Escrito: Una Antropóloga en la Luna
"Hoy
sabemos que hay una estrecha correlación entre la biodiversidad y la diversidad
de lenguas." explica Juan Carlos Jimeno Martín, antropólogo.
"En
definitiva, podemos asegurar que hay una correlación entre nuestra
supervivencia como especie gracias a la diversidad humana y la
posibilidad de sobrevivir en el mundo manteniendo la diversidad
biológica en el planeta. Ambas diversidades van juntas, caminan de la
mano, se necesitan mutuamente."
Víctor
M.Toledo y Narciso Barrera-Bassols llaman a recordar (desde su acepción
original del latín "re-cordis", "volver a pasar por el
corazón") la importancia ecológica de las sabidurías tradicionales, o
la memoria biocultural:
"En
última instancia es en esas sabidurías milenarias, largamente ignoradas,
desvalorizadas o mal interpretadas, donde se encuentran las
claves para remontar la actual crisis ecológica y social desencadenada por
la revolución industrial, la obsesión mercantil y el pensamiento
racionalista."
Y
explican esta correlación entre la diversidad biológica y la lingüística:
"Cada
lenguaje hablado representa un modo único de comprender la experiencia
humana, el universo natural y el mundo entero. Los idiomas resumen toda
la pluralidad de la humanidad. Como un código de acción social, el
lenguaje es usado por los seres humanos para establecer un diálogo
negociado con el mundo social y el mundo natural"
Las
áreas del mundo con alta riqueza biológica y las áreas de alta diversidad de
lenguas coinciden.
Doce
países contienen el 54% del total de las lenguas: Papua Nueva Guinea,
Indonesia, Nigeria, India, Australia, México, Camerún, Brasil, Zaire,
Filipinas, Estados Unidos y Vanuatu.
Y
siete son los países considerados megadiversos lingüistica y biológicamente.
Éstos
incluyen tres islas: Indonesia, Papua Nueva Guinea y Australia; y cuatro
grandes países continentales: China, México, India y Zaire (R.D. del Congo).
Y
sus lenguas son, en su inmensa mayoría, lenguas orales. Por eso, los
conocimientos se transmiten de manera oral a otros grupos o a las nuevas
generaciones, y la pérdida de los idiomas locales significa irremediablemente
la pérdida de los principales medios de transmisión de la memoria
biocultural.
La
mayoría de los lingüistas estiman que el 50% de las 6.500 lenguas restantes del
mundo habrá desaparecido a finales de este siglo (aunque, algunos llegan a
situar esta cifra en el 90%).
Los
idiomas suelen alcanzar el punto de crisis después de ser desplazados por otro
social, política y económicamente dominante, cuando esa lengua es clave para
acceder a puestos de trabajo, educación y oportunidades y se percibe la lengua
materna como un obstáculo potencial para el éxito en la vida.
Aunque
también se dan casos en los que los hablantes de lenguas minoritarias hayan o
han sufrido una larga historia de persecuciones, hostilidad y
prohibiciones. Un caso actual fue el de un lingüista en China que fue
arrestado por tratar de abrir escuelas que enseñasen su lengua materna, uigur.
No se ha sabido nada de él desde entonces.
"La
estandarización lingüística por el uso de las lenguas oficiales es mejor
entendida cuando se considera a un idioma como un instrumento en
las relaciones de poder y no solo como una fuente de comunicación. La
asimilación lingüística está asociada con la conquista, el colonialismo, el
neocolonialismo y la difusión de la religión." explican Víctor
M.Toledo y Narciso Barrera-Bassols en el libro antes citado.
"Los
bosques están siendo talados. Muchas lenguas se están perdiendo. La gente se va
a encontrar trabajo a las tierras bajas y las ciudades. El gobierno de
Indonesia nos impide hablar nuestros idiomas en las escuelas“, dice Benny
Wenda. Ahora, este líder y activista por la liberación de Papúa
Occidental habla sólo nueve idiomas. Ha perdido muchas otras más. Las
que ha conservado son el Lani, la lengua de su tribu, así como Dani, Yali, Mee
y Walak. el indonesio,el tok pisin, el Bayak costero y el Inglés. Así, saluda
diciendo Kawonak, Nayak, Nareh, Koyao, Aelak, Selamt, Brata, Tabeaya y Hello.
