Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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viernes, 23 de mayo de 2025

El Cacao y las Plumas de Quetzal.




Los Tesoros del Comercio Mesoamericano.

En el fascinante mundo de las culturas mesoamericanas, dos productos destacaron por encima de los demás, el cacao y las plumas de quetzal.

Más que simples bienes, estos elementos representaban riqueza, belleza y poder, y jugaron un papel clave en el comercio y la vida cotidiana de civilizaciones como los toltecas, mayas y mexicas.

El Cacao.
Oro líquido de Mesoamérica.
Para las culturas prehispánicas, el cacao no era solo un alimento, sino un símbolo de estatus y espiritualidad.
Cultivado principalmente en regiones cálidas como la zona maya, el cacao se consideraba un regalo de los dioses, especialmente de Quetzalcóatl, quien, según las leyendas, enseñó a los hombres cómo cultivarlo.

Uso como moneda.
Las semillas de cacao eran tan valiosas que se utilizaban como moneda en el comercio, por ejemplo, con 10 granos de cacao se podía comprar un conejo y con 100, un esclavo.

Bebida de élite.
El cacao molido y mezclado con agua, especias como chile o vainilla y a veces endulzado con miel, se preparaba como una bebida espesa y espumosa llamada chocolatl. Este brebaje era reservado para la nobleza, los guerreros y los sacerdotes, quienes lo consumían en ceremonias religiosas o para aumentar su energía antes de la batalla.

Las Plumas de Quetzal símbolos de majestad.
El quetzal, un ave de plumaje brillante y vibrante, habitaba las selvas de Mesoamérica y era considerado sagrado.
Sus plumas largas y verdes se asociaban con los dioses y la realeza y eran tan preciadas que solo los gobernantes y sacerdotes podían usarlas en sus tocados y vestimentas.

Para proteger al quetzal, las plumas se recolectaban sin dañar al ave. Después, los quetzales eran liberados, ya que matarlos era un sacrilegio.
Las plumas eran usadas para crear tocados, escudos ceremoniales y capas que simbolizaban la divinidad y el poder.

El Comercio que Unía a Mesoamérica.
El cacao y las plumas de quetzal eran bienes esenciales en las rutas comerciales que conectaban diferentes regiones de Mesoamérica.

Desde las regiones cálidas del sur, como Tabasco y Chiapas, el cacao se transportaba hacia el altiplano central, donde era un artículo codiciado por los mexicas y toltecas.
Intercambio de plumas.
Las plumas de quetzal, provenientes de las selvas mayas, llegaban a lugares como Tenochtitlán y Tula, donde adornaban a los líderes y eran ofrecidas a los dioses en rituales.
Estas rutas comerciales no solo movían bienes, sino también ideas, tradiciones y tecnologías, fortaleciendo la conexión entre las distintas culturas de Mesoamérica.

Rituales y Significado Espiritual
Ambos productos tenían un profundo significado espiritual.

El cacao, considerado un regalo divino, se ofrecía en ceremonias religiosas y se usaba en rituales de matrimonio, simbolizando prosperidad y fertilidad.

Las plumas de quetzal, por su asociación con los dioses, eran ofrecidas como tributo en templos y formaban parte de las ceremonias para honrar a figuras divinas como Quetzalcóatl.

Estos productos no eran solo bienes de lujo, sino también símbolos de identidad cultural, su valor trascendió el tiempo y las fronteras, convirtiéndolos en legados que aún fascinan a quienes estudian las culturas prehispánicas. 

jueves, 1 de mayo de 2025

El Cacao

En lugar de preguntarnos dónde “nació” el cacao en un sentido excluyente, podemos reconocer que su historia nos vincula: a quienes lo cultivan, lo transforman, lo estudian y lo celebran.

Amazonía y Mesoamérica son dos latidos de una misma semilla. Y hoy, más que nunca, necesitamos escucharlos juntos.

El cacao no tiene un solo origen, sino múltiples raíces que convergen en una historia común.
La evidencia genética y arqueológica señala que el Theobroma cacao surgió en la región amazónica, donde fue domesticado por comunidades que lo aprovecharon desde hace miles de años. Ahí está su origen biológico.

Sin embargo, fue en Mesoamérica donde el cacao se transformó profundamente en el plano cultural: se convirtió en bebida ritual, en ofrenda, en símbolo de estatus y hasta en moneda. Las civilizaciones olmeca, maya y mexica lo integraron a su vida espiritual y cotidiana, dándole un significado que trascendió su carácter alimenticio.

Estas dos dimensiones —la amazónica y la mesoamericana— no se contradicen ni compiten. Al contrario, nos muestran cómo el cacao es fruto de un legado compartido que atraviesa territorios y tiempos. 

