Se dirige al rumbo cardinal al cual se invoca.
Por el viento del Sur, invoco a la hermana serpiente,
Envuelve de líquido suavemente alrededor mío.
Ayúdame a dejar el pasado, atrás mío,
Como sueles cambiar de piel, cada vez de nuevo.
Enséñame a seguir mi sendero de amor
Y guíame en el sendero de la belleza interior.
Por el viento del oeste, invoco a la madre jaguar.
Protege mi espacio medicinal Y muéstrame el camino de de la suavidad y de la paz.
Enséñame a vivir llena de desaposesiones, sin angustia.
Y muéstrame el camino más allá del miedo, más allá de la muerte.
Por viento del norte, invoco al hermano colibrí,
Saludos a los abuelos, abuelas y antepasados.
Vengan a mi, calienten sus manos en el fuego,
Yo respeto todos los seres con los que he vivido,
Y toda mi descendencia que vivirá en un futuro.
Al viento del oeste, invoco al gran Águila, cóndor,
Ven a mí desde tu lugar tranquilo, cerca del sol naciente.
Muéstrame las alturas, en donde solo me atrevo a soñar.
Enséñame a volar, aleteo por aleteo,
Conectado con la gran fuerza del espíritu.
Madre tierra, la invoco con el amor gusto.
Nos hemos reunidos para sanar a sus hijos
Por los minerales, vegetales, los de cuatro patas, dos piernas,
los que nadan, los que vuelan y los que se arrastran.
Todos nuestros familiares.
Padre cielo, Abuela Luna, hasta el reino estelar.
Gran espíritu, Usted que se hace llamar con más de
100 nombres diferentes y el cual no se puede poner nombre.
Le agradecemos por reunirnos y por enseñarnos entonar la canción de la vida
para poder llevar una vida iluminada cada día.
Fuente: Sonqoñan
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