Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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domingo, 2 de marzo de 2025

Ni Incas, ni Mayas: cuál es la civilización más antigua de América que existió hace más de 2000 años



A lo largo de la historia de América, siempre se concibió que las civilizaciones precolombinas más importantes y de alto impacto en el continente fueron las Mayas, Aztecas, Incas y Olmecas, en particular por sus desarrollos e infraestructura. Sin embargo, esta semana en Perú, la comunidad arqueológica celebró el 25 aniversario del descubrimiento de la cultura más antigua de la región.

Se trata de Caral, una comunidad que se ubicó en la ciudad actual que lleva su nombre. La misma está en el Valle de Supe, en la costa del norte y centro del país sudamericano. Este yacimiento tiene una dimensión de 66 hectáreas y es considerado el más grande de América.

Los registros históricos coincidieron en que es la civilización más antigua de todas y su origen se remontaría a hace 5000 años. De acuerdo a las investigaciones, se conoció que las personas que allí vivieron desarrollaron técnicas de cultivo y pesca que les permitió superar las condiciones extremas de esa región particular.

La ciudad se construyó frente a la costa del Pacífico, por lo que tenían acceso a recursos marinos sin iguales, gracias al abundante alimento, el número de su población creció y se consolidó como la primera tribu peruana más grande e importante antes que los Incas.

Antes de la creación de Caral, las comunidades estaban esparcidas en pequeñas aldeas que intercambiaban entre sí los productos que fabricaban o cosechaban. Una vez que esa ciudad se erigió, comenzaron a aparecer los primeros centros urbanos, entre el 2550 y el 2400 a.C.

Gracias al progreso que forjaron, su expansión territorial se extendió hasta el norte de Perú, según los vestigios de Ventarrón. Después de Caral, la capital de esa tribu, nacieron otros centros urbanos que respondían al poder central de la urbe.

En diálogo con National Geographic, la doctora Ruth Shady, directora de la zona arqueológica de Caral, explicó en detalle algunos de los avances tecnológicos de esa comunidad.

Según la experta, la sociedad Caral desarrolló un amplio conocimiento científico en diferentes materias, como la construcción, la recolección de alimento y la invención de herramientas y armas, entre otras cosas. Este tipo de objetos luego se intercambiaban entre las diferentes comunidades para obtener aquello que les hacía falta, como un trueque.

Ruth contó que la tribu Caral era muy amable con el resto de las civilizaciones más pequeñas y alejadas de su centro de poder, ya que compartían su conocimiento con el resto, a la vez que ellos también aprendían y adquirían cosas nuevas.

Cuando los arqueólogos desenterraron los restos de la capital, se encontraron con fragmentos de sodalita, un mineral que proviene de Bolivia; desechos del molusco Spondylus, muy característico de las aguas tropicales del Ecuador, y hasta implementaron un ritual funerario típico del norte de Chile.

Entre los hitos arquitectónicos, se destacaron seis pirámides que se levantaron sobre una meseta, para protegerlas de los desastres naturales y los invasores. La experta definió su trabajo como “monumental”.

La disposición de los edificios fue muy diferente a la que más tarde establecieron, los Incas, una civilización más grande y poderosa que ellos. “Tenían plazas circulares hundidas, hornacinas, puertas de doble jamba, tecnología resistente a terremotos y plataformas escalonadas”, indicó Ruth.

En cuanto a las pirámides, cada una de ellas tiene escaleras centrales que se orientaron según determinadas estrellas. Cada monumento tenía un fuego central y conductos subterráneos que canalizaban la energía del viento.

Acerca del fin de la comunidad Caral, la experta adelantó que en la actualidad hay 12 arqueólogos en el yacimiento con el objetivo de “conocer el sistema social de la civilización Caral y los cambios que se fueron dando a lo largo de los mil años, de gran prestigio y desarrollo alcanzado, hasta que entró en crisis y colapsó por un intenso cambio climático, que transformó el valle productivo de Supe en tierras arenosas con dunas, afectado por una prolongada sequía”.


