Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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martes, 13 de agosto de 2024

¿Qué es una superluna?


Se produce debido a la combinación de dos eventos astronómicos: la fase de Luna llena y el perigeo lunar.

Más grande y más brillante en el cielo nocturno, así es como se presenta una Superluna, pero ¿qué es? A manera general, entendemos que en comparación con otras lunas llenas, estás ocurren cuando la Luna está más lejos de la Tierra, aunque hay algo más.

Aunque el aumento en tamaño es relativamente pequeño y puede ser difícil de percibir a simple vista, la Superluna es un espectáculo impresionante que a menudo atrae la atención de observadores del cielo y entusiastas de la astronomía. Te contamos lo que debes saber.



Entonces, ¿qué es una superluna?

No es un concepto ‘mágico’, sino que tiene una explicación científica: para entender qué es una superluna debemos entender lo que es el perigeo. Es decir, cuando la Luna está más cerca de la Tierra.

Y es que, nuestro satélite natura, no sigue una órbita perfectamente circular alrededor de la Tierra; en cambio, su órbita es elíptica, lo que significa que hay momentos en los que está más cerca (perigeo) y momentos en los que está más lejos (apogeo).

Ahora bien, cuando la luna se encuentra en plenilunio, es decir, cuando hay luna llena, puede darse otro fenómeno que hace que ésta se vea más grande y más brillante: es lo que se conoce como superluna. Este término es relativamente reciente; fue acuñado por primera vez en 1979.

Si el momento en el que la luna se encuentra en perigeo está en fase de plenilunio es cuando hablamos de superlunas. Aunque pueda parecerlo, lo cierto es que cada año se dan entre tres y cuatro superlunas, lo que supone casi un tercera parte de las lunas llenas de cada año. Pero además, es frecuente que las superlunas tengan lugar de manera seguida.




¿Qué es el perigeo?

La Sociedad Española de Astronomía (SEA) lo define como el punto más cercano en el que se puede encontrar un objeto que se encuentra girando en una órbita alrededor de la Tierra. En el caso de la luna, cuando está en perigeo se encuentra a una distancia de unos 350.000 kilómetros del planeta. Cuando la luna está en perigeo, las mareas lunares son mayores, porque al estar a menos distancia de la Tierra la atracción gravitatoria es mayor.

¿Qué es el apogeo?

Es lo contrario al perigeo, es decir, el punto más lejano en el que se puede encontrar un objeto que se encuentra girando en una órbita alrededor de la Tierra. En el caso de la luna, cuando está en apogeo se encuentra a unos 400.000 kilómetros del planeta.

Fuente:

Ecoosfera - 13 de Agosto de 2024

https://ecoosfera.com/cosmos/que-es-una-superluna-esto-debes-saber/

martes, 16 de julio de 2024

Así es la desertificación, el fenómeno que avanza en América Latina



El padecimiento de sequías es una de las principales consecuencias y castiga especialmente a los países de América Latina. Esto ha impulsado, una desertificación, proceso de degradación por el cual suelo fértil se convierte en árido.

En el mundo existimos alrededor de 8,116,390,554 personas, de acuerdo con cifras presentadas por Javier Herrero, Director ejecutivo, Sistema B México, y cada una de ellas, contribuye en parte a lo llamado cambio climático. Tan sólo en lo que va de 2023 a 2024 “se han registrado no sólo calores extremos y sequías de una forma inimaginable”.

“Y aunque México ha sido favorecido con lluvias, no logra enfrentar el verdadero impacto del cambio climático, en esté punto conviene pensar en prácticas de gestión con la sustentabilidad dentro de los balances de todas las empresas o sino, la mayoría de ellas”.

Pero, ¿qué tiene que ver esto con la desertificación en América Latina? Pues al final, la desertificación es degradación continua de los ecosistemas de las zonas secas debido a las actividades humanas (como la sobreexplotación de la tierra, la minería, el sobrepastoreo y la tala indiscriminada) y, esto es producto a la actividad de empresas tanto públicas como privadas en estos país y su forma de contaminación de suelos, aire y producción contaminantes.

¿Cómo es la desertificación un punto a tener en la lista de pendientes sustentables para las empresas?

Se trata de un problema de escala mundial que conlleva consecuencias graves para la biodiversidad, la seguridad de los ecosistemas, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible, ya no es un hecho aislado, pues “uno de los principales riesgos para la economía global son los eventos climáticos severos”, asegura Herrera.

Y es que, sin darnos cuenta desde el momento en que se crearon los primeros sistemas de producción agrícola en el campo, la mano ha humano a tenido más impacto en los suelos, en el uso del agua y las tierras, siendo las empresas quienes también generan un impacto, ahí el porque hoy día se interesan en sistemas para evaluar el desempeño de una empresa u organización en tres ámbitos clave de la sostenibilidad: “A” de ambiente, “S” de social y “G” de gobernanza.

