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Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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martes, 24 de mayo de 2022

Declaran como «sitios sagrados» a Punta Querandí y La Bellaca



El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) reconoció como «sitios sagrados» a Punta Querandí y La Bellaca, ubicados en la localidad de Dique Luján, en el partido de Tigre; y a Cerro La Caballada, situado en el distrito de Carmen de Patagones. «Este paso nos da fuerzas para encarar lo que viene: el regreso de 42 ancestros al sitio Arroyo Sarandí, una zona hoy ocupada por Nordelta, y la defensa de otros espacios territoriales en peligro por emprendimientos inmobiliarios», afirmaron desde la comunidad indígena. Por Punta Querandí.

La resolución del organismo nacional, firmada el 17 de mayo por su presidenta Magdalena Odarda, apunta a proteger, visibilizar y honrar las diversas actividades ceremoniales, espirituales y culturales que realizan los pueblos originarios en estos espacios.

El territorio ancestral de Punta Querandí, enclavado en una zona de enterratorios que fueron destruidos por el emplazamiento sin control de distintas urbanizaciones de barrios privados, es protegido hace más de una década por una comunidad pluriétnica. En el lugar, se conservan restos arqueológicos indígenas de mil años de antigüedad y se realizan ceremonias y actividades educativas abiertas a toda la sociedad.

«Es una gran alegría que desde el Estado se reconozcan nuestros sitios sagrados en el Conurbano bonaerense», expresaron desde la Comunidad Indígena Punta Querandí, que realizó su primera solicitud formal hace casi 15 años.

«Este paso nos da fuerzas para encarar lo que viene: el regreso de 42 ancestros al sitio Arroyo Sarandí, una zona hoy ocupada por Nordelta, y la defensa de otros espacios territoriales en peligro por emprendimientos inmobiliarios», agregaron.

«En los sitios sagrados de Punta Querandí y La Bellaca el año pasado logramos reenterrar a ocho ancestras y ancestros, que retornaron a sus territorios después de varias décadas de estar en poder de un grupo de arqueólogos que negaban nuestros derechos», valoraron.

Mientras que Punta Querandí firmó un Convenio de Propiedad Comunitaria con el Municipio de Tigre, en La Bellaca se encuentran delimitados tres sitios ancestrales con alambrados de seguridad dentro de un corredor público afuera del emprendimiento inmobiliario Santa Ana, en la entrada de Villa La Ñata.

Sin embargo, otros dos sitios identificados en La Bellaca fueron entregados por los arqueólogos, una decisión que tuvo la aprobación de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural en 2014 y se ocultó deliberadamente a los referentes indígenas, quienes recién se enteraron media década después cuando en una audiencia pública se evaluó el estudio de impacto ambiental pagado por la empresa EIDICO.


«Una tarea inédita en nuestro país»

El antropólogo y especialista en restituciones del INAI, Fernando Miguel Pepe, explicó: «Venimos analizando una serie de pedidos y reclamos históricos de las comunidades originarias de todo el territorio nacional; la declaración de sitios sagrados a sus enterratorios ancestrales es una tarea inédita en nuestro país».

«Ya se han declarado sitios sagrados en tres provincias: Río Negro, Chubut y Buenos Aires; la mayoría correspondientes a pedidos de comunidades pertenecientes a los pueblos mapuche y tehuelche. Pero ahora se suma la comunidad multiétnica, con integrantes de los pueblos qom y guaraní, de Punta Querandí», valoró Pepe.

Por su parte, respecto al Espacio Ancestral, Ceremonial, Filosófico y Espiritual llamado «Cerro de la Caballada», situado en el límite entre Buenos Aires y Río Negro, la resolución del INAI lo declara «Sitio Sagrado» de los pueblos originarios a partir de una solicitud de las comunidades mapuche-tehuelche Waiwen Kurruf, Inan Leufu Mongeiñ y Leufu Ka Lafkenche, localizadas en Carmen de Patagones y Viedma.

Fuente: ANRed - 22 de Mayo de 2022
https://www.anred.org/2022/05/22/declaran-como-sitios-sagrados-a-punta-querandi-y-la-bellaca/

martes, 11 de enero de 2022

El INAI aprobó la restitución de restos de pueblos originarios más grande de Argentina




Se trata de 42 restos pertenecientes a la "Comunidad Indígena Punta Querandí", del partido de Tigre, que son reclamados desde 2009.

El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) aprobó este lunes 10 de Enero de 2022  la restitución de los cuerpos de 42 ancestras y ancestros a la Comunidad Indígena Punta Querandí, del partido de Tigre, lo que se convertirá en la más grande que se concrete en el país. Los restos humanos deberán reenterrarse donde se localizaba el sitio arqueológico “Arroyo Sarandí”, destruido por Nordelta a fines de los ’90.

Se multiplica el proceso de reentierros de los Pueblos Originarios en el distrito de Tigre, considerada una parte necesaria de la reparación histórica. Luego de devolver a sus sitios sagrados los restos humanos de 8 antepasados durante el 2021, ya se inició la segunda etapa con 42 cuerpos que fueron excavados un siglo atrás por un arqueólogo estadounidense.
Reinaldo Roa del Consejo de Ancianos de la Comunidad Indígena Punta Querandí, señaló: “Los gobiernos tienen que respetar los enterratorios de nuestros antepasados. Recuperar sus cuerpos fortalece nuestra espiritualidad y eso va a hacer que más personas se reencuentren con sus raíces”.

"Gracias al Gran Espíritu por oír nuestros pedidos y poder así reivindicar el respeto que se les debe a nuestros pueblos desde hace mucho tiempo", declaró Santiago Chara del Consejo de Ancianos de Punta Querandí y autoridad de la Comunidad Qom Cacique Ramón Chara, quien agradeció la labor del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI.

"Estas tierras recuperan a sus guardianes que vuelven para fortalecernos y recordar a los que quieren negar nuestros derechos invisibilizando la historia ancestral del territorio. Aún hay mucho que reparar y estamos en ese camino”, subrayó Jésica Zalazar del Consejo de Mujeres.

