Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

Mostrando entradas con la etiqueta Tehuelches. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tehuelches. Mostrar todas las entradas

sábado, 20 de noviembre de 2021

Los indígenas en las Invasiones Inglesas y las Malvinas



Pampas, Ranqueles y Tehuelches dispuestos a defender la patria.

Cuando se acerca el 180 aniversario de la ocupación de las Islas Malvinas por Inglaterra y cumpliéndose algo más de los dos siglos de las Invasiones Inglesas al Río de la Plata, cabe recordar unos episodios acaecidos inmediatamente después de la Reconquista, que injustamente no figuran en los textos escolares de Historia Argentina.

Dichos episodios fueron rescatados en 1934 por el doctor Wellington F. Zerda, en un libro de 93 páginas con el título de “Los indios y las invasiones inglesas” que para este breve artículo he modificado ligeramente para incorporar la cuestión de las Malvinas y para utilizar el término indígena (el que tiene los genes del lugar), más apropiado que el de indio que tiene que ver con la India. En el libro de Zerda se sintetiza y comenta lo siguiente.

Hubo algo más, aparte del batallón “Naturales”, compuesto por cuatro compañías de 60 hombres cada una, sumando un total de 240 soldados aborígenes, cantidad de relevancia si tenemos en cuenta que por ejemplo los “Montañeses” contaban con 200 efectivos y los “Húsares de Pueyrredón” con 204, lo cual es ampliamente conocido.

Felipe y Catetmilla y la representación aborigen:

Lo que es ampliamente ignorado es que el 17 de agosto de 1806, a los escasos cinco días de la Reconquista, se presentó en el Cabildo de Buenos Aires un indígena pampa llamado Felipe, en compañía de Manuel Martín de la Calleja, quien ofició de intérprete. El aborigen expuso que venía en representación de 16 caciques pampas y tehuelches, manifestando: “…que estaban prontos a franquear gente, caballos y cuantos auxilios dependiesen de su arbitrio para que ese I.C. (insigne cabildo) echase mano de ellos contra los colorados (ingleses), cuyo nombre dio a los ingleses…” y “…que tendrían mucho gusto que se les ocupase contra hombres tan malos como los colorados…”.
El 15 de septiembre de 1806, el Cacique Catetmilla junto con el ya nombrado intérprete o lenguaraz, y con Felipe a su lado, ratificó el ofrecimiento de gente y caballos en nombre de 16 caciques pampas para proteger a los cristianos contra los ”colorados” y que habían hecho la paz con los ranqueles para enfrentar juntos a los “colorados”…

A fines de diciembre de 1806 se insistió en ofrecer al Cabildo un total de 20.000 guerreros y 100.000 caballos (acta del 22 de diciembre) ocasión en la que ingresaron en la Sala Capitular 10 caciques pampas, insatisfechos de que no se les hubiera utilizado, informando que cada uno de sus guerreros contaba con cinco caballos y manifestando: “…queremos ser los primeros en embestir a esos colorados que parece que aún os quieren incomodar…”.

El turno de Epugner, Errepuento y Turruñamquii:

El 29 de diciembre se apersonaron los caciques pampas: Epugner; Errepuento y Turruñamquii representando a los caciques capitanes pampas Chuli Laguini; Paylaguan; Catetmilla; Negro; Marciuus; Lorenzo; Guaycolam; Peñascal; Luna, y Quintuy.
El cacique Epugner ofreció 2862 lanzas”…gente de guerra bien armada de chuza, espada, bolas y honda…”. Los otros, Errepuento y Turruñamquii tenían dispuestos 7000 hombres, que estaban apostados en Tapalquen, bien armados como los anteriores. Justo es de señalar que ninguno de estos ofrecimientos fue hecho a cambio de algún tipo de demanda o pedido de retribución.

Estos gestos aliviaron a las autoridades que esperaban una segunda invasión, La que se concretó con éxito en la Banda Oriental, como primer paso, y que después fracasó en Buenos Aires, ciudad que le impuso al invasor como condición de rendición, que abandonasen Montevideo y el resto la Banda Oriental que tenían bajo su dominio. Pero antes de ello, las autoridades (ya en semi rebeldía puesto que habían defenestrado a su Virrey), no sabían por dónde podrían llegar a desembarcar los “colorados” y la extensas costas Atlánticas del Virreinato estaban totalmente desprotegidas, a excepción de Carmen de Patagones. La oferta de colaboración de los pueblos originarios cuidaba las espaldas de la Ciudad, no sólo por la vigilancia que efectuarían en todo el litoral oceánico, sino que también por su disposición de enfrentar a los “colorados”, contando con fuerzas suficientes para ello, y con la ventaja de ser conocedores del territorio patagónico.

Es tiempo de un homenaje:

Cabe algún homenaje oficial, aunque tardío, a estos hombres corajudos, en sus descendiente, hoy mayoritariamente en mestizaje, de reconocimiento por la gesta de sus antecesores, quienes quisieron luchar en contra de los “colorados” en 1806, y que mestizados criollos, cruzaron Los Andes libertando medio Continente; que después de cruentas guerras civiles, organizaron la Nación y abrieron sus puertas a la inmigración que llegaba paupérrima, no produciéndose los rechazos con la magnitud que se manifestó en otras latitudes, (aparentemente más civilizadas) rechazo que hoy sufren ellos por parte de muchos nietos de los que “vinieron de los barcos”, quienes si vivieran en Europa serían hoy “sudacas”.

