Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

lunes, 24 de junio de 2024

Rituales, juegos y costumbres de la noche de San Juan . Tradición de la Región Guaran


En distintas parroquias se realiza el tradicional cruce de brasas y quema de muñecos, además de juegos como la pelota tata, toro candil y el palo enjabonado.

Las tradicionales celebraciones de San Juan que comienzan esta noche reviven una serie de rituales, prácticas y costumbres. Todos los años, el 23 de junio a las 12 de la noche se realizan diversos ritos para aprovechar las energías mágicas de la noche en que se honra al Santo.

Todo se relaciona con San Juan el Bautista y el solsticio del 21 de junio. El 24, se celebra el nacimiento de San Juan, quien preparó a la humanidad para la llegada de Jesús. Su nacimiento ocurrió en una fecha muy cercana a un solsticio (de invierno para el hemisferio sur, y de verano para el hemisferio norte), lo que quiere decir que lo que está en juego son poderosas energías solares actuando en la Tierra.

La leyenda dice que las cenizas curan las enfermedades de la piel y que es conveniente saltar la hoguera un mínimo de tres veces para tener un buen año. O que es posible conocer las iniciales y hasta el rostro del ser amado, si los espíritus consienten conceder esa gracia.

Misiones no está ajena a tal acontecimiento y todos los años se organizan diversos festejos.  Se realiza el tradicional cruce de brasas, quema de muñeco, y juegos como la pelota tatá y el toro candil. Además habrá importantes sorteos y servicio de cantina con comidas tradicionales de la región.

En La Casa del Ángel de Posadas-como todos los años- a partir de las 20.30hs se realizarán los juegos de San Juan, en su parte adivinatoria. Luego de la tradicional lectura del salmo 23 y con una gran fogata para encender los ánimos, se harán las consabidas pruebas: la mancha de tinta, la cera de vela, la Biblia (que responde por sí o por no).

Asimismo, se propondrá a los que esperan turno hacer el “Juego del Oráculo”, un “camino de preguntas para formularse en una noche mágica. Es que la adivinación bien entendida más tiene que ver con las preguntas que con las respuestas. No funciona con las reglas de la vida cotidiana, en la que lo real es lo comprobable. Tampoco resiste criterios de verdadero o falso (propios de la ciencia), sino más bien de útil o inútil. Es un juego que puede jugarse muy seriamente… sin dejar de divertirse”, explicó Ivana Roth, coorganizadora de la velada.

En la víspera de San Juan se pueden realizar varios rituales para conocer el nombre del futuro esposo o esposa.

Las gotas de la vela
Se pueden conocer las iniciales del nombre del futuro cónyuge dejando caer 21 gotas de cera de una vela encendida sobre un plato con agua. Ellas formarán figuras o letras mediante las cuales podrá saber quién será su pareja.

La prueba del banano
Hoy al mediodía o a la medianoche, deberá introducir toda la hoja de un cuchillo en el tronco de un banano y dejarlo hasta el mediodía del 24. Luego hay que retirarlo e interpretar las figuras que formó la herrumbre, en ocasiones son letras que pueden ser las iniciales del hombre que se casará con ella.

La magia del fuego
Las fogatas alejan el mal, por lo que saltar por encima de ellas, danzar a su alrededor y mancharse con su ceniza, son maneras de apartar malos espíritus del camino y preparar un año de buena suerte y buenas vibraciones.