Esté es el foco que el mundo, centra sus esfuerzos, y aunque los propósitos apuntan a 2030, en América Latina aún hay mucho trabajo que hacer, pues “aún se esperan años de calor extremo en los próximos 5 años y sequías como las que en unos meses México presentaba”.



Un impacto que parece invencible

La degradación de las zonas secas puede provocar el desplazamiento de miles de personas, dónde la vida ya no puede ser sostenible y la escazes de recursos lo hace movible. Si bien, algunas medidas que podrían reducir la desertificación incluyen reforestar y regenerar especies arbóreas, mejorar la gestión del agua, mantener el suelo, enriquecer y fertilizar el suelo a través de la regeneración de la cubierta vegetal.

Por tanto, la inseguridad alimentaria por la pérdida de cosechas o la disminución de sus rendimientos, incluida la pérdida de la cubierta vegetal y, por tanto, de alimento para el ganado y el ser humano. Es decir, la desertificación amplía el espacio del análisis económico más allá de la pérdida de productividad sectorial registrando impactos y costos a nivel regional y nacional.

En los últimos 5 años esta escala de abordaje se ha elegido para avanzar en la valoración del impacto económico de la desertificación en los países afectados, principalmente de América Latina pues, la mayoría de estos países, más del 80% de su territorio son actividades agrícolas, ganaderas y forestales, generando un impacto importante en la base de sus recursos naturales, que se expresa en la actualidad con más de 60.000.000 de hectáreas sujetas a procesos erosivos de moderados a graves.

“No sé trata de señalar a las empresas o juzgarlas, sino conocer nuevas formas y proyectos que las empresas pueden contrarrestar todo el impacto que están generando, cómo lo intentarán hacer y sobretodo si son consientes de su responsabilidad”, concluyó Herrera

Fuente: Ecoosfera - 22 de Junio de 2024

https://ecoosfera.com/medio-ambiente/desertificacion-fenomeno-america-latina/


sábado, 4 de septiembre de 2021

Naturaleza


jueves, 19 de agosto de 2021

Daisugi: la técnica con la que Japón obtiene madera sin talar árboles



Gracias a la técnica antigua de silvicultura del Daisugi, Japón lleva siglos obteniendo madera de manera sostenible y sin derribar árboles.

Si existe una tradición antigua que reconozca el valor de los seres arbóreos, esa es la tradición japonesa. Conocida por su arte de cultivar árboles, que consideran representan un puente entre lo divino y lo humano. Desde tiempos antiguos los japoneses han buscado la manera de extraer los recursos naturales provenientes de los árboles pero de manera sostenible, para ello desarrollaron una técnica llamada Daisugi, con la que obtienen madera sin talar árboles.

En algún momento en la historia de Japón en al siglo XV, surgió en Kioto una técnica conocida como Daisugi, que traducida del japonés significa ‘plataforma de cedro’. Se utilizó como un medio para resolver la escasez de árboles y también como una forma de obtener madera de ellos sin tener que talarlos. En aquel entonces predominaba en Kyoto la forma arquitectónica conocida como sukiya-zukuri que utiliza madera muy estilizada. No obstante, no existían los recursos naturales suficientes para construir casas a todos los nobles y samuráis. Por ello, los silvicultores idearon una manera de establecer una relación armoniosa con los recursos que ya tenían y crearon el Daisugi para aprovecharlos.

¿Qué es la técnica Daisugi?

Los japoneses comenzaron a utilizar técnicas de bonsái pero aplicadas a los grandes cedros que habitaban la región. El resultado fue una exótica apariencia donde los árboles luego de formar una copa frondosa, hacían crecer troncos más pequeños que asemejaban a palmeras. Tal como su nombre lo dice, el Daisugi utiliza a los cedros como una plataforma para luego hacer pequeños árboles encima que son los que suministran la madera. De esta manera, los cedros mantienen su longevidad y siguen formando raíces que los dotan de fortaleza.

Desde tiempos antiguos y durante muchos años, Japón ha seguido implementado esta forma de silvicultura como una medida sumamente eficaz contra la deforestación, a la par de obtener madera de calidad. La madera que se obtiene de los troncos superiores es un 140% más flexible que la del cedro estándar y un 200% más resistente. Con estas características, se le utiliza en construcciones que suelen ser azotadas por tifones por las características de la región. Además, la madera también tiene un aspecto perfectamente uniforme que la vuelven idónea para la estética de la arquitectura japonesa.

¡La tala indiscriminada para saciar la demanda de la industria maderera suele ser la principal causa de la pérdida de bosques primigenios que son de vital importancia para el planeta. No obstante, siempre existen otras vías para obtener recursos naturales de manera sostenible y no romper el equilibrio. Japón lleva siglos produciendo madera sin derribar árboles, una lección que sin duda la vida moderna debe aprender.

