supercontinente rodeado por un único mar, el Panthalassa.

Cómo se desintegró “Pangea”?
Las investigaciones indican que hubo tres fases importantes en la desintegración de “Pangea”. La primera fase comenzó al principio del período jurásico, cuando se generó una grieta que abarcó desde el este del océano Tetis hasta el oeste del Pacífico. Esa grieta separó Norteamérica de África y produjo múltiples fallas, como el río Misisipi. Además produjo un nuevo océano: el Atlántico.
La segunda fase importante de la separación de “Pangea” comenzó al inicio del período cretácico, hace 150 millones de años. Lo que quedaba del supercontinente se dividió en partes más pequeñas.
La tercera fase —y la última— de la desintegración de “Pangea” ocurrió al inicio del período cenozoico. La desintegración continúa hoy día en la grieta que se encuentra al este de África. Se estima que las colisiones en curso podrían crear un nuevo supercontinente en el futuro.
Fuentes: https://billiken.lat/.../pangea-el-supercontinente.../...
#Efemerides #geologia
Efemérides Sociales, Históricas, Políticas y Culturales - Enrique Hopman


sábado, 24 de agosto de 2024

Los Neandertales


Los neandertales eran homínidos cazadores-recolectores que vivían en cuevas y habitaban Europa, antes de extinguirse hace aproximadamente 30.000 años. Las razones por las que los neandertales se extinguieron todavía no están claras. Tal vez murieron debido a la competencia con el Homo sapiens por recursos escasos. Quizás su extinción no tuvo nada que ver con el Homo sapiens. Realmente no lo sabemos. Pero en 2010, un equipo de científicos hizo un descubrimiento notable, revelando que los neandertales no están tan extintos como antes pensábamos.

El análisis de ADN ha demostrado ahora que los neandertales y el Homo sapiens se cruzaron hace aproximadamente 50.000 años, algo que muchos científicos creían antes que fuera imposible. Ahora sabemos que el ADN neandertal está presente en todas las poblaciones humanas no subsaharianas existentes. Se estima que entre el 1 y el 4% del genoma humano no africano se deriva de los neandertales, siendo los asiáticos orientales los que tienen más genética neandertal (un 10-20% más que los europeos). El ADN neandertal se expresa principalmente en el cabello, la piel y la resistencia a las enfermedades virales de quienes lo poseen. Se estima que alrededor del 20% del ADN neandertal sobrevive en los humanos modernos.

La población neandertal nunca excedió varios miles, y sus vidas solían ser desagradables, brutales y cortas. Los estudios de fósiles muestran que alrededor del 80% de los neandertales murieron antes de los 40 años, y casi todos los fósiles descubiertos muestran evidencia de lesiones graves causadas por la violencia (ya sea por luchar entre ellos, por luchar contra el Homo sapiens o por lesiones causadas por osos, lobos y leones). A pesar de sus vidas llenas de traumas, los científicos creen ahora que la evidencia de su fabricación de herramientas y sus comportamientos sociales muestra que la caracterización de los neandertales como hombres de las cavernas estúpidos y de andar encorvado es incorrecta, y que de hecho eran significativamente más avanzados de lo que se creía anteriormente, quizás incluso con un lenguaje hablado.

La imagen es una representación artística de una familia neandertal, del Museo Neandertal en Croacia.

Fuente: 
Efemérides Sociales, Históricas, Políticas y Culturales por Enrique Hopman

miércoles, 21 de agosto de 2024

Los Sateré-Mawé, el pueblo del guaraná.





