Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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martes, 20 de mayo de 2025

20 de Marzo Día Internacional de las Abejas



Hoy no es un día cualquiera.

Hoy rendimos homenaje a quienes han sostenido el equilibrio del mundo mucho antes de que nosotros llegáramos.
A las arquitectas de la colmena, guardianas de los ciclos y tejedoras de la vida:
las abejas.

Cada vuelo que hacen, cada flor que tocan, cada gota de miel que crean,
es una prueba de que la naturaleza no improvisa…
diseña.

Sin ellas, no habría néctar.
Sin néctar, no habría hidromiel.
Y sin hidromiel, Aliens Kaab no tendría alma.

Por eso, cada fermentación que hacemos es un acto de respeto.
Cada botella que creamos es un ritual con su origen en el zumbido más antiguo del planeta.

Hoy no hablamos de innovación.
Hablamos de gratitud.

Gracias por polinizar el mundo.
Gracias por darnos la miel.
Gracias por enseñarnos a crear sin prisa.

Feliz Día Internacional de las Abejas.

domingo, 2 de febrero de 2025

Abejas


jueves, 1 de agosto de 2024

La vida de las abejas




"Hay una obra maestra, la celda hexagonal, que roza la perfección. Ningún ser vivo, ni siquiera el ser humano, ha logrado, en el centro de su esfera, lo que la abeja ha logrado por sí misma: y si la inteligencia de otro mundo descendiera y pidiera a la Tierra la creación más perfecta, yo ofrecería el humilde panal de miel".

Maurice Maeterlinck, La vida de las abejas



sábado, 13 de julio de 2024

La miel y sus curiosidades



Una cucharada de 🍯 miel es suficiente para mantener viva a una persona durante 24 horas.

Una de las primeras monedas del mundo tenía el símbolo de una 🐝 abeja.

La miel contiene enzimas vivas.

En contacto con una cuchara de metal, estas enzimas mueren. La mejor manera de comer miel es con una cuchara de madera; si no puede encontrar uno, use una cuchara de plástico.

La miel contiene una sustancia que ayuda a que el cerebro funcione mejor.

La miel es uno de los pocos alimentos en la tierra que por sí sola puede sustentar la vida humana.

Las abejas salvaron a la gente del hambre en África.

El propóleo producido por las abejas es uno de los antibióticos naturales más potente.

La miel no tiene fecha de caducidad.

Los cuerpos de los más grandes emperadores del mundo fueron bañados en miel y luego enterrados en ataúd de oro para evitar la putrefacción.

El término “Honeymoon” (luna de miel) proviene del hecho de que los novios consumían miel para la fertilidad después de su matrimonio.

Una abeja vive menos de 40 días, visita al menos 1000 flores y produce menos de una cucharadita de miel, pero para ella es el trabajo de toda una vida.

#sorprendente #interesante #DatoCurioso 


sábado, 6 de julio de 2024

Abejas, Árboles y Agua valen más que el Dinero o el Oro


lunes, 20 de mayo de 2024

20 de Mayo Día Mundial de las Abejas


Para crear consciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible, la ONU declaró el 20 de mayo como Día Mundial de las Abejas. Las abejas y otros polinizadores -como las mariposas, los murciélagos y los colibríes-, permiten que se reproduzcan muchas plantas, entre ellas numerosos cultivos alimentarios.

martes, 16 de noviembre de 2021

Los verdaderos tesoros...


lunes, 23 de noviembre de 2020

Qué muestra el primer mapa global de abejas (y por qué es tan importante)

Helen Briggs
Corresponsal de Medio Ambiente de la BBC
20 noviembre 2020




Científicos han logrado por primera vez hacer una cartografía de la distribución de las 20.000 especies de abejas que existen en el planeta.

El nuevo mapa global ayudará en la conservación de los insectos de los que la humanidad depende para la polinización de los cultivos, dicen investigadores de Singapur y China.

Las abejas enfrentan una enorme presión sobre el número de su población debido a la pérdida de hábitat y el uso de pesticidas.

Sin embargo, se sabe poco sobre la variedad de especies que viven en todos los continentes, excepto en la Antártida: desde diminutas abejas sin aguijón hasta abejas del tamaño del pulgar de la mano.

Sin embargo, hasta ahora, no hemos tenido los datos para mostrar en qué lugar del planeta se encuentran la mayoría de las especies, dice la doctora Alice Hughes, de la Academia China de Ciencias en Yunnan (China).

"Aquí combinamos millones de registros para crear los primeros mapas de la riqueza mundial de las abejas. Y entendemos por qué vemos estos patrones", explica a la BBC.

