Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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martes, 23 de julio de 2024

Tupác Amarú - Eduardo Galeano



“En 1781, Túpac Amaru fue descuartizado, a golpes de hacha, en el centro de la Plaza de Armas de Cuzco. Dos siglos después, un niño lustraba zapatos en ese exacto lugar, cuando un turista le preguntó si conocía a Túpac Amaru. Y el pequeño lustrabotas, sin alzar la cabeza, dijo que sí lo conocía. Casi en secreto, mientras hacía su trabajo, murmuró:
— Viento es”.

Eduardo Galeano, “Los hijos de los días”.

sábado, 6 de noviembre de 2021

4 de Noviembre: Tupac Amaru II y Micaela Batidas lideran el levantamiento más grande de Amèrica contra el colonialismo


El 4 de noviembre de 1780 José Gabriel Condorcanqui, más conocido como Túpac Amaru II se sublevó desde Tinta (departamento del Cuzco) en defensa de las condiciones de trabajo del indio, el reconocimiento legítimo de sus derechos y la abolición absoluta del régimen colonial español. El primer levantamiento que incluyó no solo pueblos indígenas, sino negros, mestizos y criollos patriotas. Su lucha se extendió de Perú a Bolivia, Argentina, Chile y tuvo una trascendencia continental.

La rebelión comenzó en la provincia de Tinta y se extendió por 24 provincias de la nación suramericana. Se calcula que durante la gesta murieron 100 mil indígenas que batallaron con gran fortaleza, y mil 200 hombres del ejército realista fueron derrotados en Sangarará.

Su heroicidad es conocida como la mayor revolución indígena en el continente americano y luego de librar a la nación suramericana del yugo español fue asesinado por orden del virrey Francisco de Toledo en la plaza cuzqueña de Waycaypata.

El 18 de mayo de 1781, Túpac Amaru fue capturado y brutalmente asesinado. Lo amarraron a varios caballos para intentar descuartizarlo y, al no lograrlo, lo decapitaron.

La sublevación de Túpac Amaru II marcó el inicio de la etapa emancipadora de del continente americano.

Compartido por Mundo Andino Tawantinsuyo 

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martes, 18 de mayo de 2021

Tupac Amaru



Mayo 18
El viaje de la memoria

En 1781, Túpac Amaru fue descuartizado, a golpes de hacha, en el centro de la Plaza de Armas del Cuzco.
Dos siglos después, un niño descalzo lustraba zapatos en ese exacto lugar, cuando un turista le peguntó si conocía a Túpac Amaru. Y el pequeño lustrabotas, sin alzar la cabeza, dijo que sí lo conocía. Casi en secreto, mientras hacía su trabajo, murmuró:
—Viento es.

Eduardo Galeano - Los hijos de los días

viernes, 19 de marzo de 2021

Tupac Amaru


José Gabriel Condorcanqui o Túpac Amaru II y su esposa Micaela Bastidas, llevaron a cabo el levantamiento más grande de América contra el colonialismo español. Su lucha se extendió a Bolivia, Argentina y Chile.

Túpac Amaru II lideró la lucha a favor de la independencia del Perú en la aldea Tinta (departamento del Cuzco) el 4 de noviembre de 1780. Su heroicidad es conocida como la mayor revolución indígena en el continente americano y luego de librar a la nación suramericana del yugo español fue asesinado por orden del virrey Francisco de Toledo en la plaza cuzqueña de Waycaypata.

José Gabriel Condorcanqui Noguera, mejor conocido como Túpac Amaru II, nació el 19 de marzo de 1742 en la provincia de Canas (al sur del Perú). Fue descendiente de Juana Pilcowaco. Al cumplir 20 años contrajo matrimonio con Micaela Bastidas de apenas 15 años, oriunda del pueblo de Pampamarca (departamento de Arequipa), con la que tuvo tres hijos llamados Hipólito, Mariano y Fernando.

El dato: En 1780 inició el movimiento militar liderado por el guerrero indígena Túpac Amaru II en defensa de las condiciones de trabajo del indio, el reconocimiento legítimo de sus derechos y la abolición absoluta del régimen colonial.

La rebelión comenzó en la provincia de Tinta y se extendió por 24 provincias de la nación suramericana. Durante la gesta murieron 100 mil indígenas que batallaron con gran fortaleza, y mil 200 hombres del ejército realista fueron derrotados en Sangarará.

El 18 de mayo de 1781, Túpac Amaru fue capturado y brutalmente asesinado. Lo amarraron a varios caballos para intentar descuartizarlo y, al no lograrlo, lo decapitaron.

