Los países
involucrados son Colombia, Perú, Chile, Venezuela, Ecuador y Brasil.
Los lugares
declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco están en riesgo. Y el
cambio climático es uno de los responsables.
"Tenemos que
entender mejor, vigilar y abordar las amenazas del cambio climático a los
sitios del patrimonio mundial", aseguró Mechtild Rössler, director del
Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco.
En la región,
existen 6 sitios entre naturales y culturales que sufren los efectos del cambio
climático.
Este número se
desprende del estudio global "Patrimonio Mundial y Turismo en un clima
cambiante" elaborado por la Unesco, el Programa Medioambiental de Naciones
Unidas (UNEP), y la Unión de Científicos Preocupados (UCS).
1. Cartagena,
Colombia
El puerto de
Cartagena posee el conjunto de fortificaciones más completo de toda Sudamérica,
con su catedral, palacios de estilo andaluz, antiguas residencias, etc.
Luego de 500 años de
la llegada de los primeros españoles sobre estas tierras, la ciudad disfruta
del boom turístico que genera empleos y revitalización económica.
Sin embargo, el
rápido aumento del nivel del mar e inundaciones costeras, están poniendo estos
históricos desarrollos en situación de riesgo.
También una mayor
intensidad de las tormentas amenaza varios barrios pobres costeros, según
señala el informe.
Planes de
desarrollos para paliar y prevenir situaciones con el propósito de frenar el
impacto del cambio climático se están llevando a cabo en los edificios
históricos y monumentos.
2. Coro y su puerto,
Venezuela
Con sus
construcciones, la ciudad de Coro es el único ejemplo actual de la fusión de
técnicas y estilos autóctonos, mudéjares españoles y holandeses.
Fundada en 1577, fue
una de las primeras ciudades coloniales de América y posee unos 600 edificios
históricos, según describe la Unesco.
Coro fue puesto en
la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro en 2005 como resultado de los daños
significativos sufridos por las inusuales e intensas lluvias y tormentas de
2004 y 2005.
América Central y la
región del Caribe fueron identificadas como uno de las partes tropicales del
mundo más sensible al cambio climático ya que registró un marcado aumento de
los fenómenos meteorológicos extremos incluyendo sequías, tormentas e
inundaciones en los últimos 30 años, agrega el estudio.
3. Islas Galápagos,
Ecuador
Son 19 islas
situadas en el Pacífico, a unos 1.000 kilómetros del subcontinente sudamericano.
Son de origen volcánico y su reserva marina circundante son un museo y un
laboratorio vivientes de la evolución, describe la Unesco.
La riqueza que
compone este conjunto de islas inspiró al naturista inglés Charles Darwin a
desarrollar su teoría de la evolución por selección natural.
Las principales
amenazas para la biodiversidad de las Islas Galápagos en las últimas décadas
fueron el turismo y el crecimiento de la población, la introducción de especies
exóticas e invasoras, y la pesca ilegal. Ahora hay que
agregarle el cambio climático.
El aumento del nivel
del mar, calentamiento de los océanos y la atmósfera, acidificación de los
océanos y los cambios en las precipitaciones y eventos extremos, pueden tener
negativas consecuencias para los ecosistemas de las islas.
Según el informe, el
factor clave será ver cómo el fenómeno climático de El Niño y otros eventos
cíclicos se manifiesten en medio del calentamiento global y cómo las corrientes
del océano responden.
"Las
conclusiones del informe ponen de relieve que alcanzar el objetivo de limitar
el aumento global de la temperatura a un nivel muy por debajo de 2 grados
centígrados establecido en el Acuerdo de París es de vital importancia para la
protección de nuestro patrimonio mundial, para las generaciones actuales y
futuras", agrega Rössler.
4. Parque Nacional
Huascarán, Perú
El parque lleva el
nombre del monte Huascarán que se encuentra en la Cordillera Blanca, la cadena
montañosa tropical más alta del mundo, que se alza a 6.768 metros sobre el
nivel del mar.
En sus profundas
quebradas, con lagos glaciares y abundante y variada vegetación, viven especies
animales como el oso de anteojos y el cóndor andino.
Los recientes
cambios en el clima han marcado grandes impactos en la región provocando la
reducción del tamaño de los glaciares, mientras que muchos han desaparecido.
Esto causa preocupación
sobre la disponibilidad del agua para satisfacer la creciente población.
Además, el
derretimiento de los glaciares expone roca rica en metales pesados, como plomo,
arsénico y cadmio, metales tóxicos que terminan en los ríos y que afectan a la
calidad del agua y del suelo.
5. Reserva de Mata
Atlántica del Sureste, Brasil
La mata atlántica es
un conjunto de reservas situadas en los Estados de Paraná y Sao Paulo que
incluyen desde montañas cubiertas por tupidos bosques hasta pantanos e islas
costeras con colinas y dunas asiladas.
El desarrollo
urbano, la explotación de la tierra, la tala de árboles ilegal son los
principales factores que dañan ese ecosistema.
El cambio climático,
traducido en el aumento de los niveles del mar y los extremos en el clima,
recientemente también se transformaron en una amenaza provocando inundaciones,
deslizamientos de tierra y causando la degradación del hábitat y pérdidas.
6. Isla de Pascua,
Chile
El parque Nacional
Rapa Nui (nombre indígena de la Isla de Pascua) aún conserva restos de una
comunidad de origen polinesio asentada allí en año 300 d.C., con grandiosas
formas arquitectónicas y esculturales como los numerosos "moai".
Según el informe, el
impacto del cambio climático en Rapa Nui se proyecta sobre la escasez de agua
por la reducción de lluvias, la suba del nivel del mar, las inundaciones y la
erosión de la costa en donde se encuentran gran concentración de atracciones
arqueológicas.
"Algunas
estatuas de Isla de Pascua están en riesgo de perderse en el mar debido a la
erosión costera", señala Adam Markham, autor principal del informe y
director adjunto del Programa de Clima y Energía de UCS.
"El cambio
climático podría llegar incluso a que algunos sitios pierdan su condición del
patrimonio mundial", agrega.
El informe resalta
también que el turismo representa una amenaza para muchos sitios del patrimonio
mundial, especialmente en lugares frágiles como las Galápagos, que cuando se
añade el cambio climático a la mezcla, se convierte en un multiplicador de
amenazas.
Fuente:
Diario La Nación
(Buenos Aires) 30 de Mayo de 2.016
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