Fuente: Ecoosfera - 19 de Agosto de 2021.

https://ecoosfera.com/plantas-daisugi-tecnica-japon-madera-arboles-silvicultura-sostenible-bonsai/

miércoles, 16 de junio de 2021

Perú: La comunidad indígena que logró sanar su río naturalmente

La comunidad indígena de Perú que sanó su río de la industria minera de manera natural con los conocimientos ancestrales y ayuda científica.




En las tierras altas del Perú existen más de ocho mil sitios de relaves mineros que contaminan los ríos y las fuentes de agua dulce con drenaje ácido de roca y metales. Muchas comunidades que viven de la agricultura, han tenido que abandonar la zona a causa de la contaminación de agua. Pero esta comunidad indígena de Perú, decidió darle una solución al problema y logró sanar su río naturalmente con ayuda de la aportación científica.


Conflicto con al industria minera

En la alta montaña de Perú, conviven al menos 7 mil comunidades que comparten el territorio con concesiones mineras industriales. Como consecuencia, existen conflictos sociales por esta causa, pero sobre todo ambientales, ya que algunas comunidades han tenido que abandonar su territorio. La tierra y el agua se han visto afectadas por los 8,791 depósitos de relaves viejos dispersos a pequeña escala. Estos relaves producen drenaje ácido de minas (AMD) que filtra metales al agua, afectando la agricultura la salud de las comunidades.

Pero en la Cordillera Blanca, en la región de Ancash, una comunidad con la ayuda de aportaciones científicas, lograron sanar naturalmente su río. Miembros activos de la comunidad indígena, se capacitaron en aspectos clave de la calidad del agua, recopilaron información y la discutieron con su comunidad. Así, llegaron a la solución de crear un sistema de biorremediación que utiliza técnicas simples para sedimentar el agua y capturar metales con la ayuda de humedales artificiales.

Un sistema de biorremediación

Se construyó el sistema que consta de tres celdas de sedimentación, es decir, espacios donde el agua reposa para sedimentar las partículas más grandes de rocas de contaminación. Luego el agua fluye hacia humedales artificiales creados con plantas nativas capaces de absorber los metales del agua. También se cultivaron bacterias reductoras de sulfato que la universidad local proporcionó a la comunidad para lograr una buena filtración del agua.

Así, con los conocimientos ancestrales y la activa participación de la comunidad indígena de Perú, lograron sanar su río. Lograron reducir el nivel de metales en el agua hasta rangos aprobados para su uso en la agricultura. La solución es la primera de su tipo utilizada en pequeñas comunidades rurales que beneficia a una comunidad entera que ahora ya no debe abandonar sus tierras.

Fuente: Ecoosfera

https://ecoosfera.com/comunidad-indigena-limpia-rio-peru/

viernes, 11 de diciembre de 2020

El agua y la tierra, más valiosas que el oro: una lección de las comunidades indígenas

Pocas palabras, con mucha sabiduría, de las cuales tenemos mucho que aprender.


El oro condenó a las comunidades indígenas hace más de 500 años. Pero la historia no ha terminado: la extracción a cielo abierto de este metal precioso sigue promoviendo la destrucción de la naturaleza y el despojo de las más de 5 mil comunidades indígenas alrededor del mundo.

Mineras de diversos países se disputan el territorio de América Latina en busca de oro y destruyen con máquinas la biodiversidad, infectan con químicos el medioambiente y le arrebatan sus tierras a los habitantes originarios. Y, por si esto fuera poco, se llevan todas las ganancias a otros países.

La extracción de oro y otros minerales preciosos se ha vuelto más importante que cualquier cosa. Más importante que la vida misma.

Por eso, una mujer indígena dice:
El agua es mi vida, mi sangre, todo. Por eso la defiendo. Si me quitan el agua, si me quitan la tierra: me muero. Me quitan la vida…


¿Quién es ella? Herlinda Solano Santiaguez, habitante del pueblo tlapaneca San Miguel del Progreso, llamado en lengua me’phaa Júba Wajiín. Ella sabe lo que dice porque lleva la tierra en la piel, como todos los de su comunidad; porque ella es el territorio, y el territorio es ella. No existe disociación entre naturaleza y cuerpo en su pensamiento.

Así hablan y así piensan la mayoría de los habitantes de La Montaña de Guerrero, en México, una región con 19 municipios indígenas, cuya condena es el oro que subyace en la tierra. Y por eso, Herlinda insiste:

Somos hijos de la madre tierra. Hay que cuidarla y respetarla.

En la concepción cósmica de este pueblo y de los indígenas en general, los recursos naturales son mucho más importantes que el oro.

