La
comunidad tehuelche de Chubut desde el año 2010 pide la restitución de Sam
Slick quien trabajó con Perito Moreno hasta que lo entregó a quienes ordenaron
fusilaron por negarse a abrir las tumbas de sus ancestros para recolectar
huesos "con fines científicos".
El
Museo de La Plata suma otro pedido de restitución, esta vez se trata de un caso
ejemplar de cómo el hombre blanco asesinó sin piedad a un tehuelche. Sam Slick,
fue el hijo del cacique Casimiro Biguá y fue lo que se llamó un “indio amigo” hasta
que dejó de serlo: fue asesinado cuando le ordenan que profanara tumbas de sus
ancestros “con fines científicos”.
La
historia de Sam Slick no es una más en la larga lista de atrocidades que los
militares y funcionarios nacionales han cometido contra los pueblos
originarios. Sam Slick, fue un tehuelche al que quisieron
domesticar, como aquel Jemmy Button de Darwin. Considerado un “indio
bueno”, es decir, dócil y que acataba las órdenes, lo alejaron de su
comunidad y le hicieron prestar juramento de lealtad a nuestra bandera. Para
los libros de historia, ayudó a consolidar nuestra soberanía nacional hasta que
se cruzó con Perito Moreno, quien lo entregó a quienes luego lo fusilaron por
negarse a abrir tumbas para recolectar restos óseos de sus ancestros.
Los
restos de Sam fueron llevados como “material científico” al Museo de La Plata
donde fueron exhibidos por muchos años. Bajo el número de registro 1837, una
ficha desteñida por el tiempo sirve de injusto epitafio: “'Sam Slick. Indio
Tehuelche (masculino). Asesinado Chubut. Desenterrado por el doctor F. P.
Moreno 1876-1877".
"Venimos
acompañando desde el 2010 a las comunidades mapuche tehuelche del Chubut que
están solicitando que la provincia se adhiera a la Ley Nacional N° 25.517 de
Restituciones", afirma el antropólogo Fernando Pepe, quien ha sido
artífice de las últimas restituciones de los que denomina
"prisioneros de la ciencia" de los museos.
Valentín
Sayhueque, de la Comunidad Tehuelche Ceferino Namuncurá, quien reclama los
restos de su ancestro, sostiene que es muy importante que los restos de Sam
estén en su tierra, "todo avance en los derechos humanos es una avance
para la sociedad toda", sostuvo.
Para
Fernando Pepe "el caso de Sam Slick es paradigmático: fue guía
del perito Moreno, quien lo traiciona y contrata a quienes serán sus asesinos,
que lo matan entre Trelew y Rawson, luego desentierra su cadáver, lo descarna y
lo exhibe en el Museo de La Plata en una vitrina. Es uno de los casos más
claros de la crueldad del Perito y de la traición que se ejerció
hasta con los llamados 'indios amigos'”, afirma.
En
los años en los que muere Sam, todavía las tierras que hoy están en nuestro
mapa, no se sabía si eran nuestras o de Chile. “Casimiro Biguá junto a otros
lonkos se reunieron y resolvieron que serían argentinas, jurando lealtad a esa
bandera. Lealtad que no tuvo ni el presidente Bartolomé Mitre ni el Ejército. Sam
Slick debe volver a su pueblo, descansar con sus ancestros, se merece ese
respeto", sostuvo el cacique Ramón Saihueque.
Fuente:
El Federal – 6 de Noviembre de 2.016
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