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viernes, 8 de noviembre de 2024

Quipus, el sistema de comunicación de los Incas


El Imperio Inca, que floreció en la región andina de Sudamérica, desarrolló un sistema único de registro conocido como "quipu". En lugar de escribir, los incas utilizaban cuerdas anudadas de algodón o lana para codificar la información. El color, la dirección y la estructura de los nudos transmitían distintos tipos de datos, principalmente numéricos, como información censal, registros fiscales y organización militar. Los quipu eran esenciales para la gestión del vasto Imperio Inca, ya que les permitían llevar registros detallados sin necesidad de un lenguaje escrito.

Investigaciones recientes sugieren que los quipu también podían contener un componente fonético, que podría representar una forma de escritura. Aunque todavía no se conoce en toda su extensión este sistema fonético, algunos estudiosos creen que los quipu podrían haber registrado acontecimientos históricos, relatos e incluso ideas abstractas. El desciframiento de estos complejos nudos podría desvelar una gran cantidad de conocimientos sobre la cultura y la historia Inca, ofreciendo nuevas perspectivas sobre esta fascinante civilización.

#incas #quipu #civilizaciones 

sábado, 30 de diciembre de 2017

Quipus: Estudiante de Harvard descifra misterioso código Inca

Credito Jon Chase . Harvard Staff

«Esta es la primera ocasión en que se ha podido tener acceso a información de los nudos de un quipu. Con esto se abre la puerta a conocer la forma de vida de los incas desde su propia perspectiva, no la de los españoles de la conquista».

Los incas no tenían sistema de escritura, pero sí un impresionante sistema de codificación conocido como quipus a partir de conjuntos de cuerdas con nudos de diferentes colores. En el mundo hay casi un millar de estos ejemplos de «código incaico», pero nadie ha conseguido determinar qué historias encierran estos sistemas de cuerdas que tienen la apariencia de meros objetos de artesanía.

Diversos expertos han intentado descifrar el misterio de los quipus, uno de los tantos misterios del imperio inca, que se extendió en los siglos XV y XVI, y por más de 2 millones de kilómetros cuadrados en la costa occidental de América del Sur. Sin embargo no pudieron descubrir el misterio, hasta ahora.

Un estudiante de la Universidad de Harvard, llamado Manny Medrano, cree haber «hackeado» el secreto código Inca. Apasionado de las matemáticas, la economía y también de la la arqueología, el joven dedicó parte de sus vacaciones a analizar seis quipus de una colección en manos de un ciudadano italiano ahora residente en Perú; según informa el sitio web de Harvard.

«Pensamos en el lenguaje como algo hablado o escrito», reflexiona Medrano. «Pero los quipu realmente rompen ese límite y hacen del lenguaje algo que se puede percibir, tocar y manejar con los manos», añade.

El ingenioso joven realizó gráficos a partir de los quipus de los que disponía y los comparó con un antiguo documento de un censo de las autoridades españolas que procedía de la misma región de los códigos incaicos. «Hubo una coincidencia que era demasiado fuerte para que fuera aleatoria», relata el estudiante.


Un modelo de nudos quipu, representativo de muchos quipus del Peru, anterior y posterior a la consquista. Credito Jon Chase . Harvard Staff


Entonces Medrano notó que el número de colores únicos de las cuerdas casi coincidía con el número de nombres recogidos en el censo español. Por ejemplo, si había ocho Felipes, todos estaban indicados por un color, mientras que los Josés estaban marcados con otro.

Todos los quipus eran similares y provenían de un sitio funerario situado en un valle de la costa norte de Perú, mientras el documento español hacía referencia a 132 contribuyentes de una aldea. En total, los seis quipus tenían exactamente 132 conjuntos de seis cuerdas cada uno.

«Había muchas combinaciones de colores diferentes, ya fuera en colores sólidos o de dos colores juntos», explica Medrano, que concluye que era «suficiente diversidad para codificar un idioma».