El líder indígena es reconocido como el rey de América y quien marcó el inicio de la etapa emancipadora de la historia latinoamericana .

Compartido por Maria Torres

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lunes, 18 de mayo de 2020

A 239 años de la muerte del Lider Indígena Tupac Amarú



Un día como hoy hace 239 años, un 18 de mayo de 1781 fue ejecutado por la corona española TUPAC AMARU, José Gabriel Condorcanqui Nogera, quien fuera líder de la revolución indígena en el ABYA YALA (América). Siendo este hecho uno de los primeros atisbos de emancipación, que sentarían el precedente para las posteriores guerras de independencia en toda América.

Túpac Amaru, nació el 19 de marzo de 1742 en la provincia de Canas (al sur del Perú). Fue descendiente de Juana Pilcowaco. Al cumplir 20 años contrajo matrimonio con Micaela Bastidas, oriunda del pueblo de Pampamarca (departamento de Arequipa), con la que tuvo tres hijos llamados Hipólito, Mariano y Fernando.

El alzamiento se inició el 10 de noviembre de 1780, con la ejecución del despótico corregidor Antonio Arriaga, que había sido capturado en Tinta por sus seguidores. Túpac Amaru ordenó ajusticiarlo en la plaza de Tungasuca, estableciendo asimismo la destrucción de varios obrajes como respuesta a la opresión que caía sobre el pueblo. Entre los planteamientos revolucionarios de Túpac Amaru, se proponía la eliminación de la Alcabala y la Mita, siendo esta ultima la causante de la muerte de miles de indígenas, ya que por este método se obligaba a los indígenas a trabajar forzosamente en las minas.

Las revueltas se extendían por todo el Bajo y el Alto Perú y parte del virreinato del Río de la Plata. La reacción fue, como era predecible, militar y no diplomática, por parte de la corona española. La insurrección se extendió rápidamente en todas las provincias suramericanas. Dentro de las batallas libradas por el ejército indígena de Tupac Amaru se encuentra la batalla de Sangarara, en el cual las fuerzas rebeldes derrotaron al ejército realista.

El 18 de mayo de 1781, en evento público en la Plaza de Armas de Cuzco, Tupac Amaru fue obligado a presenciar la tortura y asesinato de su familia: su tío, sus dos hijos mayores y finalmente su esposa. Luego seguiría la ejecución del líder, un testigo relató: "Se le sacó a media plaza: allí le cortó la lengua el verdugo, y despojado de los grillos y esposas, lo pusieron en el suelo: atáronle a las manos y pies cuatro lazos, y asido éstos a la cincha de cuatro caballos, tiraban cuatro mestizos a cuatro distintas partes: espectáculo que jamas se había visto en esta ciudad. No sé si porque los caballos ni fuesen muy fuertes, o el indio en realidad fuese de fierro, no pudieron absolutamente dividirlo, después de un largo rato lo tuvieron tironeando, de modo que le tenían en el aire, en un estado que parecía una araña." Los verdugos optaron por decapitarlo y posteriormente despedazarlo. Como medida intimidatoria, el virrey mandó a repartir sus partes en los pueblos que apoyaban la rebelión.

La rebelión de Túpac Amaru es un hecho que hizo tambalear las estructuras coloniales dominantes, en el cual no solo se proponía un cambio político, sino un profundo cambio en las estructuras sociales, marcando que los pueblos indígenas no iban a seguir permitiendo la opresión colonizadora.

Hoy son muchos los Movimientos Indígenas en toda el ABYA YALA que levantamos la bandera de lucha de Túpac Amaru, es nuestro propósito seguir en la lucha por la recuperación del TERRITORIO y la defensa a nuestra AUTODETERMINACIÓN como pueblos LIBRES y PREXISTENTES a la colonia y los estados nacionales actuales.

¡¡JALLALLA, KAWSACHUN, YASURUPAI TUPAC AMARU!!

CONSEJO DE PUEBLOS ORIGINARIOS LLANKAJ MAKI

jueves, 29 de septiembre de 2016

Luchar - Tupaj Amaru


viernes, 22 de agosto de 2014

Resurrección de Túpac Amaru

Túpac Amaru había sido el último rey de los incas, que durante cuarenta años había peleado en las montañas del Perú. En 1572, cuando el sable del verdugo le partió el pescuezo, los profetas indios anunciaron que alguna vez la cabeza se juntaría con el cuerpo.

Y se juntó. Dos siglos después, José Gabriel Condorcanqui encontró el nombre que lo estaba esperando. Convertido en Túpac Amaru, él encabezó la más numerosa y peligrosa rebelión indígena en toda la historia de las Américas.