“Es nuestro deber como comunidad", coincidió Alfonsina Bissoni también de Punta Querandí: “No podemos echar a las personas que viven en estos barrios privados pero sí podemos recuperar a los ancestros y devolverlos a sus sitios sagrados, recuperar sus cerámicas, reconstruirlas, demostrar que cazaron en estas tierras, pescaron en estos ríos. Acá estuvieron y estamos haciendo memoria histórica para que eso no se olvide nunca”.

El famoso megaemprendimiento inmobiliario Nordelta y otros complejos similares como Villa Nueva arrasaron a fines de los '90 miles de hectáreas de humedales continentales y enterratorios indígenas en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes, entre otros pueblos.

A partir de ese contexto, se constituyó la Comunidad Indígena Punta Querandí y después de más de una década de lucha, logró dos importantes triunfos: el reconocimiento de la propiedad comunitaria de su territorio ubicado en el Paraje Punta Canal y la recuperación de los cuerpos de los ancestros. También, en conjunto con sectores vecinales, ambientales y políticos, se ganó una nueva normativa de protección de los humedales continentales.

UN ACTO DE JUSTICIA

Fernando Miguel Pepe, coordinador del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y protección de Sitios Sagrados del INAI, expresó a Télam: "Es un pedido de restitución que cumplió una década. En marzo del 2021 entregamos 8 ancestras y ancestros que ya están enterrados 7 de ellos en sus sitios sagrados, y el octavo en territorio comunitario. Ahora vamos a cerrar el ciclo terminando con esta segunda etapa para dar fin a estos reclamos de años".
Estos casos, los primeros en el área metropolitana de Buenos Aires, fueron fruto de la articulación entre el INAI, el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas (CPAI), el Instituto Nacional de Antropología (INAPL) y el Municipio de Tigre. También hubo declaraciones de interés legislativo en el Concejo Deliberante y la Cámara de Diputados Bonaerense y un cambio de mirada en las nuevas autoridades de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural, que antes desoían los reclamos. La Defensoría del Pueblo de la Nación fue otro actor importante en los últimos años.
"Cada restitución es un acto de justicia para las comunidades y un granito de maíz en la larga lucha de los pueblos", destacó Pepe, quien brindó algunos datos muy particulares sobre Samuel Lothrop, el arqueólogo responsable de excavar los restos humanos de los ancestros en 1925.
"Lothrop trabajó intensamente para el servicio de espionaje de los Estados Unidos utilizando su carrera como una fachada para la labor de recolección de información estratégica en los países que recorría", explicó Pepe.
Y agregó que "fue uno de los pocos extranjeros a quienes se les autorizó conducir excavaciones en territorio argentino. Aunque aún no se desclasificaron documentos que lo involucren con su trabajo en la CIA en Argentina, sí salieron a la luz su labor durante décadas para esa agencia y otras, en otros países que visitaba como arqueólogo".

TIGRE ESPACIO DE MEMORIA

Con el retorno de los 50 antepasados a sus lugares ancestrales en Punta Querandí, en La Bellaca y Arroyo Sarandí, el territorio tigrense se fortalece como espacio de memoria y reafirmación de la preexistencia y la resistencia indígena en Buenos Aires.

Fuente: Punta Querandi FB - 10 de Enero de 2022

martes, 21 de diciembre de 2021

Siete ancestros restituídos a la comunidad indígena de Punta Querandi fueron reenterrados


Se trata de los restos de 6 adultos y un niño, de casi mil años de antigüedad, que dicha comunidad reclamaba desde el 2009 a Patrimonio de la provincia de Buenos Aires. Se consideró la restitución masiva más importante que se realizó en el distrito.


Siete ancestros restituidos a la comunidad indígena de Punta Querandí fueron reenterrados, según las tradiciones de ese pueblo, en los sitios sagrados de La Bellaca, en el límite de Dique Luján y Benavídez, informaron integrantes de ese pueblo originario.

Se trata de los restos de 6 adultos y un niño, de casi mil años de antigüedad, que la Comunidad Indígena de Punta Querandí reclamaba desde el 2009 a Patrimonio de la provincia de Buenos Aires para que le restituyera los restos humanos y finalmente en marzo último lo logró, en lo que se consideró la restitución masiva más importante que se realizó en el distrito.

La Comunidad dio a conocer hoy en un comunicado que el reenterramiento se realizó el domingo último, en lo que se vivió como "un acto de justicia, de reparación y un hecho histórico".

"Un cortejo de vehículos partió desde el Paraje Punta Canal en las inmediaciones de Punta Querandí, se dirigió por el ex camino ferroviario conocido como la Vía Muerta y atravesó los pueblos de Dique Luján y Villa La Ñata, en el norte de Tigre, siempre encabezada por una camioneta que trasladaba los cuerpos de los antepasados", detalló el comunicado.

Una vez en los dos sitios arqueológicos en La Bellaca y La Bellaca 2 se realizaron las ceremonias de reentierro, que se hizo bajo la lluvia.

Santiago Chara, del Consejo de Ancianos de Punta Querandí y autoridad de la Comunidad Qom Cacique Ramón Chara de Benavidez, expresó que "el reentierro en La Bellaca fue muy emocionante, estoy muy feliz de que vuelvan otra vez a la tierra los ancestros y ancestras que nunca deberían haber salido de ese lugar».

"Se confundían las lágrimas con la lluvia. Fue un día de justicia. Nuestras ancestras todavía se siguen comunicando con nosotras, en sueños, en hechos de la naturaleza, ese día llovió y después salió el sol", subrayó Cintia López, cacica de la Comunidad Qompí de Garín.


Destacó, en alusión a una de las ancestras, una mujer de mil años de antigüedad que "fue muy fuerte esa comunión de mujeres de fuego llevando a esta gran guerrera que su espíritu luchó para ser libre y volver nuevamente a su territorio".

Por su parte, el coordinador del Programa Nacional de Identificación de Restos Humanos Indígenas, Fernando Miguel Pepe, expresó a Télam que "cada restitución tiene diferentes pasos, empiezan con el reclamo, luego la resolución positiva del INAI, posteriormente la restitución en si misma y finalmente el entierro o re entierro en la comunidad en en los sitios sagrados profanados como son los casos de la Comunidad de Punta Querandí".

"Todo ese proceso se enmarca en una política publica de reparación histórica a las comunidades que tiene que desembocar inexorablemente en una Ley de Propiedad Comunitaria", destacó.

