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Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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viernes, 8 de septiembre de 2017

Paraguay: los ayoreo contra las bestias de la piel de metal


La mesa de diálogo entre este pueblo indígena y el Estado no logra detener la deforestación de las excavadoras que siguen devastando los territorios originarios

Las conversaciones sobre la titularidad de tierras que mantiene el Gobierno de Paraguay con el pueblo indígena ayoreo, recientemente contactado, todavía están pendientes de alcanzar un acuerdo. Mientras, la deforestación desenfrenada continúa destruyendo su territorio. Algunos miembros de esta tribu siguen sin contactar y viven en una isla de bosque que desaparece con rapidez.

El diálogo comenzó hace seis meses a raíz de una petición de los ayoreos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un influyente organismo que pide a los gobiernos latinoamericanos que rindan cuentas en materia de derechos humanos. Los ayoreos llevan reclamando su derecho a su tierra ancestral desde 1993.

Sin embargo, transcurrida ya la mitad del año que se fijó como plazo para este proceso apenas se han adoptado medidas, lo que lleva a temer por la supervivencia futura de este pueblo indígena. Está previsto realizar un estudio técnico para valorar la posibilidad del aseguramiento legal de su territorio.
El Gobierno tampoco ha frenado la tala desaforada de su bosque a pesar de la orden de emergencia emitida por la CIDH en 2016 para proteger a los indígenas no contactados y detener la deforestación.


Información de contexto

– Los ayoreos viven en el Chaco, el mayor bosque de Latinoamérica fuera de la Amazonia. Recientemente se registró en él la mayor tasa de deforestación del mundo. Los expertos estiman que el bosque perdió casi 10 millones de árboles en enero de 2017.

– Ello pone en peligro de muerte a los ayoreos, que se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida.

– Muchos indígenas ayoreos fueron contactados a la fuerza por misioneros entre 1969 y 1986. Las invasiones continuadas de sus tierras los forzaron a abandonar sus hogares. Desde entonces, muchos han contraído enfermedades (una de ellas similar a la tuberculosis ) y han padecido pobreza y explotación viviendo en los márgenes de la sociedad mayoritaria de Paraguay.

–Miembros recientemente contactados de la tribu pasaron años huyendo de las topadoras (excavadoras), a las que denominan “bestias con piel de metal”. Los madereros utilizan estas máquinas para abrir caminos que facilitan la tala de árboles.

– La petición que finalmente llevó al Gobierno de Paraguay a una mesa de negociación con los indígenas se denomina petición 850-15. Trata una reclamación para la restitución de la tierra de los ayoreos.

- En febrero de 2016, la CIDH emitió una orden de emergencia (MC 54-13) en la que pedía la protección de los ayoreos no contactados y sus bosques. Aunque esto se produjo en respuesta a una petición diferente presentada por los ayoreos, también se abordarán las órdenes durante las citadas conversaciones.

– El grupo de apoyo local GAT y la organización indígena OPIT han desempeñado un papel crucial a la hora de ejercer presión sobre el Gobierno. Tras meses de advertencias, finalmente en julio de 2017 lograron presionarle para que investigue la actividad maderera. Todavía queda por ver si se pondrá fin a la deforestación y si se llevará ante la justicia a los responsables de la misma.

Survival International pide que se detenga por completo la deforestación del territorio de los ayoreos y que se les devuelvan todas sus tierras, cuya titularidad ha sido adjudicada a empresas ganaderas.

Los pueblos indígenas aislados no son atrasados ni reliquias primitivas de un pasado remoto. Son nuestros contemporáneos y una parte vital de la diversidad humana. Donde sus derechos se respetan, siguen prosperando.

Son los mejores guardianes del medioambiente. Y las pruebas demuestran que los territorios indígenas son la mejor barrera contra la deforestación.

El director de Survival International, Stephen Corry, declaró: “Los ayoreos llevan ya más de veinte años esperando a que sus tierras sean protegidas. Todo este tiempo han visto cómo sus bosques eran destruidos delante de ellos. Esperaban que la intervención de la Comisión Interamericana supusiera un último impulso para que el Gobierno actuara, pero esta esperanza también ha resultado ser una ilusión. Por desgracia, parece que el Gobierno de Paraguay está tan ligado a los ganaderos y terratenientes que controlan el timón del poder, que únicamente una presión pública masiva le empujará a actuar”.