Fuente: Diario La Nación - 15 de Febrero de 2025
https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/en-las-redes/ni-incas-ni-mayas-cual-es-la-civilizacion-mas-antigua-de-america-que-existio-hace-mas-de-2000-anos-nid11022025/?fbclid=IwY2xjawIxHUZleHRuA2FlbQIxMQABHdgBIxJ5W7xgPKNzpyeVlu_O8-ndIzyVES0TcdOEUQZZluUV92qIK9ho6g_aem_fZA17fbhT20PF7vLcbzYBQ

lunes, 26 de agosto de 2024

Machu Picchu existe desde hace 600 años y fue el gran tesoro del Perú, pero acaban de descubrir un templo 3,500 años más antiguo


Un grupo de arqueólogos ha realizado un impresionante hallazgo que arroja luz sobre quienes habitaron el Perú mucho antes de los Incas. Se trata de un templo y un teatro cuya antigüedad data de hace unos 4,000 años. Es decir, que fueron construidos 3,500 años antes de Machu Picchu, la gran ciudad fundada por el imperio Inca en el siglo XV.

Este descubrimiento fue realizado por investigadores del Proyecto Arqueológico Paisajes Culturales de Úcupe – Valle de Zaña, liderado por el doctor Luis Muro Ynoñán, científico del Museo Field de Historia Natural, en Chicago.

Se trata de un acontecimiento importante, ya que arroja luz sobre los orígenes de la religión en Perú y, quizás, de sus pobladores más antiguos, culturas como la Moche y Nazca, predecesoras de los incas

"Todavía sabemos muy poco sobre cómo y en qué circunstancias surgieron los sistemas de creencias complejos en los Andes, y ahora tenemos evidencia de algunos de los primeros espacios religiosos que la gente estaba creando en esta parte del mundo.”

Dr. Luis Muro Ynoñán, director del Proyecto Arqueológico Paisajes Culturales de Úcupe

Un templo y un teatro ritual

De acuerdo con la nota de prensa emitida por el Museo Field, el equipo liderado por Muro Ynoñán realizó excavaciones en un terreno de 10 x 10 metros. Allí, a tan solo seis metros de profundidad, encontraron indicios de muros hechos de barro y arcilla, algo que llamó la atención de los arqueólogos, pues se trataba de estructuras muy antiguas halladas muy cerca de la superficie.

A medida que avanzaron en las excavaciones, aparecieron indicios de que aquellas estructuras pudieron pertenecer a un templo. En una segunda etapa, fueron descubiertos los restos de un pequeño teatro que pudo haber tenido propósitos rituales. El equipo cree que estas estructuras podrían pertenecer al periodo Moche tardío, ubicado entre el 600 y el 700 d.C.
"Una de las cosas más interesantes que encontramos fue un pequeño teatro, con una zona detrás del escenario y una escalera que conducía a una plataforma similar a un escenario. Esto podría haber sido utilizado para realizar representaciones rituales frente a un público seleccionado.”
Dr. Luis Muro Ynoñán, director del Proyecto Arqueológico Paisajes Culturales de Úcupe.


La criatura con forma de pájaro

Otro de los interesantes hallazgos que el equipo realizó durante las excavaciones fue una serie de paneles de barro que se encontraban flanqueando una de las escaleras del teatro. Dichos paneles se encontraban decorados con elaborados diseños tallados que muestran una criatura parecida a un pájaro. Muro Ynoñán la describe como "un diseño muy hermoso y, al mismo tiempo, intrigante [...] es como un pájaro antropomórfico, pero con algunos rasgos de reptil”.

El encuentro de esta criatura fue de especial interés para los investigadores, pues daba pistas para determinar la antigüedad de este templo y su relación con otras edificaciones antiguas de los Andes.

Y es que en Perú se han descubierto otras imágenes de criaturas mitológicas similares, las cuales datan de hace unos 4,000 años, durante el llamado Periodo Inicial: “La criatura-pájaro de este templo se parece a una figura conocida en la región de Chavín, casi 500 años después. Este nuevo sitio podría ayudar a revelar los orígenes de esta religión”.

Además de estos hallazgos, se encontraron también grandes murales pintados en las paredes. De acuerdo con Muro Ynoñán, la composición química de estos pigmentos podría revelar su origen, lo que a su vez daría pistas sobre las relaciones comerciales entre los pueblos antiguos.