"Estos mapas, y nuestra marco de referencia, pueden formar la base del trabajo futuro, permitiéndonos comprender mejor los patrones de riqueza de las abejas y garantizar que se conserven de manera efectiva en el futuro".

Pero en otras regiones, como gran parte de Asia y África, la documentación ha sido escasa.

Si bien queda mucho por aprender sobre lo que impulsa la diversidad de las abejas, el equipo de investigación espera que su trabajo ayude en la conservación de las abejas como polinizadoras globales.

"Al establecer una línea de base más confiable, podemos esquematizar con mayor precisión la disminución de las abejas y distinguir mejor las áreas menos adecuadas para las abejas de las áreas donde las abejas deberían prosperar pero se han reducido por amenazas como pesticidas, pérdida del hábitat natural y el pastoreo excesivo", dice el doctor John Ascher, de la Universidad Nacional de Singapur.

¿Cómo se hizo el mapa?

Para crear el mapa, los investigadores compararon datos sobre la aparición de especies de abejas con una lista de verificación de más de 20.000 compiladas por el doctor Ascher.

Esto dio una imagen más clara de cómo se distribuyen las muchas especies de abejas en el mundo.


El estudio ha confirmado que, a diferencia de otras criaturas, como aves y mamíferos, se encuentran más especies de abejas en áreas secas y templadas alejadas de los polos que en ambientes tropicales más cercanos al ecuador.

Hay más en el hemisferio norte que en el sur, así como puntos críticos en partes de Estados Unidos, África y Medio Oriente.

Hay muchas menos especies de abejas en los bosques y selvas que en los ambientes desérticos porque los árboles tienden a proporcionar menos fuentes de alimento para las abejas que las plantas y las flores.

La investigación se publica en la revista Current Biology.

Datos sobre las abejas

Hay más de 16.000 especies de abejas conocidas en siete familias.
Algunas especies, como las abejas, los abejorros y las abejas sin aguijón, viven en colonias, mientras que otras son insectos solitarios.
Aunque algunos grupos como los abejorros están bien estudiados, más del 96% de las especies de abejas están mal documentadas.
Muchos cultivos, especialmente en los países en desarrollo, dependen de especies de abejas nativas, no de abejas melíferas. 

Fuente: BBC News - Mundo  / 20 de Noviembre de 2020.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Abejas, el ser más importante del planeta...




Las abejas son mucho más que un pequeño insecto con el que los seres humanos compartimos el planeta, pues son las encargadas de polinizar vegetales en parcelas cercanas a sus colmenas, lo que contribuye a mejorar la biodiversidad, para que después, los polinizadores como pájaros, mariposas y murciélagos transporten el polen de flor en flor para fertilizar a las plantas. Este proceso permite la germinación de semillas y el crecimiento de frutos, es decir, sin abejas no habría alimentos.

Dado lo anterior, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 20 de mayo el Día Mundial de las Abejas para llamar la atención sobre la importancia de preservar las abejas y otros polinizadores. Esta fecha coincide con el nacimiento de Anton Janša, un apicultor esloveno del siglo XVIII, pionero de la apicultura moderna.

Aquí te presentamos 10 cifras para destacar la importancia de estos insectos, según la ONU y worldbeeday.org:

1. Las abejas polinizan hasta 170.000 especies de plantas.

2. Una sola abeja puede producir una cucharadita y media de miel durante toda su vida.

3. Para producir un kilogramo de miel, una abeja tendría que visitar 4 millones de flores y volar 4 veces la circunferencia de la Tierra.

4. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 75% de los cultivos alimentarios a nivel global dependen de la polinización por insectos y otros animales.

5. Se estima que entre 235,000 y 577,000 millones de dólares de producción anual de alimentos a nivel mundial depende de la ayuda de los polinizadores.

6. La reina en la colmena es la única que puede poner huevos y es capaz de poner alrededor de 1,500 por día.

7. De las 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos del mundo, más de 70 son polinizados por las abejas.

8. En toda Europa, las poblaciones de abejas y las reservas de miel han disminuido drásticamente desde 2015, en algunas zonas hasta en un 30% anual a causa de las temperaturas extremas, las inundaciones, las sequías y otros fenómenos consecuentes del cambio climático.

9. La gran mayoría de las especies polinizadoras son silvestres, incluidas más de 20,000 especies de abejas.

10. Una abeja melífera puede volar hasta unos 25 kilómetros por hora, además, esta especie es la única que muere después de picar.



miércoles, 19 de febrero de 2020

Misiones (Argentina) es la primera provincia en tener su propio meliponario para abejas nativas





La Tierra Colorada se posiciona como la provincia que apuesta por el desarrollo de la Apicultura y Meliponicultura. Capioví es la primera localidad en contar con este tipo de propuesta que busca crear conciencia sobre la protección de estos animales y su impacto en el ecosistema.