Y
es que Nueva Guinea cuenta con alrededor de 1.000 idiomas. Es el
lugar con mayor diversidad lingüística del mundo, y es también uno de los
lugares con mayor biodiversidad, con canguros trepadores, aves del
paraíso, ratones carnívoros, palomas gigantes, ratas más grandes que los gatos
domésticos y más especies de orquídeas que en cualquier otro lugar del planeta.
"No
nos molestamos en aprenderla porque no servía para nada", dijo Prem
Bahadur Pun, hijo de la última hablante de la lengua 'kusunda' de Nepal. La
mayoría de las lenguas de la zona pertenecen a las familias sino-tibetana,
indo-europea, austro-asiática y dravídica, pero el 'kusunda' parece estar fuera
de esas categorías: es una lengua aislada.
Gyani Maiya Sen, una aldeana nepalí de 75 años es la última hablante
de esta lengua. Para ella, la lengua sí sirvió para algo: su madre y ella
lo hablaban solo cuando necesitaban decirse algo sin que el resto de los
presentes se enteraran.
Mamihlapinatapai “es
la mirada cargada de signficado que comparten dos personas que desean iniciar
algo, pero que son reacias a dar el primer paso para comenzar.” esta palabra
tan especial está listada en el Libro Guinness de los Récords como la
"palabra más concisa del mundo" y pertenece a la lengua
yagán. Cristina Calderón es la última testigo con vida del
pueblo y la única hablante de la lengua.
Marie
Smith Jones falleció en Alaska en 2008, llevándose consigo el
idioma eyak. Y con ella, la gente se olvidó por qué la palabra que
nombra la hoja, kultahl, era también la palabra para la pluma, como
si los árboles de hoja caduca y las aves compartieran una vida
orgánica. Marie Smith Jones, que en realidad se llamaba Udachkuqax *
a'a'ch ("sonido que llama a la gente a lo lejos"), contaba que quería
ser piloto, algo que le negaron por ser mujer. Pero nadie pudo negarle hacer
activismo por su lengua eyak, y siempre tuvo la esperanza de poder hacerla
volar en el futuro, con el diccionario y las grabaciones de su
compañero Michael Krauss.
“No
puedes imaginar el dolor y la angustia que he sentido cada día al ser
el único testigo mudo de la pérdida de una cultura y de una
lengua.” cuenta la lingüista Anvita Abbi que le confesó la
última persona que hablaba “bo”, una mujer llamada Boa Sr. Boa falleció en el
2010.
Se
cree que los bo llevaban viviendo en las Islas Andamán unos 60.000 años, lo que
les convierte en los descendientes de una de las culturas humanas más
antiguas de la Tierra. "Boa Sr tenía un gran sentido del humor, y su
sonrisa y su carcajada profunda eran contagiosas.” cuenta Abbi. Boa Sr
sobrevivió al tsunamique asoló Asia en diciembre de 2004. Según comentó a
los lingüistas: “Todos nos encontrábamos allí cuando sobrevino el
terremoto. Nuestros mayores nos dijeron ‘la Tierra podría partirse, no corráis
ni os mováis’. Los ancianos nos lo dijeron y así es como lo sabemos”.
El
N/uu o Nlu, es el dialecto más viejo del San o Khoisan, la forma de
comunicación más antigua de Sudáfrica y una de las más antiguas del
mundo. En 1973, la comunidad internacional testificó que no quedaba ningún
habitante ya que hablara este idioma.
La
reclamación de tierras ocurrida en el parque sudafricano del Kgalagadi
Transfortier Park, en 1998, generó una búsqueda en el desierto por parte de las
autoridades sudafricanas de habladores de aquella lengua. Tras rastrear miles
de kilómetros, se encontraron 25 personas.
El entonces presidente sudafricano, Thabo Mbeki, decidió otorgarles una tierra
propia. Pero el tiempo los ha reducido a un par.
Hay
muchos otros últimos hablantes de una lengua: Edwin Benson y su
lengua mandan, Doris McLemore y la lengua wichita, Charlie Mungulda y
la lengua amurdag, Verdena Parker y la lengua hupa...