También se hallaron restos humanos. De acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Cultura de Perú, el equipo encontró los esqueletos de tres adultos, uno de ellos envuelto en tela, así como la tumba de un infante de entre seis y siete años.

Fuente: Xataka - México

26 de Agosto de 2024

Ehttps://www.xataka.com.mx/investigacion/machu-picchu-existe-hace-600-anos-fue-gran-tesoro-peru-acaban-descubrir-templo-3-500-anos-antiguo?fbclid=IwY2xjawE5rHtleHRuA2FlbQIxMQABHVN9chpBKFim79__3D9S2qs1W1BIsV6i0s1fB3uRNtMwDr6stP-UZy_CzA_aem_0nZKm1Omcn4ehNIeYcyb3Ql 


domingo, 14 de julio de 2024

Los timbúes


Los timbúes, es el nombre genérico dado por los guaraníes a los pueblos que se horadaban la nariz, fueron un pueblo indígena que a la llegada de los primeros exploradores españoles en el siglo XVI se hallaban en la República Argentina, en el sur de la provincia de Santa Fe, en torno a la desembocadura de los ríos Carcarañá y Coronda, en el río Paraná y en el departamento Diamante de la provincia de Entre Ríos.

Formaban parte del grupo de los chaná-timbúes (o grupo del Litoral), los que geográficamente se agrupaban en:septentrionales: mepenes y mocoretaes
centrales: calchines, quiloazas, corondas, timbúes y carcaraes
meridionales: chanás y mbeguaes.

Se los cree emparentados con los guaicurúes y sus restos arqueológicos evidencian influencias amazónicas.​ Diversas fuentes coloniales los mencionan como altos y bien formados, se sabe que superaban los 1,70 m de talla promedio. Suelen ser agrupados con los chanáes como los chaná-timbúes, nombre que también se suele dar a todo el grupo del Litoral. Estos pueblos eran posiblemente el producto de reiterados mestizajes y aculturaciones entre pámpidos y láguidos.

Eran seminómades o semisedentarios y básicamente cazadores-recolectores y pescadores, aunque también cultivaron la tierra, sembraban maíz, calabazas y habas y recolectaban miel. Practicaban la geofagia, al freír bollos de tierra en grasa de pescado.​
Decoraban su cerámica. Tenían caciques hereditarios y vivían en casas comunales.​

No se conoce ningún documento escrito en la lengua de los timbúes, algunos autores la han relacionado con la lengua de los charrúas y otros con los idiomas guaycurúes. Generalmente se considera que integraban la familia lingüística de los arahuacos.

Ruy Díaz de Guzmán en su novela terminada en 1612 Historia Argentina del descubrimiento, población y conquista de las provincias del Río de la Plata cuenta la historia de la destrucción del fuerte Sancti Spiritus en 1529, que fuera fundado por Sebastián Caboto en la desembocadura del río Carcarañá en 1527. En esa novela Díaz de Guzmán menciona a los caciques timbúes Siripo y Manduré como los destructores del fuerte.​ Otras fuentes, mencionan a los caracarañáes como los autores del ataque. La descripción que Díaz de Guzmán hace de los timbués es:​
Otros hay más arriba, que llaman Timbús, y Caracarás, 40 leguas de Buenos Aires en buena esperanza, que son más afables, y de mejor trato y costumbres, que los de abajo: son labradores, y tienen sus pueblos fundados sobre la costa del río. Tienen las narices oradadas, donde sientan por gala en cada parte una piedra azul o verde; son muy ingeniosos y hábiles, y aprenden bien la lengua española: fueron más de 8000 indios antiguamente, y ahora han quedado muy pocos.

