Los pueblos
originarios de la frontera entre México y Estados Unidos de ambos países están
en pie de guerra contra el muro fronterizo planeado por el nuevo presidente
Donald Trump.
Al menos 500 tribus de
la franja limítrofe, cuyos territorios abarcan la línea fronteriza, forman
parte de este movimiento contra el polémico proyecto y han hecho saber que se
unirán para combatir con todos sus recursos su construcción.
La política
"xenófoba y agresiva contra México" del mandatario ha puesto en
alerta a los pueblos originarios de Estados Unidos y México, quienes declararon
que "no habrá muro".
Los pueblos Sioux ya
enfrentaron a la administración demócrata de Barack Obama, al que calificaban
como "el señor de los drones y las guerras". Los Sioux junto a los
pueblos Mdewakanton Dakota y Dine lograron una victoria en 2016 cuando
consiguieron cancelar el decreto de Obama para construir un oleoducto en
Dakota.
Sin embargo, Trump decidió revivir el mes pasado el decreto con el que se aprueba la construcción de esta obra que consideran depredadora del medio ambiente y destructiva para su hábitat milenario.
Ahora, los Sioux llamaron a rechazar la medida y a movilizarse en contra de la Casa Blanca no sólo contra este oleoducto sino también contra la valla fronteriza que podría costar entre 10.000 y 25.000 millones de dólares y que Trump ha prometido que hará pagar a México.
La tribu Tohono O'odham, de Arizona, que controla más de un millón de hectáreas, que colinda en parte con México, expresó su rechazo absoluto al muro que pretende construir Trump porque va contra sus costumbres ancestrales.
Esta "nación" tiene actualmente 28.000 nativos y antes del Tratado Guadalupe-Hidalgo que en el siglo XIX provocó la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano a manos estadounidenses, los Tohono O'odham se desplazaban libremente entre los estados de Sonora y Arizona.
Ahora, denunciaron que la policía migratoria estadounidense ha desatado una guerra en contra suya, por lo que advirtieron que se movilizarán contra el muro que quiere construirse en la frontera. Los yaquies, una tribu que comparte territorio mexicano en el estado de Sonora y estadounidense de Arizona, reconocida en 1978 también como nación, han manifestado su respaldo al movimiento "antimuro". "Sobre mi cadáver", es una de las consignas de las tribus de la frontera que comparten territorio con México bajo el argumento de que "corta nuestra tierra ancestral y divide a las familias que han podido ir y venir libremente desde antes de que se dibujara la línea fronteriza".
"Nosotros
llegamos antes que las naciones y las fronteras nos dividen", señaló un
dirigente indígena luego de que Trump insultó a miembros de la tribu Hopi con
el título de "Pocahontas".
Desde la Cumbre
Indígena Fronteriza de las Américas de 2007, que inició con una visita de la
delegación de derechos humanos a la frontera, se hizo el juramento de los
asistentes de "derribar el muro" que estaba ya en construcción en la
zona.
Delegados indígenas para la frontera de la Nación Tohono O'odham visitaron las condiciones a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México y según dijeron "regresamos furiosos".
"Lo vimos todo de primera mano en los Estados Unidos," dijo Bill Means, indígena Lakota y cofundador del Consejo Internacional de Tratados Indios.
Means, miembro de la delegación indígena en la frontera al sur de Sells, Arizona, encargado de documentar los abusos de derechos humanos en un informe para Naciones Unidas, dijo que fue testigo ocular del arresto de un grupo de personas indígenas -en su mayor parte mujeres y niños- por parte de la patrulla fronteriza.
"No aceptamos ni
una pulgada de intromisión en nuestra tierra", señaló el Mohawk Mark
Maracle, durante este encuentro.
"Me enojó
bastante ver a esos tipos acorralando a nuestra gente. Es una violación a
nuestra Gran Ley el presenciar lo que vimos hoy y no hacer nada al
respecto", indicó. Estas escenas vuelven a aparecer en la frontera entre
ambos países algunos años después.
Fuente>ANSA-14 de
Febrero de 2.017
bien y gracias,,,,
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