Ardieron los Andes. Desde la cordillera hasta la mar se alzaron las víctimas del trabajo forzado en las minas, las haciendas y los talleres. De victoria en victoria, amenazaban el menú colonial los sublevados que avanzaban, a paso imparable, vadeando ríos, trepando montañas, atravesando valles, pueblo tras pueblo. Y a punto estuvieron de conquistar el Cuzco.

La ciudad sagrada, el corazón del poder, estaba ahí: desde las cumbres se veía, se tocaba.

Habían pasado dieciocho siglos y medio, y se repetía la historia de Espartaco, que tuvo a Roma al alcance de la mano. Y tampoco Túpac Amaru se decidió a atacar. Tropas indias, al mando de un cacique vendido, defendían el Cuzco, ciudad sitiada, y él no mataba indios: eso no, eso nunca. Bien sabía que era necesario, que no había otra, pero...

Mientras él dudaba, que sí, que no, que quién sabe, pasaron los días y las noches y los soldados españoles, muchos, bien armados, iban llegando desde Lima.

En vano le enviaba desesperados mensajes su mujer, Micaela Bastidas, que comandaba la retaguardia:
—Tú me has de acabar de pesadumbres...
—Yo ya no tengo paciencia para aguantar todo esto...
—Bastantes advertencias te di...
—Si tú quieres nuestra ruina, puedes echarte a dormir.
En 1781, el jefe rebelde entró en el Cuzco. Entró encadenado, apedreado, insultado.

Lluvia

En la cámara de torturas, lo interrogó el enviado del rey.
—¿Quiénes son tus cómplices? —le preguntó.
Y Túpac Amaru contestó:
—Aquí no hay más cómplices que tú y yo. Tú por opresor, y yo por libertador, merecemos la muerte.
Fue condenado a morir descuartizado. Lo ataron a cuatro caballos, brazos y piernas en cruz, y no se partió. Las espuelas desgarraban los vientres de los caballos, que en vano pujaban, y no se partió.

Hubo que recurrir al hacha del verdugo.
Era un mediodía de sol feroz, tiempo de larga sequía en el valle del Cuzco, pero el cielo fue negro de pronto y se rompió y descargó una lluvia de ésas que ahogan al mundo.
También fueron descuartizados los otros jefes y jefas rebeldes, Micaela Bastidas, Túpac Catari, Bartolina Sisa, Gregoria Apaza… Y sus pedazos fueron paseados por los pueblos que habían sublevado, y fueron quemados, y sus cenizas arrojadas al aire, 'para que de ellos no quede memoria'.


Eduardo Galeano en Espejos, una Historia casi universal 

jueves, 19 de junio de 2014

Memoria Histórica



Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina por la indiferencia.

 

José Saramago


domingo, 18 de mayo de 2014

La muerte de Tupac Amaru II (18 de Mayo de 1.781). Una de las ejecuciones más crueles de la Historia.

Sus últimas palabras fueron: "Collanan Pachacamac ricuy auccacunac yahuarniy hichascancuta" (Madre Tierra, atestigua como mis enemigos derraman mi sangre). El 18 de mayo de 1781 se produjo la ejecución de Tupac Amaru II quien había sido condenado por los conquistadores españoles a la muerte en la horca. Antes de ejecutarlo lo obligaron a presenciar cómo le cortaban la lengua y la cabeza a sus amigos, a su mujer Micaela Bastidas y posteriormente a dos de sus hijos. Como es relatado por Baltasar de Ocampo y fray Gabriel de Oviedo, prior de los dominicos en Cuzco, ambos testigos oculares, el inca levantó su mano para silenciar a las multitudes que se habían reunido en la Plaza de Armas de Cuzco para presenciar su ejecución. 

Luego de ver como torturaban y mataban a sus seres queridos, los soldados cortaron la lengua (por haber hablado contra el rey…) y ataron las extremidades del famoso jefe Inca a cuatro caballos con el fin de descuartizarlo vivo. Esta atroz idea no se pudo concluir por lo que decidieron decapitarlo, clavar su cabeza en una lanza, despedazarlo y enviar sus cuatro miembros a cuatro ciudades diferentes: Tungusaca, Carabaya, Livitaca y Santa Rosa. Su muerte no fue en vano, ya que las causas que motivaron su revolución fueron consideradas para efectuar cambios en el sistema político/administrativo, traduciéndose en la supresión de los corregidores, instaurándose el régimen de las intendencias. Además, se creó la Audiencia del Cusco, donde se ventilaban casos de abusos en contra de los indígenas. 