El próximo mes de enero, Medrano y el especialista en quipus de la Universidad de Harvard, Gary Urton, publicarán un artículo en la Revista Ethnohistory en el que se describirán en detalle los referidos hallazgos.

Fuente>Codigo Oculto – 29 de Diciembre de 2.017

lunes, 29 de mayo de 2017

Sabine Hyland: “Es la primera vez que se han hallado quipus fonéticos”


La reconocida antropóloga está en camino de demostrar que los quipus también fueron una forma de escritura tridimensional única en su género.

Cuando la antropóloga Sabine Hyland llegó al centro poblado de San Juan de Collata, en la frontera altiplánica de las provincias limeñas de Canta y Huarochirí, fue recibida por las autoridades locales para investigar una caja que guardaba antiquísimos documentos que datan del siglo XVII.

Más allá de la importancia de los escritos, Hyland halló unos quipus inusuales: no estaban confeccionados con hilos de algodón. En su elaboración se utilizó fibra de vicuña, alpaca, llama, guanaco, venado y vizcacha. Otra novedad fueron sus brillantes colores en diversos tonos de rojo, blanco, verde y amarillo. Por si fuera poco fueron elaborados en 1750 –doscientos años después de la conquista española– durante una rebelión indígena en Huarochirí.

Lo más sorprendente, empero, fue comprobar que no se trataba de los típicos quipus de uso contable. Los quipus de Collata fueron una forma de escritura cuyo mensaje está aún por descifrar.

Como se sabe, el cronista Martín de Murúa describió la existencia de quipus incas narrativos confeccionados con fibras animales, similares a los de Collata.

“Se necesita más investigación para determinar si los quipus incas son similares a los de Collata –nos dice Hyland– tienen características similares y, por lo tanto, podría haber sido fonético. Solo he podido descifrar dos nombres de ayllus de Collata y no el resto. Sin embargo, esta es la primera vez que han encontrado quipus fonéticos. Si se trata de un desarrollo del siglo XVIII de los pueblos andinos, o si es una continuación del quipu fonético inca, igual sigue siendo un hallazgo asombroso. Los quipus de Collata representan un sistema de escritura verdaderamente tridimensional, en el que es necesario “sentir” las fibras animales y la dirección del tejido. Tiene un significado igual para el sentido de la vista, de los colores y disposición de las cuerdas. Nunca antes se inventó un sistema similar en una cultura indígena”.


Hyland, antropóloga de la University of St. Andrew de Escocia y con grado de “explorer” de la National Geographic Society, recuerda un detalle interesante: tuvo el cuidado de usar guantes para manipular los quipus, pero las autoridades de Collata le dijeron que debía de tocarlos sin guantes para sentir la verdadera domensión sensorial del tejido.

Hyland reveló que “en estos momentos estoy estudiando el testimonio inédito de los rebeldes de Collata que utilizaron estos quipus fonéticos. En el Archivo General de las Indias hay más de 1500 páginas manuscritas de testimonios sobre esta rebelión. Estoy pasando por esta evidencia de archivo para ver si pueden proporcionar más información sobre el quipu”.

Tanto la caja como los quipus son el secreto mejor guardado por las autoridades comunales de Collata. “Se mantiene en secreto para miembros de la comunidad no iniciados”, sostiene Hyland.

Y son los ancianos de Collata quienes aseguran que estos quipus sirvieron como cartas durante la rebelión de mediados del siglo XVIII. “Ellos dicen que los quipus fueron creados en la época del legendario jefe local y simpatizante español Pedro Cajayauri, cuya firma manuscrita fechada en 1757, se conserva en el archivo del pueblo”.
Escrito por Roberto Ochoa para La Republica (Lima-Peru)

sábado, 22 de abril de 2017

Huarochirí: estos quipus podrían ser la primera prueba de que los Incas tenían escritura


De acuerdo a una investigación financiada por la National Geographic algunos de los quipus descubiertos en Huarochirí, creados en el siglo XVIII, parecen describir linajes, además de mantener algunos rasgos estructurales con los quipus hechos por los Incas.