Explicó que "nosotros solo ponemos desde nuestro lugar en el mundo, la antropología, un granito de maíz a fin a paliar una de las múltiples secuelas del genocidio sufrido a fines del siglo 19 la apropiación de las y los ancestros de las comunidades para exhibirlos como primitivos salvajes que se extinguían por su propia debilidad biológica ocultando así el genocidio que estaban sufriendo".



Más de medio centenar de personas participaron del acontecimiento y al finalizar los reentierros compartieron una emotiva ronda, entre integrantes de la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar, comunidades de otros distritos, familias de barrios populares linderos, ambientalistas y movimientos sociales y políticos cercanos a los reclamos.

Reinaldo Roa, del Consejo de Ancianos y miembro del Pueblo Guaraní, manifestó en un comunicado de Punta Querandí que "nuestra misión es reconstruir lo destruido" y aseguró que "los ancestros están volviendo para ser los guardianes del territorio para que no sigan destruyendo todo".

Fuente: Telam - 17 de Diciembre de 2021

jueves, 22 de octubre de 2020

La Universidad de La Plata restituirá los restos de un hombre de pueblo indígena a su comunidad

Yagan Maish Kensis llegó prisionero al Museo de La Plata en 1886 junto a otros integrantes de su comunidad, con la que también había compartido cautiverio durante dos años en una misión en Ushuaia.


Los restos de un hombre perteneciente al pueblo indígena yagán, comunidad originaria del archipiélago fueguino, serán restituidos a esa comunidad en noviembre próximo luego de haber sido exhibidos hasta el 2006 en las vitrinas del Museo de la Universidad Nacional de La Plata, informó esa casa de estudios

Se trata del joven Yagan Maish Kensis, quien llegó prisionero al Museo de La Plata en 1886 junto a otros integrantes de su comunidad, con la que también había compartido cautiverio durante dos años en una misión en Ushuaia.

Tras morir, en 1894, a los 22 años prisionero de la ciencia, su cuerpo fue descarnado y su esqueleto, cerebro, piel y cuero cabelludo exhibidos en las vitrinas del museo platense, hasta el 2006, cuando el colectivo de antropólogos Guias lo identificó y denunció el hecho logrando que fuera retirado de exhibición el 22 de agosto de 2006.

La Comunidad Yagán Bahía Mejillones, Ukika, Comuna de Cabo de Hornos, Chile, reclama, desde 2008, la restitución de Maish Kensis.

El antropólogo Fernando Miguel Pepe, del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), acompañó a la comunidad durante este proceso de reclamo y confirmó a Télam que "el INAI ya aprobó la restitución y ahora esperamos que el próximo 20 de noviembre el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, se apruebe la restitución de Maish Kensis como ya nos confirmaron las autoridades de esa alta casa de estudios".

Miembros de la comunidad yagán "Paiakoala" de Tierra del Fuego, encabezados por María Vargas y autoridades provinciales trabajan en la organización del "operativo de restitución" y los actos ceremoniales de restitución de Maish Kensis a su comunidad.



La Secretaria de Pueblos Originarios de Tierra del Fuego, Vanina Ojeda Maldonado, explicó a Télam que "para nosotros sacar a nuestras hermanas y hermanos de las vitrinas de los museos para ser restituidos a sus familias originarias es una reparación histórica para nuestros pueblos".

"Desde la secretaría de Pueblos Originarios estamos trabajando con María Vargas, del pueblo yagán de Ushuaia y coordinando con el INAI para viajar a La Plata a concretar la restitución, luego trasladaremos al hermano desde La Plata a Ushuaia y desde aquí, finalizaremos la restitución a la comunidad Yagán de Puerto Williams en Chile", agregó.

Mañana, desde el canal de la Embajada de Chile en Argentina se transmitirá una charla donde especialistas de Argentina y Chile expondrán sobre la historia de los pueblos originarios fueguinos, el genocidio perpetrado sobre ellos y el estado actual del reclamo por la restitución de Maish Kensis.

Sobre esa charla Fernando Pepe, quien participará en su rol de Coordinador del Programa Nacional de Identificación de Restos Humanos Indígenas del INAI, explicó que "fue una iniciativa muy buena que nos ayuda a avanzar en la logística para el traslado de Maish Kensis a Chile".

"También es posible que ahora podamos llegar a las comunidades Kawésqar que sobrevivieron al genocidio en Chile y así realizar la restitución de Tafa una mujer de ese pueblo que también murió dentro del Museo de La Plata, en 1887, en manos del perito Moreno", adelantó.

La secretaria fueguina valoró que "nos pareció oportuno esta gestión de unir a Argentina y Chile, porque cuando hablamos de restituciones y pueblos originarios, tenemos que considerar que los pueblos son preexistentes al estado. Es decir que antes de que se organizaran los países, los pueblos existían y compartían territorio".

Fotografía 1: Restos óseos del jóven exhibidos en el Museo Platense.
Fotografía 2: Maish Kensis llegó como prisionero al Museo de La Plata en 1886.

Fuente: Telam - 21 de Octubre de 2020.

viernes, 16 de octubre de 2020

Prisioneros de la ciencia



No debe haber símbolo más elocuente de la degradación a la que intentó someter a los pueblos originarios una visión parcial e interesada de la historia americana construida básicamente durante la segunda mitad del siglo XIX, que la exhibición de los restos de hombres, mujeres y niños de esas comunidades en museos argentinos, particularmente el de La Plata. 

El caso más conocido es el del cacique Calfucurá, que había sido enterrado en su comunidad, pero su tumba profanada durante la conquista del desierto y sus huesos robados. El cráneo terminó en el Museo de La Plata y durante más de un siglo permaneció exhibido en sus vitrinas.

Como aquella visión de los pueblos aborígenes se ha ido transformando, sobre todo en las últimas décadas, y ha ganado terreno una perspectiva de revisión histórica que reivindica el pasado precolombino, la exhibición de restos de personas ha sido prohibida y se propicia la restitución a las propias comunidades. Ya se han hecho más de un centenar de esas reposiciones en la última década a través del Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas, y eso es lo que sucederá con el cráneo de Calfucurá el año que viene.