A pesar de la ejecución de Túpac Amaru y de su familia, los españoles no lograron sofocar la rebelión, que continuó acaudillada por su medio hermano Diego Cristóbal Túpac Amaru, al tiempo que se extendía por el altiplano boliviano, la región de Jujuy y en el Noroeste argentino. Tupac Amaru II se rebeló en el Perú colonial contra la opresión y tiranía colonial de los invasores venidos de España. Dicha rebelión que terminó con el genocidio de 100 mil indígenas.

Fuente: Las Venas Abiertas

Poesía: Cary Macena

jueves, 8 de mayo de 2014

Tupac Amaru, padre de la Revolución Francesa

El eurocentrismo no se cansa de decirnos y contarnos su influencia en nuestras ideas y movimientos, en cambio, es renuente a reconocer la influencia americana en sus acontecimientos fundamentales. 
Hay otra historia.

Para adquirir identidad nacional hay que conocer nuestra historia; conocemos la historia oficial más no la historia real, que empieza a reescribirse. El 4 de Noviembre de 1780 se inició la revolución de José Gabriel Condorcanqui Noguera, Túpac Amaru, con el apresamiento y posterior ejecución del corregidor sanguinario Antonio de Arriaga; que resquebrajó los cimientos del imperio español en las Indias y trazó el camino de la independencia de América Latina. 

En Perú, José Gabriel Cordorcanqui Tupac Amaru engendró la Revolución francesa al decretar la abolición de la esclavitud el 16 de Noviembre de 1780 en el Santuario de Tungasuca; en Estados Unidos fue Abraham Lincoln en 1863 y en Perú Ramón Castilla en 1854: 83 y 74 años después de Tupac Amaru. Por derecho histórico y de justicia a Tupac Amaru debe darse la paternidad de la abolición de la esclavitud en el mundo, Perú y de la Revolución Francesa. En la decisión de abolir la esclavitud está sintetizada la igualdad, fraternidad y libertad de la Revolución Francesa; del mismo modo sirvió de estímulo e inspiración para la redacción de las obras de Juan Pablo Vizcardo y Guzman, Pablo de Olavide; así mismo sirvió de inspiración a San Martín para la liberación de Argentina, Chile y Perú y es el primer precursor de la emancipación de América Latina. Personalidades contemporáneas lo comparan con Cromwel, Robespierre y Jorge Washington. Era persona hábil e instruida; doctor en derecho canónico, teología y civil, con cultura política, políglota, dominaba el castellano, latín, quechua, aymara y otros idiomas. 

Su cultura se aprecia en el oficio que le envía a Areche el 5 de Marzo de 1781. En un párrafo escribe: «Un humilde joven pastor rústico con el palo, la honda y la providencia divina libertó al infeliz pueblo de Israel, del poder de Goliat y Faraón; la razón fue las lágrimas de estos pobres cautivos dieran tales voces de compasión, pidiendo justicia al cielo, que después de cientos de años salieron de su martirio y tormento para la tierra de promisión; más ¡ay! que al fin lograron sus deseos, ¡aunque con tanto sufrimiento y llanto!... Más nosotros infelices indios, con más suspiros y lágrimas que ellos, en tantos siglos no hemos podido conseguir algún alivio; será la razón porque el Faraón que nos persigue, maltrata y hostiliza no es uno solo, sino muchos, tan inicuos y de corazones tan depravados como son los corregidores, sus tenientes, cobradores y demás corchetes. hombres diabólicos y perversos, que presumo que nacieron del lúgubre caos infernal y se sustentaron de los pechos de arpías más ingratas, por ser tan impíos, crueles y tiranos; a los Nerones y Atilas, de quienes la historia refiere sus iniquidades y de sólo oír se estremecen los cuerpos y lloran los corazones». 

Se movilizaba sobre un caballo blanco son su séquito y capellán y en los pueblos era recibido por los curas con capa de coro; cruz alta y palio. La preparación de la rebelión duró cerca de 10 años, movilizó más de 100,000 soldados en una extensión de más de 1,500 kilómetros; se movilizaban las personas con pasaportes o salvoconductos otorgados por su lugarteniente y esposa Micaela Bastidas y su apelativo familiar era CHEPE. La respuesta a Areche, su encarnizado torturador: «Tú por opresor y yo por evitarlo, merecemos la muerte» sintetiza su personalidad. Antonio de Areche le hizo justicia al informar al Ministro de Indias el 30 de Abril de 1781: « Es de un espíritu y naturaleza muy robusta y de una serenidad imponderable”. Contestaba a sus verdugos: «Que no diría a nadie la verdad, aunque le sacasen la carne a pedazos»: cumplió su palabra. 