Por eso han resistido durante más de 8 años los intentos de las mineras por invadir su territorio y extraer de él la vida, como reportó el medio Sin Embargo, que entrevistó a Herlinda Solano y a otros pobladores de esta región.

Así, recurriendo a un saber ancestral, quienes habitan este territorio montañoso nos transmiten una noción presente en todos los pueblos indígenas del mundo y que nosotros no conocemos: la idea de ser uno con la naturaleza. De mantener el vínculo sagrado que realmente nos une, de manera cósmica, con el uno y el todo.

No podemos conocer ese vínculo porque no lo experimentamos. Contrario a los indígenas, nosotros podemos “prescindir” de la tierra, porque tenemos un trabajo y una tienda cercana en la cual abastecernos –o en otras palabras, un estilo de vida completamente insustentable–. Pero esto no podrá seguir siendo así por mucho tiempo: tenemos que regresar a la naturaleza para sobrevivir, y reaprender a relacionarnos con ella.

Por eso es que esa inspiración que buscamos para elevar la conciencia contemporánea –y volvernos más resilientes– está en las comunidades indígenas. En su cosmovisión, en su buen vivir y en el ejemplo de firmeza de cientos de comunidades indígenas que luchan, por ejemplo, contra la contaminación plástica.

Si no fuera por los indígenas, quizá ya no tendríamos mundo: ellos son los guardianes de la biodiversidad. Pero nos toca aligerar un poco su carga y comenzar a hacernos responsables de lo que, directamente o indirectamente, hemos provocado.

Eso empieza por comprender que el agua y la tierra son más valiosas que todo el oro del mundo.

Fuente: Ecoosfera - 9 de Agosto de 2018

https://ecoosfera.com/mineria-comunidades-indigenas-defensa-territorio-agua/

viernes, 23 de octubre de 2020

Nemonte Nenquimo: una carta de las mujeres que protegen la Amazonia

“Nuestro territorio no se vende. Sin tierra no hay vida” 
Nemonte Nenquimo



Entre los miles de árboles de la Amazonas, viven cerca de 400 pueblos indígenas distintos. Con su propia lengua, cultura y territorio, estas comunidades se levantan fuertes en la defensa de las áreas naturales. Pero, entre los millones de indígenas que viven en la selva se hacen presentes las mujeres; una de ellas es Nemonte Nenquimo.

Originaria de la comunidad Waorani o huaoranís, (gente de la selva), en la selva amazónica ecuatoriana, Nemonte Nenquimo es una de las mujeres indígenas que ha levantado la voz por su comunidad y la naturaleza. Proveniente de un pueblo que hace apenas 50 años tuvo contacto con la “civilización”, Nemonte habla por las mujeres que luchan por el Amazonas.



Esta es una carta desde la Amazonia, un mensaje de la líder ambiental Nemonte Nenquimo al mundo occidental: “Su civilización está matando la vida en la Tierra”:

“Me llamo Nemonte Nenquimo. Soy una mujer waorani, una madre y una líder de mi pueblo y la Amazonia es mi casa. Les escribo esta carta porque los incendios siguen ardiendo. Porque las compañías están derramando petróleo en nuestro ríos. Porque los mineros están robando oro (como lo han estado haciendo durante los últimos 500 años) dejando atrás piscinas abiertas y toxinas.

Porque los invasores y extractivistas de tierras están talando los bosques vírgenes para que su ganado pueda pastar, sus plantaciones puedan crecer y el hombre blanco pueda comer. Porque nuestros mayores mueren de coronavirus, mientras planea sus próximos movimientos para cortar nuestras tierras para estimular una economía que nunca nos ha beneficiado. Porque, como pueblos indígenas, estamos luchando para proteger lo que amamos: nuestra forma de vida, nuestros ríos, los animales, nuestros bosques, la vida en la Tierra, y es hora de que nos escuches.”



Nemonte Nenquimo y el poder del conocimiento de la tierra

El “cowori”, extraño o extranjero ha llegado a representar para las comunidades del Amazonas: el “hombre que sabe muy poco por el poder que ejerce y el daño que causa”. Es posible que el ser humano no se acostumbre a que una mujer indígena lo llame ignorante, pero para las mujeres de estas comunidades es cada vez más claro.

Cuanto menos sabe la “civilización” sobre algo, menos valor tiene para ella y más fácil es destruirlo. Y, esto es exactamente lo que está haciendo la humanidad moderna con la selva tropical, las comunidades indígenas y los recursos naturales.


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“El bosque es mi maestro. Y he aprendido lo suficiente (y hablo mano a mano con mis hermanos y hermanas indígenas de todo el mundo) como para saber que han perdido el rumbo”.