Los Sateré-Mawé, o Sateré-Maué como se autodenominan, son un pueblo indígena, creadores del cultivo del guaraná. En particular, son los inventores del proceso de extracción del fruto del guaraná de la trepadora silvestre. Están relacionados al tronco Tupí, y de la familia de los tupí-guaraníes. Habitan en medio del río Amazonas, entre los estados de Pará y Amazonas, en Brasil. ​Dentro de la sociedad, para facilitar la integración social, los hombres mawés son bilingües, aunque las mujeres solo hablan en Sateré-Mawé, en cierta forma para preservar la lengua. Una de sus costumbres más interesantes es la iniciación de la pubertad entre sus jóvenes, mediante las picaduras de las hormigas balas como prueba de su valor y hombría.
Sateré-Mawé de Sateré ("oruga del fuego”) referencia al clan más importante que determina la línea sucesoria de los jefes políticos; mawé (“papagayo inteligente y curioso”) no identifica ningún clan.
Misioneros y naturalistas los han llamado de distintas maneras a lo largo de su historia: mavoz, malrié, mangnés, mangnês, jaquezes, magnazes, mahués, magnés, mauris, mawés, maragná, mahué, magneses, orapium.
Lengua: Sateré-Mawé de el tronco lingüístico Tupí.
Hábitat: Región del curso medio del río Amazonas. Actualmente se encuentran en los estados brasileños de Amazonas y Pará, municipalidades de Maués, Barreirihna, Parintins (Amazonas) e Itaiutuba (Pará); Tierras Indígenas Andirá-Marau y Coatá-Laranjal.
Área Cultural: Amazonas: Medio y Bajo.
Artesanías
Desarrollan sus artesanías con recursos de la selva amazónica. Las mujeres recolectan semillas que caen de árboles nativos: açaí, jarina (tagua o marfil vegetal), tento, caramuri, tucumã y muru-muru, para hacer collares, aretes, pulseras, adornos para el cabello y pies.
Los hombres, excelentes cesteros, con tallos y hojas de caranã, arumã y otros, confeccionan los "teçumes": coladores, cestas, abanicos, bolsas, sombreros, etc.
Puratín ("Remo Mágico")
Puratín ("pu'ra": pala de madera, "tin": pintado). Símbolo y memoria de los Sateré-Mawé. Pieza de madera, de 140 cm de largo y 12 cm en su parte más ancha, en forma de garrote de guerra o remo con tallas en bajo relieve cubiertas de pintura blanca. Fue usado como arma contra los entes del mal y luego recibido como emblema de la tribu.
Rombos y círculos a ambos lados cuentan historias del comienzo del mundo, leyendas, guerras y acontecimientos sociales políticos, sociales y religiosos de la tribu. Solo es leído por los tuxauas (jefes de aldea) en ocasiones especiales.
Tiene propiedades mágicas: prevé eventos y puede caminar solo para resolver conflictos en lugares distantes. Para los Sateré Mawé es la Ley grabada en madera, su institución máxima, aglutina los ámbitos políticos, jurídicos y mágico religiosos.
Así testimoniaron algunos tuxauas 1: "Todo lo que está escrito en el Puratín, es nuestra Biblia. Se cuenta allá el camino del cual salimos, y del cual vino la muerte. Todos vinimos de ese lugar, incluso los blancos".
"En el Puratín está explicado cLos Sateré-Mawé, el pueblo del guaraná.
Los Sateré-Mawé, o Sateré-Maué como se autodenominan, son un pueblo indígena, creadores del cultivo del guaraná. En particular, son los inventores del proceso de extracción del fruto del guaraná de la trepadora silvestre. Están relacionados al tronco Tupí, y de la familia de los tupí-guaraníes. Habitan en medio del río Amazonas, entre los estados de Pará y Amazonas, en Brasil. ​Dentro de la sociedad, para facilitar la integración social, los hombres mawés son bilingües, aunque las mujeres solo hablan en Sateré-Mawé, en cierta forma para preservar la lengua. Una de sus costumbres más interesantes es la iniciación de la pubertad entre sus jóvenes, mediante las picaduras de las hormigas balas como prueba de su valor y hombría.
Sateré-Mawé de Sateré ("oruga del fuego”) referencia al clan más importante que determina la línea sucesoria de los jefes políticos; mawé (“papagayo inteligente y curioso”) no identifica ningún clan.
Misioneros y naturalistas los han llamado de distintas maneras a lo largo de su historia: mavoz, malrié, mangnés, mangnês, jaquezes, magnazes, mahués, magnés, mauris, mawés, maragná, mahué, magneses, orapium.
Lengua: Sateré-Mawé de el tronco lingüístico Tupí.
Hábitat: Región del curso medio del río Amazonas. Actualmente se encuentran en los estados brasileños de Amazonas y Pará, municipalidades de Maués, Barreirihna, Parintins (Amazonas) e Itaiutuba (Pará); Tierras Indígenas Andirá-Marau y Coatá-Laranjal.
Área Cultural: Amazonas: Medio y Bajo.
Artesanías
Desarrollan sus artesanías con recursos de la selva amazónica. Las mujeres recolectan semillas que caen de árboles nativos: açaí, jarina (tagua o marfil vegetal), tento, caramuri, tucumã y muru-muru, para hacer collares, aretes, pulseras, adornos para el cabello y pies.
Los hombres, excelentes cesteros, con tallos y hojas de caranã, arumã y otros, confeccionan los "teçumes": coladores, cestas, abanicos, bolsas, sombreros, etc.
Puratín ("Remo Mágico")
Puratín ("pu'ra": pala de madera, "tin": pintado). Símbolo y memoria de los Sateré-Mawé. Pieza de madera, de 140 cm de largo y 12 cm en su parte más ancha, en forma de garrote de guerra o remo con tallas en bajo relieve cubiertas de pintura blanca. Fue usado como arma contra los entes del mal y luego recibido como emblema de la tribu.
Rombos y círculos a ambos lados cuentan historias del comienzo del mundo, leyendas, guerras y acontecimientos sociales políticos, sociales y religiosos de la tribu. Solo es leído por los tuxauas (jefes de aldea) en ocasiones especiales.
Tiene propiedades mágicas: prevé eventos y puede caminar solo para resolver conflictos en lugares distantes. Para los Sateré Mawé es la Ley grabada en madera, su institución máxima, aglutina los ámbitos políticos, jurídicos y mágico religiosos.
Así testimoniaron algunos tuxauas 1: "Todo lo que está escrito en el Puratín, es nuestra Biblia. Se cuenta allá el camino del cual salimos, y del cual vino la muerte. Todos vinimos de ese lugar, incluso los blancos".
"En el Puratín está explicado cuando se formó el mundo, el guaraná, la mandioca. Es el primer libro de nuestros antepasados, y nuestro abecedario".

Fuentes:
1 Los Pueblos Indios en sus Mitos 3. Enrique Uggé. Abya-Yala, 1993.
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Enrique Hopman en Efemérides Sociales, Políticas, Históricas y Culturales.