Pablo Fernando Muller, encargado del centro de investigación y desarrollo en Apicultura y Meliponicultura del Profesorado en Ciencias Agrarias y Protección Ambiental de Capioví Misiones Argentina (PROCAyPA), informó que ya se instaló el primer meliponario del país, en un espacio público, específicamente en la Plaza «Los Pioneros» de dicha localidad.

Muller destacó que Capioví haya sido el primer municipio de Argentina que declaró a las abejas de interés municipal. En ese sentido, el experto señaló que este espacio estará dirigido a la protección de las abejas sin aguijón o meliponinos.

“Cuando hablamos de abejas, generalmente todos las asociamos con aquellas que pican, pero en realidad hay varios grupos de abejas, entre ellas las apimelíferas y las que no pican que son las que no tienen aguijón, que son nativas del continente americano”, explicó.

El especialista informó que este proyecto es parte de las diversas iniciativas que trabajan desde el PROCAyPA y destacó que el hecho de que Capioví se declare “Municipio protector de las abejas”, demuestra un trabajo más allá de la cuestión productiva . “Lo que hicimos fue instalar un meliponario público para sensibilizar a las personas del cuidado de las abejas y el medio ambiente, pero este tiene una impronta , una característica particular y es que en la cartelización se explica que las colmenas que se utilizan para poblar este meliponario provienen de dos fuentes”.

Explicó: “La primera es a través de un plan interprovincial que propone que se trabaje con esta abeja nativa y que sea de manera responsable y amigable con el medio ambiente, allí la propuesta es que se pueblen las colmenas, a partir del rescate de nidos que se encuentran en peligro o que si se tumba un árbol y se encuentra un nido, este sea relocalizado”.

Muller añadió que también se trabajará con los aserraderos a los que consideró una “fuente de obtención de nidos” y explicó que si estos no se rescatan, se terminan perdiendo.

Evitando la producción desmedida

El titular del PROCAyPA informó que en el Código Alimentario Nacional cuando se hablaba de miel, siempre estaba incorporada la miel de Apis, pero que a partir del año pasado, por resolución 1719 se reincorporó un nuevo artículo en el que se define y reincorpora a la nueva miel de Yatei, lo que permite su comercialización en todo el país”.

Si bien esta denominación es positiva, Muller indicó que puede ocasionar una producción desmedida y sin cuidados. “A partir de que la gente ve que un producto se puede vender, automáticamente van a aumentar la producción. Más allá si se venden como alimento o si sus propiedades son conocidas, las personas si pueden vender un producto automáticamente van a empezar a producir”, dijo.

Es por ello que, como segunda fuente,trabajarán en otras formas de rescatar nidos de estas abejas sin aguijón con el fin de poblar el meliponario. “De esta manera evitaremos que la gente tenga la necesidad de tumbar un árbol para sacar una abeja . Esta práctica se produce al sacar la famosa miel de palo y que es perjudicial para el hábitat de estos animales. El problema no es solo porque el nido se malogra, sino porque estamos destruyendo un árbol al que quizá le tomó mucho tiempo crecer y no nos podemos olvidar que para que un árbol sea un lugar de anidamiento de un nido de abejas debe ser bastante viejo”.

El experto en abejas recordó que los recursos naturales son limitados e hizo un llamado de conciencia a las personas para no perjudicar los nidos y proteger a las abejas. «Lo que estamos utilizando de la naturaleza, lo estamos usando prestado de nuestros hijos y de nuestros nietos. No podemos perder el horizonte teniendo en cuenta el alto porcentaje de abejas que se mueren a nivel mundial y eso es realmente alarmante, por eso debemos empezar a hacer todo un trabajo de sensibilización para cuidar a nuestras abejas”.
Planes a futuro

Muller anunció que están en proceso de instalación el segundo meliponario, aunque este tendrá características particulares y se ubicará en Puerto Rico. «Está instalado, pero falta la cartelización y tiene otra impronta que la de Capioví, que es donde nosotros incorporamos las colmenas , en este caso no es así. En noviembre del año pasado, la Municipalidad de Puerto Rico declaró de interés provincial el Parque de la parroquia San Alberto Magno , en ese lugar hay una característica muy particular en el que los nidos de abejas nativas se forman dentro de la arboleda y nosotros para proteger ese lugar presentamos el proyecto del meliponario con nidos naturales, para cartelizarlo e informar a la población sobre la importancia de estos animalitos”, acotó.