Aunque la historia oficial casi ni lo mencione, no era un cacique cualquiera, sino un líder de su comunidad durante varias décadas, con ascendencia en otras etnias y uno de los grandes estartegias políticos de su época, según algunos historiadores. Hijo del célebre cacique Huentecurá, que cooperó con San Martín en el cruce de los Andes, Calfucurá tuvo negociaciones permanentes con líderes políticos de la talla de Juan Manuel de Rosas, Justo José de Urquiza, Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento.

Con este último, que sentía una públicamente admitida aversión por los pueblos originarios, mantuvo incluso un intercambio epistolar.


El 30 de enero de 1873, en una carta dirigida al entonces presidente de la Nación, el cacique reflexionaba: “Queremos la paz, que nada sacamos en que nos estemos matando unos a otros (...) es mejor vivir como hermanos de una misma tierra que somos”.

Pocos meses después murió y su cuerpo enterrado en una gran ceremonia en el actual territorio pampeano. Y su anhelo de paz vulnerado con la denominada Conquista del Desierto, que constituyó un genocidio de las tribus autóctonas y que terminó saqueando sus propios restos. 

La tumba fue profanada por el general Nicolás Levalle. El cráneo terminó en manos del fundador del Museo de La Plata, el perito Francisco Moreno, y, como se dijo, exhibido al público.

El antropólogo Fernando Miguel Pepe llama a Calfucurá “prisionero de la ciencia”. Pero a partir de una revisión de la perspectiva de la historia argentina y la reivindicación cultural y política de los pueblos originarios, todos los prisioneros empiezan a ser liberados. No sólo de la vitrina de los museos, sino también del lugar relegado que un relato parcial e interesado les adjudicó durante mucho tiempo. 

Fuente: Diario El Ancasti (San Fernando del Valle de Catarmarca) - 15 de Octubre de 2020.

domingo, 11 de octubre de 2020

Después de 141 años, volverá a su tierra el cacique Calfucurá

Los restos del líder mapuche fueron profanados en 1879 y su cráneo entregado al Museo de La Plata. Las autoridades buscan que sea devuelto el 7 de junio de 2021, aniversario de su muerte. Además, se creará la Ruta del Toki Calfucurá por distintas provincias del país.



Llega un nuevo 12 de Octubre. Y las luchas y resistencias indígenas persisten. Al genocidio ocurrido en estos cinco siglos se le suma el simbólico. Sus historias permanecen invisibilizadas en la historia argentina, y los efectos llegan hasta la presencia de cuerpos indígenas en museos, como reliquias. El caso paradigmático es el de Calfucurá, cuyo cráneo permanece aún en el Museo de La Plata. Según las autoridades, en junio del año próximo podría ser restituido, algo que ya lograron con más de cien personas desde 2010.

“Queremos la paz, que nada sacamos en que nos estemos matando unos a otros (...) es mejor vivir como hermanos de una misma tierra que somos", le escribió Juan Calfucurá a Sarmiento el 30 de enero de 1873, reflejando dotes que destacan quienes lo estudian: el poder de diálogo, negociación y su conocimiento del contexto. Menos de seis meses después, la noche del 3 de junio, falleció. Lo enterraron en el paraje Chillihué, en La Pampa, en una gran ceremonia de la que participaron jefes de toda la región, teniendo en cuenta que su influencia iba desde la zona entrecordillerana (fue hijo del célebre cacique Huentecurá, que cooperó con San Martín en el cruce de los Andes) hasta la provincia de Buenos Aires y las Salinas Grandes, en un liderazgo que duró más de cuatro décadas, negociando permanentemente con las autoridades de la nación criolla, como Mitre, Urquiza y Rosas, con quien pactó acuerdos comerciales.

Seis años después, con la mal llamada Conquista del Desierto, su tumba fue profanada. El teniente coronel Nicolás Levalle robó su cráneo y se lo entregó a Estanislao Ceballos, que a su vez se lo "obsequió" al perito Francisco Moreno, fundador del Museo de La Plata, supuestamente para ser medido y comparado con otros 5000 similares, todos exhibidos en la muestra "cráneos araucanos". Hasta los años '40 se exhibió al público.

"Prisionero de la Ciencia", lo llama el antropólogo Fernando Miguel Pepe, coordinador del Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), quien desde 2014 viene trabajando en su restitución: "Es muy complejo, porque hay muchas comunidades y organizaciones reclamantes. Se acordó por unanimidad que va a ser restituido al Lof de San Ignacio, de Neuquén, donde ya se encuentran los restos de su hijo, Manuel Namuncurá, y su nieto, Ceferino Namuncurá, el beato, pero aún las comunidades están discutiendo dónde lo enterrarán, si ahí o en Chillihué".

A pedido de la comunidad mapuche Newen Lelfün Mapu de La Pampa, se creó el 1 de septiembre la “Comisión Kallfükura”, conformada por militantes, investigadores y artistas con semejanzas a la Comisión Piedra Azul, que organiza junto al INAI el conversatorio “La Ruta del Toki Calfucurá: hacia una reparación histórica”. Desde la Comisión Kallfükura aspiran a que la restitución incluya acciones para "cuestionar discursos y prácticas negacionistas, etnocentristas y estigmatizadoras, en un marco político y pragmático más amplio, contribuir al fortalecimiento de la memoria colectiva indígena y reivindicar la figura de Kallfükura, líder político y espiritual que logró articular posiciones diferentes y alcanzar consensos a nivel regional", a través de futuras charlas de difusión, actividades artísticas o materiales didácticos. Y enfatizan en que se debe evitar que "las políticas patrimonializantes conviertan espacios significativos para los pueblos indígenas en sitios o hitos turísticos abiertos al público, manejados por instituciones estatales o por privados". Coinciden en que el área dispuesta para el reentierro del Toki Kallfükura deberá ser cogestionada por las comunidades indígenas en función de sus acuerdos internos.


"La figura de Calfucurá aún espera el reconocimiento de su papel en nuestra historia", remarca la historiadora de la Universidad de Quilmes Silvia Mabel Ratto, integrante de la comisión, que tiene entre sus novedades la presencia de artistas.

Uno de ellos, el músico Franco Luciani, autor junto a Teresa Parodi de la canción "Damiana Aché", en honor a otra indígena profanada y restituida, resalta que "la figura de Calfucurá es fundamental en la historia argentina, no sólo negada e ignorada, más bien ocultada. Los pueblos originarios tienen que ser tratados con todo el respeto que se merecen, no con paternalismos ni con negación". Y esa figura requiere mucha más atención también del arte: "No solo como entretenimiento sino como formación. Todas estas historias tienen que ser contadas, y la música o el cine son vehículos fundamentales".