San Juan Bautista, el origen religioso

El sobrenombre de Bautista le proviene de su ministerio. Nacido, según algunos, en Judea, según otros, en Hebrón. Sus padres fueron Zacarías y Elizabeth, prima de la Santísima Virgen María.
Fue el Precursor de Cristo, el que vino para preparar y alumbrar los caminos del Señor; por esto la Iglesia celebra su nacimiento, como celebra el de Jesús.
Juan el Bautista anuncia a Cristo no sólo con palabras, como los otros profetas, sino especialmente con una vida análoga a la del Salvador. Nace seis meses antes que Él; su nacimiento es vaticinado y notificado por el ángel Gabriel, como el suyo, y causa en las montañas de Judea una conmoción y regocijo semejantes a los que debían tener lugar poco después en las cercanías de Belén.
El nacimiento es un prodigio, porque no fue obstáculo para él la ancianidad y esterilidad de su madre, como no lo fue a María su purísima virginidad.
Pronto se extiende el renombre de su virtud, y aumenta la veneración del pueblo hacia él; los judíos acuden para ser bautizados, enfervorizados por sus palabras. Mientras predica y bautiza anuncia un bautismo perfecto: “Yo bautizo en el agua y por la penitencia, y el que vendrá, en el Espíritu Santo y el fuego”.
Y cuando Jesús se acerca al Jordán para ser por él bautizado, Juan no se atreve a hacerlo. “¿Tú vienes a mí, cuando yo debería ser bautizado por Ti?”. Más Jesús insiste, y le bautiza entonces.
Encarcelado por Herodes Antipas por haberse atrevido a reprimir y censurar su conducta y vida escandalosa, le llega la noticia de que Jesús ha empezado su ministerio público. Se ignora cuánto tiempo pasó en la cárcel. Aconteció que con motivo de una fiesta en celebración del nacimiento de Herodes, cuando el vino y los manjares y las danzas exaltaban a todos, Salomé, hija de Herodías, esposa ilegítima del rey, bailó ante Herodes. Entusiasmado éste, prometió darle cuanto pidiera, aunque fuese la mitad de su reino. Instigada por su madre, pidió Salomé la cabeza del Bautista. Herodes, no osando faltar a su palabra empeñada ante todos, ordenó fuese traída la cabeza de Juan, la cual en una bandeja fue presentada, efectivamente, a Herodías por su hija. Sus discípulos recogieron el cuerpo del Bautista y le dieron sepultura.


Correr es peor
Caía la noche más larga del año 2003, la víspera de San Juan, cuando nos escapamos a la fiesta en el club Emiliano R. Fernández, del barrio Herrera de Asunción. Había payaguá mascada, chicharrón trenzado, asaditos en palo y chorizos picantes deliciosos. Hacíamos cola para conseguir un pastel mandió o un mbeyú inmaculado que surgía milagroso entre el humo negro de un fogón. Por supuesto, no dejamos de probar una sopa paraguaya. La medianoche fue llegando divertida por bailes y juegos. Con algunos colegas del diario Última Hora recorrimos las carpas de ruleta y encontramos un delicioso chipá guazú, dulzón y arrogante. En una cancha multiuso se alternaban las piñatas, los bailes, y el fuego, aturdidos en guaraní por los parlantes que multiplicaban la voz de una animadora histérica. Dos tipos debajo de un cuero con guampas encendidas representaron al toro candil, descendiente de algún animal bravo que cambió el albero del ruedo andaluz por el patio del Club Emiliano. Mágica fue la galopa: conté hasta diez botellas, una encima de otra encastradas culo con pico, y todas arriba de la cabeza de una polaca que bailaba derechita y descalza. Magnífico ejercicio para la columna.
A las once y media ardía una fogata monumental en una canchita de fútbol de tierra colorada. El rocío pegaba con ganas, así que me acerqué resuelto a esperar lo que venía. Se fue arrimando más gente que formó un círculo al calor del fuego. A mi lado un padre barrigón presumía su fe delante de los hijos, mientras ellos trataban de disuadirlo.
A la medianoche, un petiso que hinchaba los cachetes para aguantar el calor, desparramó brasas con una azada hasta formar un camino incandescente de unos cinco metros. Empezó la tensión, a ver quién se animaba. Un flaquito con la camiseta de Olimpia las atravesó descalzo, como sin darse cuenta. En seguida cruzó una mujer con las sandalias en la mano. Tercero pasó el barrigón que volvió hacia sus hijos como si le hubiera hecho un gol a Abbondanzieri. Siguieron más. Veteranos y primerizos cumplieron promesas o probaron su inocencia. Cruzaban en trance, desafiantes, distraídos o concentrados. La barra alentaba o murmuraba. A una chica le dijeron que no pase, pero no hizo caso y se quemó.
No tenía ni intención de pasar por encima de ese infierno que chamuscaba de estar cerca. Pero algo te va diciendo por adentro que tenés que cruzar, y empezás a sacarte los zapatos sin darte cuenta. Después te empuja el amor propio, y cuando salís de las brasas nadie te dice nada.
Correr es peor, como cuando llueve, porque al apurar el paso se pisa más fuerte. Es el secreto, aunque nadie aplica la lógica aburrida a esta ordalía perdida en el tiempo: los que tienen la conciencia intranquila se queman más por apurados que por infieles. Igual las cuentas dan lo que tienen que dar.

Por Juan Salinas
Diario El Territorio - Posadas
23 de Junio de 2006
https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2006/06/23/82606-rituales-y-costumbres-para-celebrar-la-noche-de-san-juan?gad_source=1&gclid=Cj0KCQjwsuSzBhCLARIsAIcdLm66LCzTpHTswSRL52mtzEHILYyUSvT9aSguVZ31oI0b43Wyph1GZYcaAlcnEALw_wcB



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