Fuente: Misiones On Line - 17 de Febrero de 2020

miércoles, 20 de noviembre de 2019

El 75% de los alimentos que se cultivan a nivel mundial dependen de los polinizadores


Pablo Muller, encargado del centro de investigación y desarrollo en Apicultura y Meliponicultura del PROCAyPA resaltó la importancia de la protección y cuidado de las abejas. Contó el trabajo realizado con el profesorado en Ciencias Agrarias y Protección Ambiental de Capioví para el desarrollo de las abejas nativas que son aprovechadas por los pueblos originarios para fines medicinales, alimenticios, entre otros.
Pablo Fernando Muller  encargado del centro de investigación y desarrollo en Apicultura y Meliponicultura del Profesorado en Ciencias Agrarias y Protección Ambiental de Capioví Misiones Argentina (PROCAyPA),  precisó que en el mundo existen 20 mil especies de abeja y solo siete de ellas producen miel, por ello señaló que si se debe hablar del trabajo de las abejas en la provincia se tendría que mencionar no solo las abejas apis o la de apiculturas – aquellas que producen miel- sino la que se realiza desde los pueblos originarios que han utilizado las abejas nativas de la tribu meliponini, a través de meliponicultura o trabajo con abejas sin aguijón. “Estos pueblos originarios ya le vieron la utilidad a estas abejas con fines alimentarios, medicinales, para fabricar velas, religiosos, entre otros usos”.

Trabajo en Misiones

Resaltó que para el trabajo con las abejas la tierra colorada cuenta con mucha masa boscosa que ha llevado en diciembre del 2018 a reconocerla por Ley 27944 como capital nacional de la biodiversidad. Señaló que en el territorio de Misiones que equivale al 1,5% del total del territorio nacional alberga aproximadamente el 52% de la biodiversidad nacional.
Señaló que según la FAO más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo depende en alguna medida de los polinizadores, entre los más importantes están las abejas, mariposas, pájaros, polillas, escarabajos, murciélagos, entre otros.
“Justamente esta gran biodiversidad depende de alimentarse, por lo que si no se los encuentra en sus ambientes naturales van a abandonar en busca de recursos alimenticios y por eso muchos animales son muertos en las rutas atropellados porque salen de su hábitat en busca de alimentos”, dijo.
Precisó que los frutos tienen semillas que sirven para la reproducción de esas especies vegetales “no solo el hombre depende del servicio ecosistémico de polinización, sino también los animales para mantener un ambiente equilibrado todos dependemos de la polinización”.
Muller afirmó que la polinización se ha visto gravemente afectada, así según la FAO la población de polinizadores ha ido disminuyendo y es preocupante por diferentes causas como el cambio de usos de suelo, los plaguicidas, la introducción de especies exóticas por diversas enfermedades y plagas y por el cambio climático.
“Las abejas por diferentes motivos están desapareciendo y hay un trabajo la encuesta de perdida de colmena en sus resultados del 2016 y 2017 se reveló que las pérdidas de colmenas de apismelíferas varían entre un 12,6% en Ecuador y Perú y un 56% en Chile. El de abejas nativas sin aguijón varió entre un 0% en cuba y un 40% en Brasil, son cifras que deben llevar a preocuparnos y también a ocuparnos”.

Apicultura en Misiones

Señalan que en Misiones, la apicultura básicamente se realiza como actividad secundaria y reduce los índices de producción en los últimos años el promedio de producción de miel oscila entre 7 y 10 kilos por colmena, por ello, Muller precisó que realizan diferentes acciones en el cuidado de las abejas y trabajan con diferentes instituciones y organizaciones de diferentes universidades de Capioví y Puerto Rico para recuperar los nidos y colonias que están instalados en lugares inadecuados.
Precisó vienen realizando un plan de recuperación de nidos de abejas en peligro – en el marco de las abejas nativas- que inició en Misiones y se replicará en El Chaco.



Fuente: Misiones On Line - 19 de Noviembre de 2.019

martes, 10 de septiembre de 2019

Yateí: la abeja nativa que cura, alimenta y conserva el ambiente

Su miel fue incorporada al Código Alimentario Argentino y se consolidará como un recurso genuino de las comunidades del norte del país.

Su miel fue incorporada al Código Alimentario Argentino y se consolidará como un recurso genuino de las comunidades del norte del país. A través de la etnobiología, investigadores del CONICET estudian sus usos e importancia cultural.

Hasta hace pocos meses, el Código Alimentario Argentino indicaba que miel era el producto proveniente de las abejas obreras, haciendo referencia a la especie Apis mellífera, originaria de Europa y distribuida en todo el mundo. Una reciente modificación incorporó a esta categoría a la sustancia que producen las meliponas Tetragonisca fiebrigi, conocidas popularmente como yateí o rubita, convirtiéndola en un recurso genuino para múltiples comunidades del norte del país que crían y utilizan estos insectos desde hace varios siglos.