Hoy sufren nuestros aborígenes de un insano racismo a pesar de ser la base histórico social y fundadora del país, presentes mayoritariamente dentro de las clases más pobres de nuestra sociedad, y que hacen más viable la Integración americana (a la que entre otros, aspiraban Simón Bolívar, José Gervasio de Artigas y José Francisco de San Martín) ya que constituyen socialmente un puente natural con el resto de nuestra la América mestiza y morena, blanca y negra, a la que pertenecemos.

A pesar de la frívola afirmación de algunos “periodistas” quienes pontifican que "los argentinos venimos de los barcos” ya que los argentinos también venimos de la tierra, de la “Pacha Mama”, y de los que sí vinieron de los barcos como esclavos, y de los criollos, de los “cabecitas negras”, quienes juntos y en gran mezcla social, con la descendencia inmigratoria, unidos, debiéramos decidirnos de una buena vez a ser Americanos del Sur, asumiendo nuestra real identidad.

Debiéramos aceptar que transcurridos los tiempos desde la sanción del Día de la Raza, el 12 de Octubre, (día que siguen conmemorando algunos de nuestros países hermanos siguiendo la inspiración de don Hipólito Yrigoyen), que en la Argentina se ha revertido en “Día de la Diversidad”, que se tendría que revisar el tema en toda América actualizando la intención que compartimos, ya que se ha tornado indiscutible el hecho que raza hay una sola, que es la humana, y que no caben festejos, aunque sí conmemoraciones, ya que somos la resultante de todo lo bueno y de todo lo malo de nuestra historia, y como afirmaba un Santo: “…lo que no se asume, no se redime…”.

Por lo cual, somos lo que somos y “a mucha honra”, proponemos una idea que consideramos superadora: que el 12 de Octubre se transforme en el Día de la Patria Grande, ya que ella también es fuente integradora de la diversidad, y proclamemos un justo reconocimiento a “…nuestros paisanos los indios…”, según la conocida proclama del general San Martín. Y en este 180 aniversario de la usurpación de las Malvinas no podemos olvidar que del total de los ocho hombres, incluido su líder, “el gaucho” Antonio Rivero, más de la mitad, cinco, fueron aborígenes.

Juan Carlos Espeche Gil

Fuente: Revisionismo Històrico Argentino 

Comenta

viernes, 6 de noviembre de 2020

Se escucha la voz de los pueblos originarios a más de 500 años de la llegada del hombre blanco a Magallanes



Por Margarita Vargas López

Es sabido que milenarios antes de la llegada de los europeos, todo el territorio de la Patagonia occidental y oriental, incluyendo la Isla Grande de Tierra del Fuego, era habitado por los pueblos originarios: los Tehuelches o Aonikenk, los Onas o Selknam, los Haush en las pampas de Argentina, y aquí en Chile los Qawasqar y los yaganes practicaban el nomadismo del mar en los canales magallánicos. Estos pueblos habían desarrollado una cultura y un arte de vivir digno de ser destacado por más que unos aspectos. Los herederos actuales de estos pueblos esperan que en las festividades programadas se dé una mayor importancia y realce a los aportes de los pueblos originarios.






Durante todo el año 2020, Punta Arenas estará en los ojos del mundo cuando se conmemoren los 500 años desde que la expedición de Magallanes y Elcano alcanzara el hito más relevante del primer viaje que circunnavegó el globo terráqueo. El hallazgo del Estrecho, que hoy lleva el nombre del navegante portugués, marca un antes y un después en la historia universal.

Un conjunto de proyectos para embellecer la ciudad de Punta Arenas ha proliferado en torno a los 500 años, que sin lugar a dudas traerá consigo frutos económicos para la ciudad y sus habitantes. Sin embargo, las personas indígenas descendientes de una cultura milenaria, siendo los primeros habitantes de Magallanes, sienten que estas actividades carecen de una mirada y puesta en valor de la riqueza de los navegantes de esta apartada zona. Falta aún más incorporar el legado que nos han dejado nuestros ancestros, conocedores de las navegaciones de este territorio, ocupado por “los nómades del mar”.

De los pueblos aún vivos en la zona nos encontramos los Qawasqar.

Es sabido que miles de años antes de la llegada de los europeos, todo el territorio de la Patagonia occidental y oriental, incluyendo la Isla Grande de Tierra del Fuego, era habitado por los Pueblos Originarios: los Tehuelches o Aonikenk, los Onas o Selknam, los Haush en las pampas de Argentina, y aquí en Chile los Qawasqar y los Yaganes practicaban el nomadismo del mar en los canales magallánicos. Estos pueblos habían desarrollado una cultura y un arte de vivir digno de ser destacado por más que unos aspectos. Los herederos actuales de estos pueblos esperan que en las festividades programadas se les dé una mayor importancia y realce a los aportes de los Pueblos Originarios.

A pesar que la gran población de Qawasqar ya no practica la vida nómade, aún sigue vivo el tejido de la historia del "pueblo del mar" a través de la elaboración de los canastos de junquillo y de los botecitos de corteza de árbol y de cuero de lobo, ambos pertenecientes a las culturas de los pueblos nómade de la Patagonia, que representan su cosmovisión. El canasto de junquillo representa la fuerza de la mujer kawésqar y su comunión con el mar, ya que se usaba de utensilio para mantener y recoger mariscos. Por eso que muchas mujeres Qawasqar luchan hoy por la conservación del mar y sus productos que hasta hoy es uno de las principales fuentes de ingreso familiar.

También representa el patrimonio de los Pueblos Originarios, ya que en ello podemos no solo contar con una pieza hecho por manos de Qawasqar, sino más bien el tejido de la historia de un pueblo, las costumbres y tradiciones ancestrales que fueron heredados de generación en generación, y que hoy es una de las principales fuentes de ingreso a través del turismo.

