Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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domingo, 20 de diciembre de 2020

Descubren procedencia del linaje maya en Chichén Itzá

Arqueólogos e investigadores lograron establecer luego de 7 años de trabajos y averiguaciones, que en la zona maya de Chichén Itzá, el Templo Superior de Jaguares, perteneció al linaje de los Cocom.



Fueron los arqueólogos Eduardo Pérez de Heredia y Peter Biró quienes lograron el descubrimiento acerca de los linajes en Chichén Itzá.

Este descubrimiento, abre una nueva puerta al conocimiento sobre la zona maya de Chichén Itzá y de los antiguos linajes de la nobleza maya prehispánica, y que se basó en el estudio de documentos de la colección de Theodore Willard y su correlación con los glifos del también llamado Templo de los Jaguares, donde están representados los guerreros.

Al día de hoy, muchos yucatecos llevan el apellido Cocom, que tiene más de mil años de antigüedad. 

Ellos descienden de este importante linaje maya que tuvo un lugar protagónico en la historia del Yucatán prehispánico y cuyo legado sigue vigente, subrayaron los arqueólogos Eduardo Pérez de Heredia (UADY) y Peter Biró de la (UNAM).

Esta revelación está documentada en el libro "La Casa Real de Cocom. Una historia de Yucatán", escrita por Pérez de Heredia y Bíró, el cual fue publicado recientemente en su versión digital y difundido entre la comunidad científica internacional.

El Templo Superior de Jaguares o Templo de los Tigres, en cuyos glifos se identificó a los Cocom, fue considerado por John Lloyd Stephens, uno de los primeros viajeros del siglo XVIII que visitaron Chichén Itzá, como “quizás la mayor gema del arte aborigen que sobrevive aún en el continente americano”.

Los arqueólogos comenzaron a colaborar mientras cursaban el doctorado en arqueología en la Universidad de La Trobe en Melbourne, Australia, y se enfocaron en la historia de Chichén Itzá.

Escrito por Yazmin Rodríguez / Corresponsal Mérida, Yucatán

Fuente: El Universal - 18 de Diciembre de 2020

https://www.eluniversal.com.mx/cultura/descubren-procedencia-del-linaje-maya-en-chichen-itza

miércoles, 21 de marzo de 2018

El descenso de la serpiente en Chichén Itzá anuncia el equinoccio de primavera



El fenómeno demuestra el gran conocimiento que los mayas tenían del cielo, pero lamentamos decirte que no te va a 'cargar de energía'.

Los despistados de nuestra época, si usan Twitter, habrán notado que llegó la primavera gracias a que la palabra se posicionó como trending topic la mañana de este martes. Hace varios siglos, en las culturas precolombinas, existían métodos distintos pero igual de efectivos: el cambio de estación era evidente gracias a los efectos de luces y sombras creados sobre los basamentos piramidales. El más famoso es el que se puede observar estos días en El Castillo, el templo principal del conjunto arqueológico maya de Chichen Itzá (Yucatán).

Como en cada equinoccio -cuando el Sol se encuentra sobre el Ecuador y el día dura lo mismo que la noche- la sombra de la serpiente emplumada aparece en la alfarda poniente de la escalinata norte poco antes de la puesta de sol. Está formada por siete triángulos invertidos de luz que parecen descender y se unen en la base de la escalinata con la cabeza de piedra de la serpiente emplumada o Kukulcán. Se creía que esta deidad civilizadora -conocida como Quetzalcóatl en la mitología del Centro de México- era la que había obsequiado el calendario a los hombres.

Los mayas tenían la obsesión de registrar todo evento celeste porque les ayudaba a perfeccionar su calendario, predecir eventos astronómicos

Como comentario al calce, se descubrió solamente al terminar con la reconstrucción y restauración del edificio.

La arqueóloga y tuitera explica a Verne que solo después de la restauración del también llamado templo de Kukulcán, que comenzó en 1927, fue posible descubrir la serpiente de luces y sombras. Antes de eso, el edificio estaba cubierto por la selva, como fue dibujado en el libro Incidentes de viajes a Centroamérica, Chiapas y Yucatán (1841), de John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood.