La miel de las abejas nativas sin aguijón es usada como medicina y como alimento, tanto por grupos de pueblos originarios como por descendientes de inmigrantes, según reportaron diversos estudios realizados durante la última década por investigadores del CONICET en distintas provincias. Además de resaltar su importancia cultural y nutricional, aseguran que mantener y valorizar la cría de meliponas podrá ayudar a la conservación del ambiente, mediante la preservación de fragmentos de bosques nativos que, a su vez, servirán de soporte para la recuperación de especies.

Para lograr la incorporación de la miel de yateí al Código nacional, fueron necesarias múltiples acciones provenientes de distintos sectores comunitarios, gubernamentales y académicos. “Requirió un trabajo de equipo multidisciplinario, que fue muy largo e intenso, similar al que hacen estas abejas para producir su miel”, compara la investigadora independiente del CONICET en el Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM), Norma Hilgert.

Es que para producir apenas un litro de miel, una colonia compuesta por 5 mil abejas trabaja todo un año. Esto convierte a la producción de las yateí en un bien sumamente preciado para las comunidades, donde la utilizan selectivamente para fines específicos o la comercializan a más de 100 dólares por litro.

De acuerdo al grupo cultural y a la especie de abeja que prospere en cada ambiente, en los estudios realizados por investigadores del CONICET se han reportado más de 400 usos distintos de las mieles -solas o combinadas con plantas-, que van desde el tratamiento de infecciones en la piel o en el sistema respiratorio hasta la cura de cataratas. “También se la utiliza como un suplemento para fortalecer el sistema inmunológico de los niños. Por ejemplo, es muy frecuente darles a los niños una cucharadita de miel de yateí antes de ir a la escuela”, comenta Hilgert, quien desde hace varios años se involucró en estudios vinculados a las meliponas nativas desde la etnobiología.


Una miel por cada región

En Argentina, las meliponas están distribuidas principalmente en las provincias del Norte, llegando incluso hasta algunas regiones de Catamarca y Buenos Aires. Misiones es la que tiene mayor trayectoria en el aprovechamiento de este recurso y hace más de 30 años promueve talleres sobre el manejo de las abejas en los que, junto a los pobladores, se definen las mejores prácticas de cría, se establecen los métodos para mudar un nido desde un árbol a una caja y se evalúa cuál es el momento más adecuado para iniciar la cosecha.

Pese a esta vasta experiencia, los emprendimientos vinculados a la miel de yateí no lograron el desarrollo esperado en las últimas décadas porque la producción no podía comercializarse formalmente. La incorporación al Código es el primer paso para lograr las certificaciones y registros necesarios para que se pueda vender en mercados oficiales.

La próxima instancia en el proceso de valorización de la producción melífera, explican los investigadores, es la caracterización por regiones. “Tenemos evidencia de que estas abejas prefieren la flora nativa y que particularmente usan el néctar de especies frutales silvestres que, a su vez, se emplean para hacer dulces. Con un trabajo organizado, se van a poder obtener no sólo mermeladas regionales, sino también mieles exclusivas de cada zona”, agrega Hilgert.

Además, adelanta que está previsto que se registren mieles de otras cuatro especies de meliponas, características de otros ambientes y valoradas por diferentes grupos culturales. “Uno de los objetivos es que estos recursos puedan convertirse en un ingreso más para el sistema diversificado que tienen los productores locales, que en sus chacras se dedican a distintos cultivos y hacen un aprovechamiento integral. De esa manera, se potencian las economías nativas sustentables y se fortalecen los sistemas productivos familiares, además de contribuir al mantenimiento de las funciones ecosistémicas a partir de la promoción de la presencia de estos insectos nativos polinizadores”, destaca la investigadora.

Soberanía alimentaria y conservación

Desde la etnobiología, los investigadores navegan entre los marcos teóricos de la biología y la antropología para estudiar los usos y el manejo que los distintos grupos humanos hacen de los recursos de la naturaleza. El abordaje pone en primer plano al vínculo que se establece entre la persona y el recurso, analizando tanto el uso como la manera en la que se adquiere y transmite el conocimiento.

La valorización de la meliponicultura en cada una de las regiones del país en las que están presentes las abejas sin aguijón será un modo de fortalecer la soberanía alimentaria, que es el derecho que tienen los pueblos a elegir qué producir y consumir. “Cuando hablamos de sistemas productivos locales nos referimos a aquellos que están vinculados a recursos silvestres o a aquellos naturalizados que han sido incorporados al acervo cultural local, es decir a recursos que se renuevan de manera natural. Esto es fundamental para generar identidad, además de aportar a la economía familiar”, explica Hilgert, al tiempo que aclara que la producción de miel de yateí no debe ser vista como una oportunidad de enriquecimiento de los productores o una alternativa de explotación a escala masiva.

