La vida del ser humano es efímera y dado que tiene esta
característica, es inútil que le tema a la muerte. Tarde o temprano llegará
para cualquiera. El ser humano y todo ser viviente que llegan a la tierra,
pasan y se van, mientras que las montañas y los ríos siguen iguales. Son las
únicas cosas visibles que permanecen.
Compartido por Carmen Alicia Robles
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