Calfucurá se destacó como líder durante más de cuatro décadas, acentuando lazos y alianzas al interior de un extenso campo político indígena que se extendía desde el este pampeano hasta el oeste cordillerano, fortaleciendo la autonomía política y territorial que desmitifica en la práctica la idea de los malones como la práctica política principal o la base de la economía indígena. Fueron sólo una estrategia alternativa a otra que a Calfucurá le resultaba mucho más conveniente: el pacto político. De hecho fueron recurrentes los tratados de paz y el comercio con los diversos frentes políticos que fueron surgiendo durante el rosismo, después con Justo José de Urquiza, y también con el Estado de Buenos Aires.

El docente pampeano Omar Lobos, autor de “Juan Calfucurá – Correspondencia 1854 – 1873”, lo considera como uno de los “grandes estrategas políticos” de aquellos años en nuestras tierras: “Calfucurá tuvo interlocución –en términos de jefe de estado a jefe de estado– con los primeros hombres de la política argentina (blanca) del siglo XIX: Urquiza, Mitre, Sarmiento, Alsina. Como sostengo en mi compilación de las cartas del cacique, lo que la historiografía oficial llama a menudo ‘el problema del indio’ se presenta siempre disociado de la historia de las guerras civiles argentinas, cuando ambas contiendas participaban de lo que podríamos llamar la lucha por la organización política de la nación. Quién dice que en breve no podamos avanzar hacia el reconocimiento de nuestra plurietnicidad”.

Ratto acota que aún hoy hay dos caminos paralelos: la historia "nacional" de formación criolla, y la indígena (y también la de los afrodescendientes), que "van por carriles separados, se cruzan solo cuando los Estados avanzan sobre territorios ocupados por indígenas, como un escollo salvaje que está en contra del avance de la civilización. Esa imagen sarmientina del siglo XIX no se termina aún de zanjar. Por eso buscamos contar esos otros momentos en los que la relación era más diplomática, consensuada y política. Había acuerdos, como en el gobierno de Rosas en Buenos Aires entre 1829 y 1852".



Dini Calderón, secretaria de Cultura de La Pampa, coincide en que "por más que en los últimos tiempos hubo avances, la historia indígena estuvo mucho tiempo invisibilizada, como borrada". Destaca la historia de la provincia en las restituciones, desde la primera en 2001, una de las iniciales del país, cuando trajeron de vuelta, tras 122 años, los restos del cacique ranquel Mariano Rosas. Y se pregunta por qué no se tocan las tumbas de algunos muertos y, en cambio, otros cuerpos son tratados como objetos de estudio: "Que vuelvan los restos para ser enterrados, con sus ceremonias se restaura algo del daño que se produjo".

Hay una asimilación con los desaparecidos por la dictadura cívico–militar, que no parece caprichosa: más allá de la restitución, las comunidades mapuches planean crear "la Ruta del Toki Calfucurá", con una serie de "hitos", desde cultrunes gigantes, placas conmemorativas hasta los chemamul, en los distintos lugares en los que vivió o tuvo influencia, como Chillihué, Chimpay (Río Negro), La Plata, Neuquén, y las localidades bonaerenses de Carhué, Villarino y Trenque Lauquén. Pero no termina ahí. Buscan que CABA tenga su punto de memoria. El lugar pensado: el predio de la ex ESMA. En la puerta de la nueva sede del INAI, entre dos majestuosas araucarias que se complementan con los chemamul. El hito relacionaría dos genocidios: el llamado Proceso de Organización Nacional y el Proceso de Reorganización Nacional de la última dictadura. Dos Nunca Más.

Sobre la iniciativa se explayó el longko Jorge Nawel Puran en el primer conversatorio de la semana pasada: "Nos propusimos no sólo restituir los restos del Toki sino que también es importante todo lo que además va a acarrear establecer una decena de hitos a través de toda la región que Toki recorrió como para tomar dimensión de semejante recorrido, y que apunta a reivindicar su figura, absolutamente bastanteada y agraviada desde la historia oficial". Habló del pueblo mapuche "sin fronteras", de "las 40 naciones que hay en Argentina", y del objetivo de crear un Estado plurinacional, con autonomía y libre determinación en sus territorios. Pero que deben ser conscientes de las enormes dificultades para lograrlo en este sistema: "Para eso tenemos que trazar el paralelismo con Toki Calfucurá, que logró mantener la frontera con el Estado argentino durante 40 años en un plano de absoluta desigualdad militar, gracias a su enorme capacidad organizativa, estratégica y diplomática. Esa es la gran lección que nos da para el presente".  «

Un "gigante" tehuelche en Francia

Dos semanas atrás, el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de Naciones Unidas reclamó que los museos de los Estados miembro sean "descolonizados" y que se restituyan a sus pueblos originarios los restos humanos y objetos de culto, lo que es un buen antecedente de cara al fallo que en noviembre debe emitir el organismo sobre los restos del Liempichún Sakamata, el "gigante" tehuelche que es parte de "las colecciones" del Museo del Hombre de París.

Esta semana, la Argentina volvió a reclamar a Francia su restitución. El tehuelche está en ese museo desde 1896, cuando el conde Henry La Vaulx profanó su tumba y se llevó el esqueleto (foto) y su ajuar funerario, compuesto por un estribo, pendientes y monedas de plata, además de 30 cajas de cráneos y otras joyas. "Es otro importante pedido en el que estamos trabajando desde 2010 –comenta Pepe–. Días atrás logramos que el vicecanciller argentino, Pablo Tettamanti, presentara el reclamo, y Francia respondió que sí, que lo van a restituir, mediante una ley específica que están elaborando".




Historias que conforman un rompecabezas del horror

El Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas trabaja en otros casos.

Las próximas serán de tres hombres wichí, que forman parte de la colección de restos humanos del Museo de Ciencias Naturales de La Plata: uno asesinado en el Ingenio Ledesma en 1921 por el mayordomo del ingeniero; otro en 1881 por el Ejército argentino; y el tercero, un cacique muerto a machetazos en 1907 en el Ingenio la Esperanza. Pensaban hacerlo el 10 de diciembre, Día Internacional de los DD HH, pero la pandemia puede retrasarlo.