El objetivo de la revolución de Tupac Amaru no era anexar territorios sino eminentemente social y económico: abolir la esclavitud, la mita, repartimientos, obrajes, la desaparición de los corregidores; en síntesis: anticolonial, antiesclavista y anti feudal, único en el mundo. Donde firmó Tupac Amaru la abolición de la esclavitud debe levantarse un altar antiesclavista, debe corregirse la omisión histórica de no aceptar que fue el primero en abolir la esclavitud en el mundo y en el Perú, considerarle primer precursor de la independencia de América Latina y padre de la Revolución Francesa. Más tarde que nunca se hará realidad. 

Las metas de este movimiento siguen vigentes; terminará cuando tengamos un gobierno que trabaje por el desarrollo de los peruanos y ningún niño duerma sin comer un pan: cuando exista justicia. La gloria de José Gabriel seguirá creciendo como crece la sombra cuando el sol declina. 

Lewin B. La Rebelión de Túpac Amaru, 1957, 
Valcárcel CD. Túpac Amaru, 1970, 
Hernández R. Precursor y Rebelde Túpac Amaru, 1969 
Bonilla J. La Revolución de Túpac Amaru, 1971, 
Valcárcel CD. La Revolución de Túpac Amaru, 1973, 
Sivirichi A. La Revolución Social de los Tupac Amaru, 1979, 
Vega JJ. José Gabriel Túpac Amaru, 1969 

Dr. Godofredo Arauzo

Fuentes:
Revista Pukara (7 de Mayo de 2.014)

Agencia Walsh

domingo, 25 de agosto de 2013

La última carta de Tupac Amarú II

La última carta que Túpac Amaru II escribe a Micaela Bastidas antes de ser apresado por los soldados españoles.
Éste es el amor vibrante de dos almas entregadas a la lucha por la vida y la dignidad de su pueblo oprimido, el amor más bello que pueda conocerse.




En algún lugar de la Cordillera de los Andes, Enero de 1782.

Micaela:

Amor Mío. Por primera vez me encuentro rodeado de hombres verdaderos.

Hay muchos hombres: inteligentes, audaces, prudentes, fríos, calculadores, desleales, ignorantes, pero pocos decentes e idealistas.

Pero esos pocos entre los cuales me incluyo, con el tiempo van a ser legiones, a medida que nuestro ejemplo vaya derrotando al inhumano conquistador.

Contigo por primera vez he sentido el Amor.

El Hombre sin Amor es Incompleto.

La civilización que nos quieren imponer ha escrito mucho sobre el Amor, pero la nuestra hace posible la experiencia del verdadero Amor.

Por todo eso, para dar dignidad y Amor a este mundo, estamos luchando.

Todos mis indios, son Hombres Nuevos, hombres silenciosos, pero tremendamente revolucionarios.

Nuestro Amor también comenzó silenciosamente… ¡Qué misterio!

 ¿verdad? Toda la selva verde y las altas montañas, todo el mar que contemplo en el cual me baño, la tierra que piso, las estrellas que miro ¿de dónde vienen? Y Tú, ¿de qué mundo vienes?

Porque mujeres de tu condición son raras manifestaciones que de tanto en tanto aparecen en la Tierra para Purificarla y Embellecerla.

Tú eres Amor. Eres para Ser amada.

Cuando ama, la mujer es vibración que estremece y conduce a un mundo superior.

Desde que te amo, vibro, trato de superarme. Cuando te beso, se agita mi alma, siento la presencia de la vida en plenitud.

Juntos somos la vibración profunda que trata de arrancarle el misterio al universo entero.

La energía secreta de tus ojos siempre me impulsan hacia nuevos objetivos. ¡A vencer!

Quizás para ello se precise una vida, miles de hombres nuevos….

Pero también sé que si estos hombres son amados por mujeres como tú, harán todo lo posible y los plazos se acortaran. Contigo junto a mí, tengo Fe en Mi Estrella.

Mientras Tú me ames formaré parte de la forja de los hombres que pelean por la libertad de todos los hombres.

Tú eres el comienzo de mi libertad individual. Juntos somos la expresión telúrica de nuestra raza.



En estos momentos me avisan que los conquistadores nos están cercando….

Pronto me uniré a Ti.
Túpac Amaru

Compartida por Colectivo IdeAcción 



viernes, 18 de mayo de 2012

Túpac Amaru y la lucha por la independencia

Fuente: Felipe Pigna, Adaptación para El Historiador del libro Los mitos de la historia argentina 1, Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2004.

