Una
comisión internacional logró un acuerdo para la creación de la mayor reserva
marina del mundo para conservar las aguas prístinas de la Antártida, tras años
de negociaciones infructuosas.
En
el océano Antártico, que representa el 15% de la superficie de los océanos, se
encuentran ecosistemas excepcionales, que contienen más de 10.000 especies
únicas.
El
acuerdo forjado por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos
Marinos Antárticos (CCRVMA) logró finalmente la creación de una reserva gigante
en la zona del mar de Ross, indicó el ministro de Exteriores de Nueva Zelanda,
Murray McCully.
El
mar de Ross, una inmensa bahía bajo jurisdicción neozelandesa, es conocido como
“el último océano” por considerarse el último ecosistema marino intacto del
planeta, sin contaminación, ni sobrepesca, ni especies invasoras. El área
protegida cubre más de 1,55 millones de kilómetros cuadrados, de los cuales
1,12 millones son zonas de exclusión de pesca.
Esta
comisión, creada en 1982 por una convención internacional, toma sus decisiones
por consenso, lo que significa que para que una propuesta sea aceptada ningún
miembro tiene que oponerse. “Por primera vez, los países han apartado sus
diferencias para proteger una gran área del océano austral y de aguas
internacionales”, celebró Mike Walker, director de proyecto de la organización
Antarctic Ocean Alliance.
En
el océano Antártico, que representa el 15% de la superficie de los océanos, se
encuentran ecosistemas excepcionales, que contienen más de 10.000 especies
únicas, muchas de ellas preservadas de las actividades humanas pero amenazadas
por el desarrollo de la pesca y de la navegación.
Fuentes:
Agencia de noticias AFP-NA
Diario
Primera Edición – Posadas (Misiones-Argentina) 29 de Octubre de 2.016
Cinco claves sobre
los santuarios naturales en la Antártida
Una comisión
internacional logró este viernes un acuerdo para la creación de la mayor
reserva marina del mundo para conservar el mar de Ross, una inmensa bahía en la
Antártida. El acuerdo sellado en la localidad de Hobart en Australia fue
forjado por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos
Antárticos (CCRVMA). Sin embargo, en el foro no hubo un consenso para aprobar
también la zona del este de la Antártida, como pedían Australia y Francia.
A continuaciones
algunas de las claves:
Los ambientalistas
piden desde hace años que se protejan de la explotación las aguas antárticas.
En 2012 se planteó la idea de crear un macro santuario marino en el mar de Ross
que comprendiera también el este de la Antártida.
Ambos territorios sumarían más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados. Cada uno ha sido modificado para permitir algunas cuotas de pesca y permisos para exploraciones científicas, aunque respetando el espíritu del proyecto.
La Antártida sigue
siendo la última frontera, con territorios todavía casi vírgenes y algunos de
sus ecosistemas marinos siguen sin haber sido estudiados.
El océano Austral
que baña las costas de la Antártida es considerado con un importante
laboratorio para medir los efectos del cambio climático. El área alberga a más
de 10.000 especies que se dan únicamente en los polos, incluyendo mamíferos
como los pingüinos y las ballenas, pero también aves y peces y crustáceos,
susceptibles de ser explotados comercialmente.
Un área de protección
salvaguarda todos o una parte de los recursos allí albergados. Esto incluye
especies marinas, biodiversidad, también el hábitat y las zonas de alimentación
y de cría. En algunos casos también puede abarcar los sitios históricos y de
interés cultural.
Esta declaración es
utilizada como un complemento de otras herramientas de conservación como las
cuotas de pesca.
La primera reserva
del mundo fue establecida por la CCRVMA en 2009 en las islas Orcadas del Sur,
en el Atlántico.
La CCRVMA quedó
establecida por una convención internacional en 1982, con el objetivo de
responder al creciente interés que generaba el krill.
La alianza compuesta
por 24 países más la Unión Europea toma sus decisiones por consenso, lo que
significa que para que una propuesta sea aceptada, ningún miembro tiene que
oponerse.
Muchos
ambientalistas y países miembro concuerdan en que la protección de las aguas de
la Antártida, estableciendo una limitación a la pesca, la extracción de
recursos y un freno a la contaminación, es esencial para conservar la vida
polar y permitir a los científicos un entendimiento mayor sobre cómo responden
las especies y los ecosistemas a los cambios ambientales.
Sin embargo, países
como China y Rusia han expresado su resistencia en relación a la limitación del
acceso a la pesca. También entran en juego cuestiones geopolíticas.
Fuentes:
Blog del Proyecto
Lemu – 1º de Noviembre de 2.016
http://www.lainformacion.com/ciencia-y-tecnologia/ciencias-marinas/claves-santuarios-naturales-Antartida_0_966803405.HTML
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Imagenes: Taringa! - Oceanografía y Educación
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