En todos estos años, la “civilización” ha creído que las comunidades indígenas tienen que aprender. Pero, la realidad es que ellos conocen la selva mucho mejor que nuestra tecnología porque han vivido en y con ella. La naturaleza es mucho más compleja de lo que imaginamos, eso lo sabe el pueblo waorani. El resto del mundo es el que no ha entendido la masiva conexión de todo el mundo. Por esa razón es que ahora desde las más profundas selvas hasta el paisaje urbano urgen soluciones climáticas.

Respetar la Tierra antes de salvarla

Las mujeres de la selva amazónica saben que construir una economía mundial basada en la extracción y contaminación no es respetar la tierra. Aunque ellas no han ido a la universidad, ni son políticas, ni científicas, ni médicas o abogadas, saben que han aprendido lo suficiente del bosque para saber que la humanidad ha perdido el rumbo.

La civilización tiene un problema y no lo ha entendido del todo: somos una amenaza para toda la forma de vida en la Tierra. Tenemos una pobreza espiritual generalizada, extinción de especies, pandemia global, crisis climática y más. Nemonte Nenquimo asegura que lo que necesitamos es encontrar la más profunda forma del amor: el respeto. Es ahí en donde reconocemos que “La Tierra no espera que la salven, espera que la respeten. Y nosotros, como pueblos indígenas, esperamos lo mismo”.

Fuente: Ecoosfera 
https://ecoosfera.com/nemonte-nenquimo-amazonas-medioambiente-indigenas-mujeres-crisis-climatica/

domingo, 19 de julio de 2020

La Yerba Mate, "La bebida de los Dioses" que podrìa reemplazar al café

Los indígenas la llaman “la bebida de los dioses”, la cual vincula a través de la energía física, la tranquilidad mental y el placer de estar enfocado en el aquí y en el ahora.


Entre las alternativas más populares del café, se encuentra la yerba mate. Oriunda de América del Sur, principalmente Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, su nombre científico es Ilex paraguariensis.

Así como el café inunda los días de los italianos, la yerba mate se encarna en el día a día de los sudamericanos. Por lo que, para beber este té es indispensable hacerlo con amigos compartiendo la misma tetera como un símbolo de conexión y amistad, pues sus efectos pueden llegar a intensificarse.

Los indígenas la llaman “la bebida de los dioses”, la cual vincula a través de la energía física, la tranquilidad mental y el placer de estar enfocado en el aquí y en el ahora. Si bien contiene menos cantidad de cafeína que el café, produce menos efectos secundarios como dificultades para dormir, la adicción y el temblor en ciertas zonas del cuerpo. Hay quienes dicen que la yerba mate es un energetizante suave, limpio, calmado.




La yerba mate contiene dos principales compuestos: la teobromina y la teofilina. Ambos son alcaloides que proveen efectos estimulantes únicos y evidentes, ideales para atletas que buscan mejorar su performance, para personas que se encuentren física o mentalmente fatigadas, como tónico digestivo que actúa como antibiótico natural contra el E. coli, e incluso como apoyo en el tratamiento de dolor crónico, fatiga y depresión. Además, la yerba mate es una fuente importante de vitaminas, minerales y fitonutrientes como flavonoles, polifenoles, aminoácidos, entre otros. También se le ha llamado “el vegetal líquido” pues fortalece al sistema inmunológico gracias a sus propiedades naturales antiinflamatorias. 

Otro de los beneficios de la yerba mate es el cuidado al óptimo funcionamiento del sistema cardiovascular, pues regula el ritmo cardiaco regularizando el flujo a través de las venas; también el aumento de la densidad ósea, principalmente en mujeres en el proceso menopáusico; como un apoyo para perder peso al reducir el apetito, incrementar la inversión energética y mejorar la sensibilidad a la insulina; y un preventivo de cáncer, como el del esófago, pulmones, boca y faringe.

Fuente: Ecoosfera - 3 de Abril de 2016


sábado, 6 de junio de 2020

Guardianas de la Tierra: 5 mujeres que hay que conocer

En el mundo siempre han existido guardianas de la Tierra que tienen diferentes nombres y causas. Hoy queremos recordar a las que luchan por nuestro futuro.

En una caja, un sobre o un cajón, las personas guardamos cosas que nos importan: cartas viejas, fotos y objetos de todo tipo, que cuentan una historia colectiva o personal. Vigilamos con cuidado. Los sujetos también estamos guardados en un espacio que nos procura, el planeta, pero lo hemos descuidado. Por eso, algunas personas se han convertido en guardianes. Y hoy queremos hacer un recuento de cinco guardianas de la Tierra que quieren proteger la naturaleza y los derechos, para recuperar la memoria como una forma de justicia.