“La lógica industrial, aplicada a sistemas productivos diversificados de mediana o pequeña envergadura, generalmente no se lleva bien con la conservación. Lo que buscamos es hacer un aporte a través del uso”, advierte la investigadora. Una posible estrategia para lograr este fin será la recuperación de fragmentos de bosques nativos que están empobrecidos en terrenos privados. “Los dueños de las chacras verán que es una buena alternativa volver a plantar especies nativas porque son usadas por las yateí para hacer miel. Esto no sólo les permitiría generar productos únicos, sino que también le dará valor a esos remanentes que, a su vez, serán de ayuda para la recuperación de la biodiversidad”, agrega.

Colmenas en riesgo

Por múltiples causas vinculadas con deterioro del ambiente, las abejas de la especie Apis mellifera están en declive, con casos de mortandad masiva en los nidos y escasez de producción de miel en muchos países del mundo. Aunque en Argentina aún no se registra este fenómeno, la posibilidad de que las colmenas locales sean afectadas está motivando el interés de los apicultores en el uso de abejas nativas.

Los trabajos de los etnobiólogos señalan que el conocimiento acerca de las meliponas se está fragmentando. “En las comunidades, encontramos gente mayor que sabe cuáles son las meliponas que producen remedios y para qué usarlos en muchas recetas diferentes, pero ya no van al campo. Por otro lado, están los jóvenes que saben dónde están las abejas y cómo cosecharlas, pero no saben exactamente cómo se llaman. Eso significa que estamos ante el riesgo de que se pierda la información. A esto hay que sumarle que las poblaciones de algunas especies están mermando debido a las modificaciones en el ambiente”, explica Hilgert, quien confía que la incorporación de la miel de yateí al código alimentario genere un impulso comercial que se traduzca en un interés renovado por todo el elenco de meliponas.

Fuente: Ser Argentino - 10 de Septiembre de 2.019

sábado, 7 de septiembre de 2019

Abejas...



Llevando sobre sus patas la vida del planeta...

Fuente: El Librero de Gutemberg

sábado, 13 de julio de 2019

Yateí: la abeja nativa que cura, alimenta y conserva el ambiente


Por Cecilia Fernández Castañón*

Hasta hace pocos meses, el Código Alimentario Argentino indicaba que miel era el producto proveniente de las abejas obreras, haciendo referencia a la especie Apis mellífera, originaria de Europa y distribuida en todo el mundo. Una reciente modificación incorporó a esta categoría a la sustancia que producen las meliponas Tetragonisca fiebrigi, conocidas popularmente como yateí o rubita, convirtiéndola en un recurso genuino para múltiples comunidades del norte del país que crían y utilizan estos insectos desde hace varios siglos.

La miel de las abejas nativas sin aguijón es usada como medicina y como alimento, tanto por grupos de pueblos originarios como por descendientes de inmigrantes, según reportaron diversos estudios realizados durante la última década por investigadores del CONICET en distintas provincias. Además de resaltar su importancia cultural y nutricional, aseguran que mantener y valorizar la cría de meliponas podrá ayudar a la conservación del ambiente, mediante la preservación de fragmentos de bosques nativos que, a su vez, servirán de soporte para la recuperación de especies.

Para lograr la incorporación de la miel de yateí al Código nacional, fueron necesarias múltiples acciones provenientes de distintos sectores comunitarios, gubernamentales y académicos. “Requirió un trabajo de equipo multidisciplinario, que fue muy largo e intenso, similar al que hacen estas abejas para producir su miel”, compara la investigadora independiente del CONICET en el Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM), Norma Hilgert.

Es que para producir apenas un litro de miel, una colonia compuesta por 5 mil abejas trabaja todo un año. Esto convierte a la producción de las yateí en un bien sumamente preciado para las comunidades, donde la utilizan selectivamente para fines específicos o la comercializan a más de 100 dólares por litro.

De acuerdo al grupo cultural y a la especie de abeja que prospere en cada ambiente, en los estudios realizados por investigadores del CONICET se han reportado más de 400 usos distintos de las mieles -solas o combinadas con plantas-, que van desde el tratamiento de infecciones en la piel o en el sistema respiratorio hasta la cura de cataratas. “También se la utiliza como un suplemento para fortalecer el sistema inmunológico de los niños. Por ejemplo, es muy frecuente darles a los niños una cucharadita de miel de yateí antes de ir a la escuela”, comenta Hilgert, quien desde hace varios años se involucró en estudios vinculados a las meliponas nativas desde la etnobiología.