#efemerides #historia

Fuente
Efemérides Históricas, Sociales, Políticas y Culturales por Enrique Hopman


domingo, 8 de agosto de 2021

Notas sobre el cuerpo en América: desnudez, estigma y resistencia




Escrito por José Manuel Silvero Avalos

Cuerpos desinhibidos de aborígenes subalternos

La desnudez de los cuerpos ha sido una cuestión central en los informes, tanto de Cristóbal Colón como Américo Vespucio y Pedro Mártir de Anglería, entre otros [1]. Cuando el Almirante bajó a tierra el día 12 de octubre acompañado de los Pinzón y del notario real, luego de consagrar aquellas tierras a Jesús y declararlas propiedad de los reyes de España, la primera de sus actividades fue observar y describir la condición del “otro”, esto es, la desnudez. Pronto esta cualidad del “otro”, dice Sofía Reding Blase, se convertirá en el mundo occidental en pretexto para realizar la operación que el conquistador siempre lleva a cabo: transferir la desnudez del orden físico al orden espiritual y cultural [2]. La desnudez de los indios no deja de impresionar a Colón por cuanto, siguiendo las pautas del espíritu medieval, representa primero que estos hombres aún no han sido expulsados del paraíso y, segundo, que los hombres desnudos físicamente también lo están culturalmente: carecen de costumbres, de ritos, de religión, de un espíritu comercial que conduzca a la ganancia.

En un relato de Michel de Cúneo, quien acompañó a Cristóbal Colón en su segundo viaje, puede notarse de qué manera la “desnudez” es vista como parte constitutiva del ethos aborigen y se asocia  –muy especialmente– a la incitación sexual que la mujer despierta en los varones. A continuación, reproducimos parte del triste relato de sujeción y abuso:

Mientras estaba en la barca, hice cautiva a una hermosísima mujer caribe, que el susodicho Almirante me regaló, y después que la hube llevado a mi camarote, y estando ella desnuda según es su costumbre, sentí deseos de holgar con ella. Quise cumplir mi deseo pero ella no lo consintió y me dio tal trato con sus uñas que hubiera preferido no haber empezado nunca. Pero al ver esto (y para contártelo todo hasta el final), tomé una cuerda y le di de azotes, después de los cuales echó grandes gritos, tales que no hubieran podido creer tus oídos. Finalmente llegamos a estar tan de acuerdo que puedo decirte que parecía haber sido criada en una escuela de putas [3].

La idea de la provocación sexual femenina es de larga data y está íntimamente ligada a la definición de las mujeres como “el sexo”, esto es, como sexualmente más volubles que los hombres y presas tanto de la concupiscencia como de la tiranía de la carne. En lo que respecta a las mujeres indígenas, Molina afirma que el pensamiento de la época consideraba que esa naturaleza estaba aún más desarrollada ya que, al igual que sus pares masculinos, poseían una particular afición por los desórdenes carnales como la antropofagia, las borracheras, el incesto, la poligamia y la sodomía [4].

Ulrico Schmidl, quien exploró las tierras de Paraguay, alegaba que estas mujeres son muy lindas, grandes amantes, afectuosas y muy ardientes de cuerpo. El estereotipo de la lubricidad y de la complacencia indígena llegaba a tal punto que el cronista interpretó la huida de unas indias como respuesta a la insatisfacción de su avidez sexual:

Cuando la guardia se hubo establecido y todo el mundo se hubo acostado a reposar, nuestro capitán hacia la media noche había perdido entonces sus tres mozas. Tal vez él no pudo haber contentado en la misma noche a las tres juntas [pues] él era un hombre viejo de 60 años; si él hubiese dejado a estas mocitas entre nosotros, los peones, ellas tal vez no se hubieran escapado [5].

Al parecer, la rígida moral cristiana y sus consecuencias directas hacia el cuerpo y sus necesidades habrían provocado la liberación sexual de los conquistadores en un espacio donde la cultura indígena asumía el cuerpo de una manera muy distinta. Sin embargo, en ese choque de experiencias en torno a la autoimagen corporal, los aborígenes fueron los menos favorecidos. Pues no olvidemos que la transferencia de conceptos cristianos como el pecado y el individualismo, desarticuló el sistema de valores de las sociedades prehispánicas que estaban orientadas hacia la vida comunitaria. Asimismo, la cosmovisión de los aborígenes y la administración de sus cuerpos, se topó con la exaltación de la castidad y la continencia sexual, conductas necesarias para acceder al paraíso. Toda conducta contraria a esto era vista como disoluta y perversa. Los enemigos de la virtud cristiana eran el diablo, la carne y el mundo, en síntesis, el cuerpo [6].

No hace falta analizar tantas crónicas para fortalecer las sospechas y afirmar que, para los conquistadores, los cuerpos desnudos y despojados de toda cultura constituían una invitación cotidiana a dar rienda suelta a una cierta lascivia contenida.