Lo mismo sucede con el cuerpo de un mapuche asesinado en Santa Cruz en 1888 por un cazador del Museo de La Plata. Lo enterró la comunidad, pero una expedición del Museo se lo llevó diez años después.

En el Museo de La Plata yacen los restos del yagan Maish Kensis, un joven que provenía del actual territorio chileno y murió "prisionero de la Ciencia" dentro del museo, obligado a trabajar para el perito Moreno. "Falleció de una enfermedad curable para la época, lo descarnaron y lo pusieron en una vitrina, de donde logramos retirarlo el 22 de agosto de 2006", explica el titular del Programa del INAI, Fernando Pepe. La idea es enviarlo a la única comunidad yagan, en Puerto Williams.

La otra restitución internacional fue en 2010: Damiana (foto), de la etnia Aché, capturada en 1896 tras la matanza de su familia, y convertida en un "objeto". Hace 10 años fue devuelta a su comunidad en Paraguay: el cuerpo estaba en La Plata. Su cráneo, en Alemania. Pepe lo define como "un rompecabezas del horror".

El cacique Modesto Inakayal (foto) murió prisionero en el Museo de La Plata, en 1888. Un empleado lo describió como "reservado, desconfiado, orgulloso y rencoroso". Fue devuelto en 1994 a Teka, Chubut, pero incompleto. En 2006 descubrieron en el museo el cuero cabelludo y su cerebro. Lo restituyeron en 2014 junto a su mujer y Margarita Foyel.

Fuente: Diario Tiempo Argentino * 11 de Octubre de 2020

tiempoar.com.ar/nota/despues-de-141-anos-volvera-a-su-tierra-el-cacique-calfucura?fbclid=IwAR3mNZGLtrhp-sBgYTpbSPCk_y9UMTYohlsG5hvKylPrpDZP2BzsDIw9la8







martes, 29 de septiembre de 2020

La ONU pidió que los museos sean "descolonizados" y fortalece un reclamo tehuelche


Por Diana López Gijsberts

Lo hizo a través de un informe del Mecanismo de Expertos sobre Derechos de Pueblos Indígenas. La resolución favorece un reclamo Mapuche para que el Museo del Hombre de París restituya los restos y objetos del Liempichín Sakamata, profanados en 1896.



El Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reclamó este viernes que los museos de los estados miembros sean "descolonizados" y que se restituyan a sus pueblos originarios los restos humanos y objetos de culto, lo que fortaleció el pedido al Museo de Francia para que devuelvan los restos profanados de un tehuelche.

Así se expidió en un informe al que accedió Télam sobre la "Repatriación de objetos de culto, restos humanos y patrimonio cultural inmaterial con arreglo a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas".

El documento no se refiere específicamente a los restos del Liempichún Sakamata, "gigante" tehuelche que es parte de "las colecciones" del Museo del Hombre de París, sino que se expidió de manera genérica sentando doctrina para todas las restituciones que invoquen los pueblos originarios.

La abogada Sonia Ivanoff, de la comunidad Mapuche Tehuelche Liempichún Sakamata, del Paraje chubutense Payagniyeo, confirmó a Télam que el pronunciamiento del Mecanismo de Expertos "nos servirá para demandar más fuerte ante la ONU contra el Estado francés para la restitución de los restos de Liempichún".

El tehuelche está en el museo de Francia desde 1896 cuando el conde Henry de La Vaulx profanó su tumba y llevó a Francia el esqueleto y su ajuar funerario compuesto por un estribo, pendientes y monedas -todo de plata-, además de 30 cajas de cráneos y otras joyas.



Desde el 23 de junio de 2015 se viene reclamando la restitución ante el museo parisino y a las autoridades francesas, pero hasta el momento los restos de Liempichún Sakamata siguen en el Museo del Hombre de París.

El antropólogo Fernando Miguel Pepe, del Instituto Nacional de Asuntos Indigenas (INAI), explicó a esta agencia que el Mecanismo de Expertos "recomendó a las partes interesadas que adopten un enfoque basado en los derechos humanos respecto de la repatriación de los objetos de culto, los restos humanos y el patrimonio cultural inmaterial de los pueblos indígenas".

"Dicho enfoque exige el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas a la libre determinación, la cultura, la propiedad, la espiritualidad, la religión, el idioma y los conocimientos tradicionales", remarcó.

Sostuvo que "desde el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas venimos trabajando fuertemente para que se cumplan las leyes internacionales y nacionales. La titular del INAI ((Magdalena) Odarda es impulsora de las restituciones de los ancestros a sus territorios y, de la mano del Gobierno nacional, eso nos da más fuerza que nunca para acompañar ante Francia la restitución de Sakamata Liempichún".

El documento

El documento que emitió el Mecanismo de la ONU expresó que "los derechos de los pueblos indígenas a la religión, la cultura, la espiritualidad, la educación y los conocimientos tradicionales son vulnerados cuando otros adquieren, utilizan y retienen ilícitamente sus objetos culturales, restos humanos y patrimonio cultural inmaterial".

Remarcó que "entre los daños ocasionados figuran el menoscabo de la dignidad humana, la dificultad para el ejercicio de prácticas espirituales sin los objetos religiosos necesarios y la incapacidad de cumplir las obligaciones culturales de cuidar de los muertos y de los objetos de culto".

"Todo marco para la repatriación internacional de objetos de culto, restos humanos y patrimonio cultural inmaterial debería basarse firmemente en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, promoviendo en particular los derechos a la igualdad, la no discriminación, la libre determinación, la participación y la consulta", detalló.

Respecto a la repatriación de restos humanos, objetos de culto y bienes indígenas espirituales, intelectuales y de otro tipo "los Estados deben consultar a los pueblos indígenas y obtener su consentimiento libre, previo e informado, velando por que participen a través de sus propias instituciones representativas".

"Los museos, universidades y otras instituciones que mantienen colecciones deben colaborar para garantizar el respeto y la aplicación de la Declaración", insistieron.

