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lunes, 1 de junio de 2020

Reconstruyendo los pasos de Belgrano en Misiones


Cada 20 de junio, se recuerda el fallecimiento de Manuel Belgrano, creador de la Bandera Argentina.

El abogado, que fue clave en la Revolución de Mayo, de la cual hace unos días se cumplieron 200 años, también lideró la expedición a Paraguay a donde sembró la semilla de la revolución libertadora. Pero antes de combatir en el vecino país llegó a Misiones donde hizo base con sus tropas y redactó distintos documentos que son considerados como los primeros ensayos constitucionalistas de la historia nacional.

El vocal de la Junta, estuvo en Misiones entre noviembre de 1810, hasta abril de 1811. A pedido de El Territorio, los historiadores Jorge Francisco Machón y Esteban Ángel Snihur reconstruyeron aquellos días de Belgrano en la tierra colorada.


“Con Belgrano llegó la revolución a Misiones. Él fue el que vino a informar todo lo sucedido en el cabildo y a llevar la semilla revolucionaria a Paraguay”, comentó  Machón.

Snihur reconstruyó el viaje desde Buenos Aires, que arrancó en octubre de 1810: “La expedición sale de Buenos Aires con el objetivo de reclutar solados en el camino. Sale con un contingente de porteños, cruza por la Provincia de Entre Ríos, Corrientes, bordeando los Esteros del Iberá y sale a la altura de Ituzaingó y llega a la provincia por la ruta que llevaba a las Misiones. Ingresan a lo que hoy es Posadas, cruzan el arroyo Garupá y se instalan en Candelaria. Ese es el derrotero del viaje de ida para cruzar a Paraguay”, explicó.

“En ese trayecto se incorporan soldados correntinos, soldados de los pueblos misioneros de la época y en Candelaria cruzan el río Paraná de noche”.

“En la expedición de Belgrano, no se tiene bien el número y es impreciso porque uno de los problemas que tuvo que padecer Belgrano, fue la deserción de soldados correntinos y misioneros”, recalcó el Licenciado en Historia.

“Belgrano tenía un concepto militar muy clásico. Por ejemplo los soldados deberían ir solos sin familiares, pero los soldados guaraníes que se incorporaban a la expedición de Belgrano se resistían a ir solos, pretendían incorporar a la expedición al grupo familiar, llevar a sus mujeres a sus hijos, en una especie de caravana lo que se contraponía a la organización clásica que tenía Belgrano. Esa fue una de las causas por la que se generaba mucha deserción en la tropa de Belgrano”, agregó.

En noviembre de 1810, Belgrano se encontraba en Curuzú Cuatiá, donde nombró gobernador misionero a Tomás de Rocamora. En noviembre llega a Candelaria, donde empieza a construir su estrategia para invadir Paraguay.

“La expedición a Paraguay tuvo  objetivos más fraternales que opresoras, de ahí la designación de un político para comandarla y no de un militar, aunque hubiese recibido Belgrano el grado de Coronel Mayor”, documenta el libro Herencia Misionera.

El campamento estuvo en el pueblo mismo de Candelaria, “que tenía la estructura necesaria para contener a la tropa que llegó con Belgrano” comentó Snihur.

“El cruce del río no fue en un momento, sino que fue paulatino y en varios puntos de la costa, con el fin de que una avanzada pueda hacer un trabajo de inteligencia, previo al paso definitivo del resto de las tropas que quedaban. El cruce en si no es un hecho puntal sino un hecho en proceso que se va dando, por varios puntos, en Candelaria, más al Sur y más al Norte del río y el paso final se da en una madrugada”, rememoró el historiador.

Un adelantado
Mientras alistaba su tropa para cruzar al Paraguay, realiza una Proclama a los guaraníes y criollos que vivían en esta tierras y redacta el Reglamento, un documento que es tomado por muchos historiadores como el primer ensayo de una Constitución.

El documento se presenta a los pueblos misioneros el 30 de diciembre de 1810 y según sus palabras “‘es obra de mi deseo del bien, conforme a las instrucciones de nuestra superioridad’”, escribió Machón en el libro Misiones después de Andresito.

“Desde su campamento de Tacuarí redacta el reglamento para los pueblos misioneros. En ese reglamento él organiza institucionalmente la provincia de Misiones”, aclaró Snihur.

“Entre las disposiciones de relevancia de ese reglamento se encuentra la igualdad de derecho que otorga a los guaraníes respecto a los criollos y españoles que habitaban en esa época en Misiones, lo cual es un hecho revolucionario desde el punto de vista social”, explicó el historiador apostoleño.

Además, “reorganiza los cabildos de los pueblos, establece un sistema educativo para los pueblos, medidas que son acordes y propias a la Revolución de Mayo”, agregó sobre el Reglamento de Manuel Belgrano.

“El pueblo guaraní fue uno de los primeros en adherir a la Primera Junta de Buenos Aires. Por eso Belgrano hace la Proclama y les da los mismos derechos que los criollos”, explicó Snihur.