Seres de segunda categoría

Resulta sumamente inquietante recordar y volver a indicar de qué manera las ideas de pensadores como Kant y Hegel, entre muchos otros, se basaron en los escritos de Georges Louis Leclerc, conde de Buffon [7], para “empadronar” a América y a los americanos, muy especialmente a los cuerpos de los aborígenes.

América se ha revelado siempre y sigue revelándose impotente en lo físico como en lo espiritual. Los indígenas, desde el desembarco de los europeos, han ido pereciendo al soplo de la actividad europea. En los animales mismos se advierte igual inferioridad que en los hombres. La fauna tiene leones, tigres, cocodrilos, etc.; pero estas fieras, aunque poseen parecido notable con las formas del Viejo Mundo, son sin embargo, en todo sentidos más pequeñas, más débiles, más impotentes. Aseguran que los animales comestibles no son en el Nuevo Mundo tan nutritivos como los del Viejo. Hay en América grandes rebaños de vacunos; pero la carne de vaca europea es considerada allá como un bocado exquisito [8].






Asimismo, la famosa sentencia de Kant no tiene desperdicio. En su Antropología el filósofo de Königsberg afirma:

El pueblo de los americanos no es susceptible de forma alguna de civilización. No tiene ningún estímulo, pues carece de afectos y de pasiones. Los americanos no sienten amor, y por eso no son fecundos. Casi no hablan, no se hacen caricias, no se preocupan de nada y son perezosos [9].

La tesis defendida por Buffon en su obra Historia natural pintaba a la naturaleza viviente de América como menos activa, menos variada y menos fuerte que la de Europa; cosa que también acontecía con el hombre:

Hay, pues, en la combinación de los elementos y de las demás causas físicas, alguna cosa contraria al engrandecimiento de la naturaleza viva en este Nuevo Mundo; hay obstáculos que impiden el desarrollo y quizá la formación de grandes gérmenes; aun aquellos que, por las influencias benignas de otro clima, han recibido su forma plena y su extensión íntegra, se encogen, se empequeñecen bajo aquel cielo avaro y en aquella tierra vacía, donde el hombre, en número escaso, vivía esparcido, errante; donde en lugar de usar ese territorio como dueño tomándolo como dominio propio, no tenía sobre él ningún imperio; donde no habiendo sometido nunca ni a sí mismo ni a los animales ni a los elementos, sin haber domado los mares ni dirigido los ríos, ni trabajado la tierra, no era él mismo sino un animal de primera categoría, y no existía para la naturaleza sino como un ser sin consecuencias, una especie de autómata impotente, incapaz de reformarla o de secundarla. La naturaleza lo había tratado más como madrastra que como madre [10].

Para el naturalista francés, en América “hasta los pájaros cantan mal”. Si bien es cierto que no pudo negar la evidencia de una complexión física “soberbia” de los aborígenes y de los animales, ratifica que no son distintos a los de Europa, y que el problema radicaba en que en la mayoría de los casos son más débiles y no hay gran variedad de ellas. Incluso, dice Antonello Gerbi siguiendo a Buffon, hasta los animales domésticos llevados de Europa a América “se han encogido y achicado, todos han quedado reducidos a enanos o a minúsculas caricaturas de sus prototipos” [11].

La referencia a Buffon nos muestra de qué manera el cuerpo puede sufrir las consecuencias del discurso al punto de convertirlo en un “otro” totalmente degradado y débil, solícito de disciplinamientos y tutelajes redentores. Escribir sobre los aborígenes y disminuir “la potencia del cuerpo” desde la placidez y el confort del Jardín Botánico de París es una tarea más que repugnante. Y los pensadores que intentaron “dibujar” América y a los americanos valiéndose de la Historia natural no hicieron otra cosa que atacar el cuerpo del otro y forjar una diferencia.