Una
vez que aprendió inglés, al último superviviente de la tribu Yahi le
preguntaron su nombre. Él respondió Ishi, que en su lengua significa
hombre. Nunca quiso decir su verdadero nombre. Cuando le preguntaron
por qué, el respondió “No tengo ninguno, porque no hay gente para nombrarlo”
Manuel
Segovia e Isidro Velázquez dejaron de hablarse después de una disputa que
tuvieron sobre su idioma. Paradójico fue, porque son los dos últimos hablantes
del idioma ayapaneco de México, así que esta decisión significaba que
no pudieran hablar su lengua con nadie más. Pero los dos ancianos lograron
dejar atrás sus rencillas para enseñar a los niños de Ayapa su idioma nativo.
Porque, como dicen los inuit “la lengua es el único instrumento que se
afila con su uso”
Los
Tucano orientales o barasana no tienen problemas por las diferencias
lingüísticas, es más, las buscan y se enamoran de ellas. Se trata de
una “exogamia lingüística”: un sistema de parentesco y de matrimonio
basado en la diversidad lingüística. El parentesco lo marca la lengua
paterna, así que al buscar pareja no puede ser alguien que hable tu lengua
porque entonces te casarías con un pariente tuyo y sería incestuoso. Y es
que ser barasana significa hablar en lengua barasana.
Así
la ocupación territorial es menos importante que la lengua. Las mujeres van a
vivir a las otras tribus de otras lenguas de sus esposos. Por eso, en cada
“maloca” o choza comunitaria, la conversación podrá ser barasana, tatuyo, bará,
makuna... todas a la vez, como una maloca de Babel. Todos hablarán su
propia lengua y ninguna será un obstáculo para la comunicación, porque todos
son políglotas desde el nacimiento. La lengua paterna se “habla”, mientras
que las otras se “imitan”. Aún así, ninguna lengua escapa de influirse
mutuamente, pero siguen permitiendo identificar parientes y aliados.
Lo
curioso es que en cada choza, aunque se escuchen hasta seis o siete
idiomas diferentes, nunca se escucha a nadie practicando otro
idioma. Y aunque los niños pasen la mayoría del tiempo con la madre y su
lengua, ella debe conseguir que sólo hablen la del padre, así que simplemente
lo escucharán hasta que un día lo empiecen a hablar.
Hoy,
en Brasil la barasana está seriamente amenazada con un grupo de 61 personas,
pero los idiomas siguen aumentando con el uso del español, portugués, inglés...
“En
lengua guaraní ñe’ê significa “palabra” y también significa “alma”.
En
araki, una lengua hablada por ocho personas en la isla de
Vanuatu, sorosoro signífica “aliento, palabra, lengua”.
En
lengua quechua, ñaupa significa “fue”, pero también significa “será”.
Cada
dos semanas, muere una lengua.
El
mundo disminuye cuando pierde sus humanos decires, como pierde la diversidad de
sus plantas y sus bichos.
En
1974 murió Angela Loij, una de las últimas indígenas onas de la Tierra del
Fuego, allá en el fin del mundo; y la última que hablaba su lengua.
Solita
cantaba Ángela, para nadie cantaba, en esa lengua que ya nadie recordaba:
“Voy
andando por las pisadas de aquellos que se fueron. Perdida estoy.”
En
tiempos idos, los onas adoraban varios dioses. El dios supremo se llamaba
Pemaulk.
Pemaulk
significa Palabra.
(Eduardo
Galeano, escritor.)
Bibliografía:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/06/140613_cultura_lenguas_muertas_mz
http://etnoecologia.uv.mx/PATRIMONIO/seccPATRIMONIO/Memoria_biocultural.html
http://veronicavera-factorhumano.com/2010/09/20/diversidad-biocultural-un-enfoque-integral-de-desarrollo/
http://era-mx.org/biblio/Toledo-_y_Barrera_2008.pdf
http://www.fuhem.es/media/cdv/file/biblioteca/Entrevistas/Entrevista_Juan_Carlos_Gimeno.pdf
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/19/cultura/1337436605.html
http://elzo-meridianos.blogspot.com.es/2011/01/cristina-calderon-la-ultima-portadora.html
http://actualidad.rt.com/sociedad/view/128633-mexico-ultimos-hablantes-salvan-lengua-amenazada
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/18/internacional/1358511569.html
http://www.economist.com/node/10640514
http://www.lenguasdecolombia.gov.co/content/la-subfamilia-ling%C3%BC%C3%ADstica-tucano-oriental-estado-actual-y-perspectivas-de-investigaci%C3%B3n-0