También hay que destacar la adaptación física al entorno: los aborígenes de la Patagonia lograban sobrevivir desnudos en la nieve, cubiertos con pieles. Observamos esto en las publicaciones del etnólogo francés Joseph Emperaire, quien estuvo viviendo con los Qawésqar en los años 40. Su obra destaca la importancia y es un realce de los aportes de los Pueblos Originarios.


Los aportes para el progreso de las investigaciones y la ciencia que hicieron nuestros ancestros a través de la cultura, el arte, al arte rupestre, la música, al patrimonio inmaterial, han sido fundamentales y de una riqueza incalculable única como pueblo multicultural y diversa. Este último se ha manifestado históricamente a través de un capital humano portador de costumbres, expresiones y conocimientos que, sin los debidos cuidados, peligra con extinguirse. Aún sobreviven algunos que han sido reconocidos por la UNESCO como Tesoro Humano Vivo de la Humanidad.

Algunos de los relatos que escuchábamos era que navegaban a mar abierto, y buscaban lugares para amainar y luego seguir la navegación. En la misma canoa se hacía la fogata para mantener el calor, los niños se ponían a un lado cerca de los perros para recibir calor, ellos sabían dónde armar el at (vivienda). Sabían dónde había abundancia de mariscos y luego de una ardua recolección, seguían guiados por el clima y las condiciones climáticas, e indicaban hacia dónde dirigir la navegación para ir en búsqueda de otros recursos del mar para su sobrevivencia, dejando atrás el at “carpa y/o casa” para que otras familias Qawasqar lo usen para acampar y pasar la noche.

Los perros ayudaban a la caza y acorralaban a las nutrias, ellos se comían los desechos de los animales para no tirarlos al mar. Se sabía en qué fecha ir a la caza de lobo, y/o se iniciaba la temporada de algún molusco.

El interés de muchos científicos e historiadores de la cultura de los Qawasqar sigue latente por ser un pueblo del mar viviente, en armonía con la naturaleza y principalmente el mar, y habiendo desarrollado un conocimiento profundo para la sobrevivencia en las condiciones difíciles por el territorio austral.

Por ejemplo, el reconocido y destacado lingüista francés Christos Clairis, quien hizo un importante aporte al pueblo kawésqar en la década de los 70, realizó la primera descripción de su lengua publicada por la Universidad Austral de Valdivia a través de un rescate sistemático. Escribía que los pueblos del extremo sur, en particular los yaganes, han asumido la soberanía del ser humano antes de la llegada del hombre blanco en esta parte inhóspita de la tierra, hasta el Cabo de Hornos. Más allá nunca la tierra ha sido habitada por el hombre. Anotaba esto en respuesta a un gobernador de Puerto Williams que decía que ellos asumen la soberanía de Chile frente a Argentina en estos lugares lejanos.

Quien también aporto a la cultura y la educación, mediante una propuesta de cambio de nombre, ya que al convivir con ellos se dio cuenta que no se sentían identificados con el nombre de Alakaluf., por eso reconociendo el derecho de Los Pueblos a autoidentificarse propone reemplazar el termino a su verdadero nombre Qawasqar inaugurado su uso en el VI Congreso de Antropología chilena, octubre 1971.

El Jema/hombre blanco trajo consigo enfermedades desconocidas en este ámbito, sin poder ofrecer las protecciones necesarias. Muchas veces, y quizás con buenas intenciones, nos llevaban ropa y nuestros mayores, que no acostumbraban usar vestimenta, se quedaban dormidos con lo puesto después de haber navegado por los canales. Así brotaban las enfermedades, sobre todo la tuberculosis, motivo de desaparición, hasta hoy en día, muchos de nuestros ancianos se han ido de este mundo, productos de esa enfermedad.

Las burlas también fueron motivo de desculturización, ya que los mayores callaban la lengua cuando un niño o niña se acercaba a escuchar, para que no nos expongamos a las burlas que vivieron ellos.

La relación y vínculo con los huilliches que llegaron a Puerto Edén fue estrecha. Hubo un intercambio cultural interesante, los últimos aprendieron del territorio y las navegaciones, a través de los relatos y transmisión del conocimiento de las prácticas antiguas de navegaciones. Ambos eran cazadores de qijayo (nutrias) y de lobos, que luego intercambiaban en los barcos que pasaban por Puerto Edén.
No hubo genocidio explícito hacia los Qawasqar, pero los microbios, virus y el alcohol contribuyeron a la desaparición de mi pueblo y ellos no tenían los recursos necesarios para protegerse de estas enfermedades.

Sí existió la captura y rapto de la canoa con toda la familia en su interior de los gélidos territorios de Tierra del Fuego, en el extremo sur de Sudamérica. Integrantes de las canoas con familias completas fueron llevados a París para ser mostrados vivos en el jardín de aclimatación de Bois de Boulogne, y después a Alemania para ser exhibidos en el zoológico de Berlín.

Hoy los avances que ha desarrollado el Estado de Chile a través sus organismos públicos relacionados son limitadas. Falta avanzar en crear herramientas de apoyo que permitan realizar las prácticas habituales de pesca y de navegación de manera ancestral, ya que no consideran las técnicas y las prácticas propias de nuestra cultura, hay muchas limitaciones para navegar, y para los pocos practicantes de las navegaciones los permisos burocráticos son una barrera.

Las reglas marítimas impuesta por la Gobernación Marítima muchas veces no son entendidas y comprendidas por nuestros mayores. Por ejemplo, no es nuestra práctica llevar bengalas para las navegaciones, ya que los Qawasqar tienen otros recursos para la navegación segura. También hay que considerar nuevas legislaciones para la pesca libre, sin cuota, garantizando el cuidado del territorio.

Se ha avanzado con la puesta en marcha de la Ley Lafkenche que establece un mecanismo para destinar un Espacio Costero Marítimo (ECMPO) para la preservación de los usos y costumbres indígenas, el cual es entregado en administración a las comunidades correspondientes, siempre y cuando no existan derechos constituidos por terceros en dicha área y CONADI verifique los usos y costumbres alegados.

Sin embargo, aún falta por avanzar en que las leyes y los instrumentos de protección, como las Ley Indígena 19.253 y el Convenio 169 de la OIT, sean hechos considerando la cosmovisión de los pueblos originarios, y qué mejor forma que incluyendo a los depositarios de las culturas antiguas, quienes hoy están presentes, y que reclaman el reconocimiento y protección de sus derechos territoriales, que hacen referencia a la coexistencia en un mismo espacio geográfico de diferentes culturas.

Fuente: El Mostrador - 6 de Septiembre de 2020.

https://www.elmostrador.cl/cultura/2020/11/06/se-escucha-la-voz-de-los-pueblos-originarios-a-mas-de-500-anos-de-la-llegada-del-hombre-blanco-a-magallanes/

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

Fotografía: Margarita Vargas López. Académica. Qawasqar nacida en Jetarkte, Puerto Edén último reducto ancestral Qawasqar de Puerto Edén, Isla Wellington.

martes, 29 de septiembre de 2020

La ONU pidió que los museos sean "descolonizados" y fortalece un reclamo tehuelche


Por Diana López Gijsberts

Lo hizo a través de un informe del Mecanismo de Expertos sobre Derechos de Pueblos Indígenas. La resolución favorece un reclamo Mapuche para que el Museo del Hombre de París restituya los restos y objetos del Liempichín Sakamata, profanados en 1896.



El Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reclamó este viernes que los museos de los estados miembros sean "descolonizados" y que se restituyan a sus pueblos originarios los restos humanos y objetos de culto, lo que fortaleció el pedido al Museo de Francia para que devuelvan los restos profanados de un tehuelche.

Así se expidió en un informe al que accedió Télam sobre la "Repatriación de objetos de culto, restos humanos y patrimonio cultural inmaterial con arreglo a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas".

El documento no se refiere específicamente a los restos del Liempichún Sakamata, "gigante" tehuelche que es parte de "las colecciones" del Museo del Hombre de París, sino que se expidió de manera genérica sentando doctrina para todas las restituciones que invoquen los pueblos originarios.

La abogada Sonia Ivanoff, de la comunidad Mapuche Tehuelche Liempichún Sakamata, del Paraje chubutense Payagniyeo, confirmó a Télam que el pronunciamiento del Mecanismo de Expertos "nos servirá para demandar más fuerte ante la ONU contra el Estado francés para la restitución de los restos de Liempichún".

El tehuelche está en el museo de Francia desde 1896 cuando el conde Henry de La Vaulx profanó su tumba y llevó a Francia el esqueleto y su ajuar funerario compuesto por un estribo, pendientes y monedas -todo de plata-, además de 30 cajas de cráneos y otras joyas.



Desde el 23 de junio de 2015 se viene reclamando la restitución ante el museo parisino y a las autoridades francesas, pero hasta el momento los restos de Liempichún Sakamata siguen en el Museo del Hombre de París.

El antropólogo Fernando Miguel Pepe, del Instituto Nacional de Asuntos Indigenas (INAI), explicó a esta agencia que el Mecanismo de Expertos "recomendó a las partes interesadas que adopten un enfoque basado en los derechos humanos respecto de la repatriación de los objetos de culto, los restos humanos y el patrimonio cultural inmaterial de los pueblos indígenas".

"Dicho enfoque exige el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas a la libre determinación, la cultura, la propiedad, la espiritualidad, la religión, el idioma y los conocimientos tradicionales", remarcó.

Sostuvo que "desde el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas venimos trabajando fuertemente para que se cumplan las leyes internacionales y nacionales. La titular del INAI ((Magdalena) Odarda es impulsora de las restituciones de los ancestros a sus territorios y, de la mano del Gobierno nacional, eso nos da más fuerza que nunca para acompañar ante Francia la restitución de Sakamata Liempichún".

El documento

El documento que emitió el Mecanismo de la ONU expresó que "los derechos de los pueblos indígenas a la religión, la cultura, la espiritualidad, la educación y los conocimientos tradicionales son vulnerados cuando otros adquieren, utilizan y retienen ilícitamente sus objetos culturales, restos humanos y patrimonio cultural inmaterial".

Remarcó que "entre los daños ocasionados figuran el menoscabo de la dignidad humana, la dificultad para el ejercicio de prácticas espirituales sin los objetos religiosos necesarios y la incapacidad de cumplir las obligaciones culturales de cuidar de los muertos y de los objetos de culto".

"Todo marco para la repatriación internacional de objetos de culto, restos humanos y patrimonio cultural inmaterial debería basarse firmemente en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, promoviendo en particular los derechos a la igualdad, la no discriminación, la libre determinación, la participación y la consulta", detalló.

Respecto a la repatriación de restos humanos, objetos de culto y bienes indígenas espirituales, intelectuales y de otro tipo "los Estados deben consultar a los pueblos indígenas y obtener su consentimiento libre, previo e informado, velando por que participen a través de sus propias instituciones representativas".

"Los museos, universidades y otras instituciones que mantienen colecciones deben colaborar para garantizar el respeto y la aplicación de la Declaración", insistieron.

Expresan que la Unesco, el Consejo Internacional de Museos, el Mecanismo de Expertos, "pueden ayudar a los museos a adoptar un enfoque basado en los derechos humanos respecto de esas cuestiones y a conocer mejor sus obligaciones legales y éticas, así como las expectativas y las visiones del mundo de los pueblos indígenas. Las alianzas de este tipo resultan esenciales para la descolonización de los museos".

Fuente: Telam - 26 de Septiembre de 2020

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Chubut (Argentina): Las Comunidades Mapuche – Tehuelche rechazan la megamineria


Integrantes de distintas comunidades Mapuche-Tehuelche de la meseta centro- norte de la provincia de Chubut se manifestaron mediante una carta a la gobernación para expresar nuevamente su rechazo a la actividad mega minera. 

Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina de Gan Gan


Las Comunidades Mapuche- Tehuelche de la meseta centro-norte de Chubut expresaron nuevamente su disconformidad respecto a la actividad megaminera mediante una carta dirigida al gobierno provincial. Sus integrantes continúan organizándose en defensa del agua y el territorio, demostrando de esta forma que mantienen su resistencia, que lleva muchos años de protagonismo frente al avance de las propuestas extractivistas, puntualmente desde la aparición del Proyecto Navidad ubicado entre Gan Gan y Gastre.

En una carta dirigida al gobernador de la provincia Arcioni se pronunciaron contundentemente contra la megaminería y las políticas extractivas de los gobiernos provincial y nacional. También manifestaron como dichos proyectos megamineros vulneran sus derechos repetidamente, incluso profanando y trasladando sus sitios sagrados.

“La mega minería en todas sus etapas, no solo va en contra de estos principios como pueblo. Sino que avasalla nuestros derechos reconocidos internacionalmente, que el Estado está obligado a respetar y hacer respetar” manifestaron.


Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina de Gan Gan

Difundimos Comunicado:

15 de septiembre de 2020

Al Sr Gobernador de la Provincia del Chubut Mariano Arcioni

A los/as diputados/as de la provincia del Chubut

Las abajo firmantes, comunidades mapuche – tehuelche  de la meseta centro norte del Chubut, nos dirigimos hoy a ustedes para expresar una vez más, nuestro rechazo a la actividad mega minera. Especialmente al proyecto Navidad.

Nuestra posición se fundamenta en la convicción de proteger nuestros territorios y todo lo que los habita, así como el agua como bien común. Y con ello nuestro modo de vida, nuestras actividades productivas, nuestra cultura y espiritualidad. Como manera de avanzar en la construcción de nuestro Küme Mongen (Buen Vivir).

En este sentido, la mega minería en todas sus etapas, no solo va en contra de estos principios como pueblo. Sino que avasalla nuestros derechos reconocidos internacionalmente, que el Estado está obligado a respetar y hacer respetar.

Uno de los derechos que más se ha violado es la consulta Previa Libre e Informada a las comunidades Mapuche Tehuelche de la meseta. Que debió realizarse antes de que comenzaran los trabajos de prospeccion y exploracion del proyecto Navidad. Y que está siendo vulnerado constantemente con las operaciones de la empresa Pan American Silver para meterse a las comunidades, buscando un consentimiento que claramente no tiene.

Hoy, al querer presentar un Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Navidad o una Ley para habilitar dicha actividad extractivista, nuevamente se violenta este derecho. Puesto que una ley con esas características nos afecta directamente. Y un EIA sólo se puede hacer luego de conseguir nuestro consentimiento y de manera conjunta con nosotros. Como señala la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en los estándares que salen del caso Sarayaku.

Por otra parte, hacer una consulta en este momento de la manera adecuada no es posible debido a la situación de pandemia que atraviesa la provincia.

Por todo lo expuesto, habilitar la mega minería sería ilegal y violatorio de nuestros derechos como Pueblos Originarios.

Les pedimos que:

Desistan de cualquier intento de habilitar el Proyecto Navidad y la actividad mega minera en cualquier lugar de la provincia;

Que se respeten nuestros derechos como pueblos originarios reconocidos en la Constitución Nacional (Art. 75. Ins. 17), Provincial (Art. 34), en el Convenio 169 de la OIT y otros tratados y fallos internacionales;

Que se empiecen a gestionar políticas productivas realmente beneficiosas para las economías regionales y en concordancia con los reclamos y exigencias de los pueblos originarios.

Les saludamos atentamente y esperamos una respuesta favorable en sus futuras acciones.

Comunidad Mallín de los Cual

Comunidad Los Pino

Comunidad Laguna Fría – Chacay Oeste

Comunidad Yalalaubat

Comunidad Ñuke Mapu


Fuente: ANRed - Agencia de Noticias Redacción - 20 de Septiembre de 2020





miércoles, 16 de septiembre de 2020

Reclaman a la ONU que un museo francés restituya restos de un tehuelche

Por Diana López Gijsberts

Piden que interceda ante el Museo del Hombre de París para que les restituyan los restos del Liempichún Sakamata, que estuvieron exhibidos alli después que un conde francés profanara su tumba a finales del siglo XIX.


Comunidades tehuelches reclamaron ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que interceda ante el Museo del Hombre de París para que les restituyan los restos de un mapuche tehuelche que fueron sustraídos en el siglo XIX.

Se trata de los restos del Liempichún Sakamata, que estuvieron exhibidos en el Museo del Hombre de París, luego de que un conde francés profanara su tumba a finales del siglo XIX.

El esqueleto del "gigante" tehuelche fue llevado al museo de París por el conde Henry de la Vaulx en 1896, quien tras profanar su tumba se llevó a Francia el esqueleto y su ajuar funerario compuesto por un estribo, pendientes y monedas -todo de plata-, además de 30 cajas de cráneos y otras joyas.

La Vaulx había recorrido la Patagonia, donde trabó contacto con caciques de la región y comenzó a profanar sus tumbas y robar sus esqueletos.

Fue así como La Vaulx desenterró a varios mapuches y tehuelches recién fallecidos, tras depositarlos y hervir los cadáveres, como él mismo relató en su libro "Viaje a la Patagonia", los llevó a Francia pasando así integrar las colecciones del Museo del Hombre de París.

Desde el 23 de junio de 2015 se viene reclamando la restitución ante el Museo parisino y a las autoridades francesas, pero hasta el momento los restos de Liempichun Sakamata, identificados por el historiador argentino Julio Vezub, siguen en el Museo del Hombre de París.

La comunidad tehuelche Liempichún Sakamata, del Paraje Payagniyeo, representada por su abogada Sonia Ivanoff, presentó un informe ante el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas, en el que se reclamó la intervención para lograr la restitución de los restos de Sakamata.

"Se realizó una sesión virtual del Mecanismo de Expertos con el fin de evaluar las presentaciones que se realizarán ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre próximo, sobre los reclamos de los pueblos indígenas para la repatriación de objetos ceremoniales y restos humanos", explicó a Télam Ivanoff.

"Nosotros venimos acompañando cada paso de las comunidades, desde 2015, cuando se realizó el pedido a Francia vía Cancillería argentina, pero esta presentación la realizaron las comunidades por la resistencia del Museo del Hombre" comentó Fernando Pepe.

En esa reunión virtual se tomó conocimiento de los reclamos concretados por la comunidad Sakamata Liempichún y la comunidad tehuelche "Gabriel Mañiaqueque" de Chubut.

El antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Fernando Pepe, en declaraciones a esta agencia, explicó: "Nosotros venimos acompañando cada paso de las comunidades, desde 2015, cuando se realizó el pedido a Francia vía Cancillería argentina, pero esta presentación la realizaron las comunidades por la resistencia del Museo del Hombre".

"Solo falta que el senado francés declare que despatrimonializa los restos de Liempichúm; esto ya se realizó en otras restituciones; de hecho hoy mismo el Museo del Hombre está restituyendo los cráneos de africanos asesinados por su ejército colonial en Argelia en 1849", detalló el antropólogo.

Sostuvo, además: "Hoy tenemos el viento a favor, ya que si a esta restitución le sumamos el compromiso de la nueva presidenta del INAI, Magdalena Odarda y la fuerza infinita de las comunidades seguramente triunfará la ética".

En el informe que se presentó al Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, al que accedió Télam, se solicitó que "se arbitren los medios a su alcance para la concreción del mecanismo que facilite la "repatriación" internacional de los restos humanos de Liempichun y familiares, que se encuentran en el Musèe De I' Homme dependiente del Muséum d'Histoire Naturelle".

Invocan la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas del 2007 que afirma que los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y reavivar sus costumbres y condiciones culturales, el derecho al uso y control de sus objetos ceremoniales y el derecho a la restitución de sus ancestros.

Por su parte, Cristina Liempichún, afirmó a Télam: "No se trata solo de que vuelva (Sakamata) al Territorio y que descanse junto nuestros antiguos, tiene que ver con nuestra cosmovisión, con los valores dados por nuestros antecesores, nuestra espiritualidad y con volver a entablar las relaciones con las fuerzas y nuestros antepasados con la intención de mantener el küme mongen (equilibrio)".

Fuente: Telam - 5 de Julio de 2.020


martes, 7 de julio de 2020

Reclaman a la ONU que un museo francés devuelva los restos de un tehuelche


Comunidades tehuelches reclamaron ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que interceda ante el Museo del Hombre de París para que les restituyan los restos de un mapuche tehuelche que fueron sustraídos en el siglo XIX.


Se trata de los restos del Liempichún Sakamata, que estuvieron exhibidos en el Museo del Hombre de París, luego de que un conde francés profanara su tumba a finales del siglo XIX.


El esqueleto del “gigante” tehuelche fue llevado al museo de París por el conde Henry de la Vaulx en 1896, quien tras profanar su tumba se llevó a Francia el esqueleto y su ajuar funerario compuesto por un estribo, pendientes y monedas -todo de plata-, además de 30 cajas de cráneos y otras joyas.

La Vaulx había recorrido la Patagonia, donde trabó contacto con caciques de la región y comenzó a profanar sus tumbas y robar sus esqueletos. Fue así como desenterró a varios mapuches y tehuelches recién fallecidos, tras depositarlos y hervir los cadáveres, como él mismo relató en su libro “Viaje a la Patagonia”, los llevó a Francia pasando así integrar las colecciones del Museo del Hombre de París.

Desde el 23 de junio de 2015 se viene reclamando la restitución ante el Museo parisino y a las autoridades francesas, pero hasta el momento los restos de Liempichun Sakamata, identificados por el historiador argentino Julio Vezub, siguen en el Museo del Hombre de París.

La comunidad tehuelche Liempichún Sakamata, del Paraje Payagniyeo, representada por su abogada Sonia Ivanoff, presentó un informe ante el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas, en el que se reclamó la intervención para lograr la restitución de los restos de Sakamata.

“Se realizó una sesión virtual del Mecanismo de Expertos con el fin de evaluar las presentaciones que se realizarán ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre próximo, sobre los reclamos de los pueblos indígenas para la repatriación de objetos ceremoniales y restos humanos”, explicó a Télam Ivanoff.

En esa reunión virtual se tomó conocimiento de los reclamos concretados por la comunidad Sakamata Liempichún y la comunidad tehuelche “Gabriel Mañiaqueque” de Chubut.

El antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Fernando Pepe explicó: “Solo falta que el senado francés declare que despatrimonializa los restos de Liempichúm; esto ya se realizó en otras restituciones” y agregó que “Hoy tenemos el viento a favor, ya que si a esta restitución le sumamos el compromiso de la nueva presidenta del INAI, Magdalena Odarda y la fuerza infinita de las comunidades seguramente triunfará la ética“.

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas del 2007 afirma que los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y reavivar sus costumbres y condiciones culturales, el derecho al uso y control de sus objetos ceremoniales y el derecho a la restitución de sus ancestros.

Por su parte, Cristina Liempichún, afirmó a Télam: “No se trata solo de que vuelva (Sakamata) al Territorio y que descanse junto nuestros antiguos, tiene que ver con nuestra cosmovisión, con los valores dados por nuestros antecesores, nuestra espiritualidad y con volver a entablar las relaciones con las fuerzas y nuestros antepasados con la intención de mantener el küme mongen (equilibrio)”.

Fuente: El Federal

https://www.elfederal.com.ar/reclaman-a-la-onu-que-un-museo-frances-devuelva-los-restos-de-un-tehuelche/?fbclid=IwAR1gi9xjkriQRJdD0q6S-9PcWU05GTh7ZD0FYRDyeVHxpfDrqWKUbDHLYwY#

viernes, 1 de diciembre de 2017

Caminar...


martes, 11 de octubre de 2016

Manuel Grande, Chipitruz, Indio Brujo y Gherenal regresan a casa - Reparación Histórica


Se realizó ayer una restitución histórica: los restos de cuatro caciques cuya solicitud presentada al Museo de La Plata por parte de comunidades originarias que se había realizado en 1989.

Fue una jornada histórica, que contó con la presencia de comunidades y organizaciones indígenas especialmente las involucradas en esta restitución: la comunidad Cacique Pincén de Trenque Lauquen; el Parlamento Mapuche Tehuelche de Tapalqué y el lof günïna küna mapuche Vicente Catrunao Pincen con asiento en San Miguel, todas de la provincia de Buenos Aires, autoridades provinciales, de la Universidad de La Plata y del Museo, el colectivo GUIAS, promotor fundamental de estas actividades reparatorias, delegaciones y público en general.


Una ceremonia íntima
Todo comenzó alrededor de las 9 de la mañana, cuando en una ceremonia íntima en el primer piso del imponente Museo, los referentes de las comunidades y organizaciones depositarias de los restos los recibieron de manos de las autoridades. Por la comunidad Pincén de Trenque Lauquen lo hizo su inal lonko Isabel Araujo y por el Parlamento Mapuche Tehuelche de Tapalqué hizo lo propio su referente, Victor Hugo González Catriel.

Estuvieron presentes en ese momento culminante otros representantes de comunidades como el ya mencionado lof Vicente Catrunao Pincén, entre otros, así como responsables espirituales que acompañaron la recepción de los restos preparados en cuatro urnas cubiertas con pequeñas mantas con diseños originarios y ofrendas. Esos responsables tuvieron a su cargo palabras y la entonación de canciones ceremoniales para que los hermanos restituidos encuentren el camino.

Mientras todo esto sucedía allí arriba, en la planta baja y hall de entrada al Museo se organizó un gran círculo con las distintas delegaciones de comunidades y organizaciones y el público asistente. Hubo un amplio espacio para la música y las palabras de los referentes indígenas.

Carca del mediodía, todos los asistentes pasamos al Salón de Actos que estaba abarrotado de público adonde se formalizó la entrega de los restos, con los breves discursos de las autoridades provinciales, del Museo y de la Universidad, Centros de graduados y estudiantes, y por supuesto los representantes originarios.

Luego llegó tal vez uno de los momentos más emotivos de la jornada, cuando portados por los responsables espirituales las cuatro urnas salieron del Museo en medio de la gente y los paisanos indígenas que realizaban cantos y sahumados mientras se hacían escuchar los instrumentos ancestrales. Bajaron todos lentamente por las grandes escalinatas marchando hasta el parque que está frente al Museo donde todos los presentes en un renovado círculo pudieron realizar sus homenajes y ofrendas
Finalmente, los restos fueron llevados a los respectivos vehículos que los transportarían a sus destinos. Una nueva restitución había terminado, cumplimentándose otro acto de justicia para con los pueblos originarios.


Antecedentes
La Universidad Nacional de La Plata aprobó recientemente la restitución por parte de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de los restos de cuatro caciques a las comunidades solicitantes para que puedan concretar la inhumación que se les debe desde hace más de cien años. Este pedido se había presentado en 1989, siendo el primero en todo el país, por la comunidad Pincén de Trenque Lauquen junto a Alberto Rex González, el primer antropólogo del país y un pionero en esta lucha por las restituciones. La solicitud había sido reiterada en 2002, nuevamente con resultado negativo, y presentado nuevamente en mayo de este año, esta vez con un final auspicioso.

La Universidad Nacional de La Plata convalidó, por resolución 875, la restitución que ya había sido aprobada por el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de los cuatro cráneos al pueblo mapuche.

El lonko Lorenzo Cejas de la comunidad Pincén de Trenque Lauquen -quien no pudo estar presente por cuestiones de salud-, había celebrado días atrás la inminente restitución mientras que el lonko Luis Eduardo Pincén del lof günïna küna mapuche Vicente Catrunao Pincán de San Miguel, informó en su momento que “ya habían empezado los cantos para que los espíritus de estos cuatro caciques fueran encontrando el camino hacia las comunidades donde serían llevados”.