Por Survival Internacional
Fecha: 30/8/2017

Glosario:
OPIT: Organización Payipie Ichadie Totobiegosode
Nuclea a las comunidades ayoreo totobiegosode y representa a todos los miembros de ese pueblo.

Fuente: El Orejiverde

jueves, 29 de diciembre de 2016

Paraguay, los Ayoreo quieren su territorio y su bosque




Los Ayoreo Totobiegosode del Chaco paraguayo está sufriendo la acelerada deforestación que se registra en esta zona y esto les hace estar en constante huida. Este pueblo aún tiene parientes de generaciones recientes que permanecen en los últimos bosques de su territorio, evitando el contacto con otras personas.GERALD HENZINGER ENLUMEN.NET

Los ayoreo son un pueblo indígena transfronterizo cuyo territorio histórico tradicional abarca el sur del Chaco boliviano y el norte del Chaco paraguayo. En esta última región viven tres grupos locales de este pueblo: los Guidaigosode, los Garaigosode y los Totobiegosode, nombres que vienen de las características de las zonas que habitaban ancestralmente. El contacto de este pueblo con otras personas se inició a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado.

A petición de los ayoreo totobiegosode, profesionales del grupo Gente, Agua, Tierra (GAT) iniciamos conjuntamente en 1993 los trámites jurídico-administrativos ante el Estado paraguayo para la restitución de 550.000 hectáreas de monte virgen ubicado en el Departamento Alto Paraguay. Es una parte de su territorio tradicional, estimado en unos 2,8 millones de hectáreas, y en el que también habitan y se desplazan grupos que no han tenido contacto con otras personas hasta la fecha. Fue reconocida en el año 2001 como Patrimonio Natural y Cultural (Tangible e Intangible) Ayoreo Totobiegosode (PNCAT), por el Gobierno paraguayo. La extensión se localiza en la Reserva de Biosfera Chaco Paraguay, categoría del Programa MaB de la Unesco.




El pueblo Ayoreo es un pueblo indígena transfronterizo cuyo territorio histórico tradicional abarca el Sur del Chaco boliviano y el norte del Chaco paraguayo. Actualmente, en la Región Occidental del país, o Chaco paraguayo, viven tres grupos locales de este pueblo: los Guidaigosode (alianza integrada por diversos grupos), los Garaigosode y los Totobiegosode Las familias Ayoreo Totobiegosode de Aocojadi y Chadi se sustentan tradicionalmente de la cacería de fauna silvestre, y de la recolección de especies de flora local; practican horticultura de subsistencia y la colecta de miel silvestre, entre otros, para su consumo.GERALD HENZINGER ENLUMEN.NET
La cooperación de Manos Unidas ha sido, y es, muy valiosa. El proyecto de “Apoyo a los Pueblos Indígenas del Chaco Paraguayo” que desarrollamos conjuntamente, permite seguir acompañando a la población ayoreo totobiegosode. La meta es contribuir a los esfuerzos de las comunidades de éste pueblo indígena para la mejoría de su bienestar, el resguardo y la gestión sostenible de su territorio, la protección de sus parientes en situación de aislamiento y para el proceso de consolidación de su organización.

Desde un enfoque jurídico, coopera con el camino de la gente ayoreo totobiegosode en su búsqueda de respuestas ante las débiles políticas públicas para la restitución de tierras y territorios. Igualmente contribuye para actividades de control de su patrimonio territorial, la protección de los recursos y, con ello, la cautela de los derechos de los no contactados La gestión de su territorio está relacionada a la mejoría de su calidad de vida, la que incluye actividades directas, como de incidencia, en ámbitos de lo educativo, sanitario, de generación de ingresos y fortalecimiento organizativo.





Las medidas cautelares ordenadas por la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) a Paraguay supone que el Estado deberá proteger los bosques, titular parte del territorio ancestral indígena, y prevenir contactos no deseados en ese territorio reconocido a favor de éste pueblo. Pero la petición, aún en trámite, no habla sólo de protección sino de restitución de tierras, reclamadas por los Ayoreo Totobiegosode hace más de veinte años.GERALD HENZINGER ENLUMEN.NET
Colateralmente, el proyecto realiza tareas de comunicación que acompañan, a su vez, las necesarias gestiones de incidencia y cabildeo. También apoya a los servicios profesionales, técnicos y administrativos, para el logro de metas propuestas juntamente con la población.