Notas

[1] “El interés en el cuerpo como expresión de la identidad y de la condición humana tuvo pues, en América, importantes antecedentes desde el siglo XVI. La apariencia de sus pobladores y los signos encontrados por la mirada europea en los cuerpos de los nativos se convirtieron en un ingrediente básico de la concepción moderna acerca de los seres humanos. Incluso después de tres siglos de colonización, las elites criollas insistieron en conseguir a través de la educación del cuerpo que la civilización se expresara corporalmente como principio de la identidad nacional. Aun siendo éste un modelo que reforzaba la experiencia moderna de subordinación de las poblaciones americanas, los letrados republicanos lo impulsaron con la miopía producida por su propia posición de superioridad local y de subordinación simbólica y existencial a una jerarquía cuyo control les era ajeno”. Zandra Pedraza Gómez, “En clave corporal: conocimiento, experiencia y condición humana”, Revista Colombiana de Antropología (Bogotá), vol. 45, núm. 1 (enero-julio de 2009), p. 162.

[2] Sofía Reding Blase, El buen salvaje y el caníbal, México, CIALC-UNAM, 2009, p. 46.

[3] “Carta de Michel de Cúneo” (1495), en Alberto de Salas y Miguel A. Guerin (eds.), Floresta de Indias, Buenos Aires, Losada, 1970, p. 23.

[4] Fernanda Molina, “Crónicas de la hombría: la construcción de la masculinidad en la conquista de América”, Lemir. Revista de literatura española medieval y del Renacimiento (Universidad de Valencia), núm. 15 (2011), p. 194. <http://parnaseo.uv.es/lemir/Revista/Revista15/08_Molina_fernanda.pdf>.

[5] Ulrico Schmidl, Derrotero y viaje a España y las Indias (1567), Asunción, Napa, 1983, p. 171.

[6] Véase Araceli Barbosa Sánchez, Sexo y conquista, México, UNAM, 1994, p. 47. Cuadernos Americanos 149 (México, 2014/3), pp. 163-182 y 171.

[7] Georges Louis Leclerc, Comte de Buffon, Oeuvres complètes, París, Pourrat Frères, 1833-1834.

[8] Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Lecciones sobre la filosofía de la historia universal, Madrid, Alianza, 2011, p. 171.

[9] Immanuel Kant, Menschenkunde, oder philosophische Anthropologie, Leipzig, F.C. Starke, 1831, p. 353. Sobre el punto véase el apartado “Kant y sus fuentes científicas: cambio de opinión sobre el americano”, en Antonello Gerbi, La disputa del Nuevo Mundo: historia de una polémica 1750-1900, Antonio Alatorre, trad., México, FCE, 1960, pp. 300-306.

[10] Georges Louis Leclerc, Comte de Buffon, Oeuvres complètes, citado por Gerbi en ibid., p. 5.

[11] Ibid., p. 4.


*José Manuel Silvero Arévalos es docente investigador de tiempo completo en la Dirección General de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad Nacional de Asunción. <jmsilverouna@gmail.com>

Nota de edición: El presente texto es un fragmento del ensayo Cuerpo y poder en Paraguay: Platón versus Overa, publicado originalmente en Cuadernos Americanos, México, 2014/3, pp. 163-182.


Foto superior: Enawenê-Nawê, Mato Grosso, fines de la década del 70. Fotografía de Bartomeu Melià. Cortesía.

Fuente: Diario El Nacional (Asunción) - 1ro de Agosto de 2021.

https://www.elnacional.com.py/cultura/2021/08/01/notas-sobre-el-cuerpo-en-america-desnudez-estigma-y-resistencia/?fbclid=IwAR1I9PHHpk5f7pmoMAVJP9IGgcb6EZjsHwKZ-8K9jo8rDLgPKhQ6lFW91rE

miércoles, 21 de julio de 2021

Povos indígenas da América Latina são os melhores guardiões das florestas, aponta relatório da ONU

Escrito por Mónica Nunes - Conexao Planeta



Não há guardiões e parceiros mais perfeitos para a proteção das florestas da América Latina e, por consequência, para o combate às mudanças climáticas do que os povos indígenas. Especialmente quando seus territórios são demarcados, ou seja, quando seus direitos são reconhecidos e respeitados pelos governantes.

Parece muito óbvio declarar isso, mas estamos num momento da humanidade em que é preciso afirmar e confirmar isto sempre.

O que se tem visto – no Brasil e em outros países desta parte do continente – é muito diferente do ideal e do recomendável para a nossa existência. As ameaças a esses povos só cresce e foi intensificada com a pandemia da Covid-19.

