El calendario andino se basa en el movimiento del Inti Tayta que determina la sucesión de las estaciones, y se compone de doce meses lunares más una cantidad de días complementarios, todo lo cual es representado con la Chakana, que preside el ciclo ceremonial. La Chakana o “Cruz andina” es una síntesis de la cosmovisión andina: es la unión del cielo y la tierra y reúne a los principios femenino (Urin Saya) y masculino (Hanan Saya), exponentes de la Dualidad y organiza a las cuatro estaciones, a las ceremonias y sus fechas. Expresa la idea del tiempo circular y lo sagrado, muy distinto al tiempo cronológico occidental; es un tiempo que se renueva a sí mismo, a la naturaleza, a los hombres y al Universo a través de las ceremonias, rituales y festividades.
El mes de junio se llama Intiq Raymin y en el día 21 que coincide con el solsticio de invierno y con la aparición en el cielo de la constelación de las Pléyades (“Las siete cabritas” según los incas) se realizaba la celebración que lleva el mismo nombre. Se hacen ofrendas al Tayta Inti para propiciar la continuidad y renovación de la vida. El hombre cumple con su el rol, el de ayudar a sostener el equilibrio del cosmos, uniendo al cielo y la tierra.
Estas ceremonias vienen de épocas precolombinas, en los Andes centrales, fundamentalmente, hoy siguen siendo practicadas en Perú, Bolivia, Ecuador, norte de Chile y de Argentina. Las culturas agrícolas observaron que la vida renacía después del invierno; que las plantas florecían en primavera y fructificaban en verano; que el Sol daba su calor y su energía a todas las formas vivientes. Los incas, asentados en el hemisferio sur del planeta, celebraron con el Intiq Raymin (Intiq, del Sol; Raymin, su Fiesta) el momento en que el Padre Sol (Inti tayta) iniciaba su marcha hacia el Sur para calentar esta parte del mundo, entre el 21 y el 24 de junio. La ciencia conoce a este fenómeno como el solsticio (Sol quieto) de invierno, la noche más larga del año. Para los pueblos originarios era el momento en que los ciclos de la naturaleza y del cosmos recargaban su energía, para reiniciar renovados, el Nuevo Tiempo A raíz de la introducción del cristianismo, muchas costumbres ancestrales se han ido perdiendo, todavía hoy esta festividad se mantiene y en muchos casos se ha revalorizado, especialmente en las ciudades en donde los migrantes indígenas retoman sus valores culturales, como es en el caso de argentina.
PURIFICACIÓN EN EL INTI RAYMI
Según los pueblos andinos el Inti Raymi dura varios días los primeros días de junio ya se viven un mes de alegría, en el cusco se va preparando los hombres y las mujeres para este momento de purificación. Para esta ceremonia tres días antes del día fijado para la ceremonia principal, se comienza un ayuno, se trata de un ayuno riguroso, donde el hombre y la mujer se alimentaban sólo con un poco de maíz blanco, agua simple y un compuesto de yerbas que llamaban chuka, presumiblemente sagrada. Durante esos tres días estaba absolutamente prohibido encender fuego alguno, en toda la ciudad, y tanto curacas como orejones se abstenían de todo contacto sexual. De esta manera se cuidaba la energía de cada uno y así poder hacer una verdadera purificación de cuerpo y espíritu.
Mientras los hombres ayunaban, las mamaconas y acllas iban preparando los manjares y bebidas que luego consumirían sus señores en ceremonia. En esta ocasión se preparaba pan de maíz, el Sankho, que los antiguos peruanos comían sólo dos veces al año, y también la kancha, la chicha y viandas simbólicas. Hoy se sigue preparando esta comida incluso en el norte de argentina para ceremonias especiales, a base de maíz amarillo, grasa de llama y agua.
Hoy se sigue celebrando y renovando las energías, los pueblos no han perdido sus costumbres, se espera al Tayta Inti, cada 21 de Junio, para agradecer lo dado y renovar las energías del comienzo de ciclo, se está volviendo a buscar la armonía y el equilibrio junto a la naturaleza. Estamos transitando el Pachakuti de Luz, estamos despertando la gran conciencia
Amalia Vargas Pukio Sonqoy
Boletín. Museo de Arqueología y Antropología
Del diario el Orejiverde
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