El Inca José Gabriel Condorcanqui, conocido como Túpac Amaru fue ejecutado en Cuzco, Perú, por orden de las autoridades hispanas. Se había rebelado contra el rey de España e intentado recobrar la independencia del Perú. En su lucha obtuvo el apoyo de indígenas y españoles criollos tanto en el Virreinato del Perú como en el del Río de la Plata. Logró convulsionar a doce provincias del primero y a ocho del segundo, pero la rebelión fue totalmente sofocada y el 18 de mayo de 1781 Túpac Amaru fue asesinado y descuartizado en la plaza de Cuzco.

Túpac Amaru nació el 19 de marzo del año 1740 en el pueblo de Surimaná, provincia de Tinta (actual Perú). Heredó los cacicazgos de Pampamarca, Tungasuca Y Surimaná y una importante cantidad de mulas, que lo  convirtieron en un cacique de buena posición dedicado al transporte de mercaderías.


Pero la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776 perjudicó seriamente al Virreinato del Perú. El cierre de los obrajes, la paralización de las minas y la crisis del algodón y el azúcar provocaron el incremento de la desocupación y la pérdida para miles de indígenas de sus míseros ingresos. Ante esta situación Túpac presentó una petición formal para que los indios fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas. Allí decía:“Entonces morían los indios y desertaban pero los pueblos eran numerosos y se hacía menos sensible; hoy, en la extrema decadencia en que se hallan, llega a ser imposible el cumplimiento de la mita porque no hay indios que las sirvan y deben volver los mismos que ya la hicieron...".

Denunciaba los esfuerzos inhumanos a que eran sometidos, los largos y peligrosos caminos que debían andar para llegar hasta allí "más de doscientas jornadas de ida y otras tantas de vuelta”. Pedía también el fin de los obrajes, verdaderos campos de concentración donde se obligaba a hombres y mujeres, ancianos y niños a trabajar sin descanso. Denunciaba particularmente al sistema de repartimientos, antecedente del bochornoso pago en especie. La soberbia Audiencia de Lima, compuesta mayoritariamente por encomenderos y mineros explotadores, ni siquiera se dignó a escuchar sus reclamos.

Túpac fue entendiendo que debía tomar medidas más radicales y  comenzó a preparar la insurrección más extraordinaria de la que tenga memoria esta parte del continente. La primera tarea fue el acopio de armas de fuego, vedadas a los indígenas. Abuelos y nietos se dedicaban a las armas blancas, pelando cañas, preparando flechas vengadoras. Las mujeres tejían maravillosas mantas con los colores prohibidos por los españoles. Una de ellas será adoptada como bandera por el ejército libertador. Tiene los colores del arco iris y aún flamea en los Andes peruanos.

La independencia propuesta por Túpac no era sólo un cambio político, implicaba modificar el esquema social vigente en la América española. Su movimiento produjo una profunda conmoción en el Perú, grandes transformaciones internas y amplias resonancias americanas, "muera el mal gobierno; mueran los ministros falsos, y viva siempre la plata…. Y mueran como merecen los que a la justicia faltan y los que insaciable roban con la capa de aduana".

Los elevados impuestos y los nuevos repartimientos realizados a la llegada del virrey Agustín de Jáuregui provocaron que Condorcanqui  se decidiera a comenzar la rebelión. La ocasión se presentó cuando el obispo criollo Moscoso excomulgó al corregidor de Tinta, Arriaga, individuo particularmente odiado por los indios. El 4 de noviembre de1780, Túpac Amaru, con su autoridad de cacique de tres pueblos, mandó detener a Antonio de Arriaga, y lo obligó a firmar una carta donde pedía a las autoridades dinero y armas y llamaba a todos los pueblos de la provincia a juntarse en Tungasuca, donde estaba prisionero. Le fueron enviados 22000 pesos, algunas barras de oro, 75 mosquetes, mulas, etcétera. Tras un juicio sumario, Arriaga fue ajusticiado en la plaza Tungasuca el 9 de noviembre.

Emitió un bando reivindicando para sí la soberanía sobre estos reinos que decía: “los Reyes de Castilla me han tenido usurpada la corona y dominio de mis gentes, cerca de tres siglos, pensionándome los vasallos con insoportables gabelas, tributos, piezas, lanzas, aduanas, alcabalas, estancos, catastros, diezmos, quintos, virreyes, audiencias, corregidores, y demás ministros: todos iguales en la tiranía, vendiendo la justicia en almoneda con los escribanos de esta fe, a quien más puja y a quien más da, entrando en esto los empleos eclesiásticos y seculares, sin temor de Dios; estropeando como a bestias a los naturales del reino; quitando las vidas a todos los que no supieren robar, todo digno del más severo reparo. Por eso, y por los clamores que con generalidad han llegado al Cielo, en el nombre de Dios Todopoderoso, ordenamos y mandamos, que ninguna de las personas dichas, pague ni obedezca en cosa alguna a los ministros europeos intrusos”.