En 1998 se produjo un nuevo contacto con una familia de los ayoreo totobiegosode no contactada previamente en zonas lindantes al territorio reivindicado por parte de un indígena ayoreo Guidaigosode catequizado. Y en marzo de 2004 tuvo lugar el último encuentro con un grupo de sus parientes aislados, esta vez en las propias tierras.

Creemos que la protección de este pueblo se impone por normas vigentes como la Constitución de Paraguay o el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por el Estado paraguayo. Protección por el despojo de tierras del que han sido objeto y por tratarse de poblaciones en situación de contacto reciente o inicial o que aún permanecen en los últimos bosques de su territorio, evitando el contacto y huyendo permanentemente de la acelerada deforestación que se registra en el Chaco paraguayo.
Desde el punto de vista médico hay que comprender lo delicado de la situación. Los ayoreo totobiegosode son muy vulnerables a infecciones diversas en ocasiones mortales, especialmente broncopulmonares, generadas por el contacto. Un contacto que cuando se fuerza tiene ribetes de genocidio, como fue constatado cuando los Totobiegosode se defendieron de ese contacto buscado, con el resultado de sucesos violentos y las consecuentes muertes.




Los proyectos que realiza el GAT con Manos Unidas, tienen un enfoque de derecho y acompañan al pueblo Ayoreo Totobiegosode en su búsqueda de respuestas ante las débiles políticas públicas para la restitución de tierras y territorios. Además, se realizan actividades de control de su patrimonio territorial, el derecho a no ser contactados, y la protección de los recursos naturales de la zona, como el bosque y el agua.GERALD HENZINGER ENLUMEN.NET
Es por eso que en defensa de sus tierras, de sus bosques y de la autonomía de sus parientes en aislamiento, los ayoreo totobiegosode han presentado en los últimos años sus alegatos en instancias del sistema interamericano de Derechos Humanos (CIDH/OEA) y de la ONU, entre otros órganos, instancias y procedimientos creados en virtud de tratados de derechos humanos. Recientemente obtuvieron las primeras medidas internacionales que interpelan al Gobierno del país, para que frene el avance de la deforestación de sus bosques y proteja a los totobiegosode en situación de aislamiento como y a aquellos que ya han sido contactados.

A lo largo de sus luchas y trámites de más de veinte años, los totobiegosode han logrado la restitución de unas 121.600 hectáreas de bosques, conservadas gracias a la continua labor de control y defensa que ellos realizan, dado que son un factor determinante para su supervivencia física y cultural.

Medidas cautelares
El otorgamiento de medidas cautelares por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) supone que el Estado paraguayo tendrá que cumplirlas o que, al menos, se evidenciará su incumplimiento. E implica que los ayoreo totobiegosode probaron la verdad de los hechos violatorios denunciados y la legitimidad de su reclamación.



Un estudio de la Universidad de Maryland (EEUU) indicaba que el Chaco paraguayo registraba las tasas más altas de deforestación del planeta. Allí se sitúa la historia de lucha del pueblo idígena ayoreo por sus tierras y su cultura. Desde el GAT (Gente, Ambiente y Territorio) y junto a la ONG española Manos Unidas se apoya esta lucha y se celebra la reciente resolución de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) que ha dado la razón a la petición de la OPIT (Organización Payipie Ichadie Totobiegosode) e interponiendo medidas cautelares a Paraguay para protegerles.GERALD HENZINGER ENLUMEN.NET

En lo que va del año 2016, la CIDH solicita que Paraguay adopte las medidas jurídicas y administrativas necesarias para proteger a las comunidades en contacto reciente e inicial que viven en Aocojadi y Chaidi, que están situadas en el Patrimonio Natural y Cultural Ayoreo Totobiegosode (Alto Paraguay-Región del Chaco paraguayo) y a los Jonoine- Urasade, Ayoreo Totobiegosode en estado de aislamiento que se desplazan en zonas de dicho Patrimonio. El Estado deberá proteger los bosques y titular parte del territorio ancestral indígena, incluyendo acciones para prevenir contactos no deseados y el ingreso de terceros en ese territorio, hasta que se adopte una decisión definitiva.

