Por Xiu
Antes de la llegada de los
españoles, cuando los dioses caminaban entre los hombres y nada se movía más
rápido que los pies de los corredores veloces del Anáhuac, la vida que conocían
los nativos se vio de pronto sacudida por una serie de sucesos que, sin dudas,
no auguraban nada bueno.
Las visiones de unas casas
que flotaban sobre el mar, de un lago en llamas y los gritos aterrorizados de
la Cihuacoatl fueron algunos de estos extraños acontecimientos y, sin embargo,
hasta nuestros días se ha llegado el registro de ocho presagios que ciertamente
dieron aviso de la llegada de la invasión de los europeos y el comienzo del fin
del mundo mexica.
Todo esto nos lo cuenta el
Dr. León Portilla, después de traducir los textos náhuatl de los informantes de
Sahagún contenidos en el libro XII del códice Florentino.
1. Primer presagio funesto:
un cometa de fuego.
Diez años antes de la
conquista se observó en el cielo una estrella que se movía, con espigas de
fuego, como si goteara: Un cometa.
2. Segundo presagio
funesto: un rayo poderoso.
Un rayo cayó en el templo
de Xiuhtecuhtli. No llovía fuertemente, sólo lloviznaba, y el trueno rompió sin
sonido alguno.
3. Tercer presagio funesto:
el fuego que no se apaga.
El templo de
Huitzilopochtli, aún siendo de piedra, comenzó a arder por la noche por sí
mismo. Cuando el pueblo se lanzó con agua para sofocar las llamas, éstas ardían
con más fuerza.
4. Cuarto presagio funesto:
lago en llamas.
El lago de Texcoco ardió,
sus aguas se levantaron al hervir y azotaron las casas arrastrando a muchas de
ellas consigo, matando a muchos.
5. Quinto presagio funesto:
el llanto nocturno de cihuacoatl.
Por las noches una mujer
lloraba desconsoladamente a las orillas del lago de Texcoco, aterrada por no
poder esconder a sus hijos.
“¡Ay, hijitos míos, tenemos que irnos lejos! ¡Ay, hijitos míos!, ¿a dónde los
llevaré?”
6. Sexto presagio funesto:
el espejo de la guerra.
Se pescó en el lago de
Texcoco un ave extraña, con un cráneo deformado que se pensaba era un espejo
donde se podían ver las estrellas. Moctezuma vio un mal presagio al mirar por
segunda vez y observar una guerra en ese espejo.
7. Séptimo presagio
funesto: la lluvia de fuego.
Llovió fuego. Del cielo
cayó una estrella de fuego que desprendió colas de humo.
8. Octavo presagio funesto:
apariciones de seres deformes.
A veces se lograban ver a
seres deformes de dos cabezas y cuerpos humanos. Criaturas extrañas que, al
poco tiempo de ser vistas, desaparecían.
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