Expresan que la Unesco, el Consejo Internacional de Museos, el Mecanismo de Expertos, "pueden ayudar a los museos a adoptar un enfoque basado en los derechos humanos respecto de esas cuestiones y a conocer mejor sus obligaciones legales y éticas, así como las expectativas y las visiones del mundo de los pueblos indígenas. Las alianzas de este tipo resultan esenciales para la descolonización de los museos".

Fuente: Telam - 26 de Septiembre de 2020

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Reclaman a la ONU que un museo francés restituya restos de un tehuelche

Por Diana López Gijsberts

Piden que interceda ante el Museo del Hombre de París para que les restituyan los restos del Liempichún Sakamata, que estuvieron exhibidos alli después que un conde francés profanara su tumba a finales del siglo XIX.


Comunidades tehuelches reclamaron ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que interceda ante el Museo del Hombre de París para que les restituyan los restos de un mapuche tehuelche que fueron sustraídos en el siglo XIX.

Se trata de los restos del Liempichún Sakamata, que estuvieron exhibidos en el Museo del Hombre de París, luego de que un conde francés profanara su tumba a finales del siglo XIX.

El esqueleto del "gigante" tehuelche fue llevado al museo de París por el conde Henry de la Vaulx en 1896, quien tras profanar su tumba se llevó a Francia el esqueleto y su ajuar funerario compuesto por un estribo, pendientes y monedas -todo de plata-, además de 30 cajas de cráneos y otras joyas.

La Vaulx había recorrido la Patagonia, donde trabó contacto con caciques de la región y comenzó a profanar sus tumbas y robar sus esqueletos.

Fue así como La Vaulx desenterró a varios mapuches y tehuelches recién fallecidos, tras depositarlos y hervir los cadáveres, como él mismo relató en su libro "Viaje a la Patagonia", los llevó a Francia pasando así integrar las colecciones del Museo del Hombre de París.

Desde el 23 de junio de 2015 se viene reclamando la restitución ante el Museo parisino y a las autoridades francesas, pero hasta el momento los restos de Liempichun Sakamata, identificados por el historiador argentino Julio Vezub, siguen en el Museo del Hombre de París.

La comunidad tehuelche Liempichún Sakamata, del Paraje Payagniyeo, representada por su abogada Sonia Ivanoff, presentó un informe ante el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas, en el que se reclamó la intervención para lograr la restitución de los restos de Sakamata.

"Se realizó una sesión virtual del Mecanismo de Expertos con el fin de evaluar las presentaciones que se realizarán ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre próximo, sobre los reclamos de los pueblos indígenas para la repatriación de objetos ceremoniales y restos humanos", explicó a Télam Ivanoff.

"Nosotros venimos acompañando cada paso de las comunidades, desde 2015, cuando se realizó el pedido a Francia vía Cancillería argentina, pero esta presentación la realizaron las comunidades por la resistencia del Museo del Hombre" comentó Fernando Pepe.

En esa reunión virtual se tomó conocimiento de los reclamos concretados por la comunidad Sakamata Liempichún y la comunidad tehuelche "Gabriel Mañiaqueque" de Chubut.

El antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Fernando Pepe, en declaraciones a esta agencia, explicó: "Nosotros venimos acompañando cada paso de las comunidades, desde 2015, cuando se realizó el pedido a Francia vía Cancillería argentina, pero esta presentación la realizaron las comunidades por la resistencia del Museo del Hombre".

"Solo falta que el senado francés declare que despatrimonializa los restos de Liempichúm; esto ya se realizó en otras restituciones; de hecho hoy mismo el Museo del Hombre está restituyendo los cráneos de africanos asesinados por su ejército colonial en Argelia en 1849", detalló el antropólogo.

Sostuvo, además: "Hoy tenemos el viento a favor, ya que si a esta restitución le sumamos el compromiso de la nueva presidenta del INAI, Magdalena Odarda y la fuerza infinita de las comunidades seguramente triunfará la ética".

En el informe que se presentó al Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, al que accedió Télam, se solicitó que "se arbitren los medios a su alcance para la concreción del mecanismo que facilite la "repatriación" internacional de los restos humanos de Liempichun y familiares, que se encuentran en el Musèe De I' Homme dependiente del Muséum d'Histoire Naturelle".

Invocan la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas del 2007 que afirma que los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y reavivar sus costumbres y condiciones culturales, el derecho al uso y control de sus objetos ceremoniales y el derecho a la restitución de sus ancestros.

Por su parte, Cristina Liempichún, afirmó a Télam: "No se trata solo de que vuelva (Sakamata) al Territorio y que descanse junto nuestros antiguos, tiene que ver con nuestra cosmovisión, con los valores dados por nuestros antecesores, nuestra espiritualidad y con volver a entablar las relaciones con las fuerzas y nuestros antepasados con la intención de mantener el küme mongen (equilibrio)".

Fuente: Telam - 5 de Julio de 2.020


sábado, 5 de septiembre de 2020

Aprobarán la restitución de los restos de tres wichí que integran la colección del Museo Platense


La Universidad Nacional de La Plata aprobará el próximo martes la restitución de los restos de tres hombres del Pueblo Wichí, que se encuentran en las colecciones del museo de la capital bonaerense, que depende esa casa de altos estudios, y serán devueltos a su comunidad en la provincia de Salta.

Una fuente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo platense confirmó a Télam que el próximo martes el Consejo Superior de la Universidad local aprobará la restitución, con lo que culminará el proceso burocrático previsto para que se concrete la restitución de los restos a su comunidad originaria.

Se trata de tres hombres que fueron asesinados por soldados en los ingenios azucareros de Jujuy entre fines del siglo XIX y la década del 20 del siglo XX, según consta en los registros del catálogo del museo.

“Esqueleto Nº 1773, asesinado por los soldados del coronel Fontana en 1881. Colección Spegazzini”, se lee en uno de los restos.

En otro de los hombres consta que se trata del “cerebro de un cacique wichí, n° 6847”, quien tenía 40 años cuando fue “asesinado a tiros, el 11 de julio de 1921, en la calle principal del ingenio Ledesma”, según registra el médico alemán Roberto Lehmann-Nitsche en su libro Viajes, de 1921.

El tercer wichí es el “esqueleto Nº 1774-Indio Mataco (mataco significa animal de poca monta o insignificante en castellano antiguo), masculino, Chaco Occidental”, de quien se sabe que murió a principios de 1906 en San Pedro de Jujuy, y que fue desenterrado por William Paterson, médico del ingenio La Esperanza, quien conocía personalmente a la víctima.