Del libro 'Incidentes de viajes a Centroamérica, Chiapas y Yucatán' (1841), de Stephens y Catherwood

Según los investigadores Ivan Šprajc y Pedro Francisco Sánchez Nava (INAH), el primero en describir el fenómeno con detalle fue Jean-Jacques Rivard, en 1969, llamándolo una hierofanía. Es decir, la manifestación de lo sagrado en una realidad profana. Šprajc y Nava consideran que lo más probable es que se trate de un efecto intencional, ya que se puede observar uno similar en la escalera norte de una pirámide en Mayapán, también en Yucatán.

Pirámide de Mayapán. Gobierno de Yucatán

Este, sin embargo, es visible durante aproximadamente un mes antes y después del solsticio de invierno, mientras que en Chichen Itzá se observa unos días antes y después de los equinoccios del 20 o 21 de marzo y el 22 o 23 de septiembre. Lo anterior es una evidencia de que el 21 de marzo no era necesariamente una fecha especial para los mayas, sostienen los investigadores.

Sin embargo, es durante el equinoccio de primavera cuando los sitios arqueológicos mexicanos registran una gran cantidad de visitantes, atraídos por las supuestas buenas vibras que ofrecen los antiguos lugares sagrados específicamente en esta época del año. Para Valles, se trata de un mito muy extendido que hay que desmentir.

Fuente:
Diario El País  -  Verne  (España) – 21 de Marzo de 2.018

martes, 21 de marzo de 2017

Equinoccio de primavera 2017 en centros ceremoniales de México


Se suele decir que el equinoccio y el solsticio son oportunidades para observar tanto el medio en el que nos encontramos como nuestra relación con la naturaleza.

A las 4h28 del 20 de marzo –horario de la Ciudad de México–, el hemisferio norte comenzó a vivir el equinoccio de primavera y el hemisferio sur, el equinoccio de otoño. Se trata de un día en que la luz y la oscuridad se encuentran en perfecto equilibrio, razón por la cual se le brinda ese nombre: “equinoccio” quiere decir “noche igual”. 

El equinoccio, para las culturas y civilizaciones más cercanas a la naturaleza, resalta el ingreso del Sol al signo de Aries, un signo de fuego asociado con la acción y el comienzo. Por decirlo de alguna manera, es el momento de la siembra para la agricultura, para el rocío del spiritus mundi –también llamado “semen de la naturaleza” para vitalizar a la tierra y al ser humano. 


De hecho, este fenómeno tuvo una importancia significativa en numerosas culturas a lo largo de los tiempos. Las civilizaciones más antiguas se encargaron de observar detenidamente este tipo de eventos astronómicos, registrando puntualmente las alineaciones de los astros –principalmente del Sol, la luna, Venus, entre otras– y estableciendo calendarios de los acontecimientos considerados importantes. Gracias a ello se edificaron construcciones como observatorios astronómicos, alineados especialmente con los equinoccios; y un par de ejemplos resultan el monumento en Stonehenge, Inglaterra, y la esfinge en Gizeh, Egipto. 

En México existen numerosos centros astronómicos y ceremoniales para recibir al equinoccio de primavera: Chichen-Itzá –Mérida–, Teotihuacán –Estado de México–, Cuicuilco–Ciudad de México–, Tenango del Valle, Malinalco –Estado de México–, Huitzingo –Higalgo–, Xochicalco, Tepanzolco y Tepoztlán –Morelos–, Monte Albán –Oaxaca–, Alta Vista –Zacatecas–. En todos estos sitios se realizan festejos en torno al equinoccio, en donde se practican danzas tradicionales, recargas de energía –o “limpias”–, conciertos, entre otras actividades. 

Se suele decir que el equinoccio y el solsticio son oportunidades para observar tanto el medio en el que nos encontramos como nuestra relación con la naturaleza. Esto con el fin de encontrar el significado a través del espejo de la vida y el cosmos, pues se creía que el mundo en el que se vive era un microcosmos del mundo superior en la que el Sol se reflejaba como la vida del ser humano y la naturaleza. 

Fuente>Ecoosfera-20 de Marzo de 2.017