A lo largo del tiempo han existido diferentes tipos de guardianas, por causas, convicciones y contextos. Cada voz amplifica y defiende una forma de vida, pero, aunque cada experiencia es única, hay narrativas que inevitablemente nos atraviesan a todas y todos. El cuidado del medioambiente es una causa a la que eventualmente nadie podrá escapar, porque es un terreno común. Tiene la posibilidad de conjugar voces que no se encontrarían en otros espacios y, en estas épocas polarizadas, es momento de escuchar a las personas que trabajan por un futuro incluyente, respetando la materia primaria de cualquier forma de vida. 

Guardianas de la Tierra, guardianas del futuro (común)

En cada continente hay mujeres poderosas que ofrecen perspectivas particulares para analizar los problemas del cambio climático. No hay espacio suficiente para abarcar todas sus historias, pero empecemos por algunas y conozcamos a estas guardianas de la Tierra.

Máxima Acuña


“Soy pobre y analfabeta, pero sé que nuestra laguna y las montañas son nuestro verdadero tesoro, y lucharé por protegerlo”

Máxima Acuña Atalaya (1970) es una agricultora de Perú que tiene un amor profundo por las montañas. En el momento en el que las mineras las pusieron en peligro, de forma orgánica se volvió una defensora del medioambiente. En su canto está su lucha. Sus esfuerzos contra el megaproyecto minero Conga, propiedad de Newmont Mining y Minas Buenaventura, le concedieron en 2016 el premio Medioambiental Goldman.

Wangari Maathai


“El mundo necesita una ética global con valores que den sentido a la experiencia de vivir”.

Wangari (1940-2011) fue primera mujer africana en recibir un Premio Nobel de la Paz (2004). Y no sólo eso, también fue la primera mujer en África Oriental y Central en obtener un doctorado. Fundó el Green Belt Movement (GBM), una organización ambiental que capacita a las comunidades, en particular a las mujeres, para conservar el medioambiente y mejorar sus posibilidades de vida. Esta guardiana de la Tierra caminó con un paso firme y dejó una huella, semilla por semilla, que florece hasta la fecha.

Xiye Bastida


“La tierra es nuestro hogar. Nos da aire, agua y refugio; es todo lo que necesitamos. Lo único que pide es que la protejamos”.

La activista de 18 años es una voz vibrante. Es por personas como ella que podemos recuperar narrativas que no sean apocalípticas, desde el poder que tenemos de imaginar mundos distintos. Xiye creció en la localidad de San Pedro Tultepec, México, abrazando la creencia indígena otomí: si cuidas la Tierra, ella te cuidará a ti. Actualmente vive en Nueva York y es una de las organizadoras principales de Fridays for Future, un movimiento internacional de estudiantes que usa los viernes para manifestarse y exigir a los líderes del mundo medidas para mitigar los efectos del cambio climático.

Vandana Shiva


“Cada vez que nos involucramos en patrones de consumo o producción que requieren más de lo que necesitamos, nos involucramos con formas de violencia”.


Vandana tiene una postura clara de antiglobalización y consumo, desde una perspectiva decolonial. Estudió Física y obtuvo un doctorado en Filosofía, pero su camino siempre la acercó a la naturaleza. Es conocida por su trabajo de ecofeminismo, junto con Maria Mies, que se define como “un movimiento que ve una conexión entre la explotación y la degradación del mundo natural y la subordinación y opresión de las mujeres”. La académica, escritora y activista, actualmente reside en Delhi, en la India.

Marinel Ubaldo


“Algunos países que históricamente han contribuido más al cambio climático todavía no están sintiendo completamente sus efectos. Es importante que escuchen nuestras historias, para que se den cuenta de que hoy afecta a personas reales”.

En 2013, el tifón Haiyan dejó a su paso un saldo de más de 6,329 muertes en Filipinas. Algunos de los familiares de Marinel murieron en el desastre natural. Ese evento la dejó con una convicción irrevocable de que tenía que dedicar su vida a luchar por la justicia climática. Desde entonces, Marinel ha pasado años haciendo campaña por los derechos ambientales y exigiendo justicia para su comunidad.

Piensa en las cosas o tesoros que guardas, las que no compartes con nadie y las que enseñas con gusto. Recuerda sus texturas y lo que te hacen sentir. Ahora piensa en la Tierra, en algún lugar que sea especial para ti, y pregúntate cómo podrías cuidar de ella. Conviértete en guardiana de quien ya te guarda a ti.

Fuente: Ecoosfera - 4 de Junio de 2020

martes, 19 de mayo de 2020

El activismo ambiental indígena lidera el cuidado de la naturaleza

No importa hacia dónde mires, el activismo ambiental indígena se mantiene en las zonas más importantes de todo el mundo. Alrededor de 37 millones de personas, en 5 mil tribus del planeta y más de 90 países distintos se levantan para defender con su propia vida las reservas naturales donde han vivido por generaciones.