“Después hay un giro político de la población misionera, abandona la alianza con Buenos Aires, porque ve traicionado sus aspiraciones con el unitarismo porteño y gira al Federalismo, que le proponía al pueblo guaraní el acceso a la tierra, a autogobernarse, reconocimiento de derechos”, contó.

Lamentablemente las derrotas en Paraguay llevan a que el documento de Belgrano no pueda ser tratado en los cabildos de la época: “Él había dispuesto en el mismo reglamento que se debía tratar en cada cabildo misionero y que debía ser avalado por los cabildos para su puesta en práctica en los pueblos misioneros. De hecho eso por las contingencias que se sucedieron posteriormente no sucedió, pero de todos modos el reglamento que redactó Belgrano, quedó en la historia del país como uno de los primeros ensayos constitucionales. Tiene un valor jurídico importante e interesante dentro del contexto de la región y del país”, relató el historiador.

“Los sucesos posteriores a la expedición, la derrota militar en Paraguay, la situación política en que queda Misiones, luego del retiro de las tropas de Belgrano, lleva a que este reglamento redactado para los pueblos misioneros no se ejecute y no se pueda llevar a la práctica tal como lo había establecido el propio Belgrano”, comentó Snihur.

Una victoria diplomática
La expedición a Paraguay termina con dos derrotas para Manuel Belgrano. La primera fue el 19 de enero de 1811 en Paraguarí. “Allí acometió Belgrano con sólo 600 hombres frente a un enemigo que contaba con más de 7 mil soldados. Retrocedió el ejército belgraniano hasta el río Tacuarí, donde estaban asentadas desde tiempo atrás fuerzas guaraníes de Yapeyú”, figura en el libro Herencia Misionera.

Y continúa señalando que “Belgrano las hizo volver hasta Itapúa, lo que constituyó un grave error, pues pudo haber enfrentado el combate decisivo de Tacuarí con el doble de los sólo 400 efectivos con que contó. Derrotado el 9 de marzo de 1811, y luego de firmar un honroso armisticio, Belgrano y sus fuerzas abandonaron el territorio paraguayo”.

Finalmente esta expedición termina con un tratado de límites, que para muchos historiadores misioneros, significó una grave pérdida para el histórico territorio de Misiones.

“Belgrano firma un acuerdo de comercio y límites con Paraguay y cede parte del departamento de Candelaria, en el que están incluidos los actuales pueblos de Encarnación, San Ignacio Guazú, Jesús, es decir la banda occidental de Paraná y cede en custodia de los paraguayos los cincos pueblos paranaenses que eran Santa Ana, Candelaria, Loreto, San Ignacio y Corpus”, rememoró Snihur.

“Los paraguayos aprovechando ese contexto del tratado se apoderan de la margen oriental de Paraná y de los cinco pueblos Paranaenses, que después van a ser recuperados por Andresito”, explicó.

“La expedición de Belgrano a Paraguay si bien es una derrota en el campo militar y es un triunfo para la revolución en el campo diplomático, porque de hecho Belgrano logra inculcar las ideas revolucionarias en muchos paraguayos, en lo específicamente a los territorios de Misiones, significó un cercenamiento territorial de Misiones, a partir del tratado que se firma con Paraguay en 1811”, evaluó Snihur.

“Belgrano era abogado, no era militar, se lo designa general y se lo envía a Paraguay con la misión de someter a ese foco contrarevolucionario. Es un mérito de Belgrano, de haber obtenido un triunfo en el campo diplomático y haber sembrado la semilla revolucionaria en Paraguay, aun cuando militarmente fue derrotado en Tacuarí y en Paraguarí”, explicó el historiador.

“Evidentemente las circunstancias de su derrota habían obligado a Belgrano a olvidarse de sus promesas a los naturales misioneros”, reflexionó Machón en su libro.

“En el hecho puntual del territorio de Misiones, hubo un costo, hubo una consecuencia negativa y ese desmembramiento de los pueblos misioneros. De hecho antes de eso el límite de Misiones con Paraguay era el río Tebicuary y esa frontera pasa al río Paraná a través de ese tratado de 1811”, reconoció Snihur.

El mito del Sarandí
Para muchos, el Sarandí de Candelaria es la imagen más cercana que se tiene de Manuel Belgrano en Misiones.
Pero para los historiadores, ese árbol es “parte de un mito histórico”.
“De hecho el Sarandí que estuvo era un árbol centenario, se supone que pudo haber estado cuando cruzó el general Manuel Belgrano, pero no hay nada que diga que el general Manuel Belgrano descansó a la sombra del Sarandí”, reflexionó Snihur. 

Igual el historiador consideró que “es un testimonio de la época, como lo son los restos de los talleres que persisten en Candelaria, los escasos vestigios de las reducciones que todavía persisten en Candelaria, donde seguramente Belgrano se alojó previo al cruce del río Paraná”.

Fuente: Diario El Territorio - 20 de Junio de 2010 (Posadas-Misiones)

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