En el 2015, la antropóloga de la Universidad de St. Andrews, Sabine Hyland, financiada por la National Geographic, conoció de la existencia de dos quipus logosilábicos creados en el siglo XVIII y cuidados por las autoridades de la comunidad de San Juan de Collata. Estos quipus serían parte de cartas intercambiadas entre líderes locales, en medio de una rebelión contra las autoridades españolas de ese entonces.

De acuerdo a la investigación "Decodificando el código de los quipus: el hallazgo de la primera fonética Inca" publicada en la revista Current Anthropology, estos quipus de Collata expresan sílabas fonéticas (no sonidos de letras alfabéticas). Esto lo logran a través del uso de fibras de vicuñas, alpaca y ciervo para indicar el significado.

QUIPUS DE COLLATA. FOTOGRAFIA>SABINE HYLAND
Es decir, hay que sentir con las manos las texturas de las cuerdas y los nudos para descifrar este texto tridimensional. Según la investigación, esta forma de construir los quipus mantiene una continuidad con los rasgos estructurales de los quipus hechos por los Incas.

Simbología y narrativa
Los quipus de San Juan de Collata, los cuales llegan a usar 14 colores y 6 fibras de diferentes animales (vicuña, alpaca, guanaco, llama, ciervo y vizcacha), contrastan con los quipus para la contabilidad regional. Y es que en el análisis de los hilos y nudos se reveló que contenían 95 diferentes símbolos, más que los usados para la contabilidad regional.
Al final de cada quipu, las secuencias de tres cuerdas de distintos colores, fibras y dirección de las capas parecen representar nombres de linaje ("ayllu"). El quipu epistolar de Collata indica que este podría constituir un sistema de escritura inteligible, según la investigación en la revista de antropología.

LAS AUTORIDADES DE LA COMUNIDAD INSISTIERON EN QUE SE MANEJEN LOS QUIPUS SIN GUANTES PARA SENTIR LA DIFERENCIA DE LAS FIBRAS . FOTOGRAFIA>WILLIAM HYLAND
Esta investigación plantea que los quipus de San Juan de Collata son los primeros en ser identificados, confiablemente, como epístolas narrativas. Un sistema memotécnico compartido de tal complejidad que presupone un sistema de escritura mutuamente comprensible, probablemente logosilábico y aparentemente extendido entre la gente de la provincia de Huarochirí en el siglo XVIII.

Hyland ha descifrado fonéticamente dos nombres de linaje en los quipus hasta ahora, y continúa la investigación de campo y de archivos para descifrar el resto. 
Los quipus de Collata proporcionarían la primera evidencia de que los Incas pudieron haber poseído escritura fonética. Sobre ello hay que recordar que los quipus más antiguos, de hace 5000 años, han sido hallados en Caral.

Fuente > La Mula 

https://redaccion.lamula.pe/2017/04/20/quipus-de-san-juan-de-collata-podrian-ser-primera-evidencia-de-que-los-incas-tenian-escritura/danielavila/


sábado, 1 de octubre de 2011

Quipus, mensajes del imperio inca.

Dos investigadores de la Universidad de Harvard en el mes de Agosto del año 2.005 anunciaron avances en el estudio de los quipus, el sistema de comunicación basado en nudos de cuerda que los incas usaron para llevar la contabilidad de su imperio y registrar hechos.


Las cuerdas de lana y nudos utilizadas por los incas como sistema numérico escondían una significación que trascendía el plano aritmético, según un estudio reciente que publica Science. Gary Urton y Carrie Brezine, de la Universidad de Harvard, han analizado veintiuno de estos racimos de lana, llamados "quipu" —del quechua "khipu"— y han concluido que, a través de ellos, los incas llevaban el control administrativo de la producción y la ocupación de cada trabajador.
El Nuevo Herald señala "los quipu, nudos que aparentemente los incas dejaron como lenguaje, narran una serie de relatos sobre su antigua civilización, según la interpretación de un grupo de expertos".


