Los indios chiriguanos, del pueblo guaraní,
navegaron el río Pilcomayo hace muchos años o siglos y llegaron a la frontera
de los Incas. Aquí se detuvieron ante los primeros picos de los Andes,
esperando en la tierra sin mal y sin muerte donde cantan y bailan los
buscadores del paraíso.
Los chiriguanos no conocían el papel. Descubren el papel, la palabra escrita, la palabra impresa cuando los frailes franciscanos de Chuquisaca después de un largo viaje hacen su aparición en esta región llevando libros sagrados en mochilas.
No conociendo el papel y no sabiendo que no tenían necesidad los indios no tenían ninguna palabra para designarlo. Hoy lo llaman piel de Dios porque el papel sirve para enviar mensajes a los amigos que están lejos.
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Eduardo Galeano
Memorias del fuego - Las caras y las máscaras.
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