No te has ido, Ñamandú,
Sigues reinando victorioso desde el fondo de los tiempos,
En los bosques virginales,
comandando al cielo y a la tierra,
al agua y al viento.
Todo lo que existe surgió de Tu Ayvú[1].
En ígnea cascada todo fue saliendo del tremendo fuego, Ñanderuguasú [2],
que preñó amoroso a la Primer Neblina en Santos Misterios rituales kunu’ú [3]
Y al Eterno Brillo de tu Luz Divina surgió inmaculada Îvî Tenonde [4],
Agreste y fecunda como hembra felina que fue en sus principios la Îvîmara’ey [5].
En los bosques virginales,
comandando al cielo y a la tierra,
al agua y al viento.
Todo lo que existe surgió de Tu Ayvú[1].
En ígnea cascada todo fue saliendo del tremendo fuego, Ñanderuguasú [2],
que preñó amoroso a la Primer Neblina en Santos Misterios rituales kunu’ú [3]
Y al Eterno Brillo de tu Luz Divina surgió inmaculada Îvî Tenonde [4],
Agreste y fecunda como hembra felina que fue en sus principios la Îvîmara’ey [5].
No quiero empañar con lamentos mi canto; no enturbien recuerdos este purahéi[6];
Si el mar de la historia nos trajo a los blancos portando a su Dios y a mboká [7] en sus barcos, cambiando los rumbos de nuestro destino.
Allí comenzó, y ya van cinco siglos, que tu pueblo esclavo se “civilizó”.
Al par que tus montes sagrados, han sido -debido al “progreso”- pasto del tractor.
Tus añosos bosques cedieron al hacha; almas del quebracho, ñanduvay y timbó.
Tus plantas sagradas, debido al veneno, igual que el teyú [8], el panambí [9], el guyrá [10] se mueren de a poco, maldición de Añá [11],
porque el blanco quiere obtener más con menos y mata la Tierra y todo lo que hay.
Pero estás y sigues, Ñamandú, reinando en los corazones de tu pueblo Avá[12].
Tu Aliento es la vida eterna palpitando en la luz silente de Yasî [13] serena,
y en el fuego rubio kuarahy [14] quemando en el día nuevo todas nuestras penas.
Brillas en los ojos de eireté [15] del monte, de las bellas kuñataí kuera [16] morenas
que sueñan que vuelva desde el horizonte aquél que una tarde se fue con promesas.
Estás, Ñamandú, viviendo en la sangre de todos tus hijos, que es tu sangre nueva.
Cuidamos tu idioma, que es pan de nuestra hambre,
¡Ñamandú el Eterno, Padre Luz, raigambre!
Guardamos Tu Llama, ¡Oh, Dios de la Selva!
Glosario
[1] Ayvú: Palabra Creadora
[2] Ñanderuguasú: Nuestro Padre Grande
[3] Kunu’ú: caricia
[4]Îvî Tenonde: La Tierra Primera
[5] Îvîmara’ey: La Tierra sin mal, el Edén Guaraní.
[6] Purahéi: canción, cantar
[7] Mboká: Arma de fuego.
[8] Teyú: Lagarto.
[9] Panambí: mariposa.
[10] Guyrá: Pájaro.
[11] Añá: Diablo, Dios del Mal.
[12] Avá: Hombre Guaraní
[13] Yasî: Luna
[14] Kuarahy: el Sol
[15] Eireté: Miel silvestre
[16] Kuñataí kuera: muchachas.
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