Es notable que hasta ahora ninguna autoridad paraguaya —en particular las instituciones que dependen del Poder Ejecutivo como la Secretaría del Ambiente y el Instituto Forestal Nacional— ha tomado medidas efectivas para detener el avance de la deforestación del territorio indígena. Y el proceso de restitución efectiva de tierras pendientes de registro y titulación se halla paralizado desde hace varios años porque el Estado no asigna recursos suficientes para hacerlo, no cautela el territorio ni evita la deforestación de sus montes.

Todas las intervenciones estatales se hallan muy apartada de las recomendaciones de la relatora especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpus. Los ayoreo totobiegosode entienden que tanto la posesión de sus tierras y territorios como el cuidado y gestión sostenible de sus bosques es condición necesaria para la vida (como base de su seguridad y soberanía alimentarias) y pervivencia cultural.

El sustento de los ayoreo totobiegosode de Aocojadi y Chadi viene tradicionalmente de la caza de fauna silvestre y de la recolección de especies de flora local; practican horticultura de subsistencia y recolectan miel silvestre. Estas familias, en situación de contacto reciente e inicial, consumen también productos no tradicionales, producidos y ofertados en mercados no indígenas. Mientras tanto, el grupo del monte continúa viviendo exclusivamente de los recursos de sus bosques. Y no hay que olvidar que la cosmovisión ayoreóde está íntimamente vinculada a la conservación de los bienes naturales de su patrimonio territorial.
Desde el GAT esperamos que el reclamo de tantos años de los ayoreo totobiegosode sea finalmente escuchado por las instancias públicas correspondientes. Que sus últimos bosques en el Alto Chaco paraguayo, por ellos protegidos, no sean degradados y se respeten esas tierras y se reconozca además la relevante contribución de este pueblo para el desarrollo más sostenible de toda la región. Nosotros sí valoramos este aporte y esperamos que este pueblo sea apoyado en sus esfuerzos. También aspiramos a que se respete su derecho de autodeterminación, y que no sean obligados a tener contacto.

Los órganos públicos deben dar respuestas concretas. Si vamos por este sendero, en consonancia con los acuerdos que garantizan nuestros humanos derechos ganaremos todos, incluyendo las generaciones futuras. Así lo vemos.

Jorge Vera es el coordinador general de GAT (Gente, Ambiente y Territorio), un socio local de Manos Unidas en Paraguay.
Fuente>El País – 9 de Agosto de 2.016



viernes, 10 de julio de 2015

Survival alerta a la ONU sobre la negligencia mortal de Paraguay hacia los indígenas


El Gobierno de Paraguay ha sido criticado por su trato a los indígenas ayoreos en un documento enviado a Naciones Unidas antes del Examen Periódico Universal (EPU) de Paraguay en 2016.

Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, remarcó el fracaso del Gobierno en la protección de las tierras y las vidas de los indígenas ayoreos.

La carta de Survival afirma que muchos ayoreos han sido forzados a salir de su tierra por ganaderos y sufren niveles desproporcionados de enfermedades como tuberculosis, diabetes y malnutrición después del primer contacto. Con un porcentaje de solo el 25%, el acceso de los indígenas a los servicios de salud sigue siendo escandalosamente bajo.

Las empresas ganaderas sudamericanas Carlos Casado S.A., Yaguareté Porã S.A. e Itapoti S.A. han sido descubiertas deforestando ilegalmente miles de hectáreas del bosque de los ayoreos. El miércoles pasado un grupo de manifestantes protestó ante la sede de la importante constructora española Grupo San José, en la antesala de su Junta General de Accionistas, con pancartas que pedían “Salva a los ayoreo” por su implicación en la destrucción del bosque de este pueblo a través de su filial Carlos Casado S.A..

Los indígenas aislados ayoreos forman parte de las sociedades más vulnerables del planeta. Están perdiendo rápidamente su último refugio de bosque por las haciendas ganaderas y la agricultura. Su bosque, el Chaco, registra la tasa de deforestación más alta del mundo.

En su escrito, Survival señaló que el “contacto no deseado entre los trabajadores de los ganaderos y los ayoreos podría ser violento e inevitablemente desembocaría en la propagación de enfermedades mortales” frente a las que los indígenas tienen escasa o ninguna inmunidad.

Erui, un hombre ayoreo, dijo a Survival: “Mi mujer estaba sana cuando salimos del bosque, pero se puso muy enferma cuando fuimos sedentarizados (…) En dos meses murió. Antes, en el bosque, no estaba enferma”.