Agora, esses povos estão ainda mais ameaçados, tanto pelas invasões, como pela contaminação.

É sobre isso que versa o relatório divulgado em 25 de março pela Organização das Nações Unidas para a Alimentação e a Agricultura (FAO) e pelo Fundo para o Desenvolvimento dos Povos Indígenas da América Latina e do Caribe (Filac), que alerta para a extrema urgência na adoção de medidas de proteção a estas comunidades.

Diante dessa realidade, David Kaimowitz, da FAO, autor do relatório, faz dois alertas: as ameaças cada vez maiores aos povos indígenas “exigem respostas rápidas” e “logo pode ser tarde demais”.

O documento Governança florestal por povos indígenas e tribais é resultado da revisão e da atualização de mais de 300 estudos publicados nos últimos 20 anos sobre o tema.

“Logo pode ser tarde demais”

Esta é a primeira vez que a FAO – ao longo de 75 anos atuando para combater a fome no mundo e promover a segurança alimentar – produz um documento dedicado às vulnerabilidades e ao papel dos povos e territórios indígenas.

Hoje, essas terras representam um terço das florestas tropicais na América Latina e no Caribe. “Quase metade das florestas intactas na bacia amazônica estão em territórios indígenas, e a evidência de seu papel vital na proteção da floresta é cristalina’, destacou Myrna Cunningham, presidente da Filac e indígena da Nicarágua, em entrevista para o jornal britânico The Guardian.

“Enquanto a área de floresta intacta diminuiu apenas 5% entre 2000 e 2016 nas áreas indígenas da região, nas áreas não indígenas caiu 11%”, resumiu.

Demarcação de terras é sinônimo de proteção





Neste relatório, a FAO e a Filac destacam, em especial, o avanço veloz do desmatamento em terras indígenas do Brasil em 2019, primeiro ano do governo Bolsonaro.

A demarcação de seus territórios sempre fez parte da luta desses povos, mas, na gestão atual nenhuma terra indígena foi demarcada. Como prometeu Bolsonaro durante campanha presidencial em 2018.

Sempre que tem oportunidade, o presidente declara ou age por meio de decretos ou medidas para tenta liberar a mineração e outras atividades econômicas nessas áreas. Suas falas legitimam constantemente ataques de invasores, grileiros, madeireiros e mineradores ilegais.

Nos territórios em que os indígenas têm seus direitos reconhecidos, as taxas de desmatamento são muito mais baixas, aponta o relatório, que nos lembra que “cuidar dessas florestas é uma das formas mais eficientes de limitar as emissões de gases de efeito estufa”.

Outra revelação importante do documento diz respeito a alteração da influência de fatores culturais, geográficos, econômicos e políticos na preservação dessas florestas, que têm acarretado impactos ambientais e sociais desastrosos.

A FAO e o Filac ainda apelam para os governos de cada país da AL, à comunidade internacional e a outros atores para que procurem fortalecer a parceria e a colaboração com povos indígenas e comunidades tradicionais visando aprimorar a governança de seus territórios e garantir seus direitos.

Com informações da FAO, do The Guardian e do Observatório do Clima

Foto (destaque): Renato Soares.

Mónica Nunes 
Jornalista com experiência em revistas e internet, escreveu sobre moda, luxo, saúde, educação financeira e sustentabilidade. Trabalhou durante 14 anos na Editora Abril. Foi editora na revista Claudia, no site feminino Paralela, e colaborou com Você S.A. e Capricho. Por oito anos, dirigiu o premiado site Planeta Sustentável, da mesma editora, considerado pela United Nations Foundation como o maior portal no tema. Integrou a Rede de Mulheres Líderes em Sustentabilidade e, em 2015, participou da conferência TEDxSãoPaulo.

Fonte: Conexao Planeta - 30 de Marco de 2021

https://conexaoplaneta.com.br/blog/povos-indigenas-da-america-latina-sao-os-melhores-guardioes-das-florestas-aponta-relatorio-da-onu/?fbclid=IwAR1rrEZAGX63z8A5E-c5uccTAOjUTC2mQxjjQ3S1X8nYZL0zUz5AbldUcXQ#fechar