Máscara proveniente de Mer, Mer. Torres Strait, Queensland. Fecha: antes de 1855 .Máscara australiana que es propiedad del Museo Británico. |
Abren
otro frente de batalla contra el museo-bandera del Reino Unido a la par de una
exposición, pagada por la compañia petrolera BP, sobre arte aborigen
australiano.
Es la primera vez que la pinacoteca
muestra centenares de los 60.000 objetos que fueron sacados a la brava de
Australia aprovechando el dominio colonial.
Activistas en defensa de los
derechos de los aborígenes piden la devolución de las obras, que tienen un gran
significado religioso y social para los indígenas.
El museo-bandera del Reino Unido, el
British de Londres, el mayor de Europa, no sale de una polémica para caer en
otra. Montado sobre todo con piezas obtenidas a la brava y a punta de bayoneta
por el poder colonial del antiguo Imperio Británico, los ocho millones de
objetos que atesora el complejo, el más importante del mundo en etnografía y
arqueología, ahora son los defensores de los aborígenes australianos quienes
reclaman la devolución de las 60.000 obras de arte indígenas que los ingleses
sacaron del país por el expeditivo método del saqueo masivo.
Una figura de un pez pintado sobre madera por un anónimo aborigen australiano / Western Arnhem Land aproximadamente año 1.961 - Museo Británico |
La reclamación llega aprovechando la
exposición Indigenous Australia: enduring civilisation (Australia indígena: una
civilización duradera), la primera que organiza el museo dedicada al exquisito,
complejo y muy cotizado arte de los aborígenes. Con la financiación extra de la
siempre polémica empresa transnacional de explotación de combustibles
fósiles BP, antes llamada British Petroleum, y coorganización del National
Museum of Australia, la muestra se presenta con orgullo como un panorama
exhaustivo a la más antigua de las culturas artísticas de la Tierra, con 60.000
años de edad y aún viva. Líder de los Ngambri Shane Mortimer, líder del pueblo
Ngambri, en cuyas antiguas tierras se levanta Canberra, la capital de
Australia, ha alzado la voz con claridad: "Si los Ngambri viajáramos a
Inglaterra, asesináramos al noventa por ciento de la población y enviado las
joyas de la corona británica al País Ngambri como premio, ¿qué pensaría y diría
al respecto el diez por ciento restante de la población?.
Esta exposición no debe llevarse a
cabo sin el permiso de los propietarios de todas las obras", declara al
diario The Guardian sobre las piezas con las que contribuye a la muestra el
museo nacional australiano.
El Británico creció en el
colonialismo, desechado hace un siglo El activista proaborígenes e historiador
Gary Foley, una personalidad muy respetada en su ámbito, ha criticado
abiertamente al British y solicitado que la pinacoteca empiece a discutir con
voluntad positiva la "repatriación" de obras que fueron
"robadas" a sus autores o dueños. "El Museo Británico creció en
la era del colonialismo y el resto del mundo desechó esa ideología hace un
siglo. Su postura actual no tiene credibilidad en el mundo moderno. Es así de
simple". 'Tienen miedo del precedente'.
Para Foley resulta
"escandaloso" que la Administración australiana ceda obras para la
exposición de Londres, cuando el British tiene en su poder unos 60.000 objetos
artísticos aborígenes que no retorna a sus propietarios. "Se niegan a
devolver nada a nadie, porque tienen miedo del precedente que podría plantearse
en términos de los Mármoles del Partenón ", añadió Foley en una
conferencia celebrada hace unos días en Melbourne.
Desposeídos de sus tierras por la
fuerza, reducidos por enfermedad y violencia La excelencia de la
exposición, que incluye tocados ceremoniales, lanzas, herramientas de piedra y
metal, fotografías, máscaras y pinturas, no oculta que parte de los objetos
tienen procedencia sangrienta. "La verdad esencial es que los aborígenes
fueron desposeídos de sus tierras por la fuerza, sus poblaciones reducidas por
la enfermedad y la violencia y sus creencias y prácticas culturales sometidas a
la falta de respeto y en ocasiones destruidas", señala el catálogo de la
muestra.
Hasta 100.000 muertos Aunque nunca
se ha dictaminado con certeza cuántos aborígenes australianos perdieron la vida
durante la colonización británica, los historiadores manejan cifras que
basculan entre 20.000 y casi 100.000. Las masacres fueron habituales hasta los
años treinta del siglo XX y a partir de entonces los indígenas de los 400
pueblos que habitaban el país-continente han sido protegidos por la ley pero
relegados socialmente.
Hay varias campañas en marcha contra
los desplazamientos forzosos de los aborígenes. La más activa es la de Stop the
Forced Closure of Aboriginal Communities in Australia que ha movido en las
redes sociales el hashtag #SOSBLAKAUSTRALIA. Las pinturas, 'guías de
navegación' espiritual.
Otro elemento fundamental que debe
ser considerado en el debate es el papel que el arte, sobre todo la pintura,
tiene para los aborígenes. Basados en el concepto de tjukurrtjanu,
palabra que en varios dialectos significa sueño, los paisajes cenitales
—marcas, huellas, simbólicas referencias a lagos de sal y dunas, piedras y
torrenteras secas— que representan los cuadros son abstractos sólo en
apariencia, ya que pretender servir como guías de navegación fisico-espiritual.
Son transmitidos a los pintores durante el estado de tjukurrtjanu, utilizado
por los aborígenes en un sentido muy diferente al que usamos en Occidente.
Pintura realizada comunitariamente por seis artistas aborígenes australianos. Este tipo de cuadros es considerado un 'mapa de nevgación espirituall - Museo Británico |
El sueño designa el orden que rige
los mundos espiritual y físico y ofrece a los seres humanos una unidad que
media entre el pasado, el presente y el futuro.
Todavía está viva la polémica del
préstamo a Rusia de piezas del Partenón El British anuncia la exposición
mientras todavía se mantiene viva la polémica del préstamo de varias esculturas
del Partenón al Hermitage de San Petersburgo (Rusia) y el museo inglés tiene en
cartel Defining beauty: the body in ancient Greek art (Definiendo la belleza:
el cuerpo en el arte de la antigua Grecia), un exhaustivo repaso a la
preocupación de la escultura griega por la forma humana. Exhibe casi 150 obras,
entre ellas las esculturas del Partenón que cedió a la pinacoteca rusa en un
gesto que volvió a escandalizar al Gobierno griego, que reclama la devolución
de las piezas saqueadas de uno de los grandes monumentos de la humanidad.
Ver: http://www.20minutos.es/noticia/2426998/0/indigenas-australia/piden-british/devolucion-arte-saqueado/#xtor=AD-15&xts=467263
Fuente: 20minutos.es. Escrito por
José Ángel González el 11 de Abril de 2.015
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