La ONU ha sido advertida de que los indígenas ayoreos en aislamiento se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida.
Fotografía: Survival Internacioneal
El año pasado, la relatora especial de Naciones Unidas sobre derechos de pueblos indígenas advirtió que los ayoreos podrían resultar aniquilados si se destruía su bosque. Pero el Gobierno de Paraguay sigue violando la legislación paraguaya y el derecho internacional que reconocen los derechos de los ayoreos a su tierra.

Las recomendaciones de Survival a la ONU incluyen: instar a Paraguay a adquirir o expropiar, como mínimo, las 550.000 hectáreas de tierra reclamada por el pueblo ayoreo-totobiegosode desde 1993; implementar acciones legales inmediatas contra las empresas que operan dentro del territorio reclamado por los ayoreos; y proporcionar atención médica de emergencia y continuada para los integrantes de la tribu.

El director de Survival International, Stephen Corry, declaró hoy: “Los indígenas ayoreos en aislamiento son algunas de las personas más autosuficientes del planeta, pero se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida. El contacto ha traído enfermedad, miseria y un inmenso sufrimiento a sus familiares, que han dejado claro que la vida era mejor cuando vivían en el bosque. Es hora de que Paraguay defienda sus propias leyes contra las empresas extranjeras y detenga la destrucción de los últimos paraguayos aislados”.

Fuente: Survival Internacional, 30 de Junio de 2.015

lunes, 13 de abril de 2015

Soñar – Sabiduría Ayorea


“Lo único que nos hace verdaderamente
humanos es nuestro poder de soñar.
Si dejamos de soñar, perdemos nuestra
humanidad”.

Sabiduría Ayorea
Fotografía: Survival


viernes, 3 de abril de 2015

Ayoreos: último grupo indígena aislado fuera de la Amazonía está en riesgo de desaparecer (Paraguay).


El último grupo indígena en aislamiento voluntario que queda en América fuera de la Amazonía está al borde de la desaparición si el Estado paraguayo no frena la deforestación e invasión de sus tierras por parte de ganaderos, denuncian sus familiares ya contactados y las Naciones Unidas.

El grupo de ayoreo todobiegosode que queda aislado en Paraguay es como la última aldea gala resistiendo el avance del Imperio romano. Una cultura a punto de hacer desaparecer a la otra.


Pero en lugar de murallas, los nativos están rodeados de un inmenso bosque que les da protección y sustento desde hace miles de años.
Y no son tropas militares a las que tienen que resistir, sino al avance de las máquinas topadoras que van destruyendo los árboles del territorio en el que viven desde antes de la colonización española.

De ello están convencidos en Chaidí, principal asentamiento de los totobiegosode que han salido de su hábitat natural: el interior de  bosques vírgenes del Chaco paraguayo.

En ese monte de vegetación baja, de cactus y jaguares, de pronunciadas sequías e inundaciones, situado en el departamento de Alto Paraguay, más cerca de Bolivia que de Asunción, aún se esconden al menos un centenar de nativos totobiegosode que nunca han contactado con la sociedad envolvente.

Voluntariamente rehúsan vivir con los "coñone", que significa "los que no entienden el mundo" en idioma ayoreo, término dedicado a los extraños que no viven cuidando el bosque.

Sus hermanos contactados denuncian lo que ellos no están en condiciones de hacer: la desaparición de todo un ecosistema bajo las topadoras de las empresas ganaderas invasoras.


Al menos tres empresas terratenientes, Yaguareté Porá, de Brasil, Carlos Casado S.A., de capital español, y la paraguaya Itapotí poseen los títulos de propiedad de buena parte de las casi 2,8 millones de hectáreas que, según los antropólogos, alguna vez integraron el territorio de los distintos grupos ayoreo, que vivían entre el sur de Bolivia y la región chaqueña de Paraguay.

"Solo queremos proteger a nuestros hermanos y para eso necesitamos que el Estado compre y proteja nuestro territorio ancestral", dijo a Efe Porai Picanerai, cacique de los totobiegosode de Chaidí.

Picanerai vivía en el bosque hasta que en 1986 otros ayoreo armados enviados por la Misión Nuevas Tribus, un grupo evangélico estadounidense con larga trayectoria en Paraguay, llegó a su aldea, recordó.