Fuente: AmanoArte


martes, 20 de agosto de 2024

El Cacao


El cacao tuvo un simbolismo profundo y multifacético en las culturas prehispánicas de Mesoamérica, especialmente entre los mayas y aztecas. Aquí algunos de los principales aspectos de su simbolismo:

1. El Cacao como Alimento de los Dioses.

-El nombre científico del cacao,"Theobroma cacao", significa "alimento de los dioses". En la mitología mesoamericana, el cacao era considerado un regalo divino. Para los mayas, el dios Kukulkán (o Gucumatz en otros relatos) les había enseñado a cultivar el cacao. Los aztecas, por su parte, creían que Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, les había otorgado este conocimiento. Consumir cacao en sus ceremonias era una forma de conectar con lo divino y de recibir la energía y sabiduría de los dioses.

2. Símbolo de Vida y Fertilidad.

-El árbol del cacao estaba estrechamente relacionado con la fertilidad y la vida. En la cosmología maya, el cacao simbolizaba la abundancia y la capacidad de la tierra para nutrir a sus habitantes. Su forma de fruto, que contiene muchas semillas, se asociaba con la reproducción y la continuidad de la vida.

3.Elemento Ritual y Sagrado.
-El cacao era un componente esencial en las ceremonias religiosas. Se utilizaba en ofrendas a los dioses, y su consumo estaba reservado para ocasiones especiales y para las élites sociales. En las ceremonias, el cacao se mezclaba con ingredientes como chile, miel, o flores, y se bebía como una forma de honrar a los dioses y pedir sus bendiciones.

4.Simbolismo en la Muerte y el Renacimiento.

-En algunas culturas, el cacao también tenía un papel en los rituales relacionados con la muerte y el renacimiento. Se colocaban semillas de cacao en las tumbas como ofrenda para acompañar al difunto en su viaje al inframundo. Este acto reflejaba la creencia en la vida después de la muerte y la importancia del cacao en la transición de una vida a otra.

5.Símbolo de Poder y Riqueza.

-El cacao también era un símbolo de estatus y poder. Solo las clases altas podían consumirlo regularmente, y su uso estaba asociado con la realeza, los sacerdotes y los guerreros. Además, los granos de cacao se utilizaban como moneda, lo que subrayaba su valor tanto económico como simbólico.

6.Conexión con la Naturaleza y el Cosmos.

-El cacao estaba intrínsecamente vinculado con la naturaleza y el cosmos. Su cultivo y cosecha seguían los ciclos naturales, y el árbol mismo era visto como un símbolo de la conexión entre la tierra y el cielo. Los rituales que involucraban cacao eran a menudo celebraciones de la naturaleza y formas de mantener el equilibrio y la armonía entre los humanos y el mundo natural.

7.El Cacao en la Creación del Mundo.

-En algunas narrativas, el cacao juega un rol en la creación del mundo. Se cree que los dioses lo plantaron como uno de los árboles sagrados, y su fruto era parte de los elementos necesarios para dar forma a la vida humana y a la civilización.

8.Representación del Corazón y la Sangre.

-El cacao, por su color oscuro y el uso en bebidas espesas, estaba a veces asociado con la sangre, un líquido sagrado en muchas culturas mesoamericanas. En este sentido, podía simbolizar el corazón, el centro vital del ser humano, y se usaba en ceremonias para simbolizar la vida y el sacrificio.

El cacao, por tanto, no solo era una planta alimenticia, sino un elemento central en la cosmovisión prehispánica, cargado de significados espirituales, sociales y económicos.

miércoles, 26 de agosto de 2020

Cacao: Historia y propiedades medicinales



Cuando los conquistadores españoles llegaron a tierras americanas, observaron con curiosidad la bebida espumosa y sagrada que le servían en grandes jarras de oro al monarca azteca Moctezuma, que por estar siempre rodeado de mujeres hermosas, pensaron que se trataba de una bebida afrodisíaca. Descubrieron que ese brebaje se extraía de unas almendras de frutos desconocidos hasta entonces por los europeos y que provenía de tierras dominadas por los mayas, que suministraban el producto a los aztecas mediante intercambios comerciales entre ellos.

Los mayas además, usaban esas almendras como moneda corriente, con tablas de equivalencias propias, y preparaban con ellas una bebida amarga y picante a la que llamaban “xocoalt”.

Ese fruto comenzó a llevarse a España después de 1519 como remedio revitalizante, pero en principio, no fue muy bien aceptado por su gusto amargo. No se sabe quién colocó azúcar por primera vez a estos brebajes, pero todo cambió cuando descubrieron que la mezcla de esos dos productos del nuevo continente, (la caña de azúcar y el cacao) tenían un gusto “mágico”.

Por lo tanto, aquella bebida que los nativos llamaban “xocoalt”, pasó a llamarse “chocolate” al oído y al lenguaje español, substituyendo la pimienta por azúcar, con lo que despertó el interés de toda la nobleza española y de la aristocracia de Europa. Muy pronto los franceses, holandeses e ingleses, comenzaron a llevar las plantas de cacao a sus colonias tropicales.