Una miel por cada región

En Argentina, las meliponas están distribuidas principalmente en las provincias del Norte, llegando incluso hasta algunas regiones de Catamarca y Buenos Aires. Misiones es la que tiene mayor trayectoria en el aprovechamiento de este recurso y hace más de 30 años promueve talleres sobre el manejo de las abejas en los que, junto a los pobladores, se definen las mejores prácticas de cría, se establecen los métodos para mudar un nido desde un árbol a una caja y se evalúa cuál es el momento más adecuado para iniciar la cosecha.

Pese a esta vasta experiencia, los emprendimientos vinculados a la miel de yateí no lograron el desarrollo esperado en las últimas décadas porque la producción no podía comercializarse formalmente. La incorporación al Código es el primer paso para lograr las certificaciones y registros necesarios para que se pueda vender en mercados oficiales.

La próxima instancia en el proceso de valorización de la producción melífera, explican los investigadores, es la caracterización por regiones. “Tenemos evidencia de que estas abejas prefieren la flora nativa y que particularmente usan el néctar de especies frutales silvestres que, a su vez, se emplean para hacer dulces. Con un trabajo organizado, se van a poder obtener no sólo mermeladas regionales, sino también mieles exclusivas de cada zona”, agrega Hilgert.

Además, adelanta que está previsto que se registren mieles de otras cuatro especies de meliponas, características de otros ambientes y valoradas por diferentes grupos culturales. “Uno de los objetivos es que estos recursos puedan convertirse en un ingreso más para el sistema diversificado que tienen los productores locales, que en sus chacras se dedican a distintos cultivos y hacen un aprovechamiento integral. De esa manera, se potencian las economías nativas sustentables y se fortalecen los sistemas productivos familiares, además de contribuir al mantenimiento de las funciones ecosistémicas a partir de la promoción de la presencia de estos insectos nativos polinizadores”, destaca la investigadora.

Soberanía alimentaria y conservación

Desde la etnobiología, los investigadores navegan entre los marcos teóricos de la biología y la antropología para estudiar los usos y el manejo que los distintos grupos humanos hacen de los recursos de la naturaleza. El abordaje pone en primer plano al vínculo que se establece entre la persona y el recurso, analizando tanto el uso como la manera en la que se adquiere y transmite el conocimiento.

La valorización de la meliponicultura en cada una de las regiones del país en las que están presentes las abejas sin aguijón será un modo de fortalecer la soberanía alimentaria, que es el derecho que tienen los pueblos a elegir qué producir y consumir. “Cuando hablamos de sistemas productivos locales nos referimos a aquellos que están vinculados a recursos silvestres o a aquellos naturalizados que han sido incorporados al acervo cultural local, es decir a recursos que se renuevan de manera natural. Esto es fundamental para generar identidad, además de aportar a la economía familiar”, explica Hilgert, al tiempo que aclara que la producción de miel de yateí no debe ser vista como una oportunidad de enriquecimiento de los productores o una alternativa de explotación a escala masiva.

“La lógica industrial, aplicada a sistemas productivos diversificados de mediana o pequeña envergadura, generalmente no se lleva bien con la conservación. Lo que buscamos es hacer un aporte a través del uso”, advierte la investigadora. Una posible estrategia para lograr este fin será la recuperación de fragmentos de bosques nativos que están empobrecidos en terrenos privados. “Los dueños de las chacras verán que es una buena alternativa volver a plantar especies nativas porque son usadas por las yateí para hacer miel. Esto no sólo les permitiría generar productos únicos, sino que también le dará valor a esos remanentes que, a su vez, serán de ayuda para la recuperación de la biodiversidad”, agrega.

Colmenas en riesgo

Por múltiples causas vinculadas con deterioro del ambiente, las abejas de la especie Apis mellifera están en declive, con casos de mortandad masiva en los nidos y escasez de producción de miel en muchos países del mundo. Aunque en Argentina aún no se registra este fenómeno, la posibilidad de que las colmenas locales sean afectadas está motivando el interés de los apicultores en el uso de abejas nativas.

Los trabajos de los etnobiólogos señalan que el conocimiento acerca de las meliponas se está fragmentando. “En las comunidades, encontramos gente mayor que sabe cuáles son las meliponas que producen remedios y para qué usarlos en muchas recetas diferentes, pero ya no van al campo. Por otro lado, están los jóvenes que saben dónde están las abejas y cómo cosecharlas, pero no saben exactamente cómo se llaman. Eso significa que estamos ante el riesgo de que se pierda la información. A esto hay que sumarle que las poblaciones de algunas especies están mermando debido a las modificaciones en el ambiente”, explica Hilgert, quien confía que la incorporación de la miel de yateí al código alimentario genere un impulso comercial que se traduzca en un interés renovado por todo el elenco de meliponas.