"Maté a dos personas para defender a mi familia", relató.

Aquel enfrentamiento tuvo como resultado la muerte de al menos cuatro indígenas y la salida del bosque de unos 40, según los datos de las ONG Iniciativa Amotocodie y Gente, Ambiente y Desarrollo (GAT).
Desde entonces, cada vez más totobiegosode han ido saliendo del bosque, bien en enfrentamientos violentos o bien cuando ya no tenían más lugar a donde ir.
Como es el caso de Ingoi Etacori de 40 años y Carateba Picanere, de 70, que salieron de la selva en 2004 al quedar solos al borde de una carretera abierta por dueños de estancias cercanas.

Etacori aún tiene las marcas en la cabeza del pelo trenzado que acostumbraba a llevar, como manda la cultura de su pueblo. Su padre y sus tres hermanos aún viven en el bosque, aseguró.

Solo quedan 120 pueblos aislados en todo el continente americano, la mayoría en la frontera de Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Los totobiegosode que viven en Paraguay son el único caso fuera de la Cuenca Amazónica, según las ONG.

La aceleración de la industria ganadera en la última década en el Chaco paraguayo ha provocado una de las tasas de deforestación más altas del mundo, según la ONG ambientalista Guyra Paraguay.

"La ganadería, la búsqueda de petróleo y de maderas preciosas siguen siendo responsables de este etnocidio que sufren los totobiegosode", dijo a Efe Benno Glauser, director de Iniciativa Amotocodie.

Según Glauser, la mayoría de los totobiegosode que abandonaron el bosque aún viven el trauma del contacto. "Les engañaron, los ancianos siguen en shock ante la sociedad envolvente, sin poder entender nuestro sinsentido", expresó.
La Relatoría de la ONU para los Derechos Indígenas, así como las organizaciones Amnistía Internacional y Survival piden al Estado paraguayo que detenga las intervenciones ilegales en territorio ayoreo y recupere las tierras ancestrales que reclaman.

El sector coloreado con color naranja fuerte es el área de ocupación milenaria ayorea
Los expertos de estas organizaciones alertan que cada vez se ven más restos de armas o de animales cazados, señales de los "silvícolas", producto de la reducción del bosque.

Incluso hubo un avistamiento de un clan familiar hace solo dos meses en un territorio que no es el suyo habitual, según las ONG.

Huyen de las máquinas topadoras, de los tractores y de las zonas que van quedando sin animales silvestres, atrás van dejando una forma de vida milenaria que nunca perjudicó al medioambiente.


Escrito: Santi Carneri

miércoles, 2 de abril de 2014

Ayoreos, hoy.

Escrito por Damián Cabrera.

El tiempo no es nada, y aún así es resistente, por donde se mueva. 
Se piensa en los Ayoreo, por ejemplo, y en formas de modernidad que penetran su territorio. Porque Occidente es vanidoso, inclusive de sus culpas, se piensa en las tecnologías que van a contaminar ese mundo otro, y que van a transformarlo. Pero de este lado del tiempo, y del hacer, la tecnología Ayoreo también nos penetra su diseño, su belleza otra 

¿Pero de qué sirve el diseño del tejido, el texto del bolso, si vuelto mercancía carece de peso y sentido? Todos los días compartimos, pero también nos apropiamos de los artefactos más diversos: La cultura se modifica, con tensiones y resoluciones complejas. Vemos estos bolsos en tantos hombros de Asunción, y aún de fuera de Paraguay: Me pregunto qué piensan de lo que están viviendo los Ayoreo hoy todas esas personas que en el día a día, o en ocasiones especiales, se adornan con esos bolsos... ¿cómo es que se llaman? ¿Utebetab, Peye, Ugorodie? 

El tiempo no es nada. Quiero pensar en los bolsos ahora, y en su mirada. Me pregunto si sus portadores, en su tránsito por Calle Palma, en su sesión de Yoga, en la universidad, no podrían de pronto sentirse interpelados por la mirada del bolso, ése que proviene del Chaco, que las manos Ayoreo confeccionaron. 


Me pregunto si no hay cómo perderse en ese diseño geométrico cuyo texto da cuenta de cosas que ignoramos, y si hay traducción posible. Si el bolso nos mirara, cómo nos encontraría.

Damián Cabrera.