Wirikuta es uno de los territorios más sagrados del pueblo indígena Wizarika y los habitantes lo han considerado como el corazón de México, debido a que, según sus creencias, es aquí donde se dio inicio la creación del mundo.
Este afamado lugar es conocido como la tierra mágica del peyote y es aquí donde se efectuaron muchos de los rituales mexicanos, según los nativos. Está compuesto aproximadamente por unas 140.000 hectáreas, pertenecientes a la entidad de San Luis de Potosí. Este espacio es sagrado para los originarios wixarricas, ya que sus creencias aseguran que es en sus tierras donde se dio lugar a la creación del mundo.
Por tal razón, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la integró a la red mundial de sitios sagrados.
Los wixaricas aseguraron que en la costa del Océano Pacífico, en parte del área del municipio San Blas, se encuentra el tatéi Haramara, también conocido como Isla de Rey o Estero del Rey. Es en este lugar donde los originarios afirman que salió por vez primera el sol y es ahí donde residen los dioses y espíritus ancestrales. Por ello, consideran que cada elemento natural que forma parte de este territorio tiene un valor sagrado.
Se conoció que entre los meses de octubre y marzo se realiza la recreación del caminar de las deidades desde el mar en Haramara, al este, hasta Reunax, un área en donde resurgió la gran estrella solar y que actualmente es el Cerro Quemado (Leunaxü). Los originarios aseguran que, ahí, los seres omnipotentes fueron guiados por el abuelo fuego Tatewari y posteriormente llegó un venado que con sus cuernos elevó el disco solar al cielo, brindando así luz al mundo.
La primera parte de este peregrinaje consiste en caminar hasta Takata, un sitio sagrado en la Sierra Madre Oriental, en la que los jicareros o guardianes de los templos piden por un buen camino. Luego se parte hacia un templo mayor, kalihuey, en donde se prepara, conjuntamente con otras autoridades huicholas, el recorrido a llevar a cabo hasta el destino, que es Wirikuta. Así lo describió la fuente de Universis México.
Este importante territorio compone un gran simbolismo para toda la población de pueblos originarios que componen la zona de San Luis de Potosí y por tal razón esta sagrada tierra se encuentra protegida en los artículos 6 y 7 del Convenio 169 de los pueblos indígenas y tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este lugar se encuentra convalidado por el presidente de la República de México; es por esto que se estableció que los gobiernos deberán consultar con los pueblos indígenas cuando dicho territorio, el cual es naturalmente sagrado, vaya a ser afectado por alguna decisión gubernamental o de cualquier otro tipo.
Las tierras donde aún viven los pueblos originarios de América Latina son consideradas como tierras sagradas o fértiles. Es por esta razón que existe tanta disputa entre las empresas y organizaciones lucrativas y los nativos de las tierras donde aún habitan los pueblos originarios. Debido a la historia y tradición que estos aún conservan.
Fuente: Segundo Enfoque 19 de Enero de 2.017
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