*Nota publicada por CCT Nordeste (CONICET)

Fuente: Frontera Jesuíta - 12 de Julio de 2.019

fronterajesuita.com.ar/yatei-la-abeja-nativa-que-cura-alimenta-y-conserva-el-ambiente/



martes, 10 de abril de 2018

Las abejas han sido declaradas la especie más importante del mundo




Las abejas han sido declaradas la especie más invaluable del planeta durante el debate de la EarthWatch, en la Sociedad Geográfica Real de Londres. La idea era elegir la especie sin la cual se nos haría casi imposible vivir en este mundo. Descubre por qué las abejas son la especie más importante del mundo, sus características y por qué deberíamos protegerlas.

Las abejas, la especie más importante del planeta
Dos científicos presentaron un debate, como si se tratase de dos políticos postulándose para presidente de la nación, sólo que en este caso lo que postulaban y defendían era cuál era la especie más importante para nuestro planeta.

El profesor David Thomas argumentó a favor del plancton, mientras que Dr. George McGavin postuló a las abejas. Cada uno presentó pruebas y evidencias de lo importantes que son estos dos organismos para el resto de los seres vivos de nuestro mundo.

Ya vimos aquí lo importante que es la biodiversidad y lo importante que son ciertas especies que se ocupan de vincular a otras cientos de miles, o sea que son muy importantes en la cadena. Las abejas son unas de ellas, como también hemos visto aquí muchas veces.

Pero luego del debate, los miembros de la audiencia debían votar por una u otra especie como la más importante del mundo.  McGavin los convenció explicando cómo un cuarto de millón de especies de plantas florales dependen de las abejas. También que muchas especies son cruciales para la agricultura, y que sin las abejas no sólo perderíamos a las flores, sino a muchos otros vegetales, incluidos árboles frutales, y otros cultivos que comemos a diario.

Las abejas están muriendo en muchas partes del mundo, en gran parte debido a insecticidas y a la fragmentación de los espacios naturales. Y ciertamente un mundo sin abejas sería catastrófico, como dijo McGavin.

Otros científicos participaron del debate, pero no llegaron a la final, argumentaban a favor de los murciélagos, de los hongos, etc. El debate lo que buscaba era elegir a la especie más irremplazable, la especie sin la cual se nos haría casi imposible vivir. Así que cuidemos de todas ellas, pero no sólo de estas mencionadas aquí, sino de todas. Cada especie mundial cumple un propósito, no seamos nosotros los causantes de su desaparición.


Las abejas – Características y Curiosidades
Según el estudio del Centro de Emprendimiento Apícola de la U. Mayor (CeapiMayor) y la Corporación Apícola de Chile (Cach) con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) han descubierto que las abejas son las únicas que están libres de cualquier patógeno como virus, bacterias, hongos…

Hay muchas especies de abejas en todo el mundo, se calcula que unas 20.000 especies, de las cuales la mayoría son polinizadoras pero poco a poco están desapareciendo por culpa de plaguicidas, pesticidas y enfermedades. Hay que tener en cuenta que el 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de la zoopolinización.

Las enfermedades que más afectan a las abejas son las siguientes cuatro:
El ácaro Varroa destructor (sólo en Australia y Nueva Zelanda no hay abejas que les afecten).
El parásito Acarapis woodi (es una garrapata microscópica).
Las bacterias Paenibacillus Larvae.
La bacteria Melissococcis pluton.

Como hemos dicho, en Australia y Nueva Zelanda las abejas no se ven afectadas por el ácaro varroa, pero además producen más que en cualquier otro lugar. Esto se debe a que no tienen temporada de frío por lo que la colmena está activa todo el año, sobre todo en la zona de Rapa Nui. Es decir, una colmena en la zona central produce veinte kilos al año mientras que en Rapa Nui puede hacer entre 90 y 120 kilos.


¿Deberían estar protegidas las abejas?
Por todo lo que hemos explicado hay muchas personas que están pidiendo protección para las abejas. El ejecutivo de la FIA, Fernando Arancibia, es uno de ellos. Comenta que sanidad les permite convertirlas en una reserva biológica y exportar reinas y material genético sano.

Considera que hay que profesionalizar a los apicultores de la isla y del mundo, para ello dice las siguientes palabras “La miel de la isla tiene sabor y aroma a guayaba, plátanos, un plus interesante para el mercado”.

Fuente: Elblogverde.com