Este pedido de restitución se realizó en base del trabajo del Colectivo Grupo Universitario de Investigación de Antropología Social (Guias) titulado: El Familiar del Ingenio La Esperanza al Museo de La Plata, 1906, y fue realizado por la niyat wichí Octorina Zamora en representación de la comunidad Kajianteya, el 1 de junio de 2016.

El texto de su presentación expresa que “a fin de que nuestros ancestros regresen para que puedan encontrar su descanso final en el territorio sagrado de nuestra comunidad, de acuerdo con nuestra cosmovisión y cultura, y procurando así se constituya en un acto de reparación histórica para nuestro pueblo”.

El antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Fernando Miguel Pepe, coordinador del Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas, explicó a Télam que “desde el INAI se está trabajando fuertemente a pesar de la pandemia que nos atraviesa”.

“María Magdalena Odarda (presidenta del INAI) dio expresas instrucciones para fortalecer el cumplimiento de los derechos de nuestras comunidades con acciones concretas. En nuestro caso particular, con la ejecución de todas las restituciones pendientes en los distintos museos del país y, en especial, de los lideres que aún se encuentran en el Museo de La Plata como es este caso o el del Toki Calfucurá”, explicó el especialista.

Por su parte, Octorina Zamora dijo a Télam que “nuestros antepasados tienen que volver a su tierra, ellos eran y son gente que deben cumplir su ciclo de vida, nacer, crecer, morir y descansar en su territorio, si no el alma no descansa. Ellos, espiritualmente, están sufriendo”.

Con la aprobación de la restitución del próximo martes, restará hacerla efectiva, y se prevé que eso ocurrirá el próximo 10 de diciembre, en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos. 

Fuente: Agencia Télam- 4 de Septiembre de 2020


martes, 21 de julio de 2020

Chaco (Argentina) inauguró monumento a víctimas de masacre de Napalpí


Forma parte de la política de reivindicación de los derechos indígenas y de reparación histórica que encaró, pionera, la provincia.



El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, ratificó que la masacre de Napalpí debe ser considerada como un crimen de Lesa Humanidad, al dejar inaugurado el memorial que recuerda la brutal matanza hace 96 años de más de 200 indígenas de las comunidades Qom y Mocoví. La obra contiene ahora las urnas con restos de nueve víctimas, recuperadas desde el museo de La Plata, y una décima urna que representa a los ex combatientes indígenas de Malvinas.

El compromiso asumido por la actual gestión del Instituto de Cultura junto a la Fundación Napalpí, con el acompañamiento del Ministerio de Infraestructura de la Provincia para la construcción de este memorial tuvo el objetivo de restituir, en la primera etapa de su construcción, los restos de 9 referentes indígenas de la comunidad Qom, fallecidos en la mal llamada “Campaña del Desierto verde”.

“No es solamente reivindicando el pasado como hacemos un acto de justicia sino comprometiéndonos con el presente para construir un futuro. Nuestras comunidades originarias no solamente se lo merecen, se lo merece nuestra comunidad chaqueña por ser multicultural, plurilingüe, multirreligiosa, por formar parte de una sociedad humana, democrática y civilizada”, expresó el mandatario y reiteró su pedido de "perdón" por parte del Estado provincial.

Estas urnas fueron restituidas por el museo de La Plata, en articulación con la Fundación Napalpí en 2018, mientras que el proyecto de obra del Memorial fue llevado adelante por Alexander Fernández, estudiante indígena de la carrera de Arquitectura, quien tomó elementos de la cultura indígena para diseñarlo.

La construcción del memorial, llevada adelante por el Ministerio de Infraestructura del Chaco, tiene por objetivo no sólo “devolver“ a estos referentes a su territorio, sino también generar un espacio de visibilización y de ejercicio de la memoria colectiva en reivindicación de la lucha de los pueblos indígenas en la defensa de su territorio durante toda su historia, teniendo en cuenta que la mayor parte de los ex combatientes indígenas son provenientes de Napalpí. Es por ello que la décima fosa de este memorial será destinada a homenajear a los chaqueños de las comunidades indígenas caídos en Malvinas.

Estas acciones forman parte de las reparaciones históricas en las que se viene trabajando sistemáticamente desde hace 12 años con el pedido de perdón en nombre del Estado Provincial a las comunidades indígenas pro la Masacre de Napalpí.

La provincia del Chaco es pionera en el país en generar legislaciones que apuntan a que las comunidades indígenas adquieran derechos para mejorar su calidad de vida, y también para tener representación y ser partícipes en la toma de decisiones en políticas dirigidas a los pueblos originarios.

El 16 de enero de 2008, el Estado provincial realizó el pedido de perdón por la masacre de Napalpí. Esta acción reparatoria quedó en la memoria de los pueblos indígenas y en la historia chaqueña.


El monumento
En cuanto a los detalles del monumento, el sector más significativo es el Círculo Mayor, que posee un alto valor simbólico. En el mismo están indicados los puntos cardinales y el camino del ñandú, un conjunto de estrellas que señalan un sendero en épocas de invierno para las culturas indígenas. En el centro del círculo se encuentra una fuente de fuego, que simboliza la vida, el conocimiento y la historia de los qom, y la reunión de los pueblos indígenas alrededor del fuego, donde los ancianos y ancianas transmitían el conocimiento a las nuevas generaciones.
Alrededor de ese fuego se ubican diez postes de quebracho, correspondientes a los ritos funerarios de los qom, y a sus pies se depositarán las nueve urnas recuperadas del museo de La Plata, a las cuales se sumará una más por los indígenas caídos y excombatientes de la guerra de Malvinas. Es en este lugar donde luego se colocarán las placas conmemorativas.
Al final del círculo, se emplazan dos “Muros De La Historia” donde se encuentran los relatos del pasado de Napalpí, su cultura, tradiciones, y los acontecimientos trágicos sufridos por su pueblo. A su alrededor se realizará un sector de bancos con solado, el cual permitirá su acceso aun en días de lluvia. 
Fuentes: 
Ámbito Financiero - 19 de Julio de 2020.
Chaco TV - 17 de Julio de 2020