Cada "quipu" cuenta con múltiples cuerdas anudadas, de diferentes colores, que cuelgan verticalmente de un soporte horizontal. Según el tipo de nudo y su posición en las cuerdas, cada uno representa una cifra diversa. El hecho de que los "quipu" fueran tan numerosos (algunos han sido encontrados incluso en tumbas) hace pensar que eran un elemento importante en el seno de la sociedad inca precolombina.
A lo largo del siglo XX, los "quipu" han proporcionado datos sobre el modo de vida del imperio inca, que se extendió desde el siglo XIII hasta el XVI. Tradicionalmente se atribuía a los "quipu" una eficaz función nemotécnica. Sin embargo, el estudio de Urton y Brezine revela que los "quipu" analizados (procedentes de Puruchuco, en la costa central de Perú) funcionaban como una suerte de inventario, en el que los administradores controlaban las producciones y las tareas de los trabajadores que abastecían a las distintas ciudades. Otro de los aspectos sorprendentes es que aunan varias contabilizaciones, como el número de trabajadores y sus correspondientes cosechas.
Durante el apogeo del Imperio inca, el jefe supremo, llamado Sapa Inca, dictaba órdenes que eran ejecutadas por las administraciones regionales y locales del poder. Los trabajadores varones estaban obligados a trabajar un cupo de meses al año en proyectos imperiales como, por ejemplo, las tierras de cultivo que pertenecían al Gobierno. Una vez que la producción era recolectada, se enviaba a las arcas imperiales como tributo o impuesto. El estudio publicado en Science establece tres niveles de autoridades administrativas y siete categorías que se usaban para representar la cantidad de trabajadores y los impuestos que producían.


Los nudos más bajos de estos racimos de lana habrían sido hechos por el nivel más bajo de la jerarquía administrativa; esto es, los oficiales locales. Éstos enviarían los "quipu" a ramas jerárquicas más altas, que darían cuenta de las producciones, número de trabajadores y sus actividades. No obstante, los "quipu" podrían contener información relevante en cuanto a proyectos de trabajos y futuros planes de recaudación de impuestos. En este sentido, las cuerdas de lana podrían haber funcionado como "documentos" de la burocracia de un imperio que, hasta ahora, se dijo no tenía escritura. De ahí el gran interés científico del hallazgo.

Un paso más
Si bien muchas de esas cuerdas han resultado ser un tipo de sistema de contabilidad, interpretarlas ha sido una empresa más bien compleja. Ahora, los expertos Gary Urton y Carrie J. Brezine, de la Universidad de Harvard, afirman haber hallado un trío de nudos con forma de ocho (la forma de nuestro número ocho), que según creen los identifica como provenientes de la ciudad de Puruchuco, a unos 11 kilómetros al norte de Lima.


Los investigadores utilizaron computadoras para analizar los 21 quipus hallados en Puruchuco y los dividieron en tres grupos basados en la repetición de ciertos diseños de nudos.
Un grupo parece ser de uso local y los otros dos, cada uno de ellos con un diseño de tres nudos que se repiten, podrían haber sido usados para informar a las autoridades más altas acerca de las actividades locales, o para recibir mensajes de ellas. En este caso, los investigadores creen haber hallado el nombre del lugar de procedencia en los tres nudos con forma de ocho. "Si es así, al menos en teoría podríamos ver si aparecen diseños similares en otros quipus", dijo Urton.
"Nosotros proponemos que cualquier quipu que pasara al sistema administrativo estatal con un diseño inicial de tres nudos con forma de ocho sería identificable inmediatamente como una cuenta del palacio de Puruchuco", dijeron los investigadores. "Por primera vez, realmente, podemos ver cómo una información de interés para el estado avanzaba hacia arriba y hacia abajo en una serie de quipus relacionados entre sí", dijo Urton en una entrevista telefónica.
Identificar el nombre de un lugar entre los nudos, agregaron los investigadores, podría ser un primer paso para interpretar el resto.