Recién en 1753, se denominó a la planta con el nombre científico de Theobroma cacao, que proviene del griego y significa, “alimento de los dioses”.

En el siglo XVIII se le agregó la manteca de cacao y la leche, coincidiendo con la aparición de las primeras “casas de chocolate” en Europa. Fue también en ese período en que la Royal Navy incluyó al chocolate en sus raciones de combate, por su poder estimulante y por el buen humor que generaba en las tripulaciones.

Hoy se considera al cacao un superalimento, cada vez más cerca de ser un medicamento, que de una golosina.

Lo cierto es que tenemos que diferenciar lo que llamamos chocolate, a lo que es el cacao en estado puro 100%., ya que el chocolate es apenas un alimento a base de cacao en diferentes proporciones, que para ser considerado beneficioso a la salud, se estima que debería tener como mínimo un 70% de cacao, ya que cuanto más pura es la versión, más principios activos beneficiosos va a contener.

Al hablar del cacao en sus formas más puras, podemos encontrar los siguientes componentes.

Flavonoides: Son los antioxidantes más poderosos y abundantes del cacao puro 100%, clasificados por los científicos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) en una tabla de valores con un índice conocido como ORAC, (Oxygen Radical Absorbance Capacity) y su traducción significa, capacidad de absorción de radicales libres. Cuanto mayor es la capacidad de neutralizar esos radicales libres, mayor es el índice ORAC.

Recordemos que la acumulación de radicales libres nos conduce al envejecimiento por oxidación, a las enfermedades neurodegenerativas como es el caso del Alzheimer, a las afecciones cardiovasculares, y también al cáncer. En su clasificación ORAC, está por delante del vino tinto, del té, del jengibre, de las nueces, de los arándanos (blue Berry) y muchísimos otros respetadísimos alimentos considerados antioxidantes.

Alcaloides: La teobromina es el principal alcaloide de las almendras del cacao, favoreciendo el entusiasmo, la animación y también la felicidad, por lo que se lo considera un antidepresivo suave y natural. Su efecto vasodilatador contribuye a regular la presión arterial. Tiene efecto broncodilatador, lo que mejora la oxigenación pulmonar con capacidad de aliviar la tos y las crisis de asma. La teobromina mejora la digestión estimulando la sensación de saciedad.

Fibras: Ayudan a reestablecer las bacterias benéficas de la flora intestinal que fortalecen el sistema inmunológico, funcionando como barrera de protección de la mucosa intestinal evitando el “intestino poroso”, pero además, sintetiza serotonina, que es un neurotrasmisor relacionado a la sensación de euforia y del buen humor.

Vitaminas: Aporta las vitaminas A, E, C, B1, B2, y B6

Minerales: Se destaca la importante cantidad de magnesio que contiene el cacao, que es un mineral “maestro”, que interviene en unas 300 reacciones químicas del metabolismo, regulando el sistema cardiovascular, el equilibrio oseo, el sistema inmune y la vista. Presenta cantidades significativas de potasio y calcio, ambos importantísimos para el esqueleto, las funciones musculares y la regulación del PH en sangre entre otras.

Oligoelementos: Entre varios que contiene, predomina la presencia de zinc, necesario para el sistema inmune, la regulación de la glicemia, fortalece el cabello y las uñas. Es importante para la correcta visión y está presente en la síntesis de hormonas sexuales. Cumple funciones que lo relacionan al desarrollo del intelecto.

Nutrientes: Contiene carbohidratos complejos, grasas saludables y proteínas.

En las almendras de cacao está presente la feniletilamina, que es un neurotransmisor que se ha revelado como el responsable de la sensación de enamoramiento, pero también el que nos hace adictos al chocolate, estando en realidad todo relacionado, ya que el amor y el chocolate siempre fueron “inseparables”.

Los antioxidantes proporcionan a la piel, herramientas que le sirven para permanecer por más tiempo joven, pero insistiendo siempre que para obtener los beneficios, son necesarias las versiones más puras del cacao.

Es muy importante resaltar, que la diferencia entre un remedio y un veneno, muchas veces es apenas la cantidad consumida, por lo que todo requiere criterio, responsabilidad, lógica y moderación. En analogía a lo que ocurre con un buen vino, al que no deberíamos exceder más de una copa al día, una barra de cacao de 80 gramos, debería durar al menos una semana para considerar todas sus propiedades beneficiosas, sin caer en exageraciones.

Artículo escrito por el Dr Carlos Rafael Levigne (Médico).
Universidad de Buenos Aires.
Especializado en Dermatología.
Coaching nutricional.

Fuente: El Independiente Iguazú - 24 de Agosto de 2020