Más allá de ser guardianes de la naturaleza, estas comunidades observan su entorno como un hábitat conectado a gran escala. En él, los habitantes tienen permitido sembrar y cosechar, siempre y cuando los beneficios de la tierra sean devueltos a ella.

Este valioso conocimiento se ha extendido por varias generaciones. El cuidado por el medioambiente que practican estos pueblos resalta la conexión profunda, respetuosa y de cooperación mutua que el resto no ha sabido apreciar.

Debemos darnos cuenta de que la naturaleza forma parte de la supervivencia de todos, no sólo de estas tribus. Sin embargo, estos grupos se han levantado como un ejemplo de activismo ambiental por el cual todos debemos luchar.

Un activismo ambiental indígena ¿o de todos?

Mientras el resto de la sociedad despierta ante la urgencia de defender los recursos de la naturaleza, los activistas ambientales indígenas ponen en riesgo su vida. El informe de enero de 2020 de Front Line Defenders aseguró que 304 activistas fueron asesinados en todo el mundo en 2019.

Los gobiernos siguen aumentando su ímpetu cuando se trata de despojar a estas comunidades de las tierras. El interés en el impulso de la agricultura, minería, deforestación y más actividades comerciales amenaza la estabilidad de los ecosistemas. Los continuos genocidios que se esconden bajo los discursos de participación económica por parte de las comunidades indígenas tan sólo denuncian la explotación masiva de los hábitats protegidos y un despojo arbitrario.

El activismo ambiental indígena ahora se ha teñido de violentas batallas por preservar lo que queda de los recursos. Sin embargo, cada recuento de las víctimas es necesario para denunciar la violencia vinculada a las ambiciones y políticas gubernamentales, así como el crecimiento de la delincuencia organizada.

En países como México el activismo ambiental indígena se enfrenta a batallas más difíciles cada día. Las comunidades indígenas, las cuales protegen y habitan el 50% del territorio mexicano y sus recursos, han perdido a grandes defensores de la naturaleza en lo que va del sexenio actual.

Estos lamentables recuentos son los que queremos evitar a través de la difusión de la importancia del activismo ambiental indígena. Así como estas personas comprenden la relevancia de defender la tierra, también es nuestra responsabilidad hacerlo. Aprendamos de ellos, hagamos su conocimiento nuestro y evitemos el colapso del medioambiente.

Fuente: Ecoosfera - 19 de Mayo de 2020

https://ecoosfera.com/activismo-ambiental-indigena-naturaleza-medioambiente

lunes, 25 de noviembre de 2019

El “buen vivir”: lecciones de los pueblos indígenas de América para aprender a vivir mejor

Los pueblos originarios tienen lecciones para nosotros, provenientes de su ancestral cosmovisión. Conócelas y ponlas en práctica.
Hoy el “buen vivir” se hace presente, y se inscribe incluso en las constituciones de países como Ecuador y Bolivia. Este termino aborda numerosos conceptos ligados a la calidad de vida y a la felicidad de una persona desde la perspectiva social y ambiental, pero también desde la humana. Se trata de una frase que aborda un compendio de principios fundamentales y universales para alimentar la vida misma, ya no sólo como seres en comunidad, sino como seres vivos que tenemos necesidades físicas y anímicas.
El buen vivir es un modelo de vida para muchas culturas indígenas de America; es algo más que un concepto o una utopía. Se trata de una práctica viva, que se vivifica más conforme se comparte, y así es como ha llegado, de generación en generación, hasta los actuales indígenas. Sorprendentemente, casi todas las culturas comparten esta práctica, que aunque es nombrada de distintas maneras, puede ser genéricamente entendida de esta forma.
Por ejemplo, en el mundo andino sudamericano se hace presente en Ecuador, donde se le conoce como Sumak Kawsay; en los aymaras de Bolivia, donde se le conoce como Suma Qamañaos; en los guaranís de Bolivia y Paraguay, que hablan de Ñande Riko (vida armoniosa); y en los mapuches de Chile, que practican el Kyme Mogen. En Centroamérica, los tzeltales de Chiapas se refieren a la vida buena como Lekil Kuxlejal y los idiomas mayas de Guatemala lo traducen como Utzilãj K’aslemal.
Todas estas definiciones aluden a practicas de igualdad, convivencia comunitaria, reciprocidad y relaciones armónicas con los otros y con la Madre Tierra. Y si bien no se trata de idealizar a las culturas precolombinas, sí podemos escuchar lo que la cosmovisión de estos pueblos nos puede aportar en la actualidad, sobre todo en épocas donde en el prototipo de ciudad contemporánea prevalece, por encima de todo, el espíritu individualista, y el poco o nulo respeto hacia el medioambiente.
A continuación te compartimos cinco lecciones halladas en esta profunda cosmovisión que, vale la pena destacar, podría ayudarnos a construir mejores comunidades y un mejor planeta:

La ética cósmica

Convivir bien (y no “vivir mejor que los otros”) es lo que para el sociólogo boliviano Xavier Albó sostiene la ética de estas comunidades indígenas. Es también una ética para con la naturaleza, sobre cómo convivir con todo lo que nos rodea, entendiendo nuestra vida como una profunda interrelación con otros seres vivos y no como un proceso aislado. Así, la ética cósmica del buen vivir toma en cuenta todas las dimensiones de la vida y procura la realización afectiva y espiritual de todos los seres, e incluso del cosmos.
Comprender y llevar a la práctica una ética así requiere un arduo trabajo de reflexión y de lucha diaria por evitar las conductas individualistas y oportunistas que a veces tenemos (quizás con afán de sobrevivir), pero que son muy perjudiciales y poco éticas. Si algo queda claro, es que cultivar otra ética es posible: una de bienestar general y no de bienestar para unos pocos; de solidaridad y no de competencia.

La economía sustentable

Siendo comunidades pequeñas, lo que estos pueblos ponen en práctica suelen ser formas económicas de trueque. También viven con un esfuerzo colectivo y bastante equitativo que hace del trabajo una esfera menos desigual para todos los miembros de la comunidad. Y por supuesto, usan a la naturaleza, pero siempre retribuyendo todo lo que ésta les da.
Todo esto puede ser puesto en práctica por nosotros de forma local: en nuestros espacios de trabajo, en la escuela o con los vecinos, optando por hacer intercambios de diversos productos u ofreciendo trabajo solidario. También podemos hacerlo procurando producir nosotros mismos aquellos objetos que necesitamos, como muebles, ropa, productos de aseo personal u otro tipo de utensilios y productos, volviéndonos más autosuficientes.

Somos uno con la naturaleza

Mantener un lazo de profundo respeto con la Madre Tierra resulta un imperativo para las comunidades indígenas porque desde el buen vivir se entiende que ella, el universo y nosotros somos un mismo elemento de vida. Por eso cuenta David Choquehuanca, indígena y político en Bolivia, que “desde tiempos inmemoriales acostumbramos hablar con nuestras aguas y respetarlas, con nuestro sol y nuestra luna, con los vientos, los puntos cardinales y todos los animales y plantas de nuestras tierras que nos acompañan”.
Nosotros también podemos hablar con la naturaleza: con las plantas que sembremos en nuestro hogar, por ejemplo, pues además de hacerles un bien a ellas (pues está comprobado que son seres que escuchan), nos puede ayudar terapéuticamente. Pero no basta con hablarle a la naturaleza: debemos respetarla a partir de nuestros actos y volvernos más conscientes de nuestra relación con ella, evitando realizar acciones que la afecten, como tirar basura o desperdiciar el agua.

La alimentación: una práctica sagrada

María Eugenia Choque Quispe, maestra de historia en Bolivia, utiliza otro concepto además del de buen vivir: Suma Jakaña, que se centra en la satisfacción de la alimentación para llegar a la plenitud de la vida y al desarrollo de los pueblos. Tiene que ver también con la importancia de producir los propios alimentos y mantener la cultura culinaria, en la cual se incluye el uso de hierbas medicinales.
Producir nuestra propia comida es algo que en las ciudades es posible, mediante huertos urbanos y muros verdes, lo que nos ayudará a llevar el Suma Jakaña a la práctica. Esto favorecerá nuestra salud y nos dará una gran satisfacción, al poder ser más sustentables y autosuficientes. Incluso podemos tener hierbas medicinales y cultivar en nosotros el ancestral saber de la medicina tradicional, lo que nos hará más conscientes de nuestro cuerpo y de cómo curarnos de aquello que padezcamos.

Vivir la vida como un arte

La idea del buen vivir ecuatoriano (Sumak Kawsay) comprende la existencia de los seres humanos como una reintegración de la naturaleza en la historia de los hombres, como inherente al ser social. Por eso, algunos reconocen el Sumak Kawsaycomo un “arte de vida”, idea que nos puede hacer ir más allá de nuestra inmediatez moderna para pensar en el enorme proceso que es la vida en sí
No importa que estemos en grandes urbes donde la vida pasa tan veloz; siempre podemos darnos momentos para reflexionar, pues eso nos ayudará a ver que, aunque lo parezca, no todo gira alrededor de nuestro trabajo, de las deudas o de las calificaciones en la escuela. En ese sentido, la lección del buen vivir es que la vida es mucho más profunda que esas preocupaciones cotidianas, y que somos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos: una gran obra de arte que aún está inconclusa.
Fuentes: Ecoosfera
https://ecoosfera.com/2017/10/buen-vivir-culturas-indigenas-latinoamerica-lecciones/
Consejo Interamericano sobre Espiritualidad Indígena