Se dispuso que Chipitruz e “Indio Brujo” se restituyeran a la comunidad de Trenque Lauquen, mientras que los de Manuel Grande y Gherenal se entregaran al Parlamente Mapuche Tehuelche en Tapalqué.


Historia de los cuatro caciques y de sus restos
Los cuatro caciques llegaron al Museo como parte de la colección de 300 cráneos donadas al entonces director Francisco Pascasio Moreno por el jurista y escritor Estanislao Zeballos, quien los había obtenido tras saquear sus tumbas entre 1870 y 1880.

Los cráneos de los lonkos pasaron así a formar parte de “las colecciones del Museo: cacique Gheneral, catálogo del Museo número 317; “Indio brujo”, número 333; Gervasio Chipitruz número 337 y Manuel Guerra (o Grande), número 309”. Sin palabras…

“Fueron todos lonkos independiente que por momentos respondieron al mando de Calfucurá y de Pincen. También tuvieron por periodos tratados de paz con el Estado, dependiendo el momento histórico”, explicó Fernando Pepe el presidente de GUIAS y agregó: “A todos los atraviesa la década de 1870, con las batallas más importantes impulsadas por Roca que avanzan sobre su territorio y todos terminan presos en Martín García, menos Gheneral que fue asesinado por el ejército roquista".

Según relató Pepe, corría el 11 de junio de 1879 cuando en el marco de la campaña emprendida por el general Julio Argentino Roca, una división comandada por el sargento mayor Florencio Monteagudo, que desde hacía días buscaba a Gherenal (Zorro Batallador), rodeó a éste y al lonko Agner (Zorro Sentado) entre los ríos Coricó y Colorado, en el actual territorio de la provincia de La Pampa.

“El parte militar de Monteagudo cuenta que: “Agner y Gherenal han muerto con una lanza en una mano y un puñal en la otra, defendiendo con el fuego de una pasión salvaje el desierto que creían dominar eternamente´”, recordó Pepe.

El antropólogo remarcó que “este asesinato fue registrado como un combate, lo cual resulta muy particular ya que los únicos muertos son los lonkos perseguidos con saña durante días y cuyas tolderías principales en las sierras de Choique Mahuida de la Pampa ya habían sido destruidas”.

Las distintas fuentes señalan a Manuel Grande, Gervasio Chipitruz y Gherenal como “pampas”, lo que sumado a la ubicación de sus territorios ancestrales y la vinculación familiar-comunitaria con los otros lonkos de la región hacen suponer su ascendencia mestiza gününa küna o tehuelche septentrional con mapuche y ranquel. “Indio Brujo” por su parte, era cuñado del gran cacique “Baigorrita”.


Lo que vendrá o el día después
Esta restitución es sin dudas un jalón más que importante en el proceso iniciado en 1994 con la ya emblemática entrega de los restos del lonko Modesto Inakayal a su comunidad de origen. El camino recorrido es lento, pero significativo. Quedan miles de restos en el Museo de La Plata (muy especialmente) que es menester seguir restituyendo para que los espíritus de los hermanos que ya no están y de los que siguen aquí recuperen su paz y para que los territorios ancestrales reestablezcan el equilibrio perdido.

Pero estamos recién en el principio. Porque no solo habrá que continuar con las restituciones sino con lo que aún no se ha producido: la devolución de los ajuares, es decir todos aquellos objetos que acompañaban al cuerpo en las tumbas profanadas. También habrá que seguir luchando por la no exhibición de los cuerpos en los Museos que aún los tienen allí y por ponerle límites a la actividad arqueológica que aún sigue excavando y manipulando sin control tumbas y cuerpos de pueblos originarios.

Pero hay más, y ya ingresamos aquí de lleno a la responsabilidad de los pueblos indígenas: nos referimos al día después de las restituciones, al que hacer con los cuerpos, como devolverlos a sus territorios ancestrales en ceremonias de inhumación que cumplan con las prácticas tradicionales. Al menos en las pampas aparece como necesidad el tener en cuenta esto debido a que se han perdido los recuerdos de cómo lo hacían los Antiguos.

Hace pocos días en una nota publicada en este diario, el lonko Luis Eduardo Pincén decía que “las restituciones de restos de los hermanos a sus comunidades de origen nos obligan a conocer, respetar y poner en práctica los rituales funerarios de los Antiguos” Y agregaba que “el cuidado que debemos tener al realizar estas ceremonias es porque están en juego el equilibrio y la armonía. Muchos años han pasado sin que podamos realizar adecuadamente nuestros ritos mortuorios, por lo cual el lado negativo ha crecido desmesuradamente. Tenemos la esperanza de que a partir de la recuperación de los antiguos ritos y su correcta implementación lograremos una armonía en el Cosmos, que hoy no existe”.

Sin dudas que este nuevo desafío que los hermanos indígenas tienen por delante es más que trascendente. Se trata de recuperar ceremonias y rituales, los ajuares mortuorios, las danzas y los cantos para que los procesos de restitución se completen en su totalidad y no queden asi a mitad de camino.

Estamos en el principio, queda mucho por hacer, pero está claro que los pueblos originarios se han puesto a caminar decididamente por la senda que marcan los Antiguos, en la búsqueda del equilibrio y la reconexión espiritual con el Waj mapu, el Todo que le da sentido a sus vidas.

Fuentes:
Colectivo GUIAS
Telam
http://infoblancosobrenegro.com/
Indymedia 
ElOrejiverde 

Fotografía: ElOrejiverde/Contexto/Fernando Miguel Pepe

Fecha: 11 de Octubre de 2.016