Por donde pasaba el ejército libertador se acababa la esclavitud, la mita y la explotación de los seres humanos. El 18 de noviembre de 1780 se produjo la batalla de Sangarará. En este primer combate, las fuerzas rebeldes derrotaron al ejército realista. A partir de entonces, la rebelión tomó un carácter más radical con un líder a la altura de las circunstancias que proponía: "Vivamos como hermanos y congregados en solo cuerpo. Cuidemos de la protección y conservación de los españoles; criollos, mestizos, zambos e indios por ser todos compatriotas, como nacidos en estas tierras y de un mismo origen". Unos 100.000 indios en una extensión de 1500 kilómetros, de Salta al Cuzco, se dispusieron a seguir al rebelde. En uno de sus manifiestos decía Túpac:
“Un humilde joven con el palo y la honda y un pastor rústico libertaron al infeliz pueblo de Israel del poder de Goliat y faraón: fue la razón porque las lágrimas de estos pobres cautivos dieron tales voces de compasión, pidiendo justicia al cielo, que en cortos años salieron de su martirio y tormento para la tierra de promisión. Mas al fin lograron su deseo, aunque con tanto llanto y lágrimas. Mas nosotros, infelices indios, con más suspiros y lágrimas que ellos, en tantos siglos no hemos podido conseguir algún alivio(...) El faraón que nos persigue, maltrata y hostiliza no es uno solo, sino muchos, tan inicuos y de corazones tan depravados como son todos los corregidores, sus tenientes, cobradores y demás corchetes: hombres por cierto diabólicos y perversos [...] que dar principio a sus actos infernales seria santificar... a los Nerones y Atilas de quienes la historia refiere sus iniquidades... En éstos hay disculpas porque, al fin, fueron infieles; pero los corregidores, siendo bautizados, desdicen del cristianismo con sus obras y más parecen ateos, calvinistas, luteranos, porque son enemigos de Dios y de los hombres, idólatras del oro y de la plata. No hallo más razón para tan inicuo proceder que ser los más de ellos pobres y de cunas muy bajas”.

La gravedad de la situación llevó a los virreyes de Lima y Buenos Aires a unir sus fuerzas. Vértiz y su colaborador, el inefable Marqués de Sobremonte le escribían en estos términos al virrey del Perú:“el buen orden y estado pacífico, consistiría en extirpar el ambicioso origen de todos los males que padecen los pueblos, segando la cabeza del rebelde José…”.

José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II.
Dibujo: Germán Suárez Vertiz.
Con la llegada al Cuzco del visitador Areche y el inspector general José del Valle la situación se desequilibró en perjuicio de los rebeldes. Túpac intentó todavía dar un golpe de mano atacando primero, pero el ejército realista fue advertido por un prisionero escapado y el golpe fracasó. La noche del 5 al 6 de abril se libró la desigual batalla entre los dos ejércitos. Según un parte militar “fueron pasados a cuchillo más de mil y derrotado el resto enteramente”. Al verse perdido Túpac Amaru intentó la fuga, pero fue hecho prisionero y trasladado al Cuzco. El visitador Areche entró intempestivamente en su calabozo para exigirle, a cambio de promesas, los nombres de los cómplices de la rebelión. Túpac Amaru le contestó con desprecio:
“Nosotros dos somos los únicos conspiradores; Vuestra merced por haber agobiado al país con exacciones insoportables y yo por haber querido libertar al pueblo de semejante tiranía. Aquí estoy para  que me castiguen solo, al fin de que otros queden con vida y yo solo en el castigo.”

Túpac fue sometido a las más horribles torturas durante varios días. Se le ataron las muñecas a los pies. En la atadura que cruzaba los ligamentos de manos y pies fue colgada una barra de hierro de 100 libras e izado su cuerpo a 2 metros del suelo causándole el dislocamiento de uno de sus brazos. Túpac no delató a nadie. Se guardó para él y la historia el nombre y la ubicación de sus compañeros. El siniestro visitador Areche debió reconocer el coraje y la resistencia de aquel hombre extraordinario en un informe al virrey donde dejaba constancia que a pesar de los días continuados de tortura, “el inca Tupac Amaru es un espíritu y naturaleza muy robusta y de una serenidad imponderable”.
El 17 de mayo de 1781 Túpac Amaru fue condenado a muerte. La condena alcanzó a toda su familia ya que recomendaba que fuera exterminada toda su descendencia, hasta el cuarto grado de parentesco. La condena redactada por el Visitador Areche, era todo un manifiesto ideológico y llegaba a prohibir todo vestigio de la cultura incaica: “…se prohíben y quitan las trompetas o clarines que usan los indios en sus funciones, y son unos caracoles marinos de un sonido extraño y lúgubre, y lamentable memoria que hacen de su antigüedad; y también el que usen y traigan vestidos negros en señal de luto, que arrastran en algunas provincias, como recuerdos de sus difuntos monarcas, y del día o tiempo de la conquista, que ellos tienen por fatal, y nosotros por feliz, pues se unieron al gremio de la Iglesia católica, y a la amabilísima y dulcísima dominación de nuestros reyes.Y para que estos indios se despeguen del odio que han concebido contra los españoles, y sigan los trajes que les señalan las leyes, se vistan de nuestras costumbres españolas, y hablen la lengua castellana”.

Túpac Amaru y los suyos quedaron expuestos a las fieras. A continuación transcribimos textualmente el relato de la muerte de la familia Túpac Amaru ocurrida el 18 de mayo de 1781 contada por sus asesinos:
“El viernes 18 de mayo de 1781, después de haber cercado la plaza con las milicias de esta ciudad del Cuzco... salieron de la Compañía nueve sujetos que fueron: José Verdejo, Andrés Castelo, un zambo, Antonio Oblitas (el que ahorcó al general Arriaga), Antonio Bastidas, Francisco Túpac Amaru; Tomasa Condemaita, cacica de Arcos; Hipólito Túpac Amaru, hijo del traidor; Micaela Bastidas, su mujer, y el insurgente, José Gabriel. Todos salieron a un tiempo, uno tras otro. Venían con grillos y esposas, metidos en unos zurrones, de estos en que se trae la yerba del Paraguay, y arrastrados a la cola de un caballo aparejado. Acompañados de los sacerdotes que los auxiliaban, y custodiados de la correspondiente guardia, llegaron al pie de la horca, y se les dieron por medio de dos verdugos, las siguientes muertes. 

”A Verdejo, Castelo, al zambo y a Bastidas se les ahorcó llanamente. A Francisco Túpac Amaru, tío del insurgente, y a su hijo Hipólito, se les cortó la lengua antes de arrojarlos de la escalera de la horca. A la india Condemaita se le dio garrote en un tabladillo con un torno de fierro... habiendo el indio y su mujer visto con sus ojos ejecutar estos suplicios hasta en su hijo Hipólito, que fue el último que subió a la horca. Luego subió la india Micaela al tablado, donde asimismo en presencia del marido se le cortó la lengua y se le dio garrote, en que padeció infinito, porque, teniendo el pescuezo muy delgado, no podía el torno ahogarla, y fue menester que los verdugos, echándole lazos al cuello, tirando de una a otra parte, y dándole patadas en el estómago y pechos, la acabasen de matar. Cerró la función el rebelde José Gabriel, a quien se le sacó a media plaza: allí le cortó la lengua el verdugo, y despojado de los grillos y esposas, lo pusieron en el suelo. Le ataron las manos y pies a cuatro lazos, y asidos éstos a las cinchas de cuatro caballos, tiraban cuatro mestizos a cuatro distintas partes: espectáculo que jamás se ha visto en esta ciudad. No sé si porque los caballos no fuesen muy fuertes, o porque el indio en realidad fuese de hierro, no pudieron absolutamente dividirlo después que por un largo rato lo estuvieron tironeando, de modo que lo tenían en el aire en un estado que parecía una araña. Tanto que el Visitador, para que no padeciese más aquel infeliz, despachó de la Compañía una orden mandando le cortase el verdugo la cabeza, como se ejecutó. Después se condujo el cuerpo debajo de la horca, donde se le sacaron los brazos y pies. Esto mismo se ejecutó con las mujeres, y a los demás les sacaron las cabezas para dirigirlas a diversos pueblos. Los cuerpos del indio y su mujer se llevaron a Picchu, donde estaba formada una hoguera, en la que fueron arrojados y reducidos a cenizas que se arrojaron al aire y al riachuelo que allí corre. De este modo acabaron con José Gabriel Túpac Amaru y Micaela Bastidas, cuya soberbia y arrogancia llegó a tanto que se nominaron reyes del